Estaba cansado de eso no le cabía la menor duda , llevaba en la panadería desde las seis de la mañana tan solo había dormido tres horas y solo por andar buscando o tratando de toparse con algún ser. Su madre lo reprendía cada que se equivocaba con los pedidos de los clientes y eso en verdad era muy extraño en el chiquillo hiperactivo.
-Jeon Jungkook eres igual que tu padre de distraído si sigues así no te daré la paga de esta semana- Grito la señora desde la parte en donde se situaban los hornos.
-por decima vez madre lo siento es solo que no dormí bien.
-Eso te pasa por querer andar buscando hadas en la noche ya te dije que ellas no salen si alguien anda merodeando los alrededores- Hablo su madre saliendo por las puertas de madera- Además ellas son muy tímidas déjalas en paz.
Si el chico tenia un cierto amor por las hadas de pequeño se había topado con una hermosa hada del tamaño de una hoja de árbol, en verdad era hermosa su cabello largo y rosa, su piel tan blanca que parecía un copo de nieve -Solo quiero volver a verla es lo único que pido mamá.
Su madre suspiro en derrota nunca le quitaría esa idea a su único hijo -Bien, esta bien pero no vuelvas a llegar tan tarde a casa tu padre y yo nos preocupamos cuando no llegas a la hora acordada, ya puedes irte a tus excursiones- Hablo su madre moviendo una mano en forma de quererlo correr.
-Enserio- Exclamo el muchacho alegre -Te amo te veo cuando el sol caiga en las montañas- El chico agarro un especie de morral para después salir corriendo de la panadería.
Corrió hasta llegar a la herrería de su padre encontrándose con el hombre terminando de forjar una espada de doble filo -Padre iré al bosque necesitas que te traiga algo- El hombre dejo la espada en un pequeño poso de agua.
-Si necesito que me traigas las mismas piedras que la vez pasa, las que encontraste por el lago- El chico asintió dándole una sonrisa a su padre y salir corriendo rumbo a la entrada del pueblo.
Jungkook llego al mismo lugar de siempre en busca de su hada -Se que estas en algún lugar y te diré lo mismo de siempre no me iré vendré todos los días si es necesario! -Hablo el muchacho mirando a los alrededores.
De repente un movimiento en las flores hizo que el muchacho se volteara abruptamente yendo directo hacia ellas. Vio como una pequeña personita salía de entre las flores. La pequeña aleteo hasta quedar en frente del rostro del pelinegro.
-Deberías de dejar de ser tan ruidoso mi padre dijo que ya te diera el gusto de volverme a ver pero es divertido jugar contigo- Hablo la hada dejando al muchacho con la boca abierta, su voz no era chillona ni tampoco tintineaba o las mil formas en que sonaría su voz.
-Pu... puedes hablar- tartamudeo viéndola fijamente -Como te llamas. Que edad tienes- Si estaba totalmente fascinado con la pequeña mujercita volando enfrente de su rostro.
-Me llamo Rous y créeme tengo doscientos años y tu como te llamas y que edad tienes- La hada se sentó en una piedra haciendo que el chico se sentara en el pasto.
-Me llamo Jungkook y tengo 18 años- Aun seguía viendo a la pequeña criatura frente de el -Oye tengo que ir al lago a tomar algunas cosas- Hablo levantándose y sacudiendo la tierra pegada en su pantalón.
-Entonces te acompañare.
Jungkook caminaba con la hada sentada en su cabeza hablándole de cosas que al chico le llamaban la atención. Los dos comenzaron a buscar las piedras, la hada las buscaba en la horilla del río mientras que el joven las buscaba adentrándose al lago. Algunas veces la mujercita le gritaba o eso decía ella ya que el joven lo escuchaba como un murmullo cuando le decía que había encontrado una piedra de las que buscaban.
-¡JungKook!- Grito la hada con mucha fuerza.
-¡Rous!- Ya no estaba en donde la había dejado sentada. Comenzó a buscarla por todos lados, cuando a lo lejos vio a un chico tratando de meter la mano en un agujero de un árbol viejo, volvió a escuchar a Rous gritar y viendo que la vocecita se escuchaba dentro del árbol -¡Que haces! Le vas a hacer daño- Jungkook corrió hasta el desconocido quitándolo de un tirón del hueco del roble hablándole a Rous para que se escondiera entre sus cabellos negros y largos.
-Yo la encontré así que dame a esa hada- Hablo el chico acercándose al muchacho.
-Rous no es de nadie así que déjala en paz- Jungkook vio que el chico pálido frente a el era más bajito, pero sus ojos gatunos le daban un poco de temor -Tu no eres de por aquí.
-Rous enserio- Sonrió viendo al chico -Y no, no soy de aquí vengo de muy lejos así que no me causes problemas y entrégamela- Alzo una mano extendiendo su palma al frente del joven de cabellos negros.
-Eh dicho que no, Rous es mejor que te vayas- Le hablo a la chica en su cabeza haciendo que esta volara rápidamente y le gritara un te veré pronto.
El de cabellos blancos suspiro con frustración -Sabes que me acabas de hacer perder dinero y tend....
-No me importa todos los que viven cerca del bosque saben que las criaturas de estos alrededores no pueden ser cazadas es delito -hablo el niño con indignación- Adiós, Señor.
Jungkook camino hasta llegar a la entrada del pueblo, llegando a dejarle las piedras a su padre e ir de nuevo con su madre a la panadería.
-Pensé que regresarías por la noche- Le hablo su madre sorprendida al ver a su hijo entrar y colocarle un tipo mandil.
-Conocí a Rous la hada y le traje las piedras a mi padre ya no tengo por que ir al bosque en estos momentos aclaro madre mañana iré de nuevo- La señora se había alegro de escuchar a su hijo decirle que había conocido por fin al hada.
La campanilla del establecimiento sonó dejándole saber a las dos personas de dentro que había llegado un cliente.
-Tu!- exclamo rápidamente el joven que acababa de entrar -Que haces aquí?
-Que te importa, que quieres- Jungkook rodo los ojos con fastidio al saber quien era el cliente.
-Jungkook que es esa manera de hablar- La madre lo regaño dándole un golpe suave en la nuca del muchacho -Lo siento joven que deseas llevar- Le hablo al chico que reía por el acto de la madre del chiquillo.
-No se preocupe- movió la mano quitándole importancia al asunto- Podría darme tres piezas de pan y otras seis de pan con azúcar y cacao.
-Claro que si en un momento se las entrego- La señora entro por las puertas que llevaban hasta la concina en donde se encontraba toda su mercancía.
El desconocido veía con sorna al chico detrás de la barra, se estaba burlado del muchacho tan descaradamente que a Jungkook le hervía la sangre del coraje al ver la estúpida sonrisa del otro. Trato de ignorarlo haciendo sus labores como limpiar las bandejas, acomodar los frascos de frutas en almíbar en las estanterías y muchas cosas más. Aun sentía como la mirada del otro lo seguía a cada lado que iba y eso en verdad que lo estaba sacando de quicio.
-Podrías dejar de verme es frustrante- Hablo el chico tirando el trapo en la barra viendo directamente a los ojos gatunos del otro.
-Aww Jungkookie esta enojado- hablaba burlonamente haciendo un puchero fingido.
-No me digas así vil igualado- Espeto el chico indignado.
El chico de cabellos blancos se acerco hasta la barra sin quitarle la mirada al chico -Bien me llamo Yoongi pero cuando las personas me caen bien les doy el privilegio de llamarme Suga, así que llámame Suga- Suga le sonrió dándole al chiquillo una de sus pocas sonrisas sinceras.
-Pues tu a mi no me caes bien- Cruzo sus brazos en su pecho viendo aun al chico frente a el con fastidio.
-Pues tu a mi si me caes bien así que....
-Aquí esta su pedido joven- Salió la mujer con una bolsa del pan interrumpiendo al mayor.
-Muchas gracias que tenga buen día señora- Le sonrió a la mujer -Fue un gusto volverte a ver Jungkook- Y tras decir esas palabras salió de la panadería.
Jungkook siguió haciendo su trabajo después de que Suga se fuera. Cuando por fin termino de acomodar todo le ayudo a su madre a recoger todo lo de la concina y preparar los materiales que se usarían al día siguiente, tomo las cosas que su madre se llevaría a casa y espero a que cerrara la panadería. Caminaron hasta llegar con su padre que ya los estaba esperando fuera de la herrería.
Después de ya haber llegado a casa Jungkook fue a su habitación tomando algunas ropas, un Jabón y algo con que secarse -Regreso en un rato iré a bañarme a la laguna de aquí atrás- Les hablo a sus padres que estaban sentados a la mesa tomando te de hiervas con pan.
-No tardes mucho que ya es tarde el sol ya esta bajo las montañas- Le advirtió su padre y el chico asintió para después salir de la casa yendo hasta la laguna que solo se encontraba a unos cuantos metros de su casa.
Dejo todas sus cosas en la enorme piedra de siempre quitándose las prendas y adentrándose a la laguna el agua estaba tibia ya que en todo el día le pegaba el sol haciendo que el agua estuviera a la temperatura perfecta para Jungkook. Dejo que sus pensamientos volaran, que su mente se quedara en blanco disfrutando como el agua bailaba por su cuerpo, como la suave agua lo invadía regalándole total tranquilidad y relajación. Cuando el sol caía en las montañas las personas ya no iban a la laguna haciendo que el lugar dejara un silencio agradable.
Estaba tan inmerso en su mente que nunca se dio cuenta cuando un chico de piel pálida cabellos blancos como la nieve y con ojos gatunos lo observaba desde arriba de un árbol. Yoongi había visto como el muchacho se desvestía contemplando esa hermosa piel semi morena, como en su espalda se le notaban leves músculos y esos redondos y perfectos glúteos que hicieron que se relambiera los labios el chico esta como quería, lastima que era demasiado enojón pero el podía hacer una excepción y meterse en medio de esas perfectas piernas.
Decido bajar del árbol y adentrarse al agua junto con el chico y si se podía jugar un rato con la inocencia del otro. Se quito todo y sin hacer ruido llego hasta el menor tapándole la boca antes de que gritara y alarmara al alguien que estuviera cerca. Jungkook trataba de alejarse del cuerpo desconocido detrás de el estaba asustado.
-sshh hagamos un trato yo te descubro la boca y tu no gritas trato- Le hablo el mayor en el oído haciendo que a este se le erizara la piel. Asintió frenéticamente sintiendo como el pálido quitaba su mano de su boca pero sin quitar la otra de su cuerpo.
-Suéltame, que quieres?
Paso sus brazos por la cadera del chiquillo acercándolo a su cuerpo sintiendo como las nalgas del mencionado quedaban pegadas a su miembro -Jugar, solo quiero jugar un rato niño.
Jungkook sintió como una de las manos de Yoongi empezaba a pasearse por todo su abdomen haciendo que sin querer soltada todo el aire de sus pulmones haciendo que sonara como un gemido y eso hizo que le diera vergüenza, su cara se puso totalmente roja por su estupidez - Yo... yo no quiero jugar así que mejor suéltame antes de que te pat....
-Que me patees el que, el culo eso seria excitante niño- Yoongi no dejaba de susurrar todo en el oído del chico haciendo que este suspirara y cerrara los ojos
Jungkook se decía a si mismo que era culpa de su edad, su padre le había hablado de que llegaba un punto en donde todo le iba a excitar si ellos habían hablado de ese tema, pero quitando eso en estos momentos le estaba pasando lo que tanto le había dado curiosidad. Su mente le decía que se quitara del lado del hombre tras de el pero su cuerpo, su cuerpo le decía muchas cosas y pareciera que poco a poco su mente y cuerpo se estaban poniendo de acuerdo, quería voltearse y comerse el cuello pálido del chico, quería escucharlo gemir el quería muchas cosas en ese momento.
-Dime niño quieres jugar un rato- Le hablo el mayor aun susurrándole en el oído masajeándole el abdomen con su mano derecha.
-Que parte del juego jugaremos- Hablo el chiquillo en un susurro con la voz ronca provocando que ahora la piel del mayor se erizara. No pensó que el menor aceptara su juego tan fácil mente.
-Que te parece si dejamos todo lo de los besos y las caricias de lado y nos vamos directo al sexo- Tomo a jungkook de los brazos volteándolo quedándose ambos frente a frente.
-Acepto- Y antes de que se diera cuenta el mayor ya se encontraba caminado delante de el llevándolo a algún lugar.
Lo dejo caer en el hierva abriendo sus piernas y colocándose entre ellas.