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Patitas suaves y ronroneos por natsunoai

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Notas del capitulo:

Awww, gracias por sus reviews, me emocioné y escribí otro capítulo rápido



—Pero él es dulce, ¿no es así? Te dejé el más dulce a ti. —Junmyeon le había dicho lo mismo a todos los dueños temporales de los gatos que había dejado sin permiso fuera de sus casas, y no era distinto con Chanyeol. —¿Te habló de sus hermanos?


—¿Qué? ¿tiene hermanos? ¡Yo no los voy a cuidar! —Alzó la voz, y miró instantáneamente al chico gato, en caso de que hubiese herido sus sentimientos, pero no. Seguía distraído viendo un partido de fútbol en la televisión, divertido viendo el movimiento de la pelota. —Ni siquiera quiero cuidar a este. ¿Cuándo puedo devolvértelo, vet?


—No tendrás que cuidar a ningún hermano, lo decía porque quizás podría extrañarlos y te hizo problema en la noche, yo que sé. Chanyeol, te pedí que lo cuidaras por unos días, ¿si? ni yo sé cuando pedírtelo, necesito encontrar a un dueño responsable y amoroso, es difícil.


—Está bien. Pero me voy a ir de vacaciones en un par de semanas, y no quiero llevar gatos conmigo.


—Mira, tráelo hoy a mi consulta para ver si está bien de salud y todo eso y lo arreglamos. 


Chanyeol colgó, no tenía caso discutir con él por el teléfono, era testarudo cuando se trataba de animales y de todo en general. Pero cuando fuera a su consulta más tarde ahí sí discutirían, por ende comenzó a pensar desde ya en los posibles argumentos que le podía dar para no quedarse con el gato y al mismo tiempo pensaba en qué le podía dar para el desayuno.


—¿Qué es eso? —El felino le preguntó después de meter la nariz en la taza que humeaba de caliente.


—Café. —Chanyeol meditó por unos segundos y le preguntó: —¿Te gusta?


Baekhyun no le respondió, sólo metió un dedo a la taza para llevárselo a la boca, repitiendo la acción varias veces. Su dueño temporal se encogió de hombros y lo dejó tranquilo mientras se preparaba otra taza de café.


Hubiese querido pasar a la cafetería de Luhan y Minseok para sacar algo un poco más nutritivo para su pseudo mascota, pero era sábado, y nunca iba allí un sábado por la mañana porque se suponía que -como no iba al trabajo- tenía más tiempo para hacer su propia comida y sería abusar demasiado de la generosidad de esos dos al ir todos los días a alimentarse. Además, estaba seguro de que si dejaba a Baekhyun solo en casa haría un desastre, rompiendo tazas y dando vuelta recipientes por andar curioseando, y tenía miedo de que saliera corriendo si iban juntos, podía escaparse o atacarlo un perro.


No tenía ni idea de cómo llevarlo hasta la consulta de Junmyeon más tarde, pero ya pensaría en algo.


Guardó todas las cosas que posiblemente podía quebrar y se fue a dar una ducha. Al salir, se encontró con la cola erizada de Baekhyun, que tenía todas las cosas de su cama revueltas: había estado jugando con más energía que nunca y Chanyeol no entendía qué demonios, no tenía idea de gatos, menos de chicos-gato.


Encendió el secador de pelo y Baekhyun ahogó un chillido y bajó corriendo con prisa por la escalera de caracol, casi cayéndose. Otra vez, Chanyeol no entendía qué demonios, ¿por qué le iba a temer a un secador? Terminó su cabello y bajó también, listo para ir hasta el veterinario pero esta vez se encontró con el desorden en toda la sala y la cocina: cojines en el suelo, comida desparramada y un par de vasos rotos.


El chico-gato estaba como loco jugando con todo, y no sirvió de nada haber guardado bien las cosas, porque no era tonto y sabía abrirlas. Parecía tener más energía que nunca y cuando sus miradas se encontraron, se dio media vuelta y salió corriendo mientras reía, creía que Chanyeol estaba jugando también. 


—Baekhyun, ven, ¡ven! Tenemos que ir con el veterinario. 


Lo persiguió por toda la casa, pero el felino era más ágil y rápido, escabulléndose sin hacerle caso. Terminó divirtiéndose también y cuando por fin lo atrapó cuando trataba de saltar del sofá los dos estaban riendo, Chanyeol lo tenía atrapado suavemente entre sus brazos por la cintura y Baekhyun se relajó y comenzó a ronronear, acercándose más y acariciándose contra él. Era tan tierno, no había otra palabra para describirlo.





* * * * * * * * * * * *

 

 

 

—¿Pero va a ponerse bien?


—Sí, queridita. Sólo tiene que dejarlo descansar y dormir un poco más.  —La tranquilizaba Junmyeon mientras la mujer hacía que su gato se metiera al canil para poder irse. Estaban en eso cuando un par de orejitas negras se asomaron por la puerta sin tocar antes. Era Baekhyun, seguido por Chanyeol de atrás que le decía que no podían pasar aún.


La tipa se fue rápido, como si fuese ella la que estuviese interrumpiendo, quizás fue por el saludo animado del veterinario al par de intrusos o por el hecho de que dejó de prestarle atención. Baekhyun miró atento al gato en la pequeña jaula irse, y no le prestó atención a lo que conversaban los dos humanos a su espalda porque después comenzó a inspeccionar todas las cosas curiosas que habían en el estudio.


—¿Viste a la mujer que acaba de salir? —Chanyeol asintió. —Ella de seguro lo hace con ese gato.


—¿Qué?


—Es un chico-gato, no un gato.


Chanyeol otra vez dijo "¿qué", porque no entendía nada. Junmyeon rodó los ojos pensando que su amigo no lo estaba tomando en serio, pero más tarde entendería todo.  Después de su intento fallido de chismear de la vida de otros clientes, comenzó a revisar a Baekhyun, que se quedó sentado en la camilla moviendo las piernas con gusto porque no topaba el suelo. A veces se inquietaba y soltaba risitas o trataba de jugar con las manos del veterinario, y después de que él revisara su boca, se dirigió a Chanyeol:


—¿Qué le diste? 


—Nada, sólo... café. —El más alto sabía que había hecho algo mal por el tono consternado de la pregunta, así que habló lleno aprensión. Junmyeon suspiró.


—No le puedes dar café a tu gato, ni té. No porque sea mitad humano mitad gato tiene más resistencia, ¡pudo haber muerto! —El veterinario se detuvo porque ambos, gato y humano, lo estaban mirando ahora sorprendidos y asustados, y se calmó un poco. —Bueno, no a tal punto de morir, pero podría enfermarse. Eso explica tanta energía, debió haberte causado algunos problemas en casa, ¿no es así? —Junmyeon le hablaba a Chanyeol, pero miraba al chico-gato mientras le acariciaba por detrás de la oreja convirtiéndolo en un mar de ronroneos y sonrisas, retorciéndose y relajándose con el toque.


—Sí, más o menos. Entonces nunca más café...


—Ni chocolate, es tóxico, ni cebolla, huesos, alcohol, uvas, pasas.... —Continuó nombrando alimentos prohibidos para el gato, y Chanyeol sentía que se iba a volver loco porque parecía no poder comer nada.


—¿Entonces qué hay que darle? —Preguntó cansado.


—Bueno, te diría que le compres comida para gato y se la des cuando sea uno, pero no lo es. —El dueño temporal puso cara de confusión, y Junmyeon se aclaró la garganta para continuar: —Baekhyun no es un chico gato "normal", porque no puede convertirse en gato.


El felino hizo un puchero de resignación y se bajó de la camilla con ganas de irse. No le gustaba que se lo recordaran.




* * * * * * * * * * * *



—¿Qué acaso no sabes nada de felinos? ¿has estado viviendo bajo una roca? —Le preguntó Minseok a Chanyeol confundido mientras le traía un tazón con leche tibia a Baekhyun, ambos sentados en una mesa del café. No estaba tan repleto como en las mañanas o en las tardes porque era cerca del mediodía y no mucha gente frecuentaba ir los sábados a esa hora, así que podían hablar con tranquilidad.


—Llévale una magdalena de las que come Sehun al pobre gatito, de las de vainilla. —Le gritó Luhan asomándose desde la cocina con el delantal manchado de dulce, estaba haciendo pasteles. Minseok asintió y se movió rápido hasta el mostrador.


—No, qué iba a saber yo que eran tan extraños. Yo creía que un gato era un gato y un chico-gato era sólo una mezcla de humano con gato. Nada más. 


—¿Nunca viste a Sehun como chico-gato? —Chanyeol negó con la cabeza. —¿Sólo como gato? —Esta vez asintió y Minseok rió tiernamente en su cara, haciéndolo sentir como el tipo más estúpido en todo el planeta. No era su culpa no ser un fanático por los felinos como todos los demás.


El dueño de la cafetería llamó chasqueando la lengua al gato angora, haciendo que Baekhyun se pusiera alerta también, y cuando Sehun llegó Minseok le pidió que por favor le "mostrara" a Chanyeol. El animal lo miró como si de verdad lo estuviera considerando, se lavó una pata delantera de forma despreocupada y luego se fue meneándose hasta detrás del mostrador, donde en cuestión de segundos salió un muchacho más alto que todos allí —menos que Chanyeol—, con el cabello claro entre rosa y rubio que conservaba la misma cola bien peinada y las orejas pálidas que el gatito de antes.


—¿Ése es Sehun? —Chanyeol no se lo podía creer. —¿Por qué es tan alto si...? ¡Esto es un chiste!


—Pff, sí claro. Un chiste.—El chico-gato recién transformado se cruzó de brazos mirándose las uñas de una mano. En esencia se podía reconocer perfectamente que era el mismo felino de antes, tenía el mismo collar celeste con perlas que Luhan había insistido en comprarle porque "combinaba con su pelaje", los mismos ojos con heterocromía —uno verde, otro azul— que miraban con desdén y los mismos colores y suavidad en su cola y orejas.


Baekhyun lo miraba con la boca llena de leche, sin duda era un gato fino y distinguido, además de bonito, demasiado bonito. Pero lo más importante era que se podía transformar a gato, no como él que había sido siempre mitad humano mitad felino. Chanyeol lo sorprendió admirando al engreído de Sehun y le susurró por debajo de la mesa que él era mucho más lindo y tierno, haciendo que sus mejillas se tiñeran de rojo. Su dueño temporal era un encanto al tratar de hacerlo sentir mejor, pero eso no cambiaba el hecho de que Baekhyun no estuviera bien desarrollado.


Más temprano, en la consulta del veterinario, Junmyeon por fin captó que Chanyeol no tenía ni idea del mundo gatuno y le explicó lo más básico. Existían mininos que eran sólo eso, simples gatos; pero los chicos-gato, un híbrido entre felino y humano, tenían la capacidad de convertirse en un gato de cuatro patas y pelaje felpudo cada vez que quisieran, cualquiera podía hacerlo. Claro, si no eran como Baekhyun, que al parecer venía con ese problema incluso antes de nacer y nunca había podido convertirse en uno.


Su condición tampoco tenía remedio, lo único que podía hacer era esperar con esperanza que algún día despertara como un gato entero, pero lo más probable era que si eso llegaba a pasar se quedase así para siempre o por un largo tiempo, porque no tenía la cualidad de controlar a su propio felino para cambiar su estado cuando lo deseara. Chanyeol no lo veía como la gran cosa, pensando que para qué querría Baekhyun ser un gatito si ya era lo suficientemente adorable, pero a él sí le importaba.


Entre los felinos era bastante sustancial tener esa capacidad bien desarrollada porque así podían comunicarse entre todos, ya que un chico-gato podía entender lo que un gato normal decía, pero no podía hablarle cuando estaba en estado "humano", teniendo que transformarse en animal para hacerlo. También, si eras un híbrido todo el tiempo la gente no sabía donde ponerte, si tratarte como humano y mandarte a la escuela o dejarte en el refugio con otros peluditos, porque un chico-gato normal podía aprender cosas, nadie se los negaba ya que eran bastante inteligentes, pero todo el mundo sabía que en esencia eran gatos y que podían convertirse en ellos cuando quisieran. 


Además, un felino no podía comer cualquier cosa y mientras los hermanos de Baekhyun se transformaban en gato para ir a comer el atún en lata del refugio o el alimento con forma de pescado, él se quedaba mirando, porque no le apetecía para nada tragar eso. Lo terminaban alimentando con arroz y carne cocida, a veces leche pero en pocas cantidades, no se les ocurría qué más darle. Era complicado puesto que al ser híbrido permanente, su mitad humana no se sentía atraída a la comida de gato, dándole un asco tremendo de solo sentir el olor, pero su parte felina no le permitía comer como una persona normal, intoxicándose si probaba ciertas cosas. Para los otros híbridos no era problema, ya que al convertirse en animal ése asco por la comida gatuna cambiaba por completo, disfrutándola.


Cambiaban muchas cosas con respecto a la percepción cuando se convertían, o por lo menos eso había notado Baekhyun.



—Oye, Baekhyun, ¿recuerdas a tu hermano? —Le preguntó Luhan al mismo tiempo que se salía de la cocina quitándose el delantal. Cuando recibió un asentimiento por respuesta, mencionó: —Está aquí, ¿sabías? Junmyeon lo trajo ayer.


Chanyeol rodó los ojos y rió sarcásticamente, parecía que el veterinario anduvo repartiendo animales ayer como si fuera navidad. Su mascota temporal se emocionó al enterarse, parando las orejas de felicidad y alzando la cola, mientras Minseok iba a buscar al gato.

 


Baekhyun tenía dos hermanos, ambos híbridos —pero que podían convertirse— y no tuvo oportunidad de aclararle eso al dueño del café. Uno de ellos es Jongdae: un rubio dorado con el pecho y la punta de la cola blanca. Muchas veces se lo habían querido llevar del refugio porque era uno de los gatos más bonitos, pero luego se retractaban al saber que era híbrido y además, hiperactivo. No es que ser chico-gato fuera algo negativo, sólo que podían resultar bastante costosos, casi como tener un hijo: había que comprarles ropa, comían más que un felino normal y necesitaban su espacio.


El otro era Jongin, totalmente negro exceptuando el fin de su cola, siendo ése pedazo de pelo lo único que tenía en común con sus hermanos, porque además cuando tomaba forma humana no se parecía mucho a ellos que digamos. Aún así, era bastante apuesto y —a diferencia de Jongdae— la gente lo quería adoptar por ser un chico-gato, siendo su apariencia demasiado llamativa. Sin embargo él mismo nunca dejó que pasara, estaba demasiado unido a sus parientes y cada vez que alguien trataba de separarlo de ellos hacía un escándalo.

 

 

 

Jongdae apareció en forma humana agitando las orejas y ronroneando, corriendo a saludar a Baekhyun apenas lo vio. Se dio cuenta de que el rubio ya tenía un collar y se entristeció al saber que él aún no, pensando que Chanyeol era sólo su dueño temporal y que lo devolvería con el veterinario en cualquier momento.


Sehun se quería unir a la conversación felina familiar porque, a pesar de ser demasiado fino y casi de otro mundo, era un gato también, pero al ver que no le prestaban la atención suficiente se fue a la cocina a ver si los pasteles que estaba horneando Luhan estaban bien, no es como si tuviera que hacerlo, era sólo para fingir que tenía algo más que atender además de un dúo de gatos mestizos. 


El trío de humanos, Minseok, Luhan y Chanyeol, los miraron por un rato, enternecidos por las mejillas coloradas de Baekhyun y por la forma en que movía la cola; asimismo por la risita traviesa de Jongdae que al parecer le encantaba jugar con sus orejas doradas, meneándolas al ritmo de su alegría.

 

—Su café se está volviendo como una casa de gatos, debería convertirse en un cat café. —Señaló Chanyeol mientras observaba.

 

—¡Sí! ¿por qué no lo pensamos antes? Deberíamos cambiarle el nombre también a Cat Café, ¡no! Mejor Kitty's Café. MinMin's es un poco... gay ¿no crees, Minseok? —Luhan se había emocionado con la idea.

 

—Claro, como Kitty's Café no es nada gay, ¿verdad? —El otro dueño del local rodó los ojos, sin hacerle caso. Igual le cambiaría el nombre, lo convencería de algún modo.

 

Interrumpieron su disputa acerca de qué nombre era más homosexual por las lágrimas de Baekhyun, que se acercó con prisa hasta Chanyeol, apoyándose en él con su hermano detrás y le dijo con aflicción:

 

—Jongin está perdido. 

Notas finales:

Por cierto, Luhan y Xiumin no son pareja ni nada, tampoco Sehun con Luhan jijiji, son sólo socios de café y Sehun es como la mascota consentida ¿¿¿???

Gracias por leer ;3;


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