JongIn recuerda que desde pequeño, a Sehun siempre le había gustado darle de todo lo que le gustaba, si su madre le mandaba de lunch bolas de arroz, Sehun siempre le daba una o también si comía helado, le compartía y a JongIn jamás le pareció extraño. Sus días de escuela se pasaron así, compartiéndolo todo.
Las cosas comenzaron a cambiar cuando entraron al último año de secundaria y a Sehun comenzaron a salirle pretendientes por todos lados. Su mejor amigo era demasiado amable para decir no, así que cada semana tenía una nueva pareja a la cual botaba si no aceptaba también salir con JongIn y viceversa.
Hubo una vez donde una chica llamada Sunny, bajita y muy linda, abofeteo a Sehun llamándolo enfermo al decirle que si quería tener sexo con él tendría que aceptar a JongIn. Sunny estaba tan furiosa que le tiro encima el café caliente a JongIn para después salir de la cafetería. Todos los presentes se quedaron con la boca abierta, Sehun estaba furioso y JongIn adolorido, su camisa llena de café caliente y su piel ardiendo.
-Lo siento tanto, Sunny está loca, vamos a la enfermería, ese café estaba hirviendo. –Sehun decía mientras, sin esperar respuesta del moreno, lo tomo de la mano haciendo que se pusiera de pie y lo siguiera.
-No es necesario, no me dolió en lo absoluto. –Hablo JongIn.
-JongIn-ah! No mientas. –Manifestó Sehun mientras le apretaba la mano. -¿Sabes? Creo que sería mejor salir con chicos, son menos complicados.
JongIn se detuvo, provocando que Sehun se jalara y lastimará la muñeca de JongIn.
-No. –enunció JongIn. –Me gustan las chicas, son muy lindas.
-Hay chicos que son muy lindos también, vamos, intentémoslo, ¿Sí? –Propuso Sehun sonriendo.
-No lo sé, jamás lo he hecho con un hombre. –Dijo JongIn mientras se rascaba la cabeza con la mano libre.
-Ni yo pero no creo que sea tan difícil, ahora, vamos a la enfermería. –expresó Sehun.
-Está bien. –declaró JongIn.
Ambos llegaron a la enfermería, tocaron la puerta y la señorita Jung les abrió.
-Oh cielos, ¿Qué ha pasado? No, no me digan, ¿Otra novia celosa? –Pregunto la señorita Jung mientras los dejaba pasar. –Chicos, deberían centrarse en estudiar y no en tener novias que le tiren el café hirviendo a JongIn ¿Vale? Pobre nini, siéntate en la cama, iré a buscar una pomada para quemaduras leves y tu Sehun, vuelve a clase, yo cuidare de JongIn.
La señorita Jung era una mujer muy hermosa y amable, a JongIn le agradaba, siempre tan linda, el sueño de todo hombre y de JongIn.
-De ninguna manera, JongIn está enamorado de usted y dejarlos solos no es una opción. –asevero Sehun mientras se cruzaba de brazos.
-¡YA! Claro que no, señorita Jung no lo escuche, se cayó de chiquito y ahora se la pasa diciendo tonterías. –exclamo un JongIn sonrojado mientras se ponía de pie para después propinarle un golpe en la nuca a Sehun.
La señorita Jung soltó una risilla y negó con la cabeza.
-Sehunnie, si quieres quedarte solo tenías que decirlo, no había necesidad de avergonzar a nini. –Dijo la señorita Jung mientras sacaba de la estantería una pomada. –Ahora, quítate la camisa.
El rostro de JongIn se tornó rojo, trago saliva y comenzó a desabotonarse la camisa, Sehun lo miraba con curiosidad.
-Señorita Jung, a JongIn le pasa algo raro, está colorado. –menciono un Sehun preocupado.
-¡LARGO DE AQUÍ! –Grito JongIn mirando mal a Sehun. –Señorita Jung, por favor haga que Sehun se vaya, no deja de decir cosas tontas.
-Sehun-ah, ya escuchaste a nini, sal, te prometo que no pasará nada. –hablo la señorita Jung.
-Pero…
-Vale, no te vayas pero espera afuera, esto no tomará mucho tiempo. –Dijo JongIn.
-Vale. –Contestó Sehun entristecido, JongIn nunca le había gritado.
Sehun salió de la habitación y se sentó sobre una silla negra acolchada, los parpados le pesaban, después de dos minutos se quedó profundamente dormido.
JongIn aprovecharía esta oportunidad para seducir a la señorita Jung, usaría los consejos que había leído en la revista de su hermana mayor. Se terminó de desabotonar la camisa y miro a la señorita Jung y se mordió el labio, la joven se comenzó a poner nerviosa, debía admitir que ver a JongIn así era terriblemente excitante pero si alguien entraba y los descubría perdería su trabajo. JongIn estaba listo para lanzarse a ella cuando cayó en cuenta lo egoísta que estaba siendo.
Sehun siempre le compartía a sus parejas y si a JongIn no le gustaban Sehun las botaba y ahora aquí estaba, intentando tener algo con la mujer más hermosa que había visto en su corta vida. Que mal mejor amigo era, se puso de pie sin decir nada y salió de la enfermería, con todo y la camisa desabrochada, vio a su mejor amigo dormido y sin pensarlo dos veces le grito.
-¡SEHUN-AH! –El pobre chico abrió los ojos asustado.
-¿Qué demonios te pasa? Casi me matas, idiota. –hablo Sehun mientras se desperezaba, estiró sus brazos y bostezó. -¿Qué paso con la señorita Jung?
-Nada, me dio pena y salí, vámonos. –Dijo JongIn mientras tomaba la mano de Sehun, ambos entraron al salón y los murmullos no se hicieron esperar, la profesor Park los miro mal.
-No pueden entrar tarde y mucho menos en ese estado, chicos, por el amor de Dios, está estrictamente prohibido la actividad sexual dentro del plantel, tendré que llamar a sus padres.
Sehun y JongIn se miraron confundidos para después mirar a la profesora.
-¿De qué habla? Lleve a JongIn a la enfermería por que Sunny le tiro encima el café hirviendo, eso es todo. –expreso Sehun con parsimonia mientras tomaba asiento.
-¿Entonces por qué JongIn está con la camisa así? –Pregunto la profesora Park con una ceja alzada. –No nací ayer, sé cuándo dos adolescentes han tenido sexo.
-Eso es más que obvio. –Dijo Sehun haciendo estallar en carcajadas a todo el salón.
JongIn escuchaba la acalorada discusión que tenían su profesora y su mejor amigo, ató los cabos sueltos y por fin pudo comprender que pasaba.
-Profesora Park, Sehun y yo no tuvimos sexo, que asco, somos como hermanos, sería incesto. –recito JongIn mientras se abotonaba la camisa. –Jesús, tanto alboroto por un malentendido.
La profesora estaba más que avergonzada, para su suerte la clase termino dos minutos después. En el receso JongIn y Sehun se encontraban caminando hacía el patio (cuando) un joven de baja estatura y grandes ojos se paró frente a ellos.
-¡JongIn acepta mis sentimientos! –Exclamó mientras le ponía sobre el pecho una caja de chocolates con una carta.
JongIn nunca había sido bueno para este tipo de situaciones, Sehun siempre era al que le ocurría esto.
-Kyungsoo, ¿Quieres salir con JongIn? –Pregunto Sehun.
El pequeño solo se limitó a asentir.
-Perfecto pero debes saber que para que eso suceda también tendrás que salir conmigo. –Dijo Sehun mientras le acariciaba la cabeza a Kyungsoo.
El más bajo alzo la cara y miro a Sehun con el ceño fruncido.
-No, ¿Estás loco? A mí solo me gusta JongIn. –respondió Kyungsoo molesto.
-Entonces no se va a poder. –Dijo Sehun. –Lastima, eres muy lindo.
-JongIn-ah, dile a Sehun que no bromee, ¿Serás mi novio o no? –Preguntó Kyungsoo impaciente.
-Lo siento mucho pero si no aceptas también a Sehun no podré recibir tus sentimientos. –explico JongIn sin mirarlo.
Kyungsoo volvió a bajar la mirada.
-Tenían razón, son unos enfermos. –Dijo Kyungsoo con la voz temblorosa, con lágrimas aflorándole los ojos y el corazón estropeado.
JongIn y Sehun se miraron a los ojos, no pudieron evitar soltar una carcajada, Kyungsoo los miro como si fueran un par de pacientes prófugos de un hospital psiquiátrico, ellos se acercaron lentamente hacia él y el pequeño ojón salió corriendo.
-Vaya, es la decimocuarta vez que nos llaman así, deberían coger un diccionario y buscar más insultos. –revelo Sehun mientras posaba su brazo derecho sobre los delgados hombros de JongIn.
-Lo sé pero ese pequeño sí que era adorable, sus enormes ojos y esos labios. –Dijo JongIn mientras cerraba los ojos.
-Y hace menos de diez minutos te negabas salir con chicos. –Sehun recito mientras sonreía.
JongIn no dijo nada más, atrapo la mano de Sehun y ambos se dirigieron hacia el salón.
~
Al entrar a la universidad, ambos decidieron mudarse a un fastuoso departamento ubicado en Gangnam, Sehun estaba sentado y JongIn se encontraba acostado en el sillón, posando su cabeza en el regazo de su amigo.
-Nini, ¿Te acuerdas de Luhan? –Pregunto Sehun mientras le daba de su chocolate en barra favorito.
JongIn negó con la cabeza.
-Uh, bueno, quiero salir con él. –Dijo Sehun.
JongIn lo miro extrañado, jamás se interesaban en nadie porque sus parejas eran los que los buscaban.
-Vaya, debe ser realmente hermoso o interesante. –Respondió JongIn receloso.
-Lo es. –Afirmo Sehun con una sonrisa tímida. –Mañana te lo presentare, te encantará.
JongIn se limitó a asentir.
Ya era tarde y también era domingo, Sehun se había despedido con un beso en la mejilla de JongIn y un “buenas noches” esa noche el moreno no pudo conciliar el sueño por que no podía dejar de cavilar sobre Luhan, conocía a Sehun desde hace años y nadie le había interesado a tal grado de querer salir con él, debía conocerlo ya o se volvería loco.
-JongIn-ah! Levántate, ya es tardísimo. –Hablo el rubio mientras sacudía levemente a su amigo.
JongIn abrió los ojos y se sentó de golpe, su espalda dolía al igual que sus ojos, tomo su celular que estaba sobre la mesa para café frente a él, miro la hora y se puso de pie rápidamente para correr al baño, tomo una ducha helada de cinco minutos, cuando salió, sus fosas nasales fueron asaltadas por el deliciosos aroma de huevos con tocino que Sehun había preparado, fue hacia la cocina como un niño al árbol de navidad lleno de regalos, Sehun estaba de espaldas a JongIn terminando de cocinar, su castaño amigo lo abrazo por detrás y recargo su cabeza en su hombro izquierdo.
-Eso huele delicioso. –dijo JongIn.
-Lo sé y ve a cambiarte, tienes diez minutos. –recito Sehun.
-Sí, mamá. –Respondió el moreno.
-Si no vienes en diez minutos me comeré tu parte. –Amenazo Sehun y JongIn dio una risotada porque eso era más fácil que las de la nueva novia de JongDae.
Corrió a su habitación y saco su ropa interior, un pantalón de mezclilla negra, una playera blanca y una camisa de cuadros rojos, negros y blancos, cuando volvió a la cocina se encontró con Sehun sentado bebiendo un poco de jugo de manzana mientras leía algo en su celular, era un mensaje, estaba casi seguro porque estaba sonriendo al mirar la pantalla, JongIn arrastro la silla provocando que Sehun se sobresaltará y lo mirara con el ceño fruncido.
-No hagas eso. –Dijo Sehun para después volver a mirar su celular, a JongIn le dieron ganas de arrebatárselo.
Comió su desayuno y por primera vez ninguno de los dos hablo, JongIn término de desayunar y llevo la loza al fregadero, se calzo sus tenis y salió de la casa, espero por Sehun unos minutos y este no salía, miro su reloj y faltaban menos de dos para llegar a su clase, entro de nuevo a la casa.
-Apúrate, vamos tarde. –Dijo JongIn.
-Adelántate, pasaré por Luhan. –Respondió Sehun sin siquiera mirarlo. –Nos vemos en la universidad.
Eso a JongIn le dolió, lo estaba cambiando por un completo desconocido, volvió a salir de casa y esta vez dio un portazo, corrió hacia la estación de autobuses y para su mala suerte el que lo llevaría ya se había ido, molesto se vio obligado a pedir un taxi, llego con quince minutos de retraso y después de que el profesor y los demás alumnos lo miraran con fastidio se sentó, recargo su rostro sobre la mesa y se sentía triste porque Sehun no estaba con él en su primer día de universidad, las clases finalizaron, JongIn por fin pudo salir del enorme salón para ir a la cafetería y comer algo, si, JongIn era bastante glotón, se formó para pedir su almuerzo y cuando por fin lo obtuvo alguien se estampó contra él, tirándole encima su preciada comida, JongIn levanto la mirada enojado en busca del culpable de aquel fatídico desastre, encontrándose con un par de redondos y brillantes ojos color avellana llenos de sorpresa y vergüenza, el joven frente a él era bellísimo, su piel nívea sin ni una sola imperfección, sus labios finos y rosados, su cabello negro dejaron a JongIn impactado e incapaz de decir algo al respecto.
-Ay dios mío, lo siento tanto, por favor, permíteme comprar tu almuerzo. –Dijo el ser celestial porque para JongIn un ser humano no podía ser tan majestuoso.
JongIn estaba absorto en cada detalle del mozo.
-Luhan, te quiero presentar a, ¿Qué ha pasado aquí? ¿JongIn? –Pregunto Sehun rompiendo la burbuja que JongIn había creado.
-¿Qué? –Cuestiono JongIn completamente ajeno a lo que estaba sucediendo.
-Choque contra él, espera, ¿Tu eres JongIn? Es un placer conocerte. –Dijo Luhan sonriéndole y JongIn nunca pensó que conocería una sonrisa tan hermosa como la de Sehun pero ahora Luhan le hacía dudar.
-Sí. –Respondió JongIn.
-Nini, él es Luhan, mi novio. –Dijo Sehun mientras posaba un brazo sobre la fina cintura de Luhan.
Se sentía como un cubetazo de agua helada, una decena de bofetadas, así se sentía JongIn y no estaba seguro de que era lo que más le molestaba, el hecho de Sehun haya aceptado a alguien sin su consentimiento o que lo llamara su novio y no nuestro novio, JongIn estaba cabreado, sin decir nada más dio media vuelta dejando a la pareja confundida por su actitud, salió corriendo de la cafetería, fue hasta el baño y se miró al espejo, maldijo a Sehun por ser tan desconsiderado con él, minutos después llego Sehun.
-¿Qué demonios te pasa? Hiciste sentir mal a Luhan. –Sentenció Sehun con molestia.
-¿Qué, que demonios me pasa? ¿Qué demonios te pasa a ti? No me dijiste que sería tu novio. –Respondió JongIn.
-Te dije que me gustaba. –Dijo Sehun.
-Sí, más no que saldrías con él, Sehun, se supone que compartíamos todo, hicimos una promesa, es más, fuiste tú quien me hizo prometer. –Manifestó JongIn con la voz cortada por que se sentía traicionado.
Sehun no dijo nada, se acercó al castaño y lo rodeo con sus brazos, beso su cuello.
-Lo siento, tienes razón, debí haberte preguntado antes, no llores, por favor, terminaré con él pero no estés triste. –Dijo Sehun con la voz llena de arrepentimiento.
JongIn se dio la vuelta quedando frente a frente al de piel clara, Sehun no lo miraba, JongIn tomo su rostro y lo obligo a mirarlo.
-¿De verdad te gusta? –Pregunto JongIn.
-Sí, perdón. –Dijo Sehun mientras de sus ojos brotaban lágrimas, se sentía pésimo por haberse enamorado de alguien sin el consentimiento de JongIn.
-Está bien, no necesitas terminar con él. –Dijo JongIn mientras sonreía de lado.
Sehun lo abrazo nuevamente.
-Gracias. –Dijo Sehun.
-Lo compartirás conmigo, ¿cierto? –Pregunto JongIn.
-Claro que sí, bobo, eso no se pregunta. –Respondió su amigo. –Por cierto, debes quitarte esa playera porque apesta a kimchi.
Sehun frunció su nariz.
-Vale. –Dijo JongIn mientras se despojaba de la camisa y la playera blanca que término lanzándole a la cara a Sehun, se volvió a colocar la camisa y esta vez tuvo que abotonársela.
-Ya vámonos. –Propuso Sehun.
JongIn asintió y tomo la mano de Sehun, ambos iban caminando hacia el salón, se encontraron con Luhan quien al mirar sus manos entrelazadas no pudo evitar molestarse.
-Sehun, ¿Dónde estabas? –Pregunto Luhan.
-Con JongIn, vamos a clase. –Dijo Sehun mientras tendía hacia Luhan su mano libre, el ciervo sin vacilar tomo su mano de manera posesiva, los tres fueron hacía el salón.
Las clases ya habían concluido, JongIn platicaba amenamente con el rubio sobre el primer día y sus experiencias sobre este, Luhan se les unió mientas situaba un brazo sobre los hombros de su novio eso a JongIn no le gustó nada, carraspeo para que Sehun le prestará atención.
-Luhan, vamos a casa, hay algo de lo que te quiero hablar. –Soltó Sehun mientras se liberaba del agarre de su pareja, la mirada de Luhan se tornó triste.
-Está bien. –Respondió Luhan inseguro, el trío subió al bus y JongIn se sentó en el medio para evitar que Luhan acaparara la atención de lo que era suyo, el trayecto duro veinte minutos por que había mucho tráfico.
Luhan se preguntaba sobre qué sería de lo que Sehun quería hablarle, se cuestionaba que había hecho mal, JongIn al notar que ninguno de los dos planeaba hacerle caso decidió ponerse sus audífonos y dejarse llevar por la música, movía la cabeza al compás de la música mientras su pies golpeaban tenuemente el pasillo, había llegado a su destino, los tres bajaron del bus y Sehun guio a Luhan hacia su casa y la de JongIn, al notar que JongIn los seguía frunció el ceño.
-Gracias por acompañarnos pero si nos permites, tenemos asuntos que atender. –Dijo Luhan.
-Es mi casa, genio. –Dijo JongIn mientras le arrebataba las llaves a Sehun entraba a su hogar, botando sus cosas en la entrada al igual que sus zapatos, fue hasta la cocina y abrió el refrigerador en busca de su jugo favorito, bebió directamente de la botella haciendo que Luhan arrugara la nariz en signo de desaprobación.
-Muy bien, esto será rápido, si quieres salir conmigo también debes salir con JongIn. –Dijo Sehun atropelladamente.
De todo lo que se imaginó Luhan jamás pensó que la razón por la que Sehun quería hablar era para decirle eso, no sabía si sentirse aliviado o preocupado.
-No, Sehun por dios, no digas bobadas, las parejas son de dos nada más. –Respondió Luhan mientras cruzaba sus delgados brazos sobre su pecho.
-Luhan, es enserio, si no aceptas, con la pena tendremos que darle fin a nuestra relación. –expreso Sehun con un deje de tristeza.
-¿Por qué? –Cuestiono Luhan.
-Verás, amo a JongIn más que a nada en el mundo y me gusta compartir con él todo lo importante y agradable de mi vida, todo lo que quiero y disfruto también es para JongIn, comida, libros, videojuegos, personas. –Respondió Sehun honestamente.
Luhan estaba conmocionado, no entendía por que debía ser así pero Sehun era especial y se había instalado en su corazón, con desdén asintió sin mirar a Sehun.
-De acuerdo. –Dijo Luhan en un susurro que solo Sehun llegó a escuchar.