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Sin caballero, sin armadura. por ChocoPyo

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Notas del capitulo:

Holo... no me maten, ya sé que dije que sin reviews no actualizaba, pero como no me había llegado ninguno, no em preocupé y no trabajé en el cap y tardé dos semanas, lo sé, lo sé y lo siento *llora*.
Agradescanle a mi nueva acosadora personal ¡Mitsuko!, que prácticamente por ella actualicé jajaja *le pegan* Auch, lo siento, y gracias a todas las que me comentaron el capi pasado y antepasado :DD

 

Bueno, unas pequeñas aclaraciones:

Pesos - wons
2,000 - 14,000 (beca de HoSeok)
1,000 - 7,000 (sueldo de Jiminie ^^)
N.A// La información aquí presentada es basada en info. de internet y en el peso mexicano. Los presios son redondeados a 2000 y 1000 pesos respectivamente.


Es sólo para que entiendan un poco lo que hablará HoSeokie y Jiminie :D

PD. Dice PAUSADO TEMPORALMENTE, bueno, pues como ya falta menos de una semana para entrar a la prepa, pensé en dejarlo por dos semanas o tres sin actualizar (sí, muy cruel, lo sé TTnTT), pero es que quería mantenerme bien las primeras semanas. Ya saben, mantenerme aplicada y esas cosas :DD *la golpean*
Peero, no se exalten que todo queda a dependiendo cómo avancen las cosas en la Prepa...

PD2. ¿Quieren lemon detallado entre el LeShuga y NamJoonie? *la golpean por el espoiles* XD Ok, sólo diganme eso.

 

 

 

Camino a su departamento, no paró de preguntarse si la había cagado al haberle dicho lo que vio a HoSeok. Por unos momentos se sintió la peor basura, sin embargo, se dijo a sí mismo que estaba bien, puesto que su amigo era fuerte y le encantaría ver a su hermano. De pronto, al  levantar la vista y alejar sus pensamientos tontos de su cabeza, vio a YoonGi caminando justo en la entrada de su casa, o bueno, frente al edificio en el que él y SeokJin rentaban. Una sonrisa apareció en su rostro al contemplar a su amigo, quien, en aquel mes lucía un cabello rubio; avanzó tan rápido como los semáforos se lo permitieron mientras llamaba varias veces a pulga. Una vez al otro lado, se acercó corriendo hasta donde el mayor. Suga, por su parte, sonrió y gritó el nombre de NamJoon.

Se abrazaron y saludaron efusivamente; tres minutos más tarde Nam invitó a pasar a su hyung, obvio accedió y entró al block de apartamentos. Subieron por el ascensor hasta el piso tres, donde entraron a la puerta que marcaba un 45 B. Conforme avanzaban, la plática amena sobre el actual trabajo del rubio en las productoras musicales más importantes en la capital no dejó de escucharse, aunque claro que el pelirosa no se quedaba atrás, pues él también tenía de donde presumir al comentar cosas sobre su placentero trabajo en la empresa enemiga a la que pertenecía su amigo. Por supuesto que se esperaba que ellos fuesen productoras, ya que ambos habían estudiado la carrera en música y arte, además de que eran los mejores, pero claro, el primero en entrar a esa industria fue YoonGi, ya que se había graduado primero.

Los dos eran grandes compositores.

— Vaya, NamJoonie —dijo el más bajo al entrar al departamento, este sólo frunció el ceño y murmuró un calla hyung, fingiendo molestia.

— SeokJinie hyung —gritó el más alto entrando con su mascota—, ya estoy aquí.

El castaño salió de la cocina y le sonrió a los recién llegados, sorprendiéndose un poco al ver la cara de su mejor amigo ahí, en su casa.

— Oh, YoonGi —habló el más grande de edad abrazando al mencionado, segundos después se separó y sintió cómo su novio le besaba la mejilla derecha mientras decía un “permiso, pulga debe salir…”, a lo que rió suavemente—, es un placer tenerte aquí… ¡Oh, que descuidado! —se recriminó en voz baja, luego le hizo una seña para que se sentara— Por favor…

El rubio sólo sonrió y pasó la mirada por donde había salido la pareja de su mejor amigo  y se mordió el labio de la manera más disimulada que pudo, para regresar rápidamente la mirada a Jin. En la mente tenía un plan, un gran plan para “destruir”, literalmente, su relación. Oh, por supuesto que no era por maldad, era sólo que llevaba tiempo teniéndole ganas a la pareja de su mejor amigo, y digamos que el que tuviese novio no le impedía nada. No al menos para él.

Escuchó con interés —un tanto fingido— la plática que le brindaba el castaño, sonriendo y riendo de vez en cuando; estaba esperando a que el más chico regresara del “patio” de su departamento para poder hablar  con él para poner en marcha su plan. Afortunadamente no tuvo que esperar mucho, ya que sólo había dejado a su mascota jugando con uno de sus tantos juguetes mientras que arreglaba su suministro de agua y le daba alimento. Una vez que todos estuvieron en la sala, NamJoon dijo algo sobre su perro y luego olía a quemado, por lo que, totalmente alarmado, Jin salió disparado a la cocina, dejando así solos de nuevo al par de músicos.

— Oye, NamJoonie —habló Suga mientras se acomodaba en el sillón—, ¿qué tal si vamos hoy al bar de tu tío para celebrar que somos de los grandes, eh? —el moreno se sorprendió ante el pedido, sin embargo sonrió y asintió alagado.

— ¡Por supuesto que sí, Suga hyung! —medio gritó eufórico el pelirosa, asustando a su novio, quien salió de la cocina  con semblante triste; NamJoon notó eso y, al sentarse a su lado, lo abrazó por la cintura, dejando un suave beso en los labios de este mientras que a YoonGi le hervía la sangre de coraje— ¿Qué pasó cariño? —esa fue la gota que derramó el vaso para el rubio, pues intentó a toda costa de que en su cara no apareciese una mueca de odio y fastidio.

Jin le regresó el abrazo a su dongsaeng a la vez que escondía su rostro en el pecho de este y fingía llorar. El más bajo de estatura rodó los ojos al presenciar aquello.

— Es que… te estaba haciendo unos panqueques, pero se quemaron por sentarme aquí y charlar con YoonGi —esas palabras le sacaron una carcajada al moreno, todo lo contrario a su otro hyung que, con hastío, se acomodó en el sofá con la mirada baja. Al parecer no era la intensión de Jin haber dicho eso, por lo que rápidamente lo arregló—: ¡Oh, no, YoonGi! ¡No quise decir eso! Yo… lo siento, quise decir que me distraje.

— Descuida, SeokJin —sonrió con una sonrisa hermosa que embobó al más chico, y el dueño de esta lo notó, por lo que, tratando de ser sensual, pasó la lengua por su labio inferior, dejándolo así humectado—. Sé que te distraje, y lo siento.

— ¡Oh, sí, hyung…! —volvió a hablar el más bajo, separándose un poco de su pareja. El pelirrubio le observó atento y con duda fingida, pues sabía a la perfección que quería decir, mas no cómo— Yo… eh… ¿A qué hora nos vemos?

Suga sonrió y dijo:

— A las nueve treinta pm., ¿te parece?

— Por supuesto, hyung —respondió sonriendo, enmarcando esos dulces hoyuelos que tenía.

— ¿A las nueve treinta? —soltó el más grande con el ceño un tanto fruncido— ¿Qué hay a las nueve treinta?

El mediano respondería la verdad, sólo que su amigo se le adelantó y explicó casi todo a su novio. La verdad era que no se esperaba que NamJoon mintiera para su salida; al menos no a su “cariño”. SeokJin sonrió y asintió varias veces, mientras decía varias cosas a las que el rubio no prestó la más mínima atención, aunque claro, fingía que lo hacía. Contento por todo, el castaño lo invitó a almorzar, y, obvio, no se negaría.

 

 

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Al final, cuando llegaron al restaurante para almorzar HoSeok y Jimin, ninguno pudo disfrutar la comida, puesto que a ambos seguían rondándoles por la cabeza la conversación que habían tenido, por así decirlo, con JungKook, ya que el pelirrojo ni siquiera se había atrevido a abrir la boca, pues se conocía y sabía a la perfección que se la destrozaría al hermano menor de su pareja. Y vaya que no quería que él lo odiara.
Cuando por fin terminaron de almorzar, al mayor  le entró una llamada, por lo que la contestó casi sin fijarse en el número, y entonces, Jimin escucho que era alguien de su trabajo en la cafetería. Frunció el ceño y se levantó  seguido de su novio, que seguía hablando sobre algo de un café y a saber que más. No entendía el por qué seguía yendo a trabajar a esa cafetería si le faltaba menos de un año para graduarse y así conseguirse un traba en alguna escuela de danza con su título; tenía una beca por ser alumno destacado de más de catorce mil wons y le basta para pagar los gastos de la universidad y parte de los de su departamento, mientras que Jimin ya había empezado a ejercer un trabajo en una farmacia, donde poco a poco aprendía cosas de medicamentos y todo lo esencial para ser eficiente. Ganaba alrededor de setenta y dos mil wons a la semana.

Sinceramente no lo entendía.

Una vez que el pelinegro colgó la llamada, el más bajo no tardó ni un segundo en murmurar claramente molesto:

— ¿Por qué sigues trabajando en esa cafetería, si nos mantenemos muy bien? —hizo un puchero para luego sentir cómo los brazos de su pareja lo halaban y aprisionaban contra su cuerpo. Sonrió como idiota, pero no se dejó engañar y le reclamó—: ¡Jeong HoSeok, no me ignores!

Se escuchó la risilla divertida de este y luego un lo siento bastante suave.

— ¿Por qué de repente preguntas eso, Jiminie? —plantó un beso en el cuero cabelludo de este mientras avanzaban aun abrazados.

— Bueno…  —balbuceó cerrando los ojos, dejándose envolver entre el calor que su mayor le brindaba— Supongo que es porque tenemos el dinero suficiente para mantenerlos bien…

El moreno más alto suspiró.

— Tal vez porque me encariñe… —rió juguetonamente acariciando los brazos que se apegaban a los suyos mientras el más bajo recargaba la cabeza en el hombro de su novio— Pero supongo que si quieres que lo deje… es por TaeHyung y Kookie, ¿o me equivoco?

Mierda. No se le había ocurrido eso, pero tal vez, con todo lo que había pasado, él pensaba en eso, y no lo culpaba, al contrario, se culpaba a él por ser tan acelerado y boca floja.

— ¡Claro que no! —murmuró arrepentido y avergonzado— Es por… ¡Ya sabes! ¡Aish! —se quejó y, en un intento desesperado porque no notara que estaba sonrojado y nervioso, quiso apartarse, mas HoSeok no le dejó— Suéltame, HoSeok…

— No —hizo un puchero fallido que el más bajo no vio; su voz tenía un toque coqueto y burlón—. Sabes que no importa cuántas veces me recuerdes lo que hizo TaeTae, seguiré yendo a trabajar ahí porque ese trabajo, es el que te compra ropa nueva como a mí —le reprochó un tanto serio.

Jimin rodó los ojos y bufó bajito.

— Como sea; no es por él —contestó terco, por lo que le sacó una sonrisa al más grande—. Lo que aun no entiendo, es ¿por qué, si tomabas clases con NamJoon, no te graduaste con él en la misma carrera?

— Bueno… Resulta que, a pesar de que tomábamos unas clases juntos, él, antes de que yo decidiera danza, escogió producción musical, y, como tenía una de las mejores calificaciones —soltó al pelirrojo y luego entrelazó sus manos— (podría decirse que era un “chico prodigio”) — hizo comillas con los dedos a la frase sacando una mini carcajada al menor—, lo aceptaron ahí.

— Oh… —se sintió torpe por haber preguntado aquello, pero en realidad casi nunca hablaban de cosas de la escuela debido a que el pelinegro llegaba, comía, charlaban unos minutos y después se iba a trabajar.

Síp —sonrió ampliamente mientras atraía la pequeña mano que abrazaba a la suya para besarla, sacando un sonrojo al dueño de esta—. Y yo, a pesar de tener la beca al alumno más destacado, no tengo las habilidades que tiene Nam —aclaró con pena.

— ¡Por supuesto que las tienes! —protestó Park— Es sólo que no las has desarrollado… —terminó burlándose.

— ¡Oh, tú, pequeña fuente de maldad! —refunfuñó HoSeok atacando los gruesos labios rojos por el frio del moreno.

Y siguieron así hasta que llegaron a su departamento. Se besaron tierna y apasionadamente una vez allí, y se despidieron para que el más grande fuese a su trabajo. Jimin no pudo evitar preocuparse por él, puesto que en el trabajo vería a TaeHyung e iba a querer terminar la conversación de la mañana con su cuñado. ¡Agh! Cómo odiaba a ese mocoso insolente, pero nada podía hacer puesto que era eso, su cuñado, hermano de SU HoSeok. Sabía que, si Tae los dejaba hablar, terminaría mal, mas no podía simplemente meterse en las decisiones de su pareja, porque en sí, ese no era un problema tan suyo. Se sentía incómodo y frustrado, aunque aun así disfrutó de su día libre lo más que pudo. Salió a compras algunas cosas para la alacena, arregló como pudo la casa —ya que a pesar de todo lo que llevaban juntos, tenía miedo por aquella vez que había roto el jarrón favorito del pelinegro.
Por otro lado, HoSeok no dejó de pensar durante la mayor parte del día en su hermano y en TaeHyung. Incluso, en su trabajo de camarero estrella había cometido varios errores, como confundir los pedidos de los clientes o regresar un cambio herrado. Eran grandes errores que fácil podían hacerse pasar por insignificantes, pero aun así su jefe las dejó pasar.

Carajo, pensó al terminar su jornada sin haberle dirigido la mirada al pelicastaño. Debía arreglar las cosas, por lo que iba a tener que esperar hasta que se le ocurriera algo para hacerlo.

Pasó una semana y al fin lo decidió.

Notas finales:

Chicas bonitasss~~~, preferí poner esto aquí que en las notas de arriba, pero, lamento no poder actualizar pronto, de hecho, estoy haciendo lo posible por ajustar mi tiempo de la prepa a escribir. No sé cuando pueda actualizar, lo siento u.u *la golpean*, peeeero... Síp, pero... aquí les dejo un brebe avanze de lo que llevo, no es mucho, pero para que vean como será el lemon maso, no?

Aquí púchenle pa' ver la foto del avanze(?)

Espero que sirva... Bye bye~~


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