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El híbrido por RedParadiseYaoi

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Notas del capitulo:

Otro día más aquí :3

Capítulo 2:

                Sai no preguntó más, a él le daba igual dónde le enseñaran sobre el nuevo mundo que había descubierto. No le importaba viajar de nuevo hacía su casa o conocer nuevos cambiaformas. Lo único que le parecía importante era que su nuevo profesor sea aquel pelirrojo de nombre Gaara. No entendía lo que sucedía pero lo gustaba su olor. Se acerca a él para volver a inhalar el aroma de nuevo, era interesante.

                Cómo hoy ya hizo el viaje de ida decidieron salir mañana por la mañana. Gaara le indicó donde debían verse para salir, y como legó se fue. Sai se dirigió al hospital para ver a la abuela de Sasori, le gustaba dibujar, hacía expresiones muy diversas y le divertía dibujar los pliegues de sus arrugas, esmerándose con cada detalle. Al llegar la vio con unas enfermeras que parecían ser novatas ya que recibían la furia de Chiyo. Se sentó en un lugar cercano y comenzó a hacer un boceto de la señora y las tres jóvenes. Cuando acabó también acabó la riña a las chicas. Chiyo se giró para irse en otra dirección y le vio.

                — Sai, haz vuelto —le mostró una sonrisa— me alegro de verte —ve que a su lado está la mochila de Sai— ¿Por qué no has pasado por casa? Podrías haber dejado tus cosas en vez de cargarlas de un lugar para otro.

                — Me entretuve con mis dibujos y cómo estaba cerca vine a saludarla. —le muestra el dibujo que hizo de ella mientras reñía a las chicas.

                — Sin duda tienes talento pero no me veo lo suficiente enfadada —rio la anciana. Sai hizo su sonrisa.

                — ¿Me puedo quedar dibujando por el hospital? —cómo no tenía que aprender nada hoy quería invertir su tiempo viendo a las personas que pasaban por el hospital.

                — ¿No tendrías que estar con mi nieto aprendiendo sobre el cambio? —Chiyo se paró al llegar a la entrada del jardín interno.

                — No, ahora es Gaara quien me enseñará. Dijo que desde mañana. —a Chiyo le sorprendió eso. Sabía que el padre de Gaara temía a su propio hijo, aunque sabía que también le quería. Solo él sabía porque alejaba a su hijo de la aldea.

                — Entonces quédate el tiempo que quieres, después nos iremos a casa—estaba a punto de marcharse pero se giró a verlo de nuevo— ¿has comido?   —Sai negó con la cabeza a la vez que se sentaba en un banco de piedra al lado de la puerta— haré que una enfermera te traiga algo de comer, no te muevas.

                Chiyo ya se había ido para que Sai contestara alguna cosa. Así que se quedó viendo el paisaje y aunque había algunas caras que quería dibujar pensaba en Gaara y en como lo vio por primera vez. Los ojos aguamarina remarcados con sus parpados negros haciendo que sus ojos claros destacaran más, su cabello de un rojo ladrillo en punta y lo que más le gusto: en la parte izquierda de su frente estaba escrito “amor” en japonés. Sus manos se movieron creando un boceto de la cara, con otro lápiz iba a continuar cuando una chica apareció con una bandeja dejándolo a su lado.

 

 

                Por la mañana como habían quedado se pusieron en marcha Sai miraba de reoja a Gaara quería dibujar su perfil pero había puesto su equipo de dibujo atrás para no distraerse, por ese motivo decidió memorizar cada fracción de piel del pelirrojo. Por su parte Gaara  no mantenía contacto visual su mirada quedaba fija en la  carreta, no se inmutaba por mucho que sintiera aquella mirada a su lado, Sai no lo había visto hacer ninguna mueca extraña. Sabía que quedaba solo minutos para llegar hasta su ciudad, lo que no sabía es cuanto tardaría en llegar con aquella manada.

 

                Gaara había notado cómo actuaba Sai, sabía lo que significaba. Lo veía como una posible pareja, sabía que no lo eran porque él no olía esa esencia especial que tenía que tener una pareja en el otro. En manada de Kushina había diversos cambiaformas, aunque la mayoría fueran zorros, seguro que había alguno que fuera su pareja. Y también él podría acercarse a Naruto, para él Naruto sí que olía a pareja, una aroma salvaje y picante, sin duda ese era el aroma de pareja. En cambio Sai olía a humano.

                — Gaara —Sai habla al ver que pasaban de largo la carretera que conectaba con el camino a la playa y se dirigía hacia el interior— ¿Cuánto tardaremos en llegar?

                — En más o menos media hora llegaremos. Por esta zona se han visto varios cuervos pero se han erradicado.

                — ¿Erradicado? ¿Por qué?

                — El informe de la Alfa Kushina envió, exponía que se trataba de un nido de cuervos que han sido eliminados, se cree que entre ellos mismos. Aún hay varios pero la mayoría han sido eliminados.

 

                — Vaya… Sasori me dio unos libros pare leer. En esos libros siempre se mostraban a los cuervos como seres repugnantes y odiosos. Mi…

                Gaara esperaba que continuara hablando ya que lo dejó en media palabra.

                — Siempre han sido de esa forma. Sasori también fue mi maestro,  no sé si te lo explicó o no pero una de las causas por la que cerraron la aldea fue porque mucho de los cambia formas estaban en guerra con los cuervos.

                — Sí, recuerdo un libro así. Ponía que el líder de los cuervos quería gobernar el territorio pero el resto del poblado no quería porque todos los de su estirpe eran malignos y avariciosos. —Lo decía mientras buscaba dicho libro dentro de su mochila.

                — No ayudan tampoco a mejorar su imagen cuando estamos en batalla —continuó hablando Gaara mientras no quitaba la mirada de la carretera.

                — ¿Aun estáis en guerra con los cuervos? —dejó de buscar porque recordó que solo trajo uno de los libros que Sasori le dio.

                — No,  es más bien que ellos quieren un territorio y lo atacan para conseguirlo como suyo. Por eso muchos cambiaformas que eran libres se han unido a manadas porque no es seguro estar solo.

                Dejó de hablar para coger una carretera secundaria, el único lugar donde iba parar era a una reserva natural, según Sai. En secundaría les habían llevado de excursión a ver la fauna y flora de la zona. Cuando estuvieron cerca de la reserva Gaara giró hacia la derecha y no entró dentro del bosque. Seguía a una carretera sin asfaltar, parecía que la gente no salía pasar por este lugar porque apenas se podía en el suelo por donde pasaban las ruedas y los baches hacían rebotar el coche. Cuando al fin paró el movimiento vio que estaban en frente de lo que parecía ser una casa enorme.

                Enseguida salieron del lugar dos cambiaformas, sabía que eran unos porque el olor no era similar a el humano, olían a el bosque que le rodeaba.

                – Gaara, cuanto tiempo sin verte. La alfa te está esperando –uno de los guardas les comunicaba mientras les acompañaba al interior. Sai miraba el interior de aquella casa.

                Gaara siguió al guardia hacía una puerta, Sai le seguía a bastante distancia. Parecía fijarse a todos lados, hasta que se tocó la cabeza con  la mano. Se acerca para ver que le ocurre.

                — Sai, ¿te ocurre algo? —Sai se gira bruscamente hacía Gaara.

                — No, solo que había muchos olores y me mareé —sonrió con aquella sonrisa que a Gaara se le hacía típica.

 

                Ambos se dirigieron hacía la oficina de la alfa. Kushina continuaba con el eterno papeleo de su mesa. Cuando Gaara y Sai entraron se puso en pie y fue a saludarlos, aunque en realidad era una excusa para parar con su papeleo.

                — Bienvenido Gaara, hace una eternidad que no te veía. Siento que has crecido —comparaba su altura con la de Gaara— Y dime como está tu padre. ¿Sigue tan gruñón como siempre? Espero que tu madre sepa controlarlo. Aunque claro también tienes dos hermanos. Temari cuando vendrá, sé de sobra que le tiene echado el guante a uno de mis niños —da un leve golpecito en el codo de Gaara que continuaba quieto en su sitio.

                — Me alegro de verle otra vez Alfa Kushina —muestra medianamente su cuello a ella reconociéndola como Alfa. Aunque estaba escuchando a la alfa no la entendió del todo. La alfa tendía a hablar rápido al igual que su hijo Naruto— mi familia está bien gracias por preguntar.

                — Me alegro. Ahora preséntame a este joven… —la alfa olisqueo a Sai desde dónde estaba— ¿cachorro? No huele del todo pero diría que es un león.

                — Según Sasori sí que lo es. Mi padre cree que es mejor ayudarle a pasar el cambio en un lugar como este al tener tanta diversidad de cambiaformas. —sabía que estaba mintiendo a una Alfa pero era por orden de su alfa, así que no quedaba de otra.

                — No sabría decirte que beneficiosos puede haber en una diversidad contra la nuestra en el cambio de un felino, pero aquí es bienvenido.

                Gaara se acerca a Sai que miraba la sala con detenimiento, con sus papeles ventana grande y aquel panel de aire acondicionado que podía servir de escape.  Cuando notó que las miradas se dirigían hacia él les sonrió.

                — Sai esta es la alfa Kushina —Sai se iba a acercar pero de repente sintió que no debía acercarse mucho a ella, volvió a mirar de reojo la puerta y el conducto de aire— No te preocupes Sai, lo que sientes es la esencia de un Alfa. Tienes que agachar y mostrarle tu cuello ante ella.

                — ¿Me va a morder? —preguntó sin moverse del sitio.

                — Oh, no… eso lo dejo a tu pareja —rio Kushina. Paró de reír cuando el chico se acercó a ella e hizo lo que le indicó Gaara. Ella le tocó el hombro para que se pusiera en pie.

                Sai al verla de nuevo siguió sintiendo la urgencia de alejarse pero al estar a la misma altura que Gaara y ver que este no la temía decidió ignorar su temor.

                — Alfa dijo algo sobre las parejas. ¿Qué es eso? ¿Es algo que hacen todos las cambiaformas?

                — Ohm… de verdad pareces un cachorro ¿Cuántos años tienes?

                — Hace poco cumplí los 25.

                — Que joven eres. Me gustaría explicártelo pero soy muy mala explicando esto temas. El profesor de los cachorros seguro que lo hará. Se llama Iruka, él también te enseñará como son los olores de los cambiaformas y sobre la historia de nuestro mundo. Así que te quedarás una temporada después de tu cambio para que puedas dominarlo.

                Sai asintió con la cabeza e hizo su particular sonrisa. Por su mente pasaba si Gaara se quedaría durante ese tiempo o solo le enseñaría a pasar el cambio. Esperaba que no, solo había hecho 10 dibujos de él desde que lo conoció ese mismo día.

                — Mandaré llamar a mi hijo mayor para que os diga donde tenéis que dormir.— Ambos asintieron

 

 

 

                Naruto estaba muy a gusto entre los brazos de Sasuke, este le abrazaba mientras le acariciaba el cabello.

                — Naruto ya sé que estás despierto, vamos a desayunar —le dijo Sasuke desde su costado.

                — No quiero, me gusta estar así contigo —se acercó más a Sasuke y movió su cabeza para que continuara acariciándolo.

                — ¿No me habías dicho que querías despertarte pronto? —A Sasuke tampoco le importaba estar así un rato más pero le gustaba hacerse el duro.

                — ¡Es verdad! —Naruto salta de la cama— ¡Vamos Sasuke quiero presentarte a alguien! Se dirige al baño para ducharse. A Sasuke le extrañó ya que a él le gustaba que su olor estuviera por su cuerpo para saber quién era su pareja. Se puso de pie y se dirigió a la ducha.

 

                Para su sorpresa no hicieron nada en la ducha salvo besos y caricias, salieron rápido para dirigirse hacia el despacho de la alfa. Eso le extrañó más aún, Naruto era quien decía que la comida más importante del día y para nada se debía de saltar. Por su mente pasó que tan importante era esa persona para quitarle tanta atención.

                Del despacho de la alfa salieron dos personas escoltadas por Kakashi, el hermano mayor de Naruto.          Gaara enseguida se dio cuenta de la presencia de Naruto, claro que porque este prácticamente estaba corriendo estirando a Sasuke con él.

                Sai por primera vez una expresión diferente en el pelirrojo, sus ojos parecían brillar y una sonrisa se dibujaba en su rostro. Le encantó eso, quería plasmarlo y que sea suyo, solo suya la imagen. Sai se fijó el porqué de aquella actitud y vio a un chico rubio y a su lado a un chico de cabello moreno.

                Se giró a ver de nuevo a Gaara para coger muestras y después dibujarlas pero ya no estaba la sonrisa ahora había una expresión de rabia.

                — ¡Gaa- —Naruto se quedó a medias porque Gaara había salido disparado contra Sasuke. El moreno le dio tiempo a ver el ataque y lo bloqueó.

                Naruto enseguida se dirigió a defender a Sasuke, no quería hacer daño a su amigo así que simplemente se puso entre ellos.

                — ¿Qué hace aquí un cuervo? No quiero dudar del criterio de la alfa pero los cuervos no son de fiar.

                — Él sí —Naruto se ponía en posición de defensa para ambas partes porque Sasuke también quería darle un golpe al pelirrojo por haberle atacado.

                — ¿Por qué es de fiar? —Gaara miraba desafiante a Sasuke.

                — Porque es mi pareja. 

Notas finales:

Yuhu, el siguiente capítulo, un poquito más largo que el primero. Voy cogiendo ritmo ^^

 

2/47 (es el contador de días que subo durante el verano)

Hasta mañana :D


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