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10 Señales de que estás por ser infiel. por Wermai

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Notas del capitulo:

¡Hola :3 !
Lamento bastante no poder haber actualizado mucho antes, pero para justificarme diré que este Fic me cuesta un poco más y es porque ¡nada me gusta! jaja Solo este capitulo lo he hecho más de tres veces, y (para que parezca más irónico) lleva bastante tiempo para subirse pero cada vez que lo releía le agregaba más cosas o cambiaba otras y creo que si lo vuelvo a releer volvere a cambiarle D: Peroo creo que así quedo bien... jaja

En fin... Quiero mencionar que dentro de fic hay una canción y (para que parezca más emocionante) dejare el link del video :3 https://www.youtube.com/watch?v=dVOMNz5AugE

Antes menciono que Tainted Love significa Amor Corrompido 

No siendo más; espero que disfruten.

A pesar del dolor que le causo el no poder recibir a su hermano después de tantos años, y a pesar de haberle tenido por un largo y tendido periodo de tiempo en su cabeza, con unos pequeños lapsos en los que solamente la obscuridad de los ojos desconocidos opacó sus pensamientos; su desdicha fue aliviada al día siguiente cuando por fin se habían visto. Luffy no fue capaz de contener su emoción; a los segundos de verle, sus ojos se llenaron de lágrimas y se colgó de su cuello en un largo abrazo en el que demostró lo mucho que le había echado de menos.

Sabo había llorado en conjunto con él. Ambos mantenían una relación bastante estrecha, por eso al separarse en ambos cayo un extraño vacío, difícil de llenar con fugaces llamadas. Aunque en un principio el dolor fue casi imperceptible, la añoranza por el contrario le había llegado a volverse una necesidad imposible de llenarse por sí misma. Ambos tuvieron una ayuda; el cariño que día a día Zoro le brindaba a Luffy le hacía superar cualquier dificultad, desde la monotonía hasta la falta del hogar, haciendo de cada día una nueva aventura. Por otro lado, Sabo había conocido también a alguien especial; y aunque en un principio llego a sentir una confusa atracción, al final se dio cuenta de que ambos debían mantenerse unidos de una forma más fraternal, ocupando un nuevo espacio en su corazón, capaz de hacerle olvidar por momentos la ausencia de sus amados orígenes.

La vuelta de Sabo había causado gran conmoción. Su regreso fue la mejor noticia, no solo para la familia, sino amigos, vecinos, viejos conocidos y hasta el dueño de la vieja tienda de vivires en la cual, cuando era pequeño, el rubio fue un compulsivo comprador de refrescos.

Sabo era muy amado, todos habían sufrido gracias a su ausencia pero siempre con la firme intención de hacer lo mejor por su porvenir, entre ellas las fingidas sonrisas de dicha; las cuales, al ser demasiado obvias, el rubio había aprendido a aborrecer; gracias a ese tipo de detalles el ver sonrisas sinceras llenas de lágrimas de dicha, le había llenado inmensamente.

Su padre, Shanks, no quería cambiarse por nadie. Con sus típicos dramas empezó a reclamarle el haberle abandonado por tanto tiempo, luego le felicito por su logros para finalmente lanzarse a sus brazos mientras lloraba  a moco tendido de una forma demasiado infantil para alguien en la plena flor de su adultez, de sus 39 años. Había hecho un total drama, en menos de 30 minutos de llegado al país, no había una sola persona que Shanks conociese que no estuviese enterada. En pocos minutos sus estados en Facebook y Twitter estaban repletos de frases empalagosas, viejas anécdotas y una que otra foto del Sabo desnudo cuando era niño; Hasta había recitado las viejas oraciones sobre el hijo prodigo.

Pero su emoción no podía detenerse ahí; debía hacer de aquella sutil llegada con expectativas de reencuentro familiar, un gran evento. Pero no podía hacerlo solo, Luffy debía ayudarle, y como el pequeño monito creía que aquello demasiado aburrido y que definitivamente no lo haría solo, Zoro también se vio inmiscuido en la fastidiosa labor.

Su tarea, demasiado molesta para que Shanks pusiese atención en esta, consistía principalmente en limpiar y organizar el mugroso lugar perteneciente a un antiguo amigo de Shanks, que al enterarse de la llegada del hijo y de la gran celebración que este había planeado, insistió que celebrasen en aquel lugar, asegurando que limpio podía llegar a ser muy placentero. Shanks pregunto dudoso lo que le costaría la noche pero, para sorpresa de los presentes, su precio resulto ser bastante cómodo. Eso sí, esa noche el pelirrojo debería algunas cervezas.  

Con un simple vistazo, Luffy intento huir. En aquel lugar pareciera que hubiesen sucedido los primeros estragos de la futura tercera guerra mundial o algún laboratorio de pruebas donde algún químico extraño hubiera explotado. Luffy no sabía en qué momento saldría una extraña y gigante rata mutante de dos metros. Pero Shanks no estaba dispuesto a encargarse de aquel aterrador lugar, por lo que utilizo, como en casi escasas ocasiones, su autoridad como padre obligando que su pequeño monito y el peli verde pervertido se quedasen.

Desde la mañana estuvieron esmerándose en ello, pero minutos después de merendar toda la energía de las primeras horas se vio rápidamente consumida, por ello no tenían mente para nada más que “jueguecitos” coquetos entre ellos; Pero el peli verde no se conformó con ello y, en unas viejas colchonetas de gimnasio, convenientemente arrumadas en un  rincón, echo al menor poniéndose sobre él.

Mirándole desde arriba con claro deseo en sus ojos, le beso. Gustoso, el moreno recibió la lengua ajena para saborearse mutuamente, para ahogarse con suspiros, para inundar su interior de placer. Conocedor de la anatomía ajena, Zoro recorrió la delgada figura, bajando hasta el borde de su camisa roja, subiéndola con la necesidad de sentir la tersa piel ajena.   

Con gula saboreo, toqueteo y chupo cada parte del abdomen del moreno. Por momentos acariciaba casi delicadamente los muslos en un intento por acomodarse en medio de ellos.

Claramente solo quedo en un simple juego de adolescentes; y por supuesto no había sido decisión de ninguno de los dos. Luffy recordaba estar en un lugar público y su excitación subía por esta razón, pero a Zoro no le importaba, después de vivir dos años, aquello que hacían debía ser sospechado por los demás. Aun así nunca le llamo la atención el voyerismo o el exhibicionismo. Así que, en medio de jadeos, los ruidos provenientes del pasillo los hizo separarse con afán. El culpable: el viejo gato gris de la vecina.

Las risas de ambos llenaron el lugar, y aunque Zoro le hubiese encantado continuar, el susto fue suficiente para que a Luffy se le bajara todas las ganas. Además Shanks no tardaría en llegar y con él las decoraciones, y el moreno podría jurar serían pomposas y extravagantes. Cuando llegaran el lugar debía estar bastante bonito o por lo menos organizado. Faltaban menos de tres horas para la llegada de Sabo al lugar y este aún era un desastre, habían desperdiciado demasiado tiempo. 

Milagrosamente - bien Luffy era un hacer de ellos- el lugar al momento de llegada de Shanks no llegaba a ser increíble, podía pasar como  presentable. Agregado a esto el elevado conocimiento del implicado en estilismo y decoración (conocimiento adquirido gracias a altas montañas de revistas para el hogar que solía leer) a la hora de llegar el rubio los tres habían sonreído con autosuficiencia.

Seguido de Sabo las cantidades exorbitantes de personas no tardaron en llegar, cosa que no hizo más que poner a Sabo nervioso, la mitad de las personas allí presente no las conocían ni le conocían a él, aun así se acercaban como amigos de toda la vida a platicar con él. Su padre no había podido evitarlo, cuando, hace dos días, le pregunto a Sabo quien quería que asistiera aquella velada fuera de la familia y Zoro, porque aún no le aceptaba como parte de esta pero era obvio que vendría o sino Luffy también se negaría; Sabo solo había nombrado a una persona. Por consiguiente, luego de ponerse de pie, tomo en secreto la decisión de invitar como desquiciado a cuanta persona encontrarse por la calle.

Con su quinta copa en mano, Sabo observaba todo desaprobatoriamente y con un pequeño, pequeñísimo gesto de gracia; Sabía que las cosas terminarían así. El solo quería una pequeña reunión familiar ¿era mucho pedir? Con Shanks sí. Claro que no solo estaría la familia, también habría alguien demasiado importante para Sabo, aquella persona que le había ayudado soportar la adversidad de ser un extraño en un nuevo país, la persona cuyo nombre había sido el único nombrado por él en la larga lista de invitados. Aquella persona a la cual le rogo le acompañarse a su hogar y, ahora, moría de ganas de presentárselo a todo sus más allegados. Solo le quedaba esperar que pareciera…

La intensidad de la música, la luces estroboscópicas y el tumulto de gente, habían impulsado a Luffy a beber de forma descontrolada. Después de haberse perdido de la vista de Zoro, que bastante preocupado, le prohibió seguir bebiendo; se dirigió al centro del salón donde múltiples personas saltaban o bailaban dependiendo el ritmo de la música, con un trago en su mano e imitando la masa de gente a su alrededor. Pero toda gestión se detuvo en un segundo, al su parecer eterno, en el que vio una despeinada cabellera moverse entre la multitud, los lacios cabellos brillando intermitentemente acorde el ritmo propuesto por las luces, y al bajar su mirada se topó directamente con los ojos negros y graciosas pecas de días anteriores. Era aquel hombre, no tenía duda. El hombre que recogió su sombrero, ese hombre que le fascino. Ace. La persona que conoció, exactamente, dos días antes.

En un momento todo el alcohol en el cuerpo de Luffy dejo de hacer efecto, su propio corazón había dejado de bombear sangre por sus venas.

Ace estaba frente a él.

A solo unos pasos.

Tal vez ¿cuatro metros? No le importaba en realidad. Solo era consiente que era cerca. Y a pesar de sentir la voz de su instinto, sus pies no se movían, le llamaba en silencio, quieto, paralizado, en medio de la gran sala. Hasta que por fin su inconsciente deseo se cumplió. Le miro. Ace le miro.

Al sentir la profunda, y algo sorprendida mirada del mayor sobre él, su cuerpo tembló, su mano derecha soltó el vaso que reposaba en ella haciendo que el líquido amarillento se regara a sus pies.  

Habíase, entonces, Luffy tan blanco como el papel que la piel de sus pies no sentían el líquido ambarino. Mientras el otro, por su lado, la felicidad le inundo al verse envuelto en tan grata casualidad. En caso hipotético el menor de los morenos se hubiese marchado, pero al verse tan mareado siguió sus meros impulsos; la inexperiencia le golpeo el rostro. Luffy nunca había sido de aquellos los cuales se embriagan muy seguido o cada fecha en especial; y en realidad no era porque él no quisiera, no. En realidad toda la culpa de la inexperiencia de Luffy hasta casi rozar la mojigatería, era de Shanks, Sabo y Zoro, los cuales le trataban aun como a un crio. Cabía destacar a este último; que a pesar de haberle sido gran fuente de información en cierto tema más... privado, evitaba por todos los medios que Luffy se probara en cualquier otro aspecto más “peligroso”. Y es que era que definitivamente el trago lo estaba sacando de sus cabales, o los pocos que tenía.

No sabía explicar la causa del suave sonrojo que se extendía por sus mejillas, pudo ser cualquiera las interminables cantidades de alcohol que consumió o la intensidad de las miradas que le dedicaba Ace.

Fuera ya de si todo razonamiento o pequeñas picadas en su cabeza que lo alentaban a buscar a Zoro, dio el primer pasó en la dirección de Ace que, al ver la acción del menor, casi corrió hasta cerrar el espacio que los separaba.

Caminaron, ambos, a través de la masa ahogante de personas, ambos en direcciones contrarias, pero hacia el mismo punto. Como se hubo emocionado tanto, Ace, sonreía. Y a pesar de casi chocar con una joven, no se borraba su jovial expresión; siempre fue un poco torpe desde joven, no lo negaba, pero aquello se fue convirtiendo en algo tan característico hacia él que, poco a poco, también fue empezando a apreciar eso de sí mismo. Al ver al joven moreno que hubo de conocer hace unos días reír, no hubo como agradecerle a sus genes por tan buena pasada.

Hubiese, ahora, en menos de los esperado, Luffy levantando levemente la cabeza para conectar con unos intensos ojos oscuros en un rostro salpicado por graciosas pecas. Entonces sonrió, y eso fue suficiente para Ace, no hubo necesidad de palabras. Sabían que significaba; no era necesario el típico “¡Hola!” o “¿Cómo te va?”. Aquella radiante sonrisa era su saludo y despedida, era el silencioso me alegra volver a verte. Y Ace, sonrió en respuesta, explicándole lo sorprendido de verle de nuevo, pero aun así muy feliz.   

Pero a Ace no se le paso por desapercibido el leve hipido del moreno, mucho menos el leve olor a alcohol que desprendía de él. Lo miro con el ceño fruncido. Acción que Luffy entendió a la perfección a pesar de su inestable estado.

Su mano se movió con desdén, restándole completa importancia a la preocupación del mayor. Ace estuvo tentado a preguntarle que le hubo pasado, la razón por la que tenía ese estado; hablar para llenar el espacio de tiempo.  

Pero al ver el inusual cambio del menor, se decidió callar; en el estado en el que se encontraba Luffy no sería capaz siquiera de mantener una conversación como la de aquel primer día que se vieron. Aun así, Ace pudo sentirse feliz al conocer una nueva parte del azabache que al principio no creyó conocer. Se limitó, solamente, a observarle con detenimiento marcándole en sus pupilas para almacenar, con celo, a aquel moreno en sus lóbulos temporales.

Por parte de Luffy, un extraño sentimiento le invadía cada que veía o pensaba en Ace, no podía considerar que aquellos sentimientos tuviesen relación alguna con algún tipo profundo de amor o parecido; pero simplemente su pulso se aceleraba cada que le veía y, como mala jugada de su cerebro, le daba por esconderse con él. Si, esconderse. Cada que Luffy pensaba en Ace, la idea de ocultarlo le asaltaba y la adrenalina ejercía una mala pasada en su sistema, haciéndole sentir culpable… pero también emocionado. Extraño sentimiento que le había prohibido contarle a Zoro su encuentro con Ace. Primera cosa que le hubo ocultado en los años que llevaban juntos.

Pasados varios segundos, sin llegar al minuto, después de los inusuales rituales de saludo, la melodía del salón cambio de forma drástica, ahora los sonidos era más suaves y profundos, sensuales impregnados de algo de malicia. Una excelente voz que se alejaba totalmente de algo dulce. Y miro directamente a Ace, con un poco de incitación en sus ojos. Ace estaba impresionado por aquella actitud, tan diferente a la última vez que le vio, y se vio a sí mismo deseado seguirle la corriente, encantado con ese nuevo tono, un poco atrevido, de la personalidad de este.

Pero Luffy no tenía el tiempo para ver como el mayor le sonreía de forma bobalicona, su mente estaba difuminada y lo único que sentía era la música retumbar en sus oídos, y escucho y miro y saboreo el momento  para consecutivamente unirse al montón de cuerpos y arrastran consigo al pecoso embelesado. Justo en la parte más alejada, rodeados de más parejas, comenzaron la tan ansiada labor.

Las manos de Ace se atrevieron a rozar la cintura de moreno, mientras se pegaba muy cerca de él, con movimientos lentos, sensuales, provocativos. Los delgados brazos, tocándole por momentos, casi estático, se dedicó a observar como contoneaba su cintura, como sus ojos se cerraban en momentos dejándose llevar por la sensual sensación de la música, como en pequeños instantes sus cuerpos se rozaban, sus pechos y los dulces escalofríos cuando sentía sus rodias chocar. Y sus reacciones aumentaron cuando, de golpe, el moreno se volteó pegándose más a él. Inundándose de  susurros… Tainted Love, rozándose al ritmo de la estimulante voz, Tainted Love.       

Now I know I've got to                                              (Ahora sé que tengo que
Run away I've got to                                                    Escapar tengo que
Get away”                                                                        Alejarme
)

Entonces ambos sucumbieron a la intensa presión de la adrenalina en sus estómagos. Con  movimientos que vistos desde cualquier ángulo eras suaves y sensuales, y, hablándose de forma más exacta, terriblemente eróticos.

“You don't really want it any more from me                      (Tu realmente no quieres nada de mi
To make things right                                                                    Para hacer bien las cosas
You need someone to hold you tight                                     Necesitas alguien que te tenga fuerte
And you think love is to prey                                                     Y crees que el amor es robar
But I'm sorry I don't prey that way”                                       Pero lo siento, no robo de esa manera)

Los dos hombres que compartían la D. en su nombre, se tentaban, se deseaban, jugaban sucio con el destino y con los sentimientos propios, contrarios y externos, lejos de hallarse en definitiva consientes de la situación. Algo era claro, contradiciendo lo dicho anteriormente, la música ya les había arrastrado a vivir una pequeña fabula, que desde el momento que ambos se vieron hace dos días, ya había perdido toda esperanza de ser inocente.

Y solo fueron necesarios de unos pequeños minutos para que la situación se tornara ya más febril y comprometedora; Ace aferro con fuerza la caderas de Luffy contoneándose coordinadamente, sintiendo como el calor humano los envolvía, con el sudor empezando a perlar sus frentes. Con la anatomía del menor pegándose descaradamente, recargando su espalda totalmente en el pecho del pecoso, que al sentir aquello inclino su cabeza hasta recargarla en el hombro ajeno, sintiendo su dulce aroma mezclado con el sudor, tratando de no gemir al sentir los suaves movimientos del menor chocando con su pelvis. Su cuerpo estaba ardiendo; sus manos subían lentamente acariciando los costados por encima de la camisa roja, su interior temblaba de excitación cosa que se demostraba con la reacción de su parte más íntima.     

Y su respiración, no era más que un difícil exhalar, cuando, sonando los últimos acordes, la música empezaba a debilitarse, siempre repitiendo lo mismo… Tainted Love, Tainted Love, Tainted Love…

(._.)(._.)(._.)(._.)(._.)(._.)(._.)(._.)(._.)(._.)(._.)(._.)(._.)(._.)(._.)(._.)(._.)(._.)(._.)(._.)(._.)(._.)(._.)(._.)

Sabo buscaba desesperado a su hermano menor. Hace unos minutos mientras, sentado sobre una alta silla, tomaba lentamente, notó como Zoro casi perdía la cordura. La razón: perdió de vista a Luffy por unos instantes. Sabo bufo, no era para tanto, total su hermanito también tenía derecho a divertirse un poco, y en lo que respectaba su opinión personal, el alga pervertida no era de su total agrado. Aun recordaba el fatídico día, cuando Shanks hubo llamado  en medio de la noche, hace dos años, llorando desesperadamente; ¡Su hermanito, el que siempre cuido de cualquier peligro, se iba! Lo último que recuerda de ese día es ver como su compañera de estudios, Koala, se levantada asustada al verle desmayado… No. Se negaba a perdonar al, al… al pedazo de musgo andante.

Así que, mientras Zoro casi se tiraba los pelos, él disfruto un poco, solo poquito.

Claro que desquicio, literalmente, cuando el peli verde le comento que Luffy estaba... un poco pasado de copas. Y comenzó a correr por el gran salón, hasta que creyó verle. Pero definitivamente, no contaba con que en esos momentos, Luffy fuese en dirección contraria a él y mucho menos con que aquel lugar se llenera de gente bailando desvergonzadamente. El tumulto de gente evito que el aváncese más de un metro durante la canción.

Pero eso era tema aparte, las personas ahora se dispersaban. Podía buscar a su hermano con mayor libertad ahora, y suspiro aliviado cuando reconoció el lacio cabello negro y la camisa roja. Corrió hasta él.      

-¡Luffy! –Gritó, llamando la atención de varias personas a su alrededor. -¡Luffy, te estuve bus…!

Pero toda palabra murió en su boca al ver semejante escena. 

Notas finales:

Bieenn después de este cap. es donde empieza como "la trama principal" y, de verdad, os digo que los capitulos seran mucho más emocionantes... creo. Así que espero haberos picado un poco para que continúen leyendo. 

Ya saben, cualquier cosa (inquietudes, recomendaciones o cualquier cosas) los reviews siempre son bien recibidos ^-^


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