Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cambiando la vita in una notte por Ayumi Kuran

[Reviews - 31]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola a todos y todas! Os agradezco mucho a todos los que leyeron mi fic y dejaron un mensaje, también se lo doy a los que dedicaron un poco de tiempo a leerlo.

Hoy os traigo el nuevo capitulo y como no os quiero molestar más os dejo leer aunque espero veros en los comentarios finales.

Poco a poco la conciencia fue llegando hasta él, intento abrir los ojos pero estos le pesaban demasiado como para poder lograrlo. Pasaron unos minutos hasta que fue capaz de poder abrir los ojos, encontrándose con una habitación completamente inundada por los rayos del sol. Se movió un poco y sintió como su cuello crujía resentido por la mala postura en la que paso quién sabe cuánto tiempo. Apoyo sus manos en la pared y se levanto con cuidado mientras la sabana se deslizaba por su cuerpo hasta que él quedo en pie, completamente desnudo, preguntándose por qué estaba en ese estado.

Estaba por empezar a caminar cuando todos los recuerdos de lo que paso desde es mañana llegaron a su mente. El misterioso castaño que se había convertido en su marido, encontrarse desnudo junto la otra persona que se había colado en su vida y no sabía quién era, su… posible embarazo.

Al igual que antes el pánico le volvía a inundar pero ahora estaba más “sereno” y no en shock y negación, tenía que pensar en lo que iba hacer. Según el estado en el que estaba en la mañana no dudaba que lo habían hecho estando borrachos y sin conocimiento por lo que si encontraba a su marido solo tendrían que ponerse de acuerdo para arreglar los papeles del divorcio y separarse, no creía que el otro quisiera estar casado con él. Con ello resolvía un problema, ahora solo quedaba decidir qué haría si estaba embarazado. Esto era más difícil ya que si lo estaba no sabía cómo decírselo al padre o si quiera si debía de hacerlo, tampoco sabía cómo haría para mantenerlo ya que Harvys se llevaba casi todo el dinero que ganaba y el que tenía ahorrado no le llegaría para nada sin embargo se negaba llegar a pedirle dinero al padre, su orgullo no se lo permitiría.

Mientras pensaba en todo esto se dirigía al baño para darse una relajante ducha y arreglarse, pronto irían a su nuevo destino por lo que no podía tardarse. Lo bueno es que mientras llegaba podría pensar en quién era su marido.

Unos golpes en la puerta le avisaban que pronto saldrían y que se diera prisa, algo que hizo al momento. Con sus maletas en mano llegó hasta sus amigos, estaba nervioso pero tal vez si les contaba lo que le estaba ocurriendo ellos podrían ayudarlo aunque por desgracia no tuvo tiempo de hacerlo.

- Ciao McQueen.- Un castaño italiano que estaba más que sexi se acercaba con un porte elegante y una sensualidad que hacía suspirar a mujeres y hombres a su paso sin embargo el rubio uke solo fruncía el ceño con desagrado.- Francesco te va a conceder el increíble honor de ir con él de forma privada en el avión. Ya debes de ir agradeciéndole a Francesco, McQueen.

No tuvo tiempo de replicar (ni mandarlo al demonio preferiblemente) cuando ya estaba siendo arrastrado por el italiano y por más que lo insultará e intentará soltarse  de su agarre no lo lograba (en esos momentos odiaba ser más débil solo por su estado), con desesperación le mandaba una mirada que gritaba “¡AUXILIO!” a sus amigos pero estos solo se despedían del chico con la mano.

Con sus amigos

- ¿Creéis qué ha sido buena idea dejarlo solo con Bernaouly?

- Primero es Bernuolli no Bernaouly, Mate. Y segundo es seguro, el chico parecía muy nervioso y tal vez con Bernuolli se calme un rato.

- ¿Tú crees? Yo tengo la impresión de que solo se enfadará más.

- Mate eso solo es una tapadera o tómalo como una forma de llevarse bien.

- No lo creo. Estoy seguro de que NO se llevan bien.

- Pues yo te digo que sí. Cada persona es distinta y se lleva con los demás de manera diferente.

- Pero aún así a Rayo no le cae bien ese tipo.

- Mate ¿qué te pasa? Parece que odias a Bernuolli.

- ¿Qué dices? Tenemos que darnos prisa o no llegaremos a tiempo.

- ¡Mate!

Era tarde, Mate ya había entrado en el avión, rehuyendo a la pregunta.

Con McQueen

Estaba de brazos cruzados y con el ceño fruncido ignorando a su compañero y dedicándose a pensar en quién era su marido. No sabía por quién empezar y cómo, solo estaba seguro que Carla Velosso no lo era, no era mucha ayuda pero al menos era uno menos. Sin poder retenerlo un gemido de preocupación salió de su garganta. No sabía cómo hacerle frente a esta situación, lo intentaba pero a cada momento se sentía más preocupado y le costaba más, a tal punto que a veces sentía como algo lo asfixiaba y no podía respirar, sintiendo deseos de llorar y gritar con la esperanza que todo eso se alejara de él. Respiró hondo  con la intención de calmarse sin embargo parecía que su cuerpo tenía otros planes pues se dejo vencer por sus sentimientos. Las escurridizas lágrimas empezaron a escapar de la prisión que eran esas orbes azules, pronto el llanto se hizo imposible de contener y comenzó a dar señales de su existencia.

Unos fuertes brazos rodearon el cuerpo del menor y a pesar de saber que la persona que lo abrazaba era Francesco Bernuolli, su rival, no pudo evitar dejarse consolar por él, necesitaba ese consuelo más que nada y en este momento él era la única persona dispuesta a dárselo.

Se aferro a él como si fuera su salvavidas, como si su vida dependiera de ello y lloró, lloró como nunca antes lo había hecho, esperando poder desahogarse, que esos sentimientos que se encontraban ocultos en su interior que lo asfixiaban y mataban desaparecieran, que encontrará tan solo un motivo para no hundirse y poder encontrar la felicidad sin embargo por mucho que lo buscó no encontró nada. De repente sintió unas dulces caricias en su cabello y espalda, se pegó más al cuerpo contrario buscando el consuelo y la protección que tanto necesitaba. Su llanto se hizo más fuerte al sentir como las caricias seguían en él pero el agarre en su cuerpo se hacía más fuerte, poco a poco su llanto fue menguando hasta que ya solo perduraban unos hipidos que no podía retener. En ningún momento las caricias pararon al igual que nunca se separaron de ese agarre que lo protegía. La calma pronto llegó a él y con vergüenza se separó del otro mientras respiraba hondo intentando controlarse.

- Gracias.

Fue solo un susurro pero estaba lleno de significado. Era un gracias por estar con él en un momento muy difícil para el chico, un gracias por no dejarme solo, un gracias por darle un apoyo. Después de eso un silencio incomodo lleno el lugar pues McQueen se negaba a mirar al italiano mientras Francesco pensaba en lo que acababa de pasar hace solo unos segundos.

- So cosa succede a mio marito?

- ¿Qué significa eso?- La duda estaba impregnada en su pregunta y poco a poco la timidez que sentía por lo hecho hace poco estaba empezando a desaparecer.

Francesco lo miro y sin poder evitarlo su risa empezó a inundar el lugar ganándose a cambio el ceño fruncido de su compañero junto a un puchero lo que ocasiono que le hiciera todavía más gracia.

- Lo que he dicho significa…- Bernuolli hizo una parada dramática que solo aumento la curiosidad de su compañero logrando que olvide su enfado.- “¿Puedo saber lo que le pasa a mi esposo?”

McQueen giró bruscamente hacía el otro mirándolo con los ojos desorbitados, buscando alguna prueba que le demuestre que solo estaba bromeando pero al ver su expresión seria y una sonrisa mientras le mostraba su anillo que descansaba en su dedo anular, idéntico al que llevaba en su mano.

- No… No puede… ser.- Su voz temblaba mientras lo negaba, no era posible, NO PODÍA SER VERDAD.

Toda esperanza que poseía de que todo fuera mentira y una cruel broma se vio destrozado cuando le mostró un certificado en el que aparecía su nombre y firma junto al de Bernuolli, demostrando que estaban casados legal y oficialmente. Le estaban dando ganas de llorar pero debía controlarse para no parecer débil y patético (otra vez), además este era el momento ideal para decírselo, sí, debía hacerlo AHORA.

- ¿Eres mi marido?- Pregunto tembloroso mientras reunía todo el valor que podía.

- Sí.- Le dijo con una sonrisa de superioridad y sexi.

- De acuerdo.- Respiro hondo. Sabía que Bernuolli se estaba burlando de él a través de esa odiosa sonrisa.

- Bernuolli desde que descubrí que estaba casado he querido pedirle algo a mi marido.- Le dijo lo más despacio posible, no sabía por qué pero de esa manera lo hizo.

- Cos’è McQueen?

El mencionado lo veía de una manera que le decía  “¿Pero qué rayos está diciendo este?” Esto ocasiono que el italiano riera bastante alegre y pensando en enseñarle italiano a su esposo.

- ¿Qué es McQueen? Apuesto que Francesco lo sabe. Lo que tú deseas es una noche de bodas en la que te lleve a la gloria ¿cierto? No te preocupes que Francesco va hacer que disfrutes del sexo como nunca antes lo has hecho.

Un fuerte y potente sonrojo inundo las mejillas del rubio ante la descarada proposición del italiano. ¡¿Cómo podía hablar de ese tipo de cosas sin ningún tipo de vergüenza?! Definitivamente era un desvergonzado y no era el apropiado para él, no podían estar juntos y ahora estaba más seguro que nunca.

- No Bernuolli, era otra cosa.- Le dijo con el rubor aún en su rostro junto a su ceño fruncido.- Lo que quiero es el divorcio.

Un aplastante silencio inundo el lugar, ninguno de los dos decía nada y solo era interrumpido por el sonido de sus respiraciones. La tensión en el ambiente era tal que el dulce rubio estaba cada vez más nervioso, sobre todo al ver a su compañero que lo observaba intensamente mientras fruncía el ceño.

¿Había dicho algo malo? Era el pensamiento del inocente rubio.

- No.

- ¿No? ¿No a qué?- Pregunto Rayo desconcertado.

- No te daré el divorcio.

Eso lo sorprendió, sin saber que decir veía a su compañero sin entender nada.

Notas finales:

Espero que os haya gustado el capitulo. Aunque espero que no penseis que ya casi ha acabado solo porque McQueen ya sabe quien es su marido porque la historia comienza realmente ahora.

Hay algunos comentarios que todavía no he respondido porque todavía no he respondido pero hoy o como muy tarde mañana empezare a responder vuestros comentarios.

Me gustaria daros las gracias una vez más por darle una oportunidad a mi fic, espero veros pronto una vez más ¡Yanne!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).