¿Recuerdas el primer beso que me diste?... fue tan perfecto éramos un par de enamorados, aun lo recuerdo, fue una tarde de otoño en una de aquellas bancas donde pasábamos cada hora libre que teníamos, sujetaste con tanta fuerza mi mano que me empezó a preocupar antes de que pudiera decirte algo, tomaste mi mentón y estampaste tus labios con los míos, sorprendido correspondí tu beso, al sepáranos me sujetaste entre tus brazos como si temieras que fuera un sueño… Después de eso me pediste con tanto nerviosismo que saliera contigo, tus mejillas tenían un hermoso color carmín, ante esa imagen la cual atesorare por siempre acepte y como si eso no fuera suficiente con un beso lleno de ternura sellamos nuestra relación.
Vivimos tantas cosas juntos, aun teníamos tantas cosas por vivir, con nuestra corta experiencia saliendo ¿Qué esperábamos? Solo teníamos pocos meses de conocernos y todo nos asombraba, recuerdo aquella vez que te vi y me cautivaste por completo.
Acababa de cumplir 22 y como de costumbre, antes del anochecer ya me encontraba en el parque casi a las afueras de la cuidad, te vi con la cabeza agachada tratando de no derrumbarte en aquel banco más alejado de los demás, con cierta curiosidad me acerque a ti, me senté a tu lado probablemente ni me viste hasta que empecé a hablar.
-La vida no es justa ¿verdad?- Me miraste por primera vez con los ojos rojos e hinchados, seguí hablando mientras miraba las primeras estrellas aparecer- Eso lo pensé muchas veces también, creí que el mundo tenía algo contra mí, luego me di cuenta de que si yo no hacía nada para mejorar ¿Por qué el mundo mejoraría? En ese tiempo estaba en un hoyo muy profundo en el que yo solo me hundí. Has de pensar ¿Por qué este sujete me dice estas cosas? La verdad no sabría qué contestarte, quizá solo porque quiero animarte, quizá este loco, quizá no me gusta verte llorar… quizá solo necesitas que alguien te escuche…-Tome tu rostro y lo apoye contra mi hombro- … o solo quizá por que necesitas tener un hombro que necesitas tener un hombro en el cual desahogarte, vamos llora todo lo que necesites.- Con esas últimas palabras terminaste por romper en llanto yo por lo tanto acariciaba tu pelo y te susurraba frases de apoyo.
Cuando terminaste de desahogarte pediste perdón, me limite a sonreírte y limpiarte las marcas de llanto que adornaban tus hermosos orbes grises que se veían cansados. Eran cerca de la media noche mientras que en el cielo las figuras del espacio celeste nos iluminaban.
Recuerdo esa pequeña risilla que salió de tus rosados labios, aquellas que contenían mi elixir de vida, aquellas que algún día probé con tanta ferocidad.
Me contaste lo que sucedió, desde tu vida de pequeño donde tus padres te repudiaban y humillaban hasta ese día que te hartaste y escapaste de casa. Me había quedado sin palabras y lo único que pude hacer fue abrazarte mientras te contaba la muerte de mis padres hace ya 5 años, en el cual me hundí en depresión y mi entrada a un orfanato, después de todo seguía siendo menor de edad.
Después de habernos contado nuestra vida te ofrecí vivir conmigo, quisiste negarte pero al final logre convencerte. Vivimos así casi 6 meses los cuales fueron los mejores de mi vida, llegue a enamorarme de ti hasta que llego tu confesión un mes después.
Si antes éramos unidos nos convertimos casi inseparables si no fuera por nuestros trabajos hubiéramos estado completamente pegados…
Pero no todo fue amor y felicidad, tuvimos nuestras peleas pero nunca pudimos alejarnos demasiado tiempo. Y cada vez que sentía que te perdía te tomaba entre mis brazos, te besaba la curva de tu cuello esa donde cada rose de mi te hacia suspirar, ese que siempre fue tu punto débil y susurraba un lo siento, no me dejes siempre me contestabas un nunca.
Sin saberlo te creí y no es como si fuera tu culpa pero me has dejado. ¿Recuerdas esa visita al doctor? Siempre les temiste a los doctores, para ti siempre traían malas noticias y esta vez no te equivocabas, al ya no soportar verte en cama, viéndote como cada vez empeorabas decidí llevarte al hospital donde te hicieron unos análisis.
Cuando nos dijeron lo que te pasaba, no lo podíamos creer, o más bien no queríamos ya que esa noticia basto para sentirme morir, se acabarían las peleas de un día se acabaría todo esta vez si te perdería definitivamente.
-Zac, tienes una enfermedad terminal cardiaca, lamento decirlo pero ya no podremos hacer nada- Esas palabras y mi mundo se rompió en mil pedazos, mi amado… morirías.
-¿Cuánto tiempo me queda?- preguntaste con tanto temor
-6 días como mínimo-
En 6 días te perdería, tú el amor de mi vida, aquella personita que cambio mi vida para bien, aquella con la que planee mi futuro y sin ti, mi vida y futuro se fueron a la mierda misma. ¿Recuerdas esos 6 días? Quería que sonrieras y lo hacías, salíamos, nos amábamos, te besaba hasta quedar sin aliento.
El sexto día llego, te veías mu pálido y casi sin vida, estabas en la cama aquella donde compartimos tantos actos de amor, donde te demostraba cuanto te necesitaba ahora todo lo que era blanco se volvió gris en un abrir y cerrar de ojos. Me quede a tu laso hasta que con dificultad me dijiste…
-la vida no es justa ¿verdad?- reímos – Gabriel, te amo lo sabes ¿verdad?, pero creo que no podré cumplir nuestra promesa de estar siempre juntos – sonreíste de una forma melancólica – no me olvides, mi Ángel, no importa que no esté aquí, sea donde sea te amare hoy y siempre, no quiero verte triste, sonríe por mí, quiero que seas feliz, enamórate vive aún eres joven…
No te deje continuar, mis ojos ardían- No digas eso, sabes que no podría amar a otra persona que no fueras tú, Zac
Gabriel, se feliz…-
No quiero si no es a tu lado Zac-
-Por favor- sujetaba tu mano temía que en el momento en el que la soltara, ya no estuvieras conmigo- Se feliz. Vive por los dos… no me hagas darte un golpe… -Soltaste un pequeña risilla
Está bien Zac, pero prométeme que aunque en esta vida no hayamos podido compartir mucho tiempo juntos, volveremos a vernos… en algún lado de esta vida.
Sonreíste- lo prometo, no dejare de buscarte hasta volverte a ver ahora bésame, Gabriel.
Me lo pediste con tanta urgencia que no lo pensé ni dos veces antes de hacerlo, en aquel beso nos dimos todo, dijimos cosas sin hablar… hasta que lentamente te fuiste separando. Mi querido Zac, aun duele, en aquel beso me lleve tu último aliento. Ahora estas tan frio, como las personas que se conocen por primera vez.
TE AMO ZAC, aun después de 2 años no he podido olvidarte, espérame cariño mío, cuando te encuentre créeme que jamás te me iras de nuevo. Te amo tanto que duele pero espérame, te buscare aun si pasan miles de vidas más.