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Hechos pasados. por nell

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Notas del fanfic:

Este fic es un flashback que se me ocurrío luego del pedido de una lectora en un anterior one-shot de VK, espero que lo lea y lo disfrute tanto como yo lo hice al escribirlo. Muchisimas gracias de ante mano por leerlo, espero que tengan un buen día, tarde o noche.

Notas del capitulo:

Buuueeennaass noches a todas/os los que lean esto (digo buenas noches porque, bueno, lo estoy publicando bastante tarde a decir verdad), como he dicho en las notas, este One-shot surgió gracias al pedido de una lectora (ella pidió una pareja en particular y a me se me ocurrió todo esto...).

He regresado de entre los muertos para dejarles este one-shot el cual espero disfrten.

Advertencias: Los personajes no me pertenecen, son lastimosamente de la mangaka Matsuri Hino, yo sólo poseó la historia y se las entrego sin fines de lucro.

Puede haber mala ortografía, así que de ante mano me disculpo.

No molesto más y los dejó leer con tranquilidad, como dije antes espero que disfruten y gracias por leer.

Ya era tarde y sólo en los últimos vestigios de su existencia comprendió que había cometido muchos errores en su vida. Sí, errores que ahora le pesaban, erros que se cobraban caro, erros que marcaron su destino en algún momento determinado.
Él nunca había reflexionado sobre la vida que había llevado y, aunque sonara cliché, ahora que su muerte estaba cercana, logró comprender que su vida había sido arruinada por él mismo. Él había sido su propio destructor, él había sido la raíz misma de todos sus males, pero ¿cómo saberlo en aquel momento? se sabía joven y estúpido, lleno de ambición y sueños podridos. Mas ahora, tres mil años después de aquello, comprendió que si él no hubiera dejado que el poder corrompiera sus entrañas junto con su alma, no estaría al borde de la muerte, no hubiera sido testigo de aquello y por sobre todas las cosas, no moriría a manos de él.
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Lo conoció una noche en un negro prado; Lo conoció una calurosa noche de verano. Lo conoció una noche en que la luna admiraba su belleza. Lo conoció una noche en donde las estrellas gritaban agónicas por su compañía. Lo conoció una noche en donde la brisa calurosa de verano intentaba reconfórtalo del calor que se sentía.
-Dicen que en estas tierras a media noche los demonios vienen a danzar y a tener sexo… ¿sabía eso ustedes? mi señor sangre pura-la repentina pregunta lo sorprendió. Él no había podido sentir su presencia hasta que estuvo cerca de aquel extraño joven, mas parecía que él lo había sentido mucho antes de lo que hubiera esperado.
-No soy un hombre que cree en leyendas, nunca he visto demonios, sólo he visto vampiros y por eso creo en ellos-le respondió acercándose lentamente temiendo ser brusco y provocar que aquel joven se alejara.
-Debería creer en ellos y en todo lo que nadie cree. Yo, por ejemplo, creo en la reencarnación, como así también creo en hombres lobo y por supuesto, en demonios-él siguió mirando el cielo y hablando tranquilamente, era intrigante y etéreo, parecía no ser de este mundo.
-¿Con quién tengo el honor de compartir mis creencias?-
-Tuve muchos nombres en estos siete milenios, pero sólo uno me ha gustado, así que usted puede llamarme Zero-guardó un pequeño silencio y luego dijo-¿Con qué Kuran tengo el placer de tratar?-conocía a su clan, bueno, eso no era una gran sorpresa, todos los vampiros conocían al clan que los lideraba.
-Rido, Kuran Rido-
-Rido Kuran… hermano mayor de Juuri y Haruka, próximos disputados al trono de nuestra manchada raza-el joven volteó en un sutil y silencioso movimiento y enfocó sus orbes amatistas en las suyas-Es extraño que en todo este tiempo ninguno de ustedes se haya llamado Kaname, mi señor. Creí que su clan honraba y amaba el nombre de nuestro antiguo rey-
-Aquel rey al que usted nombra se encuentra dormido, él no tiene poder sobre nadie ahora-
-Y aún así, su presencia aquí es tan fuerte como la de nosotros dos… Yo lo conocí hace mucho tiempo, fue en aquella vieja época en que el clima acaba con la población humana. Nosotros, los primeros, fuimos encontrandonos y ayudandonos unos a los otros a sobrevivir. Mi hermana y yo viajabamos junto a ellos cuando lo encontramos. Viví algún tiempo a su lado, tuve el honor de conocerlo y convivir con él de manera íntima-el ahora decubirto vampiro sangre pura, guardó silencio unos momentos pareciendo recordar aquello que relataba y habló después de unos minutos-Desarrollamos una extraña relación tanto física como mentalmente-miró fijamente a Rido y pareció leer algo en sus ojos ya que luego dijo-Sí, mi joven puro, yo tenía relaciones sexuales con nuestro antiguo rey-ante tal revelación el castaño abrió los ojos de manera imperceptible-Como bien le he contado hasta el momento, viví junto a él algún tiempo. Pero luego de ese tiempo, Kaname, sin siquiera advertirme, calló en su letargo... aún me pregunto ¿por qué nunca se despidió?-y el silencio los embargó a ambos, cada uno estaba metido en sus pensamientos, mas un tiempo después una revelación fue dicha por el Kuran.
-Estaba enamoró de él-afirmó Rido con tranquilidad.
-Quién sabe. Quizás así fue, o quizás no. Aunque, si algún día puedo desetrañar aquel enigma, no creo decírselo a nadie-Zero lo miró unos segundos y en un movimiento que él no pudo siquiera observar, se le acercó y tomó delicadamente su rostro-¿Cree ustedes poder enamorarme Kuran Rido? le daré una oportunidad y si logra enamorarme prometo pertenecerle hasta él día de mi muerte, aunque si muero y reencarno no puedo prometerle que seré suyo, ya que Kaname también podría regresar para ese entonces y será aquel momento en que usted deberá tomar una importante decisión la cual nos efectara a ambos, tanto a usted como a mi-las proféticas palabras de aquel joven le hicieron levantar una ceja ¿Quién demonios se creía que era?-No me crea si así lo prefiere, yo sólo le digo lo que sé-dijo como leyéndole la mente.
Zero lo observó lo que pudieron haber sido horas pero realmente fueron segundos y finalmente cerró sus delicados ojos y besó castamente sus labios. A Rido lo invadió un fuerte olor a rosas y tuvo la sensación de que miles de espinas perforaban su cuerpo.
-Hasta su próxima visita, joven Kuran-y cuan fantasma, Zero desapareció con la cálida brisa de verano.
Su próximo encuentro fue aún más extraño que el primero, habían pasado dos semanas desde que se conocieron y Rido visitó nuevamente aquel prado luego de una pelea verbal con sus padres… se encontraba molesto y rabioso.
-Dicen que el enojo y los celos sólo traen desgracias ¿Qué dice usted? mi señor sangre pura-sin siquiera haberlo sentido, Zero había llegado como siendo invocado y se paró delante de él invadiendo su espacio personal.
-Digo que deberías ocuparte de tus problemas, mocoso-gruñó Rido mirándolo con desaprecio.
-Lamento decirle pequeño joven, que siente milenios son más que los centenares de años que usted ha vivido, o eso es lo que creo…-le dijo con una sonrisa descarada en sus labios-Y debería ser feliz por lo menos una noche de su vida, pequeño sangre pura… se dice que la felicidad trae más beneficio que el odio y que el odio sólo causa desgracias-Zero tomó su rostro con firmeza y besó suavemente sus labios-No es cortés de su parte no dar un beso de bienvenida-le susurró antes de volver a besarlo.
Rido no comprendió mucho en aquel entonces, él sólo se dejó llevar por sus confusos sentimientos y comenzó a mover los labios lentamente liderando lo que fue el inicio de un apasionado beso.
Sus labios se movían con fiereza y sus lenguas luchaban y se enroscaban cuan serpientes furiosas, sus manos tocaban aquí y allá y sus colmillos clamaban perforar el suave cuello de aquel misterioso joven. La saliva se escurría de sus labios y él calor comenzaba a subir rápidamente.
Zero, haciendo gala de una increíble fuerza, lo empujó haciéndolo caer al piso y luego asaltó sus labios mientras juntaba sus caderas para rozar sus sexos.
-He esperado siete milenios para vivir esto nuevamente-le dijo mientras se separaba de sus labios y se sentaba sobre sus caderas meciéndose sobre él sin descaro alguno-¿Usted cuánto ha esperado?-con pasión reprimida, aquel viejo vampiro se meció sobre él endureciendo su miembro por completo. Sus ojos lo miraban curiosos y sombríos, sus manos se paseaban por su rostro tocando con delicadeza sus facciones, su temperatura corporal parecia aumentar por el hecho de tenerlo debajo de él-Puedo afirmar con seguridad que he llegado a amarlo mi joven Rido, y lo amo mucho más de lo que ame Kaname, si es que alguna vez logré amarlo-Rido no comprendrió lo dicho, sólo sabía que el viejo sangre pura era extraño y demasiado incoherente, quizás ya no estuviera del todo cuerdo o quizás él era demasiado joven para entender su compleja mente.
El mayor continuó meciéndose sobre él sin detenerse en ningún instante, sólo lo hizo cuando sintió que él joven debajo suyo quería algo más que su cuerpo meciéndose sobre el suyo…
-En otra ocasión le daré lo que su cuerpo desea mi joven Rido… ya es hora de marcharme-del mismo en que apareció, desapareció y sin dejar rastro alguno. El Kuran, por otra parte, sólo pudo quedarse recostado en aquel prado respirando de manera agitada, aún con la sensación de aquel hermoso hombre meciéndose sobre él.
Su tercer encuentro fue quizás él menos extraño que alguna vez pudieron haber tenido, había sido una semana luego de aquel segundo encuentro y esta vez Rido se encontraba meditando sus futuros planes en aquel prado.
-Dicen que los malos planes terminan de la misma manera o quizás mucho peor ¿Usted que cree, mi joven Rido?-
-¿Dónde vives?-preguntó el menor ignorando por completo lo dicho por el otro.
-No muy lejos de aquí, pero tampoco demasiado cerca como para que usted pueda saber en dónde-
-¿Tienes un clan?-
-No, eso fue hace mucho, es por eso que ya no llevo apellido, mis padres, mi hermano gemelo y mi hermana mayor se lo llevaron a la tumba con ellos-dijo con tranquilidad.
-¿Por qué yo?-no supo por qué preguntó aquello, pero necesitaba que Zero le dijera lo que realmente pasaba por su mente.
-Porque usted es la persona correcta, porque no me agrada su hermano el cual está más enamorado que usted de su hermana, porque puedo salvarlo de lo que quiere hacer y porque usted puede salvarme de mi propia miseria-fueron los diversos motivos que le dio Zero.
-¿Cómo supiste de mi existencia?-
-El clan Kuran estuvo relacionado conmigo en cierto momento de mi historia, mi hermana y yo pretendíamos al mismo hombre, pero al parecer ella siempre tuvo la ventaja sobre mí. Fue realmente un hecho lleno de tristeza, ya que sacrificó su vida dejando a aquel hombre solo, desahuciado y sumido en la osuridad -sinceramente, Rido no entendí a que se refería Zero y quizás nunca llegaría entenderlo.
-¿Qué quieres de mí?-
-Quiero que te enamores de mí. Yo afirmo amarte, pero tú pareces no hacerlo-
-Sólo lo vi tres veces-replicó con una ceja alzada.
-Y en nuestro primer encuentro le di el permiso de enamorarme y ya lo ha hecho, así que sinceramente no comprendo por qué no me ama-cada oración que salía de sus rosados labios parecía más incoherente que la anterior-Si usted buscó enamorarme es porque me ama… realmente no lo comprendo-
-Nunca lo enamoré, sólo nos hemos visto tres veces-
-Quizás eso es lo que usted creer, pero no es la verdad, usted me enamoró hace mucho y decía estar enamorado de mí, entonces por qué ahora dice no estarlo-
-Nunca lo he visto en mi vida-
-¿Realmente no lo ha hecho?-le preguntó con un tinte curioso e irónico-Sinceramente usted es un ser incomprensible, primero dice estar enamorado de mi y luego dice no conocerme, sólo los niños son tan caprichosos-Rido suspiró con cansancio y decidió ignorar la presencia de Zero en lo que restaba de la noche.
En su cuarto encuentro tuvieron relaciones sobre la suave hierba del prado. Zero se aferraba a él con fuerza y gemía su nombre sin descanso, enroscaba sus piernas en su cadera; se movía al ritmo de sus envestidas y permitía que él lo usara como un muñeco desechable. Nunca entendió por qué le había permitido aquello, nunca entendió por qué en su cuarto encuentro permitió que lo penetrara de manera tan inmunda e inhumana, nunca comprendió por qué Zero lloró luego de que él se fuera una vez hubo terminado…
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-Fue hace siete milenios… mi hermana era un joven realmente fuerte y bella, sus ideales eran los más pacificos que yo hubiera escuchado. Ella amaba a los humanos y fue por eso que decidió darles algo con que defenderse, fue por eso que decidió morir por ellos; no pude llorar al saberlo, sólo pude cumplir sus últimos deseos-lo dijo Zero en su quinto encuentro a modo de saludo. Él se quedó en silencio esperando que aquel viejo vampiro dijera algo más-Con su muerte, Kaname y yo debimos relacionarnos, debimos estar juntos por más tiempo, incluso más del que antes habiamos estado. Realmente no sabría decirle si aquello fue para saciar nuestro sentimiento de perdida o si realmente fue por algo más fuerte y hermoso que la soledad-el de ojos amatistas se quedó callado luego de aquello, no dijo nada más en lo que duró su encuentro.
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-¿Zero? si hijo mío, claro que se quien es, a decir verdad me sorprende que tu lo hayas olvidado. Después de todo lloriqueaste un mes entero cuando desapareció luego de que de tu le pidieras permiso para enamorarlo-le respondió su madre con una sonrisa llena de complicidad, él sólo pudo levantar una ceja con perplejidad.
-¿Qué?-preguntó entre sorprendido y horrorizado.
-Si Rido, el joven Kiryuu fue el único sobreviviente de su clan, se rumorea que vivió en los tiempos de Kaname, por lo menos un milenio antes de su sueño, es bastante viejo a decir verdad, incluso más que tu padre y yo-comenzó su madre a modo de introducción-Tuvo una relación más bien alejada con los nuestros, pero según sé, siempre cruzó palabras con los que se convertían en los nuevos líderes de la familia. Con nosotros fue una historia diferente, llegó una noche estrellada diciendo que la luna le había aconsejado el venir a visitarnos-rió su madre como recordando algo realmente gracioso-Se presentó ante nosotros y nos ofreció sus respetos. Al parecer no sabía que teníamos hijos, porque en cuanto los vio se los quedo mirando fijamente por lo que pudieron haber sido minutos, fue un momento muy incomodo, hasta que él mismo rompió el silencio preguntando “¿Cuáles son sus nombre?”. Cuando le respondimos pareció algo decepcionado, pero luego de unos minutos pareció olvidar el por qué-Rido si sabía el motivo por el que Zero había estado decepcionado-Ese día se marchó luego de una hora, pero volvió las siguientes noches por lo que fueron cinco meses. Hablaba con nosotros, nos contaba ciertas anécdotas llenas de misterio y gracia, pero con ustedes no parecía querer tener trato, hasta que un día te acercaste a él y comenzaste a hablarle-Oh, así que realmente ya había hablado con el milenario vampiro, ahora ciertas palabras suyas tenían algo de sentido-Hablaste tres meses con él y él te prestaba gran atención, parecía maravillado con tu pequeña e inocente manera de ver el mundo; debiste haberlo visto Rido, ojos curiosos, sonrisa pequeña, cejas fruncidas llenas de concentración, toda una maravilla para los ojos-si… él ya había visto varias expresiones de Zero y estaba seguro que habían sido mucho mejores que las que sus padres habían visto-Una noche muy fría de invierno te esperó para su charla nocturna junto a la chimenea y cuando apareciste tenías una mirada llena de determinación en el rostro “Quiero que te enamores de mi” dijiste apresuradamente mientras los ojos de Zero se abrían de manera enorme, “Déjame enamorarte” dijiste después de un gran silencio. Él te miró impresionado, te dio la espalda sin contestarte nada y luego de saludarnos se marchó. Curiosamente, jamás regresó a vernos nuevamente-.
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-Ahora que sabe la verdad, me dirá si esta enamorado de mi-los extraños ojos de Zero lo miraban con curiosidad y él le devolvió la mirada, pero llena de negatividad-¿No?-preguntó tranquilo y él negó con la cabeza…
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-Dijiste que no vivías muy lejos del prado-dijo Rido con gran fastidio siguiendo al mayor que lo guiaba con tranquilidad.
-Y también dije que no vivía muy cerca-le respondió Zero con un tono de voz burlón.
Llevaban horas yendo hacia la misma dirección, Zero parecía completamente acostumbrado, pero Rido no lo estaba y su humor no era el mejor en esos momentos.
-Debes aprender a tener paciencia pequeño, las mejores cosas sólo llegan cuando el tiempo correcto ha pasado-le había dicho Zero luego de una hora de haber viajado.
Con el paso del tiempo la vegetación y el paisaje fue cambiando, hasta que finalmente se encontraron con un bosque oscuro y profundo.
-Por aquí Rido-era la primera vez que Rido veía a Zero con una pequeña sonrisa llena de suavidad, realmente enseñarle su hogar era algo importante para él.
Caminaron unos minutos en aquel bosque hasta que Rido pudo divisar un castillo que se mostraba imponente frente a ellos.
-Ese lugar es y fue un lugar muy importante para muchos, lastimosamente, a mi sólo me trae tristes recuerdos-comentó el mayor mirando el lugar con cansancio-Quizás y cuando sea el momento indicado se lo daré a alguien para que haga un buen uso de él-
Mientras las últimas palabras de Zero sonaron por el bosque, un olor increíblemente suave a rosas invadió la nariz del vampiro más joven ¿hacia dónde lo guiaba el de cabellos platinados? Su pregunta se vio respondida cuando por fin llegaron a un prado de apariencia irreal.
Había un lago en uno de sus costados y lo que parecía ser el pequeño retoño de un futuro árbol creciendo a unos metros de este. Estaba completamente bordeado por el bosque y se tenía una gran vista de la resplandeciente luna. Sí, todos estos detalles eran hermosos, pero lo que hacía irreal aquel prado eran las rosas, había miles de ellas y estaban por todos lados. Dichas rosas eran de un increíble violeta y lo más extraño de ellas era sus tallos, ya que este junto con sus hojas y espinas, eran de un gran plateado.
-Esas rosas…-comenzó Rido con los ojos abiertos de la impresión.
-Las cultive yo… son gran parte de mi historia y esto es a lo que me dedique durante cinco milenios-le dijo Zero admirando con alegría su obra.
-¿De dónde?-en estos momentos la garganta de Rido parecía estar raramente cerrada.
-De mi-le respondió Zero logrando que el menor lo mirara con los ojos más abiertos que antes-Estas rosas vienen de mi sangre, de mi ser. Son ellas las que representan mi poder como vampiro-si Rido estaba sorprendido con esto se sorprendió aún más, ya que incluso entre los suyos, el controlar ciertos aspectos de la naturaleza era algo imposible-Cuando me quedé solo aquí mis viejas heridas parecieron abrirse con gran ferocidad, por lo que parte de mi sangre fue absorvida por la tierra, curiosamente, luego de aquello estas rosas comenzaron a crecer con increible rapidez-
-Puedes…-y antes de que aquella pregunta comenzara y se desarrollara, Zero levantó las manos con un gesto completamente delicado y tanto las rosas, como sus tallos y espinas, se precipitaron juntas al aire y comenzaron a danzar con una mortífera promesa de muerte.
-Son parte de mí ser Rido, todo lo que les ordene, ellas lo harán-y para demostrar esto, los tallos plagados de espinas plateada salieron de la tierra y la golpearon cuan látigos furiosos y sedientos de batalla.
-Imposible-susurró el Kuran completamente impresionado.
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-Debo advertirte que si intentas dañar a alguna de mis rosas, todas ellas te atacaran y ni yo podré evitarlo-mientras Rido miraba su reflejo en el lago a punto de pisar una de las rosas de Zero, este apareció para evitar que esto sucediera, porque, puede que él fuera el dueño de aquellas mortíferas plantas, pero nunca pudo controlar que atacaran en cuanto se sabían en peligro-¿A qué debo el honor de tu presencia en mi hogar?-
-Mis padres han decidió, Yuri y Haruka están comprometidos, ellos serán los próximos reyes-le contestó el menor con aire ausente.
-Ya veo, debo saludarlos cuando esto suceda…-
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-Es un gran honor conocerlos, mi nombre es Zero puede que no me recuerden, pero conocí a sus padres cuando estaban vivos y a ustedes eran aún pequeños-
-Es un placer conocerlo Zero-san, gracias por venir a vernos-
-Oh mí querida reina Yuri, no se preocupe, es normal que lo haga. La muerte de sus padres fue muy abrupta y extraña, sólo quería decirles que pueden contar conmigo para lo que sea-mientras el de cabello platinado hablaba, su mirada se posó sobre una vampiresa de cabellos platinados y ojos rosados que lo miraba con tristeza.
-Aún así se lo agradezco, nadie sabe cómo fue que mis padres murieron y ahora sólo quedamos nosotros tres, mi amado Haruka y yo intentaremos ser tan buenos como lo fueron mis padres mientras estaban vivos-
-Es un alivio escucharlo mi señora, quizás algún día venga a hablar con ustedes, las charlas con los Kuran nunca dejan de sorprenderme-dijo el mayor de los dos con ojos un tanto divertidos-Si me disculpa debo irme, hay alguien esperándome en mi hogar, mis rosas están inquietas-Yuri lo miró interrogante más Zero no le dio ningún explicación a esta-Quisiera preguntarle algo antes de irme, claro, si no es mucha molestia-
-Puede usted preguntarme lo que desee-
-¿Cuál será el nombre de su hijo, nuestro futuro rey?-preguntó con tranquilidad. Yuri por otro lado, rió nerviosa y sus mejillas se colorearon de un pintoresco rosa pálido.
-Haruka y yo hemos decido ponerle un nombre que creemos honrará a un gran ancestro de nuestra familia, por lo que el nombre de nuestro hijo será…-
-Kaname…-
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-La luna me ha contado que has estado haciendo cosas que no deberías. Pequeño, no cometas pecados, porque ella es muy rencorosa-dijo Zero mientras Rido lo desnudaba con violencia y rapidez, parecía un animal fuera de sus sentidos.
-Y dime Zero ¿qué fue lo que la luna te dijo?-gruñó mientras se quitaba los pantalones y sin delicadeza alguna penetraba al mayor comenzando un vaivén con fuerza sin esperar a que este se acostumbrara.
-Me ha… dicho que… ah…ngh… has…ngh…ah… asesinado a tu padres…-Rido se detuvo de inmediato y miró con ojos amenazadores al de ojos amatista que agitado y algo sonrojado lo miraba desde abajo.
-No lo vales…-susurró el menor sacando su miembro erecto del interior del otro-No vales mi tiempo-y luego de acomodarse la ropa se fue dejando a Zero desnudo y excitado mirando el cielo.
-También me ha dicho que ha visto tu futuro-continuó hablando sin importarle su estado o el que estuviera solo-Y me dijo que si no logro salvarte ahora, será Kaname o seré yo el que ponga fin a tu vida…-
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-¿Qué haces aquí?-
-Oh Rido ¿conoces a Zero? él vino hace unos años a visitarnos y darnos sus condolencias en el funeral de nuestros padres-
-Mi señora, ya conocía a su hermano mayor, aunque lamento decir que no lo veo hace diez años-Zero se veía exactamente igual que como lo había visto hace diez años. Parecía que sólo había sido la noche anterior cuando lo dejó solo y desnudo en aquel prado en el que se conocieron-Me enteré de su compromiso joven Rido, he venido a felicitarlo…-
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-Debes dejar de venir aquí-
-Espero a que los demonios de aquella leyenda vengan a tener sexo, quizás y sólo quizás me dejen hacerlo junto a ellos-
-Vete-
-No fui yo el que se comprometió mi pequeño, por lo que no seré yo el que pague las culpas-el mayor ni siquiera volteó a verlo-Además este prado le pertenece a la naturaleza, sólo ella tiene el derecho de pedirme u obligarme a abandonarlo-
El silencio reinó por varios minutos en los que ninguno habló, Zero miraba pacifico las estrellas y Rido gruñía con desesperación.
-¡Me perteneces!-rugió abalanzándose sobre el mayor que anticipando esta situación volteó para dar rápidamente con los labios de Rido para que ambos se devoraran con desesperación.
-Nunca he dicho lo contrario…
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-Rido, ha pasado mucho tiempo desde que anunciaste nuestro compromiso-estaba recostado en una cama lujosa, su compañera no era él; sus cabellos no eran de color platino, eran de un rojo castaño muy hermoso; sus ojos no eran amatistas, eran de un azul vacio y sin vida; ella no era Zero, era la mujer con la que había dicho que iba a casarse-¿Cuándo nos casaremos?-
-Aún falta mucho tiempo-algo le decía que no lo hiciera, que terminara con todo lo que planeaba hacer, que siguiera su vida con lo que el mundo le estaba dando. Zero podría ser su salvación, su nuevo y único interés, su mundo…-Aunque quizás, no nos casaremos nunca…-
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-¿Qué hacías con ella?-una extraña rabia quemaba todo su cuerpo, se sentía iracundo, completamente molesto-Será mejor que no te atrevas a mentirme-
-Shizuka Hiou es una triste vampiresa solitaria Rido-Zero como siempre, hablaba tranquilo y sin miedo-Yo sólo vine a hacerle algo de compañía, no es bueno estar solo o que te ignoren, no estando rodeado de gente que a su vista te vuelve invisible-estaban fuera de la fiesta, ya nadie podía verlos y mucho menos oírlos. Quizás eso era lo mejor, después de todo, las cosas que Rido y Zero hacían no debían ser vistas u oídas por nadie.
-Esa mujer tiene lo que se merece y estoy seguro que ella no necesita de tu lástima-
-No es lástima, en lo absoluto. Tú no lo entenderías, nadie lo haría, pero yo sé cómo es ella y déjame decirte que sin dudas es perfecta y pura, incluso más de lo que yo alguna vez pude haberlo sido-
-¿Por qué te interesa?-gruñó el de cabellos castaños con desagrado.
-Porque cuando regrese, ella será muy importante en mi camino-
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-Últimamente has estado actuando extraño, pequeño-Zero lo miraba con real curiosidad en sus ojos-Veo en tus ojos la bruma de la ira y la molestia cuando me acerco a desconocidos, pero no sólo es eso, también he sentido tus sentimientos posesivos con más frecuencia que antes-el mayor lo miraba directo a los ojos, parecía estar queriendo leer su alma por completo-Cuando tenemos sexo te comportas de manera animal, te vuelves feroz, gruñes en mi oído y si no fuera porque te he detenido en muchas ocasiones, te habrías atrevido a beber de mi sangre-Rido lo miraba con tranquilidad, reconocía todo las "acusaciones" con su silencio-Dime... ¿estás enamorado de mi?-
-No-respondió calmadamente el menor-No lo estoy-
-¿Entonces qué es?-preguntó curiosamente el de ojos amatistas-Porque, con sinceridad pequeño, no logro comprender tus acciones-
-No estoy enamorado de ti-volvió a afirmar Rido-Pero eso no quiere decir que alguien tiene derecho a tocar o a intentar sacarme algo que me pertenece-
-Sabes...-dijo Zero luego de un pequeño silencio y varios pestañeos-He querido hacerte esta pregunta desde hace mucho tiempo-el menor asintió dándole permiso-Si te pidiera que dejaras todo esto, que huyeras conmigo, que olvides lo que has hecho y lo que tienes planeado hacer ¿lo harías?-Rido guardó silencio-Seriamos muy felices, nos amaríamos el uno al otro, porque a pesar de tus negativas tus ojos y la luna no mienten. Quizás algún día puedas volver a ver a tus hermanos sin celos o sentimientos podridos...-
-No, no lo haría-
-¿Ni aunque te ruegue que lo hagas?-
-Nada cambiara mis planes, ni tú, ni mi prometida... nadie, absolutamente nadie-
-¿Me asesinaras si intento detenerte?-esta vez Rido tuvo el atrevimiento de abrir ligeramente los ojos-No quiero perderte, sería demasiado doloroso. Tu ya eres parte de mi, de mi vida, si te pierdo, ya nada tendría sentido mi pequeño Rido, es por eso que te pregunto, si intento detenerte para salvarte de ti mismo ¿Me asesinarías?-
-Sin dudarlo...-
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-¿Quién es usted?-Rido miraba a Zero con neutralidad, sabía con anticipación que el mayor nunca diría nada que los comprometiera.
-Oh hermosa dama, perdone mi descortesía, mi nombre es Zero, vampiro sangre pura de más de siete milenios, es un placer conocerla-ella sólo atinó a sonrojarse furiosamente.
-Yo... lamento, no quise-
-Oh pequeña niña, es usted tan extraña, temiendo que por mi edad me atribuya derechos que no me corresponden, pero no se preocupe joven dama, yo sólo quería pasar a saludar a Rido, es alguien a quien conozco hace mucho-
-¿Es amigo de mi prometido?-
-Así es, lo conocí cuando era pequeño, fue el día que presente mis respetos a los nuevos reyes...-
-Oh... entonces... es un placer Zero-sama-
-Sólo Zero está bien para mí-el mayor de los tres guardó silencio y repentinamente alzó la mirada al cielo y asintió mientras cerraba los ojos-¿Quisiera oír algo interesante mi lady?-Su prometida lo miró curiosa y asintió con extrañeza.
-Será un placer Zero...-
-Acabo de oír las nuevas predicciones que la luna le ha hecho a su vida-la vampiresa lo miró a él con una ceja alzada, pero Rido sólo miraba a Zero con seriedad absoluta-No se preocupe, no estoy loco, es sólo que los nuestros no oyen sus susurros como yo lo hago, tengo oídos muy agudos, incluso más que toda nuestra raza-le comentó con una pequeña sonrisa-La luna me ha contado que tendrán un pequeño hijo, un varón de ojos azules iguales a los suyos joven dama, será un niño muy hermoso y tendrá una compañera muy leal que nunca lo abandonará, también habrá un joven que cuidará de él, uno que incluso desafiara al mismísimo rey de los vampiros por él...-
-Eso... eso ¿es verdad?-la mujer parecía encantada con todo lo que había oído.
-Nunca debe cuestionar a las predicciones o a los secretos que la luna pueda llegar a contarle, ella es muy sabía y nunca mentiría-
-¿Le ha dicho algo más?-
-Ustedes no serán felices. Este compromiso se rompera y el joven Rido luego de un tiempo se comprometerá con la joven Hiou, mas este compromiso tambien será destruído y Rido volverá a usted, pero ni así la felicidad llegará a sus vida. Su prometido nunca cumplirá su deber de padre, él buscara a alguien cuya muerte marcó su vida y será ese alguien el que definirá su futuro-Zero los miró curioso durante varios segundos, luego sonrió de manera inocente y los reverenció ligeramente-Ha sido un placer conocerla, quizás en algún día nuestros caminos vuelvan a cruzarse-y sin más, el mayor desapareció entre la suave brisa y el chirrido de varios murciélagos que a su paso iban dejando un hermoso aroma a rosas.
Su prometida lloró por varios días sin consuelo y él la miró como si aquella predicción no importara...
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-El tiempo se acaba-dijo Zero una noche mirando al cielo de manera perdida.
-¿Cómo lo sabes?-preguntó Rido mirando las rosas que danzaban con tranquilidad a su alrededor.
-He escuchado a la señora de la noche hace unos días-
-¿De que estas...?-pero el mayor no le permitió terminar.
-Me rogó que huyera afirmando que ella no podría ser tan despiadada como para llevarme a su lado. Dijo que aunque sería de gran compañía para ella, nunca cometería una cosa tan vil como quitarme la vida-el tiempo pasó en silencio, ninguno de los dos hablaba, no había nada que decir-Cuando muera, no dejes que mis rosas lo hagan conmigo...
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Esa noche no había sido como todas las demás, desde hacía cincuenta años que ellos dos hacían esto, pero esa noche tuvo algo especial que marcó su mente.
Zero llevaba días evitándolo y según se había enterado, había estado visitando con demasiada frecuencia a sus hermanos y a la princesa sangrienta. Parecía estar planeando algo que no quería que supiera.
-¿Dónde has estado?-esa noche había ido a sus tierras a verlo, pero el de ojos amatista había llegado tres horas más tarde.
-Creí que era el momento-había dicho el mayor mirándose cansado.
-¿De qué?-
-Hace cincuenta años te conté que mi hermana se sacrificó por los humanos y que yo seguí con sus deseos, por lo que guarde algo que alguien me dio hace siete milenios... la luna me dijo que era el momento de darselo a los cazadores, ellos lo utilizarán con sabiduría. Además, mientras estaba oculto en ese castillo, aquello clamaba y rugía por cumplir con su cometido-
-¿Has ido a ver a los cazadores?-preguntó con seriedad el Kuran mayor.
-No han intentado matarme si es lo que te preocupa, sólo fui a hablar con ellos y a entregarle aquello que este castillo guardaba. Les dije que era algo que mi hermana hubiera deseado que ellos tuvieran, pero por sobre todo, les dije que se los entregaba porque su familia tendrá un futuro muy especial-Rido sabía que no había caso cuando se intentaba discutir con aquel viejo vampiro, opto por quedarse en silencio y no cuestionar sus acciones.
-El árbol ha crecido-efectivamente, aquel árbol que alguna vez había sido un pequeño retoño era ahora un hermoso árbol lleno de flores de cerezo.
-Cuidó de sí mismo todo este tiempo, ya que no he sido yo el que lo ha cultivado-Zero miró en dirección al árbol y sonrió-Fue un gran trabajo el que realizó por si mismo ¿no lo crees?-
El silencio los atrapó desprevenidos e impuso su presencia durante demasiados minutos. Ninguno se atrevió a cuestionarlo por lo que no dijeron ni una sola palabra en los que parecieron demasiados minutos.
-Rido-el menor que hasta el momento había estado mirando a las rosas que tanto le fascinaban, levantó la mirada y clavó sus ojos bicolor en los amatistas del mayor-Hazme el amor-fue la simple petición de Zero.
El castaño permaneció en su lugar unos minutos y luego con una inusual tranquilidad y suavidad comenzó a dirigirse hacia el antiguo vampiro. Cuando hubo llegado al lugar en donde se encontraba Zero, levantó una mano y con suavidad acarició las mejillas del mayor que cerró los ojos ante el contacto. Sin perder mucho tiempo en esto, Rido dirigió sus manos al traje negro que Zero siempre portaba y comenzó a quitárselo con inusual lentitud.
-Tu comportamiento es extraño-le dijo Zero mientras se dejaba hacer por el menor.
-Puedo decirte lo mismo a ti-el torso del de ojos amatista estaba completamente desnudo-Pareces más sensible de lo normal-el castaño acarició desde su cuello hasta el borde de los pantalones prestando especial atención los pezones del otro.
-Es un día especial-jadeó el mayor mientras sentía la brisa cálida de verano en sus piernas y miembro desnudo.
-Parece serlo-Rido besó a Zero con pasión mientras lo recostaba entre las rosas que dóciles permitieron que ellos se amaran entre sus delicados pétalos.
No hubo preparación, Zero no la necesitaba, no después de tanto tiempo juntos. Aunque esta vez, Rido no había sido brusco, había entrado en él con una rara delicadeza que pareció excitar aún más al milenario vampiro.
El de ojos bicolor había visto a Zero en incontables sesiones de sexo, pero nunca creyó verlo más etéreo y hermoso que en ese momento; recostado entre aquellas rosas violetas que hacían juego con sus ojos. Envuelto en tallos y hojas plateadas que parecían resaltar lo pálido de su piel; la luna brindándole su luz para darle a sus ojos un extraño brillo. Sus labios normalmente rosas ahora eran rojos por sus besos, su exquisita y suave piel llena de pequeñas gotas de sudor que despedía un aroma que nadie más podría tener... Pasaría mucho tiempo y aún así Rido jamás podría olvidar como lo había visto aquella noche.
Cuando el vaivén comenzó, había sido dulce y lento, Rido quería marcar profundamente a Zero para que este jamás olvidara que le pertenecía.
Zero lo había llamado entre gemidos, había jadeado y hablado incoherencias como nunca lo había hecho. Se había aferrado a su espalda como hace tiempo no lo hacía, lo había arañado, lo había mordido aunque sin llegar a sacarle sangre.
Rido había gruñido, había jadeado con fuerza, había tomado a Zero de las caderas para aumentar la fuerza y rapidez de las penetraciones cuando lo creía necesario. Hubo momentos en los que cerró los ojos debido al extraño placer que lo embargaba, hubo momentos en que nombró Zero como si fuera un dios, un mantra. Hubo momentos en los que quiso llorar de dolor y de tristeza, porque ese increíble placer que le perforaba el alma era una advertencia; él había crecido, él ya no era aquel joven inocente que alguna vez profesó amarlo, él sabía que esta era la forma en que Zero le pidió que se despidiera.
El miembro del castaño tocó algo en el interior de Zero que provocó que este abriera los ojos, al igual que la boca dejando ver sus largos y peligrosos colmillos. El mayor se arqueó de inmediato y antes de que su esencia se esparciera por su estómago, abrazó con sus piernas las caderas de Rido logrando que este golpeara más profundo en su interior y luego gritó.
-¡Te amo!-Zero calló entre sus rosas con las respiración agitada mientras el de ojos bicolor se corría en su interior. Ambos respiraban de manera dificultosa y tomaban grandes bocanadas de aire intentando recuperar el aliento.
Rido miró al mayor unos segundos antes de besarlo con fiereza. Sus lenguas salieron de inmediato al encuentro y lucharon por un dominio que nunca estaría establecido.
Se besaron por largos minutos. Minutos en los que Zero acarició por primera vez sus cabellos y su espalda con dulzura.
-No te vayas-le rogó al oído sollozando-Por favor no me dejes-
-Debo irme-le había dicho Rido con un extraño dolor apretujándole el pecho-Esta noche debo ir a verla-el llanto de Zero fue más intenso y se aferró a él con fuerza.
-Por favor Rido, por favor mi pequeño, no me dejes, te lo ruego, no me dejes-el dolor en las palabras de Zero calaron hondo en el mayor de los Kuran, pero este sólo suspiró y cerró los ojos por un minuto-Sálvame por favor, no me abandones, tu eres mi única esperanza-
-Ya no puedo permanecer más tiempo aquí Zero-con gran fuerza pudo zafarse del agarre que el mayor ejercía en él.
-Yo puedo salvarte Rido, yo puedo ser tu luz, así que por favor no te vayas, huye conmigo. Debemos irnos lejos y olvidarnos de todos, sé que podemos, la luna me lo ha dicho, si te arrepientes ahora, si no me abandonas, los dos seremos salvados-las rosas comenzaron a rodear a Zero consolándolo por su gran dolor-Te amo Rido, ¿qué eso no es suficiente?-
-Hasta luego, Zero-mientras Rido se iba de allí, pudo escuchar el llanto del mayor, pudo escuchar el danzar de las rosas que no sabían cómo calmar el dolor de su amo, pudo escuchar a su alma rogándole que dejara todo aquellos, pero el fingió no escuchar, fingió que nada de esto estaba sucediendo, fingió que aquel no sería su último encuentro-Hasta luego-susurró sin saber que este error, sería el fin de su vida.
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-Este es el adiós Kuran Rido-era de noche, ambos estaban en el prado en el que hace mucho se conocieron. Al igual que ese día era verano, al igual que ese día Zero en un principio le había dado su espalda y le había hablado de la leyenda de los demonios.
-No intentes interponerte en mis planes, porque no seré condescendiente-le advirtió el menor con seriedad.
-La última vez que nos vimos te hice una propuesta-comenzó el mayor ignorando lo dicho por el otro-Y la repetiré una vez más Rido. Huye conmigo y olvídate de todo esto, tú no estás destinado a ser rey, tu hermana no te ama como tú quieres que lo haga, no hay nada aquí que sea para ti. Por favor Rido, sólo tienes que venir conmigo y olvidar todo esto-
-Creí haberte dicho que no dejaría esto ni por ti ni por nadie-Zero lo miró un largo rato, susurró unas palabras al viento que sus oídos no pudieron captar, cerró los ojos y luego de soltar un último suspiro, abrió nuevamente los ojos para mirar directamente a los suyos.
-Que así sea...
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Si él creía que las rosas de Zero sólo podrían vivir o existir únicamente en su territorio, ahora era el momento de admitir que se había equivocado. Zero las manejaba con maestría ganada con los años o milenios; Y aunque él sabía que aquellas rosas eran mortales, nunca creyó que fueran así de destructoras. Su piel estaba cortada en múltiples lugares y sus heridas no cerraban.
-Al igual que las armas de un cazador, mis rosas fueron hechas para perforar la piel de un vampiro e impedir que este sane,-había dicho el mayor cuando vio que miraba con insistencia sus heridas-Después de todo, sólo un vampiro puede matar a otro-
Llevaba esquivando los ataques del mayor desde hace varios minutos, pero cuando se descuidaba por segundos sentía las espinas de algún tallo de aquellas mortíferas plantas en su piel perforándola con insistencia.
-Por el bien del mundo, te asesinare-y como si aquella fuera una señal, los ataques se volvieron más rápidos y certeros, sus heridas aumentaron de manera considerables y su vista comenzaba a volverse borrosas por momentos debido a la pérdida de sangre.
Sabía que Zero no estaba atacándolo con seriedad, podía sentirlo en aquellas rosas, él sabía que podían matar a un vampiro en segundos si así su dueño lo quisiera, pero ya habían sido varios minutos de su pelea y él aún seguía con vida. Debía aprovechar aquella debilidad que el mayor mostraba en su contra, debía acabarlo de un golpe rápido y certero, ya que sólo sería cuestión de minutos para que este lograra asesinarlo a él.
-No acabarás conmigo Zero, eres demasiado débil como para hacerlo-esquivó rápidamente un grupo de rosas que con gran furia quiso perforar su cuerpo y aprovechó que el mayor dudara unos segundos que fueron cruciales para lo que siguió.-¡Este es el fin Zero!-aquella espada que en un futuro acabaría con la vida de su hermano menor, salió con una increíble velocidad de su brazo y sin que Zero pudiera predecirlo o evitarlo, se incrustó firmemente en su pecho...
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-Cuida de mi rosas, no dejes que estas mueran igual que lo haré yo-la luna brillaba más que nunca, la brisa intentaba susurrar sin éxito, las estrellas parecían querer bajar a salvarlo. Todo era hermoso, al igual que las pequeñas luces que salían lentamente de su cuerpo, luces que le indicaban su pronto desaparecer.
-No regresaré allí-
-Sé que lo harás, por eso te pido que las cuides, son únicas en su especie, si ellas se extinguen ya no habrá más-
El silencio reinó entre ellos, ya todo estaba dicho, la decisión ya había sido tomada.
-Hasta que volvamos a vernos Kuran Rido, mi pequeño señor sangre pura-y la noche se volvió extrañamente fría para Rido que miraba lo último que quedaba de Zero; aquellas pequeñas y hermosas luces amatistas.
-Hasta nunca, Zero...-las palabras salieron huecas y vacías de sus labios. Estos se volvieron a abrir para decir algo más pero ningún sonido salió de ellos. Setía que debia decirlo, pero prefirió callar y olvidar aquello, mas creyó escucharlo dentro suyo, muy en el fondo, en aquel lugar en donde lo último de su alma agonizaba...Te amo.

 

Notas finales:

Bueno ¿qué les parecio? raro no...si a mi también, mientras lo escribía me di cuenta de lo raro y Ooc que me había quedado Zero, pero hubo algo místico de él que realmente me gustó y sinceramente imagino que Zero sería algo parecido a como actua Kaname siendo un ancestro.

La pareja en si fue pedido de alguien, venía con ideas de hacer un RidoxZero, pero esto nació por el pedido.

Quiero decir que quizás pueda tener una continuación, pero si la hay, va a ser como mucho dos o tres capitulos más y va a ser contada desdela vida de Zero y otra de Kaname hasta desembocar en lo que sería el final de la segunda temporada del anime en donde muere Rido. No esta hecha, pero si quieren saber más de esto y quieren que siga, sólo deben decirme y lo hare cuando pueda.

Lamento si hubo alguna falta de ortografía, no tengo beta y siempre leo y releo todo muchas veces pero puede que haya algo que pase por alto siempre.

Con respecto a mis fics largos si alguien me pregunta, lasmento decirles que por ahora no se cuandolos voy a terminar, empece la universidad este año y bueno, se me esta haciendo muy dificil, y si me preguntan cómo hice esto, bueno, surgió en las vacaciones y como quede libre de tareas por hoy me decidí a correjirlo y dejarlo libre acá para que crezca y lo lean(?

Sin nada más que decir, gracias de nuevo, si gustan pueden dejarme un rr, no me vendría mal saber si les gusto o no y si es para criticar, por favor que sea constructivo, así puedo crecer y crear mejores cosas si esta no les parece buena o demás. 

Muchas suerte y sean felices, las quiere mucho, Nell.


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