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Bloody por lilibel vangarret

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Notas del capitulo:

Capitulo posteado a las carreras…. UoU

 

 

 

 

 

Curioso se detiene frente a esas rejas que su padre se encarga en abrir suavemente con la mano que sostenía esos ramos, cruzando por esta, notando que Aidou-senpai se quedaba fuera. Levanta su vista abriendo su boca para desear preguntar, pero extrañamente sentía que su padre en ese momento no necesitaba ser interrogado. Por eso cierra su boquita bajando su vista.

-Puedes comenzar yendo a visitar a tu familia al cementerio, apuesto a que no has estado en ese lugar desde hace muchísimo tiempo ¿no es así?

Claramente recordaba las palabras de Kaito sin dejar de avanzar suavemente por ese lugar alejado del bullicio, dándole un aire pacífico y sereno, pasando una suave brisa que agita los ramos de rosas que sostenía, soltándose unos cuantos pétalos que vuelan por el aire y caen al suelo, asimismo agitándose sus cabellos platinados y los de su hijo.

-Haz las cosas de forma correcta y compra algunas flores antes. Pueda que vivamos en un mundo en el que constantemente tenemos a los vampiros cerca, pero, aún en el supuesto que los vampiros tuviesen sentimientos, comparados a ellos, todavía entre ellos y nosotros hay una remarcable diferencia.

Entre ese ancho sendero que dejaban esos pinos continúa avanzando, pasando de largo cada tumba, a excepción de ese pequeño acompañante que de vez en cuando interrumpía con un suave murmullo alcanzando a leer sus nombres. No lo culpaba. Ichiru, pese a ser un Sangre Pura seguía teniendo esa inocencia, agradeciendo que no careciera de eso... Les permitía a esos fallecidos ser recordados por alguien, así fuese por solo un segundo de boca de Ichiru. Él simplemente continuaba avanzando con un lugar en mente.

-Esa diferencia es que nosotros levantamos tumbas para recordar a aquellos que se han ido, dejándonos atrás. Aún, si no nos quedara nada para sepultar dentro de esa tumba. Así que ve al cementerio y haz que esa diferencia entre de nuevo a esa cabeza. Y no me hagas ver de nuevo una cara como la que traías antes. El rostro de un vampiro que ha fallado atrapando a su presa.

Frente a esa sección de lapidas se detiene, habiendo al final una hermosa glorieta aun en pie, construida al pie de un barranco. Ichiru ojea a su padre por inercia para luego regresarla al frente, persistiendo su confusión, ¿A quién irían a ver a ese lugar?

Reanuda el mayor los pasos, acercándose a un par de tumbas en especial.

-Ichiru, te gustaría ponerlos? –rompe su largo mutismo, sonriéndole, ofreciéndole los ramos-

Asiente el menor, recibiéndolos, colocando cada ramo, pero, ya no estando tan ignorante de a quiénes iban a ver.

-Son mis abuelos, cierto? –inquiere suavemente luego de leer el apellido Kiryuu en ellas-

-Así es.

Se acerca Zero hasta besar cada tumba, sentándose en la que se supondría estaría su padre.

 

 

 

 

 

 

Noche 30 Velando a los Muertos.

 

 

 

 

 

 

En medio de esa repentina soledad, empieza Kaname a sentir como una presencia ascendía por esos peldaños debajo de ese féretro para ubicársele detrás, pese a haber sido seguido, no muestra ganas de moverse.

-Je,je,je, que escena más maravillosa es verte así, Kaname. Una vez más te sientes miserablemente solo. Sin importar que tan profundo pueda ser tu lazo con ese chico, al final sencillamente lo dejaras ir. –al lado de su oído le habla con voz suave y rostro inexpresivo, rodeándole el cuello sin cerrar completamente su mano–. No conseguiste encerrarlo, ni siquiera ponerle una correa. Y qué decir de su hijo, al final fuiste tú mismo quien le dio su libertad. No me esperaba eso.

-Aún eso, voy a verlos pronto otra vez. –responde Kaname sereno–. Y tú hablas mucho. –aleja esa mano que se dirigía a sus labios para acariciarlos con las yemas de sus dedos-

-Hasta cuándo vas a seguir jugando al "dulce amante" con él? ¿Qué razón podrías tener para dudarlo tanto? ¿O es que... te has olvidado de tu naturaleza? –inquiere sereno ese hombre de castaño cabellos apoyándole las manos en los hombros, continuando detrás-

-No me he olvidado de nada.

-O debiste haberte quedado como estabas entonces, tranquilamente dormido dentro de nuestro ataúd.

-... –gira Kaname a ver a ese castaño  de un par de ojos rojos por sobre su hombro­–. En aquella noche... Si Rido no hubiese tomado al bebé recién nacido a quien habían llamado "Kaname" igual que a mí.

Ese castaño de ojos rojos no era otro que su otro yo. Ese lado que trataba de borrar y olvidar continuaba torturándolo en la figura de ese "lado" suyo que ya no existía.

 

 

 

Se acuesta sobre ese espacio rectangular frente a esa lápida, olvidando la compañía de su hijo, pegando sus manos a ellos. Deseaba tener esa conexión con sus seres querido, y que según Kaito él había perdido hace mucho. No equivocándose.

-Después de todo, aunque te hayas convertido en vampiro y convivas con ellos, dentro de ti todavía debe existir una parte humana ¿no?

Esa fue la frase que lo motivo a ir, sirviendo de mucho haberse encontrado con Ichiru en medio del camino.

-Me pregunto si, en verdad queda algún fragmento de "humanidad" dentro de mí... "No puedo negar la verdad"

Se entristece Ichiru y más por esas palabras escuchadas, arrodillándose a su lado, peinándole con su pequeña mano ese idéntico cabello al suyo, después dándole un beso en la frente para irse.

-Estaré a fuera con Aidou-senpai, papá. –pone al tanto yéndose. Su papi necesitaba estar solo-

Presiona Zero su mano sobre su rostro por evocar aquel momento con esa rubia Sangre Pura. No podía negarlo aunque quisiera. Cierra sus párpados, en ese momento, algo en su cuerpo se apodero de su mente. La expectativa del placer que eso iba a provocar, el goce que daría esa sola idea de haber tenido una excusa para cazar a un Sangre Pura. Algo tonto ya que convivía íntimamente con uno y era padre de otro. ¿Cazar un sangre Pura o no cazarlos? Estaba confuso.

-"Ese..., innegablemente era yo" –presiona Zero en ofuscación su mano sobre esa lápida, rozando con ese ramo obsequiado-

Ahora lo recordaba mejor. Las palabras de esa rubia habían hecho mella en su mente... De nuevo las inseguridades hacia ese Kuran en su vida. No sabiendo si confiar o no en Kaname.

-"Esa sensación tan similar al impulso por la sangre, es algo que solo puede ser comprendido por un vampiro. Es demasiado tarde para tratar de recordar diferencias entre razas. Ya estoy tan....". Yo no quiero dudar de nuevo... "me dolería si "esto" que siento por Kaname fuese una farsa". –piensa con dolor, refiriéndose a su relación con Kaname-

Decide levantar su torso y abrir sus ojos que veían un punto inexistente en medio de ese cementerio. Cuanto le hacía falta la compañía de su padre o alguien con quien hablar y aclarar sus dudas.

Jadea presionando su mano en su pecho, indicándole la falta de esa sangre a la que se quería negar. Sí, usaba el mismo método de su hijo. Pero... No quería escudriñar en el pasado de Kuran.

 

-Y Kiryuu? –inquiere Aidou por ver a Ichiru salir solitario-

-Necesita estar a solas. Lo esperaremos. –sale dejando esa reja abierta–. ¿Aidou-senpai, usted sabe algo sobre los padres de Kaname-senpai? –lo observa curioso-

-Pues, que ellos se amaban... –lo primero que se le cruza responde-

-A veces me pregunto... –gira a ver esas rejas–. Por qué Kaname-senpai me quiere si soy hijo de aquel que mato a sus padres.

-... –se asombra por esas palabras maduras. Lo detalla–. Oye, no hables así. Y menos delante de "él". –señala por reparar en ese lobo aproximarse-

El lobo, quien estaba junto al lado de ellos, posa sus ojos sobre el árbol sembrado al otro lado bajo la protección del cementerio, donde, varios murciélagos aletean alejándose, quedando aun así varios más de cabeza. Posa su vista en su distraído "can", siguiendo el trayecto de su hocico.

-Murciélagos...  –repara Ichiru en ellos–. Qué raro.... Esos murciélagos parecen ser del mismo tipo que los de Kaname-senpai, pero...

-... –se paraliza Aidou al presentir una esencia para nada amigable de esos seres nocturnos–. Es... es mejor que nos vayamos.

 

Lejos de allí, dentro de la comodidad de la mansión, estaba su dueño sentado en ese enorme sillón, rodeando con sus brazos sus piernas que, flexionadas tenía pegadas a su pecho rozando con su corbata azul que decoraba su cuello. Adornando sobre su cabellera roja un sombrero negro de copa del doble de su tamaño, que lo hacían ver aún más pequeño.

Estira una de sus pequeñas manos para recibir esa parte de su "energía" que regresaba materializada en esos murciélagos. Logrando ver gracias a esos quirópteros restantes a esa pareja, causándole desagrado el comentario de ese pequeño albino.

-Cómo se atreve ese niño a insinuar que esos murciélagos tienen alguna similitud con los de un simple chiquillo como Kaname? Qué chiquillo más grosero. –sereno opina–. En verdad que si.... –se encoge en su puesto alargando sus labios una maliciosa sonrisa-

 

Sorpresivamente detrás de Ichiru y Aidou llegan demás aleteos de una horda de murciélagos que empiezan a rodearlos.

-Aidou-senpai... –se preocupa Ichiru-

-Sí. Debemos tener cuidado. –tras él continuaba Aidou-

Gruñe ese lobo que posa su atención en los murciélagos del árbol. Pero, unos cuantos quirópteros se desplazan a su dirección, a quien fácilmente atraviesan, salpicando en un enorme charco de sangre a los pies del menor.

-Kaname... senpai? –se asombra el albino-

Dejan de acorralarlos esos murciélagos que se desplazan hasta quedar unos pasos frente a ellos, materializándose poco a poco en un pequeño de baja estatura con un traje de noble en pie, el mismo de enorme sombrero y rojizo cabello, colocándose Aidou de escudo a Ichiru.

-Buenas noches... –una voz cantarina saluda, perteneciente a esa imagen pelirroja infantil–. Tú debes ser ese tan protegido hijo Kurenai por ese tal Kuran.

-Tú eres... un Sangre Pura también ¿no es así?

-Justo en el blanco. –de nuevo utiliza ese tono cantarín el menor, sonriendo dulcemente–. Soy el líder del Clan Touma y estoy aquí sooooolo para presentarme contigo.

-Touma... –repite Ichiru un nombre conocido-

-Primero que nada. El escenario finalmente se está moviendo de forma sutil hacia esa violencia sangrienta que tanto me gusta y sabes quéee? ¿Sabes que es lo que eso quiere decir? –insiste sin borrar su sonrisa–. Quiere decir que desaparezcas de mi camino y no me estorbes para mirar la escena.

Rápidamente se separan esos murciélagos de ese cuerpo pelirrojo, desplazándose hacia ellos nuevamente, continuando Aidou delante protegiendo a Ichiru con su cuerpo. Sorpresivamente, se pone de escudo ese cazador que dispara, logrando atinarle a una de estos, sirviendo para detener el resto del ataque.

-Desaparece. No me importa que seas una versión alterna del verdadero tú, voy a darte una buena paliza, incluso aunque deje esto de funcionar. –sin bajar a Bloody Rose amenaza Zero-

-Kiryuu, él es un sangre Pura, no puedes! –defiende Aidou-

-Ichiru, mantente detrás de...

Certeras habían resultado esos repentinos ataques en la espalda de Zero por esos murciélagos de aquel Sangre Pura traicionero, salpicando obviamente la sangre de esas heridas el suelo, a la vez a centímetros de los zapatos de ese rubio y ese pequeño albino de boca abierta.

 

 

Continuaba sentado sobre ese féretro con ese perturbante compañero que no lo dejaría en paz. Aquel "Kaname" del pasado. Su lado poco racional.

-Qué estabas esperando mientras yacías dentro de ese ataúd?

-... –nuevamente abre Kaname sus ojos, pensativo por esa voz que no se callaba–. ¿No lo sabes acaso? No estoy esperando nada.

-No. Esperabas algo en aquel entonces ¿o no? –regresa a rodearlo como un fantasma con mente propia– Hay contradicciones en ti, grandiosas contradicciones... Y esas mismas te están torturando. Nos están torturando. Por eso viniste a este cuarto.

Siente Kaname esa sombra continuar tras suyo, taladrando su cabeza, como si se tratara de su verdugo personal, solo quedándole presionar su mano en su flequillo, mismas hebras que cubrían sus ojos.

-Quieres mirar protectoramente como tu amado cual ave persistente ya ha curado sus alas y desea aprender a volar. Pero también quieres arrancar esas alas que tú mismo curaste de aquella lastimada ave. ¿Me pregunto... de donde provienen esas contradicciones? –bromea, mostrando en medio de su largo cabello una delgada sonrisa de burla-

Prefiere Kaname incorporarse en silencio, sin darle alguna mirada a ese ataúd, pero no haciéndolo tomar la decisión de irse y dejar de ser atormentado. Continuando ese "Kaname" con sus ropas desgarradas y pegadas dentro de ese ataúd.

-Lo que con impaciencia esperabas dentro de ese ataúd, lo tienes pero quieres abandonarlo ¿o me equivoco?. –cruza sus piernas en el borde de ese ataúd, admirando esa espalda–. La verdad, es que no tienes la más mínima esperanza ¿cierto? Nunca la tuvimos ¿Por qué ahora?.

¿Esperanza? Aquella era esa sensación que le daba aquel cazador de querer aferrarlo tan fuerte entre sus brazos y que nunca se fuera de su lado. Siéndole imposible no pasar por su mente el desear encadenarlo y encerrarlo en uno de los tantos cuartos de esa mansión. Pero entonces... ¿Por qué a la vez pensaba abandonarlo?

-La contradicción, así como la desesperación, son los dos elementos con los que estás hecho. –estira sus manos a dirección de esa desprotegida y confusa persona–. Y serás, eternamente de esta manera. Solitario.

Gira Kaname, moviendo de golpe su mano entre ese cuerpo, desapareciendo "aquel" que se aprovechó de su debilidad, finalizando esa "conversación".

-En verdad eres un buen "espejo". –abre sus ojos, deslizándose una línea de sangre a un costado, entre sus castaños cabellos, deslizándose por su mejilla, que pasaría como una larga lagrima–

Ve Kaname hacía la puerta que había dejado con una de sus láminas abiertas, percibiendo algo.

-Zero... –se abren sus ojos en sorpresa–. Touma, ese mocoso... se atrevió a tocarte. –frunce su ceño apareciendo esa roja mirada-

 

 

-Ugh.. –presiona su mano en su pecho manteniéndose en pie, encorvado-

-Tú no deberías ser tan imprudente metiendo las narices en asuntos de otros cuando aún eres nada más que un cazador reemplazable. –toman vuelo esos murciélagos de aquel Sangre Pura del Clan Touma-

-Eso... es todo. –agitado levanta Zero su cabeza observándolo retante-

-Papá, no. No quiero que te pase algo peor. –a punto del llanto rodea a Bloody Rose en sus manos para que no la levantara-

-Estoy bien ¿sí? –finge un sereno gesto, tomándole la mejilla-

-Claro que no. De ninguna manera estás bien! –se preocupa el hijo, liberándolo–. Es mi culpa.

-No es tu culpa en absoluto.

-No, sí lo es. –muerde el hijo su labio a punto del llanto-

-Es mía. Debí proteger mejor a... Protegerlos. –se corrige Aidou sintiéndose culpable. Para ser sincero, "Kiryuu-padre" no empezaba a caerle tan mal como en la escuela Cross–

-Oye, sales o te saco?

Todos giran a ver a causa de esa nueva voz tras ellos. Habiendo un castaño en pie con un rostro sereno pero a la vez, contradictoriamente imponente, enfocando sus ojos más claros sobre Zero.

Como si fuese un repentino juego a las escondidas, presiente una presencia, atreviéndose Aidou a ver por sobre Zero, paralizándose por lo que ve. Solo con su rostro materializado por esos murciélagos sobresalía del suelo ese tramposo Sangre Pura pelirrojo.

-Aww, ya me vio. –hace un puchero Touma–. Buu... Y yo que quería afilar mis cuchillas un poco más con ese cazador que se atrevió a retarme. No hay necesidad de que luzcas tan aterrador, cazador. –le saca la lengua infantilmente a Kaito-

-Desaparece. No me importa que no seas el real, ahora soy yo el que va a darte una buena paliza, si no obedeces. –amenaza Kaito con su voz serena-

-Está bien. –pierde su forma, regresando la individualidad de esos murciélagos–. Bye, bye. –finalmente aletean violentamente en el aire, desapareciendo-

-Kaito... –exclama Zero sin dejar de ver a "su salvador"-

-Kaname-sama definitivamente hará que pague por esto.... –se acerca Aidou al albino mayor no sabiendo cómo hacer para tomarlo y no sufrir un disparo en el proceso-

Guarda Zero dentro de su abrigo a Bloody Rose, observándose fijamente ambos cazadores en silencio, hasta que se cierran los ojos violetas sin él preverlo, perdiendo firmeza en sus piernas, tambaleándose.

-Resiste! –logra Aidou sostenerlo contra su cuerpo, notando su inconsciencia– ¡Ey, Kiryuu Zero!

-Papá!

Rápidamente, es Zero arrebatado y cargado entre los brazos del castaño cazador, extrañando al rubio. Es apoyada esa cabeza a uno de los hombros de Kaito, rozando esas platinadas hebras con su ropa.

-Vengan, conozco un lugar cerca de aquí donde podemos dejarlo descansar. –por sobre su hombro los observa-

-Ah sí... de acuerdo.

-Más tarde, envía a alguien a limpiar esta sangre. –opina Kaito sin detenerse, pasando precisamente por esa mancha-

-Lo haré.

No le queda a Aidou de otra que seguir a ese castaño, notando como había pisado esa mancha de sangre que dejó su compañero cazador sin prestar atención en ese detalle. En cuanto al menor, se detiene Ichiru por inercia por ver esa mancha. Traga grueso saltando por encima de esta, corriendo para estar cerca de su desmayado papi.

El brazo de ese albino cazador colgaba en cada paso de Kaito mostrándose en su rostro el agotamiento, rozándose su nariz con esa prenda contraria de ropa.

-"Me siento tan cansado ¿Por qué él no está aquí? ¿Por qué Kaname no está a mi lado? En cambio... este aroma lo reemplaza... Un intenso aroma”.

 

Sin poderlo creer sigue Aidou a ese silencioso y desconocido cazador que le llevaba varios pasos de ventaja, incluso el mismo Ichiru lo había dejado botado ya que no se despegaba de su progenitor. Avanzaba ese castaño hacía esa edificación, donde puede ver a unos cuantos metros de la puerta a un hombre de un solo ojo y con un parche en el otro.

-Gracias por el arduo trabajo pero... –levanta el hombre su ojo, reparando en el castaño–. ¿Tú eres...? Oh, Es usted Takamiya-sama. Por favor, venga por aquí.

Se detiene Kaito para girar a ver hacía el rubio y albino que dejaba atrás y recién se aproximaban a la puerta.

-"¿Qué es este lugar?" –piensa Aidou admirando su alrededor y dicha edificación-

Justo al intentar Ichiru y Aidou cruzar por el marco de esa puerta una enorme reja les divide el paso, por poco matándolos doblemente. De un susto y por poco ensartándose esas varas en ellos.

-Pero que fue eso?!!! –petrificado inquiere Ichiru-

-La reacción de la puerta es lenta. –aconseja Kaito en serenidad luego de verlo por el mismo, ignorando a esos vampiros-

-Sí, voy a tener que ajustarla. –suspira el encargado-

-Disculpen, este lugar es una de las casas de seguridad pertenecientes a la Asociación. Está hecha para que los vampiros no puedan entrar a menos que estén reducidos. Sujeta a Ichiru por la cintura. –dice Kaito sin haber justificado ese "intencional asesinato"-

Extrañado se miran ambos vampiros por esa petición, encogiéndose Ichiru de hombros, accediendo. Regresa el cazador sus pasos, mientras que las varas con puntas afiladas regresaban a sus orificios originales, mientras que él, sin decir palabra le rodea la cintura a Aidou.

-O bien, que sean transportados en brazos de alguien. –sencillamente y sin esfuerzos carga al rubio con un brazo quien precisamente sujetaba a Ichiru, cambiando a Zero y colocándoselo sobre su hombro como un costal de papas-

-No pudiste habérmelo dicho antes? Qué humillante. –dice Aidou luego de ser dejado en el suelo y cruzar sano y salvo-

-Vengan por aquí. –interviene el guía sosteniendo en su mano un candelero–. No hay nadie esta noche, así que todas las habitaciones están disponibles.

-Aidou-senpai? –ladea Ichiru su cabeza por ver a ese rubio en pie recostando su mano contra la madera, quedando atrás-

-Estaré haciendo guardia. –detrás queda el rubio–. Justo detrás de la puerta. Estoy ocupado tratando de pensar que puedo hacer por él. –suspira Aidou más recuperado-

-... –acomoda Kaito mejor a ese platinado, regresándolo a la posición de sus brazos–. Tabletas de sangre ¿no? –los ve sobre su hombro sereno–. Sólo dale varias una vez que recupere la consciencia y eso es todo.

Opina yéndose, siguiendo al encargado de un solo ojo.

Dentro de esa habitación queda Kaito, solamente con ese albino con su cabeza recargada sobre su hombro, mismo que empieza a recobrar la consciencia.

Parpadeando Zero muy lento a causa de percibir una fragancia conocida de aquel que lo sostenía, admirando borrosamente ese lugar. Cierra sus ojos por continuar ese agotamiento. Esa fragancia continuaba en el aire, en realidad a centímetros de su olfato.

-"Esta fragancia se encuentra tan cerca"

Se mueve su nariz hasta localizar el lugar más apropiado para percibir ese aroma. Un aroma confuso pero atrayente, causándole soltar una suave sonrisa. Estira su rostro acariciando con la punta de su nariz aquella tersa sensación. Mueve sus manos por ese conducto que no era otro que un cuello, rozando sus yemas sutilmente.

-"¿Es Kaname?. Sí, es su cabello".

Continúa Zero moviéndose motivado por ese pensar, rodeándole tras el cuello y perdiendo sus dedos entre esas hebras castañas. No mostrando Kaito ganas de detenerlo en lo que quería hacer, impidiéndole a ese albino que cayera de sus brazos, posando sus ojos de una tonalidad castaña más clara sobre esa ventana. A través de la ventana cerrada se podía ver a un murciélago reposado de cabeza en una de las ramas del árbol seco.

Abre su boca exponiendo ese par de colmillos. Pero, a tan solo centímetros de ese cuello se detiene, podía presentir la presencia de Kaname, y no precisamente proviniendo de ese cuerpo que por poco muerde.

Abre sus ojos violetas que posa sobre ese rostro, reparando en esa seria mirada castaña precisamente puesta en su rostro, distorsionándose la imagen de Kaname y siendo reemplazada por la de su compañero, sorprendiéndose. ¡Era Kaito!

-Cambiaste de opinión ¿no es así? Bien, justo acabas de salvarte de morir. –sereno opina viéndolo fijamente-

-Bájame. –trata de disimular su timidez y vergüenza. ¡Por poco lo muerde! ¡¡¿Y por qué Kaito no se lo impidió desde el primero momento?!!– ¿Dónde está Ichiru?

-Puedes mantenerte de pie?

-Sí puedo. –se baja por el mismo, no dejando de rodearlo el brazo de Kaito por detrás–. Kaito, yo...

El murciélago que anteriormente observaba Kaito, se aleja, no sin antes dejar ese ventanal desquebrajado, que después estalla, dejando en claro su molestia por esa cercanía de ambos cazadores, causando que de par en par se abrieran las hojas de madera con pocos trozos de cristal en sus marcos. En silencio y sereno, Zero solo ve por sobre su hombro ese desastre.

-Papá! –entra Ichiru preocupado acompañado de Aidou; luego de ese estallido– ¿Papi, estás bien? –se le acerca-

-Qué sucedió? –preocupado inquiere el rubio, quedando bajo el marco de la puerta-

-No pasó nada. –sereno opina–. Vámonos. –le toma la mano a su hijo–. Gracias, Kaito. –entre sus brazos carga a Ichiru corriendo hacia la ventana, lanzándose por esta–

-Ey, espera!

Sale Aidou tras ellos, mientras que Kaito estrujaba su mano en ese fragmento de tela donde había quedado esa mancha de sangre impregnada en su ropa.

 

-Papá, que pasa? Olvidamos a Aidou-senpai. –entre esos brazos recuerda-

-"Necesito alejarme... Por poco muerdo a Kaito. Es cierto... Ya no soy humano."

-Adónde vas, Kiryuu?!! –llama el rubio luego de dar con ellos, estando desde abajo de esas escaleras-

Al girar el albino cazador en una curva, ve a un lobo de castaño pelaje casi negro esperándolos sentado tras sus patas traseras, suponiendo de quién se trataba, y de quien más necesitaba. Agitado se deja Zero caer arrodillado, quedando Ichiru en pie preocupado.

-Papi! Es Kaname-senpai... –repara–. Está bien después del ataque, qué alegría.

-Sácanos de aquí. Sácanos. –pide respirando agitado, recostándose en el muro cercano–. Sácanos. –estrecha contra sí a su hijo. Nunca dejaría a Ichiru– Necesito que nos saques...

Pierde Zero el conocimiento sin dejar de rodear ese confundido menor entre sus brazos. Pero, antes de que su cuerpo cayera o tocara el suelo, ese lobo pierde su forma apareciendo en varios murciélagos que toman vuelo hacía ellos, rodeándolos.

Cuando Aidou había logrado subir las escaleras, el par de albinos ya no estaban, logrando ver como desaparecían esos quirópteros en el aire.

Notas finales:

Sí. Kaito siempre será la competencia de Kaname. Sin ofender a la mangaka, pero, eso fue lo único bueno que dejo el manga. Kaito [Qué por cierto, se parece más a Kaname y a Haruka que nadie!!! U_U Pueda que en algún fic lo ponga como hermano o medio hermano de Kaname, "luchando" por el amor de Zero. O algo así...]. U_U Aun no supero el hecho que Mi-Zero y Mi-Kaname se quedarán con esa BAKA-Yuuki.

Qué pésimo final del manga y el anime. U_U  Un comentario que reitere hasta el último de mis fic... U<U

¡Está 1000 veces mejor Kuroshitsuji *////*!


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