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Espesa bruma de orgullo por zaria66

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Notas del fanfic:

¿Alguien pidio aoki? ¡Aqui tienen! (っ´ω`)

Notas del capitulo:

Enjoooy! (」・ω・)」

 

 Espesa bruma de orgullo

 

 

Sus pasos eran ligeros y tranquilos, en cuanto llevaba sus manos en los bolsillos de sus pantalones, por fin se había librado de Satsuki, quería a la chica, pero a veces solía ser molesta. Al salir del gimnasio se dio cuenta de que ya había oscurecido, aun así los faroles alumbraban el camino en el cual pudo ver una gran cantidad de personas. Aun estaba impresionado por el partido de Fukuda contra el instituto Kaijo había sido realmente peleado y la participación de Kise le había dejado maravillado, por fin ese mocoso había podido superarse, fueron los pensamientos del moreno ojiazul, mientras una leve sonrisa se dibujaba en sus labios, pero aquella sonrisa se borro cuando se encontró con Haizaki fuera del gimnasio, parecía esperar a alguien y sabía perfectamente a quien era, y era de esperarse que alguien tan ruin como el no aceptara su derrota.

-El instituto kaijo aun tardara en salir. Si estas pensando en tomarte la revancha por lo de Kise, déjalo.

-Daiki… -Se escucho hablar al pelinegro mirando algo sorprendido al moreno, quien tenía la misma expresión en siempre, aquella indiferente.

-Si te portas bien y te vas a casa tranquilo, no le daré mayor importancia –Su voz se escuchaba tranquila, sin un tono de alarma.

-Me importa muy poco, imbécil. Lo que yo hago es cosa mía –Una sonrisa torcida se dibujo en los labios del capitán de Fukuda mientras hablaba, realmente le parecía graciosas las palabras de Aomine.

-No me meteré en lo que hagas si se trata de basket… pero no trates de interferir con tus idioteces en su lucha.

-¡Ja, que gracioso! Ni que fueras tan santo.

-Perdiste contra Kise, Haizaki. Tanto él como Tetsu trabajaron duro para llegar hasta aquí. No hagas más estupideces.

-Ya veo… en ese caso con mas motivo tengo que aplastarlos. Ya te dije que me importa bastante poco. Por desgracia a mí, a diferencia de ustedes, el basket no me interesa. ¡Si quieres que los deje en paz, tendrás que obligarme a la fuerza!

El integrante de Fukuda arremetió con todo en contra de Aomine luego de hablar, pero este le esquivo con gran facilidad y le dio un certero puñetazo en el rostro a Haizaki, quien solo con eso termino en el suelo.

-Tú lo quisiste… -Su mirada se fijo en el chico que estaba en el suelo mientras una gota corría por su nuca -Bien, ¿y ahora qué? –Dejo salir una carcajada con sarcasmo y comenzó a andar nuevamente con la misma tranquilidad de antes -Bah, que pase lo que tenga que pasar.

Había dicho eso pero siendo sincero estaba bastante preocupado con Ryota, sabía que era despistado y algo engreído. Al llegar a su departamento se dejo caer en el sofá para luego tomar el control remoto y buscar algo interesante que ver, para distraerse… pero, fue inútil.

-Kise… -Susurro en cuanto tomaba su móvil y buscaba su numero el cual posteriormente marco, luego de unos segundos la operadora le contesto que el numero estaba fuera de servicio –Tks, ¿Por qué debería estar preocupado?

Se levanto con algo de fastidio del sofá, luego de haber apagado la televisión y se dirigió hasta su cuarto donde se quito la ropa hasta quedar en ropa interior, se recostó y cubrió con las sabanas, era mejor dormir para despejar su mente. 

(…)

No podía crecer que ya fuera media noche y aun no pudiese dormir. Estaba realmente fastidiado. Se levanto y volvió a vestirse con la ropa que traía puesta anteriormente, tomo algo de dinero y su móvil y salió hacia la parada de buses más cercana, espero cerca de cinco minutos cuando pudo subir al transporte que lo acercaría a la casa de Kise, sabía que no era suficiente el llamarlo, necesitaba saber que se encontraba bien. Pago su pasaje y se bajo frente al edificio donde Kise Ryota vivía, era lujoso y amplio, totalmente el estilo del modelo.

Una vez frente a la puerta del departamento y cuando estuvo a punto de tocar pensó en lo ridículo e impulsivo de su actuar. ¿Cómo le explicaría a su ex compañero de equipo que hacía a media noche allí? ‘Nada, solo venia a verificar que estuvieras bien porque te llame y no respondías, por lo cual me quitaste el sueño.’ ¡No! ¡Eso jamás! Él era el gran Aomine Daiki rey de la indiferencia, no podía estar preocupado por una persona como…

-¿Aominecchi?

Un escalofrió recorrió el cuerpo del moreno al escuchar aquella voz, era nada más y nada menos que Kise Ryota. Se giro en la dirección que provenía esa voz y pudo ver al rubio con un gesto de sorpresa, era obvio, no se esperaba ver a Daiki allí.

-Hey, Kise -Dijo intentando olvidar la sorpresa que le había dado y volver a su faceta del rey de la indiferencia.

-¿Qué haces aquí? –Pregunto con curiosidad al rubio en cuanto se acercaba a él, para así abrir la puerta de su departamento con la llave que tenía en su posesión –Pero bueno, pasa, pasa… hace mucho frio –Dijo con una radiante sonrisa la cual hizo que Daiki desviara la mirada algo avergonzado.

-Sí, gracias –Pronuncio casi en un susurro cuando hacia ingreso al amplio y atractivo departamento del rubio, se notaba que allí vivía una celebridad.

-¿Qué te trae por aquí? Hace mucho que no me visitabas –Comento en cuanto dejaba en la barra algunas bolsas de plástico que traía en sus manos.

-¿Tengo que tener algún motivo para venir acaso? –Interrogo el moreno, en cuanto se cruzaba de brazos y el miraba con aquel típico desprecio, estaba intentando mostrarse lo más natural posible ante la situación, aun que poco le funcionaba ante los ojos del modelo quien lo miraba con una ‘poke face’.

-¿Es enserio, Aominecchi? Nunca vienes, por lo general estabas encerrado viendo tus resistas pornográficas –Dijo Kise en cuanto reía, lo cual hizo el ceño del moreno se frunciera, ¿Cómo se atrevía hablarle de esa forma? Sin ningún respeto aparente. El rubio noto la molestia del peliazul solo en su mirada y levanto amabas manos –Lo siento, lo siento… solo bromeaba, pero bueno, toma asiento, iba a preparar algo de comer, ¿se te apetece?

-¿A esta hora? –Interrogo en cuanto alzaba una ceja y se sentaba en uno de los sofás frente a la barra de la cocina, como era un departamento con concepto ‘abierto’ no tenia paredes a excepción de las habitaciones.

-Es que como mis hermanas salieron de viaje no tengo quien me prepare algo y hace poco quede libre luego de la celebración con mis superiores –Respondió sin darle mucha importancia al asunto cuando sacaba las verdura que había comprado de regreso a casa para lavarlas.

-Ya veo… -Dio como respuesta Daiki en cuanto centraba su mirada en el rubio, quien mantenía una sonrisa en sus labios –Por cierto… -Inquirió el moreno luego de un corto silencio mientras carraspeaba su garganta -¿De camino acá no te paso nada? –Interrogo mientras miraba hacia otro punto del departamento fingiendo no prestar mucha atención. Aquella pregunta llamo la atención de Ryota, quien miro a su invitado algo confundido.

-Eh, no… nada. Que yo sepa, aun que una celebridad como yo no está libre de nada –Bromeo con algo de egocentrismo, el cual inevitablemente saco una carcajada del Aomine, lo cual le sorprendió un poco al rubio.

-Lo siento, lo siento… es que no se en que pensaban cuando te volvieron en celebridad, Kise –Se burlo Daiki entre risas.

-¡Oh! Que cruel eres, Aominecchi –Dramatizo Kise con su típico tono infantil, en cuanto abultaba sus labios, lo cual para Daiki le pareció un gesto realmente tierno, pero cuando se dio cuenta de sus propios pensamientos sacudió su cabeza, era tonto que pensara eso de otro… pero en el fondo sabía que Ryota era la excepción.

Un silencio se apodero del ambiente, uno que para Kise era normal, seguía con sus labores de preparar las verduras para comer, tenía bastante apetito, ya que al ir a celebrar su victoria contra Fukuda no tuvo la oportunidad de probar bocado, en cuanto a Aomine; este se encontraba hipnotizado por los elegantes movimientos del rubio, quien parecía disfrutar preparando los alimentos, pero la voz del mismo le saco de sus pensamiento.

-Oye, Aominecchi, ¿puedes ver que las verduras no se quemen?,  iré a cambiarme –Dijo sin más abandonando el lugar hacia su habitación dejando a un nervioso y confundido Daiki.

-Espera, Kise… -Le llamo, pero ya era demasiado tarde, el modelo la había ingresado en una de las habitaciones.

Rápidamente Daiki se levanto de donde estaba sentado y fue hasta donde los alimentos se estaban friendo. ‘¿Qué se supone que debo hacer?’. Pensaba en cuanto miraba las verduras, tomo los palillos que había dejado Ryota junto a la sartén y comenzó a moverlos sin saber si estaba en lo correcto o no. Mientras tanto Kise se cambiaba de atuendo tranquilamente, luego tomaría un baño, ya lo había hecho luego del juego, pero aun así necesitaba hacerlo otra vez. Una vez salió de su cuarto pudo ver como desde atrás de la barra salía humo y también pudo ver como Daiki daba maldiciones a medio mundo intentando hacer algo, pero sin obtener nada. El rubio corrió hasta allí y apago la cocina a gas, mirando con un puchero como sus verduras estaba quemadas, ¿Qué se supone comería ahora?

-Aominecchi, dejaste que las verduras que quemaran… que inútil eres –Nuevamente había optado por esa actitud infantil, mientras algunas lagrimillas falsas se divisaban en su mirada, lo cual tomo por sorpresa al moreno.

-¿Q-QUÉ ME  DIJISTE? –Interrogo en cuanto miraba molesto al rubio, quien poca atención le prestaba solo se dedicaba a mirar sus alimentos arruinados –Tks, espérame… volveré pronto –Dijo sin más el as de Too caminando hacia la salida del departamento y desapareciendo luego, dejando a Kise aun haciendo berrinches en la cocina.

¿Y a donde se dirigía el moreno con tanta prisa? Eran casi las una de la madrugada, aun tenia oportunidad de que algún negocio de comida rápida estuviera abierto, y así fue, en menos de dos cuadras recorridas encontró una instalación de comida rápida, donde compro algunas hamburguesas, sabía que Kise tenía un paladar refinado, pero en situaciones así debía ser más flexible. Una vez estuvo en camino de vuelta al departamento se pregunto qué estaba haciendo… llevándole comida a uno de sus rivales en la cancha de basket. Se detuvo unos momentos y miro las bolsas en sus manos, y un pequeño sonrojo se diviso en el rostro del rey de la indiferencia. Esta no era una actitud digna de él. Agito su cabeza y nuevamente se dirigió hacia el departamento del modelo.

Una vez estuvo allí se encontró con la imagen que termino por derretir su frio corazón; era Kise envuelto en una manta acurrucado en el sofá donde anteriormente él había estado sentado… dormido, se había dormido del cansancio mientras esperaba por Aomine. Dejo las bolsas sobre la barra y se encamino hacia Ryota, quien ni cuenta se había dado de la llegada de Daiki. El moreno lo tomo entre sus brazos con facilidad y se dirigió hacia la habitación que anteriormente Kise había entrado, lo dejo sobre la cama que allí había e hizo una mueca cuando escucho refunfuñar por temor a que despertara pero en vez de eso lo vio acomodarse un poco, lo arropo con cuidado para que no se despertara. ‘Nuevamente actuando como un estúpido por tu culpa, Kise Ryota’, pensó Daiki en cuanto le miraba, guardo sus manos en los bolsillos de sus pantalones en cuanto se giraba para dejar el apartamento e irse a su casa, de todos modos ya se había asegurado de que Ryota estuviese bien.

-¿Adónde vas? No me dejes solo… quédate a dormir-Se escucho un murmullo a espaldas del moreno, quien se giro algo sorprendido viendo al instante aquella expresión en el modelo que odiaba, parecía un cachorro abandonado en medio de la calle.

-No me iré… iré a apagar las luces –Susurro en cuanto dejaba el cuarto para hacer lo que había dicho y aprovecho de asegurarse de que todas las puertas estuvieran cerradas.

Aomine fue de vuelta a la habitación de Kise y se encontró con una imagen que le sorprendió un poco; el rubio solo en ropa interior esperándole en la cama, apunto de dormirse. Era una imagen arrebatadoramente sexy… y adorable. Paso saliva y se prometió a si mismo tener auto control. Se quito sus ropajes por segunda vez para ir a la cama y se recostó junto a Kise, quien lo recibió con una tierna sonrisa y con ese gesto supo que le costaría más de lo que pensó mantener autocontrol. Se cubrió con las mantas y sabanas que cubrían a Kise, y sintió como este se acercaba a él, sin tocarle, pero lo suficiente como para transmitirse temperatura corporal, un escalofrió recorrió el cuerpo del moreno gracias a lo frio que estaba Kise.

-Kise, mocoso… ¿Por qué estas tan frio? –Interrogo de forma poco amable el moreno teniendo una obvia reacción del rubio.

-¿Eh? Que malo eres Aominecchi, tu eres el que me hizo esperar y… -Un bostezo corto la frase de Ryota haciendo que este solo balbuceara luego de eso lo cual saco una carcajada del ojiazul, quien en un acto impulsivo rodeo con sus fornidos brasos el cuerpo del rubio.

Ryota abrió los ojos sorprendido, el sueño que tenía hace segundos atrás se había desvanecido por arte de magia ante la repentina acción de su ¿amigo? Realmente no sabía lo que Aomine era suyo y tampoco sabía la razón por la cual su corazón había comenzado a latir frenéticamente. ‘¿Qué pretendes, Aominecchi?’, se preguntaba Kise en cuanto levantaba lentamente la cabeza para así sentir de lleno el aliento de Daiki contra su rostro, el cual estaba tibio. Maldijo en su interior porque sabía que en ese momento sus mejillas debían estarse tiñendo de un carmesí, pero recordó que ambos permanecían en absoluta oscuridad.

Mientras Kise lidiaba con miles de pensamientos Daiki se encontraba en una situación parecida, cuestionándose a si mismo por que había hecho de pronto, ni siquiera había tenido tiempo de reaccionar y detenerse. Al sentir el aliento de Kise su cuerpo sufrió un leve espasmo que por inercia lo llevo a separarse, lo cual dejo al rubio un poco desconcertado.

-Aominecchi eres un tonto –Y allí estaba nuevamente esa faceta infantil de Kise.

Ryota termino por darle la espalda a Daiki, quien alzo una ceja confundido por lo cambiante que era el rubio por lo cual también termino dejando salir una sonora carcajada, las rabietas del modelo le generaban tres cosas; molestia (la mayoría de las veces), gracias y ternura. Esta vez por voluntad propia rodeo la cintura ajena con sus brazos y atrajo la anatomía ajena hasta la propia. Cuando sus labios estuvieron al alcance de la oreja ajena la soplo lo cual causo un extenso escalofrió a Kise.

-No te enojes, Kise –Susurro mientras que en sus labios se dibujaba una sonrisa, de esas que solo Kise Ryota podía generar en el.

-Uhm… -Kise intentaba hacerse del rogar y no caer ante el repentino y tierno actuar del moreno, pero estaba siendo difícil, su cuerpo había comenzado a reaccionar de forma sorpresiva ante el contacto con Aomine.

La fría piel de Kise había comenzado a tomar temperatura gracias a la cercanía que Aomine había iniciado, pero, ¿Cómo evitarlo? Si sentía su espalada siendo presionada hacia ese bien formado abdomen que Daiki poseía. ‘No, no pienses en eso, Kise. Calma’, pero lamentablemente sus pensamientos fueron inútiles al sentir la cálida mano del moreno acariciar su abdomen con una lentitud y tranquilidad increíble.

¿Y por que el actuar de Aomine? Eso mismo se preguntaba el, no sabía por qué había sentido la necesitada de tocar la piel de Kise, aquella pálida y suave piel que Ryota poseia. El silencio que había entre ambos chicos fue irrumpido por un suspiro de parte del rubio, como una obvia reacción cuando sintió como una de sus tetillas era atrapada por la mano ajena y comenzaba a masajearla, en cuanto su nuca y cuello eran atacado por un par de labios que sabían lo que hacían.

Los ojos de Kise se fueron cerrando con lentitud, teniendo ahora ambas manos (las cuales parecían tener bastante experiencia) del moreno acariciándole, en cuanto mordía su labio inferior. Su cuerpo reaccionaba con ciertos temblores y movimientos involuntarios. Cuando sintió como su virilidad era tomada con firmeza y comenzaba a hacer tocada por una de las manos del moreno el primer gemido de Ryota se hizo escuchar, lo cual hizo que Daiki dejara salir una suave carcajada.

-D-deja de burlarte –Se escucho un susurro de parte del modelo, el cual vino acompañado de varios gemidos que eran provocados por el placer que estaba haciéndole sentir el moreno.

-¿Burlarme? –Interrogo en cuanto fruncía el ceño el as de Too. Realmente el rubio era difícil de entender.

En un rápido movimiento Kise se vio bajo el cuerpo del moreno, quien se poso entre las piernas del rubio, obteniendo por eso una mirada de sorpresa y molestia. Daiki tomo una de las manos ajenas y la poso sobre su pecho, para que este sintiera lo rápido del latir de su corazón, jamás había sido bueno expresándose con palabras, así que esperaba que ese gesto fue suficiente para explicarle lo que sentía al rubio, quien suavizo su mirada hasta que poco a poco una sonrisa se fue dibujando en sus bonitos labios. Por fin podía entender a su ¿amigo? O más bien su superior.

-No me estoy burlando, Ryota –Dijo el moreno en cuanto apartaba unos segundos su mirada, hasta con Kise se le era difícil ser sincero, en esos momentos había descubierto por que era tan amable con él, ahora entendía ese sentimiento de angustia ante el peligro que podía haber sufrido el rubio. Daiki desde hace mucho que guardaba ese sentimiento en su interior, solo que no era capaz de reclamarlo como suyo, no podía evitar sentir temor por el hecho de estar interesado en otro hombre, sabía que aquello no era aceptado, pero no por eso era algo malo, no podía ser malo aquellos sentimientos tan sinceros que tenia por Kise, no podía ser malo el hecho de estar enamorado.

Kise parpadeó varias veces seguidas, intentando procesar lo que acababa de escuchar de parte de Aomine. Sintió algo extraño en su pecho, felicidad tal vez, si debía ser eso. Kise dirigió sus manos a los hombros ajenos y se aferro a ellos para atraer hacia el al moreno para así por fin unir sus labios con los propios, al instante un millar de sensaciones se apoderaron de ambos jóvenes, parecía que habían estado esperando aquel momentos donde pudiesen probar los labios del otro. Aomine termino apoyándose en sus ante brazos a cada lado de la cabeza del rubio, para una mayor comodidad durante aquel beso que compartían, el cual inicio con suma lentitud, hasta se podría decir con cierta timidez, pero luego de que Daiki sintiera como la lengua ajena pasear por su labio inferior dio rienda suelta a su pasión, sus labios comenzaron a devorar los labios ajenos, los saboreo por completo, paseando su lengua por esta sin vergüenza alguna.

Una vez se separaron para recuperar el aliento Daiki contemplo el rostro del rubio, quien tenía sus ojos cerrados y un leve sonrojo se había apoderado de sus mejillas. ‘Maldición, es tan lindo’, hasta sus propios pensamientos sorprendieron al ajiazul, quien no perdió tiempo para dejar un camino de besos desde el mentón ajeno hasta su clavícula, la cual mordió y marco sin remordimiento alguno, obteniendo varios gemidos de quien se mantenía aun bajo su cuerpo.

Aomine se dio cuenta que estaba totalmente excitado cuando sintió la mano de Kise posarse sobre su entre pierna y comenzaba a masajearlo libremente obteniendo varios gemidos y maldiciones gracias a aquella acción, por lo cual el rubio no pudo evitar soltar una carcajada. Sus miradas chocaron en ese instante y el modelo pudo ver la pasión misma reflejada en aquellos atractivos ojos azules, y supo que no se detendría hasta finalizar, pero eso no detuvo el movimiento de muñeca que ayudaba a acariciar el miembro del as de Too, sino que le dio paso a introducir su mano en los bóxer amarillos del moreno y comenzar a masturbarlo sin alguna tela de por medio. Daiki dio inicio a un nuevo beso apasionado igual que el anterior, pero no duro demasiado ya que el mismo que había dado inicio al beso comenzó a quitarse su ropa interior, era tan molesta y supuso que también era molesta para Kise, por lo cual se tomo la libertad de quitársela también.

Estando allí, uno frente al otro, totalmente desnudos los excito aun más. Ryota comenzó a mover sus caderas, para que así ambos miembros comenzaran a restregarse entre sí, lo cual casi varios gemidos de parte de ambos jugadores. Aomine intento no perder el control por lo cual llevo uno de sus dedos hasta el orificio rectal del Kise y lo introdujo, debía preparar al modelo para lo que se avecinaba, le era muy difícil controlarse y no penetrarlo en ese mismo instante.

-Por Dios… -Gimió Kise en cuanto se removía bajo el cuerpo de Aomine, quien disfrutaba de las expresiones ajenas, sabía que para el rubio no era la mejor la sensación más agradable del mundo, pero no podía evitar sonreír al ver lo que causaba en el modelo, porque a pesar de que muchas personas lo amaran y admiraran, solo él podía hacerle gemir de aquella forma como lo estaba haciendo en ese instante, cuando ya había introducido el tercer dedo en su interior y comenzaba a moverlos de una forma poco delicada y es que había comenzado a perder la paciencia, necesitaba estaba dentro de Ryota en ese mismo instante, marcarlo como suyo y que nadie más lo viera de la forma que estaba ahora, por lo cual obtuvo algunos regaños por parte del modelo, lo cual más que calmarle le hizo sonreír con malicia.

Cuando al fin Daiki saco sus dedos del interior ajeno tomo ambas piernas que estaban a sus costados y las poso sobre sus hombros para tener una mayor accesibilidad a aquella zona tan intima del rubio, como respuesta ante el acto obtuvo varios gemidos del rubio, aquellos gemidos que podían excitarle más de lo que estaba. Perfilo su miembro ante el orificio rectal de Kise luego de haberlo masturbado un poco y comenzó a internarse en ese mundo de sensaciones y  placer que era Ryota. Y joder que se sentía bien, eran tan estrecho y cálido, estaba tan perdido en el placer en cuanto se adentraba mas en Kise que no noto las quejas de este, porque para el modelo no era muy cómodo, era doloroso.

-Detente un… momento –Pidió entre suspiros el rubio en cuanto miraba al moreno, quien al instante se detuvo, quería sentir mucho placer, no lo negaba, pero también estaba preocupado por el bien de Kise –Solo un momento.

-Calma, ya he esperado bastante, un poco mas no me hace mal –Dijo Daiki con una dulzura extraña en él y deposito un beso en la frente de Ryota, quien se ruborizo mas de lo que estaba.

Solo eso había faltado para relajar al modelo quien asiento con su cabeza para que Daiki siguiera con su trabajo. Y esta vez no siguió adentrándose en el, si no que salió un poco y embestido con fuerza a Ryota, quien tembló y dejo libre un sonoro gemido. Aquella era la expresión mas erótica que había visto Daiki alguna vez en su vida, mucho más que todas las mujeres que veía en sus revistas, Kise con los ojos cerrados, las mejillas rojas, su boca gimiendo su nombre y su abdomen contraído por el placer que había comenzando a sentir, por desde hace bastante el dolor se había desvanecido dando total paso al placer. El moreno recorrió con su lengua por el palido pecho ajeno y termino por morder sus tetillas las cuales se irguieron en pocos segundos, Kise era realmente sensible en esa zona.

Aomine decidió comenzar a masturba a Kise ya que sabía que él estaba pronto a terminar, sin detener las estocadas que cada vez llegaban mas al interior del rubio, quien se retorcía de placer al sentir como su punto débil era tocado y eso era lo que Daiki quería, que él también sintiera el mayor placer posible.

-Aominecchi… ya no pudo mas –Susurro con dificultad luego de unos momentos el rubio y termino por eyacular en la mano ajena que lo masturbaba, ese había sido un orgasmo glorioso, su cuerpo tuvo un espasmo oprimiendo el miembro que se encontraba en su interior, provocando que Daiki también llegara al orgasmo esperado, el mejor que había tenido en su corta vida.

El cuerpo de Daiki aprisiono el de Kise mas contra la cama cuando se dejo caer exhausto contra él, esa hacia sido la situación más apasionante que habían vivido, para Daiki había sido casi mejor que están ‘en la zona’ durante un partido.

Una vez el moreno abandono el interior ajeno se recostó a su lado sintiendo al instante como Kise le abrazaba apoyando su cabeza en su pecho, rodeo el cuerpo del rubio con sus brazos y deposito un beso en sus cabellos.

-Duerme bien, Aominecchi –Susurro con dulzura el modelo momentos antes de caer rendido ante el sueño.

-Dulces sueños, Kise – Fue la corta respuesta del moreno para luego dormirse aferrado al cuerpo de Ryota.

A la mañana siguiente Daiki fue despertado por Kise, quien depositaba suaves besos en una de sus mejillas, en su interior fue la acción más tierna del mundo pero no podía mostrarse tan blando ante el modelo, era algo vergonzoso.

-Buenos días, Aominecchi –El tono de voz de Ryota delataba la felicidad que sentía en esos momentos.

-Tks, Kise déjame dormir –Susurro el mayor dando la espalda al rubio quien al instante hizo un puchero bastante adorable.

-¿Eh? Aominecchi tú fuiste el que anoche se puso cariñoso –Dijo Kise intencionalmente para molestar al moreno.

-¿Qué dijiste, mocoso? –Se giro el moreno algo sonrojado ante las atrevidas palabras del modelo pero como respuesta obtuvo un fugaz beso en los labios por el dulce Kise, lo cual lo hizo sonrojarse aun mas. ‘Maldito seas, Kise Ryota’, pensó en cuanto desviaba la mirada.

Ryota abandono la cama para así dirigirse al baño de la habitación sin intensiones de cubrirse, ¿para qué? Si con lo de la noche anterior se había conocido bastante. Antes de entrar se giro confrontando a un avergonzado Daiki y sonrió escuchando los refunfuños ajenos.

-¿Qué quiere decir lo de anoche, Aominecchi? –Interrogo con un leve sonrojo en sus mejillas el modelo.

-¿Tu qué crees, mocoso? –Dijo frunciendo el ceño el moreno y desvió la mirada –Que me gustas y estamos saliendo –Dijo sin delicadeza alguna, haciendo reír al rubio, quien realmente estaba feliz, aun que Daiki no pudiese expresarse bien.

-Me parece bien –Dijo satisfecho para luego adentrarse al baño para ducharse.

Por su parte Daiki luego de ver desaparecer a Kise en el cuarto de baño sonrió de forma sincera, porque no podía ocultar lo bien que se sentía ser sincero con el rubio, a quien desde ahora en adelante cuidaría de todas las formas posibles, porque era de su propiedad. 

 

 

 

 

Notas finales:

¿Les ha gustado? Díganme si o no para seguir haciendo fanfics de esta forma, tengo muchas ideas que ya quiero escribir. Me emocione escribiendo este, es que el aoki es tan bello. (◡///◡*)

Por cierto, les dijo mi pagina por allí ire publicando otras cositas; www.facebook.com/pages/Zaria66/130088270481172

Bye, bye! (´・ω・)/


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