Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Historias en Papel por En Yao

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Cap 2: La pequeña Demonio de mi corazón

 

Mi historia de vida es larga, pero sinceramente no vale la pena contarla, no creo que interese tampoco, al menos no más allá de este punto primordial.

Mi trabajo de escritor me tenía absorto en esos tiempos, los viajes que se alargaban y las caras que pasaban frente a mí  en aquel tiempo me parecían aburridas, tenía tanto de no ver nada nuevo aparte del mar de hormonas.

Pero ahora, justo en estos momentos, me causa cierta añoranza. Los extraño aunque no lo parezca, pero he de decir que aún no me encuentro preparado para un encuentro.

Deben de saber de ante mano, que toda criatura tiene derecho a la redención, yo nunca me considere digno de una, pero aun así mi eterna vida me la otorgo en brazos de este amor eterno.

Pero no nos desviemos del tema, debo de contarles primero la aventura que me llevo a explayarme con ustedes.

Como les dije, él llego a mi movido por un deseo, un deseo que no era propio, más bien, era el deseo de aquella chiquilla que amaba.

La odiaba tanto, nunca comprendí ese amor enfermo de su parte, nunca entendí porque ella actuaba así si en realidad no le amaba.

Pero está bien, las curiosidades los mueven como ya dije y ellos no eran la excepción de esa regla en su mundo mis hermosas criaturas.

Recuerdo haberlos visto en una de mis tantas firmas de libros, bueno, recordarlos no es precisamente la palabra adecuada, más bien, lo recuerdo a él.

Me encanto desde el primer momento que mis ojos se atrevieron a posarse en su figura, desde que como maldiciendo, lo recorrí con la mirada, ese porte, ese cuerpo delgado pero elegante, esos cabellos caoba de fragancia fresca y esos ojos serios borgoña que te invitan a que le poseas.

No falta decirles que estaba totalmente fascinado, junto a él, una jovencita prendada de su brazo, muy hermosa debo decir, pero ya la odiaba sin conocerla.

No les diré exactamente como terminamos hablando ese día, la verdad ni yo mismo lo recuerdo bien, estaba tan embriagado solo de verle que no recuerdo con exactitud todo lo que aconteció.

La jovencita era una versión femenina de él, su hermana, una mujer que al verla parecía dulce y propia, mas no era del todo verdad. De ella en cierta medida también me enamore, fue un amor mal hecho pero amor y ella me amo por lo que yo no pude amarla por completo.

Su nombre era Juri, el de él Haruka, los hermanos Kuran.

Les sorprende mis criaturas? Ho no! Esperen, sean pacientes, no, yo no soy familia de ellos en ningún aspecto, llevo su apellido en amor a lo que ellos representaron para mí.

Tranquilos mis adefesios humanos! Ya les explicare el porqué de portar este apellido, aun no es relevante que se enteren, ni tiene la importancia debida aun.

Lo que si he de decirles es que a ambos Kuran los ame, a los dos los ame más que a mi propia existencia pero a ambos de manera diferente.

Y ellos, ellos me amaron a su forma particular, si mi actual redención no existiera creería que él amor esta creado solo para causar dolor.

Al menos sé que muchos de ustedes así lo piensan.

Como les decía. Luego de una charla amena con aquellos dos hermanos obtuve ciertas conclusiones, que para mi bien o no, eran todo menos herradas, la joven dama me adoraba y por ende su joven hermano me odiaba.

En aquellos momentos me causaba cierta satisfacción retorcida, porque, lo sepan o no, ustedes criaturas son la cosa más rara, pueden amar pero no hay nada más fuerte que odiar para ustedes.

Gastan más su tiempo pensando en aquello que odian que en aquello que aman, ¿Qué quiero decir con esto? Que, en dado caso, aquel hermoso joven pensaba más en mí que lo que lo hacia su delicada hermana y eso, para mí, ya era una ganancia muy grande.

Valdrá decirles que quede en contacto con aquella hermosa jovencita, la frecuente muchas veces y fue ahí donde también la ame.

Pero no nos adelantemos. Lo cierto es que él fue movido por el deseo de su hermana, ella me admiraba y él debía servir de intermediario de la damita para que yo aceptara frecuentarles.

Aún recuerdo que siempre comenzaba con todo el aplomo y diplomacia, terminando a los gritos por mis constantes insinuaciones hacia su persona, pero siempre regresaba, él sabía que lo haría y yo también.

Él regresaría a casa comunicándole mi negativa a su hermana y yo sabía que tras una cara de tristeza de aquella criatura el regresaría hacia mí.

Pero, nada en la vida de ustedes puede ser para siempre, así que, luego de un tiempo, acepte la invitación de aquella dama.

Era joven y hermosa, basta decir que era muy lista y astuta, tras esa dulzura y amor se encontraba una criatura fascinante y me prende de ella.

La amaba no por lo que dejaba ver a la sociedad, a su hermano, a todos. La ame por lo que me permitió ver a mí, porque me dejo ver a su ser imperfecto y ruin, la ame como nunca ame a otra mujer en la vida.

Y para ser sincero nunca conocí a otra dama igual.

Me encantaba con el simple hecho de decir mi nombre, un nombre que en realidad me dio ella, “Rido”

A un, a este tiempo, no recuerdo como me llamaba antes de ese nombre, Rido fue un nombre de amor dado por ella, Rido fue el nombre que tome por ella y después de ella.

Luego de muchas visitas, que la mayoría solía su hermano supervisar, me di cuenta de su encantadora manera de manipular y al mismo tiempo me di cuenta que sentía celos.

La amaba pero era mi competencia de igual manera y eso, aunque yo no lo deseara, me hacía odiarla.

Su hermano, el galante Haruka Kuran, la amaba, la amaba no como un hermano ama a su querida hermana, no, él la amaba como ama un hombre a una mujer, con él deseo ferviente de adorarla y poseerla.

Ella lo sabía y se aprovechaba de ello cuanto podía, un ejemplo eran mis constantes visitas aun a costa de los celos de su hermano.

Y yo no podía más que aprovecharme de hacerle sentir que se la arrebataría, porque si, de ser preciso lo haría, después de todo ella me amaba y no me dejaría por nada ni nadie.

Como ya dije ella me amaba por los dos, con su propio amor y por el que a mí me faltaba.

Ella era, la pequeña demonio de mi corazón.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).