Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

10 Señales de que estás por ser infiel. por Wermai

[Reviews - 9]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola! 

Uf, hace mucho no actualizo este fanfic y la verdad, este capitulo era el que me tenia bloqueada. 

Solo espero que aun hayan personitas para leerlo.

A parte, ya puedo aclarar que seran cerca de unos 17 capitulos, posiblemente sin contar el épilogo. Desde el capitulo 5 hasta el 15, serán las señales. 

Ojala te guste este capitulo y el fanfic c:.

           4. Mal Presagio.

Puede que Sabo hubiera bebido más de lo recomendable para seguir en sus perfectos cabales, pero las mañas de la universidad nunca lo abandonan. Sabe y, casi que orgullosamente, presume su hígado de acero. Gracias a la práctica, es capaz de aguantar le alcohol mucho mejor que las personas que conoce. Incluyendo a su padre que a esa hora ya debe de estar en alguna mesa sin recordar muy bien su nombre completo.

Sin embargo, ahora dudaba de eso.

¿Estaba alucinando? Debía ser lo más lógico dado lo que acaba de ver.

Cuando perdió a Luffy de vista y corrió a su encuentro, no espero en lo absoluto verlo casi en brazos de su mejor amigo. ¿Por qué razón Ace sostiene a un alcoholizado Luffy en un casi abrazo?

-¿Qué creen que están haciendo? –Menciona, mirando nuevamente el vaso con el líquido nocivo en su mano derecha, casi culpándolo por lo que acaba de ver. Su ceño esta fruncido de una forma bastante pronunciada.

Sinceramente, no lo entiende muy bien.

-S-Sabo. –Menciona Ace en un pequeño susurro, moviendo sus ojos de Luffy hasta su rubio amigo, casi con desgana y un leve fastidio. Era bastante obvio lo que estaba haciendo y, vaya, no quería ser interrumpido. No obstante, le asombra más ver la forma en la que Luffy se desprende de su cuerpo con facilidad y sorprendente rapidez y se tira a los brazos de su mejor amigo, abrazándolo de una forma más que afectuosa.

-¡Sabo! –Chilla con felicidad y emoción. Con una sorprendente actuación que logra disimular parte de su precaria situación con los excesos de alcohol en su sangre.

Sabo, es capaz de borrar cualquier cosa de su mente. En esos momentos son solo él y su pequeño y amado hermano menor. Lo ha extrañado tanto y aunque se han saludado ya con anterioridad y aunque se han abrazado ya con anterioridad, se siente como la primera vez. Con el mismo anhelo, la misma pasión, la misma necesidad de anhelo.

Solo que el penetrante olor de Luffy invade sus fosas nasales. Seguidamente de la risita picara y la forma en la que termina casi acostando en su pecho para dormir un poco y se da cuenta que, efectivamente, no deliro nada. Su mejor amigo y su hermanito –con una relación de dos años encima- estaban en una escena bastante comprometedora. Luffy suelta un pequeño y frágil suspiro cuando, levemente comienza a ser envuelto en el calor del pecho de su hermano mayor y termina por perderse en el mundo de los sueños.

Sonríe un poco, Luffy jamás dejara de ser un mocoso. Seguidamente, las facciones de su rostro cambian de una forma bastante obvia, ya no presenta esa dulce y tierna mirada llena de adoración sino que solo expresa rabia, desconcierto y unas inmensas ganas de asesinar a alguien.

Levanta sus ojos ardiendo en ira y los reposa sobre la mirada de confusión e incredulidad de Ace que solo observa su pecho y brazos que cubren el rostro de Luffy ya profundamente dormido.

-¡¿Qué crees que le hacías a mi hermanito?! –Exclama con una voz bastante potente. Hasta ese momento Ace es capaz de apartar sus ojos y mirar a Sabo. Dura un par de minutos en que su cerebro pueda procesar las palabras y, de golpe, la calentura de hace unos minutos se le baja de golpe.

Qué pasa aquí doctor García.

-Espera ¿Qué? ¿Lu es tu hermano? –Fuera de sus pecas, el rostro de Ace esta pálido, su semblante de bobo desconcertado, hace que la ira del rubio mengue. En cambio, resopla, comenzando a alzar a Luffy a un estilo bastante femenino.

Será una larga plática. Por otro lado se alegra que sus dos personas especiales estén bien.

**********

La situación iba tornándose más incómoda y, por qué no, algo dolorosa y fastidiosa a medida que avanzaba.

Luffy seguía durmiendo en el regazo de Sabo y Ace no apartaba sus ojos de él, pero ahora con una mala cara adornando su rostro. Se encontraba al lado de Sabo quien seguía bebiendo, haciendo algunos chistes ocasionales a su padre que estaba justo frente a ellos. Pero lo peor no fue eso.

Pocos minutos después una nueva persona invadió la mesa en que estaban. A la primera, el hombre quitó con molestia la otra silla al lado de Sabo y se sentó de una forma burda y brusca, visiblemente molesta. Mientras su mejor amigo y el padre de su mejor amigo estallaban en carcajadas; el hombre nuevamente volvió a hacer mala cara y tomar una nueva copa.

Los oscuros ojos del nuevo intruso viajaron hasta inspeccionar al muchacho que aun dormida con sus pies en una silla y su cabeza en los muslos del hermano mayor y suspiro con visible tranquilidad, soltando parte del estrés que mantuvo en su sistema por quien sabe cuánto tiempo. No pudo evitar la tentación de estirar levemente su mano y enterrarla en los cabellos azabaches de Luffy, pero inmediato fue apartado por la mano de Sabo con un leve golpe.

-No te atrevas a tocar a mi hermano. –Sentenció con algo parecido a la molestia. Repentinamente las risas de Sabo y Shanks se convirtieron en gruñidos territoriales. El hombre con un inusual color de pelo, chasqueó con molestia la lengua pero aun así prefirió callarse por un rato más, obedeciendo a los caprichos del círculo familiar de su pareja. Igual, no se molestaba; Luffy al final del día siempre terminaba siendo suyo.

Pronto notó los ojos de Ace escrutarle con algo de fastidio y sintió incomodidad. Le devolvió una mala mirada también; estando muy a poco de que cada uno saltara encima del otro. Claro, era estúpido pero hasta un poco compresible que siendo el tipo de hombres que ostentaban ser, se quedasen callados y sumisos cuando, frente a los presentes, acababan de desafiarse con la mirada.

Mucho menos en el caso de Ace que no se avergonzaba para en nada de su naturaleza impulsiva y problemática. Era una sensación extraña, algún tipo de extraña reacción que le impedía comportarse cuando el único intruso era él.

Empero, no duda en recordar su situación cuando Sabo da un codazo justo en sus costillas, despertando un dolor que se extendió por un par de minutos y le hizo soltar un leve gemido. Sabo le dedico una maléfica mirada y Ace entendió la indirecta. Formuló una casi hipócrita sonrisa e hizo gala de sus pulidos modales levantándose de la silla, estirando su mano y presentándose a Zoro.

Zoro quedo desconcertado por un par de minutos, pero luego de parpadear un poco, también se levantó y tomó su mano, conociendo por primera vez a ese extraño hombre. Es hombre con un gran carisma, con una sonrisa hipócrita bastante sincera y unos ojos negros demasiados profundos.

No pudo evitar sentir un escalofrío recorriendo su espalda y, sin tener una justa causa, le disgustó los atributos y personalidad de ese hombre.

*********

Desde el encuentro de Sabo, Luffy y Ace, pasaron exactamente siete cosas que valía la pena destacar:

Primeramente, cuando Ace y Sabo se encuentran, se abrazan. Después de dejar al adolecente sobre un cómodo mueble. El contacto se alarga por un par de minutos y una sensación conocida inunda el pecho de Sabo. Se siente extraño, pero le agrada. Duda un poco, antes de soltarlo y comenzar a aclarar un par de dudas.

Punto número dos: Comiza la intervención de Ace, relatando el momento en que se conoce con el menor de los hermanos D. No se corta a la hora de dar los halagos. Idolatra, la forma en que lo cautivo en tan solo dos rápidos encuentros; la sinceridad y la fuerza que es capaz de destilar, la autonomía, la autenticidad y madurez camuflada. Le encandila esa sensualidad que pudo comprobar momentos  atrás, la facilidad como sus cuerpos encajan y el pulso alocado gracias a sus emociones. Suspira largamente, esperando que el alma o el amor no se le escaparan por la ranura entreabierta de sus labios.

Entonces Sabo comprende que Ace acaba de tener un flechazo por su hermano pequeño. Pone una mano sobre su hombro y se prepara para destrozar sus ilusiones; resultando ser el acontecimiento número tres.

Cuando comienza a explicar la relación de fábula y cuento clásico de Disney que comparten Luffy y Zoro desde el momento que se conocieron, espera no lastimar demasiado a Ace. Es extraño, considera. Que a pesar de su carácter fuerte y decidido, Ace tienda a ser frágil con sus sentimientos. ¿Qué clase de cosas pensó de Luffy estos últimos días? Además es demasiado rápido. Considera que es algo que no cabe del todo como parte del destino; no es como si el rubio creyera demasiado en ello, pero no puede contradecir la idea de que algo no calza con normalidad en ese relato. El número cuatro.

Número cinco: Shanks no tarde en aparecer. Se presenta, Ace, formalmente y Shanks ríe y le abraza de una forma bastante bizarra que no termina de considerar si lo haría de estar el pelirrojo en sus cinco sentidos. Sin embargo, el hombre le agradece sinceramente por haber cuidado de su pequeño tulipán, de su girasol. Ace ríe, olvidándose momentáneamente de su crush, que luego de un rato vuelve a ser alzado por Sabo y se acomoda en una nueva mesa, donde los meseros vuelven a llevar más bebidas alcohólicas y comienzan a tener una larga y amena conversación repleta de anécdotas de antaño. Ambos hombres comienzan a reír cuando ven a Zoro corriendo a lo lejos y Sabo le explica la broma: No le dirán nada y esperaran que, milagrosamente, muera de un paro cardiaco por no encontrar a Luffy. Ace es capaz de conocer al hombre que es la pareja del hermano menor de su amigo.

En el número seis, Ace asiente con repentina seriedad, Shanks trata de ignorar cualquiera de las miradas y las palabras ocasiones que se dan los dos veinteañeros. Son amigos y necesitan un espacio para decirse un par de cosas de adultos jóvenes que posiblemente él no podría entender. Ace menciona a Sabo que entiende perfectamente la situación en la que se ha metido y la extraña expectativa que despertó estos últimos días por Luffy y, con la sinceridad que es solo posible en Ace, le asegura que dejara las cosas tal y como están. No piensa intervenir.

Y, punto número siete: A pesar de todo, Sabo tiene un mal presentimiento.

Cuando se separan, Ace hace un último esfuerzo por recordar el sexto punto de su conversación. Y en algún momento de su presentación, es capaz de sonreír con sinceridad y solo acentúa más el instinto casi felino de Zoro, quien sigue mirándolo con sospecha.

Ace vuelve a su asiento. Mira a Sabo y este le da un gesto de aprobación. Lo ha hecho bien. Sobre todo cuando sabe que la nueva odisea se va a desatar.

Luffy comienza a despertar, la bruma del alcohol ha bajado de forma importante. No es capaz de olvidar la situación de hace unos momentos y cuando sus ojos finalmente se abren por un momento cree delirar y descansar sobre el regazo del pecoso desconocido.

No sabe exactamente como sentirse cuando se da cuenta que se encuentra entre los brazos de su hermano mayo, siente un inminente alivio. Mucho más y acentuado cuando los oscuros ojos de Zoro se posan en su cuerpo y lo miran con una extraña reprobación. Conoce a su pareja con una extraña perfección y solo le basta una mirada para notar que algo no va bien del todo.

Frunce su ceño algo confundido cuando siente los brazos de Zoro rodeándolo para posteriormente reclamar de una forma exigente sus labios, con una pasión que lo desconcierta y lo deja momentáneamente sin aire en sus pulmones. Cuando finalmente se aleja, sus labios se sienten algo hinchados y algo de saliva desliza por la comisura de sus labios. Hace un gesto que deja en claro que le desagradó.

Cuando es más consiente del ambiente a su alrededor, choca con los ojos de Ace mirándolo de una forma muy diferente a las veces anteriores. De ser un poco más extremista y suspicaz, entre sus pupilar dilatadas de rencor, podría haber entrevisto una pizca de asco.

Luffy sonríe un poco, luego se acerca más a Zoro y de una forma más lenta y tierna le deja un nuevo beso en los labios.

Zoro parpadea un par de veces y es ahora él quien siente desagrado. Jamás, jamás en el tiempo que llevaban juntos sintió una sensación tan poco agradable al dar un beso con Luffy. Sus labios se movían de una forma sensual, lenta y parsimoniosa, y aunque suspira entre sus labios jamás ha sentido tanta amargura en un beso.

Ace trata de apartar sus ojos, pero no puede. No cuando los ojos oscuros de Luffy penetran con intensidad su alma, mientras mueve sus labios sobre los de otro hombre.

Zoro se aparta de forma brusca. Baja la mirada y alude todo a los estragos de la bebida, tanto en él como en Luffy.

Aun así, también tiene un mal presentimiento.

Notas finales:

Gracias por leer :')

Me gustaría mucho saber sus opiniones acerca de este fanfic así que cualquier cosa que quisieran decirme, estaré ansiosa por los reviews.

Un saludo c:.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).