CHEMISTRY
SeHun rodaba los ojos por quinta vez.
Se le hacía extraño que LuHan estuviera tirado en el sofá mirando televisión, y no a su lado fastidiándolo.
Miró su cuaderno de química y trató de volver a concentrarse en las equivalencias. Simplemente no pudo.
Se puso de pie y se sentó en el sofá individual de aquella sala mirando al menor. LuHan estaba abrazando sus rodillas y parecía sumergido en un programa de cocina.
Será que acaso ahora se empeñaría en querer cocinarle algo.
No lo permitiría.
- Oye pulga – trató de llamar su atención, pero LuHan parecía enfrascado en hoy, no obedecerlo – Hey, te estoy hablando. Si no me haces caso olvídate de los besos.
SeHun lo vio removerse como meditando si hablar o no.
Sabía que LuHan no permitiría que el dejara de besarlo, tal vez haría berrinche pero SeHun sabía cómo controlarlo. Pero…
Fue entonces que SeHun lo notó.
El rostro de LuHan estaba rojísimo y no tenía la sonrisa característica con la que lo conoció.
Lo primero y más alarmante que le pasó por la mente, fue que LuHan tenía fiebre. Reaccionó al instante temiendo que la tía de LuHan le recriminara no haber cuidado de su sobrino.
- Pulga, ¿estás bien? – le habló calmadamente tocando su hombro delicadamente - ¿te sientes mal?
El menor solo negaba y seguía empeñado en no hablar. SeHun torció sus labios y sentó al menor sobre el largo sofá
- ¡No! – el grito/gemido de LuHan le preocupó más. LuHan ahora mantenía las manos juntas sobre su regazo. SeHun ignoró eso y colocó la mano sobre su frente. Ciertamente estaba caliente pero no lo suficiente como para llamarlo fiebre.
- No creo que tengas fiebre, pero ¿Cómo te sientes?
- Uhmm… - su leve contestación hicieron a SeHun mirar esos ojos tambaleantes – no te enojes – el susurro casi alteró a SeHun
- ¿Por qué me enojaría? – las calientes manos de LuHan sobre las mejillas de SeHun fueron su respuesta. SeHun siguió la mirada de LuHan y cómo este parecía concentrado en su…
¡Su torso desnudo!
Jodido LuHan. Ahora lo entendía. Miró el cuerpo de LuHan y halló su respuesta.
Esa maldita pulga tenía una ¡erección!
Se apartó tratando de cubrir con sus manos su torso. Había olvidado que hace un par de horas su camiseta se había machado con kétchup y había tenido que lavarla y puesto a secar.
- Uhmm… ¡No te tapes! – el menor se puso de pie tomando su celular del sofá – deja que al menos te tome una foto
- ¡Estás loco! ¡Eres un enano pervertido! – SeHun corrió hacia esa maldita pulga para quitarle el celular, pero LuHan aprovechó eso para abrazarlo - ¡Ya!
- ¡SeHun! – el alto se tapó los oídos al oír ese largo chillido de LuHan. Odiaba que se pusiera en modo infantil y se pusiera a hablar como un bebé – Wah… ahora también amo el torso de mi novio
- ¡Que no soy tu NOVIO! Y deja de frotarte contra mi pierna – LuHan lo ignoró y siguió moviéndose contra el muslo de SeHun. Se sentía bien y además aprovechaba esa posición para dejar pequeños besitos sobre la areola de su novio.
SeHun se sentía algo débil, sus brazos se sentían ligeros y su cuerpo parecía calentarse.
Trató de llenar su mente de equivalencias y números atómicos.
Su mirada se perdió en el techo de aquel hogar rogando por sólo pensar en Química y no en sus manos frotando las redondas nalgas de LuHan.
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