Sangre Bendita
Capítulo 5: No todo lo que brilla es Oro.
— D.O. espero tu señal, cambio.
— Veo al objetivo, va hacia ti por el norte, 30 grados a tu derecha, cambio.
YiXing era excepcional con la visión nocturna. Mientras la mayoría de sus compañeros debían usar un visor para la escasa luz, él era un búho con los ojos descubiertos y enfocados.
— ChanYeol, el objetivo cambió el rumbo — anunció JongIn por el radio. YiXing vio a ChanYeol girar sobre sus talones tres metros por debajo de él en campo abierto, sólo iluminado por las estrellas. — Sigue viniendo desde el norte, pero diez metros a tu izquierda.
YiXing tardó mucho más que el resto en comprender que esa era su misma ubicación, pues ChanYeol ya estaba corriendo hacia él. Estaba agazapado en una de las ramas más altas de un fuerte árbol, era genial escalando, en Aarus abundaban los árboles y la cacería, por lo que tenía el arco tensado y una flecha en posición cuando por fin vio al uniformado blanco ir hacia ellos en una motocicleta. Apuntó directamente a su pecho, ya que su cabeza estaba protegida por un casco, y mantuvo la vista fija en el objetivo, esperando el momento con mayor porcentaje de acierto.
— Unos metros más y será capaz de disparar hacia ChanYeol. Lay, ¿Lo tienes? — era JongIn de nuevo con cierta urgencia en la voz.
Lo tenía, pero que hubiese sido capaz de hablar frente a Kris no significaba que era fácil hablar en cualquier momento y lugar. Sin embargo, murmuró un suave “Lo tengo”. ChanYeol estaba justo debajo de él a un metro del tronco del árbol, tenía las manos en alto, estas tenían un ligero brillo azul. YiXing disparó la flecha de manera pulcra y acertó en el punto exacto que había divisado, tirando al conductor al suelo, no se volvió a levantar. Sin embargo la motocicleta siguió en línea recta hacia ellos, sin inmutarse.
— Es automática — dijo ChanYeol, YiXing lo escuchó por el radio, y el brillo azul se volvieron flamas en sus manos, moderadas antorchas de luz.
— No, deja que lo haga Lay — habló KyungSoo por el transmisor de su oído. — Dispara al motor, la motocicleta debe tener una bomba programada, por eso ha seguido su curso.
YiXing se puso nervioso de inmediato. Él no sabía dónde se alojaba el motor de ese vehículo, jamás se había acercado a uno antes. Preparó la flecha rápidamente y cerró un ojo para apuntar, sin saber a qué punto exacto disparar. Al vacilar, la voz de JongIn volvió a escucharse en el radio.
— En dos metros más estará en el rango para que su onda expansiva los alcance.
YiXing disparó a la zona trasera y la flecha se clavó con fuerza en el metal, nada ocurrió. Preparó una nueva con rapidez y volvió a disparar, la flecha se quedó clavada en el tablero, nuevamente nada ocurrió.
— Lay, están dentro del rango de la explosión, salgan de allí — dijo KyungSoo con calma pero con un terrible autoritarismo en la voz.
— Espera, Lay. Dispara al depósito de gasolina, detrás del tablero — indicó ChanYeol y YiXing no tardó ni un segundo en disparar su flecha que se incrustó en el tanque, haciendo que comenzara a saltar gasolina.
ChanYeol hizo un giro en el lugar y se impulsó hacia delante lanzando una bola de fuego que impactó contra la motocicleta, la cual se prendió fuego y al instante siguiente, explotó en dos veces correlativas, una explosión pequeña seguida inmediatamente por una más grande que iluminó el prado nocturno, haciendo estremecer la tierra y los árboles con su onda expansiva. La luz, la maldita luz, YiXing cerró los ojos mientras se encorvaba de dolor, era demasiado brillante. Le hizo perder el equilibrio y ya no estaba de pie en la rama, sino que caía libremente desde tres metros. Aterrizó en el suelo duro sobre su brazo y sintió de inmediato el conocido dolor del hueso quebrándose, lo que hizo que se quedara sin aire, boqueando como un pez fuera del agua.
La habitación tembló y el prado, el árbol y los restos de la explosión desaparecieron, se borraron tras un zumbido, finalizando el entrenamiento de realidad virtual. ChanYeol estaba agachado a su lado con una mano en su hombro, los cubría un cuarto de metal grisáceo con ventanas tintadas, amplio e insonorizado, sin embargo, una voz femenina y computarizada sonó en todos lados.
“Simulacro terminado”.
Para cuando su amigo lo acomodó boca arriba su brazo estaba sano otra vez y YiXing movía los dedos para recuperar la sensibilidad, él lo miraba con el ceño fruncido en una expresión expectante.
— Fractura de cúbito — murmuró YiXing. — Pero, ya curó — agregó cuando los ojos de ChanYeol se habían abierto como dos huevos.
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El entrenamiento de YiXing había comenzado como una caótica tormenta de tornados de información. Se definió a sí mismo como un inútil luego de la primera semana en que no había logrado hacer nada bien. “Es una sensación” le había dicho BaekHyun con el cual ahora tenía mucho en común. “Mejorarás muy pronto y cada vez te sentirás menos inútil”.
No se equivocó, luego de la segunda semana YiXing había pasado de sentirse un insecto del tamaño de una hormiga bebé al de una cucaracha. Algo era algo.
Se había emocionado mucho cuando SuHo había alabado su destreza en el arco y lo había designado para él, eso lo hizo muy feliz hasta que lo envió a practicar con JongIn quien lo recibió con una de esas sonrisas suyas que no podían significar nada bueno. Resultó ser que JongIn era maravilloso con el arco y la flecha y de inmediato lo humilló en una serie de pruebas, sin embargo, era muy útil practicar con él, podía ir a buscar las flechas a la diana en unos segundos y traerlas esfumándose y materializándose nuevamente a su lado. Le había preguntado mediante señas (Más por una cuestión de costumbre) si no había un límite para su poder, pues sabía que JongDae se descargaba luego de utilizar cierta cantidad de energía, y obtuvo una estridente (y muy descortés) carcajada. Amén de eso, JongIn le había explicado que sus ojos eran parecidos, a pesar de que los de JongIn eran completamente negros como la más densa oscuridad y los de YiXing celestes como la más maravillosa mañana de verano, pues ambos tenían una magnífica visión nocturna y un largo rango para enfocar los objetivos, así estuviesen en movimiento.
Trabajar en equipo era muchísimo más complicado que trabajar solo, había mejorado rápidamente de manera individual, había comenzado entrenamiento cuerpo a cuerpo junto con otros nuevos y su facilidad para soportar los golpes le dio ventaja sobre la mayoría, aunque su cuerpo era débil aún. Los healers no peleaban, no tenía recuerdos de haber visto a ninguno de su raza levantando pesas, ejercitándose o en riñas, por lo que su instructor le dijo que irían aumentando su masa muscular y su fuerza lentamente, pero que si era rápido y se cubría podía ganar agotando al adversario. También mostró mucha mejora con las armas de fuego, tanto en lo teórico como en lo práctico. Pero había muchísimas cosas que recordar sobre su escuadrón a la hora de trabajar juntos, tanto que aprender de las diferentes razas.
ChanYeol debía estar siempre en campo abierto a la hora de combatir para no lastimar a los demás, para no incendiar nada sin querer y para recibir aire, sin aire no podía generar fuego. Su piel podía estar en constante contacto con el fuego sin recibir la más mínima herida, aunque el interior de su cuerpo era extremadamente sensible, por eso llevaba una mascarilla en todo momento para luchar, incluso el humo podía dejarlo fuera de combate. Si el clima no era bueno, si llovía o había mucha humedad ChanYeol era mucho menos poderoso y solía sentirse mal, débil, por lo que nunca trabajaba codo a codo con SuHo. Le habían dicho que su compañero en combate era alguien llamado SeHun, pero cuando preguntó por él le dijeron que estaba en período de descanso.
KyungSoo era de los más peculiares, podía resistir el fuego, la electricidad, el hielo, los golpes y la mayoría de las balas sin salir seriamente lastimado, su piel era un complemento inigualable que lo volvía a prueba de las cosas más mortales. MinSeok le había contado que una vez, en una misión, JongIn había quedado inconsciente y KyungSoo había interceptado una granada con sus propias manos y se había abrazado a ella para protegerle. YiXing se había sentido descompuesto durante el relato, no tenía buenos recuerdos de las bombas y lo que su propio cuerpo experimentaba tras la explosión; KyungSoo había sobrevivido, aunque debieron llevarlo al hospital luego. Le parecía alucinante tener la fuerza de trescientos hombres y ser tan increíblemente tranquilo y pacífico. ¿Qué haría con toda esa energía extra? KyungSoo era el compañero de combate perfecto para JongDae, pues jamás podía salir lastimado por sus constantes descargas.
JongDae era una enorme, tremenda, batería humana. Incluso en su estado más relajado su cuerpo iba cargado, tocar su piel era incómodo (YiXing no se le acercaría jamás en lo que le restaba de vida luego de su primer encuentro). Sin embargo, tenía un límite, le habían explicado, aunque requería un gran uso de sus habilidades para descargarlo. Era muy útil tenerlo en las misiones, no sólo por su poder, sino que podía revivir la batería de cualquier cosa, y entre los soldados había un increíble grupo de artefactos eléctricos. Y no era solamente el hecho de que crease la electricidad, le encantaba y era un experto en ella, JongDae había recibido una licenciatura en Desarrollo de Tecnología, era un genio.
BaekHyun se sentía reacio a hablar de su poder, simplemente repetía una y otra vez que era inútil y se ponía de mal humor. SuHo le dijo a YiXing que BaekHyun no comprendía del todo su poder aún, pero que estaba seguro de que era una cuestión de desarrollarlo más. Tras mucho insistir, BaekHyun había apagado las luces de la habitación de YiXing y la había vuelto a iluminar con un resplandeciente brillo que provenía de sus manos, era cálido pero no quemaba, era tibio y se sentía bien, incluso si YiXing no podía verlo de manera directa debido a sus sensibles ojos.
SuHo era un Hijo del Agua. A diferencia de ChanYeol, quien podía crear fuego, SuHo no podía crear agua, sólo manipularla. De todas formas eso no importaba, pues había agua en el aire, en el cuerpo de los humanos, podía tomar el porcentaje de ella de cualquier cosa que estuviese cerca y crear un torrente. YiXing imaginaba algo apacible cuando pensaba en agua, pero durante su entrenamiento todos habían dado alguna demostración de sus capacidades y SuHo se había parado sobre una pequeña ladera, el río estaba a 500 metros de ellos y sin embargo, tras hacer unos fluidos movimientos con sus brazos, creó un gran cuerpo de agua que manipuló formando una poderosa ola que hizo a MinSeok salir rodando por el césped aunque parecía muy divertido por ello.
JongIn podía salir lastimado con cualquier cosa, como el mismo YiXing, aunque era mucho más fuerte, pero para salir lastimado con el fuego de ChanYeol, por ejemplo, debía ser alcanzado por él y eso era muy difícil. Más allá de que era rápido, se teletransportaba de un lugar a otro en un parpadeo, casi sin pensarlo, aunque lo limitaba el espacio físico. Él debía saber qué había exactamente allí donde pretendía aparecerse, es por eso que no podía ir al otro lado del mundo si no conocía el lugar. Había algunas cosas de las que podía perder el cuidado. Le explicó a YiXing que él no se dividía en infinidad de células y volvía a unirse en otro lugar (De ser así no podría llevarse a alguien con él), él abría un tajo en la dimensión que YiXing ocupaba para salir y volvía a tajearla para ingresar nuevamente en un lugar nuevo, por lo que de haber una silla en el punto de su aparición, la misma se caería hacia un lado debido al choque de la materia, pero mientras más grande era el objeto, más peligroso. Un muro no podía correrse por el peso del cuerpo de JongIn, dependiendo de la situación, no podría transportarse o su cuerpo podría lastimarse al intentar encontrar espacio en la dimensión. YiXing le había preguntado si JongIn era capaz de ver la dimensión a la que iba entre que desaparecía y aparecía en la que ambos ocupaban, pero JongIn sólo le sonrió de lado. YiXing estaba seguro de que había algo terrible que JongIn era capaz de hacer con sus propias manos, y no se refería al hecho de que podía agarrarlo y transportarlo a la mitad de un glaciar en el Polo Sur y dejarlo varado con un grupo de pingüinos como siempre amenazaba a ChanYeol. Era otra cosa, algo realmente peligroso.
MinSeok era una contraposición. El muchacho era realmente simpático y le había ofrecido ayuda a YiXing en todos los aspectos, sabía mucho de armas aunque su especialidad eran los vehículos y era talentoso con las artes marciales, YiXing podía jurar que parecía una buena persona, sin embargo tenía mucha crueldad dentro de él, y YiXing sabía mucho sobre la crueldad. No vaciló en probar las armas en animales por el bosque, y más de una vez minimizó cualquier cosa que podría pasarle a YiXing debido a que puede curarse por sí mismo. Aunque para ser justos, tampoco le importaba su propio bienestar. Jamás se quejaba si recibía algún corte entrenando, lesión mayor o si su cuerpo era severamente magullado. YiXing estaba muy interesado en su pasado, pero nadie se mostró dispuesto a contarle. MinSeok podía congelar cualquier cosa que fuese húmeda, por lo que SuHo era su compañero de combate, juntos podían crear una lluvia de cuchillas de hielo letales. Sin embargo, el agua abundaba, como le habían dicho a YiXing, por lo que MinSeok trabajaba muy bien también solo. “Puede congelarte la sangre, literalmente, me refiero”, le había dicho BaekHyun en un susurro.
Había vuelto a ver a Tao mientras entrenaba, su uniforme era completamente negro y de manga larga, como el de JongIn, llevaba un calzado diferente, “Tabis”. “Kyahans” en las piernas y una capucha que le cubría todo el rostro a excepción de los ojos. También llevaba un palo largo con el que lo vio practicar. Fue directo hacia YiXing con energía y le había dado un cálido abrazo. Estaba muy agradecido por haberlo curado el día de su rescate y YiXing se sintió lleno de algo muy cálido. Tao había hecho mucho más por él que simplemente curar una de sus heridas, le había salvado la vida. Cuando se lo dijo, Tao comenzó a llorar, conmovido, y YiXing entró en pánico sin saber qué hacer. Más tarde SuHo le había dicho que Tao era joven y emocional, que no debía preocuparse. Le contó que Tao era capaz de controlar el tiempo, podía detenerlo a voluntad, hacer que corriera más lento y más deprisa y elegir a quiénes afectaba la modificación, pero que su uso estropeaba el cuerpo de Tao, era un arma de doble filo, la energía necesaria para hacerlo lo lastimaba y agotaba, por lo que sólo lo hacía en casos importantes.
Eso le había dado qué pensar a YiXing, pues Tao había detenido el tiempo el día de su rescate. ¿Así de importante era que YiXing estuviese de su lado?
Nadie dijo nada sobre las habilidades del líder de la organización y poco le comentaron sobre LuHan, quien había aparecido esporádicamente en su mente en horarios prudentes, pero nada más.
En comparación con las destrezas demostradas, YiXing era un bebé. Todo el mundo le repetía una y otra vez que su habilidad era la más importante de todas, que tenerlo en el equipo les daba una ventaja increíble sobre cualquier otro, pues sus poderes eran algo nunca antes visto. YiXing podía curar y curar, su energía no parecía tener un límite. E.X.O.D.U.S. Se había llevado los informes sobre YiXing cuando completaron su misión de destruir a Rot, los detallados experimentos estaban guardados en un pendrive y contenían cada avance que YiXing hubiese hecho en aquellos años de cautiverio. Nunca los había leído, y no estaba seguro de querer hacerlo, pero SuHo insistió en que le permitiese explicarle lo que los científicos habían encontrado sobre su poder. En los tres años de ininterrumpidos estudios, los médicos habían detallado que ante el constante dolor, los neurotransmisores habían expresado que YiXing ya no percibía el dolor con la misma intensidad que los otros virtuosos, y mientras más fuese la exposición al dolor, mayor sería su resistencia. También, con la constante tarea de lastimarlo físicamente, YiXing había entrenado su poder inconscientemente, por lo que ahora podía curarse tres veces más rápido que cuando lo habían lastimado por primera vez. SuHo le dijo que ellos habían comenzado a probar algo nuevo en él, pero se referían a ello como “Condición del ángel”, y no habían llegado a redactar sobre ello para cuando fue el rescate, pero que parecía algo que YiXing podía desarrollar. Cuando SuHo señaló que tras las investigaciones se descubrió que la única forma de matarlo era cortando su cabeza (Y dejándola separada del cuerpo), YiXing tuvo el rápido recuerdo de una serie de días en los que fue baleado entre medio de los ojos. Recuperaba el conocimiento a las horas con una jaqueca momentánea y volvían a repetir el proceso, cambiaban el ángulo en que entraba la bala, cambiaban la zona en que se realizaba el disparo, a veces en su nuca, otras dentro de su boca, nada lo había asesinado. SuHo no profundizó más en su relato, pero le dijo a YiXing que él tendría que seguir entrenando su poder, pero esta vez en otros, lo cual significaba que personas inocentes debían ser lastimadas.
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Dos meses pasaron muy rápido, aún entrenaba sólo y con su escuadrón para aprender a coordinar todos los poderes y las particularidades de cada uno. Le habían dado a YiXing su propio uniforme diferencial. Aún tenía su pantalón y chalecos negros, la camiseta blanca con el escudo, pero había recibido un par de lentes irlens para los lugares luminosos y guantes de combate. Estos no tenían dedos, pero en la zona de los nudillos los habían reforzado con un duro metal. Era para hacer más efectivos sus puñetazos mientras se volvía más fuerte. Le habían dado su propio teléfono, su radio, un juego de cuchillos, su propia M9 y JongIn le había regalado un arco mongol negro que era precioso, con un juego de flechas de diferentes usos.
Había estado recibiendo complementos vitamínicos y SuHo lo había enviado a hacer una rutina en el gimnasio que desarrollara y fortaleciera sus músculos, por lo que ahora pasaba varias horas entrenando con pesas en muchos aparatos que aún no terminaba de comprender.
Dentro del tercer mes de entrenamiento, y ya mucho más sano y en forma, YiXing podía despertar cada día y mirar a su alrededor sintiéndose bienvenido y en casa. Desayunaba con todos los miembros del hogar, iba a sus lecciones con BaekHyun, cumplía un turno de cuatro horas en la tienda de música y luego iba a su entrenamiento profesional: los lunes eran armas de fuego y tácticas de defensa personal, KyungSoo era ayudante del profesor. Los martes era destreza en armas corto-punzantes y artes marciales, en este caso Tao ayudaba en la clase. Los miércoles eran de resistencia y clases de manejo, y XiuMin era el profesor, un atemorizante profesor. Los jueves eran de prácticas para escapar de un secuestro y la manera correcta de enfrentar una misión que fracasaba. Pero los viernes podía ir a casa directamente del trabajo, aunque YiXing utilizaba la noche del viernes para practicar arco con JongIn.
Esa noche habían ocupado una de las celdas enumeradas de la base de entrenamientos con JongIn. Cuando estaban cerca de cumplir una hora allí, la puerta se abrió haciendo temblar la realidad virtual que les mostraba el corazón de un bosque, árboles frondosos, troncos caídos, mucha vegetación y varios animales escurridizos. YiXing estaba agazapado en un matorral con una flecha preparada apuntando a una serpiente que bajaba lentamente sin predecir el peligro, pero al voltear hacia la puerta, que se materializó en la nada misma en el bosque falso, su mandíbula cayó en picada y al soltar la flecha, ésta voló seis metros por encima de la serpiente, perdiéndose en la copa de un árbol, lo que hizo que JongIn alzara una ceja, mirándolo desconcertado. En el umbral de la puerta estaba Kris, todo blanco y oro, majestuosamente de pie con las manos detrás de la espalda. Entró al bosque quedando totalmente en contraste con su apariencia tan efímera, sus ojos habían detectado a YiXing apenas había abierto la puerta, incluso si él estaba muy bien escondido y había logrado ocultar su presencia. El bosque tembló hasta desaparecer, mostrando el cuarto blanco. JongIn caminó hasta el centro y formó un saludo militar, su mano a la altura de la frente y se quedó en firmes. YiXing tardó un segundo más en reaccionar y seguir su protocolo, quedándose en firmes a su lado.
— Descansen, soldados — habló Kris y detrás de él apareció SuHo con su uniforme médico habitual.
— Buenas noches, Kris ha pedido presenciar la práctica de hoy, si no les molesta — dijo el más bajo de ambos con una amable sonrisa.
YiXing escuchó a JongIn exhalar una muy suave risa, no era realmente audible, pero parecía que había llegado a los oídos de todos. Le hizo pensar que le daba risa la frase de SuHo, probablemente porque de molestarles no había nada que pudieran hacer, Kris era de un rango mucho (muy) más superior.
Como JongIn parecía reacio a quitar la leve sonrisa que había formado y hablar, fue YiXing quien lo hizo, por lo bajo.
— Por supuesto, adelante — fue respetuoso, mirando directamente a Kris a los ojos. Era como el oro líquido y también estaban fijos en sus ojos claros, o eso parecía, era difícil saberlo a ciencia cierta debido a la ausencia de iris.
Creyó que SuHo se retiraría, pero en vez de eso se adentró al cuarto, cerrando la puerta y se quedó a la derecha de Kris mientras la realidad virtual de la habitación volvía a correr. El medio ambiente cambió, todo a su alrededor fluctuó hasta hacer aparecer una ciudad en el auge de la modernidad. Edificios altos a donde mirasen, calles, tráfico ruidoso. Lo observaban desde lo alto de un condominio. Estaban parados en lo que parecía la pista de aterrizaje de un helicóptero y, al prestar atención, YiXing escuchó el reconocible sonido de las hélices girando cerca de allí. Había muchísimo viento y un sol cegador en lo alto de un cielo sin nubes. YiXing sacó sus lentes irlens del bolsillo de su chaleco y se los colocó mientras el dolor le atravesaba las retinas hasta la parte trasera de la cabeza. JongIn giró sobre sus talones lentamente, entornando los ojos mientras inspeccionaba. Era una técnica que le habían enseñado a YiXing también, cuando uno debía encontrar el peligro o localizar una presa, se debía girar lentamente en su propio eje, prestando una profunda atención a cada detalle que pudiera llamar la atención, reconociendo el terreno como si fuese un animal. Habían estado entrenando sin micrófonos, pues era simple arquería, por lo que una voz en off sonó de la nada.
“Un grupo de helicópteros enemigos se dirigen hacia su ubicación con armas de fuego, dispuestos a eliminarlos. No los dejen entrar en su rango de tiro, no los dejen aterrizar, no deben haber sobrevivientes”.
La visión de ambos era mejor en la oscuridad del bosque en el que habían estado practicando, este nuevo escenario luminoso y expuesto los hizo sentir inseguros en un santiamén.
Por instinto, JongIn y YiXing se juntaron, pegando espalda con espalda mientras primero se encargaban de localizar la dirección en que los helicópteros se acercaban. JongIn gozaba de mucha más experiencia y fue el primero en ir hacia el filo del edificio, al este y lanzarse al piso al llegar a la cornisa, YiXing lo siguió, agazapado y se puso en cuclillas a su lado, observando lo que el otro había localizado. Eran tres vehículos aéreos, se acercaban con las armas a la vista, listas, rodeando un edificio. Su vuelo era bajo, no se alzaban sobre ellos sino por debajo, eso era una ventaja, pues su única defensa era el suelo. En su posición en cuclillas, YiXing cargó su arco con una flecha de color rojo, quería decir que estaba cargada con explosivos, siempre llevaba diferente tipos de flechas en la funda. Cerró un ojo, calculando el desvío que tendría la flecha debido al viento y tras unos segundos, disparó; el explosivo surcó el aire a gran velocidad e impactó sobre el vidrio del parabrisas, al segundo estalló, provocando que el helicóptero virara vertiginosamente y se estrellase contra el edificio a su derecha. JongIn había hecho lo propio con el segundo, que ardía en el suelo, lejos de ellos. Ambos apuntaron al tercero con ojos atentos, estaban separados uno del otro por dos metros y YiXing apenas lo distinguía de reojo. Tomaba altura, acercándose, YiXing estaba seguro de que dispararían al mismo segundo, pues generalmente tardaban exactamente lo mismo en lograr el mejor ángulo de disparo, pero cuando él dejó salir su flecha, JongIn desapareció con un chasquido más allá. El helicóptero estalló al mismo tiempo en que por fin YiXing se daba cuenta de que había cometido un error, a su espalda escuchó una lluvia de disparos que comenzó a regar el piso, cuando giró el cuerpo, JongIn aparecía detrás de él, su rostro mirándolo, sus manos abriendo el chaleco, fabricado con un material anti-balas. Lo miró con los ojos negros en una expresión de disculpa y bajó la cabeza cuando las balas alcanzaron sus cuerpos, YiXing agazapándose en un reflejo. JongIn cayó de rodillas con una mueca de dolor cuando la lluvia pasó. Las balas eran una ilusión, programadas para hacerle creer a tu cerebro que estaban lastimándote, pero no era real, sin embargo, se tardaba un rato en asimilar que nada había pasado, mientras tanto el dolor podía ser muy convincente, por lo que YiXing extendió las manos en su dirección instintivamente, percibiendo el dolor ajeno en su propio cuerpo.
— No… El helicóptero, destrúyelo — gruñó JongIn, sosteniéndose la zona posterior de los muslos, aunque no encontraría sangre.
YiXing alzó el arco con la respiración agitada, tenía la visión de los ojos de JongIn cuando se interpuso entre él y las balas, y sólo se demoró dos segundos en lanzar una nueva flecha que se enterró en la zona baja de la nave, haciendo estallar la misma, que se perdió de vista cuando cayó en picada hacia un lado del edificio en que estaban.
“Simulacro terminado”.
Todo a su alrededor tembló y desapareció, devolviéndolos a la habitación blanca. YiXing le extendió una mano a JongIn para ayudarlo a ponerse de pie, ya no percibía el dolor del cuerpo adverso y el muchacho se puso de pie al tomar su mano, en toda su altura, con un porte orgulloso y sus ojos eran fríos cuando se escuchó un leve aplauso. Al voltear, se encontraron a SuHo felicitándolos con una sonrisa.
— Eso ha estado muy bien, gran trabajo de equipo, has pensado muy rápido Kai, protegiendo a Lay de esa manera.
YiXing miró a JongIn de soslayo, él solo asintió. Devolvió la mirada al frente y vio a Kris, también se había acercado a ellos, pero no lucía animado en lo absoluto. Habló con un fuerte tono autoritario, la voz gruesa.
— Llevas ocho años en esta organización, Kai, ¿Puedes decirme por qué no descubriste la amenaza antes? ¿No era una trampa muy obvia?
El aludido sacó pecho al hablar, pero lo hizo en un tono respetuoso.
— Ignoré la seriedad del entrenamiento, señor. No creí encontrarme con una trampa en una simple práctica de arquería con Lay, solemos utilizar escenarios de baja inteligencia artificial, señor.
— Ya no habrá ese tipo de prácticas, Lay debe entrenar más duro — hizo una pausa en la que sus dorados ojos viajaron hasta los de YiXing. — ¿Por qué lo has protegido, soldado? — Kris fue determinante y la última pregunta se formuló algo más lenta, como un profesor que pone a prueba a su alumno.
— Porque la vida de Lay es más valiosa que la mía, señor — exclamó JongIn sin vacilar, como si estuviese citando un antiguo mandamiento, la vista al frente. YiXing lo miró horrorizado, abriendo la boca para protestar, pero Kris ya estaba hablando otra vez.
— Así es, así que si tu experiencia en esta guerra no puede salvarlos a ambos, procura que él sea el sobreviviente.
— Sí, señor — y había tanta convicción en aquella afirmación que YiXing se sintió mareado.
Tras un momento de silencio, SuHo volvió a hablar, ya no tenía aquella pequeña melodía alegre en su voz.
— Pueden descansar, suficiente práctica de arquería por hoy, Kai. Vayan a casa — y tras una inclinación de sus cabezas, se voltearon, dejando a un rojo YiXing que mantenía los puños cerrados mientras salían de la sala.
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Ignoraba todas las clases de etiqueta que KyungSoo le había dado mientras corría por el pasillo, le importaba una mierda. Cuando alcanzó a Kris y a SuHo, ambos caminaban lado a lado hablando por lo bajo, Kris debiendo inclinar su rostro para mantener el contacto visual con el otro, lo cual demostraba que el respeto era mutuo.
— ¡Espere! — YiXing exclamó, no solía alzar la voz por lo que se sorprendió a sí mismo. — ¡Kris!
El aludido se detuvo en seco, enderezando el rostro, como si lo hubiesen pinchado con algo y se volteó lentamente, las manos detrás de la espalda, la capa blanca ondeando débilmente detrás de él. SuHo parecía alarmado y se adelantó algunos pasos.
— ¿Qué sucede, Lay? — inquirió, interviniendo, pero YiXing lo ignoró, mirando directamente a los ojos brillantes de Kris.
— No puede… — dijo sin aliento, deteniéndose frente al hombre alto. — No puede pedirle a mis compañeros que mueran por mí, es una locura – su voz salió fluida y puntual, no solía hablar así frente a sus compañeros de equipo, y no estaba seguro de si la ira en su pecho tenía que ver con ello. Aunque, si lo analizase un poco más, no era ira, era miedo.
Por la expresión de SuHo supo que acababa de hacer algo realmente malo.
— Soldado, esa no es forma de dirigirse a un superior y no se le permitirá ninguna falta de respeto — SuHo dijo en una voz tan fría e innatural en él, que creyó que lo había dicho alguien más. — Ponte en firmes cuando hables con un Trono y dirígete a él como “señor” todo el tiempo. ¿Tienes alguna queja sobre el modo en que funciona el protocolo impuesto en E.X.O.D.U.S.? Existe un libro de quejas en la administración y tus sugerencias serán escuchadas, como la de todos. No creas, ni por un segundo que eres igual a tus superiores o que tienes la libertad de dirigirte a ellos como si se tratase de un amigo — el discurso fue estridente y al punto, hizo que la boca de YiXing se sellara con concreto. — Regresa a la cúpula inmediatamente.
YiXing hizo una marcada venia y cuando se enderezó, un segundo antes de voltearse, sus ojos encontraron a los de Kris, inexpresivo oro líquido sin pupila alguna, y un puño en su estómago tiró hacia delante, pero YiXing mantuvo el equilibrio, colocando una mano en el centro de su vientre, los labios separados en sorpresa. Kris frunció el ceño, el porte neutro roto y se volteó sin esperar a SuHo, comenzando a alejarse. Mientras más espacio entre ellos había, menos sentía YiXing aquel hilo que tiraba de él. Parpadeó confuso mientras se volteaba y se fue al refugio con muchos sentimientos encontrados.
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“Aquí se toman muy en serio las normas. No te sientas mal, YiXing.”
La voz de LuHan viajó a él en la oscuridad de su habitación. Había dicho que no tenía hambre y se había encerrado en su cuarto, sumido en la oscuridad, observando el techo, los brazos detrás de su cabeza.
“— En Aarus había sólo tres jerarquías. Healers comunes y corrientes: trabajadores, obreros, cazadores, etc.; healers eruditos: profesores, médicos, científicos, espiritistas; y el Healer líder de la aldea: Xu Fu. Nosotros prestamos respeto a la sabiduría, el conocimiento, a nada más. Me cuesta familiarizarme con sus costumbres.”
“ Sus costumbres son extrañas, yo mismo no las comprendo, pero, ellos no dejan nada al azar. Cuando te llevaron al despacho de Kris sabían que serían atacados, no sabían por quiénes, pero fueron preparados para luchar. Ellos quieren demostrarte algo, YiXing. Quieren que veas y vivas la experiencia, porque una imagen vale más que mil palabras. Quieren demostrarte que morirían por ti, que están dispuestos a protegerte hasta el final.”
YiXing se mordió el labio con mucha fuerza, rompió la piel, pero ésta se regeneró al instante en que liberó su labio. Era esa determinación lo que lo ponía tan enfermo.
“— Yo no quiero que nadie muera por mí… Yo no puedo morir, no necesito que alguien lo haga por mí.”
“No pueden perderte, no temen que te maten, temen que te secuestren nuevamente. Que te hagan pasar por los experimentos otra vez, que logren hacerte cooperar en misiones que perjudiquen nuestra postura en la guerra.”
YiXing miró el techo, las aletas del ventilador giraban lentamente.
“— Pero, nosotros somos los buenos. ¿Verdad?”
“En la guerra no siempre hay buenos y malos, es mucho más complicado que eso…”
La presencia de LuHan desapareció como si alguien hubiese interrumpido su charla y YiXing suspiró profundamente. Se puso de pie y decidió bajar a la cocina por un bocadillo antes de intentar dormir. El pasillo de las habitaciones estaba a oscuras, pero eso no era inconveniente para sus ojos nocturnos. Estaba bajando las escaleras cuando las voces de los demás llegaron hasta sus oídos. Estaban en la cocina, reconoció las voces de ChanYeol, KyungSoo y JongIn. Él no habría hecho algo tan descortés como escuchar a escondidas si no fuera porque se dio cuenta de que hablaban de él.
— … Y eso es increíble, pero no es suficiente, YiXing debe presentar el examen para Principado en dos semanas — ese era ChanYeol.
— Ha estado en cautiverio, y los suyos no están hechos para luchar, no puedes culparlo — dijo KyungSoo, su voz sonaba cansada.
— Él no es malo, sólo débil — acotó JongIn. — Tiene gran destreza, pero su fuerza es nula y su mente no ha perdido la inocencia incluso luego del infierno que ha pasado. Eso es malo en un soldado, no podrá seguir órdenes sin vacilar.
— Todos tuvimos problemas para seguir órdenes sin cuestionarlas las primeras veces. MinSeok me hizo asesinar a un hombre que no conocía con mis propios puños en mi examen de Principado y no pude comer durante semanas luego de eso. Siempre dudamos — siguió apostillando KyungSoo.
— Pero ahora puedes partirle el cuello a cualquiera si así lo dicta una orden y lograr dormir durante la noche, YiXing jamás logrará hacer eso — retrucó ChanYeol. — No es su culpa, está en su naturaleza, no sirve para la ofensiva y eso no es malo, sólo digo que no logrará aprobar el examen sirviendo sólo en la defensiva. Necesitamos que sea un Principado, que se una a las misiones, que sirva en la guerra, Kris cuenta con eso.
— YiXing es como un niño pequeño, tú mismo lo has consolado y mimado a tu manera, ChanYeol, él crecerá aquí más lento que nosotros, pero lo hará — KyungSoo lo dijo en un susurro, pero YiXing lo escuchó de todas formas. — Si él desaprueba lo hará mejor la próxima vez, y si desaprueba nuevamente lo logrará a la tercera.
— Y sino, servirá en las instalaciones médicas, como el mejor doctor del mundo — dijo JongIn.
— Si no sirve en la guerra, SuHo se encargará de utilizarlo, trabajará en él hasta conseguir ese suero con el que está obsesionado. Su informe decía que sabía por qué Rot no había conseguido sustraer el don de YiXing, está seguro de que puede. ¿Pero a qué costo? — ChanYeol sonaba pesimista.
El corazón de YiXing dio un vuelco muy brusco que le cortó la respiración unos segundos. El lejano sonido del taladro repiqueteó contra sus oídos.
— Kris no lo permitirá — para sorpresa de YiXing, fue JongIn quien lo dijo. — No permitirá que YiXing vuelva al laboratorio.
— ¿Cómo demonios sabes eso? — ChanYeol sonaba legítimamente confuso.
— Ni idea, sólo lo sé, amigo.
YiXing se puso de pie en la escalera y regresó a su cuarto, teniendo suficiente de aquella charla que no debía haber escuchado de todas formas.
Se sentía pesado, como si aquel día hubiese sido el más largo de su corta vida. Nadie confiaba en que él lograse aprobar el examen para el cual se había estado preparando y quizá tuvieran razón.
En Aarus no se peleaba, ni siquiera se discutía, todos los conflictos de intereses se resolvían en un debate lógico y pacífico. Nunca, en toda su vida, había tenido que utilizar la fuerza bruta, sus padres habían sido eruditos, ni siquiera habían tenido que trabajar la tierra. Se acostó en su cama con el pecho doliéndole ante el recuerdo de sus padres, se metió debajo de las mantas y se cubrió entero con ellas, formando un escudo, no para repeler algo de afuera, sino que ese escudo evitaba que se rompiera en pedazos.
Escuchó pasos detrás de su puerta y alguien la abrió lentamente, sin querer hacer ruido. Supuso que uno de los chicos se asomó a chequear si él dormía y luego la puerta volvió a cerrarse, los pasos alejándose por el pasillo.
Lo creían débil, y lo era, tener esa clase de reacción ante lo escuchado lo comprobaba, YiXing era débil. Era asustadizo, tenía muchos problemas psicológicos y la bondad inexorable de un jodido perrito. Se hundió en la cama, rechinando los dientes con furia.
“—¿LuHan?”
LuHan no acudió a su llamado, tampoco sintió su presencia, él simplemente no vino a su mente. YiXing estaba solo.
Tan pronto como ese pensamiento se instaló en su cabeza, sintió el ya conocido tirón en su abdomen, a la altura de su ombligo. Eso hizo que dejara de tensarse, estirando las extremidades en la cama. El jalón volvió a disiparse, fue sólo algo sutil, como un recordatorio.
“Kris no lo permitirá… No permitirá que YiXing vuelva al laboratorio.”
En la oscuridad de sus párpados, YiXing vio fuego arder, no como el fuego de ChanYeol, más lleno de naranja, éste era fuero dorado, fuego casi blanco que brillaba intensamente sin dañar sus ojos, un fuego que no hería la piel y sin embargo hacía sentir su cuerpo cálido, reconfortado, como si el fuego fluyera por sus venas como su poder al sanar. Se sentía somnoliento, pero eso no evitó que una imagen pasara por su mente, el fuego convirtiéndose en oro líquido, inyectándose en su sistema sanguíneo, recorriendo en carrera por sus venas, volviéndolas un circuito reforzado y vital. Sintiéndose cada vez más cerca del sueño, YiXing ignoró el resplandor en su cuerpo, como si su cuerpo estuviese intentando sanar a alguien. El fuego lo recorrió como una película y tuvo la sensación de que el oro se fundía en su sangre, su sangre volviéndose una con la aleación.
Estaba tan cómodo… antes de caer en la inconsciencia, un par de ojos llamearon entre la nebulosa oscuridad, dorado brillante, tan cálidos como el fuego que lo había consumido. Entonces se durmió, tranquilo y arrullado.
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[Continúa en Capítulo 6: La Élite de los Ángeles]