Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sin ti no muero, pero tampoco vivo por MissTakarai

[Reviews - 21]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Espero que lo disfruten

CUANDO EL DESTINO TE PUSO DE NUEVO ENTRE MIS BRAZOS

 

Mi nombre es Kurosaki You y… Me gustaría hablar con usted.” Le había dicho, aquel hombre, el prometido de Gackt, al menos fue lo que le dijo Ken, estaba de frente a él, parado a su puerta demandando hablar. Ante las palabras simplemente se paralizó.

—Etto… ¿No es posible?

— ¿Eh? ¡No, por favor! Pase…

Sin saber por qué, lo había hecho pasar, siendo que su departamento era un desastre; Además, él era alguien importante para Gackt, su peor pesadilla. Juntó un par de sillas y le ofreció una, así cuando se sentó le ofreció un café, You declinó, entonces se sentó también.

— Seguramente se pregunta qué hago aquí… pues… — hizo la mirada a un lado…

—Discúlpeme Kurosaki-san… no es mi intención ser grosero, pero es que simplemente no puedo entender por qué vino aquí… si… usted es el prometido de Gackt… la persona a la que yo estuve a punto de matar… aquel a quien yo…

— Créame que esto no es fácil para mí tampoco… yo… vine a contarle una historia…

Hyde guardó silencio.

—Hace tiempo… — continuó — yo estuve a punto de morir… recibí un disparo de uno de mis pacientes en el hospital psiquiátrico “San Andrews” allá en América… — sonreía — No sé si usted está enterado de esto también, pero yo soy psiquiatra… y lo que me pasó fue por jugar al héroe… creyendo que podía ayudarlo… Pero ¿Sabe? Si pudiera retroceder el tiempo hasta aquel día, lo volvería a hacer, una y otra vez, con tal de ayudarlo a salir de esa oscuridad que lo envolvió y que amenazaba con arrebatarle la vida… — hizo una larga pausa — Yo conocí a ese paciente justo en mi primer día de trabajo en el hospital… cuando me dijeron sus síntomas y al verlo por esa pequeña ventana en la puerta, donde por seguridad se observa a aquellos locos peligrosos que casi no tienen esperanza de recuperación, yo… es decir, dentro de mí nació una especie de sensación que me decía que debía ayudarlo, así fuera en contra de los estatutos de la institución, pues al ser yo nuevo ahí, no tenía derecho a tratar a ese tipo de pacientes… y entonces en un acto imprudente, me robé la llave de su habitación, y sin más me interné en ella envalentonado, con la esperanza de hacer que se recuperara.

Hyde lo miraba con extrañeza, no entendía porque le estaba diciendo todo eso. ¿Qué tenía que ver él con su profesión y sus experiencias?

 —Y ahí estaba él… drogado, sin vida en los ojos, sentado sobre una silla en medio de su habitación con la mirada perdida. Luego de casi cinco años en ese lugar, no había ninguna mejoría. Lo tenían sedado a causa de su “síndrome”, se hería a sí mismo, se robaba los medicamentos de los otros y se los tomaba de una sola dosis, incluso, en una ocasión se había arrojado  por un tercer piso… fue a parar un sinfín de veces al hospital, por intoxicación, por fracturas… hasta que decidieron ponerlo en una  cámara de seguridad, atado con una camisa de fuerza. Pero no podían tenerlo así para siempre, por eso se lo llevaron a esa habitación donde lo drogaban con toda clase de medicamentos para que estuviera tranquilo y pudiera dormir… así que finalmente, ya en su habitación, lo miré, y él me miró… entonces pude sentirlo… su dolor, era tan asfixiante que no podía ni respirar, me petrifiqué y luego de un rato huí de ahí… y durante las semanas que le siguieron me sentí basura por no haber sido capaz de hacer nada por él… pero ocurrió algo que no viene al caso, así que luego de un tiempo, volví a su habitación… y lo enfrenté… comencé a hablarle pese a que tenía una sensación suicida, obviamente provocada por él y su aura. Y como siempre desde el momento que se internó, no dijo nada, ni una sola palabra. Entonces noté que él veía con frecuencia hacia un rincón de la habitación, al principio no lo entendí, hasta que le pregunté si había alguien ahí…y… resultó que sí, que él veía a alguien en su mente y que…

—Kurosaki-san… —interrumpió — lo estuve escuchando, pero… no puedo entenderlo, ¿Qué tiene eso que ver conmigo? Por no decirle que es algo que no me importa en lo absoluto…

—A eso llego, Takarai-san… la persona a la que ese paciente veía en su mente y la que lo atormentaba constantemente, era usted…

Hyde frunció el ceño con extrañeza y asombro, ¿Qué había dicho?

— ¿Cómo…? ¿Yo?   

—Así, es… aquel paciente veía el fantasma de la persona a la que, mucho después me dijo, había matado, Hyde Takarai… 

Ante eso, Hyde casi se va de espaldas, se levantó bruscamente de su asiento poniéndose detrás de éste, con una expresión de total perplejidad. You lo notó.

—Puedo darme cuenta de que acaba de comprender… esa persona, totalmente destruida, encerrada en un psiquiátrico, drogada, y bajo el pseudónimo de Satoru Okabe, era nada más y nada menos que Gackt Camui…

Hyde esta vez tenía una expresión de horror en su rostro.

—Por favor… siéntese Takarai-san… — lo hizo luego de un buen rato — él tenía en su mente a su fantasma, que lo acusaba y le recordaba constantemente su pecado… y luego de un arduo tratamiento pudimos solucionarlo… él comenzaba a recuperarse, incluso ya hablaba… creí que todo estaba bien hasta que un día… robó el arma de uno de los guardias y sin más subió a una terraza dispuesto a matarse… me llamaron y fui corriendo. Cuando llegué lo encontré ahí, llorando con el arma apuntándose a su cabeza… sin pensarlo dos veces me ofrecí para tratar de disuadirlo… ahí me lo contó todo… lo que le había hecho a usted, lo que desencadenó en su muerte, y luego en su propia posterior locura. Me dijo que lo que había hecho era terrible, y que por lo mismo debía pagar con su vida… — una lagrima caía por el rostro de Hyde — traté de convencerlo pero era inútil… forcejeamos por el arma, y se disparó… ya herido, en el hospital me pregunté una y otra vez el por qué había hecho eso, y entonces tuve que admitir que estaba profunda e irremediablemente enamorado de él… pero esa parte ya no es necesaria que se la cuente… lo único que debe saber es que él, pagó con su vida por lo que le hizo, que durante todo ese tiempo que creyó que usted estaba muerto, él murió… y que por eso, si es posible… y si en usted hay aún algo de amor por él…

Se puso de pie e hizo una gran reverencia, Hyde se puso de pie bruscamente de nuevo totalmente estupefacto por lo que hacía aquel hombre.

— Perdónelo por favor, y acepte sus sentimientos… dele una oportunidad y encontrará en él a un ser incondicional que lo amará hasta el fin de sus días… — se podía escuchar el quiebre de su voz, You estaba llorando.

—Kuro… kurosaki-san… no haga eso por favor… — el también ya sollozaba — levante el rostro, por favor…

Entonces el celular de aquel doctor comenzó a sonar.

—Discúlpeme… — y contestó — Aló… entiendo… muchas gracias… no, no es para mí, enviaré a alguien más importante, que de seguro lo logrará… y gracias de nuevo. — colgó.

—Kurosaki-san… ¿Por qué? ¿Por qué me dice todo esto…? Es decir… si usted y él… están comprometidos…

—No… no, eso se acabó hace tiempo, de hecho cuando usted apareció de nuevo en su vida… pero no se preocupe, no le estoy culpando, es sólo que… no crea que yo he perdido mis sentimientos, es más, creo que lo amo aún más que antes, pero al final comprendí que amar significa querer la felicidad del ser amado así no sea con uno mismo… ¿Me entiende? Él jamás dejó de amarlo, ha pagado una vida por lo que le hizo y aún lo seguirá haciendo si usted no lo detiene…

— ¿A qué se refiere?

—Él se fue… — Hyde sintió como si algo se le rompiera dentro, You escribía algo en un papel que sacó del bolsillo interno en su saco — dijo que se iría muy lejos donde no pueda lastimar a nadie más… acabo de hablar con su hermana y sólo ella sabe a qué hora y en qué puerta está él esperando por su avión hacia algún lugar muy lejano… pero acaba de decírmelo…

Guardó su bolígrafo y acercándose a un Hyde que no dejaba de llorar le entregó el papel.

—Es éste el lugar… mire, yo no puedo decirle qué hacer y mucho menos obligarlo, pero… como le dije, si aún hay en su corazón algún resquicio de amor por él… ayúdelo ¿Sí?

Entonces, sin decir nada más se dio vuelta y tomó el cerrojo de la puerta dispuesto a irse.

—Kurosaki-san… — éste se detuvo pero no se dio vuelta — arigatou…

—No me lo agradezca… demuéstremelo…

Y sonriéndole con algo de dolor salió. 

         

Se quedó de pie en medio de su sala, llorando con gran dolor y desesperación. Acababa de oír la versión de Gackt de labios de quien menos se esperaba, de una persona que estaba dispuesta a renunciar a su ser amado con tal de que otra lo salvara. Luego de unos minutos y secándose las lágrimas con su brazo abrió el papel y leyó, el vuelo era a las 8:00 de esa noche, miró su reloj y ya casi daban las 7:45, sintió que todo se le entumía pero se obligó a sí mismo a reaccionar, corrió hasta su habitación y sacando su celular, su billetera y sus llaves salió del lugar. Corrió un poco por la calzada hasta que pudo coger un taxi, le dictó la dirección al chofer y se fue. Giraron por una esquina sobrepasando varios automóviles estacionados, y entre ellos el de You.

Al verlo You sonrió, era todo, había cumplido con Gackt, así a él se le rompiera el corazón.

 —A casa por favor… — ordenó a su chofer.

— ¿A cuál señor? ¿A la mansión Camui o la suya?

— A la mía…  — dijo sonriendo con un gesto que indicaba que estaba a punto de llorar.

El automóvil arrancó y sin más se fue también.

._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._.

 

Miró su reloj por enésima vez, ya estaba dentro de la sala VIP, a unos segundos de abordar su avión.

—“Pasajeros del vuelo 555 con destino a Australia, se les informa que ya pueden abordar por el corredor…”

Al escuchar el llamado tomó su maletín de mano y su sacón. Con sus lentes oscuros y toda su ropa de negro, se veía espectacular pero aún así muy triste. Caminó detrás de un grupo de gente algo cabizbajo, hasta que fue a dar al corredor, el cual se separaba de las bancas de la sala común y de la pista por un par de enormes vidrios tanto a la derecha como a la izquierda. Miraba de frente sin prestarle atención a nada, ya se había despedido de su hermana y su cuñado, y de You… ya todo estaba listo para que se fuera de ahí para siempre.

“Gackt…” escuchó un leve susurro. Sonrió pensando que a lo mejor se estaba volviendo loco de nuevo. “Gackt…” volvió a oír y esta vez era un poco más fuerte, hizo un gesto de extrañeza. “¡Gackt!” se quedó inmóvil, estaba vez sí reconoció aquel timbre de voz. Giró su cabeza hacia el lugar de las bancas en la sala común y creyendo de principio que se trataba de una broma de su mente y su imaginación se petrificó. Veía a Hyde tan lindo como siempre, corriendo por entre las bancas hasta casi llegar al cristal que los separaba, de pronto un oficial lo detuvo, pero Hyde forcejeaba llamándolo con más fuerza.   

Aún sin poder creer lo que veía, ordenó a sus pies que se movieran y corrió en dirección opuesta al resto de la gente que se dirigía hacia la pista. Había mucha gente por lo que a los que se interponían en su camino los empujaba generando protestas de molestia. Hyde se puso a correr también hacia la puerta que daba a ese corredor, pero el oficial trataba de detenerlo, ambos forcejeaban por estar uno al lado del otro en la puerta del corredor de abordaje.

— ¡HYDE!

— ¡GACKT!

Gritaban respectivamente luchando por encontrarse. Y luego de tanto forcejeo, de haber puesto todo su esfuerzo uno en salir y el otro en entrar, ambos convergieron en la puerta, donde Hyde al soltarse con violencia del agarre del policía corrió con todas sus fuerzas donde fue recibido por los brazos fuertes y cálidos de Gackt. Prácticamente se le arrojó y ante el impacto Gackt retrocedió un poco pero pronto se afirmó abrazando con fuerza a aquel pequeño cuerpo que ahora lo abrazaba también con posesión. Las lágrimas comenzaron a salir por los ojos de ambos a grandes cantidades.

— ¡Pequeño tonto…! ¿Qué crees que haces? Ese policía pudo haberte…

No pudo seguir, pues los labios de aquel su ser amado ya estaban sobre los suyos acallándolo y enviándole una electrizante y cálida sensación de amor que le recorrió todo el cuerpo. Luego de un par de minutos se separaron y Hyde pudo observar que su Gackt lloraba.

— ¿Gac-chan?  

Entonces Gackt mirándolo con asombro lo soltó y cayó de rodillas llorando sin consuelo. Asustado Hyde se puso a la par de él sollozando.

—No… no es posible, esto debe ser un sueño…

—No Gac-chan… no es un sueño… mira…  — le sujetó las manos y se las puso sobre su propio pecho  — soy yo, estoy aquí contigo…

Entonces Gackt se le arrojó y aún sentado y Hyde arrodillado, lo abrazó fuertemente apoyando su cabeza en su hombro.

—Siglos… han pasado siglos desde que volví a escuchar ese “Gac-chan” saliendo de tus labios…  — lloraba con fuerza  — siglos esperando que esto se haga realidad… volver a tenerte entre mis brazos como Hyde Takarai… mi Hyde…

—Gac-chan…  — aprovechando que éste lo miró de frente le dio otro beso, se separó y llorando también continuó, — perdóname…

— ¡¿Qué?! ¡¿Que te perdone?! ¡Si el que debe perdonarme eres tú! — Decía incrédulo  — ¡Perdóname, perdóname, perdóname! — volvieron a fundirse en un beso. — Te lastimé terriblemente, te destruí… y te juro que haría todo por redimirme si me perdonaras…

—No tengo por qué perdonarte Gac-chan… no puedo perdonar algo que ya fue pagado hace tiempo…

— ¿Qué? ¿De qué hablas?

—Perdóname por haberte juzgado sin haber conocido todo por lo que pasaste, sin haber conocido tu realidad… moriste Gackt… quien soy yo para juzgarte luego de todo lo que sufriste por mi causa…

—Un… un momento…  — lo sujetó de ambos brazos mirándolo con aturdimiento  — ¿Mi realidad?

—Acabo de enterarme Gac-chan…  de lo del hospital psiquiátrico…

— ¿Có…cómo?

—Kurosaki-san vino a mi departamento, y me lo contó todo…

— ¿You…? No, no puede ser…

—Me contó de las condiciones en las que se conocieron… todo lo que pasaron juntos… Y ahora me siento terriblemente por él, debiste ver su expresión, Gac-chan… él de verdad te ama, y me lo demostró prefiriendo hacerse a un lado pese a sus sentimientos…

—Por Dios… You… debemos encontrarlo, debo arreglar las cosas con él…  — se pusieron de pie, Gackt tomó su maletín en una mano y con la otra le tomó la mano y quiso correr junto a él pero Hyde lo detuvo.

— ¿Qué pasa amor? — lo miró extrañado.

—Estoy asustado…

— ¿De qué?

—De todo esto… yo… es decir…

—Sólo hay dos preguntas que debes responder para apartar todo miedo y duda…  — se pegó más al pequeño y acariciándole el rostro lo miraba con ternura  — Hyde Takarai… ¿Me perdonas?

—Ya te lo dije…

— ¿Me per-do-nas? — repitió remarcando cada sílaba.

—Por supuesto…  — contestó sonriendo.

— ¿Y me amas?

— De todo corazón… — Gackt aproximó su rostro al suyo tratando de besarlo más Hyde lo detuvo con una mano — Chotto… ahora yo… Gackt Camui… ¿Me perdonas?

— Cómo decirte que no…

— ¿Y me amas?

—Con todo mi ser…

Una vez más se fundieron en un beso corto pero cargado de amor, y luego, tomándose de las manos ambos salieron corriendo para encontrar y agradecer de corazón al responsable de su reencuentro y felicidad.

._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._.

 

—Buenas noches, ¿Desea algo de tomar? —preguntó la azafata.

—No quiero nada… gracias…

Mirando por la ventanilla de su jet privado se frotaba las sienes, tenía una fuerte migraña y un gran dolor en su pecho.

— ¿Por qué tardan tanto? — Se preguntó.

Vio como uno de sus sirvientes afuera, en la pista, salía corriendo hacia la sala de abordaje luego de recibir una llamada, un par de los miembros de la tripulación lo seguían, ¿Qué estaba pasando? Era la pista privada de la familia Kurosaki así que no tendría que haber problemas ni con permisos ni con nada.

Entonces lo vio, queriendo entrar a la pista como un loco, a empellones.

—Gackt…

Lo dudó por un segundo, ¿Qué debía hacer? ¿Salir a ver que quería? O ¿Simplemente quedarse en su lugar e irse para evitar salir lastimado nuevamente? Sin pensarlo mucho se decidió por lo primero, se quitó el cinturón de seguridad y salió corriendo de avión.

 

— ¡Por favor señor, usted no puede estar aquí…! — le decía aquel sirviente mientras le impedía entrar a la pista y correr hacia el jet privado que había en medio.

— ¡¿Cómo que no?! ¡Necesito hablar con You! ¡YOU! — forcejeaba.

— ¿Qué está pasando?

Todos se detuvieron.

—Kurosaki-sama… no debió bajarse, la situación está controlada…

—Déjenlo por favor… y retírense. — ordenó, los miembros de la tripulación y el sirviente haciendo una reverencia se retiraron dejándolos solos.

—You… — trató de aproximársele más.

—No te acerques… — le dijo tajante haciéndole una señal de alto con la mano — por favor…

Lo deseaba, deseaba con todo su corazón ser él quien corriera y lo abrazara pero no podía, no debía hacerle eso a su propia persona, ya no quería sentir más dolor.

— ¿A qué has venido? — continuó de forma fría. — como verás tengo un vuelo que abordar y…

— ¿Por qué You?

— ¿Eh?

— ¿Por qué lo hiciste? You…

—Por favor… ya no digas nada, sólo vete y espero que seas feliz…

Se dio vuelta pero justo cuando estuvo a punto de retirarse la mano de Gackt se asió a su muñeca de forma gentil, y sin que pudiera evitarlo, pues su cuerpo ante cada toque de Gackt reaccionaba de forma inesperada, se quedó inmóvil.

—You… hontouni arigatou… — comenzó a sollozar. — Hace tiempo conocí a un ser maravilloso, capaz de dar incluso su vida por la persona que ama, por un segundo creí que gracias a mis actos egoístas esa persona se había perdido y entonces no pude evitar sentirme culpable, pero ahora, ahora lo veo aquí… You… no necesitabas hacerlo… no necesitabas ir con Hyde y…

— ¡Ya basta! ¡No te das cuenta ¿Verdad?! — Gackt lo miró y éste lloraba, lo estaba lastimando, de nuevo, entonces lo soltó.

—Lo lamento… lo lamento… lo estoy haciendo de nuevo ¿Cierto? Y no tengo derecho… yo, lo lamento… — esta vez era Gackt quien se iba.

—Gackt… — se giró — sólo hazme un favor… si quieres verme feliz, sólo prométeme que tú lo serás también…

—You…

— Lo nuestro… fue el recuerdo más lindo que guardaré hasta el final de mis días, y espero que tú lo atesores de la misma manera… Yo te amo Gackt… lo haré por siempre, y pasa lo mismo con Hyde-san… tú lo amas, y lo harás por siempre… y pese a eso, tú estabas dispuesto a hacerte a un lado para dejar que él sea feliz… ¿No debería hacer yo lo mismo? No puedo perder ante ti ¿Cierto? Y como tu ex doctor, te sugiero que ya dejes de culparte y de pensar que sólo le causas dolor a los que te aman… por salud mental, por favor ya deja de hacerlo… al menos hazlo por mí ¿Sí? Si aún tienes algo de amor por mí quiero que seas muy feliz, así yo también lo seré…

—You…

— ¿Sólo puedo pedirte una último cosa?

—Lo que desees…

—Un abrazo…

Como si hubiera sido empujado, Gackt se aproximó a él con rapidez y lo abrazó con toda la fuerza y el cariño que disponía, agradeciéndole de corazón por todo, incluso le besó la frente en un acto afectuoso antes de que se separaran. Entonces la puerta que separaba el interior de la elegante sala de abordaje y la pista se abrió tras la salida de unos mecánicos dejando ver a Hyde quien en el interior conversaba con alguien, ambos pudieron verlo y oírlo.

— ¡¿Así que éste es un Picasso original?! — preguntó sorprendido a uno de los mayordomos de You.

—Así es señor.

—Vaya… — lo contemplaba con casi inocencia infantil. — ¿Y cuanto costó?

—Alrededor de 700 millones de yenes…

— ¡¿QUÉEEE?!

Puso una cara de espanto tan graciosa que ambos rieron. Hyde los escuchó se dio vuelta y se sonrojó al ver a You. Bajó la cabeza conforme se les acercaba.

—Kurosaki-san…

—Por favor, sólo dime You…

— ¿Ah? No por favor…

—No te preocupes… como te dije, eres la persona más importante para Gackt, así que creo que para mi puedes llegar a ser un buen amigo… — Hyde se sonrojó aún más — sólo déjame advertirte, que si me entero de algún problema grave entre ustedes, volveré y te perseguiré hasta el fin del mundo y entonces te mataré. — Lo miraba con una sonrisa siniestra, Hyde abrió los ojos con terror — jajajajaja, es broma tonto, pero ya hablando en serio, no quiero enterarme de que han estado volviendo a las peleas ni nada por el estilo, quiero que sean muy felices… Y cuando quieran pueden venir a visitarme, ahora que lo pienso, no me gustaría que desaparecieran así nada más.

— ¿Te irás de todas formas? — Preguntó Gackt — No, You… Por favor…

—No Gackt, no puedo quedarme, mi vida ya está hecha en América. Volveré al hospital de mi padre, de todas formas es mi deber heredar el negocio familiar sin mencionar que me apasiona lo que hago. Y como les dije, pueden venir cuando gusten…

—Cuídate mucho por favor… — Y Gackt le dio un fuerte abrazo.

—Lo haré… — se dio vuelta — sayounara…

Caminaba ya de vuelta a su avión, faltaban unos pasos para que abordara hasta que lo oyó.

—Kuro… digo, You-san… — él se giró encontrándose con ese chico frente a él — Arigatou…

—Ya te dije que no me lo agradezcas... quiero que me lo demuestres, además… gracias a ti...

— ¿Por qué?

—Por salvarlo…

Ambos sonrieron y se dieron la mano.

 

 

Una hora después, tanto Hyde como Gackt estaban dentro de su automóvil, conduciendo por una de las calles más céntricas de Tokio.

— ¿Quieres algo de comer?

—Ummm, la verdad ya tengo mucha hambre, pero…

— ¿Pero?

— ¿Qué te parece si pedimos comida a domicilio?

— ¿A domicilio? Etto… yo no…

— ¿Jamás pediste comida a domicilio?

— ¿La verdad? Nunca.

— Ay, Gac-chan, hay muchas cosas que debo enseñarte, al menos si quieres ingresar a mi mundo.

— ¿Y qué tal si tú ingresas al mío?

— ¿Qué te parece 50-50?

—De acuerdo…

— Ok, yo llamaré a una pizzería que me encanta, ya verás te va a gustar, tiene…

Conduciendo por entre esas calles, y pese a la oscuridad de la noche, el futuro se pintaba brillante y vívido para ambos.

 

Ya mirando el firmamento oscuro dejaba a su mente viajar a través de la ventanilla circular de su jet. Estaba seguro de que acababa de hacer lo correcto, pero aún así su pecho le dolía. Un par de lágrimas se les escaparon, y limpiándolas gentilmente con la mano sonrió, este dolor no se iría de la noche a la mañana, eso era un hecho, pero daría su mejor esfuerzo, debía ser fiel a su palabra, si Gackt era feliz, You Kurosaki también lo sería. “Gambatte” se dijo a sí mismo y prefirió dormir, de todas formas ya el amanecer se hacía presente, además, un viaje largo lo esperaba. 

._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._.

 

Llegaba al último escalón de ese piso maldiciendo por el cansancio, odiaba que aquel edificio no tuviera ascensor. Ya ni modo, pensó, al final de cuentas ya estaba donde quería, se acercó a la puerta y tocó el timbre. Pasó un rato y pudo oír los pasos presurosos y el “ya voy” acostumbrado cuando se llama a una casa.

— ¡Oh… Ken! — dijo un tanto asustado cuando abrió la puerta.

— ¿Eh? — Le sorprendió su reacción además de que no lo hacía pasar, como acostumbraba, sino más bien apenas se asomaba por la puerta como tratando de que no viera adentro. — ¿Qué pasa Hyde? ¿Está todo bien?

—Sí, sí, todo bien… — contestó con una sonrisa nerviosa.

—Ajá… — Lo miraba de pies a cabeza, con el torso desnudo, el pequeño aún llevaba la parte inferior del pijama. — Hyde… — miró su reloj — ¿Sabes qué hora es? Ya van a dar las 10 ¿Y tú sigues durmiendo?

—Etto… yo… — De pronto la puerta se abrió de par en par, obviamente a la fuerza.

— ¿Apenas las 10? ¿No te parece muy temprano para madrugar? No debes interrumpir el sueño de las personas de esa manera Ken.

Ken casi se desmaya al ver a la persona que había abierto la puerta y que estaba a espaldas de Hyde sujetándole un hombro. Hyde sonreía sonrojado.

— ¿Eh? ¿De pronto te quedaste sin palabras?

—Ga… Ga… ¡GACKT! — Retrocedió aterrado señalándolo.

—Ken-chan… — dijo Hyde batiendo las manos tratando de tranquilizarlo — tranquilízate por favor… jeje, jeje, Gac-chan y yo…

—Hyde y yo acabamos de celebrar de una forma única nuestra reconciliación, y ahora estamos muy cansados, ¿Nos dejas descansar?

— ¡Gac-chan! ¡No digas eso! — estaba más rojo que un tomate. — Eso suena muy…

—No, no, no, no… debo estar soñando — decía Ken aún anonadado.

—Vamos Ken pasa. — Y Gackt lo jaló hacia adentro.

Casi una hora más tarde, Ken terminaba de fumarse su decimo cigarro y beberse su quinta taza de café bien cargado mientras escuchaba la historia de esos dos, su casi milagrosa restauración de paz y el afloramiento de sus sentimientos, luego de tantos años de estar separados y viviendo en un engaño.

—Souka… (Ya veo) — decía luego de tratar de comprender. — Así que fue Kurosaki-san… fue algo muy noble… hace tiempo yo pensaba contártelo, pero no lo hice porque temía que creyeras que era una mentira…

—Pero tú también nos ayudaste mucho Ken — comentó Gackt — a cada uno en su tiempo, a mí hace años cuando me salvaste de morir en ese callejón y a Hyde, cuando lo defendiste magistralmente en esa corte…

—Aunque no fue gran mérito mío sino de… 

—Tetsuya… — terminó Hyde mirando el suelo con tristeza.

—Y es precisamente de él que vine a hablarte.

— ¿Pasó algo con Tet-chan? — su rostro se tornó preocupado.

—Aún no… pero hoy se decide todo, hoy al medio día es su juicio final luego de todos los alegatos. Así que ya me voy… — se puso de pie, tomando su saco. — Debo ir por él a la delegación, de ahí nos llevarán hasta el tribunal.

—Ken-chan… ¿Puedo ir?

—De hecho vine a pedirte eso pero… con las buenas nuevas… — miró a Gackt.

— ¿Eh? No, si quieren vayan los dos… yo me quedo, de ninguna manera me presentaría, si Ogawa me odia…

—No, Gac-chan… él debe saberlo, el mintió por mi culpa, para protegerme, yo ahora no voy a engañarlo, no quiero que se entere por otros medios, quiero que lo sepa de mí.

—Pero Hyde… ¿Y si no sale bien librado? ¿No crees que sería peor saber que su Hyde se reconcilió con su peor enemigo y que luego él será enviado a la cárcel?

— ¡¿A la cárcel?! ¡¿Por qué?! ¡¿Acaso no vas a ayudarlo?!

—Claro que si Hy-chan, pero las cosas pintan muy mal, no creo que salga bien librado.

—Ken… — se le acercó y con ojos suplicantes lo tomó de ambos brazos — Debes hacer todo lo posible por él… por favor… ayúdalo…

—No es necesario que me lo pidas Hyde, después de todo él es mi mejor amigo.

— ¿Entonces qué debo hacer? ¿Mejor me quedo y me aparto de él para siempre? O ¿Lo afronto? Por favor, dime, lo que sea que me digas lo haré.

Ken suspiró contrariado.

—No pues, tienes razón… será mejor no ocultárselo… de acuerdo, puedes venir, y tú también Gackt, pensaré con optimismo, seguro Tet-chan será hallado inocente y entonces será buen momento para que ustedes hablen con él…  sólo déjenme que yo le adelante algo ¿Sí? Creo que será mejor…

—De acuerdo.

 

Ya dentro del automóvil oficial Ken Y Tetsu estaban de camino a la corte.

—Ken…

— ¿Ummm? — organizaba unos papeles.

— ¿Hablaste con Hyde? ¿Él… vendrá?

—Si Tetsu… — Carraspeó, su amigo sonrió — vendrá, pero… hay algo que debes saber antes…

El gesto de Tetsuya cambió por completo ante la seriedad de su abogado.

 

Sentados ya todos luego de los alegatos finales, esperaban por la resolución del jurado. Hyde estaba sentado en medio, Gackt se quedó afuera a esperar a que saliera con Tetsuya, es lo que él mismo le había pedido, pues no hubiera sido nada bueno que los viera juntos en pleno juicio. Aun así, Tetsuya no lo veía, no se giró una sola vez para mirarlo pese a que Ken le dijo que él estaba ahí. Por su reacción, era obvio lo que pensaba de su reconciliación con Gackt. Estaba asustado de lo que le esperaba luego, pero por ahora era mejor concentrarse en el veredicto.

El jurado volvió, tanto Ken, como Tetsu y el fiscal se pusieron de pie. El juez leyó el veredicto, y pidió al representante del jurado que dictara la sentencia.

—En el caso de falseo de identidad y engaño estatal, encontramos a Tetsuya Ogawa, inocente…

Muchos aplaudían y suspiraban aliviados, Ken sonreía, más a Tetsu parecía no importarle.

—Y por el cargo de asesinato en primer grado encontramos al acusado… culpable…

Hyde se puso de pie con los ojos abiertos de par en par. La expresión de Ken y de muchos no era muy diferente.

—Bien Ogawa-san, en ese caso… lo sentencio a…

— ¡Disculpe su señoría! — intervino Ken —  desde el principio mi defendido nunca negó los cargos por haber matado a una persona, y en vista de que ninguna persona ha venido a reclamar por dicha muerte y que él fue sincero al aceptar los cargos, la sentencia debe ser mínima…

—No necesito que me enseñe las leyes Kitamura-san… las conozco muy bien, a la vista de las circunstancias sentencio a Ogawa Tetsuya a cinco años de prisión en una de las prisiones estatales sin derecho a fianza, ni apelaciones, ni a libertad condicional. — Le puso fin con un golpe de mazo.

Los policías fueron a esposarlo ante la mirada preocupada y suplicante de Ken, pero él no hacía nada, era como un muñeco sin vida al que nada le importaba.

— ¡Tetsu! — Hyde se aproximó corriendo hacia él antes de que se lo llevaran. — ¡Tetsu! ¡No te preocupes! ¡Yo…!

— ¿Tú…? ¿Qué diablos puedes hacer tú? — Le dijo con una mirada llena de odio que petrificó a Hyde —Te dije ya una vez que no te preocuparas más por mi… ahora te lo recalco.

—Tet-chan…

—Aléjate de mí…

—Tet-chan por favor… no…

—Déjame en paz…

Y se lo llevaron.

Continuará…    

   

 

 

  

Notas finales:

Comments???


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).