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Tiempos efìmeros por KiriOasis

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Notas del capitulo:

Gracias por leer :)

Cuando llegaron a la entrada del subterráneo se miraron a los rostros, recordando las instrucciones dadas antes que iniciara la nueva misión. La tensión se veía acumulada en un extraño ambiente que les había sentir frío y pesar. Entonces Shinoa habló despacio y pausado antes de que entraran a aquel lugar.


—Todos saben lo que debemos hacer. Por favor, no rompan la formación ni se dejen llevar. Esta es... una misión importante.


Los chicos afirmaron con la cabeza antes de bajar por las gradas, sus pisadas eran silenciosas, queriendo escabullirse en completo silencio entre el sombrío lugar. Se sentía húmedo en cierta forma, y pudieron percibir telarañas por la falta de uso de aquel lugar. Desde que los contratos se habían hecho, algunos lugares habían sido abandonados por unos nuevos. Así que no era ninguna sorpresa encontrarse con que ese lugar estaba completamente desolado.


Todos se detuvieron cuando escucharon el eco de un objeto moverse, probablemente una roca, por el sonido que emitió al desplazarse por el suelo. Miraron a sus alrededores, esperando algún ataque o sonido que pudiera comenzar con aquello a lo que realmente fueron. Entonces una sombra se movió e hizo a todos alarmarse ante una posible amenaza. El silencio después de eso fue lo que los descolocó un poco.


Se volvieron a alejar, intentado mantener la calma en todo momento sin dejar la guardia baja, aun se sentían observados por una presencia incordia que les encrespaba la piel. Los pasos avanzaron a lo largo que pudieron hasta llevar a una zona amplia, donde todo parecía estar vacío, o eso creyeron, hasta que los pasos rectos de alguien hizo que se enfocaran en las sombras delante de ellos.


Las cosas pasaron rápido frente a sus ojos, no pudieron ver el rostro de su atacante. Era un cuerpo pequeño, parecía de un niño más que de otra cosa, pero tenía una velocidad y fuerza que era abrumadora. Antes de que pudieran atacar pasó de lado, como una demostración socarrona de lo que era capaz de hacer con sus habilidades.


De los lados aparecieron otros más, hasta que se vieron acorralados por cuatro. El jefe del grupo —que al parecer era el niño—, los miró por algunos segundos antes de hablar.


— ¿Nos hemos visto antes? — preguntó con la vista en Mika. El rubio intentó ver más allá de lo que la tela de la capucha le permitía, pero el vampiro frente a él era mucho más precavido, porque no había ninguna abertura que pudiera descubrir su rostro.


—Lo dudo.


El líder pareció considerar algo en silencio, hasta que dio la vuelta y algunos pasos antes de caminar de largo.


—Terminen con ellos, no queremos otros testigos.


Los tres restantes de abalanzaron sobre ellos.


— ¡Oye, tú! — Gritó Yuu — ¿Quién eres?


El vampiro se detuvo un momento, volteando su cabeza ligeramente en su dirección.


—No sirve de nada decírselo a un humano condenado.


Antes de que pudiera protestar, el niño desapareció de la escena. Sus subordinados eran demasiado fuertes, así que todos se vieron formados a tomar la debida atención a sus oponentes. Los próximos minutos fueron únicamente una barrera defensiva, mientras intentaban mantenerse firmes en sus lugares para no tener una interrupción.


Uno de los vampiros se coló en la formación e intentó lastimar a Mitsuba, a lo que Kimizuki logró responder con rapidez y desenvolvimiento. Luego hubo más ataques espontáneos, Yuu logro hacer daño a uno de ellos con su espada, cortando en el abdomen. Cuando el vampiro quiso atacar al pelinegro Mika respondió cortando su cabeza para deshacerse del primero.


Shinoa se defendió algunas veces como distracción, cuando dio una señal con su cabeza Mitsuba hizo que el suelo se abriera mientras una onda cortante se acercaba al vampiro, Yoichi lanzó una flecha. Los ataques llegaron al mismo tiempo y vieron como el cuerpo se convertía en polvo que desaparecía con el viento.


Sin embargo, no supieron en que momento, la mitad del grupo estaba agotado. Les dolía el cuerpo y les costaba mantenerse de pie. Se percataron del dolor que tenían y entendieron que fue un ataque no percibieron con anterioridad. Yoichi intentó mantenerse firme, con el arco en las manos mientras Mitsuba se mantenía parada con suficiencia. Ambos no estaban bien, y eso pudieron notarlo todos. Kimizuki en cambio, podía disimular sin dificultad el dolor que sentía.


El último vampiro no era como los dos anteriores, era fuerte. Parecía que estaba fingiendo con anterioridad.


Un golpe hizo a Shinoa caer en el suelo, rodo un par de veces antes de tomar en sus manos su arma y esquivar otro golpe que llevaba. Yoichi se enfocó para lanzar una flecha, cuando lo hizo, logró que se separara de Shinoa y se enfocara en él. Antes de que se acercara Yuu lo atacó para que se acercara, sonrió con suficiencia, provocándolo para que intentara seguirlo.


Intercambiaron varios golpes hasta que un golpe mandó a Yuu al frío cemento. El pelinegro se levantó intentando pararse de nuevo, viendo a Mika colocarse frente a él para enfrentar al vampiro.


—Espada, bebe — dijo serio. Entonces el arma lo obedeció y el rubio se acercó para hacerle daño. Por un momento se vio bastante parejo, pero a medida que los golpes fueron intercambiándose, era notable la diferencia entre ambos. Kimizuki aprovecho para intentar atacarlo, pero antes de que pudiera hacer algo Mika y Kimizuki fueron tomados del cuello y estrellados en suelo con violencia. Eso les quitó el aliento por varios segundos en los cuales el vampiro acercó su espada para clavársela en la garganta.


Mitsuba lanzó un golpe para impedirlo y Yuu golpeó la espada antes de que pudiera acercarla y con fuerza logró hacerlo retroceder. La rubia se acercó un poco a Yuu para que ambos le hicieran frente. Fueron al mismo tiempo, pero lo único que recibieron fue un golpe que los tumbó en el piso.


Hubo varios intentos fallidos, por parte de todos. Estaban golpeados, cansados y adoloridos.


Yuu se levantó nuevamente para enfrentar al noble. Lo encaró, mostrando una sonrisa extendida que derramada un hilo de sangre por la comisura de sus labios.


—No me digas que ya estás cansado — dijo al ver que el vampiro se había detenido. Algo parecido a un bufido fue lo que recibió como respuesta.


— ¿Puedes pararte? — enarcó una ceja cuando levantó la mirada, mostrando su rostro a Yuu.


— ¿Bromeas? — preguntó con suficiencia —. Estoy empezando.


Dentro de sí habló con Asuramaru con un débil, pero firme:


«Necesito más poder»


No obtuvo respuesta, el poder llegó inmediatamente a él y se lanzó para intentar hacer daño al vampiro. Sonrió cuando vio algo de sangre resbalar por su mejilla. El rostro contario se volvió sepulcralmente serio. Intentó varias veces lastimar a Yuu, pero se defendió con destreza. Mika se levantó del suelo para luchar, fue así que se pusieron hombro con hombro para hacer frente al noble delante de ambos.


Corrieron hasta él con la espada en manos, fue esquivado varias veces, sin embargo, lograron hacerlo retroceder con algo de esfuerzo. Con una buena sincronización esperaron que Shinoa hiciera una señal para terminar con alguna estrategia. La chica de cabellos morados dio un rápido vistazo a su alrededor, observando la posición de todos.


Dio una señal a Yoichi y Mitsuba para que se pusieran en posición hasta que diera nuevamente otra señal. Dio unos pasos hacia atrás, mirando atenta como Yuu y Mika estaba en medio de la distracción hasta que ella decidiera dar la orden para un último ataque. Kimizuki se levantó, esperando detrás de los dos muchachos con las espadas.


Entonces, cuando Shinoa asintió con la cabeza Yuu se movió con intenciones de cortar el cuello ajeno. Mika hizo lo mismo del lado contrario, con perfecta sincronización. El vampiro retrocedió antes de que llegaran los ataques. Entonces abrieron un camino para que Kimizuki pasara por el medio de ambos para atacarlo directamente. Shinoa y Mitsuba se colocaron detrás de él para impedir que se moviera de manera repentina.


El vampiro se veía encerrado en ese pentágono protegido a lo lejos por Yoichi, preparado para cualquier movimiento que intentara lograr. Sin embargo, el vampiro sonrió antes de tomar de su cinturón la espada que aún no había desenvainado salvo por un par de veces. Hizo un movimiento rápido y golpeo en el estomagó a las chicas detrás de él. Ambas fueron tomadas por el cuello y lanzadas sobre el chico castaño que apenas y logro atraparlas haciéndose daño.


Quedaron los tres con algo de problemas. Kimizuki lo atacó y el vampiro lo detuvo con su espalda mientras Mika intentaba de alguna manera deshacerse de él. Fue a sus espaldas, para estar frente a sus tres compañeros lastimados he intentar derrotarlo en algún punto ciego.


En un último intento, Mika se encargó de uno de sus brazos, cortándolo. Quiso usar el otro, pero no se lo permitió. Entonces Yuu clavó su espalda en la espalda del vampiro y Kimizuki cortó su cabeza. Vieron su cuerpo desaparecer y pudieron respirar.


Lo primero que hicieron fue acercarse a los otros tres que estaban en el suelo. Yoichi ayudó a Shinoa y Mitsuba a sentarse, el golpe las había dejado sin aliento.


— ¿Están bien? — preguntó Yuu. Vio una sonrisa formarse en el rostro de los tres antes de que se levantaran con algo de dificultad.


—No deberían levantarse — dijo Kimizuki —. Descansen.


— ¿En este lugar tenebroso? — contestó Mitsuba —. Prefiero gastar mis últimas energías llevando al exterior.


—Creo que yo tampoco me sentiría cómodo quedándome aquí — comentó Yoichi sonriendo. El chico de cabellos rosados no dijo nada más, solo espero que intentaran recobrar el aliento para salir. Yuu se acercó a Shinoa y le extendió una mano para ayudarla a levantarse, ella tomó su mano y después de levantarse se limpió el uniforme lleno de polvo.


—Bueno, eso quiere decir que esta misión ha concluido.


Después de un camino algo complicado para salir de ese lugar pudieron llegar al exterior. Se revisaron un poco las heridas. La mayoría eran raspones, moretones de dolores internos que debían ser revisados cuando llegaran. Solo pudieron llegar hasta un edificio para buscar algo de sombra y un lugar en el cual pudieran descansar, porque era imposible que pudieran regresar esa noche con lo lastimados que estaban. Así que comieron algo antes.


El sol se escondió y prendieron fuego una vez más, se pudieron alrededor del fuego para calentarse y de paso intentar probar suerte durmiendo. No se sentían en perfectas condiciones para estar descansado de todo en el duro suelo.


Sin embargo, todos cayeron profundamente dormidos antes de darse cuenta. Estaban muy agotados después de todo.


A la mañana siguiente, apenas se levantaron y estuvieron con las fuerzas necesarias, volvieron de vuelta para informar de su misión exitosa. Pasaron varias horas hasta que anochecía, pero no se detuvieron debido a la cercanía del lugar. Después de estar en medio de la noche caminando sin parar, llegaron. Ese lugar estaba en verdad muy lejano.


Antes de que hablaran terminaron siendo examinados en la parte médica antes de salir por el pasillo. Yuu tenía unas vendas colocadas en su abdomen y con una parte de su mejilla parchado en tela blanca. Miró a Mika a lo lejos y se acercó a su lado.


— ¿No quieres que te revisen?


—No recibí el daño de un arma demoniaca. Así que todo se curó.


—Ah, claro... — dijo Yuu desviando el rostro. Se había dirigido donde Mika para hablar, pero no había pensado en que decir realmente.


— ¿Podemos salir? Quisiera algo de aire...


—Estuvimos afuera hace nada... — dijo Yuu —. Pero si tú quieres, está bien.


Ambos fueron en silencio hasta salir. Mika avanzó algunos pasos hasta detenerse y Yuu imitó su gesto. Estuvieron en silencio bastante tiempo hasta que Yuu se dirigió a Mika con una sonrisa en los labios.


—Gracias. Si tú no me hubieras ayudado, de seguro tuviera heridas más complicadas de tratar.


—Yuu... he estado pensando.


— ¿En qué?


—Lo de hoy... fue demasiado peligroso. Ganamos por suerte, porque el idiota se confió y no desenvaino su espada cuando debía hacerlo.


Yuu borró su sonrisa y dirigió su mirada al suelo. Esas palabras lo habían frustrado, sabía que Mika tenía razón. Aun no tenía la suficiente fuerza para vencer a uno de esos dichosos nobles él solo. Los seis terminaron lastimados a pensar de haber cooperado juntos.


—Pero no era eso lo que en verdad quería decirte.


— ¿Entonces qué?


—No sé qué suceda cuando este acuerdo termine. Y entonces humanos y vampiros vuelvas a estar por su propia cuenta. La verdad, los sigo odiando a ambos, pero creo que puedo entenderlos mejor que antes. Supongo que el tiempo se está terminando.


Mika se volvió hacía Yuu, y su mirada azul pasó a ser una gentil mientras sus labios se curvaban para sonreír al muchacho de cabellos negros.


—Me gustas, Yuu.


El chico lo miró con sus ojos abiertos y sintió su cuerpo volverse de piedra. Creyó que su mente le estaba jugando alguna clase de broma y había escuchado mal.


— ¿Gustar en qué sentido? — preguntó aun sintiéndose un tonto por hacerlo. Mika se acercó a él hasta tomarlo de los hombros y acercarlo despacio, le dio un beso fugaz antes de mirarlo nuevamente.


—De esta manera.


Yuu sintió el calor subir por su rostro y una serie de palabras inentendibles aglomerarse en su garganta mientras intentaba respirar calmado. Mika estaba diciéndole que lo quería, y como había pensado todo ese tiempo. No como su familia ni un hermano, sino de esa forma, en la forma en la cual no creyó jamás.


—Y-Yo... — intentó decir algo, pero las palabras morían en su boca antes de ser pronunciadas, creando una serie de balbuceos sin sentido. Quería decir algo, pero no estaba seguro de que era lo que tenía que decir. No había una respuesta correcta a algo como eso, y esta vez no había nadie para que lo ayudara.


—Está bien, Yuu — dijo Mika intentando calmarlo —. No tienes que decirme nada.


—P-Pero...


—Creo que ya estaba preparado para cualquier respuesta que me dieras. Piensa tranquilo.


El vampiro sonrió antes de acercarse para darle un beso en la frente y marcharse por las mismas puertas por las cuales salieron hace minutos. Se quedó plantado en el mismo lugar durante un largo tiempo, hasta que reacciono para poder entrar.


Fue por los pasillos, pensando en lo que había pasado. Aun resonaban las palabras en su cabeza una y otra vez. Pasó una mano por su cabello y miró al techo vacío.


—Le gusto a Mika — susurró para sí mismo en la puerta de su habitación. Abrió y entró a su habitación, cerrando la puerta a sus espaldas mientras se apoyaba sobre ella, mirando al frente. Se intentó hacer la idea por su propia boca. Así que volvió a decir lo mismo, esta vez más alto, en la soledad y comodidad de su habitación.


—Le gusto a Mika — repitió. Esta vez creyó que era casi imposible mientras su boca se curvaba sin que pudiera evitarlo — ¡Le gusto! — volvió a decir con satisfacción. Sonrió abiertamente y una pequeña risa salió de sus labios antes de que pasara las manos por su cara que sentía arder.


Se tiró en su cama, intentando calmar el dolor en su pecho por culpa de su corazón. No podía negar que estaba feliz, más feliz de lo que ninguna cosa pudo hacerlo antes. Quizá solo saber que Mika estaba vivo era lo que superaba lo que sentía en ese momento. Pero la felicidad de ambos momentos, era causada por la misma persona.


Un nuevo nerviosismo ser formó en el cuándo pensó en lo que haría el día siguiente. Porque tendría que hablar con el rubio de alguna manera posible. Y porque Mika estaba esperando por una respuesta que no podía darla.


No estaba seguro de que hacer, aunque estuviera feliz.

Notas finales:

¡Muchas gracias por leer! :D


La verdad, no sé cuántos capítulos exactamente vaya a tener este fanfic, sinceramente, porque lo inicie en un momento de impulsividad. Sé cómo va a acabar y es posible que el final este mucho más cerca de lo que parece :33


Quiero agradecer a todos los los que leen. Y también a los lectores fantasma (admitámoslo, sé que estás ahí.)


Si tienen alguna cosa que quieran saber por un capitulo intermedio, no duden en decirlo.


Nos vemos~! <3 


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