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Patitas suaves y ronroneos por natsunoai

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Notas del fanfic:

Lo único que diré es que me encantan los gatos, y quería escribir algo así hace tiempo. Sí sé, es cursi y cliché pero es que awww son tan lindos y adorables que me muero.

No creo que haya mucho drama, lo escribí más bien para relajarme y plasmar mi amor gatuno <3, espero que les de una sensación así. 

Lo puse en género de fantasía porque hay una vaina con los chicos gato, los gatos y todo eso, pero no es nada del otro mundo ¿?, sólo gatitos gordos y peluditos <3

 

Notas del capitulo:

Sehun es un gato angora turco, y Baekhyun es un mestizo, de los domésticos comunes -o se supone-. 

El sol salió más temprano que de costumbre, y el reloj de Chanyeol lo hizo junto a él, justo a tiempo. Se levantó rápido de la cama y abrió las cortinas de golpe, dispuesto a ver el sol nacer en el primer día de verano como lo hacía todos los años.


Era espléndido. 


Se imaginó en unos días bajo la sombra de una palmera, durmiendo en la arena al ritmo de las olas con nada que hacer, sólo descansar y disfrutar, descansar y disfrutar. Sí, sería un buen verano. Se animó entonces, dejando la cortina y la ventana abiertas de par en par y corrió a meterse a la ducha para después bajar por la escalera de caracol e irse a trabajar. No sin antes entrar en la cafetería en busca de su desayuno.


—¿Lo mismo de siempre? —Le preguntó  Luhan a penas lo vio poner un pie, preparándose para sacar el par de brownies del mostrador y el vaso para hacer su latte.


—Hm, no, me gustaría un frappé esta vez. —Respondió tomando asiento en una de las mesas más cercanas al mostrador. El lugar era agradable y comenzaba a llenarse como de costumbre en las mañanas, Chanyeol siempre iba por su desayuno para llevar porque, en primer lugar, era demasiado dejado como para prepararse algo por sí mismo; en segundo lugar, la cafetería estaba a un par de casas de la suya y por último —y no menos importante—, sus amigos eran los dueños y tenía cierto trato especial. Se podría decir que le anotaban todo en su cuenta y luego Luhan o Minseok hacían magia y le cobraban la mitad, todos quedaban felices. 


Mientras esperaba que su bebida estuviera hecha y su orden empaquetada en una delicada bolsa de papel con el logo de la cafetería MinMin's en ella, Sehun, el gato angora que siempre andaba merodeando por las mesas y por detrás del mostrador meneando su peluda y bien peinada cola blanca, se le acercó a saludar; pero al ver que no tenía nada para darle aún, se fue rápido, restregándola a propósito. Ése Chanyeol, nunca tenía nada para él.


Luhan lo notó, y llamó a Sehun hasta la cocina para pedirle, como siempre, que no molestara a los clientes porque no a todos le agradaban los gatos, menos los gatos finos como él. El gato sólo asintió y puso cara bonita para que le regalaran una magdalena, y cuando la tuvo sujetada en el hocico sus orejas se volvieron hacia adelante de pura felicidad, escabulléndose por atrás de la cocina para irse a jugar al patio con su comida.


Mientras, Minseok se asomaba hasta la mesa de Chanyeol para entregarle la bolsa, con otro de sus afiches en la mano:


—Son tan adorables, ¿no te parece? —le dijo señalando a Sehun, que estaba siendo acariciado por Luhan por detrás de la oreja antes de que se fuera con su pastel. Chanyeol asintió sólo por cortesía, pero ése gato no le parecía para nada adorable. —¿No te gustaría tener uno? Mira, nos llegó este afiche del refugio y...


—No, la verdad es que no... —Se negó de inmediato, tomando su bolsa y llegando hasta la puerta.


—Pero...


—Se me hace tarde, lo siento.


Salió sin siquiera despedirse porque de seguro, si Minseok no lograba que adoptara un gato o un chico-gato, lo iba a hacer firmar para algún evento de caridad felina o comprometerlo a donar dinero o lo que sea. Siempre hacía lo mismo, con todos los clientes en realidad, era bastante apasionado por los gatos o todo lo que tuviese relación con ellos. 


Pero Chanyeol no, creía que eran lindos, algunos incluso tiernos, pero no para llegar a adoptar uno. Sería demasiado extraño vivir con alguien más y tener que, además, preocuparse por él. Estaba bien solo.



* * * * * * * * *




—¿Van a dormir —Junmyeon le preguntaba atónito a la encargada del refugio— a todos estos gatos?


—Si nadie los adopta antes de mañana al mediodía, sí. —La pobre chica contestó un poco cansada, había tenido que lidiar por un poco más de media hora con el interrogatorio y preocupación fanática del veterinario por los animales.


—Pero... —Hubiese seguido hablando con la encargada, pero ésta se marchó dejándolo solo frente a todos esos gatos y chicos-gato. Comenzó a contarlos, uno, tres, seis, quince; eran dieciséis gatos y por suerte sólo tres chicos-gato, debía hacer algo, no podía simplemente dejarlos morir.


Como veterinario apasionado (y fanático) no podía ver que ese tipo de cosas ocurrieran, pero en casa ya no podía tener más animales, menos en su estudio. Sacó su móvil y comenzó a revisar uno por uno sus contactos, pero estaba seguro de que ninguno querría adoptar un gato.


Hasta que se le ocurrió una idea.


—Señorita, ¿puede ayudarme a llevarlos a mi camioneta? Está en el estacionamiento. —Le indicó a la misma chica que lo había dejado hablando solo hace unos minutos, que lo miró con extrañeza, ¿cómo se iba a llevar a diecinueve gatos él solo?, sin embargo, después de hacerlo firmar el certificado de adopción y que todo fuera más o menos legal, ella misma ayudó a llevar felinos hasta su auto, feliz porque finalmente cerrara la boca y se fuera.

 

 

* * * * * * * * *

 

 

 

—...Y después le das la vuelta así. —Le indicaba Chanyeol a Kyungsoo antes de entregarle de vuelta el cubo rubik armado mientras salían de la oficina para esperar el bus que los llevaría a casa. Su primer día de verano había sido un total éxito, más aún si en el trabajo su jefe andaba de buenas y le dio plazo hasta la semana que venía para terminar el inventario de ventas, además, Kyungsoo por fin había descifrado cómo reparar la fotocopiadora él mismo. Estaban salvados.


—Uhh, de todas formas, no creo que pueda armarlo. No pude entender nada de lo que explicabas. —Respondió el más bajito viendo si el bus que se acercaba era el correcto, y al darse cuenta de que lo era, lo hizo detenerse para subir con Chanyeol detrás.


—¡No te enseño nada más!


Aún así, se fue todo el camino a su lado demostrándole cómo hacerlo bien, le parecía bastante divertido enseñarle algo a Kyungsoo, porque él siempre parecía saberlo todo. Le quitó el cubo antes de bajarse, guardándolo en su mochila y despidiéndose, vivía unas cuantas casas antes que él.


Como por fin era verano, el sol aún parecía no ponerse cuando puso un pie en la entrada de su casa, le agradaba esa sensación de llegar temprano a pesar de que fueran casi las ocho de la noche, aunque comenzaba a correr una brisa fresca. Tenía en la mente llegar a casa a ver alguna película entretenida en netflix, o continuar alguna serie que dejó a medias anoche mientras comía fideos instantáneos, porque éso para él era lo más cercano al paraíso, pero se encontró de frentón con algo inesperado esperándolo en la puerta.


Un gato.


Y no cualquier gato, un chico-gato. Supuso que se había escapado de algún refugio, porque no tenía collar ni tampoco se veía cuidado, su cola negra llena de pelusas y sus orejas despeinadas. Trató de ignorarlo al pasar las llaves por la cerradura de la puerta, de seguro se asustaría y eventualmente se iría como el animal callejero que era, pero ni siquiera se inmutó, quedándose pasmado mirándolo. De pronto pareció recordar algo importante y comenzó a balbucear algo así como "papel" mientras buscaba en sus bolsillos, hasta que encontró un pedazo arrugado y se lo tendió. Era una nota, y nada menos que de Junmyeon, mala señal.

 

"Chanyeol, ¡no te enfades! Es sólo un gato inocente, iba a ser dormido si nadie se lo llevaba del refugio y no se me ocurrió nada más que traértelo a ti. Es muy dulce, y si está enfermo o le pasa algo puedes llevarlo a mi consulta, ¡gratis! —Chanyeol podía oírlo habar con ésa voz emocionada, como si estuviese diciendo la cosa más increíble del mundo—  Si de verdad no lo quieres, cuídalo por estos días mientras le consigo un hogar, ¿está bien? hazlo por mí, sabes cuánto quiero a los animales"


Mierda.


"Estos días" para el común de la gente significaban dos, tres, máximo un par de semanas, pero para Junmyeon eran meses. Chanyeol lo sabía. Miró al gato, que seguía observándolo, y chasqueando la lengua abrió la puerta entera, indicándole que pasara. 


Dentro, el chico-gato comenzó a merodear por la sala, oliendo y tocando todo lo que podía, curioseando si podía subir por la escalera de caracol al segundo piso, buscando la mirada de Chanyeol por aprobación, pero no la encontró. Estaba más ocupado encendiendo la televisión y paseándose de un lado a otro con el móvil en la mano, llamando al veterinario aprovechador que tenía como amigo, pero no contestaba.


Se dio la vuelta hasta la cocina al sentir un estruendo, dejando el teléfono a un lado por un segundo, y descubrió que el gato ya tenía en el suelo un par de tazas y un vaso con agua que había dejado esa mañana. No tuvo ni tiempo de preguntarle nada porque se asustó con el alboroto y salió corriendo con la cola engrifada de vuelta a la sala.


Otra vez, mierda.


Después de limpiar bien los pedazos de cerámica y vidrio con la escoba y la pala, volvió a salir a su encuentro con un vaso lleno de agua. Si lo iba a cuidar "por estos días", tendría que hacerlo de manera decente, sino Junmyeon sería capaz de demandarlo por maltrato animal.


—¿Tienes sed? —Claro que la tenía, porque casi le arrebató el vaso de las manos, bebiendo con rapidez. Chanyeol lo miraba admirado, se veía adorable sosteniendo el vidrio con ambas manos, moviendo las orejas asegurándose de que nada extraño ocurriera. Al igual que su cabello, era un gato negro de piel lechosa, le parecía bonito pero de seguro no era fino como el de la cafetería. No era que le importara la raza, sólo le pareció interesante.


—¿Cómo te llamas? —Le preguntó después de que le devolviera el vaso limpio. Casi ningún gato venía con nombre incluido, pero no estaba demás preguntar.


—Baekhyun. —Respondió con seguridad. El dueño de casa suspiró, como preparándose para sobrevivir junto a un felino todos esos días, arruinando su verano perfecto.



* * * * * * * * *

 


—Puedes dormir por aquí, ¿está bien? —Le indicó un montón de mantas apiladas en una esquina del suelo de su dormitorio, no tenía idea de cómo cuidar un gato, y supuso que estaría bien durmiendo ahí. Baekhyun sólo asintió y siguió observando el cuarto que no tenía absolutamente nada de interesante, sólo paredes blancas, cortinas blancas, una mesita de noche y una lámpara; además del clóset medio abierto que le daba más curiosidad que nada: quería meterse a ver, pero no estaba seguro, quizás Chanyeol se enojaría.


Cuando su dueño temporal volvió de lavarse los dientes y se metió a la cama, cerrando los ojos como si nada, el gato se movió hasta el closet con sigilo gatuno, cuidando por donde se movía. Desearía haber desarrollado bien sus habilidades y poder convertirse en un gato entero, creía que haría las cosas más interesantes. Ser un chico mitad gato mitad humano era a veces un problema, como cuando no podía controlar la parte felina y le nacían esos instintos de meterse en donde no debía; o cuando le salía demasiado la parte humana y quería ser y vivir como uno de verdad. Pero era imposible.


No había nada interesante ahí dentro, sólo un par de abrigos y bolsas con ropa invernal, pero aunque fuese aburrido ahora podría dormir tranquilo, calmando su curiosidad. Vio las mantas en el suelo y no, eso no era para él, así que se subió sin pensarlo dos veces a la cama de Chanyeol, que era bastante grande, había espacio para un chico-gato de sobra.


De nuevo deseó poder convertirse en gato, pequeño y peludo, todos amaban más a los gatos de verdad, o por lo menos a los chicos-gato que podían transformarse en cualquier momento en uno. De seguro si fuera un gato negro y suave, con el pecho y las patas blancas como la nieve —porque juzgando por la punta de su cola, suponía que su pelaje gatuno sería así también—, Chanyeol estaría feliz de dormir con él, abrazándolo como si fuera un peluche.


—¿No te agradó la cama? —Le preguntó somnoliento. Lo había despertado tratando de meterse bajo las sábanas, y Baekhyun sin saber por qué se sonrojó al darse cuenta de que el tipo dormía sin ningún tipo de pijama, sólo con su ropa interior, pero lo ignoró y trató de no mirar, sin responderle nada. —Oh, lo siento, no sé nada de gatos y supongo que no...


—¿Puedo dormir aquí, contigo? —Lo interrumpió, sin esperar respuesta sumergiéndose más al fondo de la cama y cubriéndose entre las mantas, luciendo mucho más pequeño y adorable de lo que ya era con las orejas hacia atrás. Chanyeol articuló un 'sí claro', disponiéndose para darle la espalda, pero el gato lo detuvo al oler una de sus manos con cuidado e improvisadamente pasar la lengua por sus dedos, sin poder resistirse a probar. El dueño de casa quedó boquiabierto y Baekhyun asumió que la había cagado de nuevo dejando escapar demasiado sus impulsos felinos y le dijo con tono arrepentido: —Lo siento, no me pude controlar. Si quieres puedo ir a dormir a otro lado...


—¿Haces eso todo el tiempo?


—Más o menos, si hueles a comida... —Chanyeol dejó ir una risa, Baekhyun rió sólo por nerviosismo. Tenía miedo de que el tipo se hartara de tener que estar lidiando con un chico-gato como él y lo tirara a la calle. Lo dejó en la máxima incertidumbre volviéndose para el otro lado, quedándose dormido como un saco y Baekhyun pasó toda la noche amasando su espalda con los dedos imaginándose cómo sería si en vez de manos fueran patitas esponjosas de gatito. Por suerte Chanyeol no despertó en ningún momento y no se dio cuenta de nada, durmiendo con la boca abierta y a veces balbuceando en sueños algo así como que tenía que matar a un tal Junmyeon mañana temprano, ¿que acaso era un asesino a sueldo?

 

El veterinario lo había llevado con un tipo extraño.

Notas finales:

Ni idea cuán largo o cuántos capítulos tendrá, tengo que abandonar esa costumbre de escribir sólo un capítulo y publicarlo :(

Espero que les haya agradado, es diferente a todo lo que he escrito antes y estoy nerviosa. Queda mucho por explicar de los gatitos! <3


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