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Una mascota difícil de entrenar por Youkai No Natsuki

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Notas del capitulo:

Bueno pues vengo a dejarle el siguiente capitulo haber que les parece

—Hey —se escucho un quejido molesto seguido de un golpe que causo que alguien callera al suelo no sin antes estrellarse contra un muro—. Me pregunto cuándo tiempo podrás mantener ese orgullo tuyo.

Sesshomaru se encontraba sentando en el suelo recargándose en una pared con la mejilla derecha completamente roja.

—Te hare entender tu lugar aquí —Naraku le sonrió mientras se limpiaba la sangre que brotaba de su labio. Se acerco al joven peli plata sujetándolo de una argolla que sobresalía del collar tirando de ella para obligar al joven acercarse a él—. Ya que es tu primer día como mi mascota pasare por alto tu acción solo esta vez pero te advierto que si lo vuelves a morderme te ira mal al igual que si me desobedeces.

—Aléjate —Sesshomaru le dijo con un tono molesto pero al ser incapaz de mover sus mano por seguir esposadas en su espada no había mucho que pudiera hacer.

—Yo no hare lo que tú quieras —Naraku dijo antes de sujetarlo del cabello y jalarlo hasta donde se encontraba una gran cama con varios cojines obligándolo a caminar. El cuarto era muy grande, a todo lugar al que se volteaba estaba lleno de lujos y comodidades, había cosas de mucho valor y muchas otras muy frágiles pero de gran belleza. Una vez llegaron a donde la cama Naraku empujo a Sesshomaru haciendo que este callera boca abajo en la misma y antes de que se pudiera poner levantarse Naraku se poso sobre el sujetándolo del cuello para que no pudiera moverse.

—Maldición —dijo Sesshomaru al no poder moverse.

—Si eres bueno igual lo seré contigo pero si no, no me quedara de otra más que ser malo contigo —Naraku le murmuro al oído.

— ¿Por qué haces esto? ¿Qué conseguirás? —Sesshomaru le pregunto mientras se forzaba a mover un poco la cabeza y así poder mirarlo.

—Yo lo único que gano con esto es satisfacción y diversión —le dijo Naraku—. Te compre porque estaba aburrido y tenerte supongo que será muy interesante —dijo antes de besarle el cuello.

—Eres repulsivo —Sesshomaru se quejo por el beso e intento liberarse.

—Quédate quieto —Naraku le exigió antes de llevar su mano al abdomen del peli plata.

—Quita tus asquerosas manos de mí —Sesshomaru le ordeno usando un tono autoritario lo que claro molesto a Naraku.

—Tú no eres nadie para ordenarme —le dijo antes de llevar su mano directo al miembro de Sesshomaru y sujetarlo con fuerza.

— ¡Hmp! —Sesshomaru se tenso por completo ante el agarre de Naraku sobre su intimidad—. S-suéltame —demando el joven.

—No lo hare así que vete acostumbrando que aquí tu voluntad no se hará solo porque tú quieras —comenzó a masajear la hombría del joven antes de soltar su cuello y llevar su segunda mano a los pezones del peli plata comenzando a jugar con ellos. Sesshomaru cerró los ojos antes las extrañas sensaciones que su cuerpo producía ante cada movimiento de las manos de Naraku— ¿te gusta no es así? —le pregunto al oído.

—Suéltame —Sesshomaru le gruño.

— Hm, así que lo negaras o es que a caso tu orgullo es tan grande que no puedes admitir que un hombre te hace sentir más placer que una mujer —le dijo sin dejar de hablarse al oído.

—Cállate —Le exigió el joven.

—Ya veo —le dijo antes de desembozar una gran sonrisa—. Si que eres orgulloso pero mejor aun, me encanta jugar con hombres así –le dijo antes de mover las rápidamente su mano que permanecía sujetando su hombría.

—D-detente… ­—Sesshomaru tenso la mandíbula al sentir un agudo dolor originarse en su intimidad comenzando a recorrer todo su cuerpo.

—Mírate ni siquiera puedes moverte hablar normalmente y aun así trata de ordenarme cosas ja, ja, ja ­—al ver tal sensibilidad en el joven arqueo una ceja realmente divertido— a caso me dirás que nunca antes alguien te había tocado y por eso te molesta que sea un hombre, dime ¿es eso? ¿Eso es lo que te molesta tanto? —le pregunto pero al no escuchar una respuesta por parte del menor sujetó nuevamente aquel cabello platinado y tiro del el obligando al joven levantar la mirada arqueándose un poco—. Responde —le ordeno.

—Enmudece —le dijo Sesshomaru sin mirarle.

—Entonces no me dejaras de otra que entrenarte por las malas —Naraku lo soltó y se levanto sujetándolo ahora de las esposas. Nuevamente lo obligo a caminar pero esta vez hacia una puerta de metal lo que no le dio buena espina al joven esposado. Al llegar Naraku abrió la puerta y al entrar hizo a Sesshomaru observar el lugar cuyas paredes eran de roca, había muchas cadenas por todos lados, una cama sencilla y en una esquina una mesa con muchos objetos, entre ellos, mordazas, juguetes sexuales, correas de  cuero, látigos y varios más.

Sesshomaru miro todo eso con una expresión de desagrado. No podía creer aun que estuviera en esa situación que jamás vio venir. Estaba más que fastidiado por todo lo que sucedía pero no podía hacer nada para impedirlo.

—Espero que te guste porque aquí será donde permanecerás por un largo tiempo —le dijo Naraku antes de llevarlo al centro de la habitación donde lo hizo arrodillarse para quitarle las esposas que tenia y después ponerle otras que estaban sujetas a una larga y gruesa cadena que colgaba del techo—. Que comience la diversión —dijo mientras caminaba a aquella mesa en una esquina tomando un control con el cual al picar un botón la cadena que colgaba del techo comenzó a enrollarse en un cilindro forzando a Sesshomaru a ponerse de pie y no fue hasta que el joven tenía los brazos levantados que Naraku dejo de presionar aquel botón haciendo que el cilindro se detuviera.

—Eres un ser repulsivo —le dijo Sesshomaru sin quitarle la vista de encima.

—Di lo que quieras pero nada cambiara tu situación —le dijo mientras se sobreponía un látigo en el cuello y se giraba a donde Sesshomaru caminando hacia él con una fusta en mano.

—Hmp —fue lo único que dijo Sesshomaru al verlo acercársele.

—Te lo preguntare una sola vez ¿Serás dócil y harás caso a todo lo que te diga? —le pregunto mientras se pone frente a él mirando aquellos orbes dorados.

—Jamás te obedecerse —­le respondió sin miedo alguno.

—Pues como quieras —le dijo antes golpearle con la fusta en un costado.

—Grr —Sesshomaru gruño al sentir el golpe.

—Eso es muéstrame más gestos de dolor –le dijo antes de propiciarle un segundo golpe en usa de sus piernas.

—No lo hare —le dijo con frialdad mientras soportaba el golpe sin mostrar algo otra expresión que no fuera de odio y enojo.

—Como quieras pero si te resistes te dolerá más ­—le dijo antes de comenzar una serie de golpes uno seguido de otro.

Sesshomaru solo mantenía cerrados los ojos sintiendo cada impacto de la fusta contra su piel.

Naraku se detuvo al ver muchas líneas rojizas claro por varias partes de su cuerpo. Le miro de arriba abajo admirado su bien formado cuerpo.

— ¿Qué dices ahora? ¿Ya serás una mascota más obediente? —le pregunto sujetando su mandíbula para hacerlo mirarlo directo a los ojos.

— Sigue soñando ­—le respondió de mala gana.

—Uff si que eres persistente —le dijo Naraku antes de darle un golpe en su entrepierna causando que el joven se doblegara un poco seguido de tensarse bastante—. Veamos como asimilas  con lo siguiente —le dijo antes de tomar el látigo. Sesshomaru solo lo miraba esperando el golpe y una vez el joven de ojos carmesí le dio el primer golpe Sesshomaru no pudo evitar soltar un pequeño gruñido al sentir gran ardor en el área lastimada. Aunque Naraku no le golpeaba con tanta fuerza como para abrirle la piel era suficiente como para dejarle demasiado ardida la piel. Después de varios minutos Sesshomaru termino por ceder al cansancio al tratar de mantener sus músculos tensos para evitar los latigazos le causaran mucho daño sin poder soportar más un último golpe detrás de sus rodillas fue lo suficiente para hacer que se desplomara pero no callera gracias a las esposas que sujetaban sus muñecas y la cadena que se mantenía tensa cargando el peso del menor.

—Grr —Sesshomaru gruño al sentir un punzante dolor en sus muñecas que estaban cargando todo su peso. Sin más trato de volverse a parar pero sus piernas contra penas podían por el dolor.

—Mírate, ¿No es vergonzoso y humillante que de estar en la cima ahora estés en el oyó? —Naraku le pregunto caminado de regreso a la mesa dejando ahí el látigo y fusta tomando otra es vez el control presionando otro botón el cual hizo que se liberara un tramo de cadena permitiéndole al peli plata llegar al suelo cayendo de rodillas—. Esto solo comienza, quiero ver cuando dura ese orgullo tuyo cachorro Taisho —le dijo mientras se acercaba y le quitaba las esposas pero sujetaba a su collar una cadena que estaba agarrada a la pared—. Dormirás como el perro que eres —le dijo antes de salir del cuarto cerrando la puerta con seguro dejando al joven en la oscuridad.

—Saldré de este lugar aunque sea lo último que haga –murmuro Sesshomaru antes de ceder al cansancio quedándose dormido.

Por otro Naraku ahora se encontraba tomando una ducha. Lo único en lo que podía pensar en ese momento eran en formas con las cuales domar a Sesshomaru y al parecer sentir que el agua de la regadera golpeaba su piel le permitía concentrarse más. Después de unos minutos salió del cuarto de baño secándose su largo cabello ondulado. Una vez se había vestido se fue a la sala donde se sentó cómodamente en un gran sofá antes de comenzar a leer una pila de papeles después de todo el también tenía una empresa en la cual pensar y mantener  flote.

—Se le ofrece algo lord Naraku —un joven de cabellera negra sujeta en una coleta y piel morena llego a donde Naraku. Este vestía con un traje, al parecer era su mayordomo pero igual que Sesshomaru tenía un collar grueso de cuero negro pero sin incrustaciones de metal.

—No por el momento Kouga ­—le dijo sin tomarle gran atención. El joven solo hizo una reverencia antes de dar media vuelta dispuesto a irse—. No ­—dijo Naraku—. Si hay algo —dijo captando la intención del joven de ojos azules.

—Dígame en que puedo ayudarle —le dijo Kouga esperando una respuesta.

—Ja, pero que obediente y educado te has vuelto, parece ser que tu por fin sabes tú lugar aquí —le sonrió sádicamente—. Como sea, ve al cuarto de castigo ahí encontraras a tu nuevo compañero, llévale algo de comer ­—le dijo mientras hacia un movimiento con la mano como diciendo que ya se fuera antes de regresar su atención a su trabajo.

—Si señor —dijo Kouga mientras se dirigía a la cocina topándose con Jakotsu.

—Hm ¿Qué buscas aquí Kouga? —le pregunto el joven de apariencia indefinida ya que en ocasiones adquiría una personalidad muy afeminada.

—El señor Naraku me ordeno llevarle algo de comer al nuevo individuo —Le explicó.

—Oye Kouga ya ni te reconozco con esa actitud ­—se rió un poco—. Así que el ya hizo de las suyas con el joven ja, ja, ja vale, vale toma lo que creas apropiado que te seguiré, quiero ver más de cerca al joven —le dijo.

—Ja, deberías tener cuidado de lo que hacer o te meterás en problemas como la última vez que se te ocurrió meterte donde no te llamaban ­—le dijo Kouga un poco prepotente.

—Mejor cállate que aquí la mascota eres tu lobo asqueroso —le contesto haciendo un mohín.

—Si vueles a decir eso te romperé la cara —Kouga lo amenazo, después tomo una charola pero no sabía que llevarle.

—Kouga apúrate —Se escucho la voz de Naraku desde la sala. Él al ver que Kouga no salía de la cocina supuso estaba haciendo otra cosa.

—Parecer perdido lobito —le dijo Bankotsu quien iba entrando por otra puerta—. ¿Qué se supones haces? —le pregunto al escuchar la orden de Naraku.

—Llevarle comida al nuevo —fue lo único que dijo mientras observaba todas las opciones que tenía.

— ¿Nuevo? —se quedo pensando unos segundos—. Ah ya se a quien te refieres. Pues es una mascota nueva y por lo que escuche no es muy dócil así que llevarle cualquier cosa como… hm —miro igual todas las opciones—. Toma, con esto bastara —le dijo mientras le ponía en la bandeja un pequeño pedazo de carne a medio cocer una especie de sopa un tanto extraña que al parecer era una mezcla de varias cosas—. No porque sea nuevo le daremos un trato amable —le dijo antes de echarse a reír tomando una manzana.

—Buen punto —fue lo único que dijo Kouga antes de dirigirse rápidamente al cuarto de castigo seguido de Jakotsu. Una vez ahí abrió cuidadosamente la puerta.

Sesshomaru al escuchar el sonido de la puerta abrió los ojos y se dispuso a dirigir su mirada hacía la sombra que iba entrando al lugar.

—El solo ver la entrada a este lugar hace que me den nauseas —dijo el joven moreno que entraba lentamente a ese lugar.

—Ja, ja, ja que miedoso eres a mi me da igual —le dijo Jakotsu.

—Tú lo dices porque jamás te han azotado —le dijo Kouga.

—Claro que sí —le respondió Jakotsu.

—Pero no aquí y tampoco lo hizo Naraku, aunque admito que me agradaba la idea de que lo hubiera hecho cuando metiste las narices en donde no debías y el estaba dispuesto a hacerte pagarlo muy caro y de no ser porque en ese momento Onigumo estaba ahí hubieras valido —Admitió Kouga.

—Por eso quiero mucho a mi señor Onigumo ­—dijo Jakotsu—. Aunque no tanto como a mí hermano Bankotsu.

Mientras tanto Sesshomaru solo miraba a los tipos que acababan de entrar. No les quitaba la mirada de encima y estaba preparado para lo que sea que fueran a hacer esperándose lo peor al reconocer a uno de ellos.

—Bien pues aquí tienes a la nueva mascota de Naraku —le informo Jakotsu a Kouga.

—Ya veo —dijo sin poder evitar ver las rayas rojas en su cuerpo causadas por los golpes con la fusta y del látigo— Hey tu ¿Cómo te llamas? —le pregunto pero no hubo respuesta alguna de parte del peli plata.

—El es un tanto testarudo no te sientas Kouga —le dijo a modo de burla Jakotsu.

— ¿Qué quieren aquí? —Finalmente hablo Sesshomaru.

—Eh —dijeron ambos hombres que estaban peleándose.

—Me ordenaron te trajera algo de comer —le dejo la charola frente a él—. Más te vale comértelo o mañana te ira mal con Naraku —le advirtió.

—Llévate lo no pienso comerlo —le dijo a Kouga mientras miraba lo que le habían traído.

—Oye yo solo sigo ordenes así que trágatelo o mañana te obligaran a comerlo aun si esta echado a perder —­le dijo Kouga.

—Él tiene razón, tu amo no es muy flexible con eso de lo espacialito así que mejor come —le dijo Jakotsu llevándose una mirada asesina del joven—. Hey porque me miras así yo no te he hecho nada.

—Crees que no sentí tus hostigamientos cuando estaba drogado con el supuesto sedante del imbécil de Onigumo —le dijo con gran molestia.

—Bien, bien no lo negare aunque admito fue muy divertido buscar que ponerte —le dijo consiguiendo que el joven de ojos dorados le diera un gruñido.

—Vamos solo comienza a comer si no quieres que el maldito de Naraku termine por hacerte algo peor que lo que ya te ha hecho —dijo Kouga antes de sentir un golpe en la mejilla causando cayera al suelo.

—Jakotsu ¿qué haces aquí? sabes muy bien que no debes entrar a mis aposentos —le regaño con seriedad.

—Lo siento me retiro —le dijo Jakotsu antes de salir corriendo.

—Y tu Kouga deberías tener cuidado con lo que dices teniendo en cuenta que estas en mi hogar. Además tus ordenes fueron venir y dejarle algo que comer, nunca te dije que conversaras con el —le dijo mientras se cruzaba de brazos.

—Lo lamento —le contesto Kouga.

—Y más lo lamentaras si vuelve a cometer otro error —le advirtió—. Ahora Sesshomaru comienza a comer —le ordeno mirando la comida de la bandeja— aunque Kouga debo admitir que hiciste una buena elección con la comida —le dijo desembozando una sonrisa.

Sesshomaru solo aparto la mirada ante la orden de su “amo”, realmente no tenía interés alguno en obedecerle a Naraku.

—Entonces nuevamente quieres que se haga esto por las malas —dijo Naraku posicionándose frente a Sesshomaru sujetándolo de la mandíbula—. Abre la boca —le ordeno pero el joven claro se negó por lo que comenzó a presionar sus mejillas hasta que logro su cometido. Una vez logro que Sesshomaru abriera un poco la boca le metió una cucharada de aquella sopa y obligo a tragarla. Después comenzó a hacerle varias cosas para que no dejara de comer—. Bien así está mejor —dijo una vez consiguió que Sesshomaru terminara de comerse todo lo de la bandeja.

Kouga mantenía la mirada baja después de observar todo lo que Naraku le había hecho al Taisho para que comiera. Ahora Sesshomaru respiraba un tanto agitado después de haber sido forzado a comer algo que era completamente desagradable para él, sentía nauseas y ganas de vomitar toda la comida pero no quería hacer una acción tan vergonzosa como esa así que se intento calmar respirando hondo así logrando hacer que su estomago regresara a la normalidad, bueno casi.

— ¿Qué sucede Kouga? ¿Esto te trajo viejos recuerdos? —Naraku le pregunto poniéndose de pie y sacudiéndose las manos.

—No señor —le contesto el joven de cabellos negros que permanecía parado a un lado de Sesshomaru.

—Entonces toma la bandeja y retírate pero asegúrate de cerrar bien la puerta —le dijo mientras salía nuevamente del cuarto dirigiéndose a su cama donde se desvistió y entro dispuesto a dormir.

Kouga hizo todo tal como le dijo Naraku pero antes de salir miro nuevamente al joven Taisho quien no había pronunciado palabra alguna después de haber terminado de comer. Kouga solo soltó un suspiro mientras salía del lugar y cerraba la puerta dejando a Sesshomaru nuevamente dentro de la oscuridad.

Notas finales:

Bien pues les pido por favor que me dejen sus opiniones sobre el fic para así poder mejorarlo nwn 

hasta la proxima 


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