Sonrió tristemente y es que, aunque me duela, no puedo hacer nada. ¿Quién soy yo para impedir tu felicidad?. Nadie.
Te veo marchar y las voces en mi cabeza gritan que te detenga, que te agarre del brazo, te acorrale y te bese de una manera tan intensa que tú no puedas resistirte.
Sin embargo, no hago nada, solo te veo marchar.
Te hubiese gritado mil cosas, pero me silencio. Mis ojos se sientes quemar cuando besas mi frente, y yo solo me quedo allí, parado en el umbral de la puerta, viendo como, dando un paso tras otro, te alejas de mi.
—Adios, dobe.—Es lo ultimo que dijiste, y te prometo que siento como mi corazón se rompe en miles de minúsculos pedazos que jamas se volverán a unir. Duele. Duele demasiado, tanto que no debería estar permitido.
Cierto la puerta y me dejo apoyar en ella, deslizándose hasta que me siento en el suelo. Me abrazo a mi mismo, buscando consuelo pero sigue doliendo igual. Sigue desgarrándome. La soledad y el silencio es lo único que me acompaña en este momento. Pero, solo pasan unos segundos, para que empiece a llorar, al principio ni me di cuenta.
Yo he roto el silencio, pero tú me has roto a mi.
Y entonces, tirado en el suelo, devastado y sin querer aceptarlo, me dejo ir por el dolor y deseo dormir hasta que mi cerebro olvide todo.
Porque tú, Sasuke, jamás volverás, y yo, a pesar de que he vivido casi toda mi vida de mi vida sin ti, ahora que te he conocido, aguantado y amado, no sé como seguir haciéndolosi tú no estas.
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SasuNaru
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Sonrió tristemente y es que, aunque me duela, no puedo hacer nada. ¿Quién soy yo para impedir tu felicidad?. Nadie.
Te veo marchar y las voces en mi cabeza gritan que te detenga, que te agarre del brazo, te acorrale y te bese de una manera tan intensa que tú no puedas resistirte.
Sin embargo, no hago nada, solo te veo marchar.
Te hubiese gritado mil cosas, pero me silencio. Mis ojos se sientes quemar cuando besas mi frente, y yo solo me quedo allí, parado en el umbral de la puerta, viendo como, dando un paso tras otro, te alejas de mi.
—Adios, dobe.—Es lo ultimo que dijiste, y te prometo que siento como mi corazón se rompe en miles de minúsculos pedazos que jamas se volverán a unir. Duele. Duele demasiado, tanto que no debería estar permitido.
Cierto la puerta y me dejo apoyar en ella, deslizándose hasta que me siento en el suelo. Me abrazo a mi mismo, buscando consuelo pero sigue doliendo igual. Sigue desgarrándome. La soledad y el silencio es lo único que me acompaña en este momento. Pero, solo pasan unos segundos, para que empiece a llorar, al principio ni me di cuenta.
Yo he roto el silencio, pero tú me has roto a mi.
Y entonces, tirado en el suelo, devastado y sin querer aceptarlo, me dejo ir por el dolor y deseo dormir hasta que mi cerebro olvide todo.
Porque tú, Sasuke, jamás volverás, y yo, a pesar de que he vivido casi toda mi vida de mi vida sin ti, ahora que te he conocido, aguantado y amado, no sé como seguir haciéndolo si tú no estas.