El día pasó normal y salieron de la escuela, Sasuke se fue a casa e Itachi se fue a su trabajo.
Itachi trabajaba porque sus padres fallecieron, así que le heredaron la empresa a éste a pesar de que era muy joven. A los 12 años Itachi ya era ANBU, así se les conocía a los que eran vicepresidentes y, después pasó a ser presidente de su compañía Akatsuki, la cual era contratada por países para ayudarlos en diferentes cosas y así la empresa obtenía ganancias.
Itachi no deseaba ser el presidente, sin embargo su tío Orochimaru se negó a ser presidente porque dijo que la compañía era de Itachi y él no se la podía quitar. Orochimaru era su tío político, ya que era esposo de su tía Tsunade, la cual era su tía de sangre por ser Senju, nieta de Hashirama Senju, el cual casó a su hijo con la hija de Madara Uchiha, la madre de Tsunade. Éstos dos tenían a un primo muy amable y apuesto, Obito Uchiha, el cual era dueño de las empresas Juubi, las cuales eran empresas unidas, que eran la mano derecha de la empresa Akatsuki, ya que las empresas ayudaban a Akatsuki, cada empresa tenía un nombre y eran nueve, sin embargo una resaltaba y era la novena empresa, Kyubi para el mundo y para Japón: Kurama.
Sólo había una pequeña diferencia, ésta empresa no la manejaba la familia, sino que la manejaba Minato Namikaze, el rey de Japón, el cual se la había dado como herencia a su hijo menor que hasta hace poco se había ido a estudiar a Inglaterra por un tiempo.
- He llegado a casa.
- Bienvenido Sasuke-kun –dijo Sai sonriente como siempre-.
- Hola, Sasuke-kun –dijo Naruto, el cual estaba vestido con una sudadera un poco grande para él, la cual le llegaba por debajo de sus rodillas, unas orejas de neko y un letrero colgado de su cuello con un hilo que decía: “Adóptame” lo que hizo sonrojar al Uchiha-.
- ¿Naruto? ¿Qué haces vestido así? ¡¿Fuiste tú, Sai?!
- No Sasuke, tranquilo. Vino Sakura y lo vistió así no sé por qué, yo también acabo de llegar… Aunque… no se ve nada mal si lo ves de cerca –dijo Sai acercándose a Naruto hasta chocar la punta de su nariz- .
- ¡Aléjate de él Sai! –Camina rápidamente enojado hacia Naruto, lo toma del brazo y lo lleva a su recámara, aventándolo a su cama- ¿Por qué estás vestido así Naruto?
- Etto… tu amiga Sakura dijo que me parecía a un gato y me puso esto, pero dijo que cuando vinieras me lo quitara porque tú eras un grosero –dijo llorando, agachando la cabeza y corriendo hacia el baño-.
- ¡Espera, Naruto! –tocando la puerta del baño- No era mi intención ofenderte, es sólo que con mi hermano Sai no hay que asegurarnos.
- -Abriendo la puerta del baño, dejando ver sus orejas de neko, las marquitas de neko de su cara y sus ojos un poco llorosos- ¿Entonces no estás enojado conmigo?
- Claro que no, baka. Sal de ahí, hoy irás con Sai a dar un paseo a la ciudad en carro para ver si logras ver algo que reconozcas, mientras Itachi y yo vamos a una fiesta.
- Mhm… Está bien…
Sasuke comenzó a revisar que ropa le podía dar, primero intentó con un traje pero se veía demasiado formal y atractivo, así que decidió ponerle un pantalón negro pegado y una camisa blanca con un saco, pero se veía igual de lindo, así que optó por ponerle un pans muy grande y una sudadera con un gorro que no dejaba que se le viera la cara para nada, aunque corría un riesgo grande porque podían ver su sonrisa y con eso enamorarse del pequeño rubio. (EXAGERADO JAJAJAJA). Por su parte, Sasuke se puso un traje de gala carísimo y unas gafas negras de sol lo cual lo hacían ver como un actor de dramas.
- Chicos, ¿están listos? –Abriendo la puerta y sorprendiéndose al ver a Naruto como un chico de bandas callejeras- Etto… ¿Sasuke por qué hiciste eso?
- No podía dejar que cualquier pervertido se lo comiera con la mirada ¿no?
- Sasuke… pero…. Iremos en coche, nadie lo verá ;-;
- ¡Aun así! No puedo confiar ni siquiera en ti.
- ¿No será qué estás celoso Sasuke? –soltando una carcajada-
- ¡Imposible! –suena el claxon- Veo que ya llegó Itachi, será mejor que me vaya…
Sasuke subió al carro completamente listo e Itachi también. El carro arrancó y al mismo tiempo lo hizo el carro donde iban Sai y Naruto.
Sasuke e Itachi llegaron a una gran mansión, con fuentes, albercas, gente y hermosas construcciones, en la cual los estaban esperando sus tíos y su primo. Se encontraron y entraron. Al entrar, vieron como Dei estaba recibiendo a todos los invitados y agradeciendo haber venido a su fiesta de 18 años. Se acercaron y le saludaron, mientras que el Uchiha ni siquiera se dignó a verlo. Pasaron las horas y Dei acabó de repartir agradecimientos ^^, para después ir con sus amigos y platicar juntos. Dieron las ocho de la noche y dijeron que era hora de los regalos hacia el príncipe Deidara. ¡Y que regalos! Le regalaban de todo, y la mayoría eran regalos de oro, diamantes o cosas por el estilo.
Fue turno de Sasuke e Itachi. Sasuke se acercó al rubio muy cerca y le dijo algo que hizo sonrojar a Dei…
- Es una polera de Itachi, la usa para dormir, así no lo extrañarás por las noches, Jajaja.
- Etto… ¿A qué… te… refieres? –Dijo el rubio sonrojado pero a la vez muy feliz-.
- Tú sabes de que hablo, príncipe Deidara.
- -Un poco curioso al ver el sonrojo del rubio- Ten, Deidara, es una bufanda de seda, carísima, así que cuídala, es lo único que recibirás de mí en tu vida.
- Sí Itachi, gracias…
Itachi se fue a sentar su mesa, pero antes de hacerlo sintió como alguien lo tomó del hombro.
- Itachi, estoy muy contento de que acompañes a Dei en este día especial ^^.
- ¡Rey Minato! –Reverencia- Un gusto verle y no es nada, todo está bien.
- Mhm… Bueno, pero no quería hablar de eso… Etto… vine a una cosa mucho más seria.
- ¿Qué es lo que pasa, Minato-sama?
- Mira Itachi, lo que pasa es que tu empresa corre un gran peligro de que Corea del Norte se la cierre por motivos complicados que ahora no te explicaré. El caso es que tu padre sabía de este acontecimiento y decidió que lo mejor era que tus empresas se entrelazaran con las mías para que así no pudieran ser tocadas. Así pudimos evitar eso durante muchos años, sin embargo un simple papel no bastó y empezaron los trámites para eliminar tu empresa del mapa. Así que sólo quedaba una opción: Que nuestras familias estuvieran unidas por medio de un casamiento. Sin embargo, nunca tuve hijas y tu padre falleció antes de tener más hijos. Por lo cual… Etto… La solución es que mi pequeño y hermoso Dei y tú Itachi, se casen.
- ¿Padre lo dijo? Mhm…
- Mira Itachi, yo no te voy a obligar y tampoco quiero hacerlo con Dei, pero mejor lee la carta que te dejó tu padre y así tomarás la decisión más sabiamente –le entrega un papel-.
“…Itachi, mi pequeño hijo. Si estás leyendo esto significa que Minato, mi mejor amigo, ya te explicó la situación de la empresa. Debido a mi enfermedad temo que no podré estar presente para decirte la decisión tomada por mí. Aunque yo no te quiero obligar a nada Itachi, si es que tú quieres hacerlo lo harás y si no es así, podrán pasar un tiempo con mi herencia sin tener que trabajar, hasta que Sasuke ya tenga su mayoría de edad. Espero y no te molestes con el pequeño Deidara y él también acepte esto, te quiero Itachi, nunca lo olvides hijo mío…”
Fugaku Uchiha.
- Si esto es lo que tengo que hacer por el bien de mi familia, lo haré, Minato-sama –soltando unas cuantas lágrimas silenciosas-.
- Itachi, -abrazando al azabache- si esto es lo que quieres está bien, no hay problema alguno. Sólo te pido dos favores: El primero es que seas fuerte y el segundo es que comprendas que Dei tampoco sabe nada y tal vez le cueste un poco aceptarlo.
- Está bien, por ahora será mejor que… -interrumpido por un rubio-.
- ¡Papaaaaaaaaaaaaaaá! ¿Puedo ir con mis amigos a dar una vuelta para celebrar mi cumpleaños? Di que sí, di que sí papá, sabes que te quiero mucho –haciendo pucheritos como niño chiquito, Deidara insistía a su padre que lo dejara salir sin darse cuenta de la presencia de un azabache irritado al ver su molestia diaria-, ¿entonces, qué dices papá?
- *Pensamientos de Itachi* Obviamente Minato-sama lo regañará al ver su actitud, ya que Minato-sama es muy serio.
- Dei, sabes que no me gusta que salgas tan tarde. Y por favor, no hagas esas caras delante de mí. -*pensamientos de Itachi* claro, eso es lo que debe decir un padre a chicos tan tontos como Deidara*- ¡Porque me muero! Te ves taaaaaaaaaaaan tierno, Dei, no podría soportar si cualquiera toca a mí príncipe rubio, oh, eres tan pequeño, me duele tanto que ya tengas dieciocho años –llorando-.
- *Pensamientos de Itachi* O//O ¡¿Qué?! ¿Por qué Minato-sama se comporta cómo niño chiquito? Ahora entiendo todo…
- Está bien, mi príncipe de chocolate, pero tendrás que ir con una condición.
- ¿Cuál papá? ^^.
- Tendrás que ir con Itachi, ¿no hay problema?
- Pero Papá, Itachi siempre me trata mal y eso me lastima mucho –agachando la cabeza y mordiendo su labio inferior para no llorar-.
- ¿Eso es cierto Itachi? :o
- No, Minato-sama. Disculpa si te he hecho sentir mal, nunca fue mi intención –dando una sonrisa que no inspiraba confianza, sino que reflejaba enojo e hipocresía-.
- -Sin darse cuenta de nada Jajaja- Oh, Itachi, tan caballeroso *//*.
- ¿Qué? –dándose cuenta de que el azabache había escuchado todo- Lo… lo siento Itachi…
- Está bien, vamos, se hace tarde –caminado sin esperar a Dei-.
- S… Sí –siguiendo a Itachi-.
- Son muy lindos, poco a poco ellos dos se enamoraran, lo sé –dijo Minato con una sonrisa-.