Una vez llegaron a la Tierra, con un aterrizaje muy brusco por parte de la nave en la que encontraban el humano y su alien, sabían que estarían a salvo por el momento. Ellos, por suerte, aún estaban 60% ilesos.
Se preguntarán, ¿cómo habían escapado de esa situación tan horrible?
Bueno, hubo un poco de lucha y heridos, hasta que un gran amigo, al que debían la vida aunque no quisieran admitirlo, los ayudó a escapar una vez que apareció, además de ciertos seres que tenían un trato con el humano.
Ciertamente no había sido nada fácil y a pesar de que Zim sabía que La Inmensa llegaría en cualquier momento para destruirlos, Dib pensó en eso y tenía un as bajo la manga que solo esperaba que funcionara.
Sobre la colisión, se debía a…bueno, el alien jadeaba saliendo de la nave, casi abrazando el suelo al tocarlo, supongo que eso tiene algo de importancia…
-¡no vuelvas a hacer eso en un espacio tan pequeño, sucio humano!-exclamó ruborizado por el enfado, por no decir situación bochornosa.
-¡pero si no pasó casi nada!-se quejó el humano-¡aún estás sin tu disfraz, si no te diste cuenta!-le puso su peluca de mala gana y le pasó sus lentes de contacto, luego sacó un pequeño cuerpo, inconsciente pero vivo, de la nave.
-recuérdame porqué la trajimos si está muerta-replicó el irken algo molesto.
-primero porque no lo está, segundo, porque me pareció cruel dejarla ahí y tercero, en caso de que quiera atacarnos ahora está esposada-explicó notando que Zim seguía enojado-además es nuestra descendiente.
-¡mientes!-todavía no podía aceptarlo-¡como sea, ¿ahora cuál es el plan?!
-¡no grites, alguien más te oirá!
-¡no me importa si los sucios humanos escuchan, Zim ya tuvo un día difícil!-se quejó.
De repente, se pudo ver como una nave se acercaba más y más a la superficie y esta al parecer si aterrizaría como era debido, de ella salieron las dos integrantes que faltaban, con sus semblantes calmados a diferencia de los contrarios.
-¡tardaron demasiado!
-¡cállate Zim que ustedes se llevaron mi nueva nave!-lo vio bien-por cierto, será mejor que te arregles la ropa-mencionó sonriente, enfureciendo más a su ahora odiado aliado.
-¿te comunicaste con ellos?-interrumpió Gaz.
-ahora lo haré, creo que llegarán después y luego les daremos lo que prometimos.
-eso espero, de lo contrario, tendré que destruirte porque no he dormido en mucho tiempo y ojalá haya valido la pena-amenazó la menor y entró a su casa, seguida por los demás.
Todos necesitaban descansar un poco ya que su enemigo pronto llegaría.
…
Zim ordenó a G.I.R., por su tele comunicador, que le trajera algunas cosas ya que no podía ser tan obvio en volver a su base, sus Altos podrían saber que estaría en ella al rastrear de donde provienen las video llamadas que hizo anteriormente con la Inmensa.
El robotito se emocionó de ver a su amo otra vez ya que, al parecer, se lo había imaginado muerto.
-¡sí G.I.R., estoy vivo así que ven rápido o…!
En ese mismo instante llegó, entrando por la ventana y rompiendo el cristal en el proceso, todo para darle un gran abrazo a su amo, lo cual irritó al irken, como siempre.
-¡oye, ¿qué te dije de usar la puerta?!-le reprochó Dib y G.I.R. lo ignoró saludándole.
-¡Mary, rescataste al amo, ¿waaa que es eso?!-señaló a la niña que estaba en el sofá y sin esperar respuesta se le acercó demasiado.
-ah ella es…una niña-respondió el humano sin mejor excusa.
-¡hurra, la llamaré…!
-¡no puedes nombrarla G.I.R., no es un juguete!
-¡iré a traer tacos!-los ignoró nuevamente y salió por donde entró.
-menos mal que se fue-dijo aliviado el humano-ahora vuelvo, solo quédate aquí.
-¿adónde vas?
-a hacer una llamada.
-¿y por qué no puedo escucharla?
-porque es privada.
-¿Por qué es privada?-preguntó esta vez en tono celoso.
-solo lo es, así que quédate aquí y ya-le ordenó cansado de las preguntas, luego subió las escaleras y se fue a su habitación.
-estúpido humano, sé que está haciendo algo malo, pero ya lo sabré y…-se percató de que le miraban-¿Qué estás viendo?
-ah nada, no sé quién soy y estoy esposada, ¿qué más puedo hacer?-dijo irónicamente.
-no te creo.
-no, es en serio, de verdad no recuerdo nada-aseguró.
-debe ser porque rompí su PAK-pensó-como sea, solo mira esa estúpida cosa-señaló la televisión, con el fin de que dejara de molestarlo.
-lo haré solo sí esperamos a tu “amigo” juntos-sonrió pícaramente al pronunciar dicha palabra.
-él no es mi amigo, solo es un humano apestoso que me hace enojar casi siempre-se sentó con la niña en el sofá, resignado a distraerse con la TV hasta que Dib volviera.
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Tak y Gaz estaban en la habitación de la menor. Ésta fue acogedora para la irken, pues esa habitación contrastaba perfectamente con la actitud de la menor. Se sintió satisfecha de ver que muñeco que le había regalado en aquella ocasión estaba perfectamente colocado en un estante y, según lo que le contó Gaz, éste sería otro guardián de su habitación, debía admitir que estaba halagada de escucharlo.
-ahora vuelvo, no me tardo-quiso entrar al baño, pero Tak la detuvo.
-ésta herida no me la mostraste, ¿cuándo te la hiciste?-preguntó con seriedad, viendo el brazo de la menor que tenía sangre seca además de una cortada no muy profunda.
-cuando escapamos.
-¿Por qué no me lo dijiste?-le exigió respuesta.
-porque sí-respondió fríamente-luego me la curaré, solo no hagas más escenas-entró al baño, dejando a la irken sola y con la palabra en la boca. Definitivamente Gaz seguía siendo la de siempre y no esperaba otra respuesta más que esa.
Se calmó luego y para distraerse un poco, observaba todo con curiosidad, husmeando cosas, más lo que llamó su atención fue el ver una fotografía bien guardada en un baúl. En ella estaban Gaz, Dib y su padre.
-así que es él-susurró.
Después de algunas charlas en el comedor, no tardó en recordar que ella quería bastante a su progenitor, a pesar de que éste era ausente…por ello siempre valoraba los escasos momentos en los que estaban juntos en familia.
Se puso a pensar otra vez que…ella no encajaba en su vida y sinceramente no le apetecía cambiar para hacerlo. La irken ya tenía sus propios sueños y arruinarlos fue duro, debía admitirlo.
-…y pensar que quería estar contigo y…-suspiró-como no puedo hacerlo, supongo que es hora de acabar con esto de una vez-salió del lugar, cerrando la puerta muy despacio para evitar que la contraria la oyera, luego bajó las escaleras lentamente y se detuvo para ver a los otros dos un instante, no sabía porque lo hacía, quizás solo por curiosidad.
…
Ambos ahora se llevaban bien con la chiquilla que les atacó, al parecer esta no era violenta y todo fue cosa del PAK que tenía anteriormente.
-¡¿de verdad no recuerdas nada?!-preguntó sorprendido el humano, mas ella negó con la cabeza.
-¿debo hacerlo?
-no, digo, es mejor así…además esa otra persona me recordaba a este alien molesto-mencionó, pensando que si ahora ella no los recordaba, en el futuro no habría consecuencias como en varias películas que vio.
-¡claro que no se parecía a mí, era tan inferior como tú, Dib cosa!-aseguró el irken, siguiéndole la corriente.
-¡sí, pero era gritona como tú!
-¡esperen yo tenía dos años ahora que recuerdo!-recién notó ese detalle al verse, como cuando Zim se percata de algo obvio después de un tiempo.
Dib miró al alien con cara de “te lo dije” y el irken respondió con una mirada de “no sé de qué estás hablando”.
-o al menos así llegué a la Inmensa esa vez-continuó-recuerdo que me llevaron porque era superior y tenía buenos genes-sonrió con arrogancia-luego hice maldades y traje años de horrible oscuridad y ruina, ¡MUAHAHAAHA!-se rió estruendosamente-claro, a pesar de ser pequeña-presumió.
-¡no te creas gran cosa larva, yo traje muchos años de oscuridad cuando fui mucho más joven que tú!-presumió también y ella le sacó la lengua-¡¿te atreves a insultar a Zim de esa forma?!
-¡cálmate Zim, ella ni siquiera sabe quién eres!
-¡solo perdonaré tu insolencia por eso, esto aún no se terminó!-la fulminó con la mirada y se resignó a no pelear porque sabía que el humano tenía razón-… ¡y todavía estoy molesto con que hayas hecho esa llamada a alguien “importante”!, ¡¿Quién era?, exijo que me lo digas!-cambió de tema, aún enojado.
-¡por Venus, solo llamé a unos amigos que conocí…!
-¡hay otra persona ¿verdad?, porque tú no tienes amigos, solo tienes al grandioso Zim!
-¡oye!-respondió ofendido-¡¿no crees que si fuera así ya te habría dejado por tu “tan especial forma de ser” y no te hubiera salvado?!
-¡mientes!
-¡no peleen!-los interrumpió-…son bonitos felices y juntos-sonrió inocentemente-… ¿ahora pueden liberarme?
-está bien, ya la oíste, basta de peleas por ahora-lo abrazó y el contrario se ruborizó, porque lo que siguió fue un beso apasionado, hasta tumbarlo en el sofá, ignorando la petición de la personita y su presencia también.
-como sea, solo me queda ver la clase de basura hay en esta máquina-pensó ella y se sentó más cerca del televisor, cambiando de canal con el control remoto lo mejor que podía.
…
-que patético-pensó Tak después de ver esa escena y caminó hasta la puerta principal sin ser notada.
Al hacerlo notó que dos naves iban llegando: la nueva nave de los Resisty, que habían logrado mejorar por supuesto; y, considerablemente más alejado, la nave insignia, la famosa Inmensa.
Toda la gente empezaba a preocuparse por esto, aunque primeramente estaban embobados con el panorama. Oh si, hasta el ayudante del irken también observaba de entre la multitud, sorbiendo una poop cola.
-que conveniente-sonrió-supongo que es hora de interrumpir a los demás y cumplir con mi verdadero objetivo.
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Continuará…