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Lo aprendí todo de ti por Yuuki Hachiken

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Notas del capitulo:

Hola!

 

Disculpen por la tardanza, he estado algo enfermo, espero que disfruten Octubre, mi mes favorito, sin mas aqui les traigo el capitulo.

Mientras todo eso ocurría en japón, en Estados Unidos las cosas apenas empezaban a agitarse en extremo, pero lentamente las sacudidas del caos se habían mostrado antes de que Tachimukai dejara la escuela por la petición del capitán, aquel invasor quien hirió a muchos estudiantes no se llevó nada ni a nadie, pero la escuela se encontraba determinada a evitar que los estudiantes más novatos corrieran riesgos.

Le costó bastante a Fidio convencerlo debido a que el joven castaño sentía que podía hacer mas, pero el persuasivo capitán logró hacerle entender que los jóvenes japoneses quienes de hecho, eran los más nuevos en llegar a la escuela se encontraban estresados y que ahora mismo su “senpai” debía guiarlos hasta sus hogares.

Los otros miembros del equipo lo motivaron a dar el paso y luego de pensarlo un poco, Tachimukai aceptó el compromiso y partió hacia japón con los novatos.

Los días pasaron y la escuela se estaba recomponiendo lentamente de toda esa situación, el capitán respiro profundamente al abrir la ventana de su habitación, definitivamente, era un maravilloso día.

- ¡Que día tan nevado! - Dijo en voz alta con una sonrisa mientras respiraba el aire frío.

Fidio estiró sus brazos mientras bostezaba pero sintió un leve crujido en sus hombros, dio un suspiro y pensó en todo el trabajo que tuvo que hacer desde que Tachimukai partió, pero deseaba que su amigo la pasara bien y cuando volviera a la escuela notara sin preocupación que todo estaba como si nunca hubiera pasado nada malo.

- Capitán. - Alguien tocaba la puerta de la habitación, Fidio noto al instante que era Nice quien se encontraba del otro lado de la puerta.. - ¿Puedo pasar?

- Adelante.

Nice tenía un tono preocupado en su rostro y el capitán lo noto al instante, seguramente sus órdenes fueron demasiado severas y los miembros del grupo no pudieron completarlas al instante.

- Todavía no logramos capturar a los invasores. - Dijo Nice con frustración mientras apretaba los puños. - Estamos tomando todas las medidas necesarias… pero nos preocupa que salgan del perímetro de aseguramiento.

Fidio se acercó a Nice quien parecía algo tenso, este solo miraba al suelo y pudo ver los pies desnudos de su capitán quien vino a él con calma, lo tomó del hombro y este simplemente dijo.

- Tranquilo, de ser necesario iré personalmente a encargarme de todo. - Con una sonrisa en su rostro.

De esa manera el capitán empezó a desvestirse ante Nice sin pudor alguno y se dirigió a su baño. 

- Reúne al equipo, pronto iremos a acabar con este asunto.

El capitán acaricio su espalda una vez que entro al baño, desde ayer sentía una extraña punzada en su espalda baja que no podía alcanzar con sus manos, pero al ver su cuerpo desnudo en el espejo del baño no noto nada así que creyó que solo era su imaginación.

 

El Rompimiento Parte 2

 

Los miembros que quedaban del equipo principal se encontraban vestidos y a la espera de que el capitán apareciera para comandar las órdenes, para acelerar las cosas, a cada uno se les asignó su propio equipo con jugadores de segundo año de la escuela, normalmente regulares de los equipos secundarios.

- Nice, ¿tienes alguna idea de donde está Dylan? - Preguntó intranquilo Bilal, antiguo capitán de los Leones del Desierto, quien ya tenía experiencia comandando un equipo, pero sabía que la situación podría ponerse peor en cualquier instante.

- Thiago fue a buscarlo. - Le contestó Sergio quien era compañero suyo durante la etapa del mundial del FF y ahora pertenecía al segundo equipo. - Cuando estábamos en Los Emperadores era experto en lidiar con los problemáticos. - Che, compórtense me tienen con las bolas llenas. - Finalmente dejó escapar su forma de hablar ante los descontrolados miembros que le tocaron en su equipo.

- Chicos, ya viene el capitán. - Advirtió Nice.

Apenas se abrió de par en par la inmensa puerta de la escuela todos se formaron al instante y se mantuvieron firmes incluyendo a los novatos que habían hecho escándalo hace un rato.

Fidio miro a todos en el momento que salió y pudo notar algunas fallas que le hicieron dar un pequeño chasquido con sus labios.

- Recuerden que tenemos que evitar que se los lleven. - Dijo seriamente. - Búsquenlos.

Los capitanes de cada equipo partieron cada uno con un balón en sus brazos en diferentes direcciones y el lugar quedó vacío al instante.

El, pequeño capitán se sentó en los escalones mientras tocaba su balón favorito con sus dedos.

- Si Tachimukai se entera de esto me va a matar. - Dijo con un tono divertido. - Ni modo~

El internado estaba prácticamente vacío, ni siquiera el personal de la escuela se encontraba ya allí, todos habían sido evacuados horas atrás a pesar de que algunos profesores y trabajadores no querían dejar solo a los niños luego de aquel escándalo se vieron forzados a ello al darse cuenta que estorbarían.

Pasaron las horas hasta que finalmente alguien dio señales de algo.

- Capitán, cambio.. - Se escuchó la voz de uno de sus compañeros por medio de la radio que traía en su bolsillo izquierdo, Fidio estiró los brazos, dio un bostezo y se apresuró a contestar.

- ¿Ya los encontraron? - Preguntó con tono autoritario.

Hubo un breve silencio y Fidio se preguntó si se había perdido la conexión o algo hasta que se dio cuenta que se le había olvidado algo “obvio.

- “Cambio”...

- Encontramos un rastro al norte de la escuela, el capitán de la cuarta división está observando la situación y espera sus órdenes para proceder. - Fidio noto cómo había algo de interferencia.y se levantó de los escalones para mirar en dirección al norte. - Capitán…

Fidio noto como la voz de aquel chico cambiaba hacia una un tanto distorsionada y por la estática en el sonido, más rebotica.

- ¿Qué hacemos… Capitán? - De repente el radio perdió la señal y Fidio la dejó caer al suelo al notar lo que se empezaba a formar en dirección a las montañas del norte.

Un viento violento resopló desde su espalda hacia la montaña y parecía haber un incendio que arrasaba violentamente contra los árboles de la lejana montaña.

El joven capitán acarició su nuca, aunque estaba aterrado aquel dolor punzante solo parecía empeorar.

 

10 Horas antes.

 

Dylan se encontraba en el pasillo intentando ingresar a la habitación de Toramaru y sus amigos a pesar de que la enfermera en turno se lo prohibía a rajatabla.

- Solo será por un momento. - Suplico a la enfermera quien estaba más que acostumbrada a las actitudes de los revoltosos estudiantes. - ¿No debemos enseñarle la hospitalidad americana? - Dijo con un acento exagerado.

- No es no, jovencito.

Dylan suspiro pesadamente y pensó en guiarse por un rumor que escuchó en una de las “reuniones nocturnas” sin saber si era cierto o no.

- Oh vamos señora, sabe, se que es fanática de nuestro equipo. - Se acercó con una mirada picara y le codeo un poco. - Podría conseguirle algún…. ¿autógrafo?

Aquella mujer mayor trago un poco de saliva y sonrió.

- ¿Podrías conseguirme alguna de Tachimukai y Fidio?

- Es pan comido. - Dijo sin más chasqueando los dedos.con total disposición a cumplir con su parte.

La enfermera le pidió que esperara antes de ingresar a la habitación y trajo consigo sin mucha demora una fotografía entre sus manos.

- Necesito que los autógrafos sean en esta fotografía. - La enfermera sonrió ilusionada.

Al ver la fotografía, Dylan pensó que esta señora estaba muy enferma… debido a que en ella se podía ver a Tachimukai y Fidio totalmente desnudos en las duchas bromeando entre ellos como solían hacer luego de cada partido.

Dylan se preguntó cómo demonios podría conseguir sus firmas en algo tan extraño e incómodo.

- ¿Puedes conseguirla?

El joven jugador de fútbol trago saliva y asintió con la cabeza, después de todo tendría tiempo de pensar en algo ya que Tachimukai no estaba.

- Excelente. - La enfermera le abrió la puerta. - Avísame cuando te marches.

Cuando finalmente entró, Dylan pudo respirar con tranquilidad luego de alejarse de esa señora tan extraña y que además, los chicos estaban despiertos todavía aunque en total silencio, no parecían querer hablar entre ellos.

- Heeeeeey - Saludo Dylan con ánimo. - ¿Porque tan serios?

- Hola Dylan. - Dijo Toramaru quien parecía bastante alegre de verlo. - ¿Qué haces tan tarde aquí?

- Quería ver a mis amigos. - Sonrío aunque no conocía a los demás formalmente pero Tachimukai le había hablado mucho de ellos. - Además les traje algo de comida japonesa.

Dylan había logrado contrabandear consigo cosas del menú especial de Tachimukai que tanto conocía la cocinera del comedor escolar.

- Tiene de todo un poco, aunque no se si será al mismo nivel de japón. - Aclaro. - Pero a Tachimukai le gusta mucho.

- ¡Muchas gracias! - Toramaru intentó levantarse de su cama pero no podía por los yesos en sus piernas.

El estadounidense se acercó a él y le dio un abrazo que indirectamente le hizo sentir algo nostálgico pero inmediatamente entendió de quien se trataba, aunque le sorprendía ver ese lado más infantil de su compañero de “fiestas” quien solía ser más frío y apático.

- Sabes, quería verte… - Le susurro al oído y Toramaru disimuladamente le tocó por encima de sus pantalones por “accidente”. - Jaja, no veas como espero para recuperarme.

- Jaja… - Dylan trago saliva, ¿como se podría tener ganas de eso estando tan herido? - Al menos estas animado, eso es lo que importa.

Dylan se separó de su amigo y observó a los otros dos chicos quienes parecían estar muertos debido a que no movían ni un músculo.

- No tuve el placer de presentarme, soy Dylan, delantero del equipo A del instituto. - Se presentó sin recibir respuesta pero lejos de tomárselo mal entendió que habían pasado por una situación difícil. - Si necesitan cualquier cosa, solo necesitan decírmelo.

El chico de cabello castaño quien tenía una expresión molesta en sus ojos y unas marcas de manos en su cuello de un aspecto bastante malo se dirigió a él con la garganta bastante herida.

- ¿Tu fuiste quien llevó a Toramaru... a aquel sitio y lo dejo a su suerte?

Dylan trago saliva y de por sí, ya se sentía culpable por todo lo que paso pero a pesar de todo no se esperaba que las cosas acabaran así, la escuela era muy segura y todo pasó muy rápido…

- Lo siento mucho… fui irresponsable con el.

- Cuéntale. - Handa le hablo a Toramaru quien miraba con tristeza a su amigo. - Yo no... puedo hacerlo. - Finalmente se giró en dirección a su novio quien no reaccionaba.

Dylan se sentó al lado de Toramaru, se encontraba triste, dejó que sus ganas de hacer cosas con el chico nuevo se apoderaron de su responsabilidad como su superior, pero no podía evitarlo, Toramaru fue tan provocador pero… no, no es excusa.

- Quiero que quede claro que fue mi responsabilidad. - Dijo Toramaru en voz alta para que todos escucharan. - Yo no debí seguir a aquellos chicos.

Toramaru recordó lo que paso ese día y empezó a contarlo mientras cerraba sus ojos, ya había eyaculado dos veces para ese momento y se separó de la fiesta porque le ofrecieron “algo muy bueno y único”, iban a hacerlo en público prácticamente, algo que el jamas había experimentado como tal y además, dos de sus compañeros eran bastante apuestos, dotados y pervertidos.

Pero algo pasó...de repente vio como un resplandor caía del cielo y a su vez, una persona parecía ingresar en la escuela, a pesar de estar desnudo, Toramaru decidió seguirlo sin que esa persona se diera cuenta pero llegando a los dormitorios aquella persona se dio cuenta de su presencia y de repente todo se torno blanco, cuando despertó, se sintió alterado y asustado,

Mientras sentía su cabeza explotar, pero por suerte se topó con Handa quien intentó calmarlo y le dio refugio en su habitación, Toramaru apenas entendía lo que decía su amigo quien parecía regañarle mientras estaba preocupado por él, se sentía drogado a pesar de que no había consumido nada así antes, pero luego… mientras su amigo le prestaba algo de ropa noto como aquel destello re repitió y cuando se dio cuenta al abrir sus ojos de nuevo, alguien se encontraba en la habitación, una figura oscura que observaba como Max, quien estaba enfermo con fiebre parecía estar poseído mientras estrangulaba a Handa.

Toramaru todavía desnudo intentó detener toda esa situación pero antes de que pudiera hacer algo aquella figura extraña le rompió ambas piernas de un disparo con el balón y de alguna manera le ordenó a Max que ahora lo atacara a él hasta que finalmente se desmayó por dolor.

- Eso es todo lo que recuerdo… - Dijo sintiéndose triste por lo que pasó. - No culpo a Max, definitivamente le hicieron algo, el no es así.

Dylan jamas había escuchado algo así, sonaba totalmente tenebroso y combinado con lo que mencionó el capitán en la reunión solo podía sentirse mal por todo lo que habían sufrido los chicos.

- ¿No recuerdas algo más? - Pregunto. - Algo que lo distinguiera.

Toramaru pensó un poco y aunque ya había hablado con el capitán sobre esto, solo acaricio su nuca mientras pensaba.

- Parecía ser un chico de tu edad y además… su forma de reír era muy escandalosa.

El joven delantero no se le pudo ocurrir alguien que fuera lo suficientemente sospechoso y mal intencionado en la escuela para hacer algo así, a pesar de que él conocía a casi todos de una manera un poco mas intima y al ser tan amigable se enteraba de casi todo.

Dylan se quedó hablando con Toramaru un par de horas e intentando conocer más a Handa aunque este solo parecía tener toda su atención en cuidar a su novio, sosteniéndole de la mano a pesar de que este parecía estar en coma.

Eventualmente recibió una llamada del capitán quien lo citó en su habitación, Dylan suspiro pesadamente y se preocupo de que hubieran descubierto alguna cosa que hizo, se despidió de todos, incluyendo a la rara enfermera y se dirigió a los dormitorios del equipo A.

Hacia algo de frío ya que había empezado a nevar por la temporada navideña y aunque hacerse con todos los regalos para sus amigos, no le hacia sentir muy feliz la temporada debido a que le recordaba algo que hasta el día de hoy no podía superar.

Cuando llegó a la habitación de Fidio, la puerta ya se encontraba abierta y al pasar se dio cuenta que las ventanas también ya que el viento aullaba dentro del lugar.

- Capitán, que estas haciendo. - Exclamó Dylan mientras veía a su amigo en su pijama, totalmente descalzo con el frió que hacia mientras admiraba el jardín de la escuela a pesar de que no había nadie. - Te vas a resfriar.

- Oh, Dylan. - Fidio se giró de golpe y le tomó de las manos cuando Dylan empezaba a cerrar las ventanas. - Acabo de recibir la visita de un ser amado.

Dylan se quedó extrañado por su actitud pero se imaginó que era alguna clase de broma o una cita poética que seguramente no entendería.

- Si, si capitán, como diga.

Ambos abandonaron el balcón y Dylan empezó a secar el cabello del pequeño capitán debido a que parecía haber pasado un buen rato en la helada noche..

- ¿Escuchaste por lo que pasó Toramaru? - Preguntó mientras le cubría el cuerpo con una cálida manta. - Junto con la información que obtuvimos al rescatarlos, las cosas dejan muy en claro que algo puede controlar a los jugadores.

Fidio acariciaba sus fríos brazos mientras pensaba en que podría estar pasando y luego de reflexionarlo dijo.

- Hice bien en mandar a Tachimukai a Japón junto con los estudiantes novatos, pero creo que deberíamos hacer una evacuación general y quedar solo los estudiantes más fuertes.

- ¿No deberíamos irnos también? - Pregunto Dylan al instante.

- Los estudiantes que fueron recientemente controlados no fueron particularmente fuertes ahora, pero sí tenían un enorme potencial. - Concluyó. - Aquel chico, Handa, incluso logró usar mi técnica de disparo.

- Wow, ¿en serio? - Dylan no podía creer lo que le decían ya que replicar la Odin Sword era algo que ni él podía hacer. - Jamás he podido lograr eso.

- Si, además su novio también parece ser alguien con dedicación, ¿sabías que son amigos de Tachimukai?.

- Me pregunto si les gustara divertirs… - Dylan no pudo terminar de decir eso cuando Fidio lo abrazó del cuello y lo tiró a la cama. - Capitán.

- Siempre dices tonterías, ¿cuando se te va a quitar lo idiota? - Dijo en voz baja el italiano mientras lo reprendía.

Dylan empezó a sentir aquella sensación de nostalgia mientras era abrazado de esa manera por el capitán quien lentamente apretaba cada vez más.

- Fidio… - Dijo con el aliento algo entrecortado.

- Todos tenemos cosas que lamentamos…

El joven estadounidense ya no podía respirar bien y comenzó a mover sus brazos y piernas con desesperación intentando liberarse del agarre.

- En tu caso es Mark, ¿no es así?

Mas allá de la falta de aire, Dylan sintió un escalofrió que llegó hasta su nuca mientras le invadía una gran tristeza que parecía absorberlo.

- Eso...no tiene nada que ver contigo… - Dijo Dylan con su último suspiro antes de empujar su cuerpo con lo único que le quedaba de fuerza hasta fuera de la cama, cayendo al suelo con Fidio quien se golpeó con fuerza. - Q-Qué estás haciendo…

El primero en levantarse fue el capitán quien se mostraba como una figura sombría enorme y una sonrisa sádica se mostraba su rostro, tan pronto como Dylan recupero el aire, ambos forcejearon de nuevo.

- ¿¡Qué te está pasando!? - Pregunto Dylan alterado quien con suerte logró ponerse encima de la espalda de su amigo.

Fue en ese momento en el que noto algo en la nuca de Fidio, alguna especie de sello con un fragmento de roca que parecía incrustado en su piel, rápidamente intentó retirarla pero solo logró que su amigo empezara a gritar en desesperación y dolor.

- … Debes huir ahora… ya esto se está saliendo… de mi control. - Dijo Fidio como si estuviera conteniéndose de algo.

- No entiendo que esta pasando, ¿es alguna broma? - Dylan seguía incrédulo a pesar de que todavía le dolía su cuello.

- ¡TE ESTOY DICIENDO QUE TOMES A QUIEN PUEDAS Y MÁRCHATE AHORA! - Grito Fidio mientras se alejaba de su amigo. - ¡¡HUYE DE UNA VEZ!!

Dylan jamás había notado al capitán tan serio, le daba miedo y terror su presencia así que huyó a toda prisa hacia su dormitorio, tomando todo lo que podía consigo y luego se dirigió a toda prisa hacia la enfermería, la evacuación había empezado, muchas personas a su alrededor, la mayoría trabajadores se mostraban preocupados.

- Maldición… - Se decía a sí mismo mientras corría por los llenos pasillos hasta que se choco con alguien. - Auch, lo siento.

El Doctor Snack se había chocado con él y venía seguido por Cherry, la manager del club quien me miraba con reproche.

- Te hemos dicho que no se puede correr en los pasillos de la escuela. - Dijo enojada mientras ayudaba al doctor a levantarse. - ¿Que te sucede?...

Quizás se le notaba en la cara que algo no estaba bien y por eso no le siguió regañando, les pidió que le siguieran con insistencia pero sin llamar mucho la atención, no sabia cuanto tiempo le quedaba pero debía llevarlos consigo, “seguro el doctor sabría que hacer y además, Cherry seguro me ayudaría a cargar a alguien, no se” pensó mientras llegaba a la enfermería.

.Con la enfermera “ya comprada” fue sencillo ingresar, además de que el venir acompañado por el Doctor Snack facilitó las cosas para lo que tenía planeado, ya dentro de la habitación donde descansaba Toramaru, Handa y Max, estos parecían estar algo dormidos pero la presencia de ellos les interrumpió el sueño.

- ¿Pasa algo? - Pregunto Toramaru entre bostezos.

- Si, algo malo está por pasar en la escuela y debemos irnos ya. - Dijo Dylan pensando en como harían para irse sin llamar demasiado la atención. - Algo está afectando a los estudiantes, lo mismo que le pasó a Max y ahora mismo parece estar afectando a los estudiantes del equipo A y quien sabe a cuantos más…

Todos se sorprendieron pero el doctor simplemente opino.

- Tiene sentido, pero aun así, ¿que pretendes que hagamos en esta situación?, no sabemos nada.

- Doctor, con todo respeto, debemos huir primero y cuestionarnos después. - Interrumpió Cherry.

Cherry se recogió el cabello con una liga y romo la camilla donde estaba Handa sin dudar.

- Si esto es una broma, estás muerto. - Sentenció a Dylan quien estaba seguro de lo que decía.

- Hey, yo puedo caminar. - Se quejo Handa con su voz lastimada.

- Shhhh, no puedo oírte.

- Dylan, yo no puedo moverme… - Dijo en voz baja Toramaru quien sabía que sería quien daría más problemas. - Deberían dejarme.

- Ni loco pienso dejarte, no digas tonterías. - Dylan tomó su camilla y miró al doctor esperando que hiciera lo mismo con la de Max.

Ambos salieron de la habitación no sin antes decirle a la enfermera a cargo que si quería “aquello” debía decir que se encontraba haciendo ronda de vigilancia cuando salieron de allí.

La enfermera aceptó y finalmente pudieron avanzar junto con las camillas por las ya desubicadas rutas internas hacia el laboratorio del doctor Snack donde intentarían partir lo mas pronto posible.

- ¿Notaste algo para hacer todo esto? - Preguntó el doctor mientras intentaba abrir la puerta del laboratorio con el sensor biométrico de la puerta.

- Fidio actuó muy extraño, tenía algo en su cuello, alguna clase de sello y empezó a actuar extraño de repente. - Dylan pensó y recordó algo que le faltaba. - También parecían tener una piedra incrustada en la piel.

El doctor Snack se quedó en silencio bastante pensativo mientras les ordenaba ingresar rápidamente.

- ¿Podría estar vinculado con el meteorito Allius? - Preguntó el doctor.

- Doctor, debemos irnos… - Insistió Cherry. - Luego podremos hacer todas las preguntas que quieras.

El laboratorio parecía ser un laberinto donde el doctor se movía con prisa, al parecer tenia una especie de vagoneta para investigación de campo que tardó apenas unos minutos en dejar preparada para llevarse a los heridos, Dylan se encontraba nervioso, esperando que los que están evacuando no estén sufriendo también ese mal y que Fidio pueda luchar contra lo que fuera que le estaba afectando, deseaba ayudarle pero sin saber cómo luchar con ello, no podría hacer nada y ahora mismo… otros lo necesitaban.

Se separo un poco para que no notaran como su seguridad flaqueaba y parecía siendo afectado por algo mas allá del miedo de la situación, ingreso en una habitación lejana y vacía del laboratorio donde casi se dejaba caer de rodillas.

 

“Nunca abandones tu sonrisa... Dylan”

 

Dylan no pudo evitar sentir de nuevo aquel escalofrío y tristeza, no se podía permitir llorar por pensar en Mark, ya habían pasado años pero aun así, no lo podía superar, aunque todo fue tan rápido y tan irreal para él, luego de que acabara el FFI y el equipo estadounidense volvía a sus hogares, quién se esperaría que días después cuando Dylan no pudo ir a clases junto con sus amigos, ese mismo día un adolescente loco y armado entrara a su escuela…

- Debí haber ido contigo… - Dijo Dylan en voz baja en una habitación aparentemente vacía del laboratorio mientras frotaba sus ojos luego de quitarse los lentes que juró que jamás se quitaría ante nadie. - No es justo…

Su cuerpo estaba adolorido por los golpes de Fidio, levantó un poco su camisa y pudo notar que se vendría mas de un moretón en sus costillas, el capitán solía ser algo brusco con el, pero solo cuando hasta el mismo sabia que se lo merecía, como cuando deseaba hacer cosas con Tachimukai pero aun así…nada se comparaba a esto.

Mientras observaba su adolorido cuerpo, pudo ver totalmente aterrado como unas manos que conocía acariciaban su cuerpo con total apego y lentamente una respiración fría resoplaba en su nuca, el aroma de aquel shampoo, la sensación de aquel cuerpo y con solo dar un leve vistazo hacia la izquierda, Dylan se sintió aterrado al ver a Mark, su mejor amigo y… primer amor.

El joven chico no podía moverse, se encontraba aterrado y al mismo tiempo alegre de verlo, jamás pudo despedirse de él.

- Mark… - Susurró en voz baja mientras guiaba sus manos temblorosas hasta su propio rostro y ponerse los lentes de nuevo. - ¿Esto es un...sueño?

Lo que parecía ser Mark guardó silencio mientras abrazaba su cuerpo como si lo extrañara mucho, Dylan no podía sentirse con calma a pesar de todo, parecía que algo no iba bien pero al mismo tiempo se sentía tan real.

- ¿Dylan? - Cherry lo llamaba a lo lejos pero él no podía decir nada por el terror que sentía. - ¡Hey!, ¡Ya nos vamos!

Dylan intentaba de cualquier manera salir de aquel trance pero no podía, sabía que Mark estaba muerto y lo que estaba pasando con Fidio ahora le estaba pasando a él.

 

No quería hacerle daño a Cherry.

 

Dylan empezó a intentar moverse con desesperación pero Mark no lo quería dejar ir.

- Esto no es real… - Se repetía a sí mismo mientras intentaba pensar en cosas buenas. - Esto no es real… para nada lo es.

Cuando Cherry llegó a el, la chica se sorprendió pero rápidamente se quejo.

- ¿Enserio?, ¿justo ahora?

Dylan se encontraba semidesnudo con la ropa interior evidentemente húmeda por algo que no era orina, Cherry se cubrió un poco los ojos y para sorpresa de él, no la ataco, es más, había vuelto en sí mismo, reviso su nuca con prisa y no encontró nada.

- No es lo que parece… - Dijo Dylan bastante asustado y avergonzado.

- Apresúrate y deja tus perversiones para otro momento.

- Por favor… ¿puedes esperarme? - Al decir eso noto como la expresión de Cherry cambio a una peor. - ¡No me refiero a lo que crees!

Después de que Dylan se vistiera de nuevo, no demoraron en llegar hasta la vagoneta donde ya estaban dentro Toramaru, Max y Handa, este último parecía haber sido cuestionado por el doctor quien parecía absorto en el tema.

- Por fin llegaron.. - Dijo Handa con pesar.

- Eso es culpa suya. - Cherry estaba molesta porque creyó que Dylan se estaba masturbando en una situación tan crítica.

- Lo siento…

Toramaru noto que tan mal estaba Dylan y le pidió que se sentara junto a el.

El doctor Snack encendió la vagoneta y avanzaron por el carril subterráneo de la escuela, tenía una salida en dirección a cada una de las ciudades aledañas al norte, sur, este y oeste.

- ¿Hacia dónde vamos? - Preguntó el doctor.

- Por ahora lo más lejos de este sitio… - Dijo Dylan con miedo.

- La evacuación está yendo en dirección al sur, sería peligroso si vamos al norte con este clima. - Señaló el doctor en un mapa interactivo que había en el panel de conducción. - El clima empeorará pero si vamos por las montañas nadie se imaginaría que tomaríamos tal riesgo.

- ¿Este vehículo podrá pasar sin problemas? - Dylan sabía que las rocallosas podrían ser muy riesgosas en este temporada.

- En mi adolescencia solía disfrutar personalizar mis autos.

Todos se sorprendieron con ese comentario ya que el doctor parecía ser alguien que no disfrutaba tales cosas.

- Obviamente este vehículo está hecho para pasar sobre muchas cosas.

Confiando en las palabras del doctor Snack, decidieron ir a través de las montañas, no estaban seguros de si irían por ellos pero debían alejarse lo más rápido posible de allí.

Las horas pasaron y pese a la leve turbulencia que había, el doctor los mantenía despiertos con sus teorías y demás, mientras tanto Cherry intentaba conectarse a Internet pese a que la señal era mala y Dylan se encontraba siendo calmado por Toramaru quien no dejaba de soltarle cosas con doble sentido en todo momento.

- Toramaru.

- Dime. - Toramaru se sentía con sueño pero hablar con Dylan era como tener cafeína en el cuerpo.

- Tu fuiste “poseído” por aquella cosa y te enfrentaste al capitán…¿recuerdas algo de eso? - Pregunto Dylan con algo de temor.

- No… no sabia que hacia, pero tenia un sueño donde sentía que estaba junto a alguien que extraño desde hace mucho tiempo. - El pequeño tigre se veía algo triste aunque seguro de sí mismo. - Era la primera persona por la cual “sentí amor” - Dijo en tono bromista. - ¿Quien cree en esa tontería de todos modos cuando es mejor hacer cosas más divertidas?

Dylan dio un suspiro y simplemente dijo.

- Esta bien superar las cosas, pero volverlas algo que te lastima esta mal.

- Vamos Dylan, tu y yo sabemos que…

- Yo lo hago, no aprendo a superar las cosas como se deben. - Termino de decir el estadounidense. - Pero creo que lo mejor será que aprendamos a lidiar con eso antes de que nos muerda el culo.

Dylan empezó a temer que aquel efecto de “posesión” estuviera relacionado con los “deseos” más grandes que tenían y que a su vez se disfrazaba con una sensación de placer o miedo.

Lo de Mark era su punto débil, algo que le señaló Fidio en su momento de cordura, y tomando en cuenta lo que le contó Toramaru todo parecía ir unido, si solo pudiera hablar con Max… pero ese chico parecía quebrado mentalmente o en coma.

Handa parecía dormido, aunque su camilla estaba algo lejos de la suya busco moverse hasta sostener la mano de Max.

- ¡Por fin! - Grito Cherry. - ¡Pude conectarme a alguna señal!

Tan pronto dijo eso empezó a buscar en su teléfono alguna noticia vinculada con todo esto, pero parece ser que los únicos medios donde se moverse alguna noticia fue en algunos “foros chan”, unos lugares bastante caóticos de Internet pero por la inestable señal y lo sencillo en su diseño, Cherry pudo enterarse de algunas cosas.

- No solo está pasando aquí. - Dijo con nervios. - Está pasando en casi todo el mundo, en distintos clubes deportivos y escuelas dedicadas.

Alrededor del mundo aquel efecto de “descontrol o posesión” invadía las escuelas y clubes, desde niños pequeños hasta los que estaban por ingresar en la universidad, desencadenando en hechos violentos donde aquellos que conocían supertecnicas comenzaban a usarlas para prevalecer contra otros.

- Debe haber una solución… - Dijo el doctor. - Seguro existe una razón lógica para todo esto, pero sobra decir que esto es un ataque organizado.

La escuela Saint Rock ya había quedado muy atrás, se encontraban en las montañas lejanas, ya era de mañana cuando de repente, la vagoneta tuvo problemas para subir una pendiente.

- Cielos, al parecer la vía está llena de escarcha. - El doctor de bajo de la vagoneta y busco una especie de manguera. - Necesito derretir un poco el camino.

- Déjeme ayudarle. - Dijo Dylan quien no había dormido ni un poco a diferencia de los demás.

Dylan sintió el golpe de frío tan pronto abrió al puerta de la vagoneta, la cual cerró con prisa detrás de sí al bajarse, el doctor ya había sacado la manguera y le pidió que le ayudará a evitar que esta se atascara.

- Si que hace frío, ¿no?

El joven deseaba que el doctor dejara de hablar y se diera prisa con eso, hacia un frio del demonio y aunque estaban relativamente lejos de la escuela, podía imaginarse como ya se habían organizado para buscarlos.

- Ya casi~ - Dijo el doctor antes de ordenarle a Dylan que recogiera la manguera presionando un botón que estaba al lado de la vagoneta. - No nos tardamos nada.

- S-Si… brrr - Dylan apenas podía hablar entre dientes de tanto frío. - Menos mal no nos atacó un oso o algo así…

- No seas tonto, los osos ya están hibernando. - Se rió el doctor mientras ingresaba a la vagoneta. - Creo que si buscamos la manera de cruzar a Canadá podremos estar más tranquilos.

- No podemos estar seguros de que las cosas allí están mejor. - Dijo Dylan quien guardaba sus manos en los bolsillos de su pantalón. - EL gobierno seguramente ya está haciendo algo.

- Debemos pensar en nuestro bienestar ante todo. - El doctor encendió el vehículo y se dispuso a subir la pendiente. - Vamos, tu puedes hacerlo. - Decía en voz baja mientras no dejaba de acelerar.

- Vamos… - Suplicó Dylan en voz baja porque a pesar de todo no quería despertar a los demás.

Finalmente y gracias al descongelamiento de la carretera, la vagoneta logró subir la pendiente solo para que inmediatamente el doctor acelerara con suerte y esquivara a alguien, los demás chicos se despertaron por la sacudida, Dylan no podía creer que justo en la cima de la pendientes se encontraba Thiago, el defensa más fuerte del equipo A.

Thiago actuaba normal, con una sonrisa en su rostro cuando lo pasamos, pero traía un extraño balón oscuro consigo, no venía definitivamente a hablar, abrí la parte trasera de la vagoneta a pesar de que nos movíamos muy rápido y pensé en hacerles ganar tiempo y que huyeran lo más lejos que podrían.

- Dylan, ¿que haces…? - Pregunto Toramaru bastante preocupado. - No estarás pensando en…

- ¡Doctor! - Le grito mientras sentía un cosquilleo en su nuca. - ¡NO SE DETENGA!

Aquel atrevido joven tenía miedo de mirar a Toramaru ya que dudaría de lo que estaba por hacer y además de que podía sentir que “Mark” se acercaba.

El defensa quien estaba a lo lejos se puso serio y con la misma fuerza que tenía para hacer pases largos disparo el balón con dirección a la vagoneta, por suerte el doctor tuvo la habilidad de esquivarlo pero Dylan aprovechó para contraatacar. El era conocido como un jugador de “apoyo” o complementario, pero desde hace tiempo estuvo pensando en tener un tiro único… solo que no esperaba “estrenarlo” en esta situación.

Aprovechando la sacudida y el instante en el que el vehículo bajo la velocidad, Dylan se lanzó hacia el balón que rebotó por el impacto y se concentró en su nueva supertecnica.

 

PLASMA BALL

El balón parecía cubierto en un resplandor eléctrico

que impactó directamente a Thiago.

 

Dylan cayó con fuerza en la nieve pero por suerte no se hizo demasiado daño, aun así se sintió algo bien al ver que la vagoneta ya no se veía por ningún lado, pero para su mala suerte, Thiago quien recibió el disparo de lleno, se estaba recomponiendo más rápido que el.

- Vamos Dylan, ¿eso es todo lo que tienes? - Dijo Thiago quien se aproximaba a él.

El valiente joven intentaba levantarse pero podía sentir cómo aquello parecía tomar control de si, de repente sintió como una mano se junto con la suya.

- Es todo lo que tienes. - Era Mark quien le sonreía. - Déjate llevar, es momento de rendirse.

- No…

- Si te dejas llevar, yo estaré allí, contigo. - Dijo con su voz llena de confianza.

Dylan empezó lentamente a llenarse de dolor, había perdido noción de su mente, tiempo y de quien era de una forma lenta, solo sabía que aquel chico que lo sostenía entre sus brazos se sentía tan cálido y reconfortante.

El joven no se percataba que más allá de su sueño, de aquella ilusion en la que cayó, su cuerpo estaba siendo azotado por el bosque una y otra vez por los tiros de su compañero de equipo, a los cual eventualmente se sumaron mas y mas.

Sus respuestas eran de agradecimiento aun así, ante tal maltrato y dolor, sus huesos y músculos se desgarraban, aquel acto no parecía tener distinción de una vulgar tortura o un intento de fusilamiento.

Su ropa llegó a desprenderse, sus preciados lentes quedaron partidos en dos, su sonrisa ya carecía de un par de dientes y lentamente su sangre brotaba por lugares donde claramente evidenciaban un grave daño en su ser.

- Estaremos juntos por siempre… - Dijo Mark quien para su sorpresa empezó a incendiarse dándole una vista dantesca de su fallecido amigo quien gritaba de dolor y se apartaba de él.

De repente, aquella ilusión se vio borrada por un incendio a su alrededor, una explosión de fuego que alejó a los equipos adyacentes a su cuerpo y lo despertó de golpe.

El dolor lo hacia desfallecer lentamente pero podía ver a su lejanía a sus antiguos compañeros de escuela huyendo del fuego de aquella montaña congelada y ante él, un chico de cabello rojizo, con ojos amarillos quien le miraba como si fuera una molestia.

- Estas hecho mierda. -Le dijo con un inglés muy rústico y torpe.

Aquel chico le tiró al suelo antes de que unos balonazos le diera y contrarresto con un tiro que parecía la representación del mismo sol en la tierra.

 

Se elevó por los cielos de un salto

Golpeó con una gracia infernal

Mientras decía…

ATOMIC FLARE

 

Notas finales:

Espero que lo disfrutaran y muchas gracias por leer.


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