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Sentido de pertenencia por Reiga

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Notas del fanfic:

Hola pequeñas  espero que estén bien y estén teniendo una bonita semanita.  Aquí viene con algo pequeñito que me acaba de salir, espero que les guste.

Nota: para las que estén leyendo “Mi pequeño cachorro” n.n No se me olvida, solo no lo he terminado así que no se preocupen ya pronto estara el capi arriba n.n las quiere <3  

 


 


“La cadena”


 


Sus ojos les pesaban  quería abrirlos, pero al parecer nada de su anatomía quería cooperar, maldijo una cuantas veces antes de que con un poco de cuidado se volteara en la mullida cama.


Miro el techo y no se sorprendió  al verse solo, su pareja ya le había avisado que al siguiente día se iría temprano. Sonrió como un bobo enamorado al recordar la semejante noche que habían pasado.


Aquello había sido totalmente pasional, midorima había sido brusco en cada acto. Como siempre, tenían sus noches de amor en donde tomo era rosa y leves caricias, pero otras como la recién pasaba, había sido bestial y lujuriosa.


Ahora era que enfrentaba las consecuencias pero… aun así, no se arrepentía de nada, había disfrutado todo, sus mordidas, succiones, lamidas,  la tortura de esos labios contra los suyos, exigiendo su paso y su total redención, esas manos tocando todo a su paso, torturando su pezones y sus partes más íntimas, aquel miembro que había arremetido contra su boca y hasta la demencia contra su entrada, mientras sonidos lujuriosos y pasionales salían de sus bocas y por último los te amo que creía recordar en leves susurros antes de quedarse dormido.


Se levantó como pudo, sentía el ardor en su parte baja y un ligera irritación en su cuello, de manera  inconsciente se llevo una mano a la parte mencionada sintiendo ligeramente el ardor  y algo demás que desconoció, “una cadena” pensó, no, aquello era mucho más grueso que una simple gargantilla como la que siempre llevaba, pero que ahora no había rastro de ella.


Corrió ignorando cualquier molestia, hasta llegar a un gran espejo que se encontraba en su habitación.


–¡Que mierda es esto! –grito al ver que efectivamente traía una cadena de casi dos centímetros de ancho y como broche un candado para nada delicado, lo tiro pero nada consiguió–jodido shintaro esta me la pagas


Y es que no había otro culpable para semejante broma, volvió a mirarse al espejo y esta vez reparo en su propio cuerpo, sus hermosos rubíes casi se salen de su lugar. Su cuello estaba casi completamente rojo y otras partes hasta moradas.


Claro tenía el conocimiento de que  shintaro midorima tenía una pequeña manía con su cuello, pero esta vez se había pasado, “¿cómo demonio pudo haberlo dejado así?”. Oh sí, claro que sabía cómo. Las demás partes visibles de su anatomía no estaban mejor pero sin duda la peor parte la tenía su cuello.


Volvió a tirar de esa maldita cadena de perro y bufo, camino al velador al lado de su cama para tomar su celular, su novio lo iba a escuchar esta vez, iba a tomarlo y debajo encontró un papel donde se leía, “para mi taiga”. Inevitablemente sonrió antes de tomarla.


 


Supongo que ya abras notado mi regalo… ¿te gusto? La llave la tengo yo y te la entregare cuando terminemos el partido, que estoy seguro olvidaste que tendrás con mi equipo hoy. Lo que fue suerte para mí porque de seguro no me hubieras dejado tocarte anoche. A ver cómo le haces para ocultar ciertas evidencias.


Te amo.


PD: Tu cadena está bien guardada no te preocupes por eso.” 


 


Los instintos asesinos se iban acrecentando con cada letra de esa nota. ¿Un partido?, los recuerdos venían solos, ¿Cómo se le había podido olvidar?. Ahora todo tenía sentido. De primera no lo había notado, pero ya desde un tiempo a esta parte, se le estaba haciendo obvio.


Midorima siempre lo marcaba en un lugar visible, antes no se negaba pues lo encontraba natural, ya que aquellas demostraciones se daban durante el sexo y no podía negar que le gustaba. Esas succiones que no paraban hasta que el gemía de dolor, le eran placenteras.


Pero cuando noto que el peliverde se excedía hasta el punto de dejarlo seco, como un vil estropajo que no se podía ni mover y un cuerpo tapizado por numerosos chupetones, era cuando casualmente al otro día tenía algún partido.


Después de tal descubrimiento, simplemente había optado por no tener relaciones si al otro día tenia partido, y es que la última ves casi pierde uno por la incomodidad en su parte baja que no lo dejaba correr en plenitud.


–Será idiota –dejo salir al aire, pasando la yema de sus dedos por la cadena.


Muchas veces había querido preguntarle ¿porque lo hacía? ¿Si era o no consiente de ello? ¿Qué quería demostrar?... ¿que kagami taiga le pertenecía?... de solo pensar en esa posible respuesta provocaba que sus mejillas se hicieran uno con sus ojos y su cabello. Además todos sabían o deducían que tenían una relación.


Meció su cabeza de un lado a otro y se dispuso a lebatarse, el muy maldito le tendría que sacar eso antes del partido o hasta aquí llegaba la vida de shintaro midorima. Pensaba el pelirrojo, entre feliz, no sabiendo muy bien porque y muy enojado de solo sentir esa fría cadena de perro.


–¡Que se cree el muy animal!  


 


  ~*~


 


Por otro lado, más específicamente en shutoku, se podía ver un sonriente casi deslumbrante peliverde… bueno quizá no lo demostraba mucho por fuera, pero por dentro estaba esperando el momento en que llegara el equipo con el cual tendrían entrenamiento.


Y es que ya lo podía ver entrando queriendo fulminarlo con la mirada.


El momento llego lo miembros de seirin venían todos con su pulcro uniforme blanco uno a uno venían entrando a la cancha hasta que se dejó ver su novio adorado, sonrió. No lo pudo evitar hacía un calor del demonio y kagami venía con una bufanda de lana roja con negro.


No le dirigió la palabra en todo el rato y en cada milímetro de segundo que sus miradas se juntaban, lo fulminaba con ella.


El partido comenzó dejando a la mayoría extrañados por ver a la luz de seirin en la banca. Kagami se había escusado con que no se sentía bien y al verlo tan abrigado, le habían creído.


El tercer cuarto había terminado he iban debajo por diez puntos, kagami estaba que sacaba chispas por los ojos, humo por la orejas y fuego por la boca.


–Voy a entrar – dijo quitándose la chaqueta.


–¿Estás seguro?... solo es un partido de practica– respondió la castaña –si no te sientes bien…


–no te preocupes me siento mejor, solo… ¿puedo quedarme con la bufanda? – pregunto un tanto sonrojado.


–No seas ridículo kagami, donde has visto a un jugador jugando con bufanda – le respondió nuevamente riko con una gotita en la frente y aguantándose las ganas de golpear al pelirrojo enfermo.


Kagami busco con la vista a midorima y vio en este una sonrisa de satisfacción que no pudo ignorar y solo incremento su rabia.


–¡Jódete midorima! –le grito a todo lo que daban sus pulmones, llamando la atención de todos los presentes, se quitó la bufanda y la tiro al suelo, dejando ver aquellas inevitables marcas y ese tan peculiar collar y lo que vino después les dejo claro de quien era el culpable –¡ten por seguro que no dejare que me toques en meses imbécil! –le grito con rabia – vamos kuroko – lo llamo  ingresando a la acancha seguido de una asustado peli celeste jamás lo había visto tan enojado.


~


–Vaya forma de marcar territorio –comento riéndose Takao –  ahora por tu culpa tenemos un monstruo en la cancha, ¿estas feliz ahora?


Y sí que estaba feliz, kagami en su rabia había expuesto hasta qué punto llevaban la relación y quien le pertenecía a quien, poco ya le importaba lo que ocurriera con el marcador, se había salido con la suya.


–Aunque yo no estaría tan contento, después de todo  te dejaran en abstinencia por meses – se rio el pelinegro al recordar lo dicho por kagami.


 


–Rayos.


 


Fin…

Notas finales:

Les gusto? Si *w* … no T.T  ? XD heheh espera que si <3

Que tengan una muy bonita noche!! Nos estamos leyendo!!


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