Iba caminando de la mano con mi novio rumbo a su casa. Me gustaba mirarlo a cada instante; él es simplemente hermoso, su pelo rubio, sus ojos felinos perfectamente delineados, su exqusita boca ¡todo su cuerpo!
Jong podrías dejar de mirarme, me siento incómodo- dijo Key haciendo un puchero-
Sabes qe no me puedo resistir cuando haces eso- miro para todos lados viendo si alguien viene por la calle y le dejo un rápido beso en sus labios-
Jong contrólate estamos en la calle, espera hasta llegar a la casa. -murmuró arrugando su entreceja-
¿Te enojaste? -susurré algo asustado-
Obvio, ya camina rápido porque tengo hambre.-soltó mi mano y comenzó a caminar rápidamente y yo como bien novio lo seguí-
Yo también quiero comer, pero un rico plato de Kibum-dije en voz alta y él al escucharme me pego en la cabeza-¡Oye!
Solo camina que ya me estás irritando.
Amaba cuando Key se enojaba, pero siempre me pasaba la mano en molestarlo, pero aún así se ve muy lindo así. Una ves me dejo una semana sin sexo,todo porque le dije que su nuevo Jeans era feo, debo admitir que fue la semana más horrible de mí vida.
Al llegar a la casa lo arrinconé en la pared y lo empecé a besar, él me correspondio poniendo sus manos alrededor de mi cuello.
Puppy, ahora no-se separó jadeando y me miró completamente sonrojado- tenemos que comer.
Yo quiero un Key exitado para comer- me miró sorprendido - sólo un poco y despues comemos ¿Ya?
No lo dejé responder y lo besé nuevamente, ahora mas salvaje. Lo queria todo de él, lo amo,cada cosa, cada parte de su hermoso y perfecto cuerpo, cada detalle. Bajé por su fino cuello dando mordiscos y chupunes, dejando bellas marcas rojas de mi propiedad sobre su cuerpo. Mi mano bajó hasta sus pezones, ahora ya rígidos, jugaba con ellos apretando lentamente uno para luego ir al contrario, quería saborear esos botones rosas por lo que le quite la molesta polera y he ahí mí más hermoso paisaje. Key excitado, intentando regular su respiración, sonrojado, sin polera, sus ojos brillaban de lujuria y ese cuello gritaba que yo pasé por el ¿Qué más podía pedir?
Empecé a degustar sus sabrosas tetillas, mientras mi mano traviesa entró en su pantalón buscando su miembro, al encontrar su miembro erecto, le di suaves caricias para luego masturbarlo. Podía escuchar sus dulces gemidos en mi oído, me volvía loco escucharlo así, no podīa aguantar mas.
Él me sacó la polera y con cuidado repartía caricias en hombros para después recorrer mi torso con sus delicadas manos. Su mirada la mantenía fija en mis ojos y sólo podía ver lujuria. Paró mi mano que acariciaba su miembro, se separó y me sonrió de lado, se agachó y desbrochó mi pantalón, sacó mi miembro que estaba más que despierto y sin esperar un segundo se lo metió a la boca. Cerré mis ojos mordiendo mi labio, la boca de mi novio era cálida y mojada, aquellas sensaciones eran exquisitas, cosa que aumentó al empezar con ése maldito vaivén de su cabeza. No podía aguantar mis gemidos que se escapaban de mi boca, Kibum ya se había vuelto un experto en el sexo oral y siempre lograba dejarme a su merced.
Luego de unos minutos muy placenteros me vine en su boca y él ruborizado se lo tragó todo, me acerque a su boca y lo besé, compartimos mi ensencia,el beso era salvaje pero a la vez dulce, nuestras hormonas estaban vueltas locas pero aún así nuestro amor siempre salía a flote. Mientras yo aprovechaba de quitar lo último de ropa que nos quedaba y así por fin que damos completamente desnudos.
No podía esperar, puse mi miembro en su entrada, lentamente lo metí hasta el fondo, sabía que no había preparado a Key y él me enterraba sus uñas en mis brazos. Besé sus mejillas y labios, no quería que le doliera, quería que ambos disfrutaramos el estar juntos, porque nosotros hacíamos el amor. Con cuidado lo embestía con poca velocidad y fuerza, hasta que sus gemidos se transformaron en súplicas, aumente el ritmo cada vez más, al hacer esto nuestros gemidos inundaban la sala de la casa de mi novio. Me apoyé en la puerta y seguí embistiendo hasta que ambos llegamos al orgasmo, él entre nuestros vientres y yo en su interior.
Te amo- le dije para despues besarlo- te amo mas que nada ni nadie. -salí de su interior y lo tomé en mis brazos como princesa para subir las escaleras y así acostarlo en su cama-te amo-le volví a decir cuando me acosté a su lado-
Y yo a ti Puppy-me abrazó y se acurruco en mi pecho- más de lo que crees.