¿Cuántas veces debo quedar devastado? Agonizo ante ello y me vuelvo resentido. Aunque sepa cómo va a terminar no puedo renunciar a ti.
Los suaves gemidos impregnaban la habitación de paredes blancas que resguardaban más de una historia de desenfrenada lujuria entre HyukJae y el castaño que ahora gemíasu nombre bajo su cuerpo. Porque en este momento DongHae solo le pertenecía a él.
—Hyu-Hyukki—las pequeñas manos del castaño se aferraron a su espalda con las cortas uñas enterrándosele en ella, pero eso a él no le importaba, es más, solo lo incitaba a penetrarlo más fuerte, tanto como para que recordara al día siguiente que él era quien había estado dentro de el para satisfacerlo
Por quéél era el único que sabíaquién y qué era lo que Lee DongHae necesitaba.
—¡Ah, DongHae!—gimió contra su cuello dejando besos húmedos—Eres tan estrecho. Delicioso—murmuro sonriendo con satisfacción al sentir como el cuerpo bajo el suyo se estremecía de placer
Estar con su castaño de esta forma era un placer que HyukJae no se negaba nunca, es decir, ¿Quién podría negarse a hacer el amor con un hombre como Lee Donghae?
Le sostuvo de la cadera con su miembro saliendo completamente del interior del chico solo para volverlo a embestir con más fuerza tocando ese punto dulce que hacia gritar con locura a su amante mientras le rogaba que siguiera dándole ahí. La cosa siguió así por poco tiempo ya que pronto sintió como el interior del castaño se tensaba aprisionando deliciosamente su pene.
—¡Oh Hyukkie!—gruño cuando sin necesidad de ser masturbado se corrió entre ambos manchándoles a ambos.
—¡Hae!—un jadeo acelerado, embestidas más fuertes, sus labios buscando los ajenos que correspondieron fácilmente, solamente eso fue necesario para que el rubio se corriera con potencia en su interior marcándolo como suyo, aunque no lo fuera por completo
Después de haber salido de él se acurruco junto a su pequeño cuerpo disfrutando del calor que este le brindaba, deseando que esto durara solo un poco más, pero no era así y HyukJae lo sabía y si se le había olvidado lo recordó cuando los ojos color chocolate lo miraron con un deje de culpa mientras salía de la cama para dirigirse con sus ropas al baño.
—¿Te vas?—pregunto con molestia minutos más tarde al verlo salir con el cabello húmedo y la ropa puesta
—sabes qué debo hacerlo
Si, él lo sabía pero eso no impedía que tuviera que odiarlo
—Has lo que quieras—murmuro sin mirarlo, acostándose boca abajo para no verlo marchar
—te quiero HyukJae
No respondió, no podía hacerlo por alguna razón sus labios se negaban a responder algo tan sencillo como un ¨yo también¨, tal vez era por el estrés que la situación le causaba, porque esto lo jodia como nada más podía hacerlo.
¿Por qué no podía tenerlo para él?
Ahogo un grito en la almohada como cada vez que esto pasaba, porque era un estúpido al seguir enredado en esta mierda pero era algo que el había aceptado la noche que conocido a Lee DongHae con sus gestos y cara de niño inocente, con esa mirada que lo atrapo, la misma noche que se lio con él en un momento de calentura. La misma situación que se reusó a dejar el día siguiente que se enteró que ese hombre que lo había hechizado era el mismo que estaba comprometido con ChoiSiwon, su mejor amigo.
Te robo una mirada pretendiendo que me veo al espejo. Esta imagen se vuelve cada vez más ridícula, tal vez debería renunciar a ti.
Los susurros de los halagos hacia la hermosa pareja que Siwon y el hacían apenas y eran entendibles para Hae, puesto que su atención permanecíamás concentrada en HyukJae quien no paraba de tontear con un rubio de baja estatura que no paraba de reír o hacer tiernos pucheros por cualquier cosa que el pelirrojo dijera. Y eso era lo que más le molestaba, porque su historia había comenzado tiempo así tiempo atrás.
Y la rabia solo aumentaba cada vez que después de tontear con el chiquillo le miraba a él sonriendo con un poco de cinismo como si nada pasara.
—¿No lo crees?—pregunto Siwoncerniéndolo de la cintura
—Si—mascullo sin ser consiente lo que realmente había asegurado
El resto de la velada paso en una angustiante situación provocada por cada comentario con doble sentido que se enviaban entre el pelirrojo y el castaño, comentarios con doble sentido que si Siwon y SungMin prestaran más atención se enterarían de la relación que esos dos llevaban desde hace tiempo.
—¿puedo pedir más?—pregunto Siwon tomando entre sus manos la más pequeña de DongHae, depositando un beso en ella—Tengo a mi lado al hombre que amo, todo va bien en la empresa, y sobre todo—miro con tanta adoración al castaño que se sintió avergonzado—Hae me ama
—Lo tienes todo—felicito HyukJae—la persona que te ama
Miro de reojo al castaño con una sonrisa ladina y de burla que pasó desapercibida por el más alto.
¿Cuánmás ridículo y enfermo podía ser esto?
Ambos espiando al otro y frunciendo el ceño con evidente molestia al ver a su amante en los brazos del otro. Por qué los celos no podían evitarse.
Tal vez deberían terminar esto de una vez.
Ni siquiera sécuándo comenzó, quede atrapado.
Las luces rojas y azules iban y venían cada dos segundos de lugar en lugar alumbrando los rostros de las personas en la barra o a los que se entregaban a sus pasiones al ritmo de la música.
HyukJae realmente odiaba este tipo de ambientes infestados de gentes restregándose unas contra las otras como si en lugar de bailar estuvieses en sus camas cogiendo, pero el no tuvo más remedio que aceptar ir a esa discoteca porque su amigo y gran diva Kim Heechul no aceptaría un no como respuesta, es más estaba seguro que se hubiera negado de todos modos lo habría arrastrado hasta allí.
Sin embargo al ver al pequeño castaño al otro lado de la barra no podía más que agradecerle.
Desde el momento que entro a Sapphire Blue y vio al castaño con la cadera apoyada en la barra no pudo apartar la vista de él. Esa carita inocente y ese cuerpo delicioso que las ropas enmarcaban solo lo hacíandecir saber cómo se escucharían su nombre saliendo en gemidos de esa boquita rosada.
Uno de los tipos que estaban con el chico se acercó a susurrarle algo en el oído, algo que lo hizo sonreír y sonrojarse. ¡Diablos! Ese color rosa se vería mucho mejor después de un glorioso orgasmo. Olvido sus calientes pensamientos cuando el castaño poso esos ojos color chocolate en el volviendo aúnmás intenso el sonrojo.
Sonrió con prepotencia. Él también le afectaba.
—¡Ya mono, idiota!—grito HeeChul en su oído, dándole un golpe en la espalda que casi lo tira de boca
—¿Por qué demonios hiciste eso?
—¡Porque ya me canse que parezcas idiota!—se cruzó de brazos—deja de babear por ese cara de pez. ¡Ya ve y follatelo!
Después de eso fue cosa de nada, un hola, un saludo y ahora tenía a DongHae retorciéndose bajo su cuerpo.
—¡Ah!—DongHaegimió aferrando las manos al rojo cabello
Las caderas del castaño se alzaron desesperadamente en busca de másfricción de la húmeda y cálida lengua que hacia magia en su intimidad. Estaba desesperado por terminar, incluso las señales de su cuerpo gritaban que se correría. HyukJae no lo permitió.
Los gruesos y cálidos labios rozaron dulcemente sus labios en un suave beso que el mismo se encargó de volver más lujurioso al sujetar el cuello del pelirrojo, abriendo lentamente la boca delineando con la punta de la legua los labios ajenos que no tardaron en devorar con más rudeza su boca, paseando el húmedo musculo en su cavidad bucal los movimientos en su pelvis.
—H-hazlo—jadeo separándose un poco para recuperar el aire
—¿Es tu primera vez?—pregunto Hyukbesándole el cuello
—N-no…!Ah!—respondió con un gemido al sentir un pinchazo agudo en el pezón
—Voy a hacer que te olvides de los demás
Sus piernas estaban fuertemente amarradas en las caderas del hombre que lo embestía con rudeza una y otra vez, dando con ese punto dulce que lo volvía loco cada vez que era tocado.
—Ahí—gimió—másahí
El mayor lo complació inmediatamente colocando las piernas del castaño sobre sus hombros logrando un Angulo mejor para seguir arremetiendo con más profundidad–si eso era posible–el interior del pequeño que no paraba de retorcerse y emitir una serie de excitantes gemidos que solo lo incitaban a darle más duro.
—m–me vo–yy a... Hyukkie—DongHae echo la cabeza hacia atrás cerrando los ojos dejándose ir completamente, manchando los abdómenes de ambos
Al escuchar el extasiado gemido de DongHae junto con el delicioso apretar del interior del muchacho sobre su pene lo llevo al borde, vaciándose completamente dentro de él.
—eres delicioso—musito el rubio contra sus labios saliendo de el—muy delicioso
Hae se sonrojo violentamente al notar los ojos de su amante clavados entre sus muslos en donde el blanco semen se escurría.
—¡No me veas!—Chillo avergonzado, cubriendo su rostro con los brazos
HyukJae rio por la acción del chiquillo que ahora luchaba por cubrirse con las mantas de pies a cabeza como si no acabara de ser marcado por el.
Suspiro con suavidad dándose cuenta que había quedado atrapado en el hechizo de esos ojos castaños, y no quería escapar.
No importa cuánto patee, grite y llore mi corazón dolido y solo, aun me lastima. Vi tus ojos vibrar, sé que no es por mí. Siempre ha sido así.
Todo estaba hecho un desastre. Muebles fuera de su lugar, trozos de porcelana y vidrios en el piso, aunque eso no era lo peor. Lo peor era chico que tenía la frente apoyada en la pared mientras líneas de sangre se deslizaban desde sus nudillos.
—Hyukkie...
—¡lárgate!
El grito enfurecido y esa mirada llena de rencor debióhaber sido lo suficiente para hacerlo hecho retroceder, al contrario, lo influyo a acercarse más.
—dije que...
—no lo hare—afirmo pasando los brazos por su cintura—perdóname—susurro contra su espalda
De nuevo habían vuelto a pelear, todo por Siwon.
DongHaehabía acudido como cada martes al departamento del mayor, HyukJae lo había recibido como lo hacia cada vez, llenándolo de besos y mimos. Habían preparado la comida juntos y habían visto una película.
Todo estaba bien hasta que HyukJaehabía visto la marca que Siwon le había hecho la noche anterior.
Los celos y la rabia de saber que alguien más lo había tocado lo hicieron explotar. Sabía que no tenía derecho a reclamar ni a sentir celos, porque había sido el quien acepto esa mierda de vida, sin embargo lo hacía, lo jodia y le carcomía el alma cada vez que sabía que Siwon se había acostado con su Hae.
—perdóname—las mismas la palabras se repetían cada vez que esto sucedía, DongHae se disculpaba con él y prometía que no volvería a pasar, HyukJae lo dejaba así fingiendo que nada había sucedido sin embargo volvía a suceder de nuevo.
Estaba cansado.
—por favor vete
—estas lastimado—Hae lo ignoro, tomando la mano que antes había estampado en la pared,trato de curarlo
—¿lo amas?
En un movimiento rápidoHyukJaecambio los papeles, ahora era DongHae quien se encontraba contra la pared, con las manos del otro a cada lado impidiéndole huir. Conocía esa expresión, esa que no presagiaba nada bueno.
—y–yo...—Tartamudeo
—¡responde—grito el mayor
—Hyuk es mejor que me vaya—susurro bajito mientras escapaba—regresare cuando te hayas calmado
—¿después que Siwon te folle de nuevo?—Hyuk odio decir eso pero más odiaba el hecho de que fuera verdad—¿no es así, DongHae?
Las lágrimas picaron en los ojos del castaño pero las reprimió, no quería llorar enfrente de él, no, no quería que lo viera destruido por lo que acababa de decirle, porque en parte, HyukJaeteníarazón.
—HyukJae—llamo desde la puerta—talvezdeberíamos terminar con esto
—talesdeberíamos hacerlo—el pelirrojo susurro al quedarse solo
Cuando pase la noche seré capaz de olvidarte. No sé nada en este momento, quiero olvidar aunque me golpee en la cara.
Las cortas uñas se incrustaron en su espalda provocándole un leve ardor, las blancas y delgadas piernas se aferraron a sus caderas atrayéndolo más. Labios delgados atrajeron los suyos devorándolos mientras la fiebre de su cuerpo lo animaba a penetrar más fuerte al pequeño echado de espaldas en la cama.
—Hy-Hyuk...
Cortando el beso se separó un poco solo para darse cuenta que el que el que gemía su nombre no era a quien el quería. Su cabello no era castaño si no un rubia fresa, que ese rostro sonrojando no lo miraba con picardía y vergüenza a la vez sino que con la marcada lujuria.
Para darse cuenta que SungMin no era DongHae.
—¿Pasa algo?—pregunto el rubio, pasando lentamente los dedos sobre su frente
—no
Se lanzó de nuevo a devorar a Min.
Todo lo que quería era olvidar, borrar el recuerdo de esos delgadoslabios que susurraban palabras de amor, de ese rostro inocente. Por una noche, tan solo por una quería sentir que era el quien tenía el poder, que era HyukJae quien tomaba el control de todo aunque muy en el fondo supiera que mañana se arrepentiría.
Cuando pase la noche seré capaz de olvidarte. ¿Qué es esto? Estos sentimientos mezclados y aun así te sigo.
Miro el telefono una y otra vez, el numero estaba marcado solo tenía que apretar el botón de llamada y soltar todo lo que había mantenido apretado su pecho desde hacía un mes en que no se veían. Pero tenía miedo de que las cosas cambaran.
Mordiéndose el labio inferior con nerviosismo salió de la cama asegurándose que su compañero estuviera dormido, camino sin hacer ruido hasta la sala, respirando hondo apretó el botón de llamada.
El tono de marcado sonó una, dos, tres veces.
—Hola—se escuchóal otro lado la adormilada voz su Hyukkie
Cuanto lo había extrañado.
—Hyukkie—DongHae susurro bajito con el corazón latiéndole a mil por hora
—¿Hae?
—Hyukkie no puedo aguantarlo más, te necesito tanto
—¿Qué es lo…?
—Yo no estoy seguro de lo que siento, estoy muy confundido—respiro antes de continuar—solo sé que no quiero perderte, te necesito junto a mi
—no vas a dejarlo
Las lágrimas picaron en sus ojos pero lucho por no derramarlas.
—te extraño
—y yo a ti
De nuevo volvían a caer en ese enredado juego.
No te dejes atrapar, soy peligroso. Más que una bestia hambrienta. Tan solo soy un tonto, sediento, ansioso y ciego.
—te atrape
El Cataño se estremeció al sentir el cálido aliento contra su cuello.
—te ves hermoso
—Hyukkie—gimió al sentir la húmeda lengua en su piel, las manos metiéndose bajo la camisa del traje blanco.
Chillo al sentir un pellizco en su sensible pezón.
—sh—susurro el mayor en su oído mordiéndole el lóbulo de la oreja—no querrás que tu marido te encuentre siéndole infiel el mismo día de la boda
Eso solo el éxitomás, siempre lo hacía, el morbo de ser descubiertos solo los ponía más. Porque HyukJae era un depravado sin moral cuando del menor se trataba y ya había aprendido que debajo de esa cara inocente y actitud de niño bueno se escondía una bestia hambrienta que solo podía ser satisfecha por él.
—¡Hazlo!—ordeno el menor pegando más su trasero a su pelvis—te necesito ya
—te amo tanto, Hae—susurro contra su espalda entrando en el en una sola estocada
—¡ah! Y yo a ti Hyukkie
De nuevo volvían a hacerlo en un baño, desatando allí la necesidad que tenían por ambos.
No malinterpretes, cuando te veo soy solo un tonto, sediento y ciego.
El viento le desordeno el cabello. Llevando una mano a la cabeza trato de arreglarlo pero fue en vano, entonces decidió mejor acomodarse mejor el abrigo para mitigar el frio que el invierno podría provocar en la temporada.
Miro devuelta la hora en su reloj, pasada las cuatro de la tarde, suspirando se puso en pie pensando en que lo mejor era volverá su departamento y echar una siesta antes de la cena. Estaba a punto de marcharse cuando lo vio.
El abrigo beige le quedaba grande haciendo ver más pequeño y la bufanda azul atada en el cuello le cubría parte del rostro haciéndolo lucir más adorable.
—¡Hyukkie!—Grito el castaño mientras corría los pocos pasos que lo separaban.
Lo sostuvo por la cintura evitando que cayera de bruces al suelo.
—¿no deberías estar en un avión rumbo a Japón?—Pregunto desinteresado ocultando el hecho de que en realidad estaba feliz de tenerlo junto a el
—sí, pero enferme de pronto—le sonriópícaramente—es una pena, ¿no crees?
Hyuk rio ante los pucheros que este hacía.
—Y siwon se lo creyó
Hae se encogió de hombros.
—sabe que no lo amo
—porque me amas a mi—aseguro el peligrobesándolo castamente
—aja. Aunque seas malo—hizo un puchero—ibas a irte sin mi
—ya no importa. Lo único importante aquí—le susurro en el oído, las manos bajado lentamente hasta estrujarle el trasero—es que quiero hacerte mío. Borrar sus huellas
—Hyukkie—los ojos del casta lo miraron con ternura, una mano acariciándole la mejilla—para mi eres el único. Sim importar cuantas veces me tome, siempre seré tuyo
—Te amo, DongHae
—También te amo mucho Hyukkie
Durante seis años HyukJae y DongHae se veían a en el departamento del mayor para hacer el amor por horas, para declararse el amor que sentían el uno por el otro. Durante todo ese tiempo el castaño le restregaba en la cara a su esposo que su amante era a quien amaba, mientras HyukJae usaba a SungMin cuando deseaba y lo desechaba cuando su amor volvía a sus brazos.
Ambos era unos monstruos egoístas, lastimándosemutuamente y lastimando a dos hombres buenos que los amaban, todo por una pasión que confundían con amor.
Un amor enfermo