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ChenMin y un vibrador por Witty Witch

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Notas del capitulo:

¡¡¡Mil disculpas!!!

 

Me tardé demasiado en actualizar y soy consciente de ello. ¿Pueden creer que cuando quise abrir Word, este no me anduvo? Les juro que me quise morir e.e Lo único que me faltaba para finalizar con este Two Shot era escribir la última parte de esta parte dos -ya casi lo tenía terminado-, darle una releída y corregir algunas cosas y ¡bam! ¡Me viene a pasar esto! Una yeta total e.e Y ni quiero hablar sobre la continuación de mis otros dos fics porque rompo todo e.e

 

De algún modo –no se con que fuerza misteriosa- logré hacer andar Word. Aún me está fallando, pero logré terminar con esta parte. Me siento como una sobreviviente del Titanic xD

 

En otras noticias…

 

Debo aclararles –algunas quizás ya lo saben- que soy bastante nueva en esto del lemon, así que no esperen algo demasiado explícito o muy ¡Wau!

 

No sé por qué, siempre que intento escribir un lemon, me termino desviando y explicando demasiado sobre sentimientos y pensamientos de los personajes. No creo que sea algo malo, pero nunca puedo hacer algo demasiado obsceno o escribir los “Ahhh” o “Uhhh” u otros sonidos sexosos xD Así que desde ya me disculpo si esperaban algo así xD

 

También debo decir que no estoy muy segura si esto entro entra en la categoría de lemon –en todo su significado- porque no hay penetración y todo lo demás es con un vibrador, o sea, no sé, mejor solo lean xD

 

Bueno, ya los distraje demasiado :B Espero que sea de su agrado y le haga justicia al One Shot “Vibrador”.

 

Sin más…

 

¡A LEER!

-----

 

Min Seok se sentía impaciente. Jong Dae estaba sobre él, sonriéndole y jugando con el vibrador en sus manos como si tuviera todo el tiempo del mundo. Y Min Seok sabía que lo estaba haciendo a propósito. ¿Debería cachetearlo? Dios, la idea sonaba tan tentadora en ese momento.

 

Con desconfianza, vio como la sonrisa de Jong Dae se hacía más amplia y como sus ojos brillaban con el tinte de la diversión pura. Desgraciado, se divertía a costa suya. Definitivamente debía matarlo, estrangularlo con sus propias manos.

 

De un momento a otro, tomándolo por sorpresa al estar perdido en pensamientos homicidas, Jong Dae acercó el vibrador a la boca de Min Seok y este lo miró con total desconcierto. Riendo, Jong Dae abrió su boca indicándole que debía hacer lo mismo. Min Seok lo entendió perfectamente y, sonrojado, abrió lentamente su boca para dejar entrar al invasor. Su sonrojo aumentó al saber lo que tenía que hacer.

 

Admitió para sí mismo que sintió un placer morboso al succionar, chupar y lamer el aparato. La mirada de Jong Dae estaba fija en su boca, observando qué era lo que hacía. Y Min Seok tenía una absurda necesidad de complacer a Jong Dae y eso era algo totalmente nuevo.  

 

 

 

— Te diré por qué pedí que te sostuvieras a las barras así no vuelves a enloquecerte— habló calmadamente mientras metía y sacaba lentamente el vibrador de la boca de su hyung— Tengo más acceso a tu  cuerpo teniéndote así, expuesto ¿tiene sentido?

 

 

 

Min Seok asintió, claro que ahora lo entendía. Se sentía diferente al estar en esa forma, más vulnerable. Pero, extrañamente, no se sentía incómodo. La sensación que lo atravesaba, claramente, era todo menos eso. Era entre una mezcla de deleite, de placer… Disfrutaba lo que estaba haciendo. Si no hubiese tenido la boca llena, Min Seok se hubiese reído por el simple hecho de que el jodido objeto que odiaba ahora le gustaba. Era la madre de las contradicciones de su vida.

 

Veía, con una especie de orgullo, como, a cámara lenta, los ojos de Jong Dae se ponían vidriosos, oscuros, anhelantes… Jong Dae estaba disfrutando verlo y eso le agrada en demasía, consiguiendo que abandonara cada vez más la vergüenza y que fuera un poco más osado.   

 

No despegó sus ojos de los de Jong Dae en todo el proceso de humedecer el vibrador. Si alguien le hubiese dicho que el simple hecho de hacer eso iba a excitarlo, no se lo hubiese creído ni por asomo. Sentía que esa parte entre sus piernas estaba tomando nota de lo que hacía con el objeto y de la persona que estaba mirando. Si, una erección completa estaba en camino.

 

Jong Dae retiró el vibrador humedecido de su boca y lo metió en la propia para darle una rápida succión y sacarlo. Le sonrió a Min Seok traviesamente.

 

 

 

— Lo hiciste bien— lo felicitó para luego darle un casto y ligero beso en la boca que sorprendió a Min Seok ¿por qué lo había besado?

 

 

 

Antes de poder decir algo por el beso, Min Seok jadeó sin poder evitarlo. Jong Dae había apoyado por completo su parte baja contra él y empezó a moverse, frotándose uno contra el otro lentamente, y eso se sentía como una completa tortura.

 

 

 

— Tu y yo vamos a disfrutar esto— murmuró Jong Dae— Quítate la ropa, quiero verte hacerlo.

 

 

 

Respirando hondo, Min Seok liberó las barras que sostenía con sus manos para llevarlas a su remera y quitársela. Luego, dirigió sus manos hacia el sur para quitarse los pantalones y, trabajosamente, deslizarlo por sus piernas, todo ante la atenta mirada de su acompañante que lo ayudó a finalizar quitando la estorbosa prenda.

 

Min Seok titubeó de repente. Solo le quedaba su ropa interior ¿debía quitársela también? Pero Jong Dae aún seguía vestido ¿no era eso injusto?

 

Como si Jong Dae hubiese leído sus pensamientos –y Min Seok sospechaba que realmente fue así-, Jong Dae se quitó la camisa que llevaba puesta y los jeans, dejándolos en el piso al lado de la cama junto con la de Min Seok.

 

Sonriéndole, como solo Jong Dae sabía hacerlo, volvió a acomodarse sobre su hyung, sentándose sobre él, y llevó de nuevo el vibrador a la boca de Min Seok. Jong Dae dejó que lo lamiera unos segundos para después mover el objeto hacia el cuello, pasando luego por los hombros y volviendo a subir.

 

Jong Dae se agachó para tomar el control del vibrador que estaba en el bolsillo de sus jeans mientras le indicaba que volviera a agarrarse al espaldar de la cama. Iba a hacer de todo esto una experiencia memorable para ambos.

 

Min Seok contuvo la respiración cuando escuchó el sonido que hacia el bendito objeto al comenzar a funcionar. Su piel se puso de gallina con el solo hecho de pensar que eso iba a estar vibrando sobre su cuerpo.

 

Un gemido profundo y largo salió de la boca de Min Seok. El vibrador estaba dando vueltas en círculos alrededor de uno de sus pezones, cerca, sin tocarlo. Maldito, maldito Jong Dae que se toma su puto y jodido tiempo con el solo hecho de exasperarlo. Sus pezones se habían puesto duros sin ser tocados, solo con sentir las vibraciones cerca había sido suficiente.

 

 

 

— Observa lo que hace un vibrador— habló Jong Dae en voz baja y lenta— Siente lo que puede provocarle a tu cuerpo si lo usas bien.

 

 

 

Min Seok asintió sin decir palabra, se sentía demasiado abrumado como para decir algo. Lo único que salía de su boca eran jadeos y su respiración era pesada y trabajosa. Tendría suerte si al final de todo no quedaba inconsciente.

 

Un grito salió rápido de su boca, una mezcla de sorpresa y placer. Por fin el vibrador se había apoyado sobre su pezón derecho, enviando ondas eléctricas a todo su cuerpo, especialmente hacia su entrepierna. Dios, se sentía tan bien… rodeando, presionando, vibrando…

 

Min Seok se dio cuenta de que sujetaba con fuerza las barras y sonrió ante eso. Ahora le veía mucha más utilidad. La verdad era que necesitaba sostener algo o iba a terminar golpeando a Jong Dae cuando empezara a moverse con brusquedad. Min Seok se conocía lo suficientemente bien como para afirmar que iba a retorcerse sin control cuando el placer aumentara. Y sujetarse de alguna cosa le era de mucha ayuda en esas situaciones para poder descargar la energía en sus manos.

 

Se mordió el labio inferior con fuerza cuando Jong Dae atrapó entre sus dientes su pezón izquierdo. No se le había cruzado por la mente que haría eso. Pensó que Jong Dae solo iba a usar el vibrador. Pero, obviamente, no se iba a quejar en lo más mínimo. No era ningún tonto.

 

Min Seok sentía su cuerpo inflamado por la necesidad. ¿Acaso Jong Dae no podía hacer las cosas un poco más deprisa? Las vibraciones sobre su pezón derecho lo estaban matando y los mordiscos, chupones, lamidas y tirones en su pezón izquierdo no ayudaban a apagar las sensaciones, solo conseguían que crecieran a pasos agigantados.

 

Intentaba duro acallar los sonidos que querían salir de su boca. Solía ser muy ruidoso cuando algo le gustaba. Y ese era el momento perfecto para no aguantarse nada, pero, lamentablemente, no era el lugar correcto.

 

 

 

— Eres muy sensible, hyung— dijo con aprobación— Vamos, gime para mí.

 

— P-pero los-los chicos…

 

— Olvídate de ellos. Nosotros aguantamos sus ruidos, ellos pueden aguantar los nuestros— sentenció.

 

 

 

No muy convencido del todo, Min Seok asintió. Si bien lo que Jong Dae dijo era cierto, él tenía ciertas dudas sobre dejar que los demás lo oyeran. Si algún sonido salía de la habitación, estaba seguro que los demás lo cargarían con ello de por vida. Y eso no era agradable en lo absoluto.

 

Cualquier otro pensamiento desapareció cuando Jong Dae volvió a trabajar sobre él. Siguió estimulando su pezón izquierdo mientras el vibrador comenzaba, vibrando, un camino descendente, haciendo que su cuerpo se estremeciera por completo. Min Seok pensaba que si existía algún dios, este debía hacer acto de presencia en ese momento para darle fuerzas y así poder llegar victorioso al final del recorrido.

 

Su cuerpo se agitó con fuerza y un sonido obsceno salió desde lo más profundo de su garganta. Se sujetó con tanta fuerza de las barras de la cama que creyó que los arrancaría. El vibrador había llegado a su destino y lo único que Min Seok podía hacer era retorcerse, intentando evadir el objeto y, a la vez, alcanzarlo.

 

Escuchó, entre la bruma, la risita de Jong Dae. Se notaba que estaba disfrutando de las reacciones que su cuerpo tenía. Y Min Seok no pensaba analizar por qué en vez de sentirse molesto, se sentía halagado. No, no iba a ir por ese camino.

 

Sintió la mano derecha de Jong Dae jugar con el elástico de sus ropa interior mientras el vibrador subía y bajaba sobre eje endurecido. Se notaba claramente la erección formada entre sus piernas y no se avergonzaba en lo más mínimo por ello. Sentía su pene latir con fuerza y estaba seguro que su punta estaba húmeda y resbaladiza. Jong Dae tendría que empezar a darse prisa porque no iba a durar mucho.

 

 

 

— La paciencia es una virtud— canturreó Jong Dae al notar la urgencia de Min Seok.

 

— No… En-en es-este caso n-no— dijo agitado haciendo sonreír a Jong Dae.

 

 

 

Paciencia las pelotas, Min Seok necesitaba su orgasmo y lo necesitaba ya. Pero conociendo a Jong Dae, este iba a estirar su llegada un poco más.

 

Min Seok suspiró de felicidad y alivio cuando Jong Dae le quitó su ropa interior. Bienvenida sea la libertad de su entrepierna. Estar apretado cuando estaba duro no era algo muy agradable, era más bien muy restrictivo y molesto.

 

Jong Dae se movió a un lado, tomó las piernas de Min Seok y las abrió para poder instalarse entre medio. Volvió a agarrar el vibrador que había dejado, solo por un segundo, a un lado y lo prendió para atacar al eje endurecido que se alzaba orgulloso entre las piernas de su hyung.

 

Poder presenciar en vivo y en directo las reacciones de Min Seok era algo que se iba a llevar a la tumba. Su hyung era una jodida obra de arte desnudo y se sentía privilegiado al tener el honor de complacerlo y tocarlo a su antojo. Era algo que iba a quedar grabado a fuego en su memoria por los siglos de los siglos.

 

Min Seok se sobresaltó en el momento exacto en el que sintió un dedo húmedo rodear su ano. Oh, por favor ¿qué tenía planeado hacerle? No es que estuviera en contra de tener el vibrador metido allí, pero eso significaba que tendría que esperar más por su orgasmo y eso no creía poder hacerlo. Le dedicó a Jong Dae, sin poder ocultarlo, una mirada cargada de necesidad y de prisa.

 

 

 

— Descuida, hyung. Hoy no es el día.

 

 

 

Y Min Seok suspiró aliviado. Si, ambos podrían esperar para eso. Esa era una de las desventajas de ser demasiado perceptivo y sensible al tacto.

 

Jadeó, gimió y hasta suplicó cuando el vibrador atacó su pene sin piedad. Rápido y despacio, arriba y abajo, vibrando lento y vibrando fuerte; las combinaciones estaban destrozando sus nervios y su control. El placer bombardeaba su cuerpo sin impedimentos y el orgasmo comenzó a construirse a pasos agigantados e incontrolables. Min Seok iba a explotar, pronto, y no había nada que pudiera hacer para aplacarlo.

 

Y como si Jong Dae se diera cuenta de que intentaba contener su orgasmo, metió sin previo aviso un dedo en lo más profundo de Min Seok en el momento exacto que el vibrador se presiono sobre su glande.

 

 

 

— ¡¡¡Hijo de puta!!!

 

 

 

El orgasmo de apodero de todo su cuerpo sin poder aplazarlo más. Min Seok se corrió, duro, con el estímulo del vibrador y los dedos de Jong Dae. Su cuerpo se retorció, se sacudió y se arqueó sin frenos, atravesando los espasmos y las oleadas de placer atacando su sistema.

 

El alivio no tardó en venir después de ello. Su cuerpo se sentía relajado y extasiado, desarmado por completo. Una sensación de saciedad pura y en extremo agradable. Y, sin poder evitarlo, una sonrisa tiró de sus labios y se formó en su boca. El pensamiento de hacerle un altar a Jong Dae que había cruzado por su mente le había causado gracia.  

 

Abrió sus ojos para mirar a Jong Dae y vio, con admiración y fascinación, como este –que se ve que dejó su ropa interior de lado en algún momento que no notó- apoyaba el vibrador aún encendido sobre su propia erección. No despegó sus ojos de la acción que realizaba, estimulándose, hasta que lo vio sacudirse levemente y llegar al buscado orgasmo, ensuciando su mano y un poco su vientre.

 

Jong Dae le dedicó una sonrisa dulce a Min Seok y este respondió de la misma forma sin dudarlo.

 

 

 

— ¿Mejor?— preguntó Min Seok con un tinte de diversión en su voz.

 

— Mejor, sip— le respondió, guiñándole un ojo, haciendo reír a Min Seok.

 

 

 

Jong Dae se levantó y fue al baño para mojar una toalla y limpiarlos a ambos. Y Min Seok aprovechó ese momento para sentirse avergonzado por haber puteado a Jong Dae. El insulto le había salido de lo más hondo del alma al ser tomado por sorpresa. Pero no iba a disculparse, sabía que no tenía por qué hacerlo. Jong Dae seguro ni se sentía ofendido por esas palabras.

 

Observó a Jong Dae acercarse dando saltitos y Min Seok solo pudo sonreír de felicidad. Y se rió al escucharlo tararear una canción mientras lo limpiaba despacio como si tuviera todo el tiempo y la calma del mundo.

 

Al terminar, Jong Dae dejó la toalla a un lado y se sentó a un costado de Min Seok en la cama sin dejar de sonreírle pero con una pequeña sombra de inseguridad reflejada en sus ojos.

 

 

 

— ¿Y bien?— preguntó, dudoso.

 

— Sin comentarios— respondió y le sonrió.

 

 

 

Una sonrisa completa iluminó la cara de Jong Dae.

 

 

 

— ¡Genial!— exclamó lleno de felicidad— Tengo varias cosas que quiero probar contigo.

 

— ¡¿Qué?!— medio gritó— ¿Tienes más?— preguntó, incrédulo.

 

— Pues claro— dijo usando un tono que indicaba que la pregunta era estúpida, como si tener objetos sexuales fuera algo normal y natural, una obviedad.

 

— Vas a matarme— murmuró, mirando a Jong Dae como si a este le hubiera salido otra cabeza.

 

— O a pervertirte— le sonrió sensualmente— Ojala y suceda.

 

— Estúpido— le dijo, ruborizándose por la mirada intensa del otro.

 

— No te preocupes, hyung. Solo pretendo que seas así conmigo— lo abrazó cariñosamente.

 

 

 

Min Seok respondió al abrazo sonriendo y suspiró audiblemente. Jong Dae tenía demasiada confianza en sí mismo. Y Min Seok sabía, muy dentro de sí, que Jong Dae terminaría ganando. El maldito siempre jugaba sucio, muy sucio, aunque eso a Min Seok no le molestaba para nada.

 

Quizás, solo quizás, dejaría que Jong Dae usara los otros juguetes que tenía –mientras no fueran dolorosos, claro estaba- sobre él. Esperaba no terminar acostumbrándose a todo eso. Pero teniendo en cuenta que ahora amaba al puto vibrador, no estaba seguro de que detestaría a los otros objetos si eran igual de placenteros.

 

Min Seok vio la sonrisa divertida y la mirada pícara de Jong Dae dirigidas hacia su persona. El muy desgraciado sabía que terminaría cediendo, lo conocía demasiado bien y, en muchas ocasiones, Min Seok odiaba eso. Y Jong Dae sabía que lo odiaba.

 

Palmeándole una pierna, Jong Dae gateó sobre Min Seok y se acomodó en los brazos de este. No necesitaba ningún permiso, sabía que el otro se quejaría al principio, pero terminaría permitiéndoselo. Al fin y al cabo, para Jong Dae, Min Seok era un libro abierto y, para Min Seok, eso era una ventaja inmensa, aunque a veces lo detestara.

 

Min Seok prefería mil veces que Jong Dae supiera todo de él antes que algún otro lo hiciera porque, como se dice siempre así mismo, “Más vale gato conocido, que gato por conocer.”

 

Y eso estaba más que bien para ambos.

 

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Notas finales:

¿Y? ¿Qué tal? ¿Era lo que esperaban? ¿No lo era? ¿Le hice justicia al One Shot “Vibrador”? ¿Me dejarán algún review y chocolates? ¿Se nota que estoy nerviosa e insegura? ¿Me quieren pegar porque estoy haciendo demasiadas preguntas? ¿Y por qué carajos no dejo de hacerlas? –explota- xD    

En fin, no tengo más que decirles muchas gracias a todos los que llegaron conmigo hasta aquí y me apoyaron :) ¡Millones de gracias!

Espero que nos encontremos en alguna otra loca aventura :D

¡Nos leemos!

XOXO

 


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