Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Bloody por lilibel vangarret

[Reviews - 62]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Debo hacer primero una pregunta... El pasado lunes 29 de febrero ¿Amor Yaoi estaba mala o solo era mi computadora e internet? Dudo que sea la segunda opción (internet) ya que, Facebook tanto YouTube estaban completamente bien ¿Alguien me lo puede aclarar O.o? Ya que, intenté postear este capítulo junto al Cap. 44, solo habiendo podido subir el 44.

El próximo capítulo es el final de esta sangrienta historia. ^_^

Y una gran sorpresa que igualmente “tomé” del manga. Pero le hago un "Gender Bender".... ¿Desubicados? Léanlo y sabrán ^////^.

 

 

 

 

 

Agotado como nunca en su vida abre sus ojos pasando por su rostro la palma de su mano rozando con sus sueltos cabellos castaños, liberando un largo suspiro que demostraba como se sentía.

-Buenos días.

Descubre uno de sus ojos castaños para posarlo sobre esa presencia que saludaba, reparando en ese Ichiru sentado en una silla con sus brazos sobre la cama sonriendo. Sintiéndose aliviado de solo ver un vendaje abarcar uno de sus pequeños brazos.

-Ya es de día? –inquiere Kaname cerrando sus ojos, tratando de disipar ese sueño-

-Así es.

-Cómo estás? –le toma la mejilla sin gesto-

-Bien, solo sufrí un rasguño. Pero él importante aquí es usted. Quien me protegió fue usted ¿no? –se encoge de hombros mostrando alivio–. Es un alivio que haya abierto los ojos. Nos asustó. Bueno, más a papá, o eso fue lo que Aidou-senpai y los demás pudieron contar... Pobre papá. De seguro fue un dolor para él.

-Por qué? –se extraña-

Aterrado ve como un charco de sangre aparecía debajo. Sangre mezclada de Kaname y de su hijo. Reparando en la inmovilidad del castaño como de ese pequeño albino.

Su hijo y Kaname...

Trata de calmarse a causa de no escuchar latido alguno de ese par. Bajando su mano donde sostenía Bloody Rose.

Su hijo y Kaname...

-Kaname... Ichiru... –exclama Aidou en dolor-

Viéndose los demás ex Clase Nocturna entre sí por aquel suceso inesperado. No sabiendo si seguir o parar en esa batalla.

-No necesitamos esas cadenas llamadas Kuran. –se atreve a decir un Noble-

-La Asociación, el líder llamado Kuran, el Senado, qué nos dieron a nosotros los "inmortales" en los últimos diez mil años? –secunda otro vampiro noble en pie–. Un insoportable tiempo retenido. Sólo un poco más y seremos libres de esas cadenas para comenzar de nuevo.

-No te necesitamos ¡Te haremos pedazos, cazador!

-Kiryuu!

Preocupación de los conocidos y amigos del cazador por su inmovilidad. Saliendo del suelo cinco delgadas enredaderas con múltiples espinas que se clavan en los cuerpos de esos esclavos vampiros causándoles la muerte instantánea. Bajo la perplejidad de los espectadores que no supieron de dónde había salido dicho ataque.

Así mismo, empieza a escucharse un extraño sonido, a la vez que era removido el suelo bajo los pies de Zero, que cabizbajo sostenía esa pistola de la que se desprendían esas raíces, no importándole pasar por sobre el cuerpo de su dueño para llegar y clavarse hasta el suelo como cualquier serpiente. Múltiples sogas espinosas atraviesan el suelo, esparciéndose como un árbol echando raíces y arrastrándose con la misma rapidez de las serpientes, convirtiéndose en un hambriento animal que devoraba todo alrededor, mayormente esos vampiros, sin importar sus estatus en esa pirámide social.

-Esta impecable y poderosa arma es... –exclama ese Sangre Pura ante esas verdes ramas salir debajo suyo, provocándole dar un salto para alejarse–. Ese insignificante cazador.

-Esta es... Bloody Rose? –se asombra Cross Kaien ante esas sogas aproximarse a los vampiros a su alrededor y apoderarse de ellos-

-Con eso queda demostrado que de tal palo tal astilla. –opina Kaname luego de escuchar a Ichiru en su relato– ¿Solo sucedió eso?

-Eso solo fue la tapa del Iceberg. –se recuesta en la silla cruzando sus brazos-

-La tapa? La punta, Ichiru. La punta del Iceberg. –corrige recostándose cruzado de brazos-

-Por eso. Lo importante es que papi se salió de control y olvido que debía ir en contra de esos vampiros malos. Incluso, quiso herir a la Clase Nocturna.

-Shiki! –corre Ichijou a protegerlo, cortando esa soga con su katana–. Está fuera de control.

-No diferencia entre los buenos y los malos. –deduce Yagari, y para su sorpresa protege nuevamente a una ex Clase Nocturna-

-Si sigue así... se dirigirá a la Academia.

No equivocándose Aidou que ve esas "lianas" empezar a trepar por aquella estructura, desquebrajándola poco a poco, ya que se metía por un lado y salía por otro distinto, escuchándose el claro crujir de la Academia.

Mataría a cada uno de esos vampiros que lastimaron a su familia. No dejaría cimiento alguno. Eso era lo que ese corazón herido pensaba.

-Me imagino la angustia de todos. –sonríe Ichiru en pie apoyando su mano contra el espaldar de la silla–. Era de esperarse que papá y los demás saldrían heridos.

Decide Cross correr con su espada en mano dirigiendo dos espadazos hacia esas enredaderas que tapizaban el cuerpo de ese joven cazador, solo cortando unas cuantas ya que pronto unas intactas y más resistentes sogas las reemplazan.

-Es inútil. A este paso...

-Destruye la Academia o se extingue a él mismo. –termina Yagari la frase por el rubio-

Esas enredaderas espinosas rodeaban el cuerpo de ese albino rasgando su ropa, clavándose dichas espinas de paso en su piel bebiendo de él, solo viéndose su rostro de labios separados, cubriendo su flequillo sus ojos.

-Akatsuki, utiliza tu fuego. –repara Aidou-

Ese calor consume algunas de esas raíces permitiéndole a Cross lanzar unos espadazos sobre estas cortando de tajo un costado que apresaba al joven cazador. Apresuradamente corre saltando sobre él y consiguiendo un igual corte que libera al albino.

-Zero-kun! –logra Cross sostenerlo en pie, tomándolo de los brazos-

Reconoce el rubio unos bajos ojos rojos en vez de violetas ver el suelo, sosteniendo Zero aun su pistola que pierde la conexión con las del suelo. Cerrándose sus párpados, desmayándose.

-Algunas espinas de Bloody Rose se consumieron al no beber de papá, así que Aidou-senpai decidió congelar algunas.

-Qué sucedió con Zero?

-Pues... –vuelve a sentarse suspirando–. Quedó muy débil. Bueno, los dos quedaron debilitados. Tanto así que necesitaron de sangre. Así que, se encuentran en enfermería.

-En enfermería? –repite Kaname-

Admira Kaname su alrededor para después girar su cuello, reparando en ese albino en una camilla a solo pasos de la suya.

-Él va a estar bien, solo necesita reposo. Ah, y la Academia también estará bien, ella si necesita solo mantenimiento. –bromea Ichiru-

 

 

 

 

 

Noche45 Está noche te sostendré entre mis manos.

 

 

 

 

 

 

-Zero, serías capaz de ir tras de ese Kuran? Después de todo lo que ha pasado entorno a "ése". –avanzaba Kaito tras ese platinado. Ambos caminando por ese pasillo de la Academia-

-Kaito, ya hablamos. Necesito... No, requiero de ese tiempo a solas, lejos de la Asociación, de la Academia Cross... De todo. –confiesa suavemente sin detenerse-

-Y por qué en "ese lejos" no incluyes a Kuran Kaname?

Se detiene Zero frente a enfermería, solo liberando un suspiro. Simplemente abre esa puerta penetrando sin girar a ver a su compañero cazador.

-Es hora de irnos. –avisa Zero a ese castaño sentado–. Veo que Ichiru no está aquí, pensé que te estaría acompañando. ¿Kaname?

Ninguna respuesta de ese castaño de ojos cubiertos por su flequillo que posa su rostro hacia la puerta, viendo Zero por sobre su hombro, notando que la había dejado entreabierta pudiendo ver a Kaito por ese espacio, teniendo en su rostro un serio gesto hacia ese segundo castaño Sangre Pura.

-Kaito, has visto a Ichiru? –gira a verlo, dándole la espalda a Kaname-

-Seguramente... –apoya la mano sobre esa puerta para dar un paso al frente–. con Hanabusa-kun.

-Entonces, iré por...

Es silenciado por sentir el cuerpo de ese castaño pegarse tras su espalda, pasándole el brazo por el torso hasta alcanzar esa mano su mentón. Expectante le permite continuar, deslizándose esos dedos que bajan unos cuantos centímetros hasta su cuello siendo su rostro movido a un costado, apartándole. Ese cabello castaño hace cosquillas sobre la curvatura de su hombro, hasta sorpresivamente percibir una herida.

Sale Zero de su ensimismamiento por esa conocida pero a la vez olvidada sensación, posando su vista sobre ese sorprendido Kaito que trataba de disimular su molestia.

-Kaname. –exclama suavemente– ¡Kaname! –llama demostrando su inconformidad-

Una fuerte presión en su piel por esa mandíbula, moviendo su mano para alejarlo, siendo asida por la de Kaname, entrelazándose esos dedos con los suyos.

-Ah... –libera un jadeo de dolor, cerrándose uno de sus ojos, reparando en la mano de Kaito moverse–. Espera.

Cierra fuertemente sus párpados reprimiendo esos jadeos de dolor de esos colmillos que presionaban más de la cuenta. Moviendo su segunda mano libre a dirección de ese ansioso castaño. Logra alejarlo, retrocediendo tambaleante un paso, con la mano sobre su cuello herido, rozándose con su piel aquellas heridas gemelas dejadas.

-Cómo puedes hacer esto?! –frunce Zero su ceño, admirando esa línea de su propia sangre pasar por los labios de Kaname-

Respira el albino agitado con su boca abierta, notando entre esas hebras oscuras de ese flequillo un rojo iris, mismo que se posa sobre Kaito. Relamiendo Kaname esa sangre dejada en su boca con su lengua en excitación.

-Kaito, sal de aquí!

Se interpone de escudo delante de su compañero de "trabajo", incorporándose ese Sangre Pura que estira su mano en busca de alcanzar a Kaito, bloqueándolo Zero, consiguiendo que esos dedos lo sujetaran y lo arrojaran al suelo, cayendo ambos.

-Sal de aquí! –insiste Zero sufriendo una mordida en aquella delicada parte–. Ah... Kana... Ah..

-Pero tú...

-Estaré bien. "Aunque nunca había visto a Kaname tan ansioso. Es su sed...". –piensa–. No permitas que Ichiru entre. –pide, consiguiendo que Kaito saliera de ese cuarto-

-Zero... –se aparta esa boca jadeante, goteando de sus labios esa sangre robada-

-Qué pasa, Kaname? –le toma la mejilla algo preocupado por esa repentina ansiedad-

-Es como cuando desperté... –jadea, cubriendo su flequillo sus ojos–. Como si no... hubiera bebido en años.

-Seguramente por lo que sucedió ayer. –deduce–. Entiendo. Bebe hasta saciarte, luego iré por unas tabletas. –ofrece su brazo, quitando la manga de su chaqueta en reemplazo de su cuello herido-

Otra nueva mordida de ese sediento Sangre Pura que decidió tener como amante... Sus cavilaciones se detienen por ese repentino eco provenir de ese mismo cuerpo sobre el suyo.

-Kaname... en tu cuerpo... –corta la frase confuso-

Esos labios se apartan de su piel, permitiéndole a Zero levantar su torso del suelo y admirar ese cabizbajo castaño liberarle el brazo.

-Hay otro latido... –murmulla Kaname desapareciendo su rojiza tonalidad, apoyando su mano contra su vientre-

Eso debía ser imposible. Si sufrió un ataque que a cualquiera en su lugar le hubiera provocado un aborto... Incrédulo se hallaba impactado. Sintiendo como es rodeado por Zero, pegándose su cabeza contra la suya.

-No me retractare de lo que dije. Iré contigo... ustedes. –corrige estrechándolo firmemente-

 

Fuera, Kaito solo se mantenía en silencio recostado en el muro; a un costado de esa puerta entreabierta, mostrando un gesto de dolor, pero de resignación.

 

*                      *                      *                      *                      *

 

Penetra esa pelinegra a aquella sala, reparando en ese par de niños sentados en el suelo. Posando su vista en el mayor de ellos, un chico de platinados cabellos que tenía sobre su regazo a una copia infantil, rodeándolo entre sus brazos compartiendo la lectura.

-Uh? Papi, mira. –señala ese pequeño Ichiru hacia la puerta-

-Eres nueva? –tímido inquiere ese joven Zero dejando ese libro de lado-

-Yo... "No me recuerda... Y ese niño es hijo de Zero. Pobres" –piensa en dolor–. Me llamo Keira Cross.

-Cross..? ¿Cómo el Director? –inquiere Ichiru bastante interesado-

-Así es ¿Y tú?

-Ichiru. –sonriente se presenta– ¿Vienes a estudiar? Porque podríamos mostrarte las instalaciones ¿Cierto papi?

-Sí. –solo responde-

Keira solo podía admirar aquel tímido y retraído Zero, sintiendo tristeza. Viendo como bajaba a Ichiru de sus brazos para incorporarse, a la vez acercándosele ese mini albino curioso.

-Te gustaría... ser mi amiga? –ladea Ichiru su cabecita frente a ella-

-Está bien. Por favor, cuida de mí. –sonríe ella a ojos cerrados por la ternura de ese menor-

-Papi, ella será mi amiga! –avisa como si el "mayor" no hubiera escuchado o como si no hubiera estado ahí-

-... –nervioso observa Zero a esa pelinegra–. Ven. –pasa al lado de esa chica tomando de la mano a su hijo-

Ella solo puede seguirlos en silencio. ¿Él tendrá amigos? Eso era lo único que pasaba sobre la mente de esa pelinegra que evocaba a ese firme seguro compañero de juego, y no este tímido e inseguro chico de 12 años.

-Solo será por un año o unos meses. –propone ella una conversación-

Sorpresivamente ve como ese pequeño Ichiru se liberaba de la mano de su padre para correr alegre, aproximándose hasta un árbol, siendo levantado por esa presencia oculta.

-Kaname-sama, tengo una amiga.

-En serio. Me alegra.

Posa Keira sus ojos sobre ese joven años mayor que Ichiru, que le sonreía alegremente.

-Buenas noches, estudiaras aquí? –inquiere sin borrar su sonrisa ni de bajar a ese albino de sus brazos-

Una extraña sensación la hace paralizarse y observar atentamente ese castaño delante, pareciéndole ser alguien que planeaba algo, o como si los demás fueran piezas de ajedrez para él, como los vampiros. Dándole desconfianza.

-No sé quién eres, así que lo siento, pero... no puedo responderte. –tratando de disimular su nerviosismo responde Keira-

-No me saludaras hoy, Zero?

-... –tímido sonríe Zero por esa mirada castaña puesta sobre la suya, agradándole esa sonrisa–. Kaname-sama. –saluda, sintiendo una caricia que lo hace cerrar sus ojos para sentirla a gusto-

Repara Keira en la escena de esos tres como en ese cambio tan drástico y radical de personalidad de Zero. Dándole ese "Kaname-sama" la impresión de estar relacionado con el hecho que Zero no tuviera amigos...

-Tiempo después me di cuenta de quién era ese "Kaname-sama" y más a fondo del tema de los vampiros pero debía irme.... Ahora solo me queda resignación. –se encoge de hombros la pelinegra de largo cabello rozar sus hombros, sentada en esa mesa-

Atentos habían escuchado los miembros ex Clase Nocturna el relato de esa pelinegra, luego de meses de convivencia pacífica. O sea, de no agresión de la joven aprendiz de cazadora con los ex Clase Nocturna que ahora vivían su vida lejos del aula de clase. Pero no dejando de lado su relación con aquella "Academia Cross".

-Y alguno sabe el paradero de esos tres? –inquiere Sayori Wakaba al lado de Keira-

Quien para sorpresa de todos, se le permitía saber y estar relacionada de todo sobre los vampiros. Eso era lo bueno de poseer un padre político.

-No, solo se permitió la compañía de Seiren. Bueno, aunque le digan que no, iría. –se encoge Aidou de hombros estando sentando con la compañía de su primo y pareja-

Mientras que Shiki y Rima se miran entre sí por tal respuesta viniendo de él.

-Pero creo que Zero se fue con Kuran para evitar que éste fuera lastimado, o el hijo que tendrán. –opina Ichijou–. Oh, ahora que lo pienso, Sayori-san y Keira-san son más lindas. –interviene Ichijou pese a que cargaba a su pequeño Rin de 1 año, quien dormía en sus brazos-

-Eh? –extrañeza en la pelinegra y timidez en Shiki-

-Claro que no! –niega Aidou en seguridad-

-Por qué no? UoU –ladea su cabeza el rubio ex Vicepresidente en inocencia-

Algo que incluso Akatsuki Kain quería saber.

-Tiene razón. ¿Por qué no? UoU –mutuo coro de las femeninas humanas-

-Mmh... Porque... Mh... –se ruboriza Aidou–. Pensándolo bien. Es sorprendente que Kaname-sama tendrá un hijo de Kiryuu. Quizás pensó que eso haría que creciera parecido a él.

-Ahora está actuando como si fuera un sabelotodo. –_- –opina Shiki en medio de su pareja y Rima-

-Cambió el tema. –_- –secunda Rima a su lado–. Es demasiado fácil de entender. Pobre Akatsuki.

-Aunque no sería malo saber de ellos. –opina Ruka en un suspiro, con una pequeña sonrisa-

-Seguramente deben estar bien. –dice Kain cruzado de brazos-

Secundan el resto esa respuesta.

 

 

-No quiero ir con ustedes! –corre apresurado ese menor a regresar a su cuarto, negándose a ese plan familiar-

-Ichiru, es en serio? –inquiere Zero siguiéndolo-

Desconcertado seguía ese padre a su molesto hijo, solo viendo la puerta de ese cuarto ser cerrada en su cara. Sin embargo, decide abrirla, notando a ese pequeño albino acostado boca abajo ocultando su rostro.

-Ichiru, que te ocurre? Desde unos meses te estás comportando irrespetuosamente. Lo que me sorprende es que sea hacia Kaname, si siempre lo has querido. Puedo decir que hasta más que a mí. –bromea-

-...

-Ichiru... –se serena acercándosele. Toma asiento dándole la espalda– ¿Es por lo de Kaname y tu hermano?

-Él no es mi hermano. –llorando en molestia niega-

Entristece esa respuesta al platinado mayor, quien se siente acompañado, viendo por sobre su hombro. Bajo el marco de la puerta abierta estaba ese castaño con un mismo gesto de tristeza ¿Qué decir a favor de la rebeldía repentina de su hijo a causa de ese nuevo miembro de la familia?

-Nos dejarías solos. –pide Kaname mostrando una serena sonrisa-

No lo creía conveniente ya que podría Ichiru ofenderlo o renegar de él más de la cuenta. No siendo la primera vez que negaba a ese hermano. Pero podría Kaname hacerlo entrar en razón. Por eso se incorpora suspirando.

-Si dentro de 30 minutos no sales, regresaré. –aclara yendo a la puerta, pasando a su lado-

-Bien, ya estamos solos. –cierra Kaname la puerta tras suyo-

Lentamente avanza desabrochando su abrigo y quitándolo para poder tomar asiento en el borde de la cama, dejando su prenda a un costado.

-Lo odias? –inquiere estirando su mano para acariciar esa cabecita platinada, misma que después asiente– ¿Y a mí? –ahora niega. Conocía muy bien lo que le sucedía a Ichiru. Eran celos. Los celos de un pequeño que tenía miedo a ser excluido con la llegada de su hermanito–. Conozco lo que sientes. Yo también quise odiar a alguien que quería quitarme a Zero.

Ve como esa cabecita platinada finalmente se mueve, dejando ver esos ojitos violetas llenos de lágrimas que se posan en los suyos curiosos.

-Kaito Takamiya-san? –inquiere inocente-

-Hm... –sonríe–. Otra persona. Tampoco era Keira. –sonríe por esos labios abrirse, cerrándose después por ser robado el nombre de la cazadora–. Esa persona tenía toda la atención de Zero, no se separaba de él. Obtenía sus risas, caricias, hasta sus besos.

-Sus besos? –se asombra ruborizándose– ¿En serio? ¿Cómo? ¿Yo estaba?

-Sí. Precisamente cuando tu estabas a nuestro lado... A esa persona bastaba brotar una lágrima de sus ojos para que Zero se preocupara, incluso robando su completa atención. Todo eso provocaba que se alejara de mí.

-Qué persona tan mala. Por eso no lo quiero. No quiero pasar por eso. –señala el vientre del mayor regresando su molestia-

-Eso también me molestó mucho, como a ti ahora. Incluso decidí alejarme de tu papi. Hasta... –ríe el castaño negando– llegue a pensar de ser malo con esa persona.

-Y lo fue? ¿Fue malo con la persona que lo alejaba de papá?

-No pude. Ya que eso hubiera significado el dolor de tu papi. Así que, les permití quererse.

-Qué? Entonces papá quiso a otra persona diferente a usted. Yo nunca lo hubiera permitido. –se levanta molesto. Camina hacia la puerta para "arreglar cuentas"* con su padre–. De seguro eso debió ponerlo a usted muy triste ¿Y quién era esa persona?

-Tú.

-... –se detiene con la perilla en su mano. Incrédulo gira a ver al castaño que tenía una sonrisa sincera y serena–

-Fuiste tú esa persona que durante mucho tiempo robó el corazón de Zero. Y aún lo hace.

-Entonces... usted me odia? –algo triste se atreve a preguntar-

-No, claro que no. –niega sonriendo. Ofrece su mano, regresando Ichiru hasta tomarla–. Nunca pude odiarte. Por qué, cómo podría odiar a esa pequeña parte del ser que amo. Esa copia infantil que cada día crece y me dice "otousan". Eres... –le peina el flequillo paternalmente–. Cada día serás mi hijo.

-Pero... él si será tu hijo, otousan. –baja su cabeza reteniendo el dolor de que fuese reemplazado–. Yo no lo soy.

-Ahora eres tú el que no me quiere.

-No! –rápidamente rebate viéndolo–. Tú eres mi otousan y así quiero que pase. –seguro responde–. Pero....

-No te gustaría que cuando tu hermanito nazca y pueda pronunciar sus primeras palabras te diga precisamente "aniki". Que él desee tener siempre tu compañía, que te busque para contarte todos tus secretos y apoyo. Tus caricias. Tu atención.

-Todo eso él haría? –animado inquiere ya dejando de llorar-

-Olvidas la historia de Haruka y Rido? Ellos se amaban tanto que fueron inseparables ¿No te gustaría eso? –toma esa pequeña mano que acerca a su vientre– ¿Tener una parte de tu padre y mía que será tu amigo incondicional?

 

Mucho silencio. Y eso lo preocupaba. No se quedaría por más tiempo, por eso se incorpora de ese sillón encaminándose a la puerta. Avanza Zero hasta esa habitación, deteniéndose de golpe por lo que ve. Ichiru reía en brazos de Kaname.

-Papá! –baja Ichiru completamente alegre al divisar a su segundo padre, acercándosele– ¡Salgamos ya! ¡Así podríamos ir a una tienda y comprarle un peluche enorme! ¡El más grande que haya!

-A quién? ¿A Kaname? –confuso inquiere Zero-

-No. Pues a quién va a ser ¡A mí hermano! ¡Vamos, vamos! ¡Ah, olvide mi abrigo! Iré por el. No se vayan a ir sin mí. –se regresa a su cuarto-

Parpadea Zero confuso ¿Qué había sido todo eso que paso frente a sus ojos?

-Qué le hiciste? –incrédulo se acerca a Kaname-

-Es un secreto. –sonríe tomándole la mejilla-

 

Un paseo en familia habían hecho los 3, caminando suavemente mientras detallaban los alrededor.

 

*                      *                      *                      *                      *

 

Recostaba su cabeza contra ese regazo tratando de oír aquellos suaves latidos contenidos en ese vientre, empezando a adormilarse, pero no pudiendo cerrar sus ojos y entregarse al sueño. Estaba preocupado, por lo que dijo Isaya luego de ese anticipado y sorpresivo chequeo obligatorio. Escoger entre su hijo o su pareja.

-Pasa algo? –inquiere la voz de un agotado Kaname-

-... –levanta su torso y cabeza para verlo sin expresión, pero luego muestra una sonrisa despreocupada–. No es nada. –desvía su rostro sin borrar su gesto alegre-

Pero, siente como levanta Kaname su torso rodeándolo con sus brazos, estrechándolo sobreprotectoramente. Siéndole imposible a Zero mantener esa mentira, borrándose su sonrisa despreocupada, mostrando un gesto de dolor.

-Esto no debería estar pasando. –murmulla Zero pegando su frente contra la del mayor-

-Aunque este cuerpo dejara de moverse yo seguiría existiendo en nuestros hijos. –confiesa-

-No... –niega reteniendo las lágrimas–. No quiero esto para ti. Si tan solo... Si nunca... –no sabía que decir–. Si nunca hubiera existido... tu yo de "ahora" sería tan diferente.

-Por favor, no lo digas así. Como si yo no hubiera sido feliz. –jala a ese cazador hacia la cama, quedando sentados en las sábanas, sin dejar de estrechar ese entristecido cuerpo albino. Cubriendo sus flequillos castaños sus ojos– Zero... ¿sabes qué me diste cuando naciste? La emoción de que haría lo que fuera para protegerte. A tí y a Ichiru. Conforme recuperaba mis recuerdos de ese pasado tan largo y solitario, ese sentimiento fue el rayo de luz que alumbraba el camino delante de mí. Era mi única fuente de calor.

-... –se alzan sus cejas en dolor. No le gustaba esa confesión como si se estuviera despidiendo de él–. Basta...

-... –sonríe por esa petición con un leve tono de voz–. Cuando te deje ir, pensé que mientras pudiera protegerte desde lejos sería suficiente. Pero mientras viviste en la Academia junto a Ichiru, gradualmente te volviste una presencia más encantadora para mí. Cuando con desesperación intentabas criar a ese niño de ese abuso. Y cuando empezaste a alejarte de mí para olvidar tu afecto hacía mí. Eras tan adorable.

-... –muerde su labio para reprimir ese llanto–. Sí, eres un ser masoquista. –dice, pero su voz se entrecorta–. Kaname... –cierra fuertemente sus ojos violetas-

-Y entonces, me rendí ante mi deseo. Las cosas que sucedieron tras acabar con el Senado debieron ocurrir después de transformar a Ichiru en humano. Fue un error, no me pude detener. Y para deshacerme de esas contradicciones, te hice hacer cosas irrazonables. –se borra su sonrisa, descansado su mano tras esa cabecita platinada–. Al final, incluso te mostré mi pasado, preguntándome si me aceptarías o no.

-No me arrepiento de nada... –entrecierra sus ojos violetas que se negaban a llorar–. También cometí errores al querer protegerte o tratar de comprenderte. Aunque al principio sentí rabia, Ichiru se encargaba en que mantuviera la esperanza. –sonríe-

-Es el mayor aliado que pude tener. –sonríe Kaname-

-Pero quisiste que yo diera fin a tu vida. Eres un tonto... un Tonto manipulador. –rodea al mayor tratando de mantenerse en calma– "No quiero perderlo". –cierra fuertemente sus ojos para no llorar-

 

*                      *                      *                      *                      *

 

-Que él es amable? –se abren los ojos miel de Keira en sorpresa–. Zero sí posee amabilidad, ese Chupasangre no.

-Quizás sea una amabilidad difícil de comprender. –opina inocente Sayori con su dedo índice contra su mejilla-

-Aunque la manera en la que Kaname-sama se deshace de sus amigo es cruel también. Tal para cual. –sencillamente opina Rima, secundándolo Shiki-

-Hay algo extraño de cualquier forma. –dice el modelo padre de Rintarou, quien precisamente lo cargaba ese día entre sus brazos-

-Yo creo que Kaname es amable. –defiende Ichijou ladeando su cabeza. Sonríe alegre después–. Hoy es un día especial. Es bueno ser ruidoso de vez en cuando. –ve hacía su pequeño Rin-

Si querían ruido, pues ese día tendrían, y cortesía de ese pequeño Ichiru que de golpe abrió la puerta sin medir su fuerza, ya que en realidad abre ambas láminas de madera.

-Lamentamos la tardanza! –alegre entra Ichiru-

-No corras, Ichiru! ¡Se te puede caer el bebé! –recuerda ese preocupado padre detrás de su hijo, tratando de ir en pasos apresurados y no en esa carrera iniciada por su hijo-

Sorpresa en aquellas personas sentadas en esa mesa de los dormitorios de la Luna. Unos cuantos se levantaron por la impresión y otro poco estaban sentados, solo asomando sus cabezas a dirección de esa puerta, el par de modelos. Un sonriente Ichiru cargaba entre sus brazos un bultito abrigado, imitándolo el cazador que mostraba un leve gesto de sorpresa por reparar en más personas de las esperadas. Trasladándose los ojos de "esos espectadores" de Zero a Ichiru, no sabiendo en cuál de los dos albinos enfocarse.

-Y aquí la gran revelación. Este es mi hermanito. Rihaku. –exhibe orgulloso Ichiru-

-Ichiru... ¬¬ –tono paternal advertido de Zero que se acerca unos pasos para mostrar ese segundo bultito entre sus brazo-

-Ah, y ella es mi hermanita. Yuuki. Es la menor. –inocente recuerda su olvido-

-Ohhhh!! O.o –sorpresa en Ichijou, Sayori y Keira-

-Es tan lindo *o* –opina Sayori-

-Su hermana también.

Todos podían ver unas copias exactas de Kaname, ya que poseían sus ojos y cabellos castaños, pero ya diferenciándose por su rostro femenino y masculino.

-Los ojos de Rihaku son como los de Kaname. *u* –dice Ichijou-

-Pero los de ella no son tan lindos. –repara Aidou-

-No digas eso, es mi hermanita! >O< –defiende Ichiru-

-Y es mi hija. ¬¬# –defiende Zero-

-La fría expresión en su rostro es similar a la de Shiki. No hay duda de que son parientes. –opina Ichijou-

-Zero, no tomes las bromas de Aidou en serio. La bebé, los bebés son adorables. –defiende Ruka– ¿Y Kaname-sama?

-Así sea un Sangre Pura, necesita descansar, y más, luego de un parto doble tan arriesgado como lo fue. Les envía saludos. –muestra Zero una sincera sonrisa en orgullo-

Asombrado ve como esa pequeña niña era dejada sobre su brazos, mientras que ese débil Kaname sostenía a su hijo mayor y varoncito. Mientras que Ichiru en pie detallaba a sus nuevos hermanitos, no desagradándole tener dos amigos de juegos en vez de uno.

No sabía Zero qué hacer en aquella situación. Gritar, llorar... Pero todo con la mayor felicidad. Sus hijos ¡Dos hijos sanos!

-Así que ustedes fueron... los pequeños sedientos que hicieron que Kaname me atacara. –estira su mano hacia esa bebita adormilada-

Misma que toma entre su pequeña manita uno de los dedos de Zero, solo puede éste sonreír con la mayor alegría. Contagiando a Kaname y a Ichiru...

Solo podían sonreír desde el fondo de sus corazones...

Notas finales:

Antes de lanzar, arrojar y afilar sus lanzas y alabardas, déjenme decir antes. Todo condenado lo merece antes de ir a la horca… ¡¡¡¡¡El próximo es el final. Sí. FINAL. U_U!!! –dice saliendo apresurada a correr-

Siguiéndola detrás esa “jauría furiosa” de fundashis y fujoshis…


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).