Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Limite de Amor por JinHeeChanXing

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

El mundo necesita mas fics de B.A.P, BTS y BLOCK B

Eso, disfruten

 

Límite de amor

.

.

.

 

Sentado sobre la rama de un viejo árbol Himchan observaba a todas las parejas a su alrededor, el mes del amor acababa de llegar y los parques están repletos de jóvenes mostrando sus sentimientos, para él era solo rutina, sentir a las almas atormentadas y darles un poco de amor, pero ¿quien sentiría su alma atormentada? ¿Quién le brindaría un poco de amor?

Bajó de su cómodo lugar en aquel árbol para seguir su camino, muy pronto acabaría su "redención" así que no debía demorarse mucho. Las calles de la ciudad eran cada vez más ruidosas y atestadas de personas, una de las cosas que extrañaba al pasar de los años era la tranquilidad de la época en la que solía vivir.

Frente al ventanal de una pequeña cafetería Himchan detiene su andar para mirar su reflejo, el cual es completamente diferente al chico que solía ser miles de años atrás. Aun, algunas veces al cerrar los ojos puede sentir como si todo hubiese sido ayer.

Hacia dos mil años Channie como le gustaba llamarle  su pareja, era una chico lleno de sueños y esperanzas, deseaba formar una familia y morir junto a su amado esposo siendo mayores, pero los dioses tenían un destino completamente diferente para él.

 

 

Una extraña enfermedad azoto el pequeño pueblo donde vivían ella y su amado novio. GunWoo enfermó de gravedad, Himchan negándose a la idea de perderlo, oro y suplico a todos los dioses pero a ninguno parecía importarle el sufrimiento del chico. Daebyeol, el rey supremo de los infiernos interesado en las suplicas del angustiado chico le propuso un trato, su alma por la cura total de su novio, Himchan no dudo en acceder a lo ofrecido por el malicioso dios del inframundo.

 

Tal como había prometido Daebyeol, GunWoo se recuperó completamente, su salud nunca había sido tan buena y Channie no podía ser más feliz, no le importaba que al morir su alma estuviera condenada a los infiernos, su amor que era tan puro lo valía. Pero lo que no valían eran los sentimientos de GunWoo que en cuanto una oportunidad para casarse con la hija de un gran señor llego, no dudo en abandonar a Himchan a su suerte. El chico completamente destrozado por la traición del que consideraba el amor de su vida estaba dispuesto a terminar con su sufrimiento y entregar su alma, pero nuevamente un dios entrometido cambio sus planes.

 

Sobyeol completamente conmovido por el acto de amor puro de Himchan coacciono a su hermano, el dios de los infiernos, para que el alma de Himchan quedara libre de la tortuosa colección, si bien el muchacho ya estaba condenado al menos Sobyeol le permitiría vivir para ayudar a otras personas a no sufrir lo mismo que él. Durante dos mil años con la ayuda de flechas creadas directamente de las alas de un Seonnyeo, ángeles de amor, dispararía a los corazones de los mortales con el alma más atormentada por la soledad y así brindarles alegría, calor y amor. Lo mejor de todo era que a la primera persona en la que posaran sus ojos los heridos con la flecha del amor, sentirían la misma necesidad del otro, todo su amor seria correspondido. En algunos casos esto causaba conflicto, pero a quien le importaba si se trataba de verdadero amor.

 

Sacudió su cabeza para dejarse de recuerdos tontos, dentro de pocos días sus dos mil años terminarían, las pocas flechas a su espalda confirmaban la cuestión, cuando la última flecha fuese lanzada Himchan desaparecería, simplemente se evaporaría con el aire. Era lo que tanto esperaba, el dejar de existir en ese estado tan miserable, ayudando a otros a enamorarse y verlos vivir la vida felizmente con el amor de su vida.

 

Himchan no era una persona egoísta, de verdad se alegraba cada que lograba unir una pareja, pero los años que él había vivido en soledad ¿a quien le preocupaban? Algunas veces deseaba que Sobyeol nunca hubiese intervenido, de seguro la fosa de los infiernos hubiera sido mejor que su "redención" en soledad, viviendo con el amor a su alrededor sin poder tocarlo.

 

 

 

— ¿Puedes dejar de beber por un maldito segundo? — El chico de cabellos castaños le arrebato la botella de Soju a su compañero.

 

— ¿A ti que te importa? Consigue tus propios asuntos— trato de volver a tomar la botella

 

— Me importa porque eres mi amigo, y te estas dejando caer por una chico que no vale la pena, ¿qué vas a hacer si algún periodista te ve en este estado?- miro severo al rubio.

 

— Me vale un pepino y la mitad de otro—NamJoon comenzó a reír como idiota y se desplomo en la mesa.

 

YongGuk estaba cansado, había pasado toda la tarde de un lado para otro cumpliendo compromisos y cuando por fin estaba libre para descansar al estúpido de su amigo se le ocurría llamar para que viniera a recogerlo. No era la primera vez que NamJoon bebía hasta quedar inconsciente últimamente se había convertido en una rutina, desde que Jin decidiera terminar la relación. No entendía ¿qué es lo maravilloso de enamorarse? NamJoon se tomaba cuanta botella se cruzase por su camino y su líder, JiHo enamorado de un  actor mayor, que ni siquiera sabía de su existencia, definitivamente estaban jodidos. Agradecía el nunca haberse enamorado y le rogaba al cielo para nunca estarlo.

 

— ¡Vamos NamJoon, tenemos que irnos! — YongGuk tomo del brazo a su amigo para sacarlo lo más pronto posible de aquel lugar. Miro en todas direcciones para asegurarse que nadie sospechoso los pudiera ver, casi se cae junto con RapMon, por la acera de enfrente un chico con extrañas alas de ángel seguía de cerca a una pareja, de seguro es un loco del “cosplay” pensó y siguió con su camino.

 

 

 

 

Himchan iba y venía completamente impaciente, hace unos días sintió el alma atormentada de un joven pero como estaba en medio de unir una pareja no pudo seguirlo, por eso era el tercer día que se aparecía frente a su dormitorio, al principio fue difícil ubicarlo pero con un poco de concentración pudo sentir su presencia y fue hasta él.

 

Lo único con lo que no contaba es que el testarudo chico se la había vivido metido en su casa. Eso era un problema, no creía que al chico le supiera bien el despertarse enamorado de uno de sus compañeros de vivienda, no parecía tener esa clase de gustos. Lo único que le quedaba hacer era esperar, sus últimas dos flechas no iban a ir a ningún lado.

 

 

 

­

— ¿Qué jodido miras tanto por la ventana? — Le cuestiono RapMon desde el sillón donde se la había pasado tirado durante los últimos días.

 

— Nada, solo estoy aburrido — No podía decirle que un loco vestido con alas se paseaba frente al edificio. Sería como cuando le dijo a TaeWoon y este solo se hecho a reír de las ocurrencias de YongGuk.

 

— ¡uuuhhh! ¿Y que quieres que yo haga, qué te aplauda? o ¿me levanto a bailar? — lo miro con indiferencia.

 

— ¡vamos no seas aguafiestas! Solo faltamos tú y yo, los chicos ya están en casa de Kyung— NamJoon escondió su cara bajo el brazo. — Me han dicho que tal vez Jin asista, no crees que sea un buen momento para arreglar sus desacuerdos.

 

Como si una fuerza mayor lo hubiese empujado NamJoon comenzó a vestirse. YongGuk se sintió culpable por mentirle a su amigo, pero definitivamente no podía dejarlo solo en casa con ese loco merodeando por ahí, además que el salir y distraerse le seria de mucha ayuda. Se asomó una última vez a la ventana y contemplo al chico, era lindo, no de esos chicos que quitan el aliento pero en definitiva tenía algo que lo hacía atractivo a su vista. “si tan solo no estuviera loco”. Divertido por sus tontas ocurrencias se unió a RapMon en la puerta para ir a divertirse.

 

 

 

 

La casa de Kyung estaba completamente repleta de personas, como todos los años en el día blanco una fiesta no podía faltar. Le gustaba festejar junto a sus amigos, y este año en particular tenía motivos de sobra para festejarlos, él y MinHyuk se habían comprometido hacía apenas unos minutos.

 

Todos los presentes estaban emocionados con la noticia, y las felicitaciones para la enamorada pareja no se hacían esperar. Solo dos personas estaban completamente ajenas al acontecimiento.

 

YongGuk no cabía en su asombro, el loco del cosplay estaba bailando en medio de la pista y nadie parecía poder verlo, en definitiva algo muy malo estaba sucediendo con él. Buscaría a NamJoon y saldría de aquella fiesta, su amigo tampoco la debería estar pasando bien. Jin si había llegado como el predijo, pero no para hablar con su amigo, todo el tiempo se la paso coqueteando con cuanto hombre circulaba por enfrente y RapMon ahogándose en alcohol.

 

 

El alma atormentada que Himchan había estado siguiendo en esos momentos gritaba y lloraba, era un alma en pena por un amor no correspondido. Himchan podía escuchar en medio de aquella pista rodeada de personas los gritos de las almas, algunas gritaban de Jubilo, como las almas de aquellos chicos que acababan de comprometerse, otras eran gritos de soledad como la del chico que acompañaba a todos lados a NamJoon, otras gritaban de envidia, pero sobre aquellas, el alma en pena la desgarraba por dentro, era casi el sentimiento que el sintió cuando GunWoo lo traiciono. El alma de aquel chico no paraba de llorar logrando entristecer a Himchan cada vez más.

Tomo la penúltima de sus flechas, con eso el alma del chico dejaría de llorar, su amor seria correspondido.

 

NamJoon se armó de valor, enfrentaría de una vez por todas a Jin, cuando comenzaron a salir fue el hombre más feliz y no dudo en hacer del conocimiento de los medios su relación, pero su novio no era como él lo había idealizado. Se levantó de la barra de la que hasta ese momento había estado bebiendo cualquier licor que le pusieran enfrente.

 

La flecha de Himchan dio justo en el blanco, YongGuk asustado por que su amigo pudiera estar herido, por aquello que el misterioso chico con alas le había arrojado, corrió hasta el, lanzándose por el aire. RapMon trastabillo unos pasos y cayó arriba de un chico que acababa de entrar al hogar. Sus miradas se unieron y por un momento NamJoon sintió una enorme paz.

 

— ¿Estas bien? — le pregunto el chico en un acento demasiado chistoso. NamJoon estaba tan embobado por el brillo en los ojos del chico que no pudo contestar nada.

 

— ¡Suga! Qué bueno que ya estas aquí. — la voz de Kyung sonó detrás de ellos.

 

 

 

 

Sin entender por qué, Himchan comenzó a correr, tal vez como su límite de amor estaba cada vez más cerca, se sentía cada vez más solo, una lagrima rodo por su mejilla y su correr fue perdiendo velocidad. YongGuk llegaría al fondo de todo ¿quién era aquel extraño chico? estaba decidido, no estaba loco ¿o tal vez si? Cuando lo vio salir huyendo tras el incidente con RapMon no dudó en seguirlo y ahí estaba, frente al rio, observando el llanto del chico, quería acercarse pero tenía miedo de lo que descubriría.

 

Como cada día del amor, Himchan siente su existencia injusta, el no pidió que Sobyeol interfiriera entre él y Daebyeol, si su misión era hacer felices a las almas a través de sus flechas ¿Por qué su alma no pudo ser feliz? Si no hubiese hecho aquel contrato ¿habría encontrado el amor verdadero? ¿Hubiese sido amado? Ya no lo soportaba más, no tenía la fuerza para unir a una última alma antes de desaparecer.

 

En medio de su dolor Himchan tomo su última flecha, clavándola fuertemente en su corazón. Todo a su alrededor se volvió negro y cayó de espalda en el frio suelo. La flecha como siempre se desvaneció, su límite de amor había llegado.

 

YongGuk consternado por el acto del muchacho corrió a su lado, cayendo de rodillas junto a él, dispuesto a checar sus signos vitales, pero antes de que pudiera poner una mano encima, el joven abrió los ojos viendo fijamente a YongGuk y una sonrisa hermosa adorno su rostro. YongGuk jamás había visto una sonrisa tan bella, por lo que no pudo evitar sonreír también. Con una sonrisa dulce le tendió una mano para que se levantara. Tomados de las manos caminaron de regreso a la fiesta. Lo que ninguno de los dos noto es que las alas del chico habían desaparecido en algún momento mientras este estuvo inconsciente.

 

 

Tal vez, y solo tal vez los dioses por fin se apiadaron del alma atormentada de Himchan o quizás fue que no quisieron conceder el deseo de YongGuk de permanecer sin enamorarse. Cualquiera que fuera el caso, al final ese par de almas, se amarían hasta su último aliento de vida. 

Notas finales:

Si ya llegaron hasta aqui, pues dejen un RV ¿no? 

asi me animan y subo mas :D

besitos con baba 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).