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Una sonrisa por mikuuchan

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Notas del fanfic:

Naruto ni ninguno de sus personajes me pertencen, son de su creador Masashi Kishimoto, yo solo los utilizo para mi entretenimiento.

Notas del capitulo:

Este one-shot lo había escrito para el cumpleaños del Teme, pero no me dio tiempo en subirlo ese día así que espero que les guste...

En la perfecta vida de Uchiha Sasuke, todo tenía una razón de ser, no había situaciones que él no pudiese argumentar con respuestas lógicas, él controlaba cada detalle de su ordenada existencia. Quizás era una persona extremista, nadie decía lo contrario, pero él había sido educado para comportarse como un varón exitoso, su padre lo era y su hermano mayor seguía el mismo norte. Sin embargo, todo cambió en la celebración de su cumpleaños número veinticinco. El día donde lo conoció a él... ese doncel rubio de ojos azules y de sonrisa agradable de nombre Uzumaki Naruto.

Sasuke creyó que el comportamiento de ese revoltoso ser, se debía a la crianza liberal de sus padres o simple o llanamente el blondo era un perfecto desinhibido acerca de la palabra cultura. El pelinegro no podía tolerar el desapego a las costumbres tradicionales de su país como ese insolente doncel manifestaba en cada oportunidad que tuviese. Definitivamente lo detestaba, pero su forma de actuar le llamaba la atención de una u otra manera, curiosidad, tal vez.

Los días siguientes desde aquel encuentro del par, se hicieron frecuentes. El moreno lo visitaba específicamente a la hora del almuerzo en el lugar donde laboraba el rubio, un reconocido ambigú en el centro de Tokio. El doncel lo atendía con la emoción desbordándole por los poros, moviéndose de un lado a otro al pendiente de él y del resto de clientes que ingresaban al restaurante.

Naruto era mesero, radiaba alegría por insignificantes detalles que a criterio de Sasuke no venían al caso, siempre mantenía una resplandeciente sonrisa en su delicado rostro, contagiando al resto del personal con gestos agradables plasmados en su faz. El azabache se preguntaba el porqué de aquella actitud jovial, porqué el blondo nunca parecía afectarle las palabras hirientes que él le hacía saber con sus típicas frases escuetas llenas de sarcasmo, y sobre todo, porqué él continuaba asistiendo a ese sitio.

 

...

 

Aquel día no fue la excepción para el azabache, luego de una importante reunión de negocios con uno de sus colaboradores, decidió ir al restaurante a encontrarse con el "rubio de infinita sonrisa" como él le había apodado, salió de la compañía con su lujoso traje entallado haciendo suspirar al séquito de mujeres y donceles que laboraban en la empresa familiar, la cual tenía el privilegio de liderar en Tokio, mientras que su hermano mayor se encargaba de una de las sucursales en el exterior.

Caminó con lentitud por los amplios pasillos del lugar en dirección al estacionamiento, para más tarde dirigirse hacia el sitio que él frecuentaba por una sola persona en particular.

Al llegar no lo vio revoloteando como de costumbre; de hecho, podía sentir la pesadez del local sin su presencia tan característica. Preguntó por Naruto, escuchando claramente la voz amable de su compañero comentándole que no tenían noticias de él, el moreno por su parte no indagó más sobre el tema, retirándose del lugar.

 

...

 

Las semanas siguientes el azabache continuaba asistiendo al restaurante sin saber del doncel. No tenía la menor idea de lo que había sucedido para la extraña desaparición del mismo; de hecho, fue la primea vez que él varón sintió desconcierto, aunque él jamás lo admitiese por orgullo propio. La peculiaridad de Naruto a su juicio personal le había cautivado en demasía, la espontaneidad tan gallarda que el blondo expresaba con sus frases positivas o sus gestos exagerados lo habían logrado conquistar...

El gran y exitoso Uchiha Sasuke, se había enamorado de ese doncel rubio de inigualable sonrisa.

 

...

 

Las semanas terminaron por convertirse en largos meses para Sasuke, aún no tenía rastro del blondo y sus días sin ver la hermosa sonrisa de ese doncel escandaloso se estaban transformando en trágicos. No había motivación para trabajar como solía hacer; de hecho, estar encerrado gran parte del día en su espaciosa oficina gratamente decorada con colores sobrios y una vista excepcional de Tokio no le calmaba en lo absoluto, deseaba ver a Naruto, necesitaba observar esos ojos tan azules que se asemejaban a dos bellos zafiros.

El pelinegro se lamentaba no haber tenido un mejor trato para con el rubio, no había justificación y a él le hacía falta el convivio con ese maravilloso ser... ahora entendía por qué la gente mantenía una sonrisa en su rostro al salir de ese local, Naruto lograba cambiar a las personas como lo había hecho con él.

 

...

 

Un año sin saber de Naruto, trescientos sesenta y cinco días en que Sasuke hizo el esfuerzo de olvidarse del joven. Salió con mujeres y donceles rubios de ojos azules para imaginarse que era el blondo de sus delirios, quien descaradamente se robó su corazón y de la misma forma se marchó como un verdadero truhan...

En su cumpleaños número veintiséis, el azabache permaneció en su despacho, se negaba a celebrar su festejo. Trabajó sin importar las quejas de su familia, quienes se preocupaban por el estado deprimente de su hijo. Sasuke se empeñaba en refugiarse en las actividades laborales de la empresa que en su propio bienestar. Sin embargo, aquel día en que su ánimo de frustración se intensificó a niveles alarmantes, sobre su escritorio un pequeño paquete envuelto cuidadosamente permanecía encima de sus papeles, enfurruñado por el atrevimiento de osar a invadir sus aposentos. Miró la muestra de cariño con desagrado, dispuesto a deshacerse del objeto, aferró el asir de sus masculinas manos en el modesto regalo y vio caer la hoja doblada en el piso, lo tomó con desdén, leyendo la primera línea de la nota, sus ojos negros se asombraron en demasía, necesitando tomar asiento por la fuerte impresión de saber quién era el autor de dicha nota...

"¡Teme! Hoy es el día de tu cumpleaños, ni creas que lo he olvidado, eh... el día en que te conocí. ¿Lo recuerdas? Yo lo rememoro con gran cariño. En esa ocasión en especial, me sorprendí de ver un rostro tan amargado como el tuyo, jamás había visto a un varón excesivamente serio como tú, enojado en su propia fiesta de celebración con sus familiares y empleados; de hecho, en ese instante me dije a mi mismo que debía hacerte sonreír, supongo que en vez de lograrlo te hacia rabiar de más. ¿No es así, Sasuke?

Sin embargo, me alegraba en demasía verte cada día a partir de nuestro singular encuentro, siempre discutíamos por cualquier tontería. Te hacia enojar con facilidad, haciéndome reír y olvidarme de mis propios problemas... me había dicho a mí mismo que te haría sonreír tan siquiera una vez, pero fuiste tú, quien alcanzó el propósito que me había hecho a reto personal.

En una de tus frecuentes visitas al local, me pregunté por qué eras tan recto, demasiado serio para mi gusto, pero fue tu extraña forma de ser con el constante trato que me hizo ver lo que sentía por ti... Me había enamorado de ti, Sasuke.

Me asusté tanto que creí conveniente irme de Tokio y no verte más, fue la primera vez que sentí pena por mí al no estar a tu nivel. Eres un hombre exitoso, atractivo a decir no más, mientras que yo... solo soy un mesero que a duras penas logró terminar preparatoria con gran esfuerzo, solo conozco la vida dura al ser huérfano. ¿Cómo podía desear convertirme en algo más para ti cuando no gozo de la educación que tú tienes, Sasuke?

No sé si llegaste a considerarme un amigo, o simplemente me veías como el mesero escandaloso del restaurante, pero para mí tú significas mucho, Teme... eres mi primer amor, mi mejor amigo, mi motivación, mi alegría, mi ejemplo a seguir... porque sí, deseo ser como tú y quizás Dios me da la oportunidad de regresar a ti como el doncel que esté a tu altura y confesarte mis sentimientos en persona, esa es mi meta, porque mi mayor anhelo es que sonrías para mí, Sasuke...

Se feliz y disfruta de los pequeños detalles que te ofrece la vida... sonríe, Sasuke... ríe cuando desees cambiar la vida de una persona como lo hiciste conmigo, Teme".

Te ama siempre, Uzumaki Naruto...

 

...

 

El azabache sonrió con sinceridad, guardando el pequeño papel con cariño en uno de sus bolsillos de su fino saco de marca, mientras sus fuertes manos se encargaban de desenvolver el pequeño paquete, revelando una cajita de terciopelo y en su interior un hermoso collar de plata junto el dije de una piedra azul semejantes al color de ojos del joven doncel, rio con verdadera alegría, apreciando el bello regalo de su único amor, colocándose de forma inmediata la valiosa joya en el cuello en honor a su Naruto.

El pelinegro finalmente comprendió el punto de vista del rubio, lo que transforma un gesto tan singular reflejado en el rostro de una persona como Naruto había logrado hacer con él... Uchiha Sasuke ahora reiría por ese doncel escandaloso y sabría esperar su regreso para dedicarle todas sus sonrisas.

Notas finales:

Espero que les haya gustado este one-shot, lo dejé con un final abierto por que quizás pueda que haga un epílogo a futuro...

Los comentarios siempre son bien recibidos y los contesto siempre gustosamente...

Nos estamos leyendo...


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