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Adoptado. por Buri-_-Carstairs

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Estaba toda la familia Lee sentada en la comodidad de su sala con los dos hijos dándose lata como era costumbre en ellos mientras sus padres los miraban esperando que se calmaran para poder hablar con ellos, por lo que el señor Lee termino quitándoles los controles de XboX a sus hijos para que yo presentaran atención.

   —Hey, estaba por ganarle a Taemin —se quejó el mayor de los hermanos recibiendo una risa burlona del otro menor.

   —La única vez que podrás hacerlo, soy el mejor -se auto felicito el más pequeño.

   —Cálmense ya los dos y pongan atención —ordeno demandante la mujer de la casa mirando a sus hijos y a su esposo de reojo.

   —¿Es muy importante? Como en diez minutos vendrá Jonghyun hyung por mí —comento el más pequeño mirando el reloj de su celular.

   —Esto es más importante, niños, necesitamos hablar seriamente con ambos, así que por favor pongamos atención, Jjong puede esperar Taemin y tienes que dejar de salir tanto, eres el más pequeño pero estas todo el día en la calle —hablo la madre de los Lee sentándose en un sofá junto a su esposo.

   —Chicos, ¿Recuerdan a mi amiga Kim y su hijo Kibum? —cuestiono el señor mirando los gestos de reproche del menor por lo dicho anteriormente por su madre.

   —Es el niño rosa maricón ¿No? —cuestiono sin respeto alguno el mayor de los hermanos recibiendo la mirada de reproche por parte de sus mayores—. Solo digo lo que veo -concluyo dando un suspiro de cansancio a hombre mayor de los Lee.

   —Como sea. Les iba a pedir permiso y opinión, pero ahora será solo un aviso. Kim Kibum será adoptado por esta familia, viendo lo irrespetuoso que son les vendrá bien la compañía de alguien educado y respetuoso. Más les vale ser bueno con él, desde mañana vivirá aquí y si lo veo mal con ustedes o nos diga algo serán sancionados, así que vallan haciéndose a la idea de que Kibum será su hermano —hablo el hombre con tono de demanda y serio ante las enojadas miradas de sus hijos.

   El timbre de la casa sonó dejando saber la llegada de Jonghyun, por lo que Taemin se levantó saliendo de la casa sin mirar a nadie ni hacer esa pequeña reverencia en respeto, sus padres les miraron cerios y luego fue Taesun que se levantó subiendo al segundo piso a encerrarse allí poniendo su música a todo volumen. Los padres Lee solo se sentaron en el sofá respirando pesado para luego de un rato levantarse para ir a preparar el cuarto de Kibum.

 

ⓉⓐⓔⓀⓔⓨ

 

—Bienvenido a tu nueva casa Kibum —le dijo el padre Lee al chico de cabello negro con los dados de su cabello aparentemente rapados que entraba a la casa sin parte de su flequillo cubriendo sus ojos con facilidad.

   Kibum estaba temblando, tenía miedo pero con el tiempo aprendió a convivir con aquel hombre que tenía la etiqueta de "amigo de mamá", quien poco a poco se acerco a él hasta que el pelinegro se acostumbró a su presencia, sus roces y conversaciones, por lo que en aquel momento iba un poco abrazado al brazo del mayor con uno de los suyos ya que con el otro sostenía a su pequeño perro yorkshire terrier llamado Coco.

   —Te llevare a que conozcas tu cuarto —le informo el mayor cargando una pequeña maleta con parte de sus pertenencias, ya después el mismo recogería su casa para llevar las pertenencias más relevantes del menor, mientras la señora Lee se fue a hacer de comer, pues muy pronto llegarían sus hijos pidiendo comida.

   El señor llevo a Kibum al segundo piso de la casa, donde en letras rosadas decía "Kibum" sobre la puerta, lo cual le fascino al menor, pues era su color favorito y en su casa también lo tenía, solo que allá tenía un letrero colgado, ahí las letras estaban pegadas a la puerta. Una vez dentro del cuarto entro las paredes y techo pintados del mismo color, lo cual causo en el chico rapado que sus ojos destellaran alegría inmensa.

   Dejo a Coco en el suelo, quien pronto comenzó a oler todo el lugar con su nariz hasta llegar a unos platos con comida y agua para él, y no muy lejos se encontraba una pequeña cama de felpa rosa, igual que los platos, pero estaban en un todo más claro y bajo, por lo que se distinguían perfectamente de la pared. Los muebles eran todos de madera pero los accesorios, como las cobijas de la cama, porta lápices y demás eran rosas en diferentes tonalidades. Aquel cuarto le fascino a Kibum, quien segundos después de mirar todo el lugar camino hasta donde Coco estaba recostado en su pequeña cama.

   Se escuchó el grito de la dueña de la casa avisándoles que la comida ya estaba lista, que bajaran a comer, así que el señor Lee tomo de la mano a Kibum para llevarlo al comedor y este tomo en brazos a su perrito, el único que le brindaba confianza y compañía en su totalidad que hace algunos años su padre le regalo por su cumpleaños.

   Una vez en la cocina/comedor pudo ver a tres personas que no conocía, por lo que se escondió tras el señor Lee como un niño pequeño y las tres miradas totalmente centradas en él, una curiosa, otra de fastidio y una más de asco, por lo que el pelinegro se sintió incomodo escondiéndose aún más tras aquel hombre, quien lo abrazo por los hombros haciéndolo salir de su escondite.

   —Chicos, este es Kibum, su nuevo hermano de hoy en adelante así que compórtense -les hablo serio y de mal humor por su indiscretas miradas dirigidas al otro—. Kibum —le llamo volteando más tranquilo al verle esos ojos llenos de pena y miedo—. Ellos son Taemin, Taesun y Jonghyun —se los presento uno a uno recibiendo bufidos por parte de los hermanos y una reverencia por parte del castaño semi rubio.

   El de ojos gatunos solo sintió la lamida de Coco en su mejilla volteando a ver como este le miraba preocupado y Kibum salió corriendo al cuarto que le habían dado cerrando la puerta y acostándose en la cama comenzando a llorar dejando a Coco a un lado, pero este se acomodó de modo para darle ese cariño y sentimiento de protección que necesitaba en aquel momento.

   El señor Lee dio un suspiro pesado al verlo correr mirando con enojo a sus hijos y a aquel muchacho rubio que solo se limitó a encogerse de hombros.

   —Dame la comida, la llevare a su recamara —dijo el mayor tranquilizando su voz dirigiéndose  a su esposa, quien asintió con la cabeza sirviendo la comida para dársela en una charola sirviendo también un vaso con agua de sabor dándoselo todo al señor Lee, quien lo tomo subiendo al cuarto de Kibum escuchando desde afuere sus crudos sollozos.

   Entro sin llamar a la puerta acercándose al menor recibiendo gruñidos de Codo, quien no le permitió siquiera tocar al muchacho que se cubría en su totalidad con la sabana rosa que la cama tenía. El mayor solo dejo la comida en la mesita de noche a un lado saliendo de allí con un prolongado suspiro al cerrar la puerta. Sera mucho más difícil de lo que pensó.

  En el comedor los tres chicos se encontraban comiendo como si nada haciéndose bromas y burlándose de Kibum, por lo que no pudo más el señor de la casa, por lo que corrió a Jonghyun del edificio y mando a sus dos hijos a sus cuartos. Definitivamente no había sabido criar bien de sus hijos.

   Taesun se fue con fastidio a escuchar música y Taemin al propio, quizá a ensayar un poco sus coreografías, pero antes de acercarse escucho el llanto de dolor tras una puerta no muy lejana, por lo que volteo dándose cuenta que provenía del cuarto de "la niña rosada", como le había llamado Jonghyun. Se acerco abriendo la puerta un poco mirando al chico ya hipando con su cuerpo estremeciéndose y como su perro lo miraba enojado mostrando sus dientes, pero sin gruñir para no alertar o molestar a su dueño.

   —Omma —se escuchó de la desgastada voz del pelinegro entre hipidos—. Coco ¿Por qué nos dejó? —preguntaba a su perro, quien dejo de mirar a Taemin para lamer las saladas lágrimas de Kibum, para luego recostar su cabeza en su cuello reviviendo caricias de agradecimiento y un fuerte abrazo volviéndose a escuchar sollozos por todo el cuarto—. Tú no me dejes como los demás, Coco, no me dejes.

   Era suficiente para Taemin, quien solo cerró la puerta del cuarto yéndose al propio con un sentimiento de nostalgia por el otro que lloro hasta la madrugada, cuando sus lágrimas se agotaron y el cansancio lo venció.

 

ⓉⓐⓔⓀⓔⓨ

 

A la mañana siguiente Kibum y Coco seguían durmiendo con las sabanas de la cama casi por los suelos, el señor lee lo dejo seguir dormido tomando una cobija que estaba medio doblada bajo sus pies para cobijarlo, todo bajo la atenta mirada del perrito que estaba medio dormido pero sin dejar de cuidar a su dueño. Tomo la comida que el menor ni siquiera miro, para llevársela cerrando la puerta después de salir.

   Al llegar a la cocina ya estaban los dos hermanos desayunando para antes de irse. Se sentó respirando pesado luego de guardar todo en el refrigerador bajo la atenta mirada de los menores.

   —¿No comió nada? —cuestiono la mujer sentándose a su lado tomando su mano.

   —Ni siquiera la probo, paso toda la noche llorando, ahora está durmiendo y Coco está tranquilo, ya no me gruño cuando entre -informo el hombre mirando a su esposa.

   —Sera muy difícil para él, amor, tu tranquilo y hay que tenerle paciencia —le dijo sacando una sonrisa del hombre que agradeció con la mirada.

   —Voy a dejar a estos niños a la escuela y me voy a trabajar —le informo el hombre dándole un beso en los labios a su esposa como era costumbre—. Cuida de Kibum, cuando venga yo me haré cargo de él y asegúrate que coma y demás.

   La mujer solo asintió para ver a sus tres hombres salir de la puerta para luego dirigirse al cuarto del menor que ya había despertado y solo acariciaba el cuerpo del perrito que lamia su inexpresivo rostro, porque apenas despertó se maquillo como su madre le había enseñado hace mucho tiempo, el brillo relucía perfectamente en sus labios perfectamente marcados, sus gatunos ojos delineados un poco exagerados pero en él no se veía nada mal, sus uñas también muy estilizadas con negro de base y líneas finas en rosa y plateados.

   —Buenos días Kibum -saludo amable la mujer viéndole con dulzura, pero en ese momento el menor no respondió y la señora Lee no se molestó, solo se quedó allí parada—. ¿Quieres almorzar? Ya es hora de que almuerces -le pregunto con tranquilidad.

   —¿Dónde está el baño? —cuestiono sin expresión en todo su ser, sus ojos no se veía nada hinchados gracias al maquillaje colocado con agilidad y experiencia.

   —Saliendo de aquí a mano izquierda, segunda puerta, es la única de madera blanca, la encuentras fácil.

   —Gracias —respondió frio levantándose de la cama dejando a su perro en el suelo que lo siguió a cada paso que daba.

   Sin decir nada se metió a la cocina luego de salir preparando la comida con lo que encontró en la casa, la señora Lee se sorprendió al verlo, la agilidad con la que usaba todas las cosas que ella usaba de un modo más complicado, pues la cocina nunca le gusto ni fue lo suyo. Kibum cocino lo suficiente para unas seis personas y de todo un poco, carne, verduras, postre, etc. tanto que ni la misma dueña de la casa había preparado nunca de comer.

   Al escucharse la puerta abrirse y a tres chavos haciendo escándalo al entrar, ya para ese momento Kibum terminaba de lavar los trastes que había usado y dejando de lado la comida en otros más sencillos, después él mismo los lavaría también.

   Cuando los hermanos y Jonghyun habían entrado el rubio ya estaba sentado en la mesa con cara neutra simplemente mirando a la nada, mientras que los recién llegados veían con asombro aquella comida y la mujer de la casa servía todo y había a Taesun hacer el agua con sabor, lo único que a Kibum se le había olvidado.

   Minutos después de que ya estaban todos sentados y comiendo el señor Lee hizo acto de presencia dejando el maletín junto al saco en un sofá de la sala para luego entrar a la cocina sorprendido también al ver todo aquello, su esposa odiaba cocinar, por lo que le extraño ver aquello, pero solo miro a sus hijos comiendo junto a Jonghyun, quien ya parecía también parte de la familia. Se paró junto a su esposa dándole un beso de saludo para ir a lavarse las manos antes de sentarse a comer, todo bajo la atenta mirada de Kibum, quien comenzó a comer hasta que el hombre tomo los utensilios, pues su madre le había enseñado a esperar a que todos en la mesa estén listos para comer juntos.

   —Omma, no creo que hayas preparado tu esto de comer ¿Quién fue? O ¿Lo compraste? -pregunto repentinamente Taemin comenzando a comer su postre mirando a su progenitora.

    —No fui yo, Minnie, fue... —antes de continuar miro al chico con poco cabello que seguía atento mirando su propia comida sin atención alguna a alguien o algo más que eso.

   —¡Taemin! —le grito Jonghyun al menor lanzándole un pedazo del pastel de coco, pero este logro esquivarlo yendo hasta manchar el rostro de Kibum, quien solo se levantó de la mesa sin siquiera terminar de comer la mitad de su comida, solo dijo un "con permiso" desapareciendo por la puerta principal de la cocina yendo a su cuarto con su perro detrás de él, que se limpiaba con una toalla rosa que tenía para luego solo sentarse en el escritorio tomando uno de sus libros, de los que el tema principal y título era "autismo". Kibum estaba totalmente consciente de lo que tenía, pero no se sentía así, al contrario, era el mejor en sus clases cuando iba a la escuela y su madre podía pagarle, pero hacía dos años que tuvo que dejarlo por falta de recursos económicos.

   En la cocina el señor Lee molesto corrió a Jonghyun de nuevo de su casa, por lo que Taemin molesto se fue a su recamara y Taesun solo se fue a ver televisión a la sala después de lavar los platos, vasos y trastes como ordeno su madre.

   Después de algunas horas la música del cuarto de Taemin comenzó a escucharse a todo volumen con música de Michael Jackson, para luego escucharse canciones de girls bands que Kibum conocía perfectamente. El pelinegro se levantó de la silla colocándose en la parte de su cuarto que no había mueble alguno, después de su cama y antes de la pared dejándose llevar por la música, bailando cada parte de la coreografía de una de sus canciones favoritas, por lo mismo se sorprendió que alguien más las escuchara, aunque en realidad era lo más normal, pues eran grupos famosos en Corea del Sur y en gran parte del mundo.

   En el cuarto de dónde provenía la música se encontraba el señor Lee regañando a su hijo menor por lo que su mejor amigo había hecho, por lo que lo mando a que le pidiera disculpas y este renegando termino accediendo, pues no le quedaba de otra, su appa podía ser la persona más bondadosa del mundo, pero también era como el mismo Lucifer presente. Toco la puerta un par de veces pero nadie respondió nunca, creyó que el rubio estaba molesto, lo que en realidad ocurría era que su música se escuchaba hasta medía calle.

   Taemin se molestó, por lo que termino entrando sin esperar la respuesta encontrando a Kibum todo sudado pero sin dejar de bailar la canción tras canción que el pequeño reproductor de música del maknae no dejaba de pasar una a una. El menor entro cerrando la puerta para luego sentarse en la silla del escritorio en el que momentos antes el mayor estuvo encontrando aquellos libros que llamaron su atención, leyó el título "autismo", para luego leer lo que estaba subrayado con marcador rosa.

 

  A un total de seis o más manifestaciones de (1), (2) y (3) con tener amenos dos de (1), al menos una de (2) y amenos una de (3).

(1).- Trastorno cualitativo de la relación, expresando como dos de las siguientes manifestaciones.

a) Trastorno importante en muchas conductas de relación no verbal, como la mirada a los ojos, la expresión facial...

 

  No pudo terminar de leer, pues la última canción comenzaba a sonar y supo que debía salir de allí o sería descubierto leyendo cosas que no le incumbían. Aun así tomo el libro colocando un papelito rosa de los que el pelinegro tenía por ahí y salió del cuarto cuidando que el mayor seguía en su mundo bailando hasta caer rendido en su cama sin darse cuenta de la presencia del menor en su cuarto.

   Taemin no siguió leyendo el libro, pues ya era noche y tenía que bañarse, hacer tarea pare luego cenar y acostarse a dormir. Mientras que Kibum paso toda la tarde buscando el libro que el menor se había llevado, hasta que el señor Lee le vio prometiendo que él le compraría otro al día siguiente, pero este solo asintió suspirando, aquel libro lo había leído su padre para cuidar de él toda la vida, pero falleció de un ataque al corazón y aquel libro había sido el último que leyó  incluso se le encontró muerto abrazado a él y lo que estaba subrayado el mismo padre de Kibum lo había marcado.

 

d30; d31; ⓉⓐⓔⓀⓔⓨ d31;d30;

Al día siguiente Kibum se encontraba a la hora exacta del desayuno, pues escucho a todos despiertos y se apresuró a bañarse y arreglarse para estar en el comedor luego de cepillar el pelo de su pequeño Coco, quien lo acompaño hasta donde se encontraba recostado junto a la silla de su único dueño con los ojos cerrados, desde pequeño se acostumbró a estar detrás de él, no importaba si este se alejaba mucho, corría para alcanzarlo. Coco hacía compañía a Kibum siempre, le daba amor y protección, mientras que este le regresaba todo el amor, lo cuidaba, lo acariciaba, lo alimentaba todo el tiempo, acariciaba su pelo y lo hacía sentirse cómodo a su lado.

   Al ver a los hermanos Lee entrar al comedor Kibum solo pudo agachar la cabeza mirando la blanca mesa mientras los otros dos hacían escándalo molestándose y empujándose entre si riendo antes de ser escuchado el gruñido de Coco haciendo callar a todos causando que voltearan a ver que Kibum sudaba frio y, en cámara lenta para todos los presentes, el cuerpo de este cayó al suelo azotándose con fuerza, Taemin y Taesun estaban totalmente paralizados, su madre levantaba a Kibum, de quien Coco nunca se separó, lamia la mano de su dueño esperando que despertara como en otras ocasiones ocurría, el señor Lee llamaba a una ambulancia.

   Los hermanos fueron mandados a la escuela. De la cabeza de ninguno se borraba el cuerpo del pelinegro caer, pero en la cabeza de Taemin no se borraban los ojos de su hyung antes de caer totalmente blancos ni de como Coco amortiguo el golpe en su cabeza avisándole a todos lo que iba a ocurrir con su dueño antes de que comenzara.

   El menor de la familia no asistió a ninguna de sus clases aquel día, no podía de solo pensar en el mayor, deseaba con todo su ser que no sea nada malo lo que le ocurre a su hyung. En lugar de asistir a clases, por primera vez en su vida busco la librería, necesitaba un gran diccionario para todas aquellas palabras que desconocía, que realmente era casi todo el libro.

   Cuando acordó ya era hora de regresar a casa, pero antes paso a sacarle copias a color a todo el libo, tenía que regresárselo a Kibum. Guardo todo en su mochila, incluso el diccionario que tuvo que comprar ya que tenía que regresar el de la biblioteca. A un par de casas antes de llegar a la suya se encontró con Jonghyun, quien lo acorralo a un carro rojo estacionado junto a donde caminaba atacando sus labios a besarle sin cuidado alguno.

   —¿Dónde estuviste toda la mañana? —pregunta haciendo un puchero—. Te extrañe y te necesitaba.

   —¿Eso es lo que soy para ti? —cuestiono mirando a su hyung con seriedad.

   —¿A qué te refieres? —el mayor realmente no entendía a que se refería.

   —Que a ti solo te importa tener sexo conmigo, que solo sea tu uke, tu niño fácil con el cual jugar y tener sexo fácil —explico separándose del mayor caminando a su casa—. Ya no quiero tenerte como "amigo con derecho", hyung solo quiero tenerte como amigo —concluyo reanudando su camino a casa.

   —Bien, buscare a alguien más, no creo que tu nerd hermanastro se niegue —Taemin se detuvo en seco al escuchar aquello, pero justo entonces miro a la puerta de su casa viendo a un Kibum salir con una bella sonrisa y su perro a su lado buscando algo con la vista, hasta que se encontró con la mirada del menor agacho la suya.

   —Te están esperando para comer —fue todo lo que dijo antes de meterse a la casa de nuevo.

   —Volteo viendo a su hyung que no dejaba de ver la puerta por la que Kibum había desaparecido, a lo que el maknae suspiro volteando a ver a su mayor.

   —Lo seguiré haciendo contigo pero no toques a Kibum -declaro el menor, a lo que Jonghyun sonrío de una manera que daba algo de miedo, pero no respondió nada de lo que dijo, así que solo se acerco a Taemin acariciándolo descaradamente mientras terminaban de caminar lo que les faltaba para ir a la casa de este.

   Al entrar se encontraron con un alegre Kibum que jugaba con su pequeño Coco sin darse cuenta de nada de lo que ocurría a su alrededor, de cómo Jonghyun manoseaba a Taemin, ni la mirada de esta sobre él.

   —Kibum, ¿Dónde está Taemin? Dijiste que ya estaba llegando —le pregunto la mujer saliendo de la cocina/comedor a lo que Jonghyun y el mencionado se separaron, o, más bien fue el mayor quien se separó mientras el de poco cabello seguía inmerso en su mundo, el único que parecía escuchar cuando le hablaban era Coco, pero este no le avisaba a su dueño como era costumbre, pues sabía que no era importante y quería seguir jugando con su dueño.

   Los recién llegados se metieron a la cocina, donde estaba ya su madre lavando los trastes, mientras que sus padres y hermano mayor estaban sentados a la mesa como si lo estuvieran esperando para hablar. No se sentó a la mesa, Taemin solo dijo que iba a lavarse las manos para comer, pero aprovecharía que Kibum estaba en su mundo para dejar el libro en un cajón, pues si estuvo escuchando que lo busco toda la tarde y parte de la noche.

   —Tengo que hablar seriamente de lo que ocurrió esta mañana con Kibum —declaro el padre de los Lee, quien miro con seriedad al menor de sus hijos con reproche por la presencia de Jonghyun, pero este simplemente lo ignoro comiendo la deliciosa comida en su plato.

    —Jonghyun, te pido por favor que te retires. Esto es en familia —le pidió la mujer de la casa al ver la reacción de Taemin que no hacía nada.

   —Con permiso —se levantó de la silla haciendo reverencia para irse.

   —Iré a verlo más tarde —le dijo Taemin antes de que saliera de la cocina.

   El castaño con puntas rubias se quedó un poco viendo a Kibum que estaba acostado con su perro sobre su cuerpo enseñando parte de su abdomen, pues se le había subido un poco y su short también dejando ver sus largas piernas. Para cualquiera sería algo tierno, una escena bonita, mientras que para Jonghyun era una escena excitante. Al ver que Kibum había volteado a verlo, este solo camino a la salida yéndose a su casa.

   —Ahora hablen —dijo Taesun como una orden, algo que molesto a su padre, pero era más importante hablar del pelinegro en ese momento.

   —Bien, lo principal que deben saber es que Kibum está enfermo, tiene cáncer —les informo el señor Lee-. Por lo que lo verán muchas veces caer del mismo modo que esta mañana, a Coco le fue instalado un collar con un botón de emergencia, con el que la ambulancia rastreara de donde proviene la señal para cuidar de él. Es cáncer terminal, por lo que no se puede hacer nada —habla mientras su voz se quebraba de a poco—. Solo quiero cumplir el deseo de su madre, que se convirtió en el deseo de Kibum. Poder ser un adolescente como cualquier otro.

   —Pues que sea uno, a mí no me importa mientras no se meta en mi vida —sentencio Taesun levantándose de su asiento.

   —Ya me harto su comportamiento inmaduro, ahora toda la comida que probaron ayer y hoy fue hecha por Kibum, así que trátenlo bien o se quedaran sin comer.

   Al terminar de hablar el señor Lee se levantó de su silla yendo a la sala, donde aún estaba Kibum jugando con su perro. El hombre se sentó al lado del menor, quien solo mantuvo la vista en su mascota y el pecho que tenía en la mano con la que jugaba con Coco.

   —¿Quieren ir al parque a pasear? —cuestiono el señor acercando de a poco la mano al perro esperando que este no le gruñera y así fue, Coco lamió su mano para luego ser acariciado.

   —Me encantaría —respondió Kibum mirando la mano del hombre acariciando a su pequeño, hasta que se separó para levantarse.

   —Vayámonos entonces —dijo el mayor esperando que el otro se levantara y así lo hizo con su mascota en brazos—. Amor, Taemin y Taesun, Kibum y yo iremos al parque con Coco ¿Quieren venir? —cuestiono viendo a los tres salir del cuarto de cocina.

   —Yo le dije a Jonghyun que iría a verlo después de comer y hablar con ustedes —respondió el menor.

   —Yo saldré con mi novia y unos amigos, solo me arreglo y me voy -respondió el hijo mayor.

   —Yo claro que voy, amor. Sera divertido —respondió la señora Lee tomando su chaqueta—. Vayámonos.


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