Capitulo 2
Si empieza mal...
-Nhhh... Lu...ffy...- Era la tercera vez que Ace se corría con el nombre de su hermano en la boca aquel día, todo por culpa de aquel maldito beso.
Culpaba a las hormonas también pero en el fondo sabia que estas no eran realmente las responsables, cada que comenzaba a tocarse podía ver el rostro de su hermano pequeño sonrojado y agitado por aquel beso que habían compartido el día anterior, con los ojos a medio cerrar y los labios separados, tan dispuesto y delicioso... la sensación del cuerpo del menor sobre el suyo, su sabor, su olor, aquella excitación que sentía con todo eso le hacía sentir como un maldito enfermo sexual, un pervertido y depravado, un bastardo pederasta ¿Cómo era posible que se masturbara pensando en su hermanito? Sabía que no estaba bien pero no podía evitar comenzar a excitarse cada que recordaba aquel beso, no podía permitir que algo como aquello volviera a pasar pero estaba casi seguro que pasaría, conociendo a su hermano pequeño no podía ser de otra manera.
La cena había sido una especie de tortura para ambos, Luffy no había dejado un solo rapónchigo en su plato, Ace sabía que era una de las verduras que el más pequeño odiaba y en un desesperado intento por evitar la situación de la noche anterior los había preparado para la cena de aquella noche, el mocoso los había mirado con desagrado, haciéndolos a un lado en un principio para comer primero la carne y el resto de las guarniciones, dejando aquellos vegetales para el ultimo... en realidad Ace casi se había sentido a salvo hasta que, después de un buen rato y tras no haber nada mas en el plato del menor este había tomado el primer rapónchigo, llevándolo a su boca con inminente agonía y forzándose a sí mismo a comerle. El mayor de los D no se lo podía creer del todo.
Luffy había gesticulado y se había aquejado tras cada bocado pero se había terminado todo el plato, este estaba completamente limpio, el menor incluso había ayudado a recoger la mesa antes de ir a hacer su tarea, como si esperase un premio después, el pecoso sabia cual era el premio y había intentado zafarse de la situación diciendo que tenía demasiada tarea antes de ir a encerrarse en su cuarto, con algo de suerte el menor miraría T.V. por si solo hasta quedarse dormido, pero probablemente aquello no pasaría, al más pequeño no iban a olvidársele las cosas así de fácil, apenas aquella mañana había tenido prueba fehaciente de ello; el menor se había negado a abandonar la casa hasta que le despidiera con un beso en los labios.
De mala gana Ace había besado al chico de la forma más suave y superficial que le había sido posible, tan rápido que apenas si lo habían podido contar, pero el pequeño había sonreído radiante antes de ir a la escuela y el mayor... bueno las consecuencias para el no habían sido tan buenas, de hecho habían sido malas... muy malas... tanto que había acabado por llegar tarde a sus propias clases. Y eso mismo le hacía estar seguro que las cosas no terminarían tan fácilmente aquella noche, sabía que lo que debía hacer para remediar aquello era poner las cosas bien en claro con el menor y decirle que lo que hacían no era apropiado, pero solo imaginar la cara de tristeza que el chiquillo pondría se le iban las ganas de aquello, no le gustaba ver a su hermanito triste.
El ligero golpeteo en su puerta había hecho que Ace diera un respingo, sabía lo que vendría pero hubiera deseado que no fuera así; mirando su mano manchada con aquella esencia blancuzca se sonrojo ligeramente.- Ace ¿Puedo entrar?- la voz del pequeño le trajo de regreso al mundo, tomando uno de los pañuelos junto a su cama limpio su mano y acomodo su ropa antes de hacer bolita aquel papel y tirarlo al cesto. Luffy sabía que era bienvenido en su habitación pero había razones por las que le pedía que tocara antes de entrar si la puerta estaba cerrada, aquella era una de ellas.
El pequeño se encontraba esperando la respuesta para poder entrar, no entendía muy bien porque debía esperar pero lo hacía de cualquier manera, solo para complacer a su hermano mayor.
-Pasa Lu...- Ace había intentado responder lo más bajo que le era posible en una última esperanza de que el menor hubiera pensado que estaba dormido y le dejara pasar esa noche en paz, aquello sin embargo no sucedería, apenas abriera la puerta el menor le había dedicado una mirada de claro reproche.
-¿No te has quitado el uniforme aun Ace?- pregunto el pequeño que ya se hallaba en sus pijamas y sandalias desde hacía un buen rato, aquel reproche le había quitado de golpe toda la tensión al momento, dejando que el mayor recordase que se trataba únicamente de su pequeño hermanito y no de algún terrible enemigo a punto de devorarle o alguna cosa así, aquello al menos le incentivaba un poco más a hacer aquello que era necesario, aun si no le gustaba debía tener una seria platica con el menor acerca de los besos, (la cual en realidad debió haber tenido desde un inicio en lugar de mentir tan idiotamente) no podía permitir que las cosas siguieran por el rumbo que iban. Sonriendo amablemente para Luffy y viendo como aquel correspondía aquella sonrisa por fin se había calmado un poco.
El menor de los D había tomado aquella sonrisa como una invitación, saltando prontamente a la cama del mayor para abrazarse al cuello de este, plantándole un beso de lleno en los labios a su hermano de forma cariñosa y energética, haciendo que Ace se sonrojara violentamente y recordase de pronto... el terrible enemigo al que se enfrentaba no era ese mocoso, era el mismo y sus alarmantes instintos.
-Luffy- El pecoso había hecho un terrible esfuerzo para que su voz saliera lo más normal posible, solo aquel simple contacto estaba haciendo estragos en su persona, tomando al pequeño por los hombros para que se separase un poco de él podía sentir el calor de su cuerpecito a través del delgado pijama y lo que esto le hacía sentir no estaba bien.
-¿Ibas a dormir con eso puesto?- por algún motivo el chico parecía estarle ignorando, como si hubiera reconocido la seriedad con la que el mayor había pronunciado su nombre a pesar de no cargar ningún reproche en ella.-
-Lu...- insistió de nuevo antes de ver como el otro hacia caso omiso de su llamada y seguía hablando.
-Eso no está bien Ace, déjame ayudarte.- le escucho decir antes de sentir las manitas del menor comenzar a desabotonar su camisa escolar, mierda, aquello no pintaba bien- Ace siempre duerme sin camisa, ¿No?- el mocoso había sido demasiado rápido y para cuando pudiera reaccionar el menor ya le había desabotonado por completo el uniforme y se encontraba inspeccionando su pecho a saciedad.
-Luffy...- ahora el nombre del mocoso sonaba diferente, no, no, no debía dejarse llevar… pero era tan tentador…el pequeño había colocado una de sus manos en el pecho del mayor, trazando con esta el relieve de la piel ajena hasta llegar a la sombra de lo que pronto serian abdominales, el cuerpo de su hermano mayor era delgado pero firme, Luffy sabía que más de un club escolar le había pedido que se uniera pero Ace siempre les rechazaba y el monito sabia que eso era por su culpa, no era responsabilidad del mayor cuidarle pero este lo hacía como si lo fuera y el chico se lo agradecía pero a veces sentía que aquello debía ser una verdadera molestia para su hermano.
Después de la muerte de su abuelo uno de los tíos de Ace (en realidad él y Ace eran más bien parientes lejanos que habían crecido como hermanos) les había abierto las puertas de su hogar, pero aquello era prácticamente todo lo que había hecho, el sujeto casi nunca estaba y aunque Ace decía que así era mejor aquello hacia recaer casi todas las responsabilidades de la casa y demás en el mayor de los D y eso al más joven no le gustaba en nada, una cosa era que le diera de comer y ayudase con su tarea y otra que tuviera que cocinar, lavar y hasta ir a sus juntas escolares o desvelarse con él si se enfermaba, si tan siquiera Luffy hubiera podido hacer lo mismo por su hermano mayor...- Ace...- el aludido le miro directo a los ojos, embelesado por el leve sonrojo en las mejillas de aquel adorable niño- Te amo.- murmuro el pequeño monito acercándose al mayor de nuevo para rosar sus labios con los del mayor de forma mucho más tranquila y cariñosa, cerrando los ojos para disfrutar por completo de aquel contacto. Al sentir como su hermano le atraía hacia su pecho para recostarse juntos había soltado un leve suspiro, con la camisa del mayor abierta podía sentir libremente la piel ajena con sus manos y más cerca de él aun.
Ace por su parte podía sentir las pequeñas manos de su hermano recorrerle y no había tardado en deshacerse por completo de su camisa, sucumbiendo ante sus más bajos instintos por unos instantes, dejando que el menor trazara con cuidado la naciente musculatura de sus brazos y su pecho, no sabía si habían sido las palabras del menor o aquel nuevo beso lo que habían acabado por hacerle perder el control de nuevo pero después de toda aquella tortura esto se le antojaba un verdadero paraíso, perder el control por unos momentos se sentía terriblemente bien, sus manos acariciaban el menudo cuerpo de su hermano casi con necesidad por sobre la ropa, Luffy era para él como una llama que le envolvía y consumía por dentro, y si de cualquier forma iba a acabar quemándose con ella , si de cualquier forma iba a doler cuando aquel incendio se extinguiera entonces quizá era mejor disfrutarlo mientras durara y dar rienda suelta a aquel fuego por unos breves momentos.
El pecoso se separo de los labios del menor para poder observarle y la imagen de sus fantasías le asalto mil veces más poderosa, ahí estaba su pequeño eh indefenso hermanito con los cabellos revueltos y el pijama desacomodado, con el rostro enrojecido y la respiración pesada, mirándole con ojos cristalizados de deseo.- A…Ace…- el mayor de los pelinegros no podía mas que observar embobado, la excitación en su entrepierna creciendo a cada instante con el pequeño peso del otro sobre esta, cuando llevase una de sus manos al rostro ajeno para acariciarle y comprobar que fuera real el menor se había volteado lo suficiente para besar la palma de su mano, acurrucándose después en esta como si fuera un cachorrito feliz. Ace casi podía sentir su corazón detenerse.
Amaba tanto a ese chiquillo que no sabía qué haría si un día llegaba a perderle.-Luffy…- aquel nombre había salido de sus labios de manera casi desesperada ante la idea de perderle eh impulsado por aquellos pensamientos había comenzado a besar al más joven por doquier, sus labios, sus mejillas, sus parpados, su nariz… la risa fácil y feliz del pequeño que llenase la habitación ante esos besos le hacía sentir un poco mejor, girando hasta dejar al pequeño debajo suyo había comenzado a colar una de sus manos bajo el short del pijama ajeno, rosando aquellos pequeños muslos con sus dedos, con la otra desabotonando la camisa del menor, comenzando a bajar con sus besos por el cuello ajeno, sus hombros, su pecho, su estomago plano y suave, tan blando como si fuera de goma, toda la piel del pequeño era tan dulce que de a poco y sin darse cuenta había comenzado a lamer y mordisquear esta misma, causando que el menor comenzara a removerse y soltar suaves quejiditos.
Su recorrido había parado de forma abrupta al llegar al borde de los shorts del pijama del pequeño, ambas manos sujetaban el elástico de aquella prenda hesitando ligeramente, si continuaba en ese punto ya no habría vuelta atrás.-¿P-pasa algo?- escucho al más joven preguntar sacándole de sus cavilaciones, ahí en su cama lucia hermoso y deseable pero el momentum había pasado tan rápido como llegara y no podía seguir con aquello.
-Pasa que un mocoso que debería estar dormido aun no lo está.- dijo jalando el resorte del pijama ajeno para después dejarle ir haciendo que el menor diera un respingo por el golpecito que aquel le había dado en las caderas.
-¡E..Estúpido Ace! ¡Yo iba a dormir contigo para que no estuvieras solo!- le reclamo casi gritando mientras se ponía en pie indignado y resentido, sacándole la lengua al mayor mientras salía corriendo, al parecer dormir ahí ya no era parte del plan por esa noche.
-¡Lávate los dientes!- fue la respuesta gritada del mayor mientras intentaba aguantar la risa ante aquella escena, intentando no pensar en lo que había pasado justo antes de eso, desde lejos le llego la respuesta del menor que no alcanzo a escuchar muy bien, estaba tan agotado por todo lo sucedido que se había quedado dormido sin deshacer su cama y con los pantalones del colegio aun puestos, rogando por una noche sin sueños.
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Continuara