Cómo lo venía haciendo hace cuatro años, Seijuro con su porte bastante elegante se sentó en una de las tantas mesas, un muchacho de cabello negro "Himuro Tatsuya", según su placa se acercó hasta él para hacerle el pedido
-Hola, Akashi - Saludó cortésmente, el heterocromático solo reverenció su cabeza, sin decir palabra -¿Lo de siempre? -Simplemente asintió
Al cabo de un rato se acercó hasta él, "Kotaro Hayama", quien le daba su pedido -Gracias -Susurró comenzando a desayunar.
La mañana suya era de esa manera, desayunar en "The Coffee Palace", comprar el diario, ir a su empresa y firmar y firmar papeles. Eso era su vida, y no le desagradaba solo que a veces le aburría.
Al cabo de una hora y media, se levantó de su silla y fue directo a la caja donde una linda chica pelirosa lo esperaba sonriente
-Espero que le haya gustado -Le entregó su boleta y se dio cuenta que detrás estaba escrito
-Oye ¿Qué es esto? -La pelirosa sonrió aún más y le hizo señas para que se acercara a su oído
-Es un anónimo -Una risilla salió de sus labios y Seijuro simplemente asintió saliendo del lugar
Cuando llegó a su oficina, metió la mano en su bolsillo sacando sus llaves y entre ellas estaba la boleta, curioso la tomó y sentándose en su sillón comenzó a leerla
"Hoy has elegido, un café americano y una medialuna. Pareces sencillo. Me gustas"
Como extraña vez pasaba, una sonrisa se posó en los labios del pequeño. Pensó que quizá esa era una manera de atraer clientes o algo así, pero de pronto las palabras de la cajera llegó a su mente "Es una anónimo", okay ... quizá al alguien realmente le gustaba
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Al otro día nuevamente entró por el local y todos los empleados lo miraron sonriente, se sintió algo avergonzado pero nunca lo demostró.
Esta vez, como hacía mucho frío, decidió pedir chocolate caliente y unas tostadas. Habría disfrutado mucho más pero aún se sentía nervioso.
Cuando terminó su desayuno, al pasar por la caja la mismas pelirosa le entregó el boleto con una sonrisa de lo más escalofriante. La nueva nota decía:
"Hoy has pedido chocolate. Me gusta mucho el chocolate, es decir, todos los dulces. Pero, creo que en los días mas fríos es más sabroso el chocolate ¿Verdad?. Espero que hoy la pases lindo y no te resfríes. "
Miró a la pelirosa y sin quererlo una nueva sonrisa salió de sus labios. Últimamente estaba sonriendo más de lo normal.
Realmente le estaba gustando ir a esa cafetería, y no solo por el hecho del café.
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Su mañana no había sido la mejor esta vez, había tenido una pelea con su padre y además de por sí, se había levantado malhumorado.
Cuando llegó a la cafetería simplemente pidió un café y se sorprendió cuando "Kiyoshi Teppei", llegó no solo con el café sino que también con unas galletitas de fresa
-Disculpa -Llamó al pelicastaño -Yo no pedí las galletas -El pelicastaño solo lo miró sonriente
-Ha sido un humilde regalo, acéptalo
Rápidamente las mejillas de Akashi se colorearon y asintió levemente, mirando por el lugar haber si encontraba una persona "sospechosa", pero no encontró a nadie.
Cuando terminó su desayuno, esta vez la pelirosa le dio un boleto con otro paquete de galletitas que tenía una hoja pegada
"Te he notado triste esta vez, por eso te he dado ambos paquetes.e gustan las galletitas de fresa y creí que a ti también. Acéptalas y sonríe, tienes una hermosa sonrisa".
-Puedes responderle ¿Sabes? -Akashi la miró y ella asintió -El anónimo espera ansiado tu respuesta -Seijuro asintió despidiéndose
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Al entrar a la cafetería, lo primero que hizo fue dejarle a la linda cajera un papel -Dile que es mi respuesta
Sin más, nuevamente se sentó pensando si lo que había puesto estaba bien:
"Gracias por los paquetes, realmente me han alegrado el día. Muchas Gracias. Pero ¿Sabes?, me gustaría verte también, se que tú sabes como es mi aspecto, pero yo ni siquiera te he visto, creo que es algo injusto."
Sin más, al terminar su desayuno, salió del local con un boleto en la mano que decía:
"Por la galletas, debes saber que no importa, no ha sido nada. Sólo fue un regalo para tí, hago lo que creo que es bueno y si eso te hace sentir mejor y de esa manera mostrarás tú hermosa sonrisa. Esta bien, me gastaré todo mi sueldo en galletas para tí. Sonríe más, eres hermoso"
Sus mejillas se colorearon y rápidamente sacó su lapícera y le pidió a la pelirosa un papel para escribir
"Mi nombres es Akashi Seijuro, gracias por todo"
Sin más, salió del local directo a su trabajo, llegaba algo atrasado.
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-Tú chico te ha dejado esto -La pelirosa se lo entregó al pelilila, que estaba horneando en la cocina unos muffies -Supongo que te haya dado su nombre es un avance ¿Verdad?.
El alto tomó un papel y sonriendo escribió su nombre. Luego miró a la chica y esta asintió tomando el papel para luego irse
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Al siguiente día la cafetería estaba repleta de gente y Seijuro no pudo desayunar allí, así que solo pasó mirando por la vidriera y la chica pelirosa al verlo lo llamó, cuando éste entró le dio un papel color violeta que decía "El mío es Murasakibara Atsushi", sonrió mirando a la chica
-Gracias, éste es mi número, dáselo -La pelirosa aplaudió emocionada y apuntó el teléfono de éste
Cuando la cafetería se cerró la pelirosa le entregó el papel y el cocinero sonrió.
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Al siguiente día cuando Seijuro se sentó en su lugar Himuro le dejó un papel que decía "¿Me has dejado tú número? y él solo respondió: "Creo que somos amigos, puedes ser cortés y pasarme el tuyo ¿Verdad?" y cuando Himuro volvió por segunda vez, allí escrito en el papel, había un número telefónico, entonces sonrió y lo anotó en su celular.
Durante la tarde, tomó su celular y decidió enviar el primer mensaje
Akashi: Hola, anónimo
Murasakibara: Jajaja, ¿Que tal?
Akashi: Bien, gracias por preguntar ¿Y tú?
Murasakibara: Bien, bien
Murasakibara: ¿Qué hacías?
Akashi: Estoy firmando unos papeles
Murasakibara: Oh! Lo siento!
Akashi: No interesa, no es importante.
Akashi: Quiero verte.
Murasakibara: Uyy! Pero que directo xD. Pero lo siento, no creo que pueda ser posible
Akashi: ¿Por qué?
Murasakibara: La magia se terminaría si aparezco
Akashi: Eso es de muy película de Disney ¿No te parece?
Murasakibara: Quizá...
Murasakibara: Pero prefiero mantenerme apun en anónimo
Akashi: Esta bien, debo irme. Adiós
Murasakibara: Adiós, Aka-chin...
Al leer el último mensaje las mejillas de Seijuro se colorearon al ver el diminutivo con el que el anónimo se dirigía a él.
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Murasakibara miraba la ventana y una sonrisa estaba en sus labios ¿Debía ilusionarse con Seijuro. No quería salir lastimado nuevamente, pero realmente ese pequeño lo tenía loco y aún no quería mostrarse por miedo, prefería esperar aún mas tiempo, en sí hasta que tomen la suficiente confianza.
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Dos largos meses habían pasado y Seijuro ya no lo aguantaba más, quería verlo, quería escuchar su voz, decirle que le gustaba y muchísimas cosas más..
Había intentado llamarle millones de veces y éste siempre se enojaba cunado lo hacía y no entendía. Pero hoy todo terminaría.
Entró a la cafetería como cada mañana y fue directamente hasta al pelirosa y le entregó un papel, esta al leerlo abrió los ojos impactada y Seijuro sin más la miró y se retiró el lugar.
La pelirosa corrió directamente hasta la cocina y calladamente le entregó al cocinero el papel
-Ha dejado esto para ti -El pelilila sonriendo tomo el papel, pero la sonrisa rápidamente se fue
"Lo siento, no podemos hablarnos más. Espero lo entiendas, pero no estaré en comunicación con alguien que no se deja ver. Esta será la última carta que te mandaré y lamento decirte que es una despedida. No volverás a verme, Atsushi"
Los ojos del pelila se llenaron de lágrimas y la pelirosa tomó sus manos para apretarlas
-Debes dejarte ver, Atsushi -Este negaba rotundamente, no quería, tenía miedo
-Se que tienes miedo pero no puedes vivir toda tu vida escondido, Atsushi estás dejando atrás aun hermoso chico y a un hermoso futuro -La pelirosa acarició sus manos -Piénsalo y mandale un mensaje ¿Mmm? -El pelilila asintió lentamente mientras las lágrimas caían unas tras otras
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Cuando llegó a su casa, tomó su celular y suspiró dos veces antes de mandar un Whatsapp
Murasakibara: He leído tu nota
...
Murasakibara: Se que he sido algo egoísta, pero si quieres verme debes saber algo antes
Akashi: Soy todo oídos
Murasakibara: Cuando tenía once años, con mi familia salíamos de vacaciones a la casa de mis tíos que viven cerca del mar. Papá había trabajado muchísimo y estaba sin dormir. Cuando estábamos en la carretera papá sin quererlo se quedó dormido y como sabrás tuvimos un accidente. Mis padres y mis hermanos murieron, lamentablemente fui el único sobreviviente de aquella catástrofe
Akashi: Lo siento, yo no quería ....
Murasakibara: No, merecías entender la situación y te la estoy contando, Aún falta algo más
Akashi: ¿Qué ocurre?
Murasakibara: Soy mudo...
...
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Luego de escribir eso, Seijuro no respondió y Atsushi sonrió tristemente, toda su vida había sido discriminado por ser mudo. Había perdido muchos amigos y ahora perdía al amor de su vida. Por que sí, él cuando vio entrar por primera vez en la tienda a Seijuro quedó impregnado por tanta belleza personificada en una pequeñita persona. Su corazón latió desbocado y como si algo nuevo hubiera renacido decidió observarlo cada vez que iba. Luego de cuatro años y por insistencia de sus compañeros de trabajo tuvo la valentía de mandarle mensajes anónimos. Al principio no quería ver las expresiones del pequeño al leer cada mensaje suyo, pero luego al animarse y ver una hermosa sonrisa fue todo para él. Poco a poco se dio cuenta que estaba no solo enamorado sino que se había dado cuenta que el pequeño le había regresado las ganas de vivir.
Pero ahora, ahora sabía que éste se había espantado de él, quizá pensaba que era un fenómeno o algo por el estilo, y lo entendía, él también lo creía.
Atsushi miró una vez más su ultimo mensaje y lagrimas cayeron de sus ojos, sabía que haberle dicho eso, pero lamentablemente lo había escrito y no había vuelta
atrás.
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La pelirosa le sonrió pero luego se puso seria dándose cuenta del semblante de su amigo, así que rápidamente lo siguió hasta la oficina y encerró a ambos en e lugar.
-Oye ¿Que ocurre? -El gigante solo negó sentando con cuidado en la silla
-Se lo dije -Escribió en su ipad
-¿Que le dijiste? ¿A quien? -Preguntó acercandose
-Le dije a Aka-chin que era mudo -La pelirosa abrio la boca y con ambas manos la tapo, leyendo las palabras
-A-atsushi -Susurró -¿Y que te dijo?
-Nada -La rosa al ver la lagrimas de su amigo, rapidamente lo abrazo, mientras sentía los sollozos del otro
-Atsushi -Dijo separandose
-Estoy cansado de sufrir -Escribio -Se que hablar es algo muy importante y demás, pero estoy cansado de alejar a todos por esto. Primero mi familia, luego mis amigos y ahora él, la persona que me daba felicidad, se alejó de mí.
¿Sabes? ahora me doy cuenta, Suki-chin, me doy cuenta que la soledad me va a perseguir siempre -La pelirosa lloró al leer esas palabras, realmente su amigo estaba sufriendo
-Atsushi, e-eso no es v-verdad -Una vez más se acercó al alto y lo abrazó tan fuerte como pudo. Era la unica manera que encontraba de hacerle saber que no estaba solo, que ella tambien estaba alli, con él, acompañandolo, queriendolo; porque no solo era su amigo, era su hermano.
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A la semana siguiente Seijuro volvió al café. Y la pelirosa lo miró seriamente. Se acercó hasta ella y habló
-Necesito ver a Atsushi -Dijo directo como siempre
-Primero deberás hablar conmigo -La chica lo hizo pasar a un cuarto que era una oficina pequeña y ella se acercó hasta él pegándole una cachetada
-Eso por mandarle esa estúpida nota -Seijuro la miró reprobatoriamente pero controlandose, recordandose que era una chica.
-Quiero verlo, necesito verlo -Queria hacer notar su desespero
-Él sufrió muchisimo por tí, lloró muchisimo cuando no le respondiste el mensaje, no sabes como lloró -Seijuro abrió los ojos -No quiero que lo ilusiones, realmente está enamorado de tí y si quieres verlo para dejarlo prefiero que no lo hagas
-YO TAMBIEN LO QUIERO ¿SABES? NO ME INTERESA SI ES MUDO, LE FALTA UN OJO O UN PIE -Gritó exasperado, sorprendiendo a la chica -LO AMO TAMBIEN ¿ENTIENDES? QUIERO VERLO MALDITA SEA! -Su ojo de emperador había salido a la luz y la chica se aterró asintiendo
-E-esta es su direccion -Le entregó un papel que rapidamente había escrito
-Gracias -Le sonrió palmeandole la cabeza
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Habías llegado a la amplia casa y nervioso, decidió golpear la puerta... Nadie le atendio. Asi que tomó el papel que le había la amiga pelirosa y lo abrió, allí había una llave
Con cuidado la tomó y con ella abrió la puerta frente a él. Era una casa bastante linda, pequeña pero muy, muy acogedora.
-Atsushi ... -Llamó pero como anteriormente, nadie le contestó.
Sin querer esperar más subió las escaleras y entró en una de las habitaciones, notando que solo era un baño. Siguio caminando y al abrir la siguiente lo vio, estaba allí durmiendo mientras abrazaba un pollito rojo con una paleta sin abrir.
Sonrio ante tan tierna vista y en sumo silencio se acercó al pelilila para sacar dos o quiza tres mechones que estaban en su rostro, rió suavemente al ver la mueca de molestia de Murasakibara al sentir sus fríos dedos.
-Atsushi -Susurró intentando despertarlo, pero este solo se arropó aún más
-Atsushi -Dijo más fuerte, palmeandole el rostro, el alto abrió lentamente los ojos y se asustó al ver el rostro frente a él
-A-aka-chin? -Pensó creyendo que estaba soñando
-Soy yo, Atsushi. soy Seijuro -El pequeño pelirojo se sentó en la cama mirando al aterrado y confundido pelilila, quien ya había tomado su celular que estaba en la mesita
-"¿Qué haces aquí?" -Seijuro leyó aquello y sonrió mientras rápidamente sus mejillas se coloreaban
¿Cómo debía decirle que lo amaba? ¿Debía decirle y besarlo? ¿O solo darle algunas pistas?
-He venido porque me dijeron que te has sentido algo -Se quedó callado por un momento -Triste, decaído
El pelilila solo bajó la cabeza y escribió "-Estoy bien"
-Atsushi ¿Me quieres? -Preguntó directamente, provocando que Murasakibara lo mirara con los ojos abiertos
Él más alto ya había comenzado a temblar ¿Cómo debería responder a eso? ¿Simplemente con la verdad o mentirle y dejarlo ir?
"-Me gusta Aka-chin, lo amo" -Decidido escribió, solo cerró los ojos esperando lo peor
Al leer eso, el corazón de Akashi saltó emocionado y su pecho comenzó a encojerse ¡Dios Santo!
Mura abrió enormemente sus ojos cuando sintió unos labios posarse suavemente sobre los suyos ¿Lo estaba besando? ¡Jesús, sí, lo estaba besando!.
Rápidamente Akashi se alejó y lo miró con las mejillas sonrosadas -Perdona por ese beso tan pobre, no se besar -Atsushi mostró su sonrisa y dejando su celular en la mesita, tomó la mano de Akashi, y lo acostó junto a él, en su pecho.
-Te amo, Atsushi -Susurró Seijuro sintiendo como el corazón del alto se aceleraba más de lo normal
-Tambien te amo -Se sobresaltó al escuchar aquella voz
-¿Atsushi? -Sus ojos se lagrimearon al escuchar aquella voz, ronca y grave pero a la vez algo aniñada
El pelilila corrió la mirada con las mejillas aún más rojas y Seijuro sonrió abrazandolo
-Practicaremos para que puedas decir más palabras -Atsushi asintió acobijando la pequeño entre sus brazos.
Murasakibara Atsushi, sabía que Akashi Seijuro era para él y con esfuerzo lo había logrado. Ahora era sólo su Aka-chin!
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