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Vamos a ser algo difícil de superar por Niji_Takagawa

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Notas del capitulo:

Buen día a mis queridos lectores~ creo que me he retrasado bastante con la actualización, la cual debió haber llegado la otra semana. Sin embargo he estado sumamente ocupada, y me quedan diez semanas de este modo. Pero bueno, sigo aquí, y por ello hoy les mando por fin, señales de vida. Les traigo el último capítulo ambientado en el mismo día, por lo tanto es el turno de Hyde. No diré más, únicamente les recuerdo que van a aparecer personajes nuevos. Espero que les guste, así que sin más por el momento, les dejo leer, disfruten:

Accidentalmente se había enterado, a grandes rasgos por lo menos, de los planes que tenían sus compañeros para ese día… sí, eran solamente sus compañeros porque ya no podía referirse a ellos como sus amigos y eso quedaba claro; también era evidente que no se enteró porque ellos se lo hubiesen contado, sino porque los oyó hablando al respecto antes de adentrarse en su sala de juntas, pero se vio obligado a fingir que no había escuchado nada. En ese momento, en que conducía su lujoso auto deportivo es que se preguntaba cómo era posible que los tres tuvieran planeada una cita para el mismo día mientras que él se hubiera tenido que quedar solo en casa, aburrido, de no ser porque le tenían una propuesta relacionada con trabajo, o al menos eso era lo que su mánager le había explicado por teléfono dos días antes. No quiso darle detalles de lo que se trataba ni acerca de con quién se llevaría a cabo, pero claro, el hombre ya lo había comprometido sin darle la oportunidad de aceptar o negarse, y por ello era que debió dirigirse a la dirección que le había dado: un bar. Un lugar tan neutral que no le podía dar pista alguna del proyecto y eso le molestaba, no comprendía por qué tanto misterio. Por lo menos de algo estaba seguro, si se trataba de una nueva película en la cual deseaban que actuara la respuesta sería no, ya había tenido suficiente de ese ámbito y no deseaba experimentar más.

Con esas ideas aún en mente arribó al bar en el que le esperaban, por lo que aparcó el coche en el primer lugar que encontró disponible, y descendió de éste tras tomar sus anteojos de la guantera. Cerró el coche perfectamente y se detuvo unos segundos para usar la ventanilla como espejo, pues acomodó su sombrero y el cabello que éste no alcanzaba a cubrir, antes de dirigirse por fin a la puerta del bar. Inmediatamente se adentró en el local con toda la seguridad que lo caracterizaba, atrayendo de inmediato algunas miradas, aunque éstas no perturbaron su andar ni por un segundo. Resultaba un lugar exclusivo al parecer, por lo que era necesaria una reservación para obtener una mesa; se dio cuenta cuando el encargado le saludó cortésmente preguntando si tenía una reservación. No pudo evitar contemplar con diversión, aunque sin perder la seriedad, la expresión del sujeto cuando su respuesta fue un simple “no”, pues había mostrado casi molestia, como si pensara que su objetivo hubiera sido hacerle perder el tiempo únicamente.

–No tengo reservación pero me están esperando –explicó el vocalista, provocando que esta vez la expresión que le mostraban, se relajara al instante─ a menos que yo haya llegado antes.

–Haberlo dicho antes… dígame cuál es su nombre.

–Hyde Takarai, aunque honestamente no sé quién me está esperando –respondió con simpleza provocando esta vez una sorpresa infinita, después de todo había revelado un nombre demasiado conocido como para que el empleado no supiera de quién se trataba– ¿pasa algo?

–¡Hyde-sama! ¡Disculpe por no haberle reconocido! Pero qué torpe he sido… Sí, ya le están esperando, al menos la mayor parte según me dijeron… Pero por favor pase y sígame hasta su mesa.

No era la primera vez que su nombre provocaba una reacción como ésa y aquello le divertía de sobremanera, después de todo cómo no disfrutar de las reacciones que recibía cada vez que mencionaba su nombre, además de todos los privilegios que éste le otorgaba; así era él, una persona que disfrutaba tanto de la atención que no podía evitar molestarse cuando no le reconocían aun cuando pronunciara su nombre, o el lugar que ocupaba dentro de la industria musical. Aunque en casos como ése, en que el chico lo supo de inmediato, por lo menos había disminuido el mal humor con el que llegó en primer lugar. El muchacho lo guió hasta la mesa privada donde le estaban esperando dos hombres… sin embargo, esta vez era su turno de ser sorprendido, a tal grado que se quedó con la boca abierta durante algunos segundos en el momento que los reconoció: un hombre de cabello rubio bastante largo, y otro castaño cuyas gafas oscuras se detenían en su cabeza, entre sus cortos cabellos. El empleado anunció la llegada del vocalista, y tras realizar una reverencia se retiró nuevamente a su lugar de trabajo dejando solos a los tres músicos, de los cuales dos no pudieron contener más una risa divertida debido a la expresión pasmada del recién llegado.

–Buenas noches Hyde-san, tome asiento por favor –pronunció finalmente el rubio al mismo tiempo que extendía una mano hacia la silla que tenía a su izquierda, como una forma cortés de ofrecérsela, por lo que el aludido sólo asintió un par de veces antes de tomar asiento en el lugar que le señalaban.

–Esperamos no haber importunado algún plan que tuviera para esta noche, pero su mánager nos aseguró que no tenía inconveniente en venir.

–Y le agradecemos infinitamente que esté aquí… pero bueno, aunque nosotros ya le conocemos quizás sea oportuno presentarnos, yo soy…

–Sé quiénes son…–Interrumpió el más bajo en el momento que por fin superó el coma mental en que se había sumido, mientras miraba azorado a los hombres que tenía a ambos lados, esta vez atreviéndose a mostrar una gran sonrisa–. Lamento mucho la interrupción pero es imposible no saber quiénes son; ustedes son parte de una de las bandas legendarias de Japón. You, guitarrista, y Joe, bajista de Dead End… Créanme que es un verdadero placer conocerlos –tras aquellas palabras, no pudo evitar realizar una reverencia frente a ambos, buscando así mostrar un profundo respeto ante sus superiores.

–Bueno no sé si podamos adjudicarnos tal título –mencionó divertido el castaño.

–Oh claro que sí You-san, cualquiera que se considere un verdadero músico, debe conocer a Dead End, ustedes han sido un ejemplo para tantas bandas y yo les admiro mucho.

–Así que es nuestro admirador… Debo admitir que eso no me lo esperaba.

–Qué puedo decir, en mi época de rebelde sin causa me enamoré del rock y el punk, o sea estilos como el suyo, y ahora no puedo negar que nunca dejé de admirarles…

–Es un halago recibir palabras como ésas de parte de un ícono musical como usted, y de hecho es esto último la razón por la que le hemos citado aquí.

–Es cierto, ¿se puede saber por qué me han citado? No me malinterpreten por favor, es sólo que no aguanto la curiosidad.

–Aún no podemos, necesitamos que otra persona llegue a… ¡ah! ¡Pero si ya llegó!

Exclamó el bajista mientras con la cabeza, señalaba en dirección al pasillo por el que se llegaba al sector de mesas privadas, el cual estaba siendo recorrido una vez más por el encargado de las mesas del bar; el joven empleado iba seguido por un hombre alto, de cabellos negros, del mismo color de todo su atuendo. Dicho caballero habría estado a punto de dar la impresión de ser solamente una sombra andante de no ser por la palidez presente en su rostro y manos, las cuales colgaban a los costados de su cuerpo sin moverse demasiado mientras avanzaba. La expresión de su rostro, al igual que sus manos, parecía permanecer estática, pues lucía neutra, incluso desinteresada y vastamente seria, igual que sus profundos ojos oscuros, duros y fríos como el acero; estos no denotaban nada en lo absoluto, aunque de alguna manera ésa fue la razón por la cual el vocalista que ya se encontraba sentado a la mesa sintió tanta atracción y curiosidad por ellos.

–Vaya por fin llegas Morrie –el guitarrista fue el primero en romper el silencio en que se habían sumido en espera del cuarto y último invitado a aquella reunión, una vez que éste tomó asiento en la única silla que quedaba vacía, justo frente a Hyde–. ¿Qué no habías sido tú mismo quien nos pidió puntualidad?

–¿Por qué me reprochas por todo You? Ni siquiera me dejas explicar nada; yo estaba a punto de decir que lamento el retraso, pero que desafortunadamente mi auto se ha descompuesto y esta mañana presté mi motocicleta, así que me vi en la necesidad de coger un taxi –luego de aquella explicación, en que su rostro no se inmutó ni un ápice, dirigió su mirada directamente al vocalista que tenía enfrente suyo para así estirar la diestra por sobre la mesa para ofrecérsela–. También lamento mucho esta falta de cortesía hacia nuestro invitado, una disculpa por saludarle hasta ahora Hyde-san.

–N-no se preocupe, Morrie-san… Lamento todos sus inconvenientes pero me es un placer encontrarme en presencia de ustedes tres –¿era verdad lo que notó que estaba experimentando en ese momento? ¿Realmente estaba nervioso? No podía negar lo imponente que era la presencia del mayor; tanto, que habría jurado que, de haberse encontrado de pie, sus piernas habrían flaqueado, pero aun estando consciente de ello no podía explicarse por qué. Así como tampoco encontró una razón válida por la cual experimentó una leve descarga eléctrica pasar desde su mano hasta su espina dorsal en el momento que la estiró para estrechar la que le era ofrecida.

–¿Llegaron hace mucho? Según mi reloj me he retrasado diez minutos.

–Yo llegué hace cinco minutos exactamente, en ese momento tanto You-san como Joe-san ya se encontraban aquí.

–Menos mal no llegó primero que ellos, después de todo qué falta de cortesía habría sido que llegara usted primero siendo nuestro invitado.

–Pero por qué tal desconfianza ante nuestra puntualidad –reclamó el rubio dirigiendo una mirada severa a su compañero pelinegro.

–Tengo mis razones… En fin, ¿le han explicado ya algo acerca del por qué estamos aquí reunidos?

–Todavía no, esperábamos a que llegaras para hacerlo juntos.

–Me parece perfecto… Aunque tal vez deberíamos pedir algo de tomar, en mi opinión el acompañar una charla con algo de beber la hace más amena.

–Ya nos encargamos de eso, dimos instrucciones que debían cumplirse cuando todos llegaran, así que en cualquier momento nos traen bebidas.

–En ese caso ¿les parece bien que yo comience? –Cuestionó mirando a ambos lados para buscar la aprobación de los otros dos, por lo que al recibirla, en forma de un leve asentimiento de cabeza, prosiguió–. Bien, verá Hyde-san, no sé si esté enterado de esto pero en diciembre de 2014 Dead End cumplirá treinta años de haber nacido. Por esta razón queremos lanzar un disco que reavive algunas de nuestras canciones, pero debido a que el aniversario traerá consigo numerosos proyectos y eventos importantes para la banda, queremos que eso suceda antes.

–Y según lo planeado, para septiembre de 2013 debe estar listo para salir a la venta.

–Ya comprendo… Aunque no me queda claro de qué manera estoy relacionado con este asunto.

–Bueno lo primero que debe entender es que éste no será un best álbum común, pues no vamos a limitarnos con simplemente re-grabar una serie de canciones previamente elegida, sino que nuevas versiones de las canciones serán creadas y grabadas por otros artistas.

–Este proyecto pretende reunir a más de cuarenta músicos provenientes de diversas bandas, entonces se formarán grupos entre ellos para que creen una nueva versión de las doce canciones que hemos elegido, en este punto es donde usted encaja.

–Aún no hemos seleccionado cuál canción le corresponde a cada quién o los grupos a formar, pero es un hecho que queremos que su voz sea parte de este álbum. Así que, qué dice, ¿acepta?

–Lo único que se me ocurre decir ahora es… Wow…–El vocalista estaba tan pasmado que no fue capaz de formular algo más elocuente debido a la sorpresa, después de todo era la primera vez que escuchaba sobre un proyecto tan ambicioso.

–Me parece que eso puede ser interpretado como un “sí” –intervino el bajista mirando al menor de los cuatro presentes con una expresión divertida.

–Ya está tan pasmado a pesar de que todavía no le hemos dicho el resto…–murmuró el alto pelinegro al mismo tiempo que un mesero se acercaba disculpándose de forma anticipada por la interrupción. Luego se ocupó de colocar sobre la mesa el pedido que anteriormente realizado por los miembros de Dead End que arribaron primero: una ronda de tarros de cerveza alemana oscura, un platón de diversas frituras y maní y otro con queso cortado en cubos y carnes frías. Durante ese tiempo los cuatro se quedaron en silencio, el cual rompieron con agradecimientos dirigidos al muchacho, y fue hasta que éste se retiró que reanudaron su conversación.

–Bueno… Ya que me he recuperado del shock…–comenzó a hablar Hyde mientras miraba a sus acompañantes sintiéndose apenado, aunque no por eso se permitió dejar de lado su perpetua seguridad–. Antes que nada, lamento semejante reacción de mi parte, pero es que me he quedado sumamente sorprendido… Son comunes los duetos y covers ocasionales, pero ¿que los autores originales de las canciones planeen reunir doce covers en un álbum? Eso será toda una bomba musical, estoy seguro de eso.

–¿Eso quiere decir que acepta formar parte del proyecto?

–Es algo que sin lugar a dudas no me puedo perder; sin embargo tengo una duda, ¿puedo saber quién más está planeado para participar en esto?

–Bueno podemos decir que le tenemos noticias interesantes, pues conoce a muchos.

–¿En verdad? ¿Algún amigo mío?

–Sí, pero pensamos que es preferible que no lo sepa todavía, pues no aún no hemos podido confirmar la participación de todos.

–Sabemos que muchos tienen agendas apretadas y otros compromisos futuros, por esa razón hemos comenzado a concretar algunos planes, empezando por dar aviso a los posibles involucrados.

–Ahora todo tiene sentido; por eso me avisan desde ahora aunque aún faltan dos años para el lanzamiento del disco.

–Así es, y usted es el segundo de quien conseguimos confirmar su colaboración con el disco; aunque debido a las circunstancias sí podemos decirle quién fue el primero en aceptar, y suponemos que es uno de los que le interesarán: su compañero y líder en L’Arc, Tetsuya-san.

Segundos antes, el intérprete de “Blurry eyes” había tomado su cerveza para beber un par de tragos, de manera que al escuchar lo último se atragantó un poco con el oscuro licor que tenía en la boca; por ello comenzó a toser tratando de cubrirse la boca con su puño derecho, volteando la cabeza hacia un lado para no importunar a nadie. Ninguno de sus acompañantes comprendió la razón de esa reacción y sólo atinaron a verlo con una expresión intrigada, mientras el guitarrista que se hallaba a su izquierda comenzó a palmear su espalda en un intento por ayudarle. Empero, por más que le ayudaran con la incomodidad de su garganta eso no sería suficiente para devolverle la calma al vocalista, pues una vez más las jugadas del destino lo volvían a acercar más al bajista que había dañado tanto. No sabía si aquello era conveniente, en primera instancia supuso que no, pero ya había dicho que aceptaba la propuesta y no podía retractarse, en especial después de que el afectado mencionara su deseo por mantener aquella tragedia en secreto, lo cual no se lograría si hacía algo sospechoso… Aunque en el fondo sabía que no podía hacer nada en ese momento, por lo cual tuvo que limitarse a disfrutar la velada y la compañía de aquel hombre tan enigmático que tenía enfrente suyo, después de todo, y sin haberse dado cuenta, lo había impresionado más de lo que podía admitir.

Notas finales:

Y Morrie ha llegado a hacer cambios importantes en esta historia. Pero claro, no les voy a adelantar nada. En este momento sólo puedo decir que trataré de no volver a retrasarme tanto con las actualizaciones. Por ello, esperen al fin de semana próximo, pues les traeré cada vez más sorpesas, y ya verán cómo este mismo día, ocurrieron muchísimos cambios en los larukus. Por el momento me despido, espero que me envíen más reviews, y ya saben, podemos estar en contacto en mi página de facebook. Les mando saludos a todos, con todo mi cariño, nos leemos la próxima vez, hasta entonces, dulces lunas ♥


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