10 de mayo 1948
Me desperté agotado y con una gran resaca , había estado trabajando hasta muy tarde en la fábrica y después fui por unas copas con mis compañeros de trabajo, nos habían pagado por la semana y parece que ya lo he malgastado todo nuevamente , el frio de aquella pequeña habitación provoco que me tapara más con las pocas frazadas que tenía, estaba muy cansado de todo, ´´la vida no vale nada´´ , escuche como golpeaban mi puerta, realmente no hice caso quería seguir tapado por aquellas sucias mantas, escuche la voz de una señora, me venía a cobrar por hospedarme en esta sucia habitación, volvieron a golpear la puerta, no cesaban, hasta que al final decidí levantarme, me puse las botas y el abrigo más cercano para dirigirme a la puerta y abrir.
-son 20 dólares nathan, me los pagas ahora o te largas ya sabes las reglas – me mostraba la mano para que le pasara el dinero, tenía un guante sucio y gastado, me lo quede mirando –nathan el dinero ahora – odiaba que dijese mi nombre
-vuelvo enseguida – fui a buscar mi bolso, rezaba que me quedase algo de dinero anoche gaste una gran cantidad de dinero en el alcohol, esperaba que me quedara algo para el hospedaje, saque algunas monedas y comencé a contarlas – mierda… - solo tenía 18 dólares – Molly querida te puedo pagar mañana? – me acerque a ella seductoramente, al fin y al cabo seguía siendo una mujer y ninguna mujer dejaría pasar la oportunidad de coquetear con un hombre mucho más joven
-nathan la última vez que me dijiste eso te demoraste una semana, no lo volveré a permitir- me miro seria y no la culpaba quizás tampoco le pagaría mañana
-vamos preciosa, te lo compasare, acaso no te gusto lo de la última vez – le pase mi mano por esa piel ya avejentada, y le hice una sonrisa pícara, ella me quedo mirando y me sonrió mostrándome esos ya podridos dientes, realmente quería vomitar pero necesitaba hospedaje barato en algún lado, realmente ya no me importaba ser un prostituto de esta mujer, no era tan mala en la cama simplemente no le veía la cara y fin del problema
-está bien joven travieso, divirtámonos en este momento – iba a entrar a mi cuarto cuando la detengo en seco
-oh oh casi se me olvida hoy tengo trabajo y si no voy a trabajar no podre pagarte, para la próxima si? Adiós cuídate querida molly – le di un pequeño beso en la mejilla y le cerré la puerta en la cara, tenía que vestirme y buscar mis cosas para el trabajo
Salí del edificio corriendo, molly me gritaba para que pagase hasta que se cansó y comenzó a cobrarles a los vecinos, seguramente tendría que pedirles nuevamente dinero a mis colegas, camine rápido por las calles hacia un frio horrible, mire un anuncio en una barbería ´´EL CARNAVAL LLEGA A LA CIUDAD´´, así que un nuevo carnaval de fenómenos llega a la ciudad? Realmente no es mi pasión ver gente deforme, pero el pudor de ver personas más lamentables que yo me causaba placer, seguramente por eso eran exitosos, las personas se sentían bendecidas al ver a esas horribles criaturas.
Llegue a la fábrica de calzado en donde trabajaba, llegue al parecer temprano ya que estaba cerrada, miro a mí alrededor y veo a esa pequeña figura tapada con una frazada
-Lucas que haces aquí? Acaso pasaste la noche en este lugar? - el chico me quedo mirando, puso la frazada al lado y se levanto
-mi papa me hecho de la casa, quise ver si la fábrica se encontraba abierta para pasar la noche pero parece que la cierran para que no entren a robar… - lo quede mirando, Lucas era un chico de 16 años, tenía 5 hermanos y él era el mayor, vivía con una familia de muy escasos recursos por lo que tuvo que entrar a trabajar muy joven
-de donde sacaste esa frazada? – estaba muy asquerosa y olía a muerte
-me la regalaron unos hombres que no tenían casa, fueron bastante amables aunque esto huele horrible… - mire sus cabellos rubios largos, tenía una apariencia muy parecida a una chica, delgado tés blanquecina y rasgos suaves, de hecho al principio todos en la fábrica pensamos que era una chica, hasta que ocurrieron algunos sucesos y nos dimos cuenta que no…
-ten mi abrigo – comencé a quitármelo
-o..oye no es necesario estoy bien, además tú te helaras – me intenta apartar para que no le pasase el abrigo
-tranquilo no pasa nada, tengo más ropa debajo, además no puedes seguir teniendo esa frazada de olores dudosos encima, mejor quítatela – se la termine quitando y le pase mi abrigo que le quedaba muy grande
-no sabían que podían llegar a madrugar? – escuche la voz de Thomas, era un hombre grandote de buen carácter, era muy amable con todos y sobreprotegía a los menores que trabajaban en la fábrica y que eran muchos – y tú por qué tan temprano e este lugar? – Thomas miraba directamente a Lucas esperando una respuesta rápida, lo que provoco que Lucas se pusiera mudo por el nerviosismo
-lo han echado de casa, así que paso prácticamente la noche en este lugar – le dije directamente a Thomas, lo que denoto una gran tristeza en su rostro, Thomas antiguamente tenia a una esposa y dos pequeños hijos, pero murieron por una bomba en la segunda guerra mundial, por eso esta sobreprotección a los niños
-si quieres Lucas puedes irte a vivir conmigo yo no tengo problema –le dijo tocándole el hombro para entrar en confianza
-no pasa nada… solo fue una pelea diaria con papa, volveré hoy nuevamente, además tengo que cuidar a mis hermanos menores – todos sabíamos que su padre era un hombre borracho golpeador de mujeres y niños, muchas veces Lucas llegaba con moretones en la cara, excusándose que simplemente se había caído
-está bien Lucas, pero a la próxima que suceda esto puedes ir a mi casa, no puedes pasar la noche en un lugar tan helado
-muchas gracias Thomas, agradezco tu preocupación – le sonrio levemente
-por cierto hoy llega un carnaval a la ciudad quieren ir a verlo? – dije para alegrar un poca la situación
-un carnaval? – pregunto inocente Lucas, seguramente nunca ha ido en su vida
-has ido algunas vez Lucas?
-nunca he ido… simplemente no he tenido el dinero, además me da un poco de miedo se dice que el lugar está llena de deformes…
-descuida la pasaremos bien, verdad Thomas? – lo mire directamente para que me apoyara la idea
-no estoy muy seguro nathan… el lugar está lleno de deformes y gente extraña… no me hago muy de la idea, una vez fui cuando niño y realmente era espeluznante – es verdad era muy espeluznante, algunas personas si daban mucho miedo
-ahora ya no son tan asquerosos, porque no vamos para cambiar un poco de ambiente?
-bueno sería mi primera vez yendo a esos lugares… quizás deba conocerlos por lo menos una vez…
-Muy bien dicho Lucas, está decidido vamos esta noche
El día transcurrió bastante lento, varias máquinas fallaron por lo que el trabajo se volvió una pesadilla, esta fábrica albergaba a 82 personas que buscaban desesperadamente algún trabajo después de la guerra, algunos eran muy ancianos o muy niños por lo que los accidentes laborales eran muy comunes en este lugar. El día al fin había terminado y nuestra salida al carnaval iba a comenzar
-estas preparado Lucas??? – lo tome del brazo y comencé a caminar – que tal tu Thomas?
-voy enseguida nethan – vio a Lucas un poco asustado – si no quieres ir, entonces no vamos…
-si quiero ir… es solo que estoy un poco nervioso – me causo un poco de gracia el que se pusiera nervioso por algo tan estúpido, era solo un carnaval de fenómenos, quizás cuando lo vea se sentirá más feliz por su vida
Salimos de la fábrica y nos dirigimos a aquel carnaval, la noche ya se hacía presente y se podía ya notar una luminosidad proveniente de aquel lugar, estaba lleno de gente y se notaba que era muy colorido, parece que los carnavales ya no dan tanto miedo como antes, Lucas se veía bastante emocionado, eso provoco que me pusiera feliz en parte, hacer algo positivo en la vida no hacia ningún daño, llegamos a la entrada del carnaval, el lugar parecía tener muchas atracciones, juegos, escenarios y un circo en el fondo, el circo era muy grande, era de rojo y blanco y tenía el símbolo de un payaso en la parte de arriba de la puerta, era de un color dorado fuerte como si fuese oro.
-la entrada cuesta dos dólares – la voz de un chico me hizo volver a la realidad, realmente no quería verle, ya que la mayoría de los recepcionistas son deformes para captar más atención en el publico
-yo pagare – Thomas iba a pagar las entradas del carnaval, sabía que yo no tenía nada de dinero porque lo gastaba en tragos, era un verdadero inútil en esto momentos
-si quieren entrar al circo es un dólar más – volvió a decir el chico, note que tenía una voz bastante suave lo que provoco mi atención, lo mire de reojo y simplemente quede helado en aquel lugar, su cabello negro lacio caía hasta su cuello, poseía una piel tersa y de tés pálida pero que aun así irradiaba color, pero lo que más captaba mi atención eran sus ojos, sus ojos eran de diferentes colores, nunca había visto aquello uno era gris y el otro verde, me quede un gran rato mirándolo, era realmente hermoso, el chico noto mi presencia, por lo que también me quedo mirando estaba un poco confundido – se le ofrece algo señor? – me pregunto con su suave voz
-no…. – ´´solo a ti´´ pensé
-entonces bienvenido al circo señor – me dirigió una sonrisa tan hermosa que podría haberme desmayado hay mismo, si la mujer que me cobra la renta tuviese esa sonrisa la follaría todos los días sin ningún problema.
-aja – respondí tontamente sin apartar la vista de ese chico y sus extraños ojos
-oye comienza a caminar – Thomas me agarro del brazo comenzando a adentrarme en aquel carnaval, la vista de ese chico se iba alejando, ya no me importaba ver las atracciones solo lo quería verlo a él, notaba como atendía a las demás personas, dirigiéndoles también esa hermosa sonrisa, sentí enojo, solo yo quería ser el que viese esa sonrisa, nunca en mi vida había sentido este deseo por alguien y menos por un chico, pero aquel momento cambio todo, quería que nunca se apartase de mí, quería poseerlo y hacerlo mío, pero como lograrlo en este circo de locos…