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15 años después por sazuhuri

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Notas del capitulo:

Disculpen la demora, gracias por cada uno de sus cometarios, aquí vengo con un nuevo capítulo espero que sea de su agrado.

Capítulo 3

Enfrentamientos

 

La voz del que en antaño fue su capitán le erizo la piel, el hombre lo miraba con seriedad y decepción, no sabía que decir, nada justificaba que besara a Mitsui.

-Akagi yo… - pero ninguna excusa valida salió de su boca

-Creo que Sakuragi no se merece esto. – Contesto el hombre con expresión seria. - ¿Hace cuánto que lo engañas? –Rukawa abrió los ojos como plato.

-¡Nunca lo he engañado! –El moreno levanto una ceja de manera inquisidora.

-Bueno lo que vi demuestra todo lo contrario. –se cruzó de brazos esperando una respuesta, más esta nunca llego, el mayor suspiro resignado y negando con la cabeza.

-Mira se que no soy quien para entrometerme en tu vida, pero te recuerdo que tienes un hombre que te ama y dos personitas inocente, que no deben sufrir por el error de su padre, no desperdicies eso. – El mayor volteo y se fue, dejando a la ex estrella de Shohoku  con el corazón en la boca y mucha culpa.

No sabe cuánto tiempo llevaba mirando el camino por donde Akagi había desaparecido, un pequeño tirón en su mano derecho hizo volver a la realidad, al mirar hacia abajo, vio unos hermosos ojos miel, llenos de inocencia que lo observaban curiosos.

-¿Papi te pasa algo? – Touya pregunto preocupado, Rukawa se agacho a la altura de su hijo y lo abrazo con fuerza, el menor no dudo en responder el abrazo.

-Touya sabes que te amo, ¿Cierto? – El niño le regalo una hermosa sonrisa, esas sonrisas marca Sakuragi.

-Claro papi, yo también te amo mucho. – La respuesta tan simple hizo sentir a Rukawa la persona más miserable del mundo.

Sintió un suave beso en la mejilla, Amaba que sus hijos fueran tan opuesto, Touya era físicamente igual a él, cabello negro como la noche, piel extremadamente clara, y alto como su ambos padres, pero sus ojos eran como los de Hanamichi, pero no había heredado solo sus ojos, la burbujeante personalidad también.

-Vamos junto a tu otro papi y Takuya, - El pequeño consentido, estiro sus bracitos para que su padre lo cargara y este así lo hizo.

Lo que el peli ignorada es que un par de ojos lo miraban comuna gran sonrisa en su rostro.

El resto de la tarde paso tranquilo, pero Rukawa la mayor parte del tiempo estuvo ausente, Hanamichi no hizo comentario alguno, pero estaba muy intrigado por el extraño comportamiento de su pareja.

-¿Se puede saber qué te pasa? –Pregunto una vez que llegaron a su cabaña.

-No me siento muy bien. –Mintió, Hanamichi lo miro con una ceja alzada.

-No mientas Zorro te conozco, dime la verdad. – Rukawa suspiro.

-No me pasa nada Hanamichi, deja de molestar.

-¡Molestar! –Susurro molesto. –Estuviste toda la maldita tarde distraído, no quisiste jugar con los niños, ¡pero debo dejar de molestar!

Dos pares de ojos miraban tras la puerta la discusión que había comenzado a ponerse tensa.

-¿Es por Mitsui? – Rukawa se tensó, abrió los ojos como plato

-De que hablas. – Trato de disimular su nerviosismo pero fallo.

-Sé que Mitsui no te ha olvidado, vi cómo te observaba en el desayuno, no soy estúpido. –Rukawa maldijo al tirador de tres punto por ser tan obvio.

-Hanamichi lo que paso con Mitsui quedo en el pasado. – Miro los ojos de su pareja, este lo observaban penetrante, buscando la verdad.

-Pues no lo creo Rukawa,- El oji azul lo miro con enojo.

-¿Estas desconfiando de mí?- El ex rey del hielo sabía que estaba siendo hipócrita

-no desconfió de ti, pero de Mitsui sí. – El pelirrojo sabía que algo había pasado con el ex pandillero. – Te lo advierto Rukawa si tu sedes ante ese bastardo, me iré y los niños vienen conmigo, te juro que no me volverás a ver.

El pelirrojo se fue, dejando a un muy aturdido oji azul, Touya y Takuya no podían creer que su padres, pelearan de esa forma, ambos estaban encerrados en el cuarto de baño, abrazados, Takuya consolaba a su pequeño hermano.

-Taku, ¿Crees que nuestro padres se separes? – El pequeño oji azul lo observo con angustia.

-Claro que no Touya, ellos se quieren, es normal que los padres se pelean, como nosotros, pero después nos queremos como siempre. –Respondió con toda la sabiduría que un niño de nueve años puede ofrecer.

………………………………………………………………………………

Hanamichi caminaba por la playa ofuscado, estaba molesto, sabía que el maldito de Mitsui y su actual pareja tuvieron una relación de casi cuatro años, por ello él se había ido no pudo soportar verlos junto, luego se lio con Sendoh pero nunca se enamoró de él.

-¿Por qué tan molesto?- Suspiro cansada, porque el peliponcho tiene aparecer en todos lados

-Eso no te importa.

-Vamos Hana, ante éramos buenos amigo, eso no debería cambiar  ahora. – El pelirrojo frunció el ceño.

-Ya, Sendoh se perfectamente cuáles son tus intenciones. – El nombrado sonrió sin ningún pudor, alzando una ceja provocativamente. – No voy a revolcarme contigo

-¡Vamos recordemos viejos tiempo!

-Tengo pareja. – Sendoh sonrió con suficiencia.

-Él se puede entretener con Mitsui. – Eso encendió la ira de Hanamichi, el cual lanzo un fuerte gancho directo a la cara del jugador.

-¡Mierda que te pasa! –Grito el agredido al sentir el puño, cayendo sobre su trasero en la arena

-Eso es para quedejes de hablar idioteces.

-¡No son idioteces! –Aseguro colocándose de pie. – No te pareció extraño el repentino cambio de humor de Rukawa. – El corazón del menor se  aceleró. – Pregúntale a Akagi que vio en el muelle.

-¿De qué hablas? –Su voz era temerosa.

-Digamos que Rukawa y Mitsui recordaron el pasado, susurro al oído del pelirrojo. – Cuando quieras vengarte, yo estoy dispuesto a ayudarte. –Luego de eso se fue.

Los pensamientos de Hanamichi eran un torbellino, quería matar a Mitsui, golpear a Rukawa, pero ante de todo debía hablar con el Gorila, pero que pasaría si Akagi le digiera que realmente Rukawa lo engaña.

Lo dejaría o se vengaría, las palabras de Sendoh volvieron a resonar en su cabeza.

………………………

-¿Qué te paso en la cara?- Koshino pregunto alarmado al ver el gran moretón cerca de la boca de su esposo.

-Nada. – Fue la simple respuesta.

-¡Como que nada! – Ese golpe era reciente. – No me vengas con que te lo hiciste solo, quien te golpeo.

-¡Ya te dije que nadie!

-Vamos Akiro, no soy idiota, en qué problema andas.

-Yo no ando en nada, Sakuragi me pego. – Koshino fruncio el ceño, no conocía mucho al ex jugador numero  pero sabía que no golpeaba por que sí.

-¿Qué le hiciste?

-Nada, bueno una broma. –Mintio, el otro hombre suspiro.

-Sendoh te he dicho muchas veces que tu sentido del humor no es muy agradable

El peliponcho agradeció a quien quisiera que lo escuchara porque su esposo le creyó.

-Ven vamos a curar esa herida, mañana amanecerá hinchado. – ahora el chico más bajo parecía tranquilo.

…………………………………………………………………………………...

-Vamos niños deben salir de ahí. .- Rukawa llevaba media hora tratando que los niños salieran del baño.

Pero ninguno de los dos pequeños daba su brazo a torcer, el  oji azul ya no sabía qué hacer, para que esos dos salieran. – No queremos salir. – La voz de Takuya resonó fuerte y clara.

-¡Maldita sea! –Grito el pelinegro, esta frustrado, Hanamicho brillaba por su ausencia, no sabía dónde fue.

Se recargo en la puerta del baño, entendía la posición de los niños, con Hanamichi rara vez discutían y siempre que lo hacían trataban de que los niños no estuvieran presente.

-¡Maldito viaje!- Cerró los ojos con cansancio, cuando escucho el seguro de la puerta ser removido, se levantó rápidamente, la puerta se abrió dejando ver a Takuya, con sus ojitos rojos, miro a su padre.

-Touya se durmió. – Dijo apuntado el pequeño cuerpo de su hermano menor, que yacía dormido en la fría baldosa.

-Ok, cariño gracias por avisar. – El pequeño pelirrojo asintió y dio espacio a su padre para que levantara a su hermano del piso, lo tomo con cuidado, cargándolo como si fuera el más frágil de los tesoros.

Luego de acostar al pequeño, vio cómo su hijo lo observaba con tristeza. -¿Por qué haces sufrir a mi papi? – Esa pregunta no se la esperaba, sentía que era demasiado alboroto solo fue un maldito beso, algo que no se repetirá.

-Takuya, Hanamichi y yo nos amamos, es normal tener este tipo de discusiones. – El pequeño pelirrojo frunció el ceño.

-Ustedes nunca pelean, desde que llegamos aquí los dos actúan raro. – Debía admitir que su hijo era muy inteligente.

-No actuamos raro, además no debes escuchar conversaciones ajenas. El pequeño alzo una ceja.

-Conversaciones, estaban gritando, todo el centro vacacional los escucho. – Rukawa apretó los puños sentís que discutir con su hijo mayor, era como discutir con él mismo.

-Fue un malentendido. –Susurro cansado, viendo como su hijo menor se removía en sueños.

-Mentira, papá solo se va cuando es algo grave, como la vez que durmió en el sofá por tres días. – El pelinegro maldijo la buena memoria de su hijo.

-Takuya no discutiré los problemas que tengo con Hanamichi con un nuño caprichoso. –Al parecer el menor se enojó bastante con el comentario.

-Pues yo no quiero estar con un padre infiel. – un fuerte sonido resonó por el lugar, el pequeño niño sujetaba su mejilla con fuerza, Rukawa miraba asombrado su mano, como si esta tuviera vida propia.

-Takuya yo… - Trato de acercarse al chico, pero este retrocedió.

-¡TE ODIO!

Justo en ese instante un sorprendido Hanamichi entra  a la habitación viendo la desastrosa escena.

-¡Que mierda zorro! –Grito furioso, al ver el golpe en la mejilla de su hijo. - ¿Por qué lo golpeaste? –Ellos jamás le levantaron la mano a sus hijos.

Takuya corrió a los brazos de su recién llegado padre, Hanamichi reviso su mejilla, y apretó los labios al ver el gran moretón en la pálida piel del niño. –Vamos cariño debemos poner hielo para que eso no se inflame,- Acomodo al menor es su cadera y miro a su pareja con mucha molestia. – Tú y yo hablaremos luego tienes muchas cosas que explicar.

Había hablado con su ex capitán, este a la fuerza le conto de lo que fue testigo, sentó a su hijo en el mesón de la cocina y saco unas compresa frias del congelador, las envolvió en un paño y las puso con cuidado en la mejilla del niño.

-¿Me podrías decir que paso con papá?

-Yo fui grosero con él. – Respondió rehuyendo la mirada.

-¿Qué fue lo que le dijiste exactamente? – el menor, movió sus manos con nerviosismo, para luego suspirara resignado.

-Yo le dije que no quería estar con un papá infiel. – El mayor abrió los ojos como plato.

-¿Por qué le dijiste eso? – No le agradaba que sus hijos se inmiscuyeran en sus discusiones.

-Touya y yo escuchamos su discusión. – Susurro.

-Takuya lo que sucede con tu padre no es asunto tuyo, menos de tu hermano, ustedes no deben entrometerse está claro, mañana le pedirás disculpa a tú padre, nada justifica que le ofendas.

-Está bien. -  dijo resignado.

-Él también se disculpara contigo, no le da derecho a golpearte, aunque lo merecías. – Sentencio tomando a su hijo parad dejarlo en el suelo, ahora ve a dormir y no quites la compresa de tu mejilla,- beso su frente. – Y recuerda pase lo que pase, tu padre y yo los amamos.

El niño asintió caminando con paso lento, hasta desaparecer de la vista de su padre. –Ya puedes salir de ahí. – Sabía que Kaede había escuchado todo.

-El me odia.

-No, no lo hace. – Hanamichi susurro sin mirarlo a los ojos.

-Creo que nosotros debemos hablar. – El pelirrojo asintió desganado.

-Sí, pero llamare a Youhei si puede venir a ver a los niños. – Kaede asintió, y observo como su pareja llamaba a su mejor amigo.

Media hora después Youhei estaba en la cabaña, escuchando algunas indicaciones.

-Vamos a la playa. – Propuso el autonombrado rey de los rebotes.

Caminaron en silencio, por primera vez en quince años, era incomodo, sentían como si volvieran a sus años de escuela.

-¿Por qué lo besaste? – Fue la clara pregunta de Sakuragi una vez llegaron a la playa, ambos estaban en la orilla de esta.

-No lo sé realmente. -  Contesto con sinceridad. – Yo solo me deje llevar,- pudo notar como el cuerpo de Hanamichi temblaba por la ira.

-Con que te dejaste llevar. – Dijo sarcástico. – Que mierda de respuesta es esa, si me follo a Sendoh  porque me deje llevar, te quedarías tranquilo.

Rukawa sabía de la relación de esos dos, mejor dicho la que alguna vez tuvieron.

-Es diferente

-Pues yo no veo la diferencia. – Comento tratando de calmarse.

-Solo fue un beso, no volverá a suceder.

-Ya pero sucedió, se supone que ya no sentías nada por ese estudio.

-No lo siento, solo fue un error

-Maldición Kaede, montaste un espectáculo cuando supiste que Sendoh estaría en el centro. – Reprocho, el peli negro no supo cómo responder a eso.

-Hana, -Susurro cansado. – Podemos empezar de cero, yo haré lo que tú pidas.

El oji miel observo a su pareja, se veía angustiado, dolido y agotado. Suspiro sentía que debía partirle la cara a Mitsui y encerrar a Rukawa. –Mira zorro esta es la primera y última que te perdono. – Se acercó al de ojos zorrunos. Lo tomo de la nuca y lo beso apasionadamente.

Ambos se separaron por la falta de aire. – Eres mío y de nadie más, te juro que si vuelves hacer una estupidez no me volverás a ver y le partiré la cara a ese imbécil.

-No volverla a suceder Hana. – Se volvieron a besar.

Caminaron hacia la cabaña, tomados de la mano, no hablaron, pero esta vez el silencio no era incómodo.

Youhei se fue en cuanto vio  a la pareja entrar, ambo le agradecieron y se fueron directo a la recamara, estaban agotados y los único que querían era dormir, se acurrucaron en medio, cerraron los ojos y se dispusieron en ir a los brazos de Morfeo, pero al parecer dos personitas tenían otros planes.

Hanamichi sintió las pequeñas pisadas y Kaede no pudo evitar sonreír cuando sintió dos pequeños pesos acercarse gateando en la cama. Touya se acomodó junto a Kaede, el mayor lo abrazo y el pequeño recostó su cabeza en el pecho e su padre.

Mientras que Takuya se acurruco con hanamichi, abrazándolo con fuerza, el pelirrojo mayor acaricio su cabeza y así los cuatro se durmieron.

………………………………………………………………………………

-Esto tiene que ser una maldita broma. – Decía Fujima al ver la prueba de embarazo, después de tener a Misaki, Con Jim pensaron que no podrían tener más niños, el doctor dijo que Misaki era un milagro.

Toco su vientre aun plano, y no puso evitar sonreír, ahora solo quedaba darle la noticia a su esposo e hijo. Guardo la prueba entre sus casas para que nadie la encontrara y salió del baño con calma.

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-¿Ya se durmió Makoto? –Pregunto Kogure mientras dejaba el libro que leía sobre la mesita de noche y se quitaba las gafas.

-Sí, luego de terminar el cuento se durmió al instante. – Mitsui respondió comenzando a desvestirse, para luego quedar en ropa interior y meterse a la cama.

-Hoy estuviste actuando extraño, -Comento el chico de lente, algo inseguro. -¿Todo en orden?

-Claro, porque no debería estarlo. –

-Mitsui se perfectamente, que no has dejada en paz a Rukawa desde que llegamos y te pido por favor que no seas tan obvio. – El ex tirador de tres puntos se tensó notablemente.

-Kogure está bien cosas que no son reales. – Trato de defenderse.

-No soy idiota, - Contesto molesto. –Sé que Rukawa aun te causa confusiones.- Mitsui no respondió. – Tomare eso como un sí,  mira Mitsui ya somos adulto y ambos sabemos lo que hacemos, pero si prefieres tirar todo a la borda por un amor de adolescencia adelante, no te detendré, pero tampoco detendré a Sakuragi cuando te de una paliza. –Luego de decir eso abandono la habitación dejando a su pareja con muchas cosas que pensar.


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