En sumo silencio colocaba Zero sobre su cuerpo cada prenda y mínimo objeto que conformaba ese oscuro traje. Meditando las palabras de ese ausente Yagari. Volvería a usar ese uniforme de la Clase Diurna. Regresaría a ser un Prefecto...
A gusto descansaba su cabecita sobre el vientre de ese albino más alto. Imposible no mostrar sobre sus labios una sonrisa por hallarse con su padre, ambos acostados en el césped bajo la protección del sol. Zero en silencio descansaba su mano contra la cabecita de su hijo dormido.
Bastante alejados estaban Zero y su hijo de esa lección de equitación de ese mañana. Keira en pie trataba de "localizar" precisamente a ese par de albinos.
-Keira? –se le acerca Sayori. Usando ambas el uniforme de equitación-
-Sí. –gira a verla. Mejor suspira y presta atención-
-Te tengo malas noticias. Mientras buscabas a Zero, los caballos asignados para esta clase fueron tomados. La única que quedo fue la yegua blanca de mal temperamento Lily. Yo ya he montado los otros caballos. Usa tu buen carácter para montar esa yegua, Keira. –una palmadita en la espalda le dedica a la pelinegra-
-"¿Por qué siento que me está dando el pésame?" –ojea Keira insegura ese apoyo-
-Si no prestas atención te tirara! –avisa Yori alejándose varios metros hasta una parte segura-
-Bien! –Decide acercarse a aquel equino con sus riendas atadas en esa estaca–. Tranquila. –suelta esa rienda-
A cambio, esa blanca yegua gira a verla con mal temperamento. De paso, sosteniéndose de sus patas traseras y saliendo repentinamente disparada, aprovechando el haber sido liberada para salir corriendo.
-Ey, profesor!
-La yegua Lily se escapa!
Todos los jóvenes le permiten el cruzar a esa yegua, por poco tumbando a algunos que continuaban sobre sus equinos. "Como alma que lleva el diablo" se desplazaba ese animal de mal temperamento.
-Papi, mira. –señala Ichiru sentado en el césped, frotando sus ojos con su puño por recién despertar–. Es Lily.
-No interrumpas mi siesta. –ve Zero a esa yegua detenerse a unos pasos delante suyo, alzando él su torso-
Bufa ese caballo, a cambio retomando su galope a dirección de esos albinos, alejándose Ichiru mientras saltaba ese animal, provocando la preocupación de sus compañeros que recién la alcanzaban. Pero, lo que esa yegua no sabía era que no debía molestar a un Kiryuu de poca paciencia, mismo que le toma fuertemente las riendas y sobre ella logra montar.
-Lily, está bien. –le acaricia Zero la crin suavemente para relajarla-
Tiempo después...
...Exitosamente amansa aquel Kiryuu a la endemoniada yegua Lily.
-Bravo papá! –se acerca Ichiru sonriendo orgulloso– ¿Puedo subir?
Estira Zero su mano, subiéndolo delante suyo, peinándole la cabecita platinada.
-Kiryuu es increíble. Domó fácilmente a esa Lily. –halaga uno–. Como se esperaba es el único de la Clase Diurna que se compara en fuerza y presencia a Kaname Kuran de la Clase Nocturna. *O*
-Kiryuu es nuestro ídolo de la Clase Diurna. ^u^
-Zero! –corre agitada Keira hacia él–. Lo siento. Me dijeron que aparentemente es la primera vez que escapa pese a su mal temperamento. ¿Pero por qué de pronto ella...?
-Debe haber sentido una atmosfera horrible. –ve Zero hacía un costado suyo. A dirección de aquella edificación de la Clase Nocturna-
Gracias a esa ventana, ese par de ojos verdes divisaba a aquellos estudiantes de la Clase Diurna en su clase de equitación.
-Me dio un susto. Esa yegua es demasiado perceptiva. En el momento que abrí la ventana. Esa yegua casi patea a Keira y se volvió loca... –suspira Ichijou en alivio con la mano en su pecho– ¿Es el olor de nuestra presencia tan detestado por plantas y animales...? –olfatea su brazo– ¿Qué opinas Kaname? –prefiere mejor cerrar la ventana así como cubrirla con las cortinas–. ¿Y adivina quien la detuvo? Zero-kun.
-Ah si... –dice sin verlo, hallándose sentado con ese libro, mostrando una pequeña sonrisa-
-Ah? –gira a verlo por tal insólito gesto, lejos de ser malicioso– ¿Tú de hecho te preocupas por él verdad?
A cambio, borra ese Sangre Pura su sonrisa posando su mirada castaña inexpresiva sobre el rubio.
-Creo que volveré a mis mangas. –mejor se encamina a la puerta. Era un claro "no te metas en mis asuntos" de ese Sangre Pura–
Noche 7a Confusión.
Absoluta soledad necesitaba esa mañana, no podía sacarse de la cabeza esa sensación que por años anhelo. Sin embargo, sintiéndose incompleto. Regresándole la ansiedad de querer a ese albino cazador lo antes posible, misma razón que lo obligo a encerrarse en su propio cuarto.
....y finalmente clava sus colmillos en esa piel, presionando su mano tras esas hebras castañas y tomando en puño la tela de esa camisa blanca.
Pasa su mano por su flequillo castaño alejándolo de su frente.
Siente su cabeza ser lanzada a atrás por esos dedos perderse entre sus hebras oscuras, asi como esa boca continuaba succionando...
Frente a esa puerta perteneciente al cuarto de Kaname se coloca Ichijou, tocándola suavemente, no recibiendo respuesta alguna.
-Kaname. –llama suavemente insistiendo en dar un suave toque-
Nada. Absoluto silencio de ese castaño encerrado dentro.
-... –apoya Ichijou su mano sobre la madera–. Sabía que estarías pensando en algo. Descansa un poco ¿de acuerdo? Buenas noches.
Suspira el rubio vicepresidente, retirándose de ese pasillo. Mejor era no molestarlo, le temía un poco a las consecuencias.
-Pero es que anoche... "olí la sangre de Kaname. En realidad... Todos la olimos" –piensa deteniéndose. Evocando el mutismo con el que cruzó Kaname delante de ellos, sumándole el reservarse comentario alguno a algo obvio-
-Ichijou-sama, aún está despierto. –repara esa empleada en ese rubio–. Tengo todos los libros que me pidió ¿Los dejó en su habitación? –inquiere ésta con sostener esa montaña de libros en una de sus manos-
-Si... lamento la molestia. –baja una gota por su cabeza por tal fuerza de esa joven. Se acerca–. Gracias por su ayuda de hecho vine por esta revista. –toma dicho cuadernillo donde su pareja era la portada-
-Ah, y Kuran-sama, está?
-Tienes algo que decirle? –inquiere abriendo la revista, buscando entre las páginas algunas fotos más de Shiki-
-Un invitado con una cita ha enviado una solicitud. –muestra en su otra mano dicho documento-
-Kaname está ocupado ahora, lo firmare en su lugar. –firma para después tomar dicho documento. Empalidece por leer el nombre de aquel invitado–. No puede ser... Como es que esa persona puede venir personalmente...
Sale disparado ese rubio al primer cuarto que ve cerca.
-Ah... Akatsu... ki –balbucea con sus párpados cerrados-
Estruja en satisfacción esa almohada debajo suyo, mientras sentía a ese anaranjado detrás suyo devorar su cuello igual a vampiro hambriento. Lamía de arriba a abajo acomodándose bajo esa sábana. Esa mañana no estaría tan aburridora... ¡Bam! Esa puerta se abre de par en par dejando ver a ese rubio agitado.
-Malas noticias. El abuelo viene esta noche!!! >O<
-Ichijou, de verdad eres un vampiro? Tan enérgico en la mañana... ¬¬# –exclama Aidou por tal interrupción inoportuna-
Por su lado, Kain se deja caer al lado de Aidou sin dejar de entrelazar sus piernas. Se había ido el "encanto" de esa mañana.
-Justo como los vampiros de los mangas, me hace recordar a la fuerza... tal vez te conviertas en cenizas a la luz del sol. –gira poco interesado, buscando el refugio de los brazos de su pareja, ya que no podía hacer otra cosa si tenían compañía-
-Me convertiría con gusto en cenizas si pudiera. –abre esa cortina pegándose al cristal como mosca en parabrisas-
-Acaso quieres morir?! ¡Piensa en Shiki! –levanta su torso como un resorte por poco matando a Kain en su maniobra poco avisada-
-La persona que el Vicepresidente teme tanto... –sacude Kain su anaranjada cabeza alzando su torso–. solo podía ser una persona.
-Sí... –suspira resignado–. En el mundo nocturno incluso entre vampiros, es una fuerza que debe ser tomada en cuenta... –gira a verlos mientras recargaba su espalda contra el cristal, rodeando Ichijou con su brazo derecho su vientre para tomar su antebrazo izquierdo con su mano derecha–. En el Consejo de los antiguos, sigue siendo uno de los vampiros de mayor importancia. –confiesa mostrando seriedad-
-Me temo que eso no es todo... –interviene Ruka en pijama, recién llegada, quedando bajo el marco de la puerta–. El Consejo de los Ancianos es la entidad más larga de comando en nuestro mundo. Sin embargo, no nos gobiernan. –segura responde-
-No... –muestra Ichijou una sonrisa despreocupada–. Olvídalo, solo déjalo así.
* * * * * *
Toda la Clase Nocturna se encontraba en ese salón frente a la entrada principal esperando a Asato Ichijou, pudiéndose percibir la tensión en el ambiente, careciendo de sus uniformes, igualmente faltando su líder Sangre Pura.
-Es realmente así de terrorífico el abuelo del Concilio? –opina Ruka con cierto tono de burla-
-Así se espera. Es alguien que ha vivido diez veces más que nosotros. Es por eso que todos hemos faltado a Clase para reunirnos aquí. –dice Kain-
-No quiero admitirlo... –opina Rima-
-Incluso yo estoy asustado, Rima. –concuerda con las manos cruzadas tras su cabeza–. Comparado al Líder de Dormitorio Sangre Pura Kuran Kaname, me pregunto qué sujeto es más escalofriante. –traslada su vista a su rubia pareja-
-Eso ya se verá. –dice Aidou al lado de su pareja/familiar-
-Shiki, puedo pedirte algo? Es que el abuelo no sabe que eres mi pareja. –se acerca Ichijou a su costado-
-No quieres que lo sepa? –ladea su cabeza– ¿Te avergüenza estar con un Kuran que no es Kuran pese a que Kaname es mi medio hermano? –inexpresivo lo observa-
-No. Para nada! ¡A mi no me importa tu parentesco con Kaname! Solo me importas tú. –sonríe seguro-
Shiki observa esos ojos verdes por segundos en silencio sin bajar sus brazos cruzados tras su cabeza, para acercar su rostro y besarlo. Demostrándole que confiaba en él. Ichijou le acaricia la mejilla dulcemente sonriendo a gusto de la compresión del joven modelo, posando por inercia su mirada a las escaleras.
-Kaname! –repara en ese castaño sin uniforme que descendía. Se desplaza Ichijou hasta los escalones, subiendo unos cuantos–. Está bien, no tienes que venir personalmente. Ya que solo viene a decirme algunas cosas. –sonríe para no preocuparlo-
-No he visto a Ichiou en un largo tiempo, así que lo voy a recibir ¿O es que no puedo? –lo ve por sobre su hombro mostrando una suave sonrisa. Desciende sereno-
-No es que no puedas... –lo sigue en silencio, tratando de calmarse-
En silencio se coloca Ichijou al lado de Kaname, lanzado el Vicepresidente ojeadas a su pareja, suspirando para regresar su mirada a la puerta. Siendo está abierta de par en par de golpe.
-Mira esto... Qué gran bienvenida. –penetra ese hombre de barba y rubio cabello–. Pero solo vine a visitar a mi adorable nieto. No hay necesidad de ser tan formal.
-Ichiou, verte tan saludable es lo más importante. –toma Kaname la palabra-
-En aquel tiempo, cuando me rechazaste para ser tu guardián, no nos hemos visto desde ese día, Kaname-sama. –por sobre su hombro lo ve-
-Es porque no deseaba volverme un consentido. –en un tono amable aclara Kaname-
-Kaname, es acaso porque aquí está... –murmulla Ichijou a su lado-
-Si... –gira a verlo-
Desvía ese castaño su cuello para ver a su rubio compañero, parte de su anatomía que es observada por los ojos fieros de ese rubio décadas mayor. Decidiendo Asato acercarse, consiguiendo la atención de Kaname.
-Como se esperaba, los Sangre Pura son diferentes de los Nobles... Incluso si todo su cuerpo estuviera cubierto de sangre, aun así no estaría contaminado. Justo como la eterna fragancia de las flores. –le toma la mano encorvándose, ganándose la desconfianza de los demás estudiantes–. Espero que algún día, pueda compartir su incomparable sangre... –habla exhibiendo cerca a esa piel de la mano su par de colmillos-
Es suficiente para Ruka y Aidou, alejando la castaña clara a Kaname y sujetando el rubio anaranjado la mano de Asato.
-Lo siento Kaname-sama, pero... –se disculpa Ruka sin liberarlo, preocupada-
-Su broma ha ido demasiado lejos. –frunce Aidou sus cejas-
-La hija de Souen y el hijo de Aidou ¿no es verdad? –posa su atención en ese chico que le maniataba la mano-
-No seas así, Hanabusa, déjalo ir. –interviene Kain pegándolo contra sí-
-Es el más grande tabú el beber sangre de un Vampiro Sangre Pura! –hace Aidou mostrar su molestia, consiguiendo la mirada de ese hombre–. No me da miedo tú... –abruptamente calla por esa cachetada en su mejilla-
Kain solo calla sin soltarle los hombros a su herida pareja, asombrándose Ruka.
-Olvidaste mantenerte calmado. –le murmulla Kaname a Aidou–. Es mi culpa. –inclina su cabeza hacia Asato-
-Es por la presencia de Kaname-sama que puedo dejar en la Academia Cross a mi nieto. Sin tener que preocuparme. –se hinca tomándole nuevamente la mano al castaño delante suyo–. Mi Señor. –le besa el dorso-
Pensativa se dirige ella a ese cuarto luego de haber "recibido", junto a sus compañeros a uno de los "Ancianos" que, desde el primer momento le dio desconfianza, recordando como Aidou había sufrido un nuevo ataque de Kaname. Juntando sus manos se coloca frente a esa puerta cerrada a esperar.
-Cuanto tiempo pretendes estar parada ahí si sigo ignorándote asi, Ruka?
Logra oír la voz de Kaname dentro, tomando la valentía para entrar. Aproximándose hasta ese castaño acostado que sostenía en su mano unas cuantas hojas, con demás papeles en el suelo, primeriando un desorden a su alrededor, extrañándola.
-Kaname-sama, no he recibido mi castigo aún. –baja tímida su cabeza-
-Quieres ser castigada? Qué chica tan extraña... –muestra una sonrisa sin moverse de su posición-
-Kaname-sama es una persona muy gentil. Salvaste a Aidou de Asato Ichiou ¿no es así?
-Pero al final, terminó siendo de aquella manera. –borra su gesto continuando su atención en esas hojas en sus manos-
-Te has estado viendo decaído últimamente... –se inclina Ruka a tomar unas de las hojas del suelo, acercándose para ofrecérsela– "Incluso percibí su sangre... Pero él no nos dijo nada al respecto". –piensa sin atreverse a hacer esa pregunta-
-Gracias. –la toma inexpresivo-
-Kaname-sama... –aprovecha ella la cercanía para encorvarse apoyando una de sus manos en el borde de ese sillón–. Si tan solo un poco de mi sangre puede servirte de alimento. –clava sus uñas sobre su cuello, cayendo unas gotas de sangre sobre ese rostro debajo. Pero solo consigue que fuera tomada su mejilla por el mayor-
-Es suficiente, Ruka. Además, no tienes que preocuparte por mí. –limpia con su otra mano esa mancha dejada en su propia mejilla–. Estoy bien.
-De acuerdo. –se irgue. Sale sin mirar atrás-
Silenciosa avanza por ese pasillo deteniéndose por la presencia de Akatsuki recostado en el muro con sus brazos cruzados.
-Qué pasa? –inquiere ella viéndolo-
-Nada en especial. –se encoge de hombros-
-Cómo que nada en especial?! –frunce Ruka su ceño, pero después suspira–. Yo ya sabía... que Kaname-sama rechazaría mi sangre. Era solo mi pensar deseoso, pero nunca se ha cumplido. –corre a dirección de Kain estrujando con sus dedos su camisa, sintiendo tristeza–. Kaname-sama quiso mi sangre cuando vine por primera vez a la Academia... Fue la única vez.
-Así parece. –le toma el hombro–. Vampiros como nosotros cuando bebemos sangre de alguien de nuestra especie desarrollamos sentimientos... Para él ahora, tú sangre no es suficiente.
-Incluso cuando lo amo tanto. Aun si es el pasado o el presente... A los ojos de Kaname solo soy una tonta que no puede entender su manera de pensar...
Más calmado por el altercado horas antes a causa del abuelo de Takuma se dispone a buscar a ese compañero de cuarto faltante, deteniéndose sus pasos por aquella escena. En silencio admira Aidou la escena de sus primos desde aquella esquina de esa curva, entrecerrando sus ojos. Prefiere irse en silencio, pero teniendo un mal sabor de boca pese a confiar plenamente en Kain.
-Takuma. –detiene Asato sus pasos frente a la puerta principal-
-Sí, abuelo? –tras él queda ese joven rubio Clase Nocturna-
-Parece que Kaname-sama confía mucho en ti. Sigue con él. Y mantén los ojos en sus movimientos. Esa es la razón por la que te he dejado estar en esta Academia.
-Abuelo, tú no entiendes. No haré nada que lastime a mi amigo. –una severa mirada a cambio de su pariente–. Por... por favor no me mires así. –sonríe un poco nervioso-
-Tampoco entiendo porque tú estás con ese "Noble Kuran". –por sobre su hombro lo ve frunciendo su ceño-
Por poco sufre el rubio Vicepresidente un infarto por esas palabras ¿Su abuelo... sabía sobre su relación con Shiki? Aparentemente, esa frase "Noble Kuran" se lo aclaraba. En ese momento no repara en la puerta ser abierta desde afuera.
-Tú no entiendes. En este mundo de la escuela, la amistad construida en las bases de una amistad hipócrita es...
-La Academia Cross es pacífica. –interviene una voz infantil-
-Ichiru-chan? –se sobresalta Ichijou-
Posa Asato su vista sobre ese pequeño albino de negro uniforme que lo interrumpió, intimidando a Ichiru que retrocede hasta colocarse al lado de su padre tomándole la mano.
-Él es el abuelo de Ichijou-senpai? –inquiere ese tímido Ichiru a su padre. Ese hombre no le había gustado-
Apresurada llega Keira colocándose delante de ese vampiro rubio, mismo que no dejaba de ver a ese chiquillo albino.
-El Presidente Cross dijo que se hiciera una contribución también está vez. –describe ella resignada-
-Definitivamente cuestiono al Director Cross en eso... ¿Es verdad que un cazador activo vino a la escuela hace poco? –frunce su ceño-
-El Director parece querer esclarecer ese asunto con usted. Lo llevaré a la oficina del Presidente. –interviene Zero con una de sus manos en sus bolsillos, sin soltar la de su hijo-
-Hm, ya que... –gira Asato hacia ese albino-
-Ichiou. –es el rubio llamado-
-Kaname-senpai! –repara Ichiru en ese castaño, posando sus ojitos alegres en él-
Igualmente Zero traslada sus ojos violetas hacia ese castaño al inicio de una de las dos escaleras de la entrada principal, notándolo Ichiru que trasladaba su mirada del uno al otro.
-Estaré esperando nuestro próximo encuentro. –muestra Kaname una sonrisa amable-
-Yo también. Debo irme. –inclina su cabeza en respuesta-
-Nosotros lo acompañaremos. –se ofrece liberándose de su padre tomándole la mano a Keira-
-Eh? Pero Ichiru...
-Me la debes... ¬¬# –cambia totalmente su alegre personalidad a una fría mirada. Refiriéndose al balazo de su padre, cortesía de esa chica. Algo que solo unos días se enteró-
Resopla ella. Ese niño podría ser idéntico a su padre platinado. Simplemente se deja llevar y conducir a ese vampiro-invitado, siguiéndolos Asato quien dedica una última ojeada a ese joven albino platinado de negro uniforme.
Un único albino queda frente a esa puerta abierta. Mientras que, Kaname sonreía por verlo, sin embargo notándole un gesto triste, causándole borrar el suyo. Esa expresión le demostraba lo que ese cazador estaba sintiendo en ese momento. Asco ¿Pero hacia qué? Hacia haber bebido su sangre o... En silencio esa tristeza se contagia, decidiendo irse.
Baja Zero su mirada entrecerrando sus ojos pensativo, prefiriendo igualmente retirarse.
-Espera, Zero-kun!
Escucha ese llamado luego de alejarse unos pasos de esa entrada, tratándose del Vicepresidente Ichijou.
-Algo sucedió entre Kaname y tú? –se atreve a inquirir el rubio-
-... –se sorprende, pero trata de disimularlo– ¿Por qué preguntas?
-No es mucho en realidad. Es solo que Kaname no me confía sus preocupaciones... –baja su cabeza con cierta tristeza–. Pensé que sabrías algo de eso.
-Por qué debería ser yo? Simplemente soy un cazador. –muestra Zero una sonrisa arrogante-
-Pero no fuiste tú cercano a Kaname anteriormente? –levanta sus ojos verdes que posa en los violetas–. Tú probablemente has sido el único que ha conocido el Kaname que nosotros no conocemos.
Pierden la arrogancia los labios del cazador, no pronunciando palabra, bajando su cabeza y cubriendo su flequillo sus ojos.
-Eso fue lo que yo creí. –confiesa dando media vuelta en retirada-