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Tiempos efìmeros por KiriOasis

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Notas del capitulo:

Todos los derechos están reservados a Takaya Kagami, el creador del argumento de esta maravillosa obra. 

 

Se levantó de golpe, sentándose mientras respiraba agitado. Pasó una mano por sus cabellos oscuros, mirando a su alrededor. Todos sus compañeros estaban profundamente dormidos en en el silencio de la noche. Así que intentó calmarse un poco.


— ¿Estás bien?


Yuichiro miró al único que podía estar despierto a esa hora de la noche. Suspiró algo aliviado al verlo y frotó su rostro con una mano, relajándose por completo.


— Así que si estás aquí... — dijo sonriendo.


— ¿Sigues pensado que todo es un sueño? — preguntó. Yuu lo miró, distinguiendo su gesto de preocupación por el fuego de una fogata prendida.


— Todas las noches sueño con ello — contestó bajo para asegurarse de no despertar a sus amigos. El fuego crujía con la madera que se quemaba lentamente. Y su mirada esmeralda observaba como se incineraba. — Supongo que las cosas sucedieron tan rápido que no las vi llegar.


— Yuu... — Mika lo miró algo triste. Era verdad, tal vez estuvo buscándolo durante años, pero él siempre creyó que estaba muerto. — Deja de pensar tanto en eso, estoy aquí.


— Lo sé, y estoy realmente feliz. — respondió con rapidez. — Quizá es eso...


— ¿Qué cosa?


— Nada...


Mika decidió no insistir, puesto que vio al chico más calmado y no quería alterarlo de nuevo.


— Un trato entre humanos y vampiros para matar a más vampiros — susurró Yuu. — ¿Cómo puede ser posible algo así? se supone que juré matarlos a todos...


Mika se acercó, sentándose a un lado de su amigo.


— Son tiempos difíciles...


— ¿Sabes? Se supone que vinimos aquí para te llevaras mejor con todos — confesó Yuu mientras sonreía. Mika hizo una mueca, demostrando que no le causaba gracia que los hicieran salir a todos juntos solo para eso.


Yuu dejo de sonreír y miró al rubio


— Mika — llamó, — intenta ser amigo de ellos.


— Sabes que odio a los humanos, Yuu.


— A mi no.


— Tu no eres cualquiera. Jamás serás igual a ninguno de ellos.


Entre ambos hubo un pequeño silencio en el cual Yuu volteó a ver nuevamente a sus compañeros para asegurarse de que estaban dormidos. Entonces centró su atención en el vampiro.


— Por favor... — pidió — solo inténtalo.


Mika iba a negarse, pero cuando vio la cara casi suplicante de Yuu no pudo hacer nada más que callarse en un mensaje silencioso de que iba a intentarlo. El otro sonrió victorioso al no escuchar ninguna queja del otro.


Yuu se acostó mirando el cielo, bostezó algo cansado.


— Duerme, Yuu. — Mika se movió un poco, y Yuu jaló ligeramente de su ropa. El rubio lo miró interrogante.


— No te vayas... — pidió acostándose de lado.


— Nunca.


Entonces cerró sus ojos para dormir en paz. A la mañana siguiente se despertó último. Shinoa y Mitsuba estaban hablando de algo muy entretenidas, mientras Kimizuki y Yoichi miraban serios a un lugar en el paisaje destruido. Mika estaba separado, lo vio beber de un tubo sangre.


Se levantó del piso , Mitsuba y Shinoa se percataron de que estaba despierto y se acercaron a él.


— Así que por fin despiertas — dijo Mitsuba. — Ya podemos marcharnos entonces.


— Se suponía que eran veinticuatro horas para llevarnos mejor con nuestro compañero... — Shinoa se enfocó en Mika, quien estaba separado sin intensiones de acercarse. Sin embargo, su expresión de hostilidad en contra de ellos ahora era simplemente una expresión seria.


— Regresemos para darle al Teniente Coronel el resultado de su brillante idea — expresó Kimizuki de mala gana.


De camino, Yuu se separó de Mika para hablar con el chico de cabellos rosas. Tocó su hombro para llamar su atención, obteniéndola cuando este se volteó a verlo.


— ¿Oye, estás bien?


— ¿Por qué preguntas?


— Últimamente te veo más irritado de lo usual.


— Para nada - negó lento con la cabeza. — Estoy bien.


— ¿Entonces por qué estás enojado últimamente?


Kimizuki pareció pensar en algo y luego movió su cabeza para disipar los pensamientos. Observó de soslayo al más bajo y dijo:


— Todo está bien.


Yuu dudó, pero tampoco quería preguntar de nuevo. El chico de cabellos rosados estaba muy tranquilo en ese momento, y volver a hacerlo enojar era algo de lo cual no tenía muchas ganas. Dejó eso y el resto del camino fue silencioso para todos.


Al llegar, lo primero que hicieron fue encargarse de los informes detallados acerca de los sucesos en las afueras. Yuu escribía hasta el momento en el cual se acordó de su conversación con Mika, no le vio necesidad de agregarlo, así que lo omitió.


Salió de su habitación y dio una vuelta en las afueras de los grandes edificios. Pudo distinguir a lo lejos a Guren saliendo.


— ¿Cómo les fue en su pequeña misión?


— Todos somos mejores amigos y nos sentamos a contar graciosas anécdotas del pasado — usó el sarcasmo el menor. — Tu estúpida idea fue una perdida de tiempo.


— Quizá lo fue — respondió. — Pero puedo apostar de que tuvo algo de utilidad.


— ¿En qué?


Guren ignoró la pregunta del Yuu. Entonces él solo suspiró.


— Estás distinto, Yuu.


— ¿Qué? — Él observó su propia ropa buscando algún cambio en su vestimenta o su cuerpo. Guren negó con la cabeza.


— No me refería a eso — exclamó — Antes hubieras hecho berrinche como un mocoso solo para que te respondiera.


Yuu pensó en lo que le dijo unos segundos. Él no había tenido muchas ganas de pelar últimamente, y casi ni tenía problemas de algún tipo. Pero no era que las cosas no le molestaran o algo parecido, la verdad era que estaba tan sumido en lo que pensaba que se olvidaba por completo de ese tipo de cosas.


— Ahora eres distraído también.


— No es verdad. He cumplido mis ordenes perfectamente.


El Teniente Coronel lo analizó con la mirada, con sus ojos ligeramente entrecerrados, demostrando ligeras sospechas de algo en su cabeza.


— Cuidado con lo que haces, Yuu.


— ¿Eh?


Guren pasó de lado sin decir nada más, dejando a Yuu con una perfecta expresión de duda marcada.


Se marchó, repasando las palabras una y otra vez en su cabeza. No se había comportado mal, estaba cumpliendo sus ordenes, no estaba peleando, ¿entonces qué podía ser? No lo entendía. Pensó que tal vez no había manera de complacer a las personas.


Volvió a subir el edificio por las extensas escaleras hasta llevar a la azotea. Estaba vacía, así que se asomó para mirar. Desde lejos divisó como un edificio se derrumbaba, haciéndose añicos mientras caían los restos en el piso. Le llamó mucho la atención.


— ¿Fue grandioso, verdad?


Yuu reconoció la voz de la chica de cabellos purpuras a su lado.


— Yoichi está practicando con Shinya un poco de tiro. Era bueno, pero está mejorando mucho más desde que está con él.


— Llevan un par de semanas, ¿verdad?


— Sí. Es una buena manera de emplear su tiempo libre. Además que Shinya lo considera su tutorado, no todo el mundo práctica con armas de largo alcance.


— Supongo que tienes razón...


La hora del almuerzo llegó y fue junto con la chica hasta encontrarse con Mitsuba. Los tres siguieron caminando hasta una parte en la cual la rubia hizo un comentario que llamó su atención.


— ¿No creen qué Yoichi ha estado actuando extraño últimamente?


— ¿Te refieres a que está distraído todo el tiempo? — pregunto Shinoa. — Hace lo que tiene que hacer, pero cuando hablamos, en ocasiones no está prestando atención.


— Tal vez él... - calló Mitsuba.


— ¿Nuestro pequeño Yoichi? — preguntó Shinoa sonriendo de esa forma tan peculiar. — Vaya que crecen rápido.


— ¿De qué hablan? — Yuu se perdió en la conversación de las chicas. Ellas lo miraron, sonriendo con malicia al de ojos verdes.


— Nada — respondieron al unisono. Entonces Yuu se irritó un poco, parecía que todos estaban guardado secretos esos días.


La hora del almuerzo fue otra de esas comidas extrañas. No era un ambiente tenso, sino más bien uno extremadamente extraño. Su mirada y la de Mika se encontraron y el rubio le sonrió. Yuu hizo lo mismo de vuelta, mirándolo unos segundos antes de volver a caer en cuenta de la extraña situación.


Mika no estaba mirando con hostilidad a sus amigos, y hasta se atrevió a sonreír frente a todos, eso lo sorprendió en exceso. Así que se dedicó a mirar al restó de su familia cuidadosamente.


Kimizuki estaba con el ceño fruncido, mirando a un lugar en la pared pensando en quien sabe qué mientras comía casi con violencia. Yoichi jugaba con su comida, apenas y la había tocado, tenía su mirada perdida entre el alimento y el tenedor. Claramente estaba en cualquier otro lugar, menos ahí. Shinoa y Mitsuba estaba susurrando entre ellas mientras reían bajo hablando-susurrando- de algo que desconocía.


Yuu bajó la vista y dijo:


— Asuramaru, ¿me estoy imaginando cosas?


No hubo respuesta de su espada.


Movió su cabeza. Tal vez si tenía razón Guren y él estaba tan distraído que no se había dado cuenta del cambio en el comportamiento de su familia.


Yuu llegó en la noche a su habitación muy extrañado de todo. Las cosas estaban cambiado tan rápidamente que no tuvo tiempo ni de ver las cosas llegar.

Notas finales:

¡Gracias por leer! :3


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