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Entre dulce y salado por sue

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Notas del capitulo:

 

Hi hi!! ¿Cómo están mis amores? ^___^ Agradecida sumamente con todas las personitas bellas que dejaron sus opiniones en el capi pasado *3* comento que me confundir a la hora de responder unos rr… a la lectora MLorelei88 le copie la respuesta de la lectora Ari, por lo que ya luego me di cuenta de la metida de pata xD como sea, aprovecho y aquí te lanzo la respuesta querida n_n

 

“Hola Lorelei-san!! :D como eres nueva leyendo mis locuras, te doy la bienvenida oficial! Siéntete cómoda de comentar lo que desees cuando lo desees n_n Me impresionó que te hayas leído Corazón Indómito en tan poco tiempo… vaya proeza! :D a mí me tocaba hacerlo cuando lo estaba escribiendo – perdí la cuenta de las veces que lo releí xD – … Es grato saber que lograste “sentir” todo eso cuando lo leíste, pues mi intención era lograr transmitir las emociones de esos pobres hombres (inner: admites que sufrieron mientras estuvieron en tus garras ¬_¬) j aja ja Amor entre panas es un fanfic de mis inicios como escritora – cuando tenía la fiebre naranja xD – me divierte escribirlo y me recuerda mi época del liceo… gracias por echarle un ojito ;) … No eres la única querida! Yo también me imagino es a los personajes originales, ellos fueron los que me cautivaron *w* quizás si el remake abarcara hasta el final y se hubiese podido apreciar la faceta de Iason perdidamente enamorado de Riki (la que te hace perdonarle todas las bajezas que le hizo al pobre mestizo) otro gallo cantaría :p (inner: ves Sue? Nadie quiere a Guy… no sé porqué tu empeño de defenderlo, es un canalla >_>) no sé, a mi nadie me cae mal en esa serie, a todos los adoro, incluso al Kirie y a la misma Júpiter… pero como necesitamos un villano para no aburrirnos de tanto cuento rosa, lo siento Guy, pero el traje te queda divino siempre! X,D Mo! Me alegra un montón tu interés en ésta historia también *_* espero que te guste hasta el final ;) Gracias por haber leído el capi y por comentar! Besos y abrazos!! Bye Bye!!”  

 

 

 Bien, arreglado eso que espero no me vuelva a pasar por andar apurada xD Les espero que los que no se han animado que lo hagan, ya saben que sus opiniones son valiosísimas y tranquilos que les contestaré seguro n___n  Antes de comenzar la lectura del capi, hay algo que se me olvidó mencionar y es que, a pesar de que en el capi pasado se relató que Iason y Riki no usaban protección a la hora de tener relaciones sexuales, aquí se subraya que esa acción está mal (inner: se les perdona porque son ellos y nada se les puede discutir a esa pareja *¬*) así que ya saben, en la vida real sean responsables y recuerden mis amigos: “Sin gorrito no hay fiesta” ^w* … bien, pasada la aclaración que me tenía algo pensativa, ahora sí, pueden disfrutar de su lectura n_n

 

 

 

Riki durmió en aquella posición, recargado en la puerta, con los ojos ojerosos. Había llorado y suplicado hasta quedarse dormido. 

 

Cuando sintió que la puerta se abría, de golpe acudió a su mente todo lo acontecido. Se apresuró y se levantó, presto a hacerse escuchar.  

 

- Iason…

 

El hombre no le miró en su demacrado estado, le pasó por un lado. Ignorándole.

 

Riki quedó como de piedra. Iason se encerró en el baño y el moreno se apresuró a meterse en la cocina.

 

Cuando el rubio apareció vestido para irse a trabajar, el pelinegro intentó de nuevo hablarle.

 

- Te… hice el desayuno…  - De nuevo, era como si no le oía – No puedes irte sin comer…

 

Las ganas de llorar volvieron, pero se las aguantó. Nada ganaría con eso. Trató por todos los medios de que el rubio le hiciera caso, pero estaba sumamente herido, pensaba que había traicionado su confianza.

 

Pensó en tocarlo… pero inmediatamente se dio cuenta de que era un pensamiento estúpido, a pesar de su inexpresividad, sabía que el Mink estaba a punto de ebullición, por así decirlo… cualquier cosilla lo haría reaccionar negativamente. 

 

- Iason… ¿Quieres que te lleve?

 

- …

 

- ¿Ia…?

 

PLAM!!

 

- Veo que no… - Murmulló sumido en la amargura.

 

La puerta cerrándose con rabia, fue la respuesta. Ya solo, pudo entregarse a los sollozos sin temor.

 

***

 

Guy estaba preocupado, aquel día habría una evaluación importante y Riki nada que aparecía.

 

 - “¿Qué habrá pasado?... ¿Y si ese hombre le hizo algo?” – Se alarmó ante la posibilidad de que Iason le hubiese lastimado  – “No quería que eso pasase…”

 

- Señor Riki. Ha llegado usted tarde…

 

Pero el joven no escuchó las palabras del profesor. Con paso acelerado se acercó iracundo hasta la mesa en donde estaba sentado su compañero de cocina y arrojó sobre ella el condón usado.

 

- ¡Aquí tienes la porquería que dejaste ayer! Te dije que lo traería.

 

- … ¡! …

 

Mimea y las demás chicas al darse cuenta de qué se trataba, de inmediato lanzaron sonidos de impresión y asco.

 

- ¡Riki! ¡¿Qué se supone que es esto?! – El profesor estaba indignado.

 

- ¡No se meta! Es un asunto entre ese cabrón y yo - La mirada de Riki hizo que Guy se encogiera en su sitio.

 

- ¡Retírese de mi clase! ¡Está usted suspendido!

 

Riki apretó los puños. Para evitar llorar por la rabia, escupió sobre la mesa en donde estaba el condón, le arrojó a Guy una mirada fulminante y salió del salón con el mentón en alto.

 

Los hombres estaban alborotados y las mujeres se cubrían los rostros, avergonzadas.

 

- Riki… - Mimea, su ex novia, era la única que había sido capaz de leer el dolor en aquellos ojos pardos.

 

- ¡Usted también está suspendido…! – Iba a exigirle a Guy que se marchara del salón, pero éste ya se había ido tras del pelinegro.

 

El moreno hacía lo posible por retener las lágrimas, pero ya su rostro estaba bañado en ellas. Quería irse, no sabía adónde pero quería desaparecerse…

 

- ¡Riki… espera!

 

- ¡NO ME TOQUES!  - Le dio un manotazo y seguidamente un empujón.

 

- ¡No Riki! No era mi intención que esto ocurriera así – Trataba de tomarlo entre sus brazos – Yo te quiero… solo quería que me correspondieras….

 

- ¡¡Yo no te quiero!! ¿Por qué no lo entiendes?... ¡¿Qué más quieres de mí?! …Ya has acabado con la felicidad que tenía... ¡¿Qué más te hace falta para estar satisfecho?! – Gritaba mientras lloraba de la rabia.

 

- Riki… - Insistía en abrazarlo.

 

- Déjame… - Su tono se volvió débil y por un momento dejó de luchar. Gimoteaba como un niño entre los brazos del pelilargo.  

 

- Sólo quería que volvieras conmigo… perdóname Riki.

 

El pelinegro volvió a forcejear. En cuanto logró soltarse del agarre, le propinó un fuerte golpe al pelilargo en el rostro.

 

- ¡Y una mierda!... No quiero saber nada de ti en mi vida – Amenazó con odio.

 

- Riki…

 

- Has acabado con lo que más quería… jamás te perdonaré.

 

Guy permaneció quieto mientras su amor se marchaba corriendo de la academia. El dolor que tenía en el rostro era poco para el que anidaba en su corazón.  

 

***

 

Riki esperaba en el auto desde hacía más de media hora, estaba inquieto, por eso trataba de calmar su desasosiego antes de realizar cualquier acción. Finalmente se atrevió y entró.

 

- ¿Me puede decir quién lo busca?

 

- Soy… - Pensó y prosiguió - Mire, si le dice puede ser que no quiera recibirme.

 

- Entonces lo lamento, pero no puedo dejarle pasar.

 

- ¡Por favor!

 

- Lo siento.

 

Riki no se conformó con la negativa, pasó al lado de la recepcionista ante su sorpresa.

 

- ¡Espere…!

 

El pelinegro corría a toda prisa hacía el ascensor, sabía que si llamaban a los vigilantes su oportunidad se perdería.

 

- Señor Iason… un muchacho pide con urgencia verle…

 

Supo de inmediato de quién se trataba.

 

- Dile que pase – Soltó el botón y buscó de acomodarse en el sillón.

 

La puerta se abrió poco a poco, dejando ver a un Riki ojeroso y despeinado.

 

- Cierra la puerta – Mandó el Mink sin mirarle.

 

El moreno obedeció y quedaron aislados de toda presencia que pudiera interrumpirles.

 

- ¿No deberías estar en clases? – Mencionó de lo más normal del mundo.

 

- Iason… yo…

 

- ¿Qué haces aquí? – Se puso serio - ¿Cómo vienes acá a interrumpirme en mi trabajo? ¿Crees qué vengo aquí a jugar con mis amiguitos?

 

Un dolor agudo se instaló en su estómago. La manera en que le hablaba… era en extremo hiriente.

 

- Disculpa pero te voy a pedir que no me hables de ese modo – Sabiendo a qué se refería con ese comentario -… Tenemos que hablar.

 

- ¿De qué?

 

- ¡Iason! – Le dolía que fuera tan frío – No puedes seguir evitándome.

 

- Mírame – Y luego de decirlo, rotó su silla giratoria de modo que le diera la espalda – Ahora hazme el favor y vete. No me hagas perder el tiempo.

 

- …

 

Su orgullo le llevó sólo a abandonar la oficina, permaneciendo afuera, a la espera de una nueva oportunidad de excusarse.

 

Se debatía entre no querer causarle más molestias al Mink y querer con desespero que le escuchase atentamente.

 

Y así, estuvo un rato martirizándose con sus pensamientos.

 

Ya llevaba más de tres horas dentro del vehículo, cuando el movimiento de personas le hizo ponerse alerta. En cuanto vio a Iason, Riki no pensó dos veces en acercarse sin importarle que estuviera acompañado de Raoul.

 

- ¿Aún sigues aquí? – El Mink no tuvo reparo en torcerle el mirar.

 

- …Te esperaba para volver a casa… como siempre…

 

El Am miraba la escena un tanto sorprendido, su amigo le había pedido extrañamente que se fuesen a algún restaurant – cosa rara viniendo del Mink – y ahora veía como evitaba a la que era su supuesta pareja. Dio en el clavo de inmediato.

 

- Raoul, vámonos – Emitió Iason para luego intentar pasarle por un lado.

 

Riki reaccionó y le tomó del brazo antes de que pudiera alejarse más.

 

- Suéltame – Pidió el Mink con su tono de voz apacible.

 

El pelinegro permaneció sosteniéndole un par de segundos… luego le soltó… y el rubio retomó su caminata.

 

Riki se mantuvo con la cabeza gacha mientras el vehículo iniciaba la marcha, que Iason le tratara como si fuera basura le dolía más que el ultraje que tuvo lugar en la cocina.

 

- ¿Qué ha pasado Iason? ¿Por qué le has tratado de esa forma? – Se aventuró a preguntar el ojiverde - ¿Su primera pelea?

 

- Esto es más que eso… y no quiero hablar. Vayamos a un bar mejor, se me quitó el apetito.

 

- Bien, pero ir a un bar para beber en silencio me parece de lo más deprimente – Le dio las indicaciones a Katze y cambiaron el rumbo.  

 

2:00 am

 

Riki se pasaba las manos por los cabellos y no quitaba los ojos del reloj del microondas. Era tarde y nada que aparecía el rubio, desde hacía rato había desistido de llamarle, sabiendo que Iason había apagado su celular.

 

- Esto no se vale Iason… ¡Buscas de hacerme sentir peor! – Descargó su enojo con el pobre sillón en dónde se habían dado el primer beso.

 

Cuando se tranquilizó, volvió a recostarse. Se perdió un rato en el techo.

 

La puerta se abrió y el moreno saltó de su asiento como si tuviera un resorte.

 

- Iason… ¿Dónde estabas? Me preocupé.

 

Buscó de acercarse a él, pero el rubio le apartó de un manotazo.

 

- “Está bebido… ” – El olor lo delató de inmediato. No tenía sentido buscarle conversación.

 

El Mink continuó vacilante hasta adentrarse a su habitación. Al darse cuenta de que no hubo cerrado la puerta, Riki se aventuró a asomarse en el cuarto, el hombre rubio se hallaba tendido boca abajo sobre la cama, evidentemente vencido por la borrachera.

 

- “Es la primera vez que me llega así…” – Suspiró con tristeza. Era mala señal que tu pareja volviera a casa bebido de semejante manera.

 

Riki viendo que estaba dormido, le quitó los zapatos y lo cubrió con el cobertor. Su rostro apacible lo sedujo y no pudo evitar quedársele viendo muy cerquita e incluso, se atrevió a retirarle unos mechones de cabello del rostro.

 

- Iason… como quisiera que nada de esto hubiese pasado…    

 

Y así pasaron un par de días….

 

Sin darse cuenta, su relación amorosa pasó de rosa a gris sin transitar si quiera por un intermedio.  

 

Riki sufría ante la indiferencia que insistía en imponerle Iason. Le hablaba muy poco, por no decir nada, no le dejaba llevarlo a la oficina y mucho menos compartir un roce de piel, ni quedarse a dormir en el cuarto, por lo que el muchacho permanecía en el sillón, atento a la puerta cerrada, esperanzado porque el hombre saliera y le diera la oportunidad de explicarse. Podría decirse entonces que Iason era muy testarudo, ya que ante el menor indicio de la salida del tema, fruncía el entrecejo y se alejaba, dejando al pelinegro con la palabra en la boca.

 

En la oficina el Am empezó a notar que el cambio en el Mink iba para rato. Era evidente que algo preocupaba al hombre que ahora no hacía otra cosa que murmurar entre dientes y bufar, como enojado por algún asunto apremiante. Se aventuró pues el ojiverde a preguntarle qué era lo que lo aquejaba.

 

- ¿Todo bien en casa?

 

- ¿Por qué lo dices? – Espetó a la defensiva.

 

- Se te nota.

 

- ¿Podrías ser más específico? – No ocultaba la molestia que le producía su pregunta.

 

- La amargura. Estabas muy alegre por lo de tu nuevo novio, y desde hace dos semanas no haces otra cosa que enfadarte por cualquier tontería.

 

- No es nada – Pero su tono agrio lo delataba.

 

- ¿Seguro?

 

- Si, no te preocupes Raoul…

 

Actuaba de manera tan mecanizada… evidentemente algo había pasado. Pero Raoul no tenía manera de saber qué específicamente.

 

Ciertamente, las cosas no podían seguir de aquel modo.

 

Mientras que por otro lado, Guy brillaba por su ausencia o por lo menos se sentía poco. Luego de lo acontecido aquel día fatídico, el pelilargo comprendió al fin que lo que había hecho estuvo mal.

 

Cuando tenía que hablar con Riki lo hacía de manera formal y utilizando las menos palabras que pudiera. Si lo que tenía que comunicarle podía mandárselo a decir con Mimea o con cualquier otro compañero lo hacía. Buscaba de evitarle más molestias al chico. Incluso estaba convencido de que si le pedía perdón el muchacho era capaz de lanzarle un golpe como respuesta. Lo mejor que podía hacer era respetarle su decisión de no quererle cerca – cosa que no hizo desde un principio – y es esperar por lo menos, que algún día pudiera recuperar la amistad del pelinegro.

 

Por lo menos tenía a Mimea, su mejor y única amiga. Si no hubiese sido por ella, todas sus angustias se las hubiese tenido que tragar, por más que le costara.

 

- Riki, te veo mal… ¿Qué pasa?

 

- Mal es poco Mimea. A éste paso… creo que Iason me va a dejar.

 

- ¿Tú crees? ¿Aún nada que se arreglan?

 

- No… casi ni me habla – Su tono de voz enérgico ahora se oía taciturno – Obvio que ni me toca.

 

- Auch – Ese era un golpe bajo.

 

- Si… e incluso me desprecia la comida.

 

Mimea absorbió el aire entre sus dientes, símil a un siseo; que le hicieran algo así a un aspirante a chef, era lo peor.

 

- Ay…Rikichin - Tomó las manos del chico entre las suyas - Ya verás como todo se solucionará. Dale espacio, las personas son como niños cuando están molestas… En momentos como estos lo peor que se puede hacer es seguir insistiendo.

 

- Pero… yo le quiero… me duele que estemos así – Sufría al pensarlo – ¿Sabes Mimea? Incluso hay veces en que me aliento diciéndome que llegará un día al departamento con un ramo de rosas rojas, me pedirá perdón, tendremos sexo hasta quedar exhaustos y todo volverá a ser como antes… - Posó su frente sobre la mesa, abatido - Un hombre pensando de ese modo tan fantasioso… que patético.

 

- Riki… - Le dolía ver a su amigo sufriendo de tal manera – Es verdad que el amor duele y mucho… es como un dulce cuando estás haciendo dieta, malditamente irresistible – Le acariciaba los cabellos – No sé si sirva de algo, pero estoy aquí para ti. Por lo menos tienes un hombro para cuando necesites llorar.

 

- Gracias – Ladeó el rostro aún recostado sobre la mesa y le dirigió una sonrisa a la joven – Aunque me cansé de llorar… Mimea… ¿Por qué no me contaste lo de Jena y tú?

 

- ¿Eh…? Pues… no pensé que fuera muy importante.

 

- Claro que lo es… ¿Eres mi amiga o no? - Se acomodó de nueva cuenta en su sitio.

 

- Bueno, la verdad es que no llevamos saliendo mucho…

 

- ¿Me cuentas? Sería agradable oír cosas buenas.

 

- Riki… - Lo miró con ternura. Sabía que el chico buscaba distraer su aflicción con su felicidad.

 

Pero llegó el día en que el muchacho llegó a su límite.

 

Iason se detuvo antes de abrir la puerta al escuchar un ruido proveniente del interior del departamento. Abrió y se halló con Riki dejando caer torpemente un par zapatos.

 

- Eh, Iason… Regresaste temprano…

 

- Quise salir temprano.

 

- Esto… - Se apresuró a tomar sus zapatos y meterlos en la maleta – Daryl acaba de irse, dice que no podrá venir unos días ya que tiene parciales en la universidad.

 

- … - Examinaba cada uno de los movimientos del moreno - ¿Qué haces?

 

- Ya no aguanto esto…  Me voy – Evitaba mirarle mientras cerraba la maleta – Volveré a mi antiguo cuarto. Es lo mejor ¿No?

 

- ¿Así que cuando te encuentras sin salida buscas de huir?

 

- No es así… – Todo su cuerpo se tensó – No me quieres escuchar y me ignoras todo el tiempo. Me dejas esperándote y luego me pasas por un lado. Llegas a la hora que te da la gana y ni avisas… inclusive la otra noche no llegaste ¡¿Dónde estabas?! - Espetó con autoridad y enojo por primera vez desde que aquella guerra silenciosa entre ellos hubo iniciado.

 

El ojiazul le oía desahogarse, sereno. No podía comentarle que el deseo había estado a punto de ganarle, por eso había preferido pasar la noche en un hotel, evitando así la tentación de buscarlo. Siendo cierto que su cuerpo lo amaba pero su mente, continuaba reacia a no creerle.

 

- No tengo porque darte…

 

- ¡Claro que tienes! – Le interrumpió de inmediato - ¡Soy tu pareja maldición!... – Hizo una pausa - Nadie puede vivir de éste modo… ¡Es insoportable!

 

Iason le miró desafiarle. Los otros días le había visto sumiso, aceptando su castigo… y ahora mantenía su mirada firme y por lo visto, indispuesto a dejarse amedrentar un día más.

 

A pesar de dicha muestra de carácter por parte del muchacho, el Mink no se permitió bajar la guardia. Suspiró con suavidad, fue hasta la mesa y se sentó a leer el periódico.

 

- Ya que para ti vivir conmigo es insoportable, creo que es lo mejor que puedes hacer. Si es lo que quieres, bien. Vete.

 

Le dolió que fingiera que no le importaba.

 

- Eres increíble Iason… - Negó con la cabeza. Le parecía insólita su dureza. Hasta ese punto, estaba más que claro que de su relación sólo quedaban pedazos.

 

Riki agarró la maleta y se dirigió a la puerta, revisó en su bolsillo y sacó las llaves del auto.

 

- Llévatelo – Exclamó el Mink al darse cuenta de que iba a dejarlas sobre la repisa – Te pertenece – Volvió su vista al periódico.

 

¿Para qué pelear? Volvió a guardarse las llaves, por lo menos tenía la decencia de no dejarle marcharse a pie.

 

Dándole tiempo al Mink de reflexionar, buscó cualquier excusa para continuar ahí, de pie, con la puerta abierta.

 

- Te dejé comida suficiente en el refrigerador mientras que Daryl vuelve, sólo tienes que calentarla.

 

- No la comeré – Confió.

 

- ¡Lo harás!... Te la comes o la regalas a los vecinos, haz lo que quieras... Tal vez te sientas con la suficiente altanería como para no comerte lo que hago, pero nada es excusa para botar comida… piensa en la gente que se muere de hambre – Se tranquilizó – Adiós – Vociferó con un tono de voz más firme, quizás cansado de que le viese llorar.

 

- … - No le contestó.

 

La puerta se cerró con fuerza y el rubio se dio cuenta que de nuevo estaba solo.

 

- Realmente lo hizo… él se fue – Mencionó con tristeza, muy a pesar de que se hubiese marchado por su culpa.

 

Tuvo deseos de ir tras él, detenerlo… pero su orgullo le había llegado a los pies y lo hizo mantenerse en su sitio.

 

Ahogándose de nuevo en su soledad.

 

 

 

Continuará…

 

 

 

Notas finales:

 

Bueno… ¿Qué les puedo decir? éste Iason se me ha pasado de necio n.nUU (inner: le ha metido al bruto!! >w>#) je je me encanta comportarlo como un niño mimado, nada más irresistible que ponerlo a hacer sus berrinches xB y por esa actitud tan orgullosa, Riki se ha cansado de su malcriadez y se ha marchado (inner: que horror!! x___x) eso le pasa al Iason por desconfiado, tranqui que a ese le toca su porción por hacer sufrir al inocente de Riki, que aquí es un santo >w>  ¿Qué sucederá ahora? :O A todos muchas gracias por haber leído y si se animan a dejar su rr n_n hasta la siguiente oportunidad!! Bye Bye!!  

 


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