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Bloody por lilibel vangarret

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Notas del capitulo:

Luego de desahogarme el anterior capítulo con dejar eunucos a dos integrantes del mundo Marvel, sigamos con cosas más amigables.... ^_^

Capítulo dedicado a Nicky, ya que ella ama al Zero-Seme jajajaj. ¡Qué viva! ^o^

 

 

 

 

Con esas piernas flexionadas a cada lado decide pegarse a ese torso para que sus pieles se rozaran, asimismo no dejando de besar los labios de ese castaño, sintiendo precisamente las manos de Kaname presionarse casi a centímetros de sus glúteos. Presiona Zero sus manos en la cabecera de esa cama para empezar con ese frenético movimiento de su pelvis que causaba que la cama sonara y emitiera ese vaivén de atrás hacia adelante, necesitando ambos romper con ese beso para desviar sus rostros y tomar aire.

Demandante, fuerte, intenso, así sentía Kaname esas embestidas siéndole imposible no jadear y clavar sus uñas en esa blanca piel de aquel trasero a su alcance. Era como si un animal en celo se hubiera apoderado de ese cazador, impulsándolo incluso a delante como a esa misma cama, temiendo que pudiera partirla.

Decide Zero levantar su torso, manteniendo la distancia de separación con ayuda de sus brazos que coloca a cada lado de ese cuerpo que sometía, dejando que solo sus caderas hicieran el trabajo de meter y sacar.

-Ah...

Siente Kaname como esos embistes pasan a ser lentes pero igual de profundos, trasladando una de sus manos a esa cadera empezando a buscar el aire perdido de minutos antes, cerrando sus párpados para disfrutar de esa sensación. Pero no contaba con que sus piernas fueran tomadas siendo atraído contra el cuerpo de ese albino, que queda sentado sin deshacer esa unión. Sorpresivamente es empujado a adelante sin separar esa íntima unión, reiniciando Zero con el salvajismo.

-Dios... –exclama Kaname lanzando atrás su cabeza-

Era una completa tortura, decidiendo posar sus ojos castaños al frente y admirar a ese cazador que nuevamente se sujetaba del barandal de la cabecera de la cama, sin detener sus embestidas, conectándose sus miradas, reparando en esas joyas rojizas en vez de violetas admirándolo. Sí, si estaba con un animal en celo que lo devoraba con la mirada, inconscientemente excitándolo aún más.

Decide alzar su mano y tomar esa mejilla albina, de paso atraer contra sí esos labios que atrapa entre los suyos, perdiendo sus dedos entre esas hebras platinadas, robándose mutuamente el aire en un profundo beso.

-Ah... Kaname...

-Ah... –suspira Kaname a gusto por esa exclamación con su nombre de ese cazador en medio de ese largo y extenuante beso. Mejor desvía su cabeza a un costado para disfrutar como era penetrado una y otra vez por ese que amaba-

 

 

 

 

 

 

Noche29 Un único camino.

 

 

 

 

 

 

Introducía su lengua nuevamente a esa boca con esos movimientos circulares que fundían las dos lenguas en un apasionado beso, un beso de minutos que los obligaba a separarse por pocos segundos para tomar aire, pero que después retomaban con igual ahínco. Sonriendo después luego de separarse, para observarse en silencio.

-Qué adorable, te sigues sonrojando así después de tanto tiempo. –opina Kaname sonriente-

-Púdrete. ¬¬# –le había matado la pasión con ese comentario-

-Kaname-senpai! –apresurado llega Ichiru aun en pijama-

-Buenos días, Ichiru. –se hinca Kaname para tomarle la mejilla-

Decide inclinar su cabeza pegándola a la del menor, frotándose sus narices, ruborizando Ichiru pero no desagradándole ese saludo con su "padre". Bueno, aún no se atrevía a llamarle a Kaname como tal sin que le provocara un infarto a su papi cazador.

-Perdón por causar que te despertaras cuando el sol está aún en lo alto solo para que vinieras a despedirme, Ichiru. Sé buen niño y cuida a tu padre y la casa mientras estoy fuera. –le toma la mejilla dándole un beso en ella-

-... –asiente él, bajando su ruborizada mirada en tristeza-

-Aun te sientes solo?

-Algo así... Un poquito. –desvía el menor su mirada. Sintiendo a cambio una suave caricia en su cabeza del castaño, gracias a la posición donde estaba-

-Volveré después. –se aleja del par acercándose a la puerta, esperándolo fuera Seiren con una sombrilla–. Además, he dejado algo para ti en tu escritorio, Ichiru. Estuve indeciso sobre ello, pero... eres un cazador. –posa sus ojos en Zero, notando su extrañeza. Cierra la puerta tras suyo-

 

Todo se imaginó, menos eso. Sobre el escritorio que usaba su hijo, dentro de una caja descansaba Artemis en su forma de vara. Haciéndosele imposible no recordar lo que eso representaba.

-Artemis... –exclama Ichiru-

-Así que este es tu dichoso regalo. –suspira rascando tras su cabeza-

-Puedo?

-Si él te la obsequio... –se encoge Zero de hombros-

-Papi, hoy te irás?

-Sabes que si, hijo. –le toma la mejilla–. Iré a ducharme ¿vienes?

Resignado lo sigue pero una duda surge en medio del camino, pero que se la guardaría para sí.

 

 

-Ey, que estás tramando?! –tras Ichiru señala Aidou al verlo usar un abrigo y una maleta terciada a su hombro luego de la retirada del padre. Bueno, los dos padres, si contaba con Kaname– ¿Y qué se supone qué es eso que llevas?

-Iré a una pequeña misión, llevándome a Artemis. –sencillamente responde el platinado sin verlo–. Kaname me la regalo.

-Qué?!! ¿Te has vuelto loco? –se petrifica. Era muy joven para morir de mano de "ambos padres"-

-Estoy sano, perfectamente sano.

-Espera...

-No esperaré. –se niega, abriendo una de las láminas de la puerta–. No te preocupes, volveré, simplemente quiero salir. –cubre con la caperuza de su abrigo su cabeza–. Si ellos pueden por qué yo no.

Se detiene el menor bajo el marco de la puerta, a causa de un negro lobo sentado sobre sus patas traseras y con su atención fija al frente, donde él estaba.

-Un lobo? –detalla Aidou al calmado animal, pero después siente un estremecimiento– Nada de eso... De hecho es...

Con pasos suaves se acerca Ichiru al lobo antes de que Aidou terminará la frase, notándolo unos centímetros más bajo que él. Ladea su cabeza para admirar esos bajos ojos oscuros tan idénticos a los de su "nuevo papi". Quedando atrás un petrificado Aidou.

-Ey, eso es...

-Perrito! ^O^ –estrecha contra sí al lobo, pareciéndole lo más tierno que hace mucho no veía. Su papi nunca le dejaría tener un perro, y mucho menos de ese tamaño-

-Estoy tratando de explicarte que de hecho ese lobo es...

-Ya lo sé. –le interrumpe Ichiru, pero entre sus dedos ese animal pierde su forma, pasando a miles de murciélagos que se apoderan del cielo sobre su cabeza-

-De hecho, eso es una criatura que Kaname-sama hizo a partir de su propio cuerpo y lo dejó aquí.

-Ya lo sé! –dice mientras los veía aletear a su alrededor, impidiéndole el paso–. ¡Te he dicho que ya lo sabía! –recuerda frunciendo su ceñito–. Debiste... –decide dar un gran salto, cayendo exitosamente fuera de ese círculo que lo encerraba– haberte quedado con la forma del perrito, Kaname-senpai.

Frunce Ichiru su ceño en un puchero, sabedor que sería escuchado, pero, un enorme manto se presenta tras suyo, envolviéndolo como si se trataran de los mismos brazos de ese castaño. ¡¡¿De dónde había aparecido eso..?!!

-Gyaahh!!!

-Buena jugada, Kaname-sama! Bueno... criaturas de Kaname-sama, o como sea. –anima Aidou mientras era Ichiru retenido-

-Kaname-senpai, perdón por esto!!! –un fuerte golpe le da a esa "capa", para luego salir corriendo al verse libre, dejando a su joven tutor detrás-

-QUEE?!!! ¡OYE TÚ!! ¡¡DETENTE AHÍ!!

 

Sin poderlo Kaname evitar, muestra una sonrisa, recargando su mentón en el dorso de su mano. Ese pequeño alegraba cada uno de sus días con sus ocurrencias. Pero "ocurrencia" que no sería grata para su pareja cazadora si se enteraba que le permitió a Ichiru irse.

-Kaname-sama, ocurre algo? –inquiere un Noble sentado en esa mesa-

-No, nada en absoluto. Pueden iniciar. –en su acostumbrada posición autoriza Kaname-

 

 

 

Curioso y a salvo avanzaba al recién caer la noche, logrando dar con un pueblo cercano. Admiraba temeroso su alrededor, ya que sería su primera salida sin compañía de sus "padres". Sí, padres, porque Kaname siempre tomó ese lugar que le faltaba a su vida. Se sobresalta por ese sonido a su costado deteniéndose de golpe, reconociendo a un hombre laboreando.

-"Oh, sí, los humanos todavía deben estar afuera y trabajando a esta hora". –piensa– "Necesito calmarme. No hay razón para que esté asustado de caminar por la ciudad"

En ese momento, las luces cercanas se encienden.

-A-A... Al fin di contigo –respira agitado Aidou recargando sus manos en sus rodillas– ¿De qué se trata esto? ¿Al fin de cuentas solo pudiste ser paciente por 1 año? –reprende luego de recuperarse-

-Te dije que volvería después. –descubre Ichiru su rostro–. Así que, si Kaname-senpai no confía en mi palabra y sigue preocupado es su culpa, no la mía. –Saca a relucir esa hermosa personalidad "Kiryuu" heredada–. Solo quería caminar.

-Ese no es problema. Es la posibilidad de que te pongas en peligro lo que le preocupará a Kaname-sama ¿sabes?

-Estaré bien. Los Sangre Pura no mueren ¿recuerdas? Bueno, aparte de esas dos únicas opciones de morir.

-Qué dijiste...? Entonces... has estado caminando todo este trayecto de la casa Kuran hasta aquí.

-... –asiente–. Si quieres, puedes acompañarme, Aidou-senpai.

-... –permanece observándolo–. Entiendo –suspira resignado– ¿A dónde quieres ir? ¿Pero podrías por favor darme al menos la razón por la que haremos este arriesgado viaje?

-Sé que soy aun un niño y hay ciertas cosas que se me ocultan pero... no quiero estar más solo. –seguro responde viéndolo-

 

 

Tras su espalda graznan unos cuervos, no transmitiéndole ni el más mínimo temor. No perdiendo la firmeza en su arma que apuntaba hacía ese mal herido hombre.

-Aún tengo una última pregunta que hacerte ¿Eras tú quién estaba liderando a esos vampiros inferiores?

-Lo que tratas de preguntar es si hay alguien más? Mátame... yo no soy nada más que un vampiro embrutecido y sin esperanza... –levanta su mirada mostrando una sonrisa maliciosa hacía su verdugo–. ¿O no lo soy... perro de la Asociación?

El aleteo de esos cuervos posados en el brazo del árbol se mezcla con los sonidos de esos balazos.

Decide Zero ir hacia ese cuarto que le pidió prestado a Cross para darse un rápido baño y poder regresar con su hijo. No quería dejar algún rastro y tener que explicarlo con Ichiru. Regresa a esa habitación sorprendiéndose de ver a Kaito recostado en el marco de la puerta abierta ¿Es que los demás cazadores no entendían la palabra privacidad? Arroja esa maleta a una silla próxima.

-Tks, en verdad que eres un caso. No parece que te importe el que constantemente estamos bajo las órdenes de no ir a cazar en solitario. Eso parece un comportamiento peligroso.

-A mí nadie me dio esas órdenes. –defiende el albino dándole la espalda quitándose su abrigo-

-Oh, bueno, adivino que es porque eres un "caso especial".

-A qué has venido aquí, Kaito? –desabrocha su camisa botón a botón– ¿Acaso es por el caso de Ouri?

-A decir verdad, no me sorprendió la conclusión oficial que se dio para el incidente de la fiesta. Creo que en verdad no existía otra manera de hacerlo, de otra forma, el conflicto potencial hubiese sido mucho peor. En definitiva, un Sangre Pura mordió esa chica, y la probabilidad de que quién le puso fin a la vida de Ouri haya sido también un Sangre Pura es alta. Así que para mí es algo lógico el sospechar de todos los demás Sangre Pura presentes en la fiesta.

-... –detiene sus dedos en el último ojal-

-Pueda que... no haya necesidad de sospechar de absolutamente todos ellos.

-Mi hijo es incapaz de hacer cualquier cosa. –defiende reanudando a quitar los botones de sus mangas. Pero él sabía que no insinuaba a Ichiru si no a Kaname– ¿Y bien, cual es el motivo oficial que te trajo aquí? –evade cualquier pregunta que quiera hacerle-

-No olvides que yo también soy un cazador, me conozco bien la naturaleza de los vampiros. –toma asiento en la cama–. Te he estado vigilando de cerca desde el mismo momento que llegue a este lugar por asignación.

-"¿Siguiéndome? Entonces... ¿sabrá dónde estamos viviendo?". –de reojo lo observa, fingiendo absoluta calma-

-También traté de instigarte, aguardando para ver tus reacciones. Aparentas ser el ideal para futuro Presidente de la Asociación. No dejas que nada se te resbale, pero, bajo esa superficie, eres terriblemente inestable en tus emociones. ¿Acaso te has dado cuenta de ello?

-De hecho... En la noche, cuando la necesidad de matar vampiros se torna casi imposible de resistir el pensar en mi objetivo me ayuda a calmarme mínimamente.

-Vampiros a los que quieres matar, eh? ¿Incluye eso a aquel Sangre Pura con el que vives? –tienta el castaño refiriéndose a Kuran– ¿O a ese niño que vive contigo?

-.... –solo puede bajar su mirada. Era culpable. Una ironía ¿no?–. A eso viniste ¿no? A saber si sería capaz de levantar mí arma contra él. No me sorprende. Tienes razón, soy bastante inestable.

-Recibí unas órdenes... –se incorpora Kaito–. Me enviaron a seguirte con el propósito de convertirme en una nueva seguridad para tí.

-Qué? –gira a verlo incrédulo-

-Quédate tranquilo. Desconozco de aquel escondite donde ustedes viven... –confiesa en un suspiro, sacudiendo su cabello con su mano, una manía muy propia–. Los Sangre Pura están actuando extraños, en una forma que es apenas perceptible, pero en definitiva traen algo entre manos. Y el que estés con Kuran, los hacen desconfiar de ti.

 

 

Completamente alegre estaba dentro del cuarto de ese tren subterráneo, luego de convencer a su "tutor". No irían a un punto fijo, sólo había decidido un punto al azar en el mapa. Ahora, decidía lo que comería, no sabiendo por cual decidirse. Era un niño ¿no? En cuanto a Aidou, enfurruñado lo observaba sentado en su asiento.

-"¿Qué hacer? Debería tratar de engañarlo para volver a casa o tal vez solo hablar del asunto con él. Aunque tengo el presentimiento que hasta que no cumpla ese "objetivo" no hay forma de persuadirlo". –piensa-

-Fue de mucha ayuda que hayas traído tu billetera, senpai. –sonriente toma Ichiru asiento con esos emparedados-

-"Si tan solo Kaname-sama hubiese puesto una mayor cantidad de trampas alrededor de la casa, entonces yo..." –toma su cabeza entre sus manos–. "No alto. Debió ser mi responsabilidad" –abre sus ojos, empalideciendo. Ya veía su vida pasar ante sus ojos-

A gusto comía y bebía Ichiru esa improvisada cena. No compartiendo la misma preocupación del mayor.

-"Este niño..." –regresa su vista a ese distraído menor que veía fuera de la ventana, curioso– "Es que acaso no se da cuenta de lo peligrosamente arriesgado que es para él estar afuera. Un segundo..." –evoca ese temor de él al caminar y ese sobresalto– "Si lo sabe..."

Decide Aidou apoyar su codo y brazo sobre sus piernas aburrido, descansando su mejilla en su rostro. Reparando en que ese menor poseía apetito.

-"Ahora que lo pienso, le pregunté a algunas chicas de la Clase Diurna sobre él. Según ellos, "es un niño, que pese a su edad es completamente insensible y tiene los pantalones para hablarle normalmente a Kaname-sama. También un chico pequeño que puede comer demasiado a pesar de su tamaño... ¿Me pregunto, cuando yo tenga un hijo, será igual a mí?""

-Tome. –ofrece sonriente–. Lo guarde para usted.

-"Y de acuerdo con la clase Diurna, él es "de hecho muy lindo". Manojo de idiotas, pero por supuesto que tenía que serlo, si es un Sangre Pura, aunque sea hijo del pesado de Kiryuu" –piensa por esa repentina aura "de lindura" aparecer en el pequeño albino–. No gracias. No tengo hambre.

-En serio? Pues sabe muy rico. –dice reanudando sus bocados a su emparedado-

-Te das cuenta que si Kaname-sama en verdad hubiera tenido la intención de detenerte para que no salieras, no hubiera habido nada para impedir que lo hiciera? –habla más sereno–. A fin de cuentas...

-Eso ya lo sé. No soy tan tonto como para pensar que mi poder podría compararse con el de Kaname-senpai o incluso el de papá. Pienso que él me está diciendo que puedo hacer lo que quiera ya que me obsequió a Artemis. –se encoge de hombros–. Mejor disfrutemos este día.

 

*                      *                      *                      *                      *                      *

 

Acostados estaban sobre esa torre colocada horizontalmente en el suelo. Asemejándose a un par de modernas esculturas durmientes aprovechando la luz suave de la tarde en esa locación.

-Ok, buena toma. Buen trabajo.

Luego de escuchar esas favorables palabras, Shiki y Rima abren sus párpados, incorporándose. Ellos también aprovecharían el receso que se les brindó luego de un arduo trabajo. Viendo el joven ojiazul como una sombrilla era colocada sobre su cabeza, sonriendo por ver a Ichijou así como sosteniendo a Rin entre su otro brazo.

-No debieron haber venido. Las sesiones fotográficas en horas diurnas son agotadoras. –opina Shiki recibiendo la sombrilla-

-A Rin ni a mí no nos incomoda en absoluto acompañarte.

-Los humanos tienen más energía durante estas horas, así que no me molesta. –dice Rima, ojeando los esfuerzos que daban en su trabajo–. Además, esta tiene como set una escuela, y las escuelas tampoco me molestan.

-Podemos acompañarlos? –sonríe el rubio a ojos cerrados-

Avanzan los tres, teniendo Rima su propia sombrilla. Admirando los alrededores de esa locación. Desvía Shiki su mirada a un costado, extrañándose por ver un rostro conocido pasar justo al otro lado del pavimento.

-Ey, ese no era aquel prefecto de la Escuela Cross? –le pregunta a su amiga-

-Qué...? ¿Dónde? –se detienen para buscarlo-

 

Cerca de ahí, la directora, precisamente de esa escuela tomada como locación, realizaba el debido tour por las instalaciones a esa pareja. Tratándose de un par de rubios, una chica y un joven, el segundo, sostenía en su brazo el abrigo de la segunda, tratándose de su ama, Sara Shirabuki.

 

-Siento la presencia de un vampiro. –se detiene Zero en medio de su caminata por esa repentina salida mañanera. Incluso había dejado a su hijo dormido cuando salió y al propio Kaname en casa–. Otro aparte de los vampiros que estaban en la sesión de fotos.

-Bingo! Así que la información que recibimos era verídica. –opina Kaito viéndolo de reojo-

-Iré a buscar el objetivo y sus intenciones!

Corre Zero hasta el muro­­ de prevención arrojándose al vacío, cayendo hincado al suelo. No importándole al albino que se incorpora reanudando su carrera, bajo la mirada de Kaito.

-Esa necesidad urgente por perseguir a la presa, es solo dedicación a tu trabajo... o es solo que esperas que algo te sea pagado por su sangre? –entrecierra su mirada–. ¿Acaso no eres feliz con ese Kuran? –murmulla al aire-

 

Podía percibir sangre en el ambiente, dos clases de ellas, y eso era algo preocupante, igualmente sucediendo con Ichijou y el par de modelos. Pero preocupando más al rubio de ojos verdes.

-"¿Aquí está ella...? ¿Sara?". –piensa Ichijou, preocupado, sosteniendo en seguridad a su pequeño, viendo de reojo a su pareja-

 

Tomando de la mano de esa chica rubia* salía de ese cuarto de música teniendo detrás demás jovencitas de ese colegio, que la acompañan hasta la salida principal. Recibe Sara esa sombrilla, abriéndola mientras sonriente se despedía suavemente con la mano igual siendo respondida con la misma alegría por esas estudiantes. Alza Sara su sombrilla para poder salir hacía la luz, pero al dar algunos pasos ve frente a ella a ese cazador albino, no sorprendiéndola, mismo que mete la mano dentro de su chaqueta, solo sacando la mitad de Bloody Rose.

Sin ningún reparo se ubica ella al lado de su cazador.

-Para la Asociación tú solo eres un perro, así que debes parar ahora mismo. Verás, he hecho todo esto según las reglas, dejando a la persona saber lo que soy antes de morder. E incluso he compartido mi propia sangre con ellas. Nos aseguramos de habernos entendido y todo fue hecho con su aceptación e incluso me comprometí a cuidar de ellas hasta el final.

Ladea Sara su cabeza, viéndolo de reojo con una sonrisa triunfante.

-De modo que ustedes, cazadores, no tienen absolutamente ninguna autoridad para ejecutarnos por ello. Ve y búscate otro objetivo.

-... –gira Zero a verla en silencio-

-Sabes algo, puedo ver en tus ojos lo mucho que estás ardiendo por asesinar... –muestra ella una sonrisa, por caer en cuenta–... asesinarme a mí o a los otros Sangre Pura, pero, aunque ni aquellos que te rodean o tú mismo se hayan dado cuenta, de hecho en ti, completamente en tu cuerpo se huele el "repugnante" olor de la sangre de un vampiro Sangre Pura.

-... –frunce su ceño. No lo negaría pero tampoco se lo sostendría-

-No tengo idea de que tanta sangre te haya cedido Kuran, ya que te convertiste en su títere, pero... Pobrecillo. –finge lástima girando completamente a verlo sin retirar su sombrilla–. Creer en sus palabras vacías. Parece que él te ha logrado enredar ¿no es así? Si uno de estos día te das cuenta que no tienes otro lugar a donde ir, no me molestara hacerme cargo de un perro abandonado, sin importar que esté con otro pequeño cachorro. ¿Qué dices, pequeño cachorrito?

-Desaparece de aquí, Sangre Pura. –con una mirada rojiza la observa-

 

 

Decide meter esa vara a su maleta y encaminarse a la puerta mientras abrochaba su abrigo, siguiéndolo un nervioso Aidou que no quería morir tan joven si Kaname se enteraba de esas salidas sin autorización.

-Es mejor que no salgamos. Prometo que te leeré y explicare todos los temas que quieras. –propone en su intento de hacerlo desistir en salir, caminando tras él–. No salgas hoy, puedo sentir a Kaname-sama muy cerca, y no me refiero a sus criaturas como ese "lobo". Incluso, me atrevo a decir que está dentro de la mansi...

-Ya busque en mi cuarto, y en el cuarto de papá. Kaname-senpai no está. –interrumpe Ichiru sin detenerse a dirección de la puerta–. Ah, y papá salió antes de que despertara. La casa está SOLA.

-Aah, eres completamente idéntico a Kiryuu!!! –explota jalando de sus cabellos-

-Vienes o no, Aidou-senpai? –inquiere con la puerta principal abierta, tomándola en su mano-

Sale Ichiru a la cabeza siendo seguido por ese preocupado y resignado Aidou, mientras que varios murciélagos aletean penetrando dentro de la última y escondida  habitación de aquella casa, aprovechando la recién soledad de los demás cuartos, materializándose su único y, aparentemente constante visitante hasta quedar sentado en un féretro cerrado.

 

 

-Ciertamente tú, ahora traes una cara de pocos amigos. –opina Kaito al tener a ese silencioso albino delante suyo–. Me apresuraré a la Asociación y reportaré lo que acabó de ocurrir en esta escuela. –avanza, más luego se detiene–. En cuanto a ti, vas a tomar tres días fuera. Ve al doctor a cargo para que te recete píldoras para dormir que sean fuertes. Lo he dicho en serio. Ve y descansa un poco. –lo señala con su dedo–. Este descanso es necesario por el bien de tu trabajo.

No recibe respuesta de ese platinado, no siéndole necesario lo molesto que éste estaba. Esa aura negativa y rojiza mirada en vez de la violeta se lo demostraba.

¿Pero que le habría dicho esa rubia? No se atrevería a interrogarlo en ese momento, pero podría suponer que algo referente a Ichiru o... a ese Kuran.

 

 

-Ahora... ¿a dónde quieres ir? –inquiere Aidou viendo a ese menor terminar ese emparedado luego de comprarlo en el camino-

-No sé. Solo quiero caminar. Ver qué ha cambiado... Cosas así. –se encoge de hombros sonriendo inocente– ¿Uh? –logra ver de reojo otra presencia-

Gira el menor platinado a ver a ese lobo oscuro sentado en sus patas traseras, erguido y sumiso. Ladea su cabeza para admirarlo detenidamente, para después sonreír de gusto. Reparando Aidou también en aquel animal, simplemente observándolo de reojo, petrificándose después. ¡¡¡Desde cuándo los siguió Kaname-sama!!!

-Ven aquí. –se hinca Ichiru frente al can, extendiendo su mano–. Así que nos has venido siguiendo hasta aquí ¿no? Ven aquí. –ve al lobo obedecerle dejándose abrazar por él–. Eres tan lindo. Más tarde iré y te compraré un bonito collar.

-Un collar!!! Pero... pero... Ya sabes que ese... Ese es... –se escandaliza el Noble-

-Perdona, Aidou-senpai, pero vamos a desviarnos un poco. –gira a ver al rubio por segundos con su alegre sonrisa– Creo que conozco un parque al que podemos ir. Así jugaremos a la pelota ¿Cierto, pequeño? –regresa sus ojos al lobo peinándole y acariciándole la oreja-

-QU... QU... ¡¡¡¿QUUUUÉEEE?!! O.o

Decide buscarle juego a ese animal y salir a correr por el pavimento pasando al lado del petrificado rubio, siendo seguido por el lobo como si fuese un sumiso perro amaestrado, riendo Ichiru en su inocencia.

-Oye, espera! –sale en sí Aidou yendo a seguirlo-

Decide Ichiru girar una curva, deteniéndose de golpe y borrándose su sonrisa. Nuevamente se petrifica el pobre Noble por tener su vista al frente y reparar en esa presencia.

-Lo juro, él me obligo! –se defiende Aidou que rápidamente se coloca tras Ichiru en protección-

-Hola, papá. –nervioso saluda Ichiru a esa presencia obstaculizarle el camino-

-... –lo observa Zero detenidamente–. Supuse que harías algo así. Naciste con mi terquedad ¿no? No serías tú mismo si no lo hicieras. –sereno opina-

Aliviados suspiran rubio y platinado por tal calma. Por inercia, posa Ichiru su mirada más detalladamente en su padre, en realidad en su mano que sostenía dos hermosos ramos de flores blancas, extrañándolo.

-Son para Kaname-senpai?

-Qué? –arquea su ceja. Sí, cuando el infierno se congelara–. Son para unas personas especiales que hace mucho deje de ver y quiero que conozcas. –le ofrece la mano sin borrar esa calma. ¿O era agotamiento?–

Alegre corre sin hacerlo esperar, antes de que cambiara de opinión, en parte por no haber recibido un regaño. Tomándolo de la mano se deja Ichiru llevar continuando por el camino que tomaría.

-Si no quieres que Kuran te regañe, no deberías quedarte ahí, Aidou. –"invita" Zero sin detenerse-

El recordar ese nombre hace a Aidou ver por sobre su hombro y buscar a ese lobezno, no hallando rastro de él por ningún lado.

-"¿Kaname le temía a Kiryuu?" O.o –piensa por tan grande descubrimiento–. H-Hai. –se despabila decidiendo caminar tras ellos-

Notas finales:

Vamos Nicky, repite conmigo.... Viva el Zero-Seme!!!! ¡¡Viva el Zero-Seme!! >///////< jajajajja


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