Era el primer fin de semana de las vacaciones de Luhan. Estaba muy agotado pues la semana anterior dio pruebas finales del instituto y en ésta sólo se dedicada a esperar los resultados de ellas. Para su alivio, tuvo las notas más altas de su salón.
Aún estaba en la cama, acostado y con los brazos estirados a cada lado suyo, cerró los ojos una vez más y soltó un suspiro, hoy cumplía seis meses con su novio, Kai. A pesar de todo su cansancio, iba a aprovechar al máximo sus vacaciones, gracias a los dichosos exámenes apenas y tuvo tiempo para saludar a su amado y preguntarle cómo le había ido en sus pruebas.
En las últimas dos semanas, él motivo de sus pensamientos, Kai, había estado distante, justamente el viernes pasado, día de su último examen, Luhan quedó de verse a la salida del instituto con él, ambos estudiaban en años diferentes, por lo cual era difícil encontrárselo entre clases, Kai era un año mayor y él recién comenzaba, justo cuando lo vio salir, el de piel más oscura lo evitó diciéndole que tenía que salir ese fin de semana a una reunión familiar fuera de la ciudad pero que el Lunes sin falta iría a verlo a casa, lo cual, no sucedió.
Llevó ambas manos hechas puños a sus ojos y los talló, seguido de esto se estiró y se sentó a la orilla de la cama, aunque ya era medio día, vestía su pijama: Unos bóxer negros y una camisa gris sin mangas con estampado rockero, ambas prendas muy cómodas. Se levantó y caminó hasta el closet, sacó uno de sus jeans preferidos, en su primera cita con Kai los había usado, le traía buenos recuerdos, también eligió unos bóxer blancos y una camisa del mismo color, lisa.
Fue directo al baño, que estaba al lado de su recámara y se desnudó rápidamente. No duró más de 5 minutos bañándose, quería salir lo antes posible de casa para poder darle una sorpresa a su novio, rápidamente se cambió, se colocó unos tenis negros, lavó sus dientes, se peinó y perfumó.
Salió de casa con tan sólo las llaves y su móvil, no pensaba gastar dinero para lo que tenía preparado para su novio, era algo que él le había estado pidiendo hace ya un par de meses. Estaba llegando dos horas antes de lo que habían acordado, le gustaba ser puntual.
Tardó unos minutos para llegar, estaba feliz de al fin poder tener un momento libre con él, se sentía ansioso. Cuando estaba a unos metros de la casa de Kai, vio que la ventana estaba abierta y se podía notar que había dos personas adentro, se acercó un poco más, nadie podía verlo, era Kai, sentado sobre el sofá, pero alguien estaba sentado sobre él, besándolo… Acaso… ¿Era… era Xiumin? No, pensó. Debía estar viendo mal, no podía ser él, Xiumin era, junto con Lay, uno de sus mejores amigos, negó para sí mismo y se apresuró hacía la ventana para poder asegurarse de que era lo que sus ojos veían. Soltó un chillido cuando sus dudas fueron aclaradas, claro que eran ellos, y no sólo se besaban, logró ver que tanto su novio como su mejor amigo, estaban semidesnudos.
Kai y Xiumin se voltearon sobresaltados al escuchar aquel sonido, los ojos de ambos jóvenes se abrieron como platos cuando vieron que era Luhan del que provenía aquel chillido.
Kai con agilidad se quitó de encima a Xiumin y se subió los pantalones. Luhan sin darse cuenta, estaba llorando, estaba hecho pedazos. Como pudo limpió sus lágrimas y salió corriendo, ni siquiera sabía hacia donde, sólo lo hacía, Kai iba detrás de él, gritándole que volviera. Xiumin tan sólo se quedó en la puerta de la casa de Kai, acomodándose las ropas, completamente apenado.
— ¡Espera, Luhan! ¡Vuelve!
Gritó Kai unos metros atrás de él, pero el menor hizo caso omiso.
— ¡Deja de correr, por favor! ¡Te explicaré todo!
Rogaba el mayor, pero Luhan sabía que todo lo que había visto era cierto, por más que él quisiera que todo fuera una mentira, una pesadilla.
Dio la vuelta a una calle, estaba cerca de la casa de Lay y pudo darse cuenta de esto porque estaba corriendo al lado de la cafetería donde solían encontrarse luego de clases. Sin pensarlo dos veces aumentó la velocidad y llegó a casa del joven de lindos hoyuelos, Kai iba detrás de él pero terminó perdiéndolo porque el de cabellos rubios tomó un atajo. Tocó la puerta con desesperación, sus ojos estaban rojos y sus mejillas completamente mojadas.
Lay tomaba una siesta, había quedado con Xiumin para salir de compras esa tarde, al escuchar los golpes en la puerta, se sobresaltó, abrió los ojos de inmediato creyendo que se le había ido la tarde durmiendo pero negó esa idea cuando la luz del sol atravesaba las cortinas de su recámara, miró por la ventaba y vio a Luhan llorando, bajó rápidamente las escaleras y abrió la puerta, sin preguntarle qué pasaba, lo estrechó entre sus brazos y lo hizo pasar.
Luhan llevaba media hora sollozando entre los brazos de Lay, los dos estaban sentados en el love seat, no entendía por qué dos de las personas más importantes para él le habían hecho eso ¿Por qué a mí? ¿Qué hice mal? ¿Tan mal novio y amigo soy? Se cuestionaba mentalmente una y otra vez, Lay tan sólo se limitaba a darle caricias en la espalda y besos en la frente.
— ¿Me darías un pañuelo? Por favor…
Por fin habló Luhan, su voz sonaba quebrada, apenas podía hablar, su respiración se escuchaba mal.
— Por supuesto, ahora vuelvo.
Lay salió de la sala para ir al baño, tomó una caja nueva de los pañuelos que solía usar cuando se resfriaba, volvió pronto al lado de su amigo, no sabía cómo preguntarle qué pasaba, pero decidió armarse de valor.
— ¿Qué sucedió, pequeño?
— Kai…
Susurró de inmediato como respuesta Luhan, y antes de que Lay volviera a preguntar, éste le soltó todo.
— Estaba besándose con Xiumin…
Lay no se podía creer aquello, tal vez su amigo estaba tan mal que confundió nombres.
— Eso no puede ser….
Negó Lay, no podía ser cierto, el novio de su amigo y su otro “amigo” ¿Juntos? Era imposible, insensato.
— Lay, no te mentiría ¿Por qué no me crees?
Volvió a romper en llanto Luhan, se veía tan frágil, y lo era. Lay se acercó nuevamente a él para abrazarlo, obviamente Luhan no mentiría con algo así. Soy un idiota, se dijo a si mismo en su cabeza por haber creído que Luhan estaba equivocado.
— No, no, perdóname, no quise decir eso, es que… me cuesta trabajo creerlo.
— Yo los vi… fui a casa de Kai porque hoy cumplimos seis meses… iba a… entregármele…
El chico de cabello oscuro recordó que quedó de verse con Xiumin, hizo una mueca sin saber qué hacer, Luhan pasaba los pañuelos por su rostro y nariz, los hacía bolita y los mantenía en sus manos, hechas puños.
— Me alegro de que no te hayas entregado a ese imbécil, en cuanto a Xiumin, no te acerques a él.
Pasaron los minutos y Lay decidió prender la tv de la sala, le sirvió helado y galletas en un tazón a su amigo, de chocolate y fresa, sus sabores favoritos. Veían una película de comedia, al menos eso distraía a Luhan por el momento y le sacaba una que otra risita, pero la luz de sus ojos, por más divertida que la escena de la pantalla fuera, no aparecía.
Eran las 3pm, el reloj acababa de sonar y faltaban dos horas para verse con Xiumin.
Maldito traidor…. ¿Qué haré contigo? ¿Qué?
Miró de reojo a Luhan tratando de resolver el problema cuando sonó su móvil, sacándolo de sus pensamientos. Contestó sin mirar de quién se trataba.
— ¿Hola?
— Bebé ¿Podemos ir al cine hoy? Hay una película buenísima que Kris me recomendó.
Se calmó al escuchar la risueña voz de Chanyeol, su novio.
— Oh ¡Hola, amor! Uhm, mira, estoy algo ocupado ¿Podemos ir otro día?
No sabía cómo contarle sin volver a tocar el tema enfrente de Luhan, tan sólo lo evadió.
— ¿Sucede algo? Te noto preocupado.
— Mañana nos vemos y hablamos ¿Sí? Te amo.
Colgó. Le mandó un mensaje de texto corto pero preciso: Problemas del corazón… es Luhan. ILY.
— Lay, no debiste rechazar la salida de Chanyeol, escuché que quiere salir contigo.
— Sí, su primo le recomendó una película pero ahora quiero estar contigo ¿Ok? No pasa nada, él entiende.
Suspiró dándose por vencido ya que su amigo se había dado cuenta de todo.
— Entonces sal y diviértete, no debes amargarte el día por mí, después de todo no es tu culpa.
— Luhan, no digas eso, eres como mi hermano y no te dejaría solo, menos ahora.
El joven rubio se sentía agradecido de tener a alguien como Lay en su vida.
— Gracias… Lay ¿Puedo quedarme a dormir aquí? No quiero ir a casa, igual mis padres están fuera por el cumpleaños de la abuela y me dejaron porque les insistí, todo por ese… idiota.
— ¡Claro que sí! No debes preguntar, mis padres llegan en la noche, ¿Quieres salir?
— No, prefiero irme a dormir ¿Puedo? Si no te molesta.
— De acuerdo, vamos…
Subieron a la recámara de Lay y prendieron la tv, se tiraron en la cama, abrazando las almohadas.
Estuvieron una hora viendo unos programas sobre animales exóticos, esas cosas raras le gustaban a Luhan. Se quedó dormido rato después, Lay miró el reloj y faltaban 15 minutos para las 5pm.
Luego de pensarlo mucho, le mandó un mensaje de texto a Xiumin, diciéndole que saldría con Chanyeol, lo cual obviamente era mentira, pero no recibió respuesta por parte del otro.