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[EXO - OT12) Sangre Bendita por I_feel_that_

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Notas del capitulo:

Por primera vez en mi corta vida de escritora de fanfics, el capitulo no se retrasó por mi culpa. (TAN, TAN, TAAAAAN.) Pueden ir y tirarles piedras a mis betas, tienen vidas muy ocupadas. (?)

Yo no sé si es que escribo peor con los años, o si son ellas las que se volvieron más estrictas. La cantidad de arreglos de este capítulo me hace pensar seriamente que mejor debería dedicarme a matar cerdos en el Minecraft por el resto de mi existencia. (?)

Por lo que este capítulo debería ser considerado como el más impecable de todos los capitulos, más limpio que cualquiera resultado final de Sinapsis. Así que... ¡Muchas gracias a mis dos hermosas e increíblemente sexys editoras! Detrás de una gran escritora hay una (Incluso más) gran beta-reader. ♥

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Paulatinamente vamos soltando información importante ¡A leer!



Worli.

Sangre Bendita
Capítulo dos: Las Torres de Cristal.

Quizás en los últimos años había dormido entre pesadillas, con el corazón encogido, el miedo sobre la piel, quemando como el hielo, sin saber qué le ocurriría al día siguiente. O quizás que hacía mucho tiempo que no se sentía a salvo, a gusto y meramente tranquilo. O tal vez, simplemente, habían sido muchos sucesos para su agotada mente pero aunque YiXing percibía que estaba siendo cargado, no era capaz de abrir los ojos. Fue vagamente consciente de los sonidos, voces lejanas, pasos sobre madera, su rostro estaba pegado a un cálido torso mientras lo cargaban, pero todo se desvanecía sin lograr tener una forma real.

— Está mucho más delgado de lo que LuHan había dicho… los healers pueden morir de hambre.
—Está bien hidratado, eso es lo que importa.
— Suminístrenle suero.

YiXing notó una última cosa antes de volver a hundirse en la oscuridad, algo tan pequeño e insignificante, que la pesadez se instaló en su pecho cuando notó cuánto había extrañado el gesto.
Alguien estaba acariciando su frente, peinando los cabellos hacia atrás, era casi maternal.

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Abrió los párpados muy despacio, la mente aletargada por el sueño no proyectó todos sus recuerdos sino hasta que su pulso se aceleró, creyendo que seguía en su celda. Pero no, estaba sobre un colchón cómodo, una almohada mullida debajo de su cabeza y lo cubrían una serie de frazadas limpias. Estaba oscuro, pero YiXing ahora tenía una excepcional visión nocturna y observó su alrededor con determinada concentración. Se trataba de una habitación pequeña, una ventana a su izquierda con blancas cortinas cerradas y en frente una TV apagada. A su lado, cerca de la ventana, un gran aparato iba marcando sus pulsaciones con un leve sonido, cables aquí y allá y en su muñeca un delgado tubo que le infundía un líquido transparente. Giró el rostro hacia el lado contrario y dio un pequeño brinco, no estaba solo. Parpadeó varias veces y reconoció a KyungSoo, dormido de cualquier manera en un pequeño sillón, sus piernas recargadas y abrazadas por sus brazos. Parecía muy entrada la noche, YiXing lo supo por los sonidos del exterior, algo que le llenó el corazón de un intenso vigor. “El exterior”.
Se sentó con mucho cuidado, al parecer había estado recostado durante mucho tiempo, su espalda dolía por la posición,  ahora que se encontraba erguido podía notar nuevas cosas, como que alguien había dejado una bandeja con alimentos en una mesita más allá, que a su derecha había una puerta y podía escuchar pasos de vez en cuando desde detrás de ella. Sin duda se trataba de la habitación de un hospital. Alguien le había quitado las prendas ensangrentadas y traía un simple pijama de franela celeste. Además, le habían sujetado el largo cabello en la nuca. Se miró las manos y notó que habían cortado sus uñas, se quedó mirándolas algunos segundos, curioso.

— Se rasca mucho dormido y farfulla, no dejaba de arañarse, estaban realmente largas así que las cortamos. Sabemos que sana por sí mismo, pero no nos pareció correcto dejar que se rasguñara… —YiXing dio un nuevo brinco y miró hacia el sillón, KyungSoo había despertado y lo miraba con un rostro adormilado. Se estiró en su asiento, bostezando amplio y se sentó derecho. — Hola, señor Zhang. ¿Ha dormido bien?

Incluso antes de intentarlo, YiXing supo que no podría hablar, lo sentía en el pecho, las palabras atadas a la garganta. ¿Qué tan dañada debía estar su psiquis para que su cuerpo reaccionase de aquella forma? Con sus manos gesticuló, pidiéndole a KyungSoo algo para escribir. El muchacho lo miró confundido y se movió vacilante hasta un mueble que YiXing no había visto al estar detrás del sillón donde el chico descansaba y le trajo un block de notas con un lápiz.

 —Kris tenía razón… él dijo que nos pediría algo para escribir. —Acotó con la voz suave, observándolo con sus grandes ojos llenos de interés.

YiXing apretó un poco los labios mientras le devolvía la mirada, se había desacostumbrado a la gentileza, pues KyungSoo lo ponía algo incómodo a la vez que lo llenaba de una sensación de afecto. Los de su raza eran así, sentían antes de pensar.
Se concentró en su escritura, trazando las letras con la mayor prolijidad posible y al terminar se lo mostró a KyungSoo.

“Lo siento, por el momento no soy capaz de hablar, por desgracia no sé explicar el motivo.”

- No se preocupe, señor Zhang. Como Tao siempre dice: Todo a su debido tiempo. Por lo pronto, nos alegra mucho que se encuentre bien, temíamos llegar muy tarde, aunque LuHan nos aseguraba que usted se encontraba bien. Bueno… “bien” dentro de sus circunstancias. Y estamos muy contentos de tenerlo aquí. –KyungSoo tenía una voz suave y melódica, y en aquellos momentos, no parecía estar tomando aire mientras hablaba sin pausa alguna. YiXing levantó una mano para detenerlo, volviendo a su tarea de escribir.

“Antes que continúes, es un placer conocerte KyungSoo, puedes llamarme YiXing y hablarme informalmente. Tengo mucho que decir, mucho más por preguntar, pero primero: Muchas gracias por haberme salvado la vida.”

Lo había escrito con tanta gratitud que sus manos temblaban un poco cuando giró el block para que el otro chico pudiera leer. KyungSoo le devolvió la mirada al terminar y lo vio apretar los labios mientras sus ojos se volvían brillantes.

- Por favor, YiXing… no nos agradezcas… Nuestra gratitud es aún mayor.



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YiXing se enteró que estaba en el ala oeste de la base de operaciones del grupo que lo había rescatado de la prisión en la que lo mantenían. Se había encargado de gastar muchos papeles llenando de preguntas a KyungSoo y JongIn, que se turnaban para hacerle compañía, pero no había obtenido muchas respuestas reales, ambos le decían que podría hacer todas las preguntas que quisiese a Kris cuando se reuniese con él y que aún era pronto para cargarlo de información, le recomendaban descansar, pero él había pasado los últimos tres años en una camilla.
Tenía que admitir que prefería a KyungSoo que a JongIn, no era que el último fuese malo, pero había algo en él que lo ponía nervioso, como si JongIn tuviese la capacidad de destruirlo todo si así lo desease, pero simplemente tenía cierta inclinación por el bien, podía notarlo por la manera en la que hablaba de la vida, incluso por la manera en que hablaba de KyungSoo y otros tantos nombres que no conocía. Los healers eran seres de percibir y sentir, no conocían a las personas por su mente, como la mayoría, guiados por el esquema mundial de psicología; ellos llevaban todo a un nivel más espiritual. Sin embargo, JongIn resultaba gracioso y YiXing casi no recordaba cómo se escuchaba su risa antes de que el muchacho alto lo hiciese reír nuevamente.

— ¿Quieres que te corte el cabello? —Preguntó un día JongIn, estaba desparramado en el pequeño sillón del acompañante, lanzando una bola plateada el techo y volviéndola a atrapar al caer, YiXing no sabía qué era, parecía algo líquido que había sido condensado.— Y podría quitarte esa barba. No te ofendas, amigo, pero parece como si hubieras naufragado en una isla desierta.

YiXing se pasó los largos y delicados dedos por su mentón y aquella barba que a veces olvidaba que estaba allí. Asintió, aunque miró al otro chico con recelo.

“¿Eres barbero, JongIn?”

- No, pero yo mismo corto mi cabello y me afeito cada día, porque no todos tenemos esos genes casi lampiños de ustedes. ¿Sabes? Podría ser un hombre lobo si no fuera porque destruyeron la enfermedad lupina hace siglos.

Bajó el block de notas donde había escrito y se encogió de hombros. Ya no tenía el suero y había comenzado a comer la deliciosa comida que le traían cada día, no recordaba haber tenido tantas ganas de comer en su vida, todo parecía más delicioso en esas circunstancias. Había ganado peso y su semblante estaba mucho mejor. Se quitó la camiseta y se movió por su cama hasta bajar de ella. JongIn lo guió al cuarto de baño que había estado utilizando esos días y lo acomodó frente al espejo, sentándolo en una de las banquetas blancas que había en el pasillo del área de enfermería y la cual JongIn había hurtado.
YiXing supo entonces que JongIn no se hubiese ofrecido si no hubiese estado seguro de que podría hacer aquello a la perfección.  Era ese tipo de persona, no se metía en lo que no era su terreno. Una hora más tarde, YiXing tenía la piel de la mandíbula, el cuello y las mejillas suave y lisa con su palidez natural y acariciarla con los dedos fue una sensación de pulcritud que lo inundó de un placer inocente. También había cortado su cabello, mucho, su nuca estaba rapada (JongIn utilizó una navaja, lo cual hizo el proceso algo doloroso, aunque YiXing ya no percibía el dolor como los demás). Ahora tenía el cabello corto y prolijo, oscuro y sedoso. Le sonrió tan radiante cuando contempló el trabajo final que JongIn se le quedó mirando de hito en hito durante algunos segundos.

—Vaya… Así que era cierto, los de tu raza son realmente hermosos.

 

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En la semana y media que había estado en su habitación del área de enfermería, YiXing había mantenido la ventana bien abierta (y) el sol entraba a raudales con un aroma primaveral. Estaba a unos seis pisos de altura y podía ver verdes praderas, árboles y montañas al sur, lejos. Pero lo que más llamaba su atención eran dos torres altas y brillantes. Eran de cristal limpio y transparente que relucía con el reflejo del sol. Estaban una al lado de la otra a una distancia de un kilómetro, se unían en la base por una cúpula del mismo material. Preguntó qué eran varias veces, pero los muchachos insistían en que dirigiera las preguntas a Kris. Lo había escuchado nombrar varias veces, al parecer era un hombre muy ocupado.
Era el día de su alta, por eso YiXing se encontraba vestido con ropa nueva que le había traído KyungSoo el día anterior, era como la de él, pantalones ajustados y elastizados negros (“Prácticos” había dicho él), una camiseta blanca de manga corta y cuello redondo que tenía un escudo de armas en el lado izquierdo del pecho, sobre el corazón. Eran varios elementos naturales distribuidos en cuatro sectores atravesados por dos espadas, como la mayoría de estos escudos, y tenía un lema en la parte inferior: “Nos unum sumus”, y por encima un chaleco de resistente cuero negro con un montón de bolsillos y ranuras donde colocar objetos. “Armas”, pensó YiXing. Todo en ellos dictaba que debían saber utilizar armas.
Justo cuando estaba abrochando los duros y resistentes borsegos nuevos, alguien golpeó la puerta. Supo que no se trataba de JongIn porque él no golpeaba, sólo se limitaba a entrar y murmurar un vago “Lo siento” si YiXing estaba cambiándose de ropa. Pero, en vez de KyungSoo, al abrir la puerta se encontró con un cuerpo alto y delgado que terminaba en un furioso cabello rojo.

— Hey, cuánto tiempo, amigo. ¿Qué tal has descansado? —Era ChanYeol, YiXing lo recordaba más bien por su peculiar voz, siempre profunda, ya que aquella vez el muchacho alto había estado manchado de cenizas, humo y tenía un pañuelo negro que le cubría el mentón. Su lacio cabello estaba peinado hacia arriba, parecían llamas y sus ojos eran del color del vino tinto, vivaces con sus pupilas rodeadas de un aro dorado oscuro. Era como si el interior de ChanYeol estuviese ardiendo, incluso su presencia emanaba calor. “Un Hijo del Fuego”, pensó. Las personas como ChanYeol, o él mismo, eran reconocibles debido a su aspecto físico, las razas eran diferentes y únicas a su manera. KyungSoo tenía unos enormes ojos del color de la tierra seca, sus manos eran ásperas pero su voz suave, su porte era gentil y su cabello del color de la arena mojada, tez pálida. Era como estar viendo a la Madre Tierra, todo él gritaba “paz”, pero los ángulos de su rostro contaban de cuánto poder era poseedor, un Hijo de la Tierra.
En cambio, JongIn, era como observar las sombras. Su cabello negro viejo, como si estuviese manchado de polvo pero limpio a la vez, un negro gastado con los años; su pupila fusionada con el iris, un negro profundo que te absorbía, como túneles que te transportaban hacia el caos. Tal y como había percibido siempre, JongIn era capaz de destruirlo todo si lo deseaba. Su rostro cuadrado y tez oscura hablaban de una raza desconocida, YiXing no sabía de dónde venía, casi nada sabía de los teleporters, más que lo que había visto hacer a JongIn el primer día que lo conoció.
Y estaba él, sus ojos celestes como el cielo cuando amanecía, un celeste gélido, aunque cargados de la sabiduría y amabilidad de los suyos. Su piel blanca que se satinaba al usar sus poderes, comenzando a refulgir levemente. Su cabello oscuro, negro azulado. Rostro suave, dedos delicados, manos gentiles.
ChanYeol entró a su cuarto y al girar la cabeza YiXing pudo observar que llevaba un pendiente en la oreja derecha con la forma de una pluma. Parecía estar buscando algo con la mirada.

— Oh, es verdad, nada de equipaje que cargar. —Dijo y volvió la mirada a YiXing que mantenía sujeto en su brazo el block de notas y el lápiz que había utilizado desde el primer día. — Mejor, me encanta viajar ligero. —Acotó y formó una sonrisa gigante con grandes dientes, que le daban un aspecto algo hilarante.

YiXing había comenzado a escribir “¿A dónde vamos?”, pero ChanYeol ya había cruzado la puerta del cuarto y debió correr para seguirle el paso de sus largas piernas. ChanYeol debía medir 1,85mt  y él era unos siete centímetros más bajo, de una altura media. La enfermera que lo había asistido esos días lo había estado ayudando con la sensibilidad de sus ojos mediante unos ejercicios, exponiéndolo a la luz de manera progresiva, ahora era capaz de estar bajo el fulgor y tener sus ojos abiertos, aunque seguía sin poder ver directamente hacia la fuente del brillo. El sol aún era un problema pero seguiría mejorando. Caminaba tras ChanYeol por el conocido pasillo del ala de enfermería, pero el muchacho lo hizo detener frente un ascensor a su izquierda.

— ¿Emocionado por salir? Imagino que luego de todo ese tiempo en cautiverio estar en aquella cama postrado debió ser una segunda pesadilla. —Acotó animadamente el más alto, bajando el rostro para verle.

Él quería expresar que no lo había sentido así, aunque había experimentado mucha ansiedad, era un cambio. Luego de tres años de la misma y tortuosa rutina, era un cambio y para mejor. En realidad YiXing estaba muy agradecido, incluso si estas personas comenzaban a experimentar con él, no dejaría de estar agradecido. Garabateó en el block de notas mientras ingresaban al elevador.

“Me mantuvieron en cama porque estaban cuidando de mí, nutriéndome y permitiéndome dormir cómodamente. Estoy infinitamente agradecido por ello.”

ChanYeol leyó con velocidad y sus labios se tensaron, apretándose. Todo el mundo parecía enternecerse con él, no estaba seguro de si la sensación le agradaba o enfadaba.  Movió una de sus manos de largos dedos y le peinó el corto cabello a YiXing hacia atrás, una caricia simple que decantó en dos golpecitos suaves en la cima de su cabeza.

— Eres un hombre valiente, YiXing. Muchas otras personas hubiesen perdido la razón hace muchísimo tiempo. Eres uno en un millón. —Le aseguró con afecto en la voz y retiró su mano en el momento en que el ascensor detuvo su descenso y dejó al descubierto un elegante hall de recepción con personas en trajes blancos yendo de aquí para allá. Reconoció a la mujer de unos cuarenta y tantos que había cuidado de él y de inmediato sonrió, alzando la mano y agitándola en el aire mientras salían del cubículo, agradecido de no tener que dar una respuesta sobre su estadía en prisión.

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ChanYeol lo condujo fuera del hall y se encontraron en la parte superior de unas largas escaleras de mármol que los conducían a un camino empedrado. No tenía ni idea de dónde se encontraba, no había casas a la vista, ni edificios, sólo una carretera que se curvaba hacia las montañas que YiXing había visto antes y el otro extremo se perdía en el horizonte y los árboles.

— La mayor parte del tiempo nos manejamos bajo tierra. —Dijo de pronto ChanYeol, interrumpiendo su ensoñación. —Podríamos ir por el túnel que une el área de enfermería con el centro de la base, pero… —Le extendió un par de anteojos de sol. — Me pareció que querrías disfrutar un poco del exterior. —Y formó nuevamente esa sonrisa enorme que le muestra todos los dientes. YiXing le respondió el gesto, sonriendo a su vez y se colocó los lentes de sol, gesticulando un “gracias” con los labios y al bajar el primer paso por la amplia escalera el sol cayó sobre su cabello negro azulado y le hizo entornar los párpados incluso detrás de aquellos lentes. Sin embargo, la sensación del sol sobre su piel era de lo más vitalizante, era como sentir energía pura corriendo por sus nervios. Ambos descendieron hasta la calzada de la carretera y YiXing miró de lado a lado, claramente curioso.

— Ah, no. No iremos por la carretera y no iremos a pie. —Como si hubiese estado coreografiado, un jeep idéntico al que había rescatado a YiXing semanas atrás apareció por un lado del alto edificio del área de enfermería, andando por el césped en vez de utilizar la carretera. No llevaba el techo cubierto y el muchacho que conducía andaba a la intemperie con anteojos de sol y una simple camiseta sin mangas, aunque llevaba el chaleco del uniforme con algunas cosas que YiXing no identificaba en los bolsillos. El auto se detuvo a un lado de ellos y el conductor alzó la mano. — YiXing, este es MinSeok hyung. MinSeok, este es el famoso YiXing.

MinSeok alzó las gafas y las acomodó sobre su cabello rubio platinado, crespo y con friz y se alzó en su asiento, apoyando los brazos en el borde de parabrisas recto. Observó a YiXing con una amable sonrisa en forma de fauces gatunas y al sonreír descubrió que sus colmillos eran más largos y afilados que los de cualquier persona normal, hacían juego con sus ojos, muy rasgados y de aspecto felinos.

- Es un gran placer conocerte, Zhang YiXing. –Dijo con una voz firme y se inclinó para estrechar su mano a modo de saludo. Al acercarse, YiXing notó que sus ojos eran de un color verde gélido, estaban veteados con blanco y parecían tallados en piedra. Cuando juntaron sus manos para estrecharlas, descubrió la piel de sus dedos congelada, literalmente estaba helada, su palma era algo más cálida, aunque aún la sentía fría. Su rostro debió expresar su sorpresa, ya que MinSeok le soltó rápidamente. — Lo siento, usualmente llevo guantes… pero estoy asándome.

YiXing se observó la palma de la mano, como si buscase rastros de escarcha en ella y luego miró de nuevo al frío muchacho. No harían más de 23 grados, ¿Cómo podía decir que estaba asándose? Incluso le parecía que su camiseta sin mangas era algo exagerado, la brisa era fresca, aún se sentía el final del invierno.

 —Muy bien, llevemos a YiXing de una vez, debe haber hecho una lista mental kilométrica de preguntas que requieren respuestas. —Dijo ChanYeol subiendo de un salto al asiento del copiloto, y él subió detrás, sentándose en medio para poder apreciar mejor el camino. Se moría por preguntar a dónde iban. MinSeok se había vuelto a establecer y arrancaba el auto con una destreza mayor que la que había mostrado ChanYeol, como si el vehículo fuese una parte de su cuerpo, una extensión. Y la velocidad fue de vértigo. YiXing quedó pegado al asiento mientras las grandes ruedas del jeep los hacían dar sacudones. Notó que se alejaban las montañas, encaminados en línea recta hacia las dos Torres de Cristal, miró maravillado su extensión mientras se acercaban lentamente.

— XiuMin a base, cambio. —Escuchó a MinSeok hablar, acercando la boca al pecho de su chaleco casi sin mirar el camino. Una voz masculina respondió al instante. —Solicito acceso a la puerta B1 de la Torre de Uriel. —Indicó mientras aceleraba en un sector plano de la ladera, haciendo que YiXing sintiese vértigo en el estómago debido a que parecía que estaban volando. Se sostenía de los lados del duro metal del jeep, sus ojos abiertos como platos fijos en la torre a la que se dirigían como bólidos. —Impactaremos en cuatro minutos. —Anunció por último y puso ambas manos en el volante. YiXing vio cómo la aguja del velocímetro giraba enloquecida y sintió que podría vomitar en cualquier momento. Logró gritar cuando una pequeña piedra hizo que el jeep diera una brutal sacudida, enviándolo contra la puerta izquierda.

—Hyung, sé que te encanta darle esta experiencia a los nuevos, pero… vas a matar a YiXing. —ChanYeol ni siquiera se había despeinado, se sostenía del filo superior del parabrisas, pero más allá de eso no parecía tener dificultades con la velocidad.

MinSeok rió, el tipo de risa contagiosa y no fue hasta que un pequeño montículo casi tira a YiXing fuera del auto que comenzó a bajar la velocidad. La Torre de Cristal estaba justo en frente de ellos, de cerca parecía mucho más alta de lo que YiXing había pensado, la estructura de aquel transparente material era impecable y daba una sensación de suavidad, por alguna extraña razón moría por tocarla. Distinguió que una zona lisa de cristal se abría formando una prolija rampa que descendía al césped y YiXing comprendió que aunque por fuera el cristal transparente dejaba ver una estructura hueca, sólo más césped en su interior, era algún tipo de truco, ya que tras la rampa se encontraba un túnel iluminado por dos hileras de luces que descendía. Algo hizo vibrar el jeep y ChanYeol y MinSeok se miraron.

— ChanYeol a base, cambio. Primer campo atravesado, no hay modificaciones. —Giró en su asiento y miró a YiXing con interés, su cabello rojo volando hacia todos lados debido al viento. YiXing le devolvió una mirada nerviosa, su expresión de pura adrenalina y desconcierto. Una segunda sacudida más fuerte y la rampa estaba tan solo a metros de ellos. —Segundo campo atravesado, aún sin cambios.  —Avisó en su profunda voz, sin despegar los intensos ojos de YiXing. Finalmente, el jeep disminuyó la velocidad y pasaron limpiamente por la rampa directo al túnel, comenzando a descender. Allí no había viento, aunque sí cierta humedad y al voltear hacia atrás, YiXing pudo ver que la rampa se cerraba. — ChanYeol a base, entramos a la Torre de Uriel, último campo atravesado, YiXing sigue con vida. —Y dicho eso, volvió a girarse en su asiento, observando hacia el frente. Vio por el espejo retrovisor que sonreía con suavidad. —Es verdaderamente una suerte, YiXing, realmente me caes bien y que hubieses estallado en millones de partículas habría sido una real pérdida, incluso si no eras un Querubín.

La boca de YiXing se abrió de par en par, su expresión congelada tras oírle, su pulso latiendo a un ritmo acelerado, sus manos tiesas aferradas del respaldo delantero. ¿Estallado en millones de partículas? ¿Por qué? ¿Querubín? El eco de la risa de MinSeok llegó hasta sus oídos mientras seguían descendiendo, una sensación de vacío asentándose en su estómago.

Notas finales:

Quiero compartir mi júbilo a la hora de desarrollar los personajes, soy ese tipo de autora que le crea un pasado y una biografía a cada ser vivo de sus historias y el resultado final de los EXOs (En mi manuiscrito) me dejó muy satisfecha. ¡Esperen a los demás con ansias!
Y ya se viene el momento que toda Kray shipper espera. Y si no shippeas también. (?)


Muuuuuchas gracias por leer~
PD: Barbi, Vero, muchas gracias a ustedes por abrirse un espacio para corregir este capitulo tan bien ;3; ♥

Y recuerden, los reviews es nuestro pan de cada día u v u




Worli.


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