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Sin ti no muero, pero tampoco vivo por MissTakarai

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Notas del capitulo:

Espero les guste...

CUANDO LA OSCURIDAD ABSORBIÓ LA LUZ DE TU SER

 

 

— ¡SAL DE AHÍ MALDITO COBARDE!

Los perros del vecindario ladraban ante los alaridos y patadas de Tetsuya Ogawa en la puerta principal de la familia Camui. 

— ¡LE ARRUINASTE LA VIDA Y TÚ COMO SI NADA! ¡SAL MALDITA SEA Y ARREGLEMOS ESTO DE UNA VEZ!

Como un rayo, el automóvil de la familia Ogawa apareció derrapando hasta estacionarse muy cerca de él. De ahí salió Ken quien corriendo se le abalanzó sujetando fuertemente sus brazos obligándolo a que se detuviera y lo mirara.

— ¡SUELTAME! — forcejeaba sollozando lleno de ira.

— ¡Qué crees que estás haciendo! ¡Tetsu cálmate!

— ¡ME CALMARÉ CUANDO LO VEA MUERTO! — miró si salía alguien de la gran mansión.

— ¡¿Y luego qué?! ¡¿Harás que Hyde te vaya a visitar a prisión?!

—… — esta vez guardó silencio forcejeando aún.

—De seguro ya llamaron a la policía, vámonos de aquí Tetsu… vámonos por favor…

— ¿Me ayudarás a buscar a Hyde?

—Por supuesto, después de lo que me contaste ya lo pensé bien, y puede que haya vuelto a su casa.

— ¿Y si no?

—Si no, hablaremos con su mamá, la pondremos de nuestro lado para que nos ayude.

—De… de acuerdo…

Aceptó,  y luego de unos minutos llegaron a la casa de Hyde y tanto él como Ken junto a su guardaespaldas salieron del auto estacionado fuera del callejón. La casa era muy vieja, tenía un pequeño patio con el césped crecido lleno de cosas rotas y basura, el barrio era bastante pobre por lo cual el vecindario entero asomaba su cabeza ante la visión de semejante auto aparcado frente a la casa de los Takarai.  El guarda personal llamó a la puerta, unos segundos después abrió el padrastro de Hyde quien apenas se mantenía en pie por la borrachera que traía encima, se recargaba sobre el marco de la puerta al momento en que preguntó “qué diablos querían”.

—Estamos buscando a Hyde Takarai. — respondió Tetsu.

— ¿Ese bastardo? Hace días que no viene… debe estar con alguno de sus amiguitos revolcándose por ahí… — arrastraba las palabras de forma desagradable.

En ese momento Tetsu prácticamente se le arrojó encima y sujetándolo de la solapa de su sucio suéter lo retó.

— ¡No vuelva a hablar así de Hyde o…!

— ¡¿O qué?! — se soltó del agarre con violencia — ¡Mocoso! ¡Te enseñaré a respetar a tus…! — levantaba la mano amenazando con golpearlo.

—Le sugiero que se controle — interfirió el robusto guarda americano de casi dos metros de alto sujetando su brazo en el aire — o se las verá conmigo. — El hombre se quedó callado — A los jóvenes les gustaría hablar con la señora madre del joven Hyde-sama, supongo que usted no tendrá ninguna objeción ¿O sí?

Luego que lo soltara el ebrio reaccionó llamando a su mujer.

— ¡Ey tú! ¡Mizuki! Te buscan… — dijo con ironía mirando fijamente al guardaespaldas.

— ¿A mí? — salía tímidamente una mujer bastante delgada, aún vestida con camisón y de aspecto lamentable, como el de una persona bastante enferma.

—Señora Takarai… — habló Tetsuya — somos amigos de Hyde y nos gustaría hablar con usted… en privado.

La mujer salió ante la mirada amenazante de su marido, éste quiso seguirla pero la mirada del guarda lo hizo desistir, por si acaso éste se quedó en la puerta. Ahora los tres se dirigían al coche, entraron y hablaron. Al principio le contaron donde había estado Hyde todo ese tiempo, y a grandes rasgos lo que pasó con Gackt que a su vez desencadenó en su “accidente”, pero, no le contaron la terrible decisión que había tomado su hijo, pues guardaban aún la esperanza de hacerlo recapacitar sin mencionar que, una noticia así, acabaría con la pobre mujer.

Ella lloró y luego de hablar un rato más con ellos supo que eran de confianza y que querían mucho a su hijo por lo que decidió contarles lo que le había pasado a Hyde hace unos años. Tetsuya sentía como el corazón se le partía en mil pedazos al conocer la historia de su querido ángel y pensar que pese a ello él se mantenía tan amable con todo el mundo teniendo esa horrible carga encima. Ahora entendía a lo que se refería cuando dijo que todos lo buscaban sólo para tener sexo, primero esos tipos y ahora Gackt… Hyde debía estar dentro de una pesadilla justo ahora.

Luego de un rato más y de prometerse mutuamente que no le dirían nada a Hyde sobre esa reunión, Tetsuya le pidió a su madre que le informara cuando Hyde volviera a casa.

—Mi hijo es muy independiente, pero cuenten conmigo para lo que lo que necesiten.

—Señora… — sacó algo de su maletín — esto es para usted… — le entregó un teléfono celular.

— ¿Qué? Pe…pero…

—No es mi intención ofenderla, es sólo que necesito que me informe cuando vuelva Hyde, por eso le dejaré esto, no se preocupe yo tengo otro, y si mira… — le mostró la pantalla — el único número que tiene es el mío así podrá llamarme directamente…

Ella lo recibió con suma delicadeza, como si temiera romperlo.

— Y si tuviera algún problema — continuó — ya sea usted o Hyde no dude en llamarme, yo los ayudaré en todo lo que pueda… — señalando con un leve gesto hacia su casa.

—Muchas gracias Ogawa-san… pero si mi marido descubre este celular…

— No se turbe por eso, mientras usted lo esconda bien no pasará nada ya que este celular es especial, está programado para que sólo le salgan llamadas, no las recibe, así que no tema que vaya a sonar en cualquier momento. Y si desea puedo dejar a alguno de mis sirvientes para lo que usted necesite.

—No por favor, se lo agradezco pero a mi marido no le gustaría eso… además tengo esto, prometo llamarlo para lo que sea.

Entonces se despidieron. Ella entró en su hogar y ellos se fueron a dormir, aunque Tetsuya no lo consiguió durante toda la noche, ¿Dónde estaría Hyde? ¿Cómo estaría? Miraba atentamente su celular esperando a que sonara en cualquier momento, pero no lo hacía. No fue sino hasta casi al medio día del día siguiente que Hyde apareció, como lo prometió, su mamá lo llamó para informarlo. Entonces sin importarle nada salió del colegio, de cierta forma estaba agradecido de que Ken no hubiera ido al colegio hoy, pues así no le reprocharía que saliera del colegio tan irresponsablemente. Tomó un taxi directo hasta la casa de Takarai.

Cuando lo vio, Mizuki Takarai se sorprendió mucho, no tanto por lo rápido de su respuesta, sino por el hecho de que hubiera venido a buscar a su hijo hasta allí. Ella le contó que ni bien había llegado, Hyde le dijo casi lo mismo que ellos y aunque omitió la parte que tenía que ver con Gackt, le habló de su accidente. Él le había dicho también, que como ayer le habían dado de alta, se había ido al colegio a informar y a disculparse por lo acontecido. Luego su hijo le había entregado algo de dinero, que según aseveró él, había conseguido un trabajo en la biblioteca del colegio, por lo que le pidieron que ayudara a acomodar unos libros, hecho que le tomó toda la noche, pero que le habían pagado muy bien por ello.        

—Pero luego salió al colegio como siempre… pensé que lo encontraría allá.

— ¡Ah! Por supuesto, — sonreía frotándose la cabeza—… pues no sabía que le habían dado el trabajo de la biblioteca a él, y de haberlo sabido hubiera ido a buscarlo directamente allí. Lamento haberla molestado.

—No, yo lamento no habérselo dicho, así no hubiera venido… pero ahora estoy más tranquila y feliz de que mi hijo esté bien y que ahora tenga un trabajo, así evitará pensar en lo que le pasó ¿Verdad?— sonrió.

Se despidieron, ella le agradeció una vez más antes de entrar por completo, mas Ogawa se sentía como basura. ¿Por qué no le dijo lo que realmente pasó con Hyde? Es decir, ¿Por qué no le dijo que lo expulsaron y que el dinero que había recibido no era de ninguna biblioteca sino muy posiblemente de…?

Tomó nuevamente un taxi, y se dirigió hacia aquel barrio tan conocido por los servicios que ahí se brindaban. Llamó a su guardaespaldas mientras aún estaba en camino para indicarle donde debían encontrarse. Realmente estaba muy agradecido de tener a un sirviente que lo ayudaba y encubría en todo. Una vez reunidos ambos buscaron a Hyde por todos los rincones de aquel lugar. A su paso, muchas mujeres e incluso hombres les ofrecían sus servicios, tuvieron que sobornar a muchos para que les dijeran si habían visto al joven de la foto en el celular de Tetsu. Así luego de buscar por casi una hora pudieron dar con él. Lo vieron salir de un restaurante con un tipo que luego de besarlo se fue. Hyde se giró contando el dinero que le dio aquel hombre, no obstante, no pudo evitar notar que frente a él estaba alguien, levantó la mirada encontrándose con la mirada  turbada de su amigo.

— Hyde…

—Vaya… — reaccionó luego de unos momentos de estupor — nunca pensé encontrarte aquí… — pasó por su lado.

—Espera… — se giró y lo tomó gentil pero firmemente del brazo — Necesitamos hablar…

—Tet-chan ¡Por favor! Como ya debiste darte cuenta estoy trabajando.

—Sólo un momento… busquemos otro lugar por favor, y si luego de lo que tengo que decirte decides continuar con esto me iré y no volverás a saber de mí, voy a dejarte en paz, lo prometo.

A regañadientes aceptó siendo guiado a un callejón, su guarda personal se puso en la entrada asegurando que nadie entrara a interrumpirlos.

—Bien… te escucho… — cruzó los brazos como a la defensiva.

—Hyde…  No tienes porque hace esto…

— ¿Otra vez con eso?

—Escúchame por favor…

— ¡No Tetsuya! Yo creo que ya todo está muy claro, ya te lo dije, yo nací para esto, soy alguien que no merece ser amado, sino más bien ser deseado, ya no hay vuelta atrás… ahora si no tienes nada más que decirme me voy…

Se iba, mas el castaño lo sujetó de ambos brazos y estrellándolo contra la pared le plantó un beso suave, Hyde se quedó congelado. Pronto su amigo se separó.

— Hyde yo… yo te amo… — lagrimas resbalaban por sus mejillas — y sé que tu no sientes lo mismo… pero si me dieras una oportunidad yo… no sabes lo que  sería capaz de hacer por ti…

—Tendrás que pagarme por ese beso. — vino la fría respuesta por parte del pequeño mirándolo con seriedad.

— ¡¿Es lo que tienes que decir?! ¡¿Esto es sólo cuestión de dinero?! — lo zarandeo sin darse cuenta.

— ¡Suéltame! ¡Me lastimas!

—Lo siento… lo siento… — lo soltó y se dio vuelta.

—Escúchame bien Tetsu, siempre has sido un buen amigo, casi un hermano… pero ahora te pido que te alejes, no quiero que vuelvas a recriminarme por lo que hago, no es justo para mí… — se disponía a irse.

— ¿Qué no es justo? ¡¿Y te parece justo lo que haces con tu madre?! Diciéndole que ese dinero es producto de tu trabajo en la “biblioteca”. — se giró mirando a un Hyde atónito.

— ¿Co… cómo?

— ¿Cómo lo sé? Fui a buscarte a tu casa y me encontré con una buena mujer viviendo en un engaño… — terminó con un terrible tono a reproche.

— ¡¿CÓMO TE ATREVES?! — Caminó de forma retadora hasta plantársele en frente mirándolo con gran ira — ¡No volverás a hacerlo! ¡No quiero que te vuelvas a meter en lo que no te importa! ¿Y acabas de decir que me amas? Pues demuestras todo lo contrario.

Tetsu sentía su corazón romperse en mil pedazos, que lo insulte, que lo grite todo era aceptable, ¿Pero que cuestione su amor por él?

—Tranquilo Hyde, no le dije nada, no es algo que yo deba hacer sino tú…

—Me alegra oírlo, y dejarme decirte una cosa, si te atreves a contarle a mi madre algo de esto… te lo juro, en ese momento habrás muerto para mí —terminó diciéndole pegado a su rostro para luego darse vuelta retirándose.

—Al menos deja que haga una última cosa por ti… Hyde…

Totalmente exasperado, se dio vuelta para decirle que lo dejara en paz, pero no pudo hacer nada más que abrir los ojos de sobremanera totalmente paralizado. Frente a él, un revolver. El brillante metal refulgía con la luz del alumbrado público y justo detrás del arma aquella persona a la que alguna vez llamó amigo.

._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._.

 

 

— ¡Y esto es para que aprendas a no meterte con nosotros! — le gritaba un tipo a Gackt.

Todos se fueron dejándolo en aquel callejón, terriblemente malherido, botado cual desperdicio en el suelo. Trataba de ponerse de pie pero no lo conseguía, lo máximo que pudo hacer luego de un rato fue sentarse apoyándose en uno de los muros. Levantó uno de sus brazos para limpiarse la sangre que manaba de una de las comisuras de sus labios, pero justo entonces sintió una fuerte punzada en el estómago que lo hizo retorcerse de dolor, este fue tanto que su visión comenzaba a nublarse, con esfuerzos agachó la cabeza y pudo ver que de su costado derecho salía mucha sangre, lo habían apuñalado.     

Casi como un loco comenzó a sonreír, pensando en que de alguna forma se merecía esto. Todo se hacía cada vez más oscuro hasta que vio una luz.

— ¿Así que éste es el famoso túnel que todos ven cuando se mueren? — habló para sí mismo.

— ¿Gackt? — dijo una voz tras de la luz — ¡Gackt! ¡¿Santo cielo qué te pasó?!

De pronto la luz se esfumó dejándole ver a quien estaba tras de ella.

— ¿Hyde…?

— ¡¿Quién te hizo esto?! ¡Debemos ir a un hospital!

—No Hyde, no puedo… mi padre… si se entera…

—Pero…

—No… ahora que estas a mi lado ya nada importa… y ¿Sabes por qué? Porque te amo… con todo mi ser.

—Etto… yo… si de verdad me amas, dejarás de decir tonterías y me dejarás ayudarte.

—Vamos Hyde… si yo ya no tengo salvación…

— ¡No digas eso Gackt! Sin ti…yo tampoco viviría…

Gackt estaba más que feliz por escuchar aquello, sintió cuando Hyde sujetaba su brazo y lo ponía alrededor de su cuello mientras que él lo sostenía con la otra mano de la cintura, lo ayudó a ponerse de pie, pero justo entonces las fuerzas lo abandonaron por completo.

Sintió cuando su cuerpo cayó de nuevo al piso mientras la oscuridad se adueñaba de todo su ser y comenzó a abandonar su cuerpo.

Continuará… 

Notas finales:

No olviden dejar su comentario :)


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