Habitación de Tenma
Tenma estaba recostado en su cama mirando el techo mientras pensaba en los últimos acontecimientos de su vida. Estaba en el Inframundo, la Guerra Santa había acabado, los caballeros habían revivido, ya no habría más Guerras Santas, se hizo amigo de uno doncella de Giudecca, tomo el té como un amigo y no como un enemigo con Hades y los dioses gemelos... y todo en un día prácticamente.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por alguien golpeando la puerta.
-Pase- dice Tenma sentándose en el borde de la cama. La puerta se abre y entran dos doncellas con ropa.
-Buen día, caballero Pegaso, te trajimos ropas de la reencarnación del señor Hades en la Guerra Santa del Siglo XVI, la Guerra Santa anterior a esta- dice con una sonrisa Vasilisa mientras colocaba la ropa en la cama al lado de Tenma.
-Gracias...¿cómo te llamas?- pregunta Tenma.
-Mi nombre es Vasilisa y ella es Lyfia- dice Vasilisa sonriendo mientras señalaba a una doncella de cabello violeta, largo hasta la la cintura y lacio. Sus ojos eran azules.
-Mucho gusto en conocerlo, caballero- dice Lyfia haciendo una reverencia.
-El gusto es mío y pueden llamarme Tenma, ¿ustedes son amigas de Drusila?-
-¿Amigas? No, nosotras solo somos compañeras de trabajo- dice Lyfia- la amistad no es aceptada en el Inframundo... estamos divididos en clases, las personas que tienen la misma labor que nosotras, los llamamos compañeros, pero a las demás personas se las conoce como la gente que debes servir pero para ellos, nosotras somos las doncellas que los sirven-
-El señor Hades dice que se cambie, dentro de diez minutos viene a buscarlo para llevarlo a dar un paseo por el Inframundo... primero recorrerán las esferas- dice Vasilisa.
-¡Vasilisa! Se supone que era una sorpresa a donde el señor Hades lo llevaría- le dice Lyfia regañándola.
Tenma entendió el papel de las doncellas, ellas formaban un trío de amigas aunque no se dieran cuenta... Vasilisa era la inquieta de buenas intenciones, Lyfia era la que seguía ordenes al pie de la letra y Drusila era la doncella triste que escondía su tristeza con una máscara de alegría.
"Quizá no sea tan malo vivir en el Inframundo como pensé... aquí no es tan diferente al mundo de los vivos"
-¿Pueden retirarse? Voy a cambiarme- dice Tenma algo sonrojado.
-¡Oh! Claro que sí, caballero- dice Lyfia sonrojada- ¡vayámonos, Vasilisa!- dice mientras la empujaba para afuera.
¡Pero me quiero quedar!- hacía pucheros Vasilisa tratando de soltarse de Lyfia- ¿y qué pasa si necesita ayuda para cambiarse?-
-No creo que la necesite- dice Lyfia con una gota en la cabeza tipo anime y luego mira a Tenma- ¡por favor, discúlpela, es muy... pervertida!- dice sonrojada mientras salía de la habitación.
Al ver esa escena, Tenma no puede evitar reír. Debía admitir que le habían agradado las doncellas. Pasan diez minutos y Hades llega.
-Buenos días, Tenma- dice Hades con una sonrisa- veo que las doncellas te han traído mucha ropa, ¿qué te parecieron Vasilisa y Lyfia?-
-Realmente son agradables y lindas... supongo que las mujeres inmortales son las más bellas- a Hades le hirvió la sangre oír eso- ellas me comentaron algo horrible de aquí... Hades, ¿por qué no permites que tus subordinados sean amigos?-
-¿A qué te refieres con que mis subordinados sean amigos?- pregunta Hades sin entender.
-Lyfia me dijo que aquí no se acepta la amistad...¿por qué no la permites, Hades?-
-Te lo explicaré mientras damos un paseo por el Inframundo- dice Hades y Tenma asiente.
Ptolomea
-¿Qué lugar es esté?- pregunta Tenma en la entrada de Ptolomea.
-Ptolomea es la tercera esfera de Cocytos y está protegida por Minos de Grifo, Estrella Celeste de la Nobleza, uno de los 3 Jueces del Inframundo-
-Antes de entrar, quiero que respondas a mi pregunta-
-Aún no es el momento, Tenma, ahora entremos a Ptolomea y nos encontraremos con Minos- explica Hades y Tenma gruñe porque su pregunta no fue respondida. Los dos entran a Ptolomea y ven a Minos de Grifo haciendo una reverencia.
-Bienvenidos, señor Hades... y caballero Pegaso- dice Minos.
-Levanta la cabeza, Grifo- ordena Hades y Minos obedece- ¿tienes alguna noticia del Santuario?- Tenma se estremece al escuchar la mención del Santuario y aprieta sus puños.
-Por ahora ninguna, señor Hades, pero ya mandé a un espectro de mi total confianza para que me mantenga informado... nos reuniremos dentro de dos horas, si usted desea, señor Hades, en seguida que reciba las noticias lo iré a buscar para informarle- dice Minos.
-No es necesario, Grifo- dice Hades- mandaré a Lyfia aquí para que ella me diga las noticias-
-Como usted desee, señor Hades- dice Minos haciendo otra reverencia cuando Hades y Tenma se van a la siguiente esfera: Antenora.
Antenora
-Antes que entremos, Hades, quiero que me respondas mi pregunta...¿por qué no permites que tus subordinados sean amigos?- pregunta Tenma.
-No te impacientes, Tenma, todo a su debido tiempo... te prometo que hoy te lo contaré pero no ahora, no es el lugar, ni el momento- dice Hades con una sonrisa.
Los dos entran a Antenora y son recibidos por Aiacos de Garuda, Estrella Celeste de la Valentía, uno de los jueces del Inframundo.
-Bienvenidos a Antenora, señor Hades y Tenma de Pegaso- dice Aiacos con una reverencia.
-¿Cómo has estado, Aiacos?- pregunta Hades.
-Bien, señor Hades- dice Aiacos sorprendido por su pregunta, normalmente, a Hades no le interesaba la vida de sus subordinados. Además era raro encontrarlo de tan buen humor... "este comportamiento... empezó después de... la llegada de Tenma de Pegaso"
-¿No has pasado tiempo con tus compañeros, Radamanthys y Minos?- pregunta Hades lo que hace sonrojar un poco a Aiacos por la mención de Minos. Ellos eran amantes y Hades lo sabía, aunque ellos no lo sabían.
"Con Radamanthys creo que la última vez que hable con él fue hace dos días y Minos... bueno, dormí con él anoche" piensa Aiacos aún sonrojado.
-Señor Hades, yo diría que hace unas horas que no hablo con ellos...- dice Aiacos- con todo respeto, señor Hades, ¿por qué tanto interés en mi relación con ellos?-
-Solo curiosidad mía- dice Hades sonriendo- lo que pasa es que te veo algo distanciado de Radamanthys y pensé que tenían una enemistad-
-¡Nada de eso, señor Hades!... es solo que Radamanthys estuvo muy ocupado y yo también... no paran de llegar almas para juzgarlas y es algo agotador... supongo que no tenemos mucho tiempo por ahora pero solo es cuestión de tiempo... le aseguro que Radamanthys y yo seguimos siendo compañeros como siempre lo fuimos, señor Hades-
-Que bien- dice Hades retirándose seguido de Tenma.
Caína
-¿Qué fue todo eso?- pregunta Tenma cuando estaban llegando a Caína.
-¿Eso qué?- pregunta Hades sin entender.
-Me pareció que estabas insinuando algo, algo que sabes que esconde Aiacos y actuaste así para que él entendiera que tú sabes su secreto... me sorprende que te interese la vida de tus subordinados-
-Tal vez no lo creas o te parezca difícil de creer pero, por más que sea el dios del Inframundo, también tengo corazón-
-Debo admitir que dudé de eso cuando empezó la Guerra Santa- Hades quedó dolido al escuchar eso pero no lo demostró.
Al llegar a la entrada de Caína, son recibidos por Radamanthys de Wyvern, Estrella Celeste de la Ferocidad, uno de los tres jueces del Inframundo. Luego de una breve conversación entre Hades y Radamanthys, Tenma y Hades se fueron. El caballero Pegaso sintió la mirada de indiferencia y desdén de parte del juez hacía él durante la conversación pero prefirió ignorarla..."Probablemente, todos los espectros sientan lo mismo que él"
Río Aqueronte
Luego de recorrer todas las prisiones, finalmente llegaron al Río Aqueronte. Justo en ese momento, apareció Caronte de Aqueronte trayendo un par de almas para ser juzgadas en la Primera Prisión.
-Caballero Pegaso...¿qué haces aquí?, ¿ya te arrepentiste e incluso le diste pena al señor Hades para que te acompañara de nuevo a tu mundo?- pregunta Caronte riendo pero se calla en seguida al ver la mirada asesina de Hades. Sin embargo, Tenma no se molesta por sus palabras.
-Creo que te golpee muy fuerte, ahora enloqueciste- Caronte lo mira furioso e iba a golpearlo con su remo pero Hades lo detiene.
-¿Así es como tratas a los demás, Caronte? Espero una actitud más comprensiva de tu parte para las almas que llegarán a partir de ahora, sino me veré obligado a buscar un nuevo barquero- dice Hades rompiendo el casco de Caronte con su mirada.
-¡Lo siento, señor Hades!-
-Vete a hacer tu trabajo, ¡ahora!- ordena Hades y Caronte se va remando lo más rápido posible.
-Bien, ya recorrimos todo el Inframundo y aún no me has contestado la pregunta que te hice, prometiste que hoy me dirías la respuesta y la estoy esperando- dice Tenma cruzando sus brazos molesto.
-Aún no hemos recorrido todo el Inframundo... deje la mejor parte para el final... iremos a los Campos Elíseos- dice Hades sorprendiendo a Tenma- y te prometo que ahí te diré la respuesta a tu pregunta-
Continuará...