Bueno, aquí estoy otra vez, yo, Alibaba Dracgneel. Quería destacar una información bastante importante, veréis, Itachi-sama y yo sólo tuvimos cinco encuentros bastante íntimos, ya me entendéis. Pero creo que haber cedido ante el fue un grave error. Itachi Uchiha o como es conocido, Itachi Di Parthevia, es un hombre igual de cruel que su primo. No, no entiendo como las personas pueden jugar de cruel forma con los sentimientos de otros. Descubrí de este hombre que es alguien cruel, que solo hace daño y te trata de mal forma, solo se destaca su ‘’apariencia’’ pero en verdad… te termina utilizando como un objeto más. Fui idiota al creer en su supuesta bondad. En Diciembre de 2014, conocí a un pelirrojo que solía visitar a mi jefe, era un doncel bastante hermoso a mi parecer, entablamos conversación rápidamente y entonces, me enteré de algo que rompió totalmente mis esperanzas….y lo que quedaba de mi corazón.
Ahora bien, la situación en la que me encuentro actualmente es bastante sorprendente debido al documento médico que tengo ahora mismo. Supongo que el acontecimiento de dos meses después de haber conocido a ese pelirrojo, en parte, fue un error.
FLASHBACK
Pasé dos meses sin hablarle al Uchiha, trataba de estar lo más ocupado posible e incluso intenté renunciar al trabajo, pero el Uchiha me intercepto en el ascensor de la cuarta planta de la empresa. El muy cabrón me tenía acorralado, yo tenía ganas de soltarle todo el daño que me había hecho pero… los empleados de la empresa entraron y nos arrastraron al fondo del ascensor, en una esquina, encima, estábamos siendo aplastados por EL GORDO de Chouji-san y EL MASTODONTE de Hinahoho-san, era casi imposible moverse! Para colmo, esta mierda de ascensor se quedó parado en la séptima planta, como no podíamos salir, tuvimos que esperar al técnico. Para no ser aplastado por otra persona, Itachi-sama se puso en medio del gordo.
Ya no sabía que hacer, tenía la mirada de mi jefe puesta sobre mi y a causa de ello, me perdía por completo en sus hermosos ojos negros, que a veces tornaban a un color escarlata. Eran unos ojos profundos, misteriosos, llenos de vida que me transmitían un sentimiento que aún no podía descubrir de qué era. Entonces, poco a poco la mirada seria, se fue suavizando como si empezara a disfrutar del momento, lentamente cerró sus ojos y posó sus labios encima de los míos, ante ese contacto, primera vez delicado, y con ternura, abrí mis ojos aún más con mayor sorpresa ante su acto, eso no me lo esperaba, esa delicadez con la cual pensé que jamás me trataría. Intenté resistirme, como siempre hacía, pero terminaba cediendo, como siempre, más aún por la culpa de unas sensaciones agradables que desde el principio comenzaban a invadirme. Sin darme cuenta, mis labios también empezaron a moverse hasta que al final, terminé correspondiendo el beso que me estaba dando mi propio jefe, curiosamente, en el ascensor. Los besos de Itachi siempre fueron salvajes y llenos de lujuria, pero esta vez, eran cálidos y suaves, pero de pronto, subió la intensidad, sabía que quería más contacto, ya que se acercó más a mi cuerpo. Podía sentir su calor haciéndome temblar ligeramente, pese a que estaba rojo como un tomate, y como no estarlo, si había gente en el ascensor aplastándonos!! Itachi se separó apenas unos milímetros de mi boca y pude sentir su lengua pasando sobre mis labios sacándome un pequeño e inaudible gemido, por un descuido mío, abrí mi boca y volví a sentir esa extraña corriente eléctrica por todo mi cuerpo cuando su lengua invadió la mía, ni siquiera con Kassim ni Kouen la he sentido. No es que sea inexperto pero el beso de este hombre no se parecía en nada a los demás que he tenido en mi vida, no solo era dulce, sino que me hacía siempre querer más y más. Movía su lengua con maestría mientras yo trataba de resistirme, sé que eso le gustaba, ya que cuando trato de resistirme y pongo empeño en ello, aumenta la intensidad, recorriendo toda mi cavidad como si quisiera que todo mi ser le recordase y no me olvidase de su ser. Cómo no hacerlo, si mirad como me pone. Ese sentimiento me agradaba, y el clímax aumentaba, así que me rendí dejándole satisfecho por no resistirme, y le correspondí de la mejor forma posible. Nos empezó a faltar el aire así que nos separamos y entonces, vi algo que me estremeció mayormente, ver a un Itachi sonrojado!! Cuando iba a decirle algo, me atrapó nuevamente, y no solo él, también las sensaciones que me estaba brindando. Seguimos así por unos largos minutos, me extraña que nadie se percatara de ello, aunque me puse rojo cuando vi a Sinbad al lado de Itachi, aplastado por un enorme gordo, como a nosotros, pero el muy cabrón nos estaba viendo y encima sonríe con esa cara de idiota que tiene!!! Yo…me voy a morir aquí de la vergüenza! Desde fuera, escuchamos la voz del técnico anunciando que faltaba poco para abrir las compuertas del ascensor. Recordé que estábamos en la séptima planta, la zona de descanso de los empleados. Itachi se separó de mí y una vez que abrieron el ascensor, las personas y el enorme gordo que nos aplastaba, salieron.
-Vamos- Me dijo Itachi entrelazando nuestras manos y sin darme tiempo a responderle ni a reaccionar por su forma de actuar. No entendía, ¿Qué pretendía hacer Itachi? ¿No se da cuenta de que si nos ven así, de forma tan íntima, tendrá problemas en la presa?, cuando me sujetó fuertemente, empezamos a correr hacia la octava planta, sinceramente, no entendía que pasaba con él. Tampoco entendía por qué cedía ante él, en vez de empujarle e irme. Supongo que no puedo negarle nada… a la persona que amo. Después de correr escaleras arriba, pude descansar para tomar aire cuando llegamos a una puerta que reconocía bastante bien, era su oficina. Sin soltarme me guió hasta el baño de su oficina, una vez dentro, me tomó de la cintura con una mano mientras posaba la otra en mi nuca para profundizar otro beso dado con mayor desesperación, pasión y profundidad. Mierda, este hombre sin duda me vuelve loco, atraviesa incluso mi voluntad. De repente, se separó de mí, dejándome idiotizado, luego vi que con sus pasos llenos de seguridad, cogía un cartel y lo puso en su puerta, alcancé a leer ‘’ausente’’, luego vi como le ponía el seguro a su puerta mientras llamaba a su secretaria avisando de que no aceptaría visitas, algo curioso de un hombre trabajador.
Lentamente se dio la vuelta en mi dirección mientras caminaba hacia el baño, donde me encontraba hasta que se abalanzo sobre mis labios devorándolos con lujuria, su hambre incrementó cuando me estampó suavemente en la pared y empezó a acariciar delicadamente una de mis piernas mientras que su otra mano la metió por debajo de mi polera para acariciar mi abdomen, el tacto de sus cálidas y fuertes manos sobre mi piel me hacían estremecer siempre que podían, su forma de tocarme y besarme no tenían control, acabaré por perderme, mi cuerpo solo responde ante él. Pero tengo que detenerle, no puedo dejar que esto siga a más…
- E-es..pe..ahh.ra ah.. hmnn.. I-ita..chi.. ¿Q-qué t-te cre-es q-que estas ¡ahnn! ha..haci..endo..? ¡A-aléjate de mi!- le pregunté y le empujé con todas mis fuerzas, ya que mi respiración estaba demasiado agitada por las perversiones que este hombre me hacía. Itachi me miró con el ceño fruncido y con calma, me abrazó delicadamente de la cintura con uno de sus fuertes brazos mientras que con el otro, acarició mi rostro con tanta ternura logrando que me sonrojara a más no poder.
- Perdóname Ali, lo siento si te asusté, pero yo… ya no puedo más. Te amo, de verdad. Nunca ha sido mi intención engañarte ni jugar con tus sentimientos, que esté casado no significa que ame a Sasori. Siento haberlo ocultado, pero desde hace tres años, no pude evitar ser amable contigo.- eso me tomó por sorpresa. ¿Me ama? ¿Cómo es posible que este hombre me ame? No quiero creerle, se que quiere a su esposo, en este tiempo de tratarlo, aprendí que era un mujeriego, alguien frío y con pocos sentimientos, solo guiado por la lujuria, no le importa ser un prepotente… ¿de verdad me ama, a pesar de no solo acostarse conmigo sino con muchos más, incluso estando yo presente? – Te amo.- volvió a repetir al verme no muy convencido, pero sus palabras formaban un cosquilleo en mi estómago, lentamente se acercó a mi y antes de unir nuestros labios, volvió a repetir que me amaba con tanta ternura logrando que ahora si, mi mente se quedara fuera de servicio, mis archivos mentales…ya no respondían. Por lo que ahora fui yo el que le besaba desesperadamente, ya que había tomado una decisión de darle una oportunidad. Tomó mi polera y me la quitó, no sin antes yo quitarle la suya, claro que atiné a sonrojarme, ya que no me canso de ver su bien formado pecho y marcado abdomen. – ¿Te gusta? – me preguntó el muy idiota sonriendo con su estúpida sensualidad, aunque yo solo me sonrojé como respuesta ocasionando una pequeña risa en él, se acercó a mi oído y me susurro sensualmente – Es para ti pequeño, tómame tanto como quieras. – y dicho eso, deslizó mi camisa y la tiró al suelo. El roce de nuestras pieles me sacó un gemido, Itachi me tomó de la cintura mientras lamía y mordía lentamente mi cuello y mi clavícula sacándome múltiples gemidos, él sabía que eso me gustaba por lo que volvía hacerlo una y otra vez. Bajó con su boca hasta atrapar uno de mis pezones haciéndome gemir de placer y con su mano atrapó el otro y lo pellizcaba logrando ponerlos duros, lamiendo y mordiendo lenta y tortuosamente uno y otro, gimiendo de placer en esa zona sensible. Aunque eso no era lo único duro que se me estaba poniendo, mi mini-Alibaba, mi amiguito, se estaba levantando entre mis piernas, Itachi me miró cuando giré mi cara avergonzado. – De las cinco veces que lo hemos hecho, ¿Aún sigues con la vergüenza? Heh, deberías mirarme allí abajo, estoy mucho peor que tú. – me dijo, creando un leve movimiento de caderas logrando crear una fricción entre nuestros miembros, yo gemí ante eso y me aferré con desesperación a su fuerte espalda mientras aumentaba la fricción. Por consiguiente, Itachi se arrodilló frente a mi para meterse mi miembro en su boca, fuertes gemidos escapaban de mi mientras movía su cabeza de delante hacia atrás, metiendo y sacando mi miembro de su boca, degustándolo como si fuese su dulce favorito. Incluso podía sentir su caliente lengua, para mi era increíble, ya que nunca se había tomado la molestia de hacerme una felación. Cuando bajé mis manos para detenerle, este aceleró el ritmo de succión, por lo que opté tomar su cabello para seguir el ritmo hasta que llegué a mi límite y me vine dentro de su cavidad junto a un escandaloso gemido. – Ah! L-lo si-sientoh..I-ita..chi – estaba muy avergonzado! ¡Era la primera vez que me lo hacían! Pero como no me respondía, alcé mi mirada y vi que se había tragado toda mi esencia, como si fuera un néctar, aprovechó que le miraba para limpiarse la comisura de los labios con su lengua, esa escena fue demasiado erótica para mi, por poco me desplomo al suelo si no me hubiera sostenido, así que me puso de rodillas.
¿Te encuentras bien? ¿Te hice daño?- me preguntó con tono angustiado, no podía responderle puesto que aún seguía atontado por esa vista. De pronto, me dio por mirar su pantalón donde estaba jodidamente erecto su miembro así que opté por liberarlo para imitar lo mismo que me hizo Itachi – Oe, ¿se puede saber que estás ¡oh! ¡hnm!- no permití dejarle hablar, sabía que me iba a quitar, pero como cuando yo le insistí que se apartara no me dejó, yo tampoco lo haré, es algo infantil mi forma, pero daba igual. Podía sentir su enorme miembro palpitante y caliente dentro de mi boca. Nunca le había practicado sexo oral a un hombre, ya que Kassim nunca me permitía tocarle. Saqué su miembro de mi boca y lo tomé con mis manos para empezar a lamerlo por los lados como si fuera una paleta, chupaba la cabeza y daba pequeños mordiscos alrededor. – A-Ali.. Alibaba, pa-para hnm …ahh… O-oe.- No le presté atención, yo también quería probar ese líquido, así que aumenté la velocidad e Itachi por fin se dejó hacer. Cuando llegó al clímax, sentí todo su líquido llenar cada espacio de mi boca, alcé mi vista para verle medio sonrojado y agitado, cuando me vio tragándome su líquido espeso, me levantó del suelo dejando caer mi pantalón y ropa interior quedándome totalmente desnudo a su merced mientras él sólo tenía puesto su pantalón. Me tomó en un hambriento beso que correspondí con gusto, enredando mis brazos por su cuello para sentir su cuerpo mucho más. Sin darme cuenta, Itachi rompió el beso y me enseñó tres de sus dedos – Lámelos, por favor. – Accedí a su pedido, ya que mi cuerpo me pedía más. – Te amo, mi pequeño rubio. – decía Itachi mientras besaba mi cuello pero… ¿De verdad este hombre me ama, de verdad puedo creerle?. Aparté esos pensamientos cuando metió el primer dedo, se sentía bastante molesto dentro pero podía acostumbrarme, con el segundo dígito me distraía con sus besos, pero con el tercero, jalé de su cabello. – ¿Puedes soportarlo? – Atiné un sí como respuesta, aunque no podía articular palabra alguna. – Lo siento pequeño, trataré de hacerlo con más cuidado.- me dijo mientras me dio un tierno beso en la frente. Después de estar dilatando mi entrada para acostumbrarme, me giró con cuidado a espaldas de él y me apoyó contra la pared, tomó mis caderas con firmeza y con suma delicadeza empezó a penetrarme, era doloroso lo admito, era tan podidamente grande que siempre me dolía, aunque esta vez fue mucho mas suave. Esperó unos minutos hasta que moví mis caderas como aprobación, entonces empezó a moverse de forma lenta aumentando de velocidad con cada embestida que daba, ante ese placer, yo le respondía con gemidos, en este momento solo deseaba besarlo, cosa que intuyó, se acercó a mi rostro y me besó. Me estaba quedando sin fuerzas para sostenerme pero cuando salió de mi interior, me iba a quejar cuando de repente me dio un abrazo lleno de… ¿amor? Luego se sentó en el inodoro y sujetando mis caderas me penetró de manera profunda haciéndome gritar intensamente por el placer dado en cierto punto, mientras él seguía aumentando el vaivén, agregaba mordiscos en mi cuello, incluso lamia con gusto mis pezones de forma erótica. Recuerdo que todo se volvía borroso y lo último que logré a ver fue el candente torso de Itachi Uchiha, su cuerpo caliente y sudoroso, sus cabellos pegados en su piel y su frente debido a la temperatura de ambos y por último, esos profundos ojos de la perdición. Itachi dio unas últimas estocadas bestiales en ese punto que tanto me gustaba hasta que me vine entre ambos vientres e Itachi, dejó su semilla dentro de mí, sentía mi interior lleno. Estaba exhausto y antes de caer dormido le dije – Te amo… - solo entonces, alcancé a ver su sonrisa – Lo sé. - respondió.
Cuando abrí los ojos, me encontré rodeado por los brazos del Uchiha, así que decidí irme cuanto antes sin que se enterase, en parte estaba feliz por lo ocurrido, pero había algo que no acababa de convencerme sobre su esposo, el pelirrojo, Sasori. Cuando me moví lentamente, casi me da un paro cardiaco al sentir un movimiento por su parte, menos mal aún seguía dormido. ¡Fiuh!
Pero el caso, es que cuando fui a ponerme mi ropa, caí al suelo a causa del dolor en mi parte baja, ‘’esto seguro es un castigo de los dioses’’ me decía a mi mismo llorando internamente. Al llegar a casa, me pareció extraño no ver a Naru, pero bueno, según él me dijo que tenía que hablar con el idiota de Sinbad, parecía algo serio. Entré a la ducha e iba recordando lo sucedido, es increíble, alguien como yo, siendo correspondido por el Uchiha. Es decir, yo, un hombre, bueno, no exactamente uno, más bien un doncel, sí, eso, doncel, soy uno…so-soy u-un do-doncel…un...doncel…- me repetía a mi mismo cuando de repente, siento como un líquido espeso salía dentro de mi para caer por mis muslos.– Oh mierda! Soy un doncel, un puto doncel!- Entonces lo comprendí, hoy 10 de Marzo de 2015, me he acostado con mi jefe y posiblemente, me he quedado embarazado.
FIN DEL FLASHBACK