Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cuando respiro en tu boca [Aoiha] por pasivagresiva

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Este es mi primer fic yaoi, lo publiqué en mi cuenta de Wattpad (donde tengo el mismo nombre). No sé, espero que les guste :'(

Lo habían dejado para un día viernes, horas después de clases para reunir los tragos y comida para complacer a la serie de asistentes que prometía tener la fiesta de bienvenida a la nueva generación de estudiantes de música. La verdad es que en un principio no me motivaba la idea en absoluto. No soy de ir a fiestas, ni beber y jamás he fumado marihuana. Lo mío es quedarme en casa estudiando, escuchando música, ensayando o haciendo cualquier otra cosa que no involucrara relacionarme demasiado con otros. A decir verdad, debo ir a un par de fiestas por año, y con eso sería suficiente. Eso sí, estas pocas veces me encargo de pasarla al máximo. Bebo mucho, y creo que lo hago para poder mostrar aquella faceta mía que no existe sobrio: autoconfianza. El poder llegar y lanzar palabras y opiniones junto a los demás es algo que disfruto mucho, pero que yo mismo me privo pues no quiero descuidar mis estudios.
 
Entonces, no sé cómo, y después de mucho pensarlo, decidí que esta sería esa primera de las dos fiestas anuales a las que asisto, y sin darme cuenta, estaba solo, frente a la puerta de Aya, una alumna de segundo que prestó su casa para el evento.
 
- ¡Hola! Tú debes ser de primero - me dijo la dueña de casa, una joven de cabello corto y fucsia que se vestía con ropa muy cómoda y holgada, de colores tan alegres como el que llevaba en su cabeza.
 
- Si, este... Soy Shima, mucho gusto - la saludé dándole la mano, pero ella no se vio muy conforme con esto y me abrazó y besó la mejilla.
 
- ¡Venga, no seas tímido! - me dijo mientras se aferraba de mi cuello haciéndome quedar totalmente encorvado. Sentí el olor a hierba en su ropa - Pasa, los chicos ya empezaron a beber y todo, ponte cómodo.
 
- Gracias - dije en voz baja y tratando de pasar lo más desapercibido posible, caminé hacia la mesa donde estaban las cervezas y abrí una lata para comenzar la noche.
 
Todos estaban en su mundo. Había mucho ruido. La música que sonaba no se me hacía conocida, podría haber sido The Doors, The Rolling Stones, o cualquier cosa que se escuchara en los 60's y 70's. La música estaba relativamente baja en comparación a las voces de mis compañeros de clase y la de otros cursos. Yo sólo me quedé ahí, en la mesa, terminando mi lata de cerveza y observando a los demás socializando. Quizás en una hora más estaría junto a ellos...
 
- ¡Shima! - sentí un puñetazo en mi brazo.
 
- ¡Ouch...! ¿Akira? Hey, qué tal... - le dije a mi compañero de clase mientras me sobaba y abría una segunda lata.
 
- ¿Qué tal? ¡Qué todo! ¿No has visto todo el empeño que pusieron los chicos para recibirnos? Son realmente buenos. Me siento muy, muy feliz de poder estudiar algo que realmente me apasiona. Tuve que ir en contra de toda mi familia, pero aquí estoy - puso las palmas de sus manos en mis mejillas, apretándolas - y tú estás conmigo ¿no es así? - me miró a los ojos y pude ver claramente que estaba drogado. Sus ojos se veían tan pequeños que parecía Mr. Magoo.
 
- Si Akira, no soy un holograma, estoy aquí contigo - dije apartando sus manos de mi cara.
 
- ¡Ven con nosotros! Estamos fumando en un bong.
 
- ¿En un qué...?
 
- Un... Una de esas mierdas donde metes la hierba, pones agua, lo prendes y pones la boca para aspirar el vapor.
 
- Ahhh... - dije simulando interés.
 
- ¡Vamos! - me dijo agarrándome de mi malherido brazo y me arrastró a un grupo de chicos que estaban fumando de esta cosa que me describió Akira - ¡Hola hola de nuevo! ¡Les presento a mi amigo Shima! Se llama Takashima Kouyou ¿o no que es un apellido y nombre horrible? Por eso mismo le decimos Shima...
 
- Gracias, Akira... - suspiré
 
- Bueno, esta es Keiko, ella es, bueno a esas dos las conoces, van en nuestro curso, a él igual, ese es Ryu y ese es... Uh... ¿Cuál era tu nombre? - preguntó Akira a un chico que ya había visto merodear por el campus. Estaba usando una camiseta de Metallica.
 
- Aoi - respondió con una sonrisa - siéntense chicos - invitó.
 
Akira y yo nos sentamos uno al lado del otro. Entendí que la idea era ir pasándose el bong para que todos pudieran aspirar de él. El grupo se veía bastante risueño y comentaban bandas sonoras de películas.
 
- Me vi una película muy buena la otra vez - dijo Ryu después de aspirar del bong - Se llama "A Serbian Film", y el soundtrack es buenísimo.
 
- No puedo creer que hayas visto esa mierda - respondió Aoi con asco antes de encender la llamita para calentar el agua.
 
- ¡No es una mierda! Lo que pasa es que es para gente con altura de miras... No puede verla cualquiera, y tienes que ver el mensaje que tiene detrás de todo el guión.
 
- Si claro, muy profunda la escena donde violan a un recién nacido, creo que escribiré un ensayo sobre ello... - Aoi botó humo por su nariz y pasó el bong a Akira.
 
- Qué sensible, ni siquiera la viste entera.
 
- No pude, llegue a esa parte y corrí al baño a vomitar - bufó Aoi para luego dirigir su mirada a Akira, quien se había dejado caer en la alfombra en la que estábamos sentados, mientras yo sostenía el bong - Oye Akira ¿estás bien?
 
- ¿Recuerdan esa estrella de Super Mario multicolor que hace que Mario también se ponga así y se pase por el culo a todos los goombas y koopa troopas del camino? Veo muchas de ellas, están en mi cabeza y... - cerró los ojos y los apretó con sus manos - AHORA ESTÁ LLENO DE ELLAS. Shima, la vida es tan hermosa...
 
Todo el grupo rió al unísono. Las dos chicas de mi clase estaban sosteniéndose la una a la otra para no irse hacia atrás por el ataque de risa que tenían.
 
- ¿Siempre es así de idiota cuando está volado? - me preguntó Aoi dejándome en blanco.
 
- No, yo... La verdad no sé, es la primera vez que lo veo así...
 
- Ah, bueno... - Aoi no me quitaba la vista de encima, no entendía por qué. Sentí que me miraba abajo, quizás en la entrepierna. Me comencé a poner nervioso, evadí su mirada para que no viera lo rojo que estaba - ¿Y bien? ¿Le sigues? - me dijo Aoi cuando luego comprendí: aún tenía el bong en mi mano, y era mi turno.
 
- No, yo creo que mejor paso - a penas dije estas palabras recibí una serie de abucheos de parte de todo el grupo menos de Aoi y Akira, quien estaba muy divertido en su mundo de estrellas arcoiris.
 
- ¿Es primera vez que fumas? - la pregunta de Aoi me cayó como un balde de agua fría. Efectivamente, jamás había fumado antes. Siempre me había negado porque sentía que las drogas eran algo que no iban conmigo. No me llamaban la atención. Me tranquilicé y respondí lo más normal que pude.
 
- Nunca he fumado y no creo que quiera hacerlo.
 
- Tranquilo, nadie te va a obligar - se acercó impulsándose con las manos para quedar al frente mío - pero si cambias de opinión, ten claro que estás en un ambiente confiable, si algo te llegase a pasar, te vamos a cuidar - las palabras de Aoi en cierto modo me tranquilizaron. Mi mayor miedo era que me diera la pálida y no tener a nadie que pudiera ayudarme.
 
- Si claro, y después Aoi te coge mientras estés dormido - soltó Ryu haciendo que Aoi se diera vuelta como un relámpago.
 
- Qué sabes tú de coger, imbécil, con suerte has tenido una novia y te pateó por un ingeniero - Aoi dejó callado a Ryu. Asumí que sus palabras eran ciertas. - No le hagas caso a este imbécil... ¿Te parece si te enseño?
 
- No... - dudé, pero terminé convenciéndome de que si iría a dos fiestas en el año, siendo esta una de ellas, qué valieran la pena - Yo lo haré -me armé de valor y tras haber observado con detención cómo los demás lo hacían, tomé el encendedor, prendí una llamita, tapé el agujero para que se juntara el vapor y aspiré. Pero como buen novato, me ahogué.
 
- Hey, con calma, con calma... - Aoi tomó el bong y lo hizo a un lado - ¿Estás bien?
 
- Si - dije apenas y sin dejar de toser.
 
- Insisto, ¿no prefieres que te ayude?
 
- Bueno... - dije aun con miedo y voz temblorosa luego del ataque que acababa de tener. Estaba rojo por la falta de aire y de vergüenza. No quería ser recordado como el idiota que no sabía fumar.
 
- Sosténlo - Aoi me pasó el bong. Él se encargó de prenderlo - pon tu dedo aquí, debes tapar el orificio por completo - tomó mi mano, se detuvo para acariciarla y luego dirigirme una sonrisa. Una sonrisa que me estaba comenzando a atrapar. Tomó con cuidado mi dedo índice y tapó el orificio del aparato - Ahora, aspira - le hice caso y aspiré lentamente todo el vapor que pude - mantenlo dentro - Aoi hizo el bong a un lado y puso sus manos bajo mis costillas, por sobre mi camiseta. Mantuve el aire dentro de mí mientras pensaba, qué era lo que Aoi había visto en mí en ese momento sin siquiera conocerme en lo absoluto. - Ahora, bota - hice caso, y expulsé el aire hacia un lado para no dar en la cara de Aoi, pero grande fue mi sorpresa cuando este me tomó por la barbilla y dirigió mi boca y el aire que emanaba de ella hacia la suya.
 
(Me alzo y salto, entre tus dedos sabré caer. Ojalá, que sea cierto que odio tus dedos)
 
- ¿Mejor? - me preguntó sin dejar de sostener mi mentón y dirigiéndome nuevamente una sonrisa.
 
- Si... - le devolví la sonrisa, tomé su mano y la bajé.
El mundo parecía haberse detenido. Los chicos del círculo, incluyendo a Akira, se habían disuelto o estaban muy entretenidos contando experiencias graciosas que les había pasado en lo que llevaban de tiempo en la universidad. Todo ocurría, pero a la vez no. Todo se veía más lento de lo normal. O al menos, yo me sentía lento. Aoi se soltó de mi mano para fumar esta vez él. De no haberlo hecho, hubiera seguido con mi mano sobre la suya sin enterarme. Ya no sabía de nada ni qué ocurría. Lo único que sabía es que me sentía muy bien y no quería que eso parara.
 
- ¿Otra? - me acercó el bong Aoi junto al encendedor con sus ojos asiáticos enrojecidos y más rasgados de lo normal. Probablemente yo estaba igual, y con una sola aspirada. Acepté el bong y esta vez lo hice con calma, yo solo. - pon ambas manos en la alfombra, hazte para atrás y mira hacia arriba.
 
(Me estiro y espero que algo enrosque tu espalda en flor. Ojalá, que sea cierto que odio tu espalda)
 
Yo seguía obedeciendo a quien demostró ser mucho más hábil que yo en el tema. Encorvé mi espalda hacia atrás, y me concentré en la lámpara que estaba sobre nosotros dos mientras exhalaba. Tenía colores maravillosos. Me perdí en ellos por, no lo sé, deben haber sido unos pocos segundos que en el momento pensé que fueron minutos, eternos minutos. Hasta que sentí como me volvían a tomar del mentón para esta vez acercarme a una boca que me besó. Me tomó tan por sorpresa que mi correspondencia al beso debe haber sido una de las más torpes de toda la historia. Pero heme ahí, besando a un desconocido, a quien a lo largo del beso sentí que pude conocerlo mucho más, y también él a mí.
 
(Cuando respiro en tu boca y penetra tu ojo en mi ojo... Cuando respiro en tu boca me escondes como sangre a la herida)
 
- Aprendes rápido, Shima - mi nombre en sus labios carnosos se oía retumbar en mis oídos y pude mirarlo directamente a los ojos, sin vergüenza ¿qué era eso? Al menos dentro de mi cabeza no existía esa palabra. Sus ojos me parecieron más negros de lo normal, como los de un felino, que en cualquier momento saltará sobre ti sin previo aviso para destrozarte. Aoi se puso de pie, me tendió la mano y me puse de pie también. - Vamos, acá hay mucho ruido...
 
Me tomó de la mano y yo sólo lo seguí. Tenía las uñas pintadas de negro y un anillo en forma de calavera. Me vi en una habitación que al parecer era la de Aya, la dueña de casa. Me quedé contra la pared, esperando lo inminente, sentí como la sangre me empezaba a hervir por sentir las manos de Aoi, esas manos de dedos delgados y largos, tocarme. Mi nombre en su voz seguía repitiéndose en mi cabeza como un loop infinito, jugueteando con la música que se oía a la distancia. Esta vez si la reconocí, era "Sunshine of your love" de Cream. Aoi me miraba a la distancia nuevamente con esa mirada de gato esperando cazar a su presa. De pronto se abalanzó sobre mí. Me besó de forma tan brusca que su piercing me dejó un rasguño del cual no me enteré hasta la mañana siguiente. Esta vez si lo besé de vuelta de la forma que correspondía. Puse mis manos en su espalda y él rápidamente se deslizó por debajo de mi camiseta. Nuestras entrepiernas rozaban cada vez más. No me podía controlar. Lo deseaba demasiado. Quería besarlo hasta que mis labios parecieran una hoja cuadriculada a causa de su perforación. Entonces no me aguanté, mordí su labio inferior y lo fui soltando poco a poco a medida que este se deslizaba entre mis dientes.
 
- Shima, y yo que te creía más inocente... - dijo Aoi acariciando su labio inflamado.
 
- Pues ya puedes ir deshaciéndote de esa imagen que tenías de mi - le dije y no sé de donde saqué las fuerzas y determinación para empujarlo a la cama y abalanzarme sobre él para comenzar a morder su cuello con intenciones de dejarlo marcado. En ese instante lo oí nuevamente decir mi nombre, razón por la que seguí con mi tarea.
(Me pongo de pie y perdono al daño que a mi oído destrozó. Que sea cierto que odio el silencio)
 
Aoi me tenía vuelto loco. Nos besamos nuevamente hasta quedar sin aliento. Yo seguía sobre él, por lo que mientras nos besábamos, comencé a moverme, para que nuestros miembros hicieran fricción. Recuerdo lo fascinante que era, sentía a cada momento que podía venirme, era como un orgasmo eterno.
 
- ¿Ya dejaste de jugar, gatito? - me dijo Aoi haciendo énfasis en la última palabra, apoyándose en sus codos para acercarse más a mi rostro - Porque ahora le toca a la pantera - me tomó de ambos brazos y me dio vuelta, quedando él sobre mí e imposibilitando que pudiera moverme. - Quédate donde estás - con movimientos rápidos se dirigió a mi cinturón y con la torpeza propia de estar volado, le tomó su tiempo desabrocharlo, pero apenas lo hizo, bajo de golpe mis pantalones y metió mi pene en su boca de una sola vez. Sus movimientos eran rápidos. No tengo puta idea de la última vez que me hicieron oral. Sólo que fue mi última novia quien no era para nada mala en ello. Pero Aoi, se ganó el premio mayor. Debe tener experiencia, pensaba, dentro del cúmulo de sensaciones que bailaban en mi cuerpo y mente, todo a la vez.
 
- Mierda... ¡Ah! ¡Quédate ahí! - sostuve la cabeza de Aoi cuando alcanzó la base de mi miembro. Levantó la cabeza, desocupó su boca, y con una gruesa hebra de saliva colgando de sus labios me habló.
 
- ¿Te gusta, no? - volvió a hacerme oral, esta vez chocando siempre con la base. Me estaba volviendo loco. No me importaba si duraba poco o mucho, simplemente quería venirme para después coger. Tampoco me importaba quién se cogiera a quién, yo sólo seguía mis instintos que me pedían más y más.
 
La boca de Aoi subía y bajaba con tal habilidad que llegué a pensar si se dedicaba a esto. De un momento a otro me sentí en la gloria, sentí que llegaba al nirvana, al cielo, a... donde mierda fuera que se llega cuando uno se siente en el éxtasis máximo.
 
- Aoi... Me vengo... - le advertí, lo tomé del cabello para traerlo a mí y poder besarlo una vez más.
 
(Cuando respiro en tu boca y penetra tu ojo en mi ojo, me precipito hacia el cielo... Cuando respiro en tu boca. Cuando respiro en tu boca, de par en par tu flor. Tensión y caída, cuando respiro en tu boca...)
 
Aoi me correspondió brevemente para luego volver a bajar y terminar su trabajo. Me vine en su boca en una serie de suspiros y sensaciones que se sentían como una serie de estrellitas multicolores como las de Akira, llenando mi cabeza, mientras que yo llenaba la boca de Aoi. Éste tragó, me sonrió y me acomodó la ropa. Se puso de pie y me miró ahí, tirado en la cama y más lacio que una acelga. Rió, arregló su cabello y se dirigió a la puerta.
 
- ¡Oye! ¿A dónde vas? - me incorporé de golpe haciendo que me tuviera que afirmar del velador para no caerme.
 
- A la fiesta, por supuesto - me dijo riendo.
 
- Pero... Yo pensé, que quizá... - las palabras no me salían, me sentía avergonzado, hasta usado.
 
- ¿Tú crees que iba a tirar toda la carne a la parrilla así como así? - se acercó a mi nuevamente - No, pequeño - desordenó mi cabello, más de lo que estaba.
 
- ¿Y esto que fue? - estaba totalmente confundido.
 
- La intro. Te veo en la próxima fiesta a la que asistas, pero al parecer, tendrás que esperar bastante ¿no? - me dio un beso en la mejilla y luego se fue.
 
Puto Reita, de seguro le dijo de mi regla de asistir a dos fiestas por año. Pero al carajo, la regla podía pudrirse. Desde ahora estaré atento al calendario de actividades de los estudiantes, la próxima no me la pierdo, por ningún motivo.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).