CAPITULO 1:
Cuando Jongin noto que sus caderas se habían ensanchado, su cuerpo había adelgazado y sus músculos apenas marcados no eran ni de lejos igual al de sus hermanos, comenzó a pensar seriamente que su futuro como alfa era solo una mera ilusión. Como el último de cuatro hermano, todos ellos alfas, en ningún momento paso por su cabeza no serlo.
De niño, su altura y su fuerza le había valido cierto respeto entre los demás cachorros de la manada, aun cuando a esa edad nadie estaba demasiado preocupado por ello. Todo lo que había en sus mentes era jugar y correr por el bosque hasta ser llamados a comer.
Jongin puso sus manos en su trasero mientras se miraba en el espejo y suspiro. Ya no tenía diez años. Era perfectamente capaz de reconocer un trasero bastante redondo.
No podía seguir negándolo más. Las señales estaban ahí y él no era estúpido para no notarlas. Y aunque quería pensar que no era cierto, estaba seguro que los demás también lo habían notado.
El nulo desarrollo de su fuerza y su delgadez había ocasionado que poco a poco los demás no quisieran jugar bruscamente con él. Incluso el mismo Sehun trataba de controlarse a sí mismo para no hacerle daño. Jongin ya estaba cansado. Sabía que solo estaban preocupados, pero él no era ninguna hembra frágil. Aun cuando era un omega seguía siendo capaz de cazar, de hacer guardia y defenderse.
Sin embargo ahora su mayor preocupación era su nula preparación como omega.
Ultimo en una familia donde todos sin excepción habían sido alfas, no había tenido a nadie que le enseñase las tareas de un omega. Especialmente cuando todos, al igual que él, habían creído que sería un alfa.
No estaba listo para ser un omega. No sabía cocinar, no sabía hacer tareas domésticas, no podía cuidar cachorros y no sabía cómo atender a una pareja. Su pareja probablemente lo rechazaría por ser un inútil y el sería una carga para sus hermanos.
Jongin tuvo que ahogar un sollozo al pensar que sería rechazado si resultaba ser un omega. Siempre había soñado con encontrar a su compañero y poder ser felices así como Joonmyun se había encontrado con Yixing cerca a los límites del territorio de la manada y se habían unido sin importar que este último fuera un humano, o así como el alfa Yifan y Tao, que aunque fueran los líderes de la manada nunca se avergonzaban en tomarse de las manos o arrullar al pequeño cachorro que había nacido hace solo un par de meses.
Siempre se imaginó cuidando de su pareja y llenarla de amor.
Ahora todos eso hermosos sueños se irían abajo.
Un conjunto de fuertes y amenazadores gruñidos le hicieron dar un respingo. Rápidamente salió de su habitación y corrió hacia la puerta principal, donde Yixing tenía una mano cubriendo su boca y Minseok y Jongdae estaban en posición de batalla.
En medio de la aldea, a la vista de todos, Chanyeol, en su forma lobo, le gruñía con fuerza a otro lobo, que Jongin no conocía, y trataba de liberarse con desesperación del agarre que Joonmyun y Sehun ponían sobre él. Tao se acercó a Chanyeol y le gruño pidiéndole calma. Chanyeol gimoteó por el llamado de atención y agacho su cabeza sin despegar la vista del lobo desconocido.
El alfa Yifan en su forma humana volteo a mirar al lobo al que Chanyeol le gruñía y fue entonces que Jongin noto que este trataba de proteger a otro mucho más pequeño y de un suave color caramelo.
-Nadie va lastimarlo a usted o a su acompañante, alfa Baekbeom, le pido muy amablemente que se tranquilice.
El lobo miro a todos a su alrededor como si estuviera analizando una posible huida, luego paso su hocico sobre el lobo más pequeño y agacho su cabeza de la misma forma que Chanyeol.
-Bien. Todos pueden regresar a sus actividades mientras yo hablo con el alfa Baekbeom, Chanyeol tienes permitido venir, pero si intentas cualquier cosa me asegurare de que seas castigado. Kyungsoo, acompáñanos por favor.
Jongin agacho su cabeza en el mismo instante que Kyungsoo paso frente a él. Sus ánimos ya estaban por el piso, y una mirada fría de Kyungsoo no iba a ayudar en nada a mejorarlo.
Aun no podía creer que la hermosa amistad que habían mantenido durante años, hubiera acabado por una discusión. Una discusión que fue totalmente su culpa. Jongin había soñado ser la pareja de Kyungsoo cuando este hubiera cumplido los dieciocho años. Pero no fue así. Kyungsoo resulto ser un alfa, y no el lindo omega que Jongin siempre pensó.
Ellos habían compartido más que mordidas de juego durante su adolescencia. Se habían dado un par de besos y caricias experimentales pero para Jongin no estuvo mal hasta aquella revelación. Alfa con alfa era imposible, y Jongin, que siempre había pensado en sí mismo como un alfa, descargo la frustración de su primera decepción amorosa en Kyungsoo.
Jongin se arrepentía profundamente de todo lo que dijo aquella noche. Pero las cosas ya estaban hechas, y aunque el fuese un omega, no era la pareja destinada de Kyungsoo y nadie podría cambiar eso.
Yixing cerró la puerta y le dedico una mirada llena de preocupación.
-¿Qué ha sucedido?- pregunto Jongin a su cuñado, curioso y sorprendido. Chanyeol era un lobo muy alegre, y esa faceta tan atemorizante era realmente nueva en su amigo.
-¿Viste al lobo pequeño de color caramelo?- pregunto Minseok sentándose en la mesa y tomando su taza de té. Jongin asintió- Es la pareja de Chanyeol.
-¿Qué?- pregunto Jongin con los ojos desorbitados.
-El alfa Baekbeom es el líder de la manada de Bucheon. Ellos fueron atacados hace poco por un grupo de cazadores que bordeaba la zona. El teme que ellos regresen o que su reciente debilidad sea aprovechada por otros, así que le pidió a Yifan que protegiera a su hermano pequeño- explico esta vez Jongdae con la misma cara de preocupación que Yixing.
-Supongo que él no esperaba que la pareja de su hermano estuviera aquí- agrego Yixing dejándose caer pesadamente en una silla junto a Minseok.
Jongin frunció el ceño.
-No entiendo, si ellos son pareja, ¿Por qué estaban tan alterados?
-Porque la pareja de Chanyeol solo tiene catorce años. Es demasiado joven y no siente la conexión aun. Sin contar que está muy asustado. El alfa Baekbeom solo estaba protegiéndolo, pero Chanyeol debe haberlo visto como un impedimento para llegar a su pareja.
-El pobre debe estar sufriendo por no poder tocarlo- suspiro Yixing- todavía recuerdo como Joonmyun se arañaba a sí mismo para evitar tomarme antes de tiempo.
-Esperemos a que Yifan pueda resolver este lio.
A la mañana siguiente, todos sabían ya de la nueva pareja de Chanyeol. No es como si en la manada de Seúl las cosas pudieran permanecer ocultas por mucho tiempo. Aunque eran una manada bastante grande, todos se conocían y cualquier noticia corría como pólvora.
Jongin no sabía que esperar al ver a su amigo esa tarde, pero sin duda no fue verlo transformado en lobo gruñendo felizmente mientras un pequeño rubio le rascaba detrás de las orejas. Tuvo la intención de ir a saludar, pero una mano en su hombro lo detuvo.
-No los molestes, necesitan tiempo para conocerse- el corazón de Jongin se detuvo al escuchar la voz de Kyungsoo. Rápidamente se soltó y miro al piso para evitar los ojos profundos del alfa. Si Kyungsoo se sintió ofendido, no hizo nada para demostrarlo.
-Pensé… que las cosas serían más difíciles para ellos. Chanyeol tiene veinticuatro años, es una diferencia muy notoria- murmuro cohibido.
-Ellos tuvieron una charla ayer. El alfa Baekbeom estaba enojado, pero Yifan manejo la situación muy bien. Baekhyun puede quedarse junto a Chanyeol, siempre y cuando Chanyeol espere a que sea mayor.
Chanyeol ya los había visto a la distancia y le dio una lamida en la mano a Baekhyun. El pequeño se dio la vuelta tapándose los ojos y Chanyeol regreso a su forma humana vistiéndose con velocidad. Luego tomo una de las manos de su pareja y camino hacia ellos con la sonrisa más grande que Jongin le había visto.
-Hola Jongin, quiero a presentarte a mi pareja, Byun Baekhyun.
Baekhyun le dio una sonrisa tímida y apego su cuerpo al de Chanyeol buscando seguridad.
-Hola Baekhyun, es un placer conocerte- dijo Jongin con amabilidad.
-Ho…hola- tartamudeo el más pequeño y termino de ocultarse tras Chanyeol, que le sobrepasaba por más de veinte centímetros de altura.
Jongin sintió la ternura recorrerle el cuerpo por que Baekhyun era jodidamente lindo. Pero sabía que jalarle las mejillas le ganaría una mordida de Chanyeol. Los alfas eran sumamente posesivos.
-Tengo que hacer mi guardia ahora, ¿Puedes cuidar a Baekhyun hasta que termine, por favor?- pidió Chanyeol, mirando a Kyungsoo que asintió y le tendió una mano al pequeño rubio. Baekhyun que parecía ya conocer a Kyungsoo acepto su gesto sonriente.
Jongin estuvo a punto de gruñirle al mocoso.
Cuando ellos se alejaron, Chanyeol dejo sus sonrisa boba y miro a Jongin con severidad.
-¿Cuándo vas a arreglar tus asuntos con Kyungsoo?
Jongin se hizo el desentendido.
-No sé de qué hablas, Kyungsoo y yo hablamos normalmente.
El mayor gruño molesto.
-No me mientas. No sé qué haya pasado entre ustedes pero ya han pasado dos años. Es hora de dejarlo atrás.
Jongin frunció el ceño con fastidio.
-Las cosas no son tan sencillas. Además, este no es asunto tuyo.
Sin voltearse, aun cuando sabía que le había faltado el respeto a Chanyeol con su grosería, Jongin se encamino a casa sintiendo la ira palpitarle en los oídos y la cabeza a punto de estallar.
Chanyeol no era el primero en decirle aquello, y quizás no fuera el último. Sus hermanos, Sehun, Tao y hasta el mismo Yixing, que solía estar en las nubes y que no se metía en los asuntos de nadie, le habían pedido que chalara con Kyungsoo. No entendía porque parecían ansiosos al respecto y mucho menos preocupados. Su discusión con Kyungsoo no afectaba a nadie. El y Kyungsoo podían mantener una conversación, incomoda, pero sin llegar a discutir. No había razón para que otros se entrometieran.
Jongin estuvo a punto de entrar a su casa cuando Sehun lo intercepto con un puchero.
-Yifan-hyung me mando ir a Busan a averiguar los ataques de los cazadores. ¿Puedes creerlo? ¡Busan está al otro lado del mundo!- dijo Sehun cruzándose de brazos y casi haciendo un pataleta- me tomara una semana llegar ahí. Pero eso no es lo peor, ¡iré solo!
Jongin aún se preguntaba cómo era posible que los espíritus del bosque hubieran seleccionado a Sehun antes que a él. El chico era ligeramente más alto, con músculos firmes, cabello rubio platinado y una piel blanca que nadie podía explicar luego de las horas de trabajo bajo el sol. Sin duda la primera imagen que daba Sehun era la de un hombre joven y serio, pero solo bastaba que abriera la boca para decir algo y esa primera impresión caería de inmediato.
-¿Solo? ¿Cuánto tiempo te pidió estar en Busan?- pregunto, incapaz de creer que el alfa mandaría a su hermanito a una misión sin alguien que le cuidase las espaldas.
-¡Tres putos meses!- grito Sehun, jalándose los cabellos- Hyung no quiere que lleve a nadie porque podríamos llamar la atención. Pero no quiero ir solo.
-Eso tiene mucho sentido- razono Jongin imaginándose a Sehun entre humanos. El solo ya llamaba la atención, si fuera alguien más, se verían fácilmente descubiertos.
-Tendré que sobrevivir- suspiro el menor con resignación.
-Mirare el lado positivo. Tal vez encuentres a tu pareja.
El rubio sonrió unos segundos ante la perspectiva de encontrar a su pareja pero luego frunció el ceño al pensar que estaría rodeado de humanos.
-No hay forma de que mi compañero sea un humano. Probablemente le arrancare la cabeza antes de que pueda decirme su nombre.
Jongin solo rodo los ojos, porque sabía que una vez que se sintiera la conexión, no había más mundo sin tu compañero cerca de ti. Aunque tuvo que reconocer que el odio de Sehun hacia los humanos podría nublarle los sentidos.
-No le has arrancado la cabeza a Yixing. Tengo muchas esperanzas de que te comportaras.
-Nunca podría hacerle daño a Yixing, es el ser más puro que conozco, él no tiene culpa alguna. De cualquier forma, siento no poder estar en tu ceremonia lunar. Hyung quiere que salga lo más pronto posible.
Jongin se encogió de hombros restándole importancia.
-Sé que ya te diste cuenta de que soy un omega- dijo sin avergonzarse- solo espero que no cambies tu trato conmigo.
Sehun le puso una mano en el hombro y le dio una expresión solemne.
-No importa lo que seas Jongin, eres mi amigo. Te aseguro que todo va a salir bien.
Sehun partió esa misma noche. Aun llevaba un puchero de indignación pero este se deshizo cuando su sobrino le dio un beso en la mejilla. Yifan y Tao le dieron un abrazo y Sehun se perdió en la negrura del bosque.
Jongin tuvo la sensación de que las cosas no serían iguales como Sehun había asegurado, y quizás, tampoco iban a salir bien.