Me quede hundido en la profundidad de mis pensamientos en esta época decembrina, observe a Kaito y entristecí sin poder evitarlo, esto a él no le gustaría, era de noche y yo no podía conciliar el sueño, procesando todo nuevamente…. Esto realmente no puede ser cierto.
-lo lamento tanto Kaito, ¿me perdonaras? –Acaricie su cabellera azulina para soltar un suspiro, no creo que esto puede estar pasándome –
Al día siguiente él se levantó feliz y animado, le sonreí no tenía que preocuparlo pasaría estos días con él, haría que fuera feliz… fuera muy feliz a mi lado. Porque era tiempo de pasarlo en familia, de festejar y todo eso… lo bueno es que Taito se había marchado de aquí, así que no me preocuparía por él.
-Gakupo ¿te sientes bien? –me pregunto yo solo le sonreí intentado no preocuparlo –
-Si no te preocupes estoy bien –le sonreí para dejar un beso en su frente –
-Te creeré por ahora –Me dijo, para hacer que yo le alborotara el cabello –
-Kaito, saldré a encontrarme con Miku y Luka vendré más tarde ¿sí? –arqueo una ceja pero unos momentos –
-Está bien, algo me estas ocultando espero no se de tus regalitos o te irá mal –pronuncio para que yo sonriera –
-No te preocupes no es eso –le sonreí para dejar un beso en sus labios –Te amo –Con aquello dicho me puse en camino para encontrarme con Miku y Luka y contarles aquel temor que perturbaba mi mente –
-¡Eso no puede ser posible! –Me dijo Luka –
-pero es la verdad –Respondí –
-¿y qué harás? –Me pregunto Miku –
-¿Qué más me queda hacer? –Contesté –
-Bueno –Murmuro Luka –
-Y sí. . . –Miku intentaba dar un idea pero –
-lo siento, es lo correcto –Respondí –
-Eso le partirá el corazón a Kaito –Contestó Luka –
-lo sé y es lo que más me duele –Murmure –no quiero hacerle sufrir y que me odie… pero… es lo único que puedo hacer…
-¡pero!... –Ella solo suspiro –Si… es lo correcto
Y si lo era, no tenía otra alternativa, me encargue de que esos fueran los días más felices para mi Kaito, esos últimos días que pasaré a su lado…
-Hoy ha sido un día maravilloso –pronuncio sonriendo animado mi amado –ha pronto veremos los fuegos artificiales estoy ansioso
-Yo también –respondí –
-Gakupo te sientes ¿bien? –me pregunto –
-mejor que nunca –mentí, como sentirme mejor… como sentirme incluso bien… ¿si te tengo que dejar? –
Y simplemente lo bese y los cohetes comenzaron a sonar constantemente me le sonreí sus mejillas estaban rojas… y también me sonrió para tomarme la mano.
-Te amo Kaito, nunca lo olvides ¿sí? –Pronuncie –
-Cómo olvidarlo tonto si me lo has dicho todos los días –Me sonrió, su sonrisa era tan cálida y tan hermosa –
-Si –Respondí dejando otro beso en sus labios –
-tampoco me has dejado dormir mucho –Se quejó –
Esa noche, tan hermosa y especial donde quería dejar mi marca en tu cuerpo y mi cuerpo marcado de ti, donde perdurara para siempre los recuerdos en mi memoria y nunca borrarlos. Empaque mis cosas deje una carta en tu mesa de noche.
-Adiós mi amado Kaito sabes que yo siempre te amare –deje un beso en sus labios y otro en su frente sin querer una lagrima salina cayo en su mejilla –
-Gakupo… ¿te vas? –Me dijo la madre de Kaito –pero…
-Es lo correcto señora, si no, algo malo le pasara a ustedes y a su familia, perdóneme, por dejarle el corazón destrozado a su hijo créame, que yo también me voy de la misma manera –No podía parar de llorar –pero si no lo hago, temo que mi padre le dañara a usted y a la hermosa familia que tiene… y… eso jamás me lo podría perdonar
-Gakupo –Seco mis lágrimas –Quisiera hacer algo, pero sé que es imposible, te vamos a extrañar
-y yo también la extrañare mucho señora –pronuncie ella dejo un beso en mi frente y yo me marche, afuera me estaba esperando la limosina de mi padre –
-así que decidiste hacerlo ¿eh? –Me dijo con esa sonrisa socorrida –
-¿y que esperabas que hiciera cuando amenazaste con matar a Kaito y a su familia? –Respondí entrando –No me dejaste opción alguna
-Es que estoy cansado de este jueguito a la rebeldía tuyo Gakupo ahora en más no podrás hacerlo –dijo yo solo baje la mirada –
Kaito amado mío, mi corazón y mi alma quedaran contigo, lejos de ti, no seré más que un simple cascaron vacío.
Continuara…