Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Bloody por lilibel vangarret

[Reviews - 62]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Seguramente el anterior capítulo debió matarlos, seducirlos, dejarlos babeando, pero este... NO.

Lo siento, tampoco habrá lemon en este U_U. Pero si quedara demostrada la manipulación de un Sangre Pura que poseía de ayuda a un mini cazador. Léanlo para que entiendan ^o^

 

Ahora el que se sentía débil sin ganas de salir de la cama era él y no su hijo. Completamente agotado mentalmente se encontraba. Agradecía que había preferido dormir en otro cuarto para no incomodar a su primogénito ni tener que dar respuestas a preguntas inocentes.

Pero ya debes saberlo, ¿no Kiryuu? Te amo más que nada en el mundo.

Era imposible no sacarse tal confesión de la cabeza.

Mis sentimientos por ti no cambiaran...

Sería un problema que murieras ahora ¿Dejarías que Ichiru sufriera tu perdida? Porque mis sentimientos por Ichiru y tus sentimientos por él probablemente son los mismos.

Si no lo hubieras hecho te hubiera obligado.....

Presiona Zero sus manos sobre su cabeza, cubriendo sus oídos, tratando de no "escuchar". Esas palabras lo mareaban. Cerrando sus párpados en dolor.

-El lugar donde me dio la bala aun duele. –fija Kaname sus ojos en aquella mancha de su camisa, en uno de sus brazos– Es por eso que no me gustan las armas anti vampiros. Y la herida de la mordida tampoco sana. –estando sentado en el suelo al lado de ese hoyo, posando sus ojos castaños sobre ese callado albino frente a él–. Eso indica que me mordiste sin ningún refreno. –ladea su cabeza sonriendo malicioso-

-Ugh...

A cambio respiraba Zero agitado, hallándose recostado contra esa pared, abrazándose a asimismo y sufriendo temblores. Hasta incluso golpea con su brazo un costado para liberar su dolor, agrietándolo. Para después nada. Continuar abrazándose a asimismo rechinando sus colmillos. Decide Kaname acercársele y tomarle la mejilla

-No sé por qué esta vez sucedió esto. –peina esa cabecilla platinada-

-Hubiera dejado... que Keira te matara. –opina en medio de su dolor. Empezando a disminuir esa punzada-

-Finalmente has recuperado la cordura. El que me desees buenos deseos es un buen indicio. –muestra una sonrisa sin dejar de peinarlo-

-No volveré a probar tu maldita sangre. –tambaleante se incorpora ayudándose del muro, sufriendo aun leves temblores-

-He recordado algo.... Seguramente fue por que estabas recayendo al Nivel E.

Se sorprende Zero, durándole segundos ya que pierde la visión tambaleándose, siendo tomado a tiempo por ese castaño. Esa noche se sentía completamente débil, y no físicamente.

-Ahora deberé sacarte por las escaleras. –dice estrechando ese albino, incorporándose-

-Si llegas a hacerme algo....

-Tienes miedo a quedarte a solas conmigo? –muestra una sonrisa arrogante saliendo por ese hoyo. Viendo esos párpados cerrarse-

-Maldito arrogante. –murmulla cerrando sus ojos-

"Zero, la razón por la que no pude responderte es por tu propio bien..."

Abre Zero sus ojos de golpe por esa últimas palabras que escuchó de esos labios ¿O habían sido ideas suyas?

Suspira, se sentía confundido.

 

 

 

 

 

Noche 19 Un solo pensamiento.

 

 

 

 

 

 

 

La segunda vez la habían dejado pasar, pero esta nueva "percepción" los había obligado a aproximarse a esa puerta. En silencio no se atrevían a tocar. Ni siquiera la misma Seiren había entrado a supervisar si se hallaba bien su amo. Solo 4 Nobles de la Clase Nocturna habían olvidado su sueño en esa mañana, temiendo que esa cazadora le hubiera hecho algo malo a su ocupante.

-Kaname-sama... –murmulla Ruka-

-Kaname-sama estará bien. –interviene Aidou de brazos cruzados, bastante sereno-

-Pero... –trata de rebatir la castaña clara viéndolo-

Dentro de su habitación se hallaba ese intacto Kaname con nuevas prendas, viendo por la ventana, llevando por inercia la mano a su cuello, evocando lo sucedido la noche anterior. Por sobre su hombro ve de reojo aquella puerta cerrada, percibiendo a esos chicos fuera. Suspira. No estaba con las ganas de dar explicaciones. No lo hizo la primera vez, no lo hizo tampoco la segunda, mucho menos esta vez.

 

 

-Vino Zero? –inquiere Keira sentada al lado de Sayori-

-No, para nada. Ni siquiera lo he visto. Ni a Ichiru-kun.

Desvía su rostro pensativa, posando sus ojos en ese nuevo estudiante.

Agitada abre ella sus ojos, viéndose rodeada por un cuerpo. Preocupada se ve en el suelo pero sin ningún rasguño, solo con rastros de escombros de esa pared demolida con sus propios cuerpos, dejando un enorme hoyo..

-Zero! –se preocupa ella. Hincándose a su lado– ¿Por qué te interpusiste? –preocupada busca alguna herida. Había presionado el gatillo, pero no estando segura si le atinó a ese chupasangre de nombre Kuran-

-Ve... te. Vete. –pide respirando agitado alzando su torso del suelo recostándose contra esa bañera-

-Pero y tú?

-Estoy bien. Solo fue un susto. –le muestra una sonrisa para no preocuparla-

Se va Keira en silencio, sin haber sido lastimada por ese inmóvil castaño.

 

Luego de dar bastantes vueltas en su cabeza decidió incorporarse e ir a clase. Era mejor tener su mente distraída que quedarse en cama y terminar en el mismo punto, evocar a ese vampiro castaño. Viendo en medio del pasillo a su hijo.

-Ichiru, que haces de pie? –se detiene-

-... –ladea su cabecita admirándolo detalladamente– ¿Papá...?

-Por supuesto. Quién más. –se le acerca cargándolo entre sus brazos–. Regresaras a enfermería.

-Pero ya estoy cansado. –hace un puchero-

Regresa su vista a su padre admirándolo nuevamente, aun no convenciéndose de que se trataba de él, se sentía en unos brazos distintos, por eso, decide jalarle un mechón de cabello.

-Auch... ¿por qué hiciste eso? –parpadea el padre deteniéndose– ¿Estás molesto por algo? –lo observa-

-... –parpadea confuso. Sí, era su padre–. Lo siento. Solo quise hacerlo. –opina sonriente– "Anoche sentí como si papá estuviera cayendo al nivel E... Pero ahora se ve distinto". Te quiero ¿lo sabes? –lo abraza besándole el cabello herido-

-Uh? –parpadea por esa bipolaridad. Sonríe después–. Igual yo. –reanuda los pasos-

-Zero! –corre Keira abrazándose detrás–. Me preocupe al no verte. Desde anoche no te ve...

-Keira. –silencia por hallarse su hijo-

-Paso algo anoche? –ladea Ichiru su cabeza intrigado-

-Eh? No, nada. –se libera del mayor para no preocuparlo. Sonriendo nerviosa–. Es que discutimos y el dejo de hablarme, pero nada grave. –mueve su mano restándole importancia-

 

 

Esa puerta de aquella habitación de la mansión de su abuelo abre, penetrando. Simplemente habiéndose quedado para proteger a su joven pareja de ese demente al que su familia servía. Inconforme se acerca a esa cama, sorprendiéndose por ver a su pareja inconsciente bajo las sábanas. ¿Cuándo cambiaron a Shiki de habitación?

-Shiki? –se sorprende Ichijou–. Shiki, estás bien. Oye, despierta. ¡Shiki! Shi...

Suavemente lo sacude, buscando hacerlo despertar, a cambio, una mano toma su muñeca. Sigue el trayecto de esa mano empalideciendo, otro cuerpo había a un costado.

-Shiki, Shiki... Me estás molestando, Takuma. –advierten ese par de ojos celestes que se posan sobre las esmeraldas-

-Qué le hiciste a Shiki? ¿Fuiste capaz de....?

-No le he hecho nada. –le libera la muñeca para alzar su desnudo torso, mostrando esas cicatrices aun en su cuerpo–. No tengo ese gusto retorcido de meterme con un Kuran. Solo quería compañía. –se recuesta contra la cabecera–. Aunque este chico es lindo pese a llevar esa asquerosa sangre. –pierde sus dedos por las hebras marrones de su dormido acompañante-

Causando desagrado en el rubio que levemente frunce sus cejas.

-Aunque luego deberé acostumbrarme a él. –maliciosamente opina Jun-

-Deberá acostumbrarse si desea su cometido. –penetra Asato-

-Abuelo... –perplejo gira a verlo-

-Qué?  ¿Ustedes dos se unieron para perturbar mi sueño? –bufa Jun flexionando sus piernas bajo las sábanas, descansando su mano en su mejilla–. Pero creo que ahora puedo hacer lo que me dé la gana.

-He hecho preparativos para guiarlo a la escuela, Mi Señor. Junto con la ayuda de Takuma podrá.

Ichijou ve como su abuelo se acerca a ese albino besándole el dorso de la mano como lo hubiera hecho alguna vez con Kaname.

-Ahora... creo que es hora de visitar a mi lindo pequeño. Bueno, mis lindos pequeños. –alarga sus labios mostrando un par de colmillos-

 

 

-Es hora de que todos regresen a sus dormitorios! –ordenaba Keira en medio de los gritos de las chicas-

-Kuran-sama! –suspira una chica de la Clase Diurna al divisar a dicho "chico"-

-Estaba triste por no haberte visto durante las vacaciones! >///<

A cambio, la pelinegra Prefecta se detiene por esa presencia castaña de blanco uniforme pasar tras suyo de largo por ese respectivo camino de piedra.

-Gracias por haber hecho un buen trabajo.

Petrificada gira Keira a ver a aquel que le agradeció, por poco perdiendo el equilibrio ¡Kuran Kaname le agradecía! Si solo una noche por poco la asesina... Solo puede callar y continuar en sus labores de "espantar" o persuadir a esas chicas alocadas.

En ese momento, la mirada de ese segundo Prefecto se encuentra con la de ese castaño, siéndole imposible a Zero retirarla. Empezaba su mente a darle vueltas. Los latidos de su corazón se aceleraban temiendo a que fueran escuchados por encima de los gritos hasta los oídos de ese Sangre Pura. Como si su corazón solo reaccionara al estar frente a Kuran. ¡Su corazón esa mañana estaba peor que nunca!

-Kiryuu-kun, estás muy callado. Ni siquiera está presente tu odio. –se le acerca Kaname unos pasos-

-.... –trata de ignorarlo, pero sus ojos no obedecían a su cerebro, ya que seguían sobre ese rostro masculino-

-Presidente. –interviene Kain-

-Ah, cierto... Debo irme. Podríamos incluso hablar después de clases. –opina sonriente. Decide después encorvar su rostro para alcanzar el oído del albino–. Espero que no lo hayas olvidado... sobre mis sentimientos. –murmulla yéndose-

Petrificado. Como no lo estaría luego de esa confesión tan cerca. Ve a su alrededor, notando esos ojos femeninos de sus compañeras de la Clase Diurna sobre él. Rápidamente serenándose las fulmina con la mirada.

 

*                      *                      *                      *                      *                      *

 

Dulcemente abrigaba ese cuerpo nuevamente postrado en la cama, peinando esas platinadas hebras tan idénticas a las suyas.

-Tendremos que cortar tu cabello, está creciendo muy rápido. –opina Zero sin dejar de acariciar ese rostro infantil decaído-

-Papi, habla con Kaname-senpai. –entre abre sus ojitos viéndolo-

-Por qué?

-Todo este tiempo hemos estado juntos los tres. Yo sé que tu has amado a Kaname-senpai todos estos años, solo que tienes miedo. –confiesa-

-Eso crees? –inquiere para no forzar a su hijo, no dejando de darle caricias– ¿Pero de qué sirve eso si tú no estarás bien? Hijo... ¿qué piensas sobre él? Recuerdo que de niño tú le temías.

-Pero él era una persona gentil cuando empecé a conocerlo. Siempre tenía una sonrisa triste pero cuando él te veía la cambiaba para sonreír sinceramente. –cierra sus ojitos acurrucándose sobre el regazo de su progenitor–. Y antes, cuando tú estabas triste pensabas en él.

-Ya duerme. Debes estar cansado. –peina esas hebras. Dolía recordar el pasado–. Yo estaré aquí hasta que duermas ¿sí?

 

En medio de la noche caminaba solitario, hacia sus rondas luego de dejar dormido a su hijo, haciéndosele extraño que las últimas noches no lo acompañara con su acoso. Empezaba a asustarse, pero trataba de mostrarse fuerte frente a su niño. Levanta su mirada que posa delante, deteniéndose sus pasos por toparse de frente a ese castaño.

-Te estaba esperando.

-... –en silencio Zero se acerca-

-Qué sucede? –repara en esa actitud decaída– ¿Es sobre Ichiru?

-Vine porque... –cierra sus ojos tratando de buscar calma en medio de su preocupación–. No quiero que me cambies de tema. Una vez en tu vida, dime la verdad.

-La verdad...? ¿Te refieres a cuando dije "te amo"? –ladea su cabeza sonriendo–. Fui sincero ¿Pero a ti no te gusto?

-No es eso! –levanta su vista a verlo molesto–. Es que... Es que... –no sabía que decir– ¡¿Qué quieres que diga?! ¡Qué también te amo! –explota bajando su cabeza–. Que ese... ese solitario chiquillo que corría a tus brazos y se sentía aliviado quiere salir. Que tengo miedo a decir que sí... Ya sea en el pasado en el presente, tú no tienes nada que perder, yo sí.

Siente sobre su mejilla una mano, provocándole levantar su vista topándose con esos castaños ojos que lo veían fijamente.

-... –manotea esa mano lográndola alejar de su mejilla– ¿Por qué yo? Lo veo de muchas maneras y no soy alguien que "combine" contigo ¡Soy un cazador!. No importa cuánto trate de entenderlo no lo comprendo. ¿Tú tienes que ver con ese pasado que nadie quiere contarme?

Posa sus ojos violetas sobre los castaños no recibiendo respuesta alguna. Desagradándolo esa sonrisa. El hecho de que utilizara esos cálidos gestos para confundirlo.

-Solo callas y sonríes ¡Solo callas y sonríes! –explota tomándolo de la solapas de su uniforme– ¡Te odio! ¿Eso quieres oír para poder hablar? Pues te odi...

Es silenciado por ese beso, siendo su cintura rodeada por ese brazo para ser pegado.

-Si no vas a hablar, suéltame. –rompe ese beso. No caería-

-Yo... –le toma la mejilla con su otra mano mostrando un triste gesto–. Siempre he estado solo. Tú e Ichiru son las únicas personas que le han dado calidez a mi vida. Siempre he temido que me odiarías luego de saber la verdad ¿Serías capaz de odiarme?

-... –siente una caricia en su mejilla con ese pulgar cerrándose sus ojos involuntariamente–. Yo... No lo sé. –confiesa con sus ojos cerrados-

-Entonces pruébamelo... –rozan sus labios con los contrarios, solo bastando milímetros para besarse– ¿Serías mi amante?

-... –abre de golpe sus ojos– ¿Qué? –esas eran palabras mayores. De nuevo lo invade el miedo–. No. Suéltame. ¡Suéltame! –forcejea no pudiendo liberarse– ¡¡Estás haciendo esto porque no quieres que haga más preguntas ¿verdad?!! ¡Estoy cansando de que me mientas! –consigue liberar su cuerpo pero no su muñeca-

-Zero... Si me lo pruebas, entonces prometo decírtelo. –seguro lo observa-

-Mentira. –rebate Zero sereno sin atreverse a verlo-

-No estoy mintiendo. Es por eso, Zero, que si quieres saber, tendrás que escucharme.

-... –cede en sus forcejeos, no atreviéndose a verlo a la cara– "¿Por qué así...?" –piensa-

-Te haré cambiar de pensar. –murmulla estrechando nuevamente ese cuerpo entre sus brazos contra sí. Abre sus ojos que posa al frente– ¿Podrías no mirarme con esos ojos preocupados?

Se sobresalta Zero que gira a ver a esa segunda presencia detrás de ellos, tratándose de Keira. En otra ocasión se sentiría avergonzado de continuar en los brazos de Kuran pero se encontraba lo suficientemente agotado psicológicamente para eso.

-De ahora en adelante yo también protegerá a Kiryuu apropiadamente... como su amante. –seguro confiesa sin dejar de ver a esa chica estrechando aún más a ese cazador-

Dentro de esa habitación descansaba esa noche, apoyando su cabeza sobre la almohada mientras era rodeado por el brazo de su padre. En ese momento, suaves caricias pasan por su cabello delicadamente, agradándole la sensación de esa mano con su cabeza. Era su padre. No había duda. Por eso, entre abre sus ojos violetas, encontrándose con una mancha de sangre abarcar ese pálido rostro, asimismo, un par de colmillos de los que goteaba ese líquido vital, trasladando sus ojos violetas a esa mirada de clara tonalidad celeste.

-Él será mío...

 

Sus párpados se abren de golpe por ese grito aterrado de su hijo.

-Ichiru? –inquiere Zero por no sentirlo pegado a su pecho, levantando su torso-

Ve a su pequeño niño sentado a los pies de la cama tomando aterrado su cabecita con sus manos.

-Hijo, qué sucedió? –inquiere retirando la sábana para acercarse. A cambio Ichiru se le lanza, sin dejar de estrujar su cabeza

-Me duele la cabeza... –balbucea ocultando su rostro en el pecho de su progenitor-

-Tuviste una pesadilla, cierto? –le peina la cabecita dulcemente–. Aquí estoy, mi pequeño. –sienta ese tembloroso cuerpo sobre su regazo, estrechando esa cabecita contra su torso, acunándolo-

 

 

Desciende Keira por esas escaleras acompañada de Sayori, encontrándose con Zero en medio del pasillo quien cargaba entre sus brazos a su pequeño hijo.

-Buenos días. –saluda la pelinegra-

-Buenos días. –solo responde Ichiru sin su acostumbrada sonrisa apoyando su cabeza sobre el hombro de su padre–

-Uh? ¿Te sientes bien, Ichiru? –inquiere reparando en esa carita de rostro ausente–. Si no es así deberías descansar.

-Iremos a enfermería. –responde el padre pasando al lado de las chicas-

-Qué pasa con ustedes dos? ¿Discutieron o algo? –inquiere Sayori caminando al lado de su amiga-

-Uh?... Nada. –muestra la pelinegra una sonrisa despreocupada-

Abre la puerta, quedando extrañados, además de los acostumbrados estudiantes del negro uniforme de la Clase Diurna, había 4 jóvenes que resaltaban por sus blancos uniformes de la Clase Nocturna en la entrada. Entre esos reconociendo a Rima, Akatsuki y su primo Aidou.

-El Presidente Kuran nos ordenó acompañarlos y protegerlos. –toma Kain la palabra-

-Ichiru-sama... Kiryuu-sama. –a la vez inclinan el resto sus cabezas-

-Qué? –se sorprende Zero sin bajar a su hijo-

-Papi, me dijeron "sama", a ti también. –muestra una pequeña sonrisa. Pero por lo menos era indicio que se estaba recuperando del susto de la madrugada-

-Hicieron algo para que los acosaran? –inquiere Sayori viendo al par de albinos-

-... –toma el cazador albino aire suspirando–. Ignórenlos y vamos.

Creyendo que si ignoraba a ese cuarteto sería dejado en paz, estaba muy equivocado, varios pasos detrás lo "acosaban". Precisamente logrando la atención del pequeño Ichiru a causa de la posición sobre un brazo de su padre, sacando su cabeza sobre ese hombro para observarlos.

-Papi, nos están siguiendo. –pone al tanto el pequeño en inocencia, no desagradándole que lo hicieran-

Murmullos y murmullos realizaban esos jóvenes de la "Diurna", cabreando a Zero y a Keira, a la segunda involuntariamente. Ya cansado se detiene el cazador de platinados cabellos girando a verlos.

-No me importa si Kuran Kaname lo ordenó o no, pero esto ya colmo mi poca paciencia. –transmite-

-Deberías callarte, Kiryuu. –interviene ese igualmente inconforme Aidou-

-Sama. –recuerda la joven de coletas inexpresiva, ubicada a su otro costado-

-Hanabusa. –interviene Kain, o trata-

-Desde que el Líder Sangre Pura Kaname-sama te consideró alguien importante no tenemos más alternativa que tratarte de forma especial. Un cazador como tú seguramente no lo entendería, sin embargo, es el orgullo de nuestro Noble estatus. –opina conteniéndose a mandar todo a la mier... bien lejos, bien lejos-

-Adivina que, tu y tu estatus pueden irse a otra parte. –zanja Zero arrogante reanudando sus pasos junto a su hijo-

 

Aparentemente su "comentario-amenaza" les había valido poco, ya que, ni siquiera cuando dejo a Ichiru en la enfermería se fueron, solo quedándose a custodiar uno la puerta donde quedaba su hijo. Incluso cuando entró a clase acompañado de las chicas, también otro se quedó a custodiar. No lo entendía.

Ladea Zero su cabeza ignorando ese examen.

-"Por qué ese chupasangre ha ido tan lejos? Pensé que había sido una broma todo eso de ser su amante pero...". –suspira apoyando su codo en la mesa y recargando su mano contra su mejilla-

-Sólo ríndete. Supongo que al estar al lado de esa persona, esto es lo que pasa. –murmulla Keira serena tras él, logrando que le viera de reojo– ¿Estás listo para ir contra él cuando sepas la verdad?

Por su lado, Zero regresa su ojo al frente en silencio.

 

 

-Ichiru, te dije que te quedaras en enfermería. –suspira Zero por ese menor haberlo alcanzado en medio del pasillo en busca de comer algo-

-Ya estoy bien. La enfermera me dio no se qué tabletas y me alivie. –sonriente ladea su cabecita-

-Es un poco terco... ¿Me pregunto a quién salió? –ve Keira de reojo al cazador-

-Keira... ¬¬

-Por qué no mejor vamos a comer algo, ya terminaron las clases. Tengo hambre, papá. –ladea Ichiru su cabecita. Pero algo llama su atención–. Papi, mira, es Aidou-senpai. –repara en ese ojiaguamarina recién aparecer delante de ellos causando su presencia revuelo y murmuraciones de los demás estudiantes-

-El Presidente del Dormitorio Kuran los está llamando. Síganme. –trasmite al par de albinos reanudando los pasos–. Kiryuu Zero, tú no recuerdas parte de tu pasado, verdad? –inquiere Aidou sin detenerse-

-Eso a ti que. –suavemente responde siguiéndolo– ¿Por qué?

-He hecho algunas averiguaciones sobre eso.

Se paralizan los tres jóvenes por esas palabras oídas...

-Eh?! ¡¿Aidou-senpai está acosando a mi padre?! O.o ¡Papá es de Kaname-senpai! –defiende el pequeño como buen hijo-

-"Qué yo soy de Kaname...?" –_-  –una enorme gota baja por su cabeza por tal "defensa"-

-Es mejor que un abogado –_-  –murmulla Keira-

-No es eso!! –niega Aidou rotundamente–. Uno, tengo pareja. Dos, aunque tu padre me lo suplicara jamás me fijaría en Kiryuu. –arrogante aclara Aidou–. Lo que estoy investigando es sobre el pasado de Kaname-sama.

-... –calla Zero, más sereno pero no menos intrigado-

-Estoy seguro que ustedes saben que ambos padres de Kaname-sama están muertos. Estoy investigando sus muertes. –baja su cabeza metiendo las manos en los bolsillos de su pantalón–. Aunque he encontrado algunas pistas.... estás han quemado o han desaparecido. Todo ha sido ocultado como tus recuerdos.

-... –sorpresa en los dos cazadores-

-Sabes que significa tan exagerado trato especial, no. Hacia ambos? –ve a Zero de reojo–. Probablemente Kaname-sama sabe que alguno de los dos está en peligro.

-"Jun". –le es imposible no pensar en ese Sangre Pura fugitivo-

Algo que igualmente Keira piensa, no sabiendo que ese silencio de ambos preocupaba a Ichiru.

 

-Entonces, me voy. –dice Aidou luego de servir de guía en ese recorrido-

Había Zero cedido a seguirlo, viendo a su lado la compañía de Keira.

-Si quieres puedes irte. –aconseja Zero-

-No te dejare. –segura dice-

-Wow! Mira, papá.

Un rincón bajo la sombra de un árbol se había tomado como pequeña sala, alejada del bullicio. Estando precisamente ese castaño totalmente cómodo leyendo un libro, pero lo extraño ahí eran las “decoraciones” alrededor. Una modesta mesa de té y unos cojines, probablemente para los tres, alegrando a Ichiru pero extrañando a Zero.

-Finalmente puedo verlos. –deja el libro para posar sus ojos sobre los violetas del cazador–. Pero no se queden ahí. Ichiru, entre nosotros no tienes por qué contenerte. –ofrece su mano-

El pequeño a cambio accede a acercarse.

-Ichiru, espera. –suavemente llama Zero, siendo ignorado por su hijo-

-Es para nosotros? –ladea su cabecita inocente, en pie frente a Kaname-

-Así es, Ichiru. Ven, siéntate a mi lado. –insiste tomándole la mano atrayéndolo suavemente a su regazo, viendo confusión en él– ¿Pasa algo?

Ojea el menor tímido a su papi en pie, buscando una aprobación ya que el continuaba lejos de ellos.

-Seguramente a él no le molestara. –sonríe dulcemente– ¿No es así, Kiryuu?

-Puedo? –inquiere el hijo. Asiente resignado el padre viendo a su hijo sentarse sobre las piernas de Kaname-

-Igual siéntate, Kiryuu. Acércate. –ofrece mientras rodeaba esa pequeña cintura a gusto, observándolo atentamente–. Así que también viniste, Keira ¿Desconfías que pueda hacerles algo?

Es ignorado completamente por la chica, quien se aleja del campo visual de Kaname para recostarse contra un muro cercano. Por otro lado, esos ojos castaños regresan a esos ojos violetas de aquel joven albino en pie.

-Quedándote ahí tan alejado quiere decir que no has aceptado. –desvía su vista para alcanzar ese platillo y entregárselo a Ichiru, peinando su cabecilla como antes acostumbraba-

Repara Ichiru en esa tristeza del mayor, decidiendo levantarse, acercarse a su padre y jalar de él, obligándolo a tomar asiento bajo la sorpresa de Zero, pero no de Kaname que esperaba esa reacción del infante. Por eso llevo a Ichiru también. Ese pequeño era el mejor aliado. En silencio regresa el menor a tomar ese emparedado comiéndolo a gusto sobre el regazo del mayor.

-Sólo planeo pasar la tarde que no he tenido en muchos días almorzando con ustedes. –confiesa sin dejar de peinar esas hebras platinadas del hijo ya que no podía con el padre-

-Hiciste una promesa, así que habla. –sin rodeos va Zero al punto-

-... –detiene sus dedos en ese cabecilla–. No ahora. No quiero hacerlo estando Ichiru presente.

-Sabía que ibas a evadirme de esa forma, por eso nos invitaste. Siendo así, intentaré adivinar o lo imaginaré.

-Keira-kun, parece que no tienes nada que hacer. –posa sus ojos a la dirección donde estaba esa chica– ¿Los escuchas? Parece que los de la Clase Diurna encontraron este lugar ¿Puedes alejarlos con esa mirada preocupada?

De reojo ve Keira esos ojos castaños en silencio, para apartarse del muro y encargarse de eso, cerrando las puertas.

-Gracias. Has sido de ayuda. –muestra una sonrisa-

-Kaname-senpai. –llama suavemente terminando su emparedado–. He empezado a notar en estos días que su personalidad se ha vuelto algo mala.

-Siempre he tenido una mala personalidad solo que no lo pensaste. –sonríe ante ese inocente comentario–. Pueda que tu padre sea la razón.

-Papa.... ¬¬#

-¬¬# –fija Zero su atención en ese imprudente chupasangre-

-Me hace feliz que pienses tanto en mí, Ichiru. –le muestra una sonrisa tomándole la mejilla-

Permanece el menor observando esos ojos castaño golpeándolo una punzada, obligándolo a tomar su cabeza con una mano.

-Ichiru?

Calla el pequeño solo tomando su cabeza, encorvándose a adelante. De nuevo una voz golpeaba su mente, atemorizándolo.

-Duele...

-Ichiru! –rodea el cuerpo de su hijo que pega contra sí no sabiendo que hacer-

-Pap... –se desploma, perdiendo la consciencia en los brazos de su preocupado padre-

Notas finales:

¿Qué creen que le pase a nuestro chibi Ichiru? U_U


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).