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Mi ángel guardián por Hon no inku to tsuki no hana

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Notas del capitulo:

G♠: yyyyyyyyyyyyyyyyy aquí está el tercer one -shot!!!

G♦: para saber más sobre la serie, leer las notas finales.

Iba el líder del comité disciplinario caminando por uno de los desérticos pasillos de la secundaria Namimori un domingo por la tarde, revisando las clases, con su cara de mal humor de siempre, siendo aplastado por un ángel que cayó del cielo… espera espera espera… ¿siendo aplastado por un ángel? ¿Quién leches escribió el guión? Bueno, da igual.
Eso es, el malhumorado con poca paciencia, líder del comité disciplinario, temido por amigos(?) y enemigos, estaba siendo aplastado por un ángel. Irónico.
-ittetete… me volví a caer del cielo… ¿eh? ¿Por qué donde me he sentado esta mullido?
Un moreno de dorados ojos dirige su mirada a lo que le paró la caída, dándose cuente del terrible error que había cometido. Ahora Hibari realmente estaba de muy mal humor y se estaba dirigiendo al chico que estaba punto de matar con sus tonfas.
-es-espera ¡espera un momento! eres hibari Kyoya, ¿no? Soy tu ángel guardián. Me llamo Sawada Tsunayoshi y en mi entrenamiento para convertirme en arcángel me he caído del cielo y tu estabas en ese momento ahí. ¡ha sido pura coincidencia! ¡en serio!
El moreno estaba empezando a sudar como las cataratas del Niágara, hasta el punto que se desmayó antes de que nuestro molesto azabache le tocara un solo pelo.
-tsk. Herbívoros.
Hibari lo cogió estilo nupcial, porque no hay otras maneras de cogerlo, y lo llevó a la sala del comité disciplinario, porque si hay un fanfic 1827 en la secundaria Namimori, todo tiene que suceder en ese maldito cuarto.
 
Horas después…
 
-¿huh? ¿Qué ha pasado?
El joven Tsuna de pequeñas alitas blancas se acababa de despertar en el sofá de la sala.
-¿ya despertaste? Tienes que explicarme muchas cosas.
-¿eh? ¿Cómo cuales?
-que haces aquí.
-me caí del cielo en medio de mi entrenamiento para ser un arcángel. O por lo menos un ángel decente…
- ¿que eres?
- soy… un ángel … y no.
- o eres o no eres.- le amenazó con una tonfa en su dirección.
- soy un ángel pero aun no “he despertado”.
- explícate.
- los ángeles son aquellas personas que vivieron cumpliendo las normas de Dios y que este los eligió para ser sus mensajeros, guardianes de los que quizás salgan elegidos o guiadores a las personas ya muertas hacia la siguiente vida. Yo soy de los segundos, soy tu ángel guardián.
- sigues sin responder a mi pregunta.
- hai, hai… los ángeles se consideran como tales cuando sus alas han crecido lo suficiente para realizar sus tareas. El único problema es que únicamente crecen cuando el chico o la chica se enamora… y tiene que besarse con esa persona para que se sellen las alas y puedan quedarse en el cielo sin preocuparse de caerse…
- es decir, eres un maldito ángel virgen que además eres un incopetente y torpe, para darle la guinda del pastel, eres mi ángel guardián… *suspira*
Tsuna se avergüenza y se encierra entre sus piernas, intentando cubrirse con sus alas, pero ni siquiera le llegan a las rodillas.
-s-siento ser tan incopetente… torpe… e inútil…
-Lo mira desde el sillón de enfrente* herbívoros… ¿y como vas a volver al cielo?
- no puedo hasta que me haya enamorado.
-¿ha? ¿Por qué?
- mi tutor me lo ha prohibido.
-¿y que vas a hacer a partir de ahora?
- no lo sé.
-¿tienes un lugar donde vivir?
-no.
-¿conoces a alguien que te pueda ayudar?
-no.
-¿tienes algo planeado?
-no.
Un rugido de tripas hambrientas resonó por todo el cuarto, proveniente del pobre ángel.
-por lo menos tendrás dinero para sobrevivir.
-….
Ese silencio fue suficiente para que la paciencia de Hibari se rompiera.
-Me estas diciendo, ¿que no tienes ni idea de que hacer para volver al cielo y que ni siquiera tienes dinero para sobrevivir?
-…
[Es un completo idiota…] dijo para si mismo Hibari, dándose cuenta de la dura realidad. Enfrente tenía, nada mas y nada menos, a su ángel guardián, un chico de morenos cabellos desordenados, ojos dorados brillantes, con unas diminutas alas, un pequeño aro de oro en la cabeza y lo único que tenía puesto era una camiseta blanca, unos vaqueros cortos blancos y unas botas altas blancas con cremalleras que, no sólo de ser un idiota, se ha caído del cielo y no puede volver… simplemente sólo se le puede describir con una sola palabra…
-¿tienes algún apodo por el cual casi siempre te llamen?
-… Dame-tsuna…
[No tenia ni idea que hasta en el cielo hubiera ángeles tan torpes].
-Hi-Hibari-san… ¿podria quedarme en tu apartamento?
-¿¡¿¡QU…………?!??!- la que ha gritado no era otra que la autora, que miraba con desesperación el libreto- ¡maldita sea! ¿Por qué pasan cosas que no deberían de pasar???
- HIIIIIIII… si no quieres… me voy a buscarme cualquier sitio…
Kyoya recapacitó por unos momentos.[este herbívoro es tán idiota que se cayó del mismísimo cielo. Si lo dejo deambulando por ahí seguramente le ocurrirían cosas peores… además, es mi ángel guardián ¿no? Sea lo que sea, es mío, así que no tengo mas remedio…]. Y sin mas gritos, ni mas excusas, Hibari, el malhumorado, el líder del comité disciplinario, temido por enemigos y amigos, espera, ¿amigos? Desde cuando-
-Calla ya o te morderé hasta la muerte.
ok ok. Y sin mas tonterías, Hibari acepto.
- Hibari-san, ¿con quién hablas?
Tsuna, tristemente, fue totalmente ignorado.
 Paso el tiempo, día tras día, Tsunayoshi recibía a Hibari con su alegre sonrisa, ocupándose como podía, de las tareas de la casa. Poco a poco, Hibari fue cogiéndole cariño hasta llegar al punto de amarle-, espera espera espera, quieto ahí parado, ¿Cómo que cogiéndole “cariño”? ¿Cómo que “enamorándose”? ¡pero si es el mismísimo diablo! *Hibari apunta a la estúpida escritora con una de sus tonfas* vale, vale, entendí tu mensaje, ya me cayo. ¿por donde iba? ¡ah! Poco a poco, Hibari se enamoró de Tsuna, pero por supuesto, nunca se lo diría, un carnívoro como el nunca se confesaría… o eso creía el. Desafortunadamente, un viernes por la tarde, el moreno se encerró en la habitación, negándose a salir de ella, a pesar de los gritos y las amenazas de Hibari.
-¡abre la puerta o la echaré abajo!
-¡no puedo!
Se escuchó un gran estruendo, como el de una puerta caerse.[realmente hecho la puerta abajo… ¡espera! ¡no! ¡eso significa algo malo para mí!]
-¿se puede saber que leches te ha pasado para que te hayas encerrado en la habitación?
El azabache sólo pudo ver a un pequeño bulto debajo de las blancas sabanas, incapaz de ver ni un solo pelo del chico. Su paciencia se había acabado y no tenía para nada ninguna gana de lidiar con eso.
-Sawada Tsunayoshi, quítate eso AHORA MISMO.
- n-no lo entenderías… no puedo…
Si no fuera por el tiempo que pasaron juntos, seguramente Hibari lo habría molido a palos con sus tonfas, pero se limitó a arrancarle la suave tela, quedándose impactado por lo que le había sucedido a tsuna.  Como siempre, el joven ángel guardián se encontraba vestido solo por un camisón blanco, ¿solo por eso?, bueno, solo con un camisón blanco, melena morena desordenada, ojos miel con unas pequeñas lágrimas saliendo de ellos y dirigiéndose a las sonrojadas mejillas, alas blancas, suaves y extremadamente grandes-, espera espera espera, ya se me hace repetitivo decir esa palabra pero, ¿Qué leches? ¿alas blancas, suaves y sobre todo, GRANDES? ¿PERO SE PUEDE SABER QUE HAS HECHO, HIBARI? *el azabache le echa una mirada furiosa que deja muda a la escritora*.
-q-que…
- l-lo sien-to… l-lo siento…
- ¿Por qué te disculpas?
- porque yo… me he e-enamo-rado de tí… lo siento…
- eso significa… que cuando te bese… ¿volverás al cielo?
-s-sí…
Hibari pasó una de sus manos por las alas de Tsunayoshi, haciendo que se estremeciera por el contacto.
-entonces… eso quiere decir que lo único que no tengo que hacer es besarte ¿no?
-¿eh?
Kyoya se lanzó sobre el ángel, quedando encima suya y agarrando ambos brazos con una mano, mientras que con la otra subía lentamente el camisón.
-¡Kyoya! ¿q-que crees que haces?
-demostrarte mi felicidad.- (¬¬ que manera de demostrar tu felicidad es esa?)
- ¿p-por qué?
- porque yo también te amo.
Los ojos llorosos de Tsuna empezaron a soltar lágrimas, ya no por tristeza, sino porque es una amor correspondido.
Aquella noche fue inolvidable para ambos, unidos en cuerpo y corazón, Hibari y Tsunayoshi se enamoraron por primera vez.


Meses después, Tsunayoshi tomó unas pruebas y resultaba que estaba embarazado,para la sorpresa de la pareja. Y en cuanto a sobre volver al cielo, su querido instructor Reborn supo sobre su relación, lo aceptó (joder, esto ya es el colmo) y le permitió a Tsuna quedarse en el mundo humano, como no, rompiendo varias reglas porque Reborn rompe la pana (ya decía yo...). Y así fue como Sawada Tsunayoshi y Hibari Kyoya se convirtieron en marido y esposo, comieron perdices pensando en sus futuros hijos y le mandaron de paseo a Dios y a sus reglas.

 
 
 
Notas finales:

G♦: está serie se basa en que cada domingo subo 15 one-shots de una pareja distinta de cualquier anime o manga. 

G♠: si tienen cualquier pareja de la que quieran escribir mandadme un rewiew.

G♦: y si quieren que este one-shot siga, decidlo.

G♠: ciao!!!!

G♦: ossu!!

 


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